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Omar Sar
University of San Martín de Porres
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Presentación
Autoridades
Docentes
DERECHO PENAL
Lesiones al feto
Julio Annaza Galdos 101
¿Aborto terapéutico?
Manuel Alejandro Ruiz Paredes 114
DERECHO CIVIL
.~
r
LA TEORÍA DEL PODER
CONSTITUYENTE EN
LA OBRA DE EMMANUEL SIEYES
LA EXPRESJ()N DE UN RLCLA,JO POUTJCO DI' CLASE FRENTE AL ABSOLUTISMO
1.- INTRODUCCIÓN
-11-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
en los más de los casos la mayor parte del pueblo pennanece extraño a la vida del
estado. También conduce a esto el hecho de que los que participan activamente
en la vida del estado constituyan un círculo mucho más limitado que en el estado
antiguo, a pesar de la existencia en éstos de esclavos y clientes.
Durante el "antiguo régimen" los detentadores de la tierra tenían la
hegemonía social y política pero la Aristocracia francesa, a diferencia de lo que
sucedía con sus pares allende el canal de la Mancha, no estaba instalada en el
campo sino que llevaba una vida cortesana.
La vida en Versalles, como es obvio, exigía ingentes cantidades de
recursos que la aristocracia francesa no generaba viviendo, como lo hacía, entre
pomposidades y manteniéndose ajena a los oficios "viles", aquellos que
generaban la riqueza verdadera de la burguesía en ascenso. 1
Hacia 1788la corte de Luis XVI atravesaba una de sus recurrentes crisis
de liquidez que conjugada con la crisis política y social que se derivaba de la
debilidad cada vez más acentuada del antiguo régimen y el proceso de
descomposición del absolutismo generaban una situación de completa
inestabilidad que no podrá serresuelta con el cambio de un ministro por otro. 2
La única fom1a de superar la situación sin recurrir a nuevos empréstitos
era, naturalmente, exigir mayores impuestos pero no debe perderse de vista que
el tema tributario era altamente sensible en aquella época3 • Sólo quedaban dos
caminos la racionalización del gasto o la imposición de impuestos a la tierra,
pero como señaláramos ambas hipótesis eran inaceptables para la nobleza
porque no podía derivarlos al tercero como había hecho tradicionalmente, sino
que la afectaban directamente.
Utilizaremos como base para el presente trabajo la edición cspaii.ola de la obra. SieyCs, Emmanuel, ¿Qué es el Tercer
Estado". Ed. AguiJar, Madrid 1973. El autor destaca sin rodeos la holgazanería propia de la nobleza francesa. Página 13.
~ Entre 1774 y 1776 el economista Turgot, uno de los ministros más importantes de Luis XVI, intenta llevar a cabo un
programa de rcfonnas económicas, que podría resumirse en la frase: "Ni banca rota, ni empréstito, ni aumento de
impuestos". Naturalmente que los estados privilegiados se opusieron tenazmente a cualquier tipo de racionalización
del gasto públieQ.o de impuestos que graven la propiedad de la tierra y forzaron la salida del ministro antes de que una
política de tales características sea puesta en práctica.
Para aplacar Jos ánimos, Luis XV! designó como sucesor de Turgot a Néeker, un banquero ginebrino de sólida fortuna
personal y gran reputación como fínancista. Este obtuvo algunos empréstitos que aliviaron por poco tiempo la situación
financiera pues simultáneamente se aumentó el gasto público como consecuencia del apoyo que brindara Francia a los
revolucionarios norteamericanos durante la guerra.
Toda vez que Jos estados privilegiados no deseaban una reforma de fondo provocaron la caída de Nécker el 19 de Mayo
de 1781 quien sería nuevamente convocado por Luis XVI en Agosto de 1788 para ser cesado pocos meses más tarde.
1
De hecho en las colonias inglesas de América, recurriendo a la fílosofia de Locke sobre el derecho natural, los
colonizadores promoverían una gran revolución al negarse a pagar un impuesto establecido por el parlamento inglés, en
el que no estaban representados. Para 1775 la disputa había llegado a una guerra declarada que acabará con su
independencia y la posterior sanción de la Constitución.
-12-
Omar Sar Suarcz
-13-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
~ En esta obra queda clara la visión mccanicista del mundo que posee el autor al señalar que "Jamás se comprende1
mecanismo social si no se toma el partido de analizar una sociedad como una máquina ordinaria ... ", por este m!
podría explicarse lo mismo el organismo vivo que el sistema sideral o la propia sociedad.
-14-
Omar Sar Suarez
estado llano) estaba en desventaja numérica frente a la unión que había a la hora
de votar entre la nobleza y el clero, la defensa de los intereses de este sector
exigía una refonna que le pennita lograr el control de la asamblea parlamentaria.
Como se aprecia casi un Siglo después que Locke nuestro autor realiza
una encendida defensa de la burguesía y grafica la situación de la Francia de su
época, aunque sin mencionarla, al sei'íalar que "Había un extrai'ío país en donde
los ciudadanos que se aprovechaban más de la cosa pública contribuían menos a
ella, donde existían impuestos que era vergonzoso soportar y que el legislador
mismo tachaba de ser envilecedores. ¿Qué país sino aquel en que el trabajo
degrada, donde es honroso consumir y humillante producir, donde las
profesiones penosas son llamadas viles, como si pudiera haber otra cosa vil sino
el vicio y como si fuera en las clases laboriosas donde hay más de esa vileza,
única real?" (Subrayados en el original).
Desde el punto de vista político, el alegato sobre el Tercer Estado
defiende los derechos de la burguesía, identificándola con la nación, frente al
'O·
' Marx describe este proceso al decir que la naciente burguesía europea necesita y emplea la fuerza "" ... del estado para
'regular' los salarios. es decir, para imponer las limitaciones que favorecen el aumento de las ganancias, alargar la
jornada de trabajo y tener al trabajador en el grado normal de dependencia. Este es un elemento esencial de la titulada
acumulación primitiva. El descubrimiento de los países de América ricos en oro y plata: el exterminio, el
csclavizamicnto y el enterramiento de la población nativa en las minas; el principio de la conquista y del saqueo de la
India Oriental~ la transformación de Africa en un cercado para la caza comercial de los pieles-negras. señalan la aurora
de la era capitalista. Esos idílicos procesos son factores culminanles de la acumulación primitiva". Marx, Karl, El
Capital, Libro 1, Capítulo XXIV, Ed.Aguilar, Madrid 1931, Página412.
¡, Locke,John, Ensayo sobre el gobierno civiL Ed. Fondo de Cultura Económica. México 1941.
-15-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
~ Es probable que esta opinión se encuentre en alguna medida influenciada por su pertenencia al clero, aunque de
tenerse pcrfCctamcntc claro que el Abate es un eclesiástico de un orden menor perfectamente asimilable al estado \lan
' El autor calcula en aproximadamente ochenta y cuatro millos miembros del primer estado y en alrededor de ciento di
millos integrantes de la nobleza.
-16-
Omar Sar Suarez
Claro está que el tercero no podrá fon11ar solo los estados generales.
Ante esta perspectiva el autor señala ''¡Tanto Mejor!, compondrá una Asamblea
nacional" y podemos concluir que si la nobleza y el clero, como parte de
10
Francia , deciden participar tanto mejor pero en caso contrario en nada se altera
la representación nacional de los miembros del tercer estado.
No sólo la representación sino la misma existencia de una clase
privilegiada es dañosa por el espíritu de cuerpo que genera pero sobre todo por su
existencia misma pues cuantos más favores haya recibido en pe1juicio de la
nación más esencial será eliminarla de la Asamblea nacional sin que puedan
resultar electores ni elegidos 11 •
ser ciudadanos!". Página 96. Revistiendo el carácter de privilegiados se han convertido en enemigos del interés común
y es precisamente por ello que no pueden estar encargados de proveer a él pero ailade que aquellos "son dueiios de
reingresar cuando quieran en el orden social" recuperando, se entiende, los derechos políticos de los que se habían
excluido voluntariamente.
-17-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
voluntad nacional.
El poder constituyente encuentra su elaboración teórica con el
pensamiento revolucionario francés aún cuando existen antecedentes en
Rousseau y Montesquieu. Para el primero el contrato social se da con "1<
enajenación total de cada sociedad con todos sus derechos a la comunida<
entera"' 3 , la cual, a su vez, le permite salir del estado de naturaleza, crear l:
sociedad política que se manifestará a través de la voluntad generaL de lo cual s
desprende la soberanía popular al señalar que toda ley en la que el pueblo no h
participado es nula, con ello afirma la necesidad de referéndum. Para Rousseal
el pueblo no puede trasmitir ni delegar su soberanía y no hay nadie que exprese·
voluntad general en su representación.
Frente a esa posición, Sieyes hace de la representación la base de toda
organización política y el mejor sistema de gobierno, la soberanía nacional, só
puede expresarse por medio de representantes. De este modo aparecen d
concepciones diferenciadas respecto de la soberanía: la nacional para Sieyes y
popu1ar para Rousseau, quien establece la imprescriptibilidad de la soberm
popular al señalar que la única fuente legítima de poder reside en la volun
general.
A diferencia de Bodin, que atribuye la soberanía al príncipe, Sieye
otorga a la nación que se encuentra colocada "supra leges" y resulta "legi
,. Montesquieu, Del espíritu de las leyes, Sexta Edición. Ed. Hcliasta, Buenos Aires \984.
"Rousscau, Juan ]acabo, El contrato social, Ed. Universidad Nacional Autónoma de México, México 1978, Página
-18-
Omar Sar Suarez
solutus", dado que la nación "existe ante todo y es el origen de todo. Su voluntad
es siempre legal; es la ley misma" 14 •
Como veremos más adelante por encima de esta voluntad general sólo
existe el derecho natural que es el que guía la formación de la nación pues sería
absurdo suponer a ésta limitada por las fonnalidades o por la Constitución a la
que ha sujetado a sus mandatarios.
1
~ Página 69.
-19-
La teoría de\ poder constituyente en \a obra de Emmanue\ Sieyes
constitución.
3. En la tercera los asociados, que forman un grupo excesivamente
numeroso y están dispersos en una superficie tan extensa '' que no le~
1
" Esta unidad de la voluntad presenta un paralelo con la idea de la voluntad general que expusiera Rousscau
diferencia de aquella ya que en el "'Contrato Social"' el pueblo es titular de la sobcrania y dueño de un pode·
puede serpresente
,. Téngase delegado.que a tlnes del Siglo XVlll Francia ya contaba con una cantidad de habitantes semejante
puebla puede
,-Como hoy nuestro territorio.
apreciarse la voluntad aparece generando el poder pero este concepto tan ligado al de razón en 1
parece desprenderse de aquella vinculación y queda delineado como un puro querer.
-20-
Omar Sar Suarez
el derivado mientras que por otro lado encontramos una distinción entre el Poder
Constituyente y los poderes constituidos.
El Poder Constituyente Originario, no se encuentra sujeto a
constitución alguna, pues la nación existe ante todo y es el origen de todo sin otro
límite que el que le impone el derecho natural.
El derecho natural aparece como el único freno que se reconoce en el
pensamiento de Sieyes a la omnipotencia de la voluntad nacional que, debemos
destacar, es precisamente el mismo freno reconocido por la doctrina de la
monarquía absoluta a la voluntad soberana del príncipe'".
Por supuesto que la eficacia con la que actúe este derecho natural cuya
existencia se reconoce dependerá de la convicción que se tenga acerca de la
validez de sus normas y aún acerca de su existencia misma.
El poder constituyente originario es una facultad de acción que atribuye
la nación a algunos representantes específicamente apoderados a fin de
proveerse de manera autónoma de una organización política ~jurídica a través
del dictado de la Constitución.
Este poder constituyente ongmario se justifica por sí mismo, su
potestad es prejurídica y suprema frente al derecho. Tal autoridad entraña el
ejercicio de la más alta manifestación de acciones políticas de una comunidad
consciente de su personalidad histórica, y es la suprema expresión de la voluntad
nacional premunida de idoneidad creadora para fmjar un nuevo orden jurídico.
El poder constituyente originario pertenece a la "etapa de la
primigeneidad" y su estudio pertenece al campo de la ciencia política, la filosofia
y la sociología pues se trata de una noción metajurídica, que está más allá de toda
competencia. Por eso mismo no es creada por el derecho.
Frente al anterior encontramos el Poder Constituyente derivado, o sea el
poder de refomn La presencia de un poder constituyente derivado o constituido
supone siempre' una competencia, es decir, la facultad legal para otorgar o
confim1ar actos jurídicos. Su naturaleza, extensión, modalidades de ejercicio,
etcétera, se encuentran determinadas por una regla anterior de modo tal que
dicho poder se liga armoniosamente con el derecho.
1
s En doctrina se han planteado una serie de topes al ejercicio de este poder constituyente originario, al respecto puede
verse Sagüés. Néstor Pedro. Elementos de derecho constitucional. 3" e d .. E d. Astrea. Buenos Aires 200 l.
-21-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
Este poder solo actúa dentro de la esfera que le ha sido circunscrita por
el poder constituyente originario. La actividad del poder constituyente derivado
o constituido se expresa en la reforma de la Constitución. La Reforma
Constitucional se entiende como aquella facultad extraordinaria destinada a
promover la revisión y enmienda del texto fundamental establecido por el pode1
constituyente originario. Tal proceso de refom1a se lleva a cabo con los texto~
constitucionales escritos, e implica un conjunto de solemnidades que debei
cumplirse para los efectos de sustraer la rPvisión y enmienda del mecanism<
común u ordinario de la legislación infraconstitucional.
Los dos grandes sistemas que hicieron acto de presencia en el sigl
XVIII, el norteamericano y el francés, coinciden en la manera en que se elevaro
y pusieron en vigor las constituciones de aquellos pueblos, por lo cual le
constituyentes confiaron a un órgano distinto de los poderes estatales o al pod1
legislativo, a través de un procedimiento especial, la reforma de los text<
constitucionales.
En el siglo XIX la Constitución Suiza respetó la fonna de su nacimien
y ordenó que toda reforma constitucional se sometiera a la votación de 1
ciudadanos por la vía del referéndum. Así, nos encontramos ante dos sistemas
actuación del poder refom1ador: como un cuerpo representativo o como
órgano que proyecta y cuyo producto debe ser sometido a la consideración 1
pueblo soberano.
a) El sistema norteamericano
-22-
Omar Sar Suarez
~~Todas las enmiendas salvo la 21·1 fueron ratificadas por legislaturas de los estados y sólo ésta. que deroga la 1W
enmienda que establecía la ''Ley scca",lo fue por convenciones estatales.
""El Congreso ha considerado más de siete mil enmiendas pero ha aprobado sólo 33 y las ha sometido a los estados. De
estas sólo 26 han sido ratificadas. La Constitución no establece un límite de tiempo para que los estados ratifiquen una
enmienda propuesta; sin embargo los tribunales han dictaminado que las enmiendas deben ser ratificadas en un "plazo
razonable" y que el Congreso debe decidir lo que se entiende por tal. Desde principios del Siglo XX la mayoría de las
enmiendas propuestas han incluido el requisito de que la ratificación de rigor ha de obtenerse dentro del plazo de siete
años".
-23-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
b) El sistema francés
-24-
Omar Sar Suarez
1
' En el Artículo 1 del Título VI 1 se define a esta revisión como la "reforma de aquel! os artículos respecto de los cuales la
experiencia habría puesto de manifiesto los inconvenientes". Para llevar a cabo tal proceso se requería la aprobación de
la iniciativa en tres legislaturas, teniendo que abstenerse las dos siguientes debiendo retomar el tema tres nuevas
legislaturas, es dccir<quc debían participar por acción u omisión ocho legislaturas. Los decretos adoptados por la
cámara estarían sometidos a las mismas formas que los actos legislativos pero no estarían sujetos a la sanción regia
excluyendo de este modo el derecho de veto por parte del monarca. Una vez alcanzado lo anterior debería elegirse el
cuerpo que va a llevar a cabo el proceso que no podría contar entre sus miembros a íos diputados de la legislatura
inmediatamente precedente. Por último debemos destacar que esta asamblea tcndní f¡1cultades limitadas a las materias
que se determinaron en la ley que declara la necesidad de la reforma pues de acuerdo al Artículo 7 del Título VII ya que
los representantes "después de haber pronunciado juntos el juramento de vivir libres o morir" debían prestar además el
juramento de "limitarse a decidir sobre las materias que les habrían sido sometidas por el voto de las tres legislaturas
precedentes"
"~En el discurso preliminar a la Constitución de 1812, que adopta el sistema francés, se expresa con claridad meridiana
esta desconfianza al sostener que la cautela "se fundamenta en el conocimiento del corazón humano ... Es necesario dar
tiempo a que se calme la agitación de las pasiones y se debiliten los esfuerzos de los que se resisten ...
-25-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
5.- CONCLUSION
La obra es un genial alegato mucho más político que jurídico,
i~versa de lo que sucede con Montesquieu, por ejemplo, que realiza un hall¡
-26-
Omar Sar Suarez
21
' Adaptación de la célebre frase de Federico de Prusia.
27
Filmer, Robert, Patriarca, en La polémica Filmer - Locke sobre la obediencia política. Ed. Instituto de Estudios
Políticos, Madrid 1966.
-27-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
sentados.
Sieyes es perfectamente consciente de la enom1e magnitud del ca
que propugna al señalar que la verdad más útil de publicar no es aquella del
se está bastante cerca ni la que se está a punto de coger sino las locas qui1
que comienzan por ser mal recibidas para luego ir, poco a poco, recib
acogida. El mundo, señala el autor, no habría progresado ''si no hul
consentido algunos escritores en pasar por locos".
Con un criterio moderno, podría criticarse su noción de que el
constituyente de la nación lo pueda todo en ejercicio de su soberanía ya q
ejemplo ninguna sociedad podría organizarse ignorando el respeto
Derechos Humanos universalmente reconocidos"'. Pero esta observac
ninguna forma puede empañar la gran trascendencia política de la
de sarro \lada.
En ¿Qué es el Tercer Estado? se reconoce que Inglatena tie
relación a Francia dos ventajas, la más importante que posee una cons
(por imperfecta que sea) y la segunda el juicio por jurados donde el indi'
juzgado por sus iguales poniéndolo al abrigo de las órdenes ilegales del]
absoluto.
Sin embargo el autor se niega a copiar lisa y llanamente ese m
..señalar que "Los ingleses no estuvieron por debajo de las luces de su tic
permanezcamos por debajo de las luces del muestro""".
Lo que se está diciendo es que resulta indispensable introducir
de la ilustración a un contexto distinto ya que luego de la Revolución
que se llevara a cabo un siglo antes en Inglaterra el poder del parlamt:
''A nuestro criterio ni la nación ni el poder constituyente son soberanos toda vez que entendemos a la saber:
cualidad del elemento poder del Estado y en consecuencia antes de que este exista no puede hablarse de se
-28-
Omar Sar Suarez
:.o Al respecto sostiene que "Su cámara alta se resiente con evidencia de la época de la revolución. Hemos ya observado
que apenas si podía mirársela más que como un monumento de superstición gótica". Página 64.
-29-
La teoría del poder constituyente en la obra de Emmanuel Sieyes
BIBLIOGRAFÍA
- BIDART CAMPOS, GERMÁN, Lecciones Elementales de Poi
E d. Ediar, Quinta Edición, Buenos Aires 1991.
- FILMER, ROBERT, Patriarca, en La polémica Filmer- Locke ~
la obediencia política, Ed. Instituto de Estudios Políticos, M
1966.
- LOCKE, JOHN, Ensayo sobre el gobierno civil, Ed. Fondo de Ct
Económica, México 1941.
- MARX, KARL, El Capital, Libro I, Capítulo XXIV, Ed. Ag
Madrid 1931.
- MONTESQUIEU, Del espíritu de las leyes, Sexta Edición.
Heliasta, Buenos Aires 1984.
- ROUSSEAU, JUAN JACOBO, El contrato social, Ed. Univer
Nacional Autónoma de México, México 1978.
- SAGÜÉS, NÉSTOR PEDRO, Elementos de derecho constituci
Tercera Edición, E d. Astrea, Buenos Aires 2001
- SIEYES, EMMANUEL, ¿Qué es el Tercer Estado?, Ed. Ag
Madrid 1973.