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Acúfenos, efectos psicológicos de los pitidos

en los oídos
Un acúfeno o tinnitus es un pitido agudo, un zumbido, o un “ruido de mar” que se
escucha sin que haya en el exterior ningún estímulo que lo justifique. Puede ser
continuado o pulsátil y afectar a uno o ambos oídos. Según el Dr. Coromina de la
clínica Teknon, en España los acúfenos  afectan a un 18% de la población
general.

Los acúfenos suelen tener que ver


con pequeñas lesiones en el oído interno. No tienen porque entrañar ningún tipo
de gravedad a nivel físico, si bien es bueno realizar una exploración por parte de
un especialista y así poder descartar otras posibles implicaciones.
Los sonidos pueden aparecer y desaparecer de forma intermitente. Cuando se
producen acompasados al ritmo del corazón se habla de acúfenos pulsátiles.
Es recomendable solicitar una evaluación de un
especialista en el caso de que los acúfenos:
 Estén asociados a una pérdida de audición.
 Estén interfiriendo en la vida diaria: dificulten el sueño, estén asociados a
ansiedad, miedo a no poder rendir adecuadamente, miedo a enloquecer…
 Aumento de la intensidad  del ruido o de las sensaciones pulsátiles del acúfeno.
Causas del Tinnitus
Como se describe en webs especializadas como emedicinehealth.com, las causas
pueden ser muy variadas, pero entre las principales vamos a destacar:
 Envejecimiento y pérdida de audición.
 Tras un traumatismo que afecte a la cóclea  (ruido, drogas, sustancias químicas o
un golpe).
 Bruxismo.
 Sustancias como la aspirina (si se abusa), aminoglucósidos antibióticos (una
forma poderosa de drogas de lucha contra las infecciones), y la quinina.
 La enfermedad de Meniere.
 Tumoraciones.
 anemia.
 problemas tiroideos.
 Y por supuesto el estrés. En este caso como potenciador del bruxismo.
El tratamiento de los acúfenos
No hay medicamentos que hayan demostrado ser eficaces para tratar el
acúfeno en sí mismo. Cualquier tratamiento estará condicionado a la causa del
tinnitus. Por eso es importante tratar de identificar y tratar la causa subyacente.

En la mayor parte de los casos, los pitidos en los oídos mejoran


paulatinamente con el tiempo. El cerebro aprende a adaptarse a los acúfenos y
facilita el que sean ignorados. Existen algunos consejos básicos que pueden ser
de ayuda para afrontarlos:
 Hacer ejercicio con regularidad y dejar un espacio para relajarse.
 Mantener un nivel de ruido de fondo, como una ventana abierta, un ventilador, la
televisión, la radio…
 Escuchar grabaciones de sonidos como lluvia, olas o aves.
 Evitar estar expuesto a ruidos fuertes.
 Cuando la causa es por bruxismo o por patología del masetero, usar una férula de
descarga.
 Cuando se producen pensamientos obsesivos asociados al acúfeno y a las
diferentes consecuencias de este, es recomendable una terapia cognitivo-
conductual.
Terapia psicológica de los acúfenos
El problema principal de los acúfenos en el plano psicológico es la tendencia a
obsesionarnos como consecuencia de no querer pensar en los ruidos. El
deseo de que no estén potencia enormemente el chequearse para comprobar si
siguen allí o no. Ese acto potencia el que la vida gire todo el tiempo alrededor del
acúfeno. En algunos casos hace que la vida se paralice, y que por supuesto la
percepción subjetiva del tinnitus sea la de que cada vez es más intensa. Cuando
algún ruido se mantiene durante mucho tiempo y se produce de manera cíclica,
favorece el que nos fijemos en él, primero para descubrir su origen, después para
conseguir que desaparezca. Esto es lo normal para cualquier persona. Lo malo es
que cuando el ruido se produce dentro del propio oído, la solución no depende de
apagar su fuente.
El peligro es que toda la vida gire alrededor del
acúfeno
tweet
Ante el tic-tac de un reloj, el motor de una máquina, o una gotera, se puede
actuar, o también hacer por convivir con ello. Si no es necesario muchas personas
optan por la primera opción, en el caso de los acúfenos no hay otro remedio
que aprender a vivir con ellos, en tanto en cuanto se les da un tratamiento
médico adecuado.
La psicología cognitivo-conductual propone diferentes estrategias para
conseguir calmarse ante los acúfenos y así potenciar el que no molesten en
el día a día. La terapia cognitivo-conductual es una combinación de terapia
cognitiva, que examina los pensamientos no deseados, las actitudes y las
creencias, y la terapia conductual, que se centra en el comportamiento y su
relación con los pensamientos.
La investigación sugiere que la terapia cognitivo-conductual no reduce el volumen
de los sonidos que se perciben, sin embargo, ayudará por medio del
entrenamiento de técnicas específicas a hacer frente a los pensamientos
negativos y a sus emociones asociadas. Ayuda a mejorar la calidad de vida.
La depresión o la ansiedad pueden hacer que el tinnitus se agrave.

Una terapia psicológica para afrontar los acúfenos suele estar


compuesta de varias fases:
1. Psicoeducativa,  en la que se informa de los aspectos fisiológicos y psicológicos
principalmente implicados en este problema.
2. Evaluación del impacto del acúfeno en la vida del paciente.
3. Explicación de los mecanismos obsesivos de control.
4. Entrenamiento, tareas y pautas para reducir conductas obsesivas y
afrontamiento de los temores que se suelen asociar al tinnitus: miedo a no dormir,
a no rendir laboralmente, a obsesionarse, a no disfrutar de la vida…
Otros tratamientos para los acúfenos
Terapia de readiestramiento para el tinnitus (TRT)
Esta terapia utiliza un dispositivo similar a un
audífono que se lleva en la oreja o detrás de ésta. Emite un nivel de ruido bajo de
seis a 20 horas al día, especialmente cuando se está en un ambiente tranquilo. No
enmascara el tinnitus por completo, pero sí ayuda a que sea menos intrusivo. Con
el tiempo, la percepción del acúfeno se reduce y se integra con mayor facilidad en
la rutina del día a día

Se necesita más investigación para que la terapia de readiestramiento para el


tinnitus  sea más eficaz pero se están alcanzando éxitos prometedores (dejo un
enlace para leer más sobre el tema)
Terapias complementarias
El yoga, la hipnosis, la acupuntura, la homeopatía y Ginkgo biloba son
algunos de los remedios propuestos de forma alternativa para el tratamiento de los
acúfenos. La hipnoterapia puede ayudar a reducir el volumen de los sonidos que
se escuchan pero se necesita más investigación para certificar su utilidad. Los
resultados alcanzados por medio de la acupuntura han sido contradictorios, son
necesarios más estudios reglados para contrastar su eficacia. Estudios para el
yoga, la homeopatía y el Ginko biloba no han demostrado ningún efecto
beneficioso más allá del efecto placebo

RECOMENDACIONES A LOS COMPAÑEROS


- Hablarles de frente y despacio pero sin vocalización exagerada.
- Llamar su atención tocándoles en el hombro o brazo.
- Tener en cuenta que la lectura labial produce ambigüedades y también la
dificultad de las personas sordas para entender el lenguaje figurado: bromas,
doble sentido..., que pueden producir problemas en la comunicación.
- Ser transigente con determinadas actitudes derivadas de su
discapacidad: desconfianza, …
- Facilitar su inclusión social.

El apoyo y la comprensión de la unidad familiar es bastante positivo para


los pacientes, ya que en grados muy elevados de misofonia, se convierte
en algo insufrible tanto para el afectado como para la gente que convive
con él. De ahí que como señala el doctor Ezpeleta podamos ayudar a
aquellas personas que lo padecen; "Simplemente, comprendiendo su
problema, aceptando sus reacciones y si es posible, cambiando algunos
de nuestros hábitos (dejar de hacer ruido al tomar sopa no es tarea difícil,
por ejemplo). Ahora bien, si la población general es normalmente incapaz
de comprender a alguien que sufre algo tan frecuente como la depresión,
¿qué esperar ante lo que parece un capricho?".
No obstante, sería conveniente que sepamos comprender el problema,
porque pese a que no es frecuente, la misofonia puede
"producir conductas de evitación y aislamiento. Quienes la padecen
suelen ser conscientes de que sus reacciones ante los sonidos o los
movimientos que los anuncian son desproporcionadas, pero en
ocasiones optan por la dejación de sus relaciones escolares, sociales,
familiares o en el trabajo, con merma de sus metas personales y
profesionales" añade el neurólogo.

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