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NÚMERO 185 ILUSTRACIÓN A R T Í S T I C A 223

ta hacer, en una palabra, trazar el programa de Grosvenor Gallery, donde tan extraordinario va-
la construcción del canal, hasta la apertura, cío deja la ausencia de Mr. Burne-Jones, la es-
en 1888, de la nueva vía marítima hacia el extre- cuela se halla representada, ya por las obras de
mo Oriente. alguno de sus fundadores, como La Novia de
Belem, de Holman Hunt, de la cual dice un críti-
co, que á pesar de las manos de esta figura, pinta-
LA PINTURA CONTEMPORÁNEA das como sólo el autor sabe pintarlas, nadie puede
«ni desdeñar este cuadro, ni gozar con él;» ya por
en I n g l a t e r r a el Hilo de oro, de Strudwick, verdadera serie de
I.ns PRE-RAFAELISTAS miniaturas alegóricas, ó por Tus cuerdas armonio-
sas, que representa una muchacha tocando la viola
Acaba de abrirse el Salón de Londres y de y que podria pasar por un Burne-Jones; por Paíi-
publicarse el catálogo ilustrado de los principales dora y libertad, de Crane, el excelente dibujante
cuadros expuestos. H e dicho «el Salón» y digo de los cuentos para niños, pero que aquí deja (|ue
mal, porque, como siempre, son dos: el de la desear tanto como Alberto Moore, algo inferior en
Academia Real de Pintura y el de la Galería de sus Rosas y en sus Crocus de este año á sus
(Irosvenor. Al principio, la primera de estas antiguas y poéticas creaciones. Obras quizá son
corporaciones, y su exposición por tanto, repre- todas estas de menos importancia que las de
sentaba el elemento más ó menos selecto que en Burne-Jones ó las de Mado Brown, el más dramá-
todas partes representan las Academias; tanto más tico de los pre-rafaelistas, pero que contribuyen
cuanto que en los salones de la de Londres sólo á mantener viva la escuela. A igual fin sirven algu-
tenian derecho á exponer sus individuos, ya nu- nas otras presentadas en la exposición de la Aca-
merarios, ya meros asociados; y en consecuencia, demia, como los paisajes y marinas de John Brett,
la galería rival, cuyas puertas se abren literalmen- los estudios de A. More y en cierto modo la Chi-
te á toda clase de artistas, tenia cierta significación valry, escena caballeresca y archi-romántica de
un tanto democrática. Hoy las cosas han variado; pura Edad media (quizá de la Edad media de
la Hoyal Academy sigue siendo naturalmente Aca- Walter Scott), que ha pintado Mr. Dicksee.
demia; pero las obras de unos mismos autores Hora es ya de que, al menos, algún que otro
suelen exponerse indistintamente en ambos certá- lector pregunte: «¿y qué es el pre-rafaelitisrao?»
menes. Y si, como este año ha acontecido y se Por lo que antecede, puede haberse compren-
anuncia para los venideros, se decide al cabo dido en parte. Los pre-rafaelistas son aquellos artis-
Mr. Burne-Jones á no presentar más sus cuadros tas y críticos que, considerando en general al Rena-
en estas solemnidades, Cirosvenor Gallery, que cimiento, más ó menos declaradamente, como un
tenia hasta ahora el monopolio de ofrecerlos á la retroceso en el camino del verdadero arte since-
EL MAKQUES UE SAUSUURY
admiración de sus fieles, perderá su rasgo más ca- ro, espontáneo y natural de la Edad media, para
racterístico y casi el único que ya le quedaba. presidente del nuevo ministerio inglt-s lo cual no les falta por completo razón, quisieran
Este Mr. Burne Jones es una de las más intere- suprimir todo el tiempo desde el siglo xvi hasta
santes figuras en la pintura inglesa de nuestro tiempo. \ ' de Titania; de los de Hunt, como Luz del mundo; del Cristo hoy y reanudar la tradición interrumpida en sus más pu-
é!, ó más bien de todo el movimiento que se condensa en en Nazareth de Fisk; de la Ofelia de Hughes ó la de Mi- ras fuentes, á saber, en los predecesores de Rafael, « el
su persona y obras, conviene dar alguna idea á nuestro llais (renegado hoy día de su fe primera), ó del Sueño de gran apóstata» ( i ) que inaugura la decadencia inevitable,
publico, entre el cual no se halla quizá bastante difundido Dante, de Rossetti, poeta y pintor á un tiempo, ó de las representada después por pintores tan censurables como
el conocimiento de la verdadera situación actual de la acuarelas de Prout, etc., etc., dio una expresión tangible, Tiziano y sus colegas: y para esto ya les falta razón en
pintura y aun en general absoluto. De aquí los ras-
del arte en las islas Bri- gos capitales de este movi-
tánicas. Es posible que miento. Mr. Chesneau, en
esta sea la razón de una su Historia de la pintura
máxima vulgar muy cor- inglesa {2) señala algunos
riente, según la cual se de ellos, pero no tal vez
afirma que «los ingleses todos. Sin duda hay en el
no son artistas;» error que movimiento una tendencia
además se apoya en el ca- moral, ya en la intención,
rácter profundamente ori- ya en la mente y sinceridad
ginal y nacional de lo que del artista, que debe estar
puede llamarse la estética lleno de fe, de amor y de
de aquel pueblo, su ideal, entusiasmo por su arte; un
su modo de entender y análisis microscópico de
sentir, así como de realizar los pormenores, así físicos
la belleza. como históricos; un verda-
Mister Burne-Jones es dero culto de la naturale-
hoy en la práctica, como za, rayano á veces, v. g.
Mr. Ruskin en la teoría, y con Ruskin, en la extrava-
en medio de un cenáculo gancia; un sentido, por últi-
de sacerdotes y una inmen- mo, profundamente nacio-
sa iglesia de entusiastas nal y patriótico. Mas al par,
creyentes, el más insigne hay que contemplar en este
representante del Pre-ra- movimiento—nunca se re-
faelitismo, nombre que ha petirá bastante,^—un mero
venido á expresar, en uno aspecto del proceso general
desús aspectos, cierta ten- ISLOTES DE iiERM Y jETHOU, en el Canal de la Mancha actual del espíritu británi-
dencia romántica, medieval co, que á su vez expresa al
y arqueológica, que consti- modo de hoy un elemento
tuye uno de los rasgos más permanente de su carácter
salientes, no sólo del arte, étnico. Cuando hace pocos
sino de la vida entera in- dias Mr. Ruskin comenza-
glesa. Bien es verdad que ba en su cátedra de Oxford
si en la vida no resona- una de sus admirables lec-
se esta nota, tampoco re- ciones, con aquellas pala-
sonaría en el arte, el cual bras pesimistas: «No co-
busca siempre dar satisfac- nozco una civilización más
ción á los gustos, senti- miserable que la inglesa de
mientos é inclinaciones de hoy;» cuando los «estetas»
aquella. (lesthetes) persiguen por los
más extraordinarios cami-
La historia del pre-rafae-
nos «el embellecimiento de
litismo es muy reciente, si
la vida,» procurando la re-
bien bastante compleja en
forma del traje, de la edu-
sus orígenes. Estos se han
cación, de las viviendas, de
de buscar, por una parte,
la agricultura, de la caza;
en la indicada tendencia
cuando «el ejército de sal-
sentimental y arqueológica
vación» (Salraiion arviy)
del espíritu británico; por
recorre los domingos en
otra, en el influjo del ro-
procesión las calles, arran-
manticismo, que en Ingla-
cando víctimas á la taber-
terra, desde su primera LOS CASQUETES, escoUos del canal de la Mancha na y ayes á los desven-
aparición bajo el impulso
turados que escuchan sus
de Alemania, á principios
cánticos; cuando la Sociedad para el arte en las escuelas
de la actual centuria, con hombres como Walter Scott y por decirio así, á las tendencias que germinaban en el introduce en éstas reproducciones de las más hermo-
Byron, puede decirse qué no ha sufrido eclipse, sino tan fondo de aquella sociedad y se podian sorprender á tre- sas obras del genio; y los predicadores ambulantes se
sólo las modificaciones requeridas por el progreso de la chos en otra clase de manifestaciones. Desde entonces enternecen á gritos en el rincón de un parque sobre
cultura y del conocimiento de la Edad media. Quizá la fun- hasta hoy, en que la representación de esta escuela se
dación de la Galería Nacional {tan incomparable con todas halla condensada en Burne-Jones, no han cesado los an-
las pinacotecas del continente, salvo las de Italia, para el tiguos P. R. B. ( I ) , según al principio se llamaban, de ('} ¿Qué tienen de particular, después de esto, las violentas dia-
estudio de la pintura de este país desde Cimabue á Rafael) alcanzar en muy grande medida el favor y la populari- tribas de Street (Anjuitect. gótica en Espafia) contra Berruguete,
haya sido en parte causa y efecto en parte del pre-rafae dad de su patria. Todavía en la actual exposición de V. g,, á propósito del retablo de San Benito de V'alJadolid?
litismo. De todos modos, la aparición, al mediar nuestro K%) París, 1882. l^uantin, Bihl. de Temei^iu des beaux-arís. No
se si habrá publicado ya la Historia de la escuela pre-rafaelisia, t^ue
siglo, de los cuadros de Noel Patón, como su Oheron y (I) rre-RaphútUtt Brofheis (ios hermanos pre-rafaelislas). preparaba.

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