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Encefalitis

Síntomas y causas Diagnóstico y tratamiento Médicos y departamentos

Atención en Mayo Clinic

Descripción general Imprimir

La encefalitis es la inflamación del cerebro. Existen varias causas, pero la


más común es una infección viral.

En general, la encefalitis solo causa signos y síntomas parecidos a los de


la gripe, como fiebre o dolor de cabeza, o bien no causa ningún síntoma. A
veces, los síntomas parecidos a los de la gripe son más graves. La
encefalitis también puede causar confusión, convulsiones o problemas
sensoriales o motrices, como problemas de vista o de audición.

En algunos casos, la encefalitis puede poner en riesgo la vida. El


diagnóstico y el tratamiento oportunos son importantes porque es difícil
predecir cómo afectará la encefalitis a cada individuo.

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Bibliografía: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud


Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición

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Síntomas
La mayoría de las personas con encefalitis
viral tienen síntomas leves similares a los de la
influenza, como por ejemplo:
Fiebre

Dolor en músculos o articulaciones

Fatiga o debilidad

A veces los signos y síntomas son más


graves, y pueden incluir lo siguiente:

Protuberancia
Confusión, agitación o alucinaciones
en la
Convulsiones
fontanela
Pérdida de sensibilidad o parálisis en
ciertas zonas del rostro o cuerpo

Debilidad muscular

Problemas con el habla o la audición

Pérdida de conciencia (que incluye el coma)

En los bebés y los niños pequeños, los signos y síntomas también pueden
incluir:

Protuberancia en los puntos blandos (fontanelas) del cráneo del bebé

Náuseas y vómitos

Rigidez corporal

Alimentación deficiente o no despertarse para alimentarse

Irritabilidad

Cuándo debes consultar a un médico

Obtén atención médica inmediata si tienes alguno de los síntomas más


graves asociados con la encefalitis. Ante síntomas como dolor de cabeza
intenso, fiebre y alteración del estado de conciencia, se requiere atención
urgente.

Los bebés y niños pequeños que presenten algún signo o síntoma de


encefalitis deben recibir atención médica de urgencia.
Solicite una Consulta en Mayo Clinic

Con frecuencia, se desconoce la causa exacta de la encefalitis. Pero


cuando se la conoce, es probable que se trate de una infección viral. Las
infecciones bacterianas y las enfermedades inflamatorias no infecciosas
también pueden causar encefalitis.

Hay dos tipos principales de encefalitis:

Encefalitis primaria. Esta afección ocurre cuando un virus u otro


agente infectan directamente el cerebro. La infección puede
concentrarse en una sola zona o estar extendida. La infección
primaria puede ser una reactivación de un virus que había estado
inactivo después de una enfermedad previa.

Encefalitis secundaria. Esta afección es causada por una reacción


defectuosa del sistema inmunitario en respuesta a una infección en
otras partes del cuerpo. En lugar de atacar solamente las células que
causan la infección, el sistema inmunitario también ataca, por error,
las células sanas del cerebro. También conocida como «encefalitis
posinfecciosa», la encefalitis secundaria suele ocurrir dos o tres
semanas después de la infección inicial.

Causas virales frecuentes

Los virus que pueden causar encefalitis


incluyen los siguientes:

El virus del herpes simple. Tanto


el virus del herpes simple tipo 1 (asociado
con herpes labial y ampollas de fiebre
alrededor de la boca) como el virus del
Ciclo de
herpes simple tipo 2 (asociado con el transmisión
herpes genital) pueden causar encefalitis. del virus del
La encefalitis causada por el virus del
Nilo
herpes simple tipo 1 es rara, pero puede
provocar un daño cerebral significativo o occidental
la muerte.
Otros virus del herpes. Entre ellos se encuentran el virus de
Epstein-Barr, que comúnmente causa mononucleosis infecciosa, y el
virus de la varicela-zóster, que comúnmente causa la varicela y el
herpes zóster.

Enterovirus. Entre estos virus se encuentran el virus de la


poliomielitis y el virus de Coxsackie, que usualmente causan una
enfermedad que presenta síntomas similares a los de la influenza,
inflamación ocular y dolor abdominal.

Virus transmitidos por los mosquitos. Estos virus pueden causar


infecciones como las del Nilo Occidental, La Crosse, San Luis, la
encefalitis equina occidental y la oriental. Los síntomas de una
infección pueden aparecer entre unos días y un par de semanas
después de la exposición a un virus transmitido por un mosquito.

Virus transmitidos por garrapatas. El virus Powassan es


transportado por las garrapatas y causa encefalitis en el medio oeste
de los Estados Unidos. Los síntomas suelen aparecer
aproximadamente una semana después de la mordedura de una
garrapata infectada.

Virus de la rabia. La infección por el virus de la rabia, que


usualmente se transmite a través de la mordida de un animal
infectado, provoca un rápido avance hacia la encefalitis una vez que
comienzan los síntomas. La rabia es una causa poco frecuente de
encefalitis en los Estados Unidos.

Infecciones en la infancia. Las infecciones frecuentes en la infancia,


tales como el sarampión, paperas y la rubéola, solían ser causas
bastante frecuentes de encefalitis secundaria. Estas causas son
ahora raras en los Estados Unidos debido a la disponibilidad de
vacunas para estas enfermedades.

Factores de riesgo
Cualquier persona puede padecer encefalitis. Los factores que pueden
aumentar el riesgo comprenden:

Edad. Algunos tipos de encefalitis son más frecuentes o más graves


en determinados grupos etarios. En general, los niños pequeños y los
adultos mayores tienen un mayor riesgo de padecer la mayoría de los
tipos de encefalitis viral.

Sistema inmunitario debilitado. Las personas que padecen


VIH/ id t di t i d ti t
enfermedad que debilita el sistema inmunitario tienen un mayor riesgo
de padecer encefalitis.

Regiones geográficas. Los virus trasmitidos por mosquitos o por


garrapatas son más frecuentes en determinadas regiones
geográficas.

Estación del año. Las enfermedades trasmitidas por mosquitos o por


garrapatas suelen ser más frecuentes en el verano en muchas
regiones de los Estados Unidos.

Complicaciones
Las complicaciones de la encefalitis varían, dependiendo de factores
como:

Tu edad

La causa de la infección

La gravedad de tu enfermedad inicial

El tiempo desde la aparición de la enfermedad hasta el tratamiento

Las personas con una enfermedad relativamente leve suelen recuperarse


en pocas semanas sin complicaciones a largo plazo.

Complicaciones de una enfermedad grave

La inflamación puede lesionar el cerebro, y posiblemente causar un coma


o la muerte.

Otras complicaciones, que varían enormemente en cuanto a la gravedad,


pueden persistir durante meses o ser permanentes. Estas complicaciones
pueden incluir:

Fatiga persistente

Debilidad o ausencia de coordinación muscular

Cambios en la personalidad

Problemas de memoria

Parálisis
Discapacidades del habla

Prevención
La mejor manera de prevenir la encefalitis viral es tomar precauciones para
evitar la exposición a los virus que provocan la enfermedad. Intenta lo
siguiente:

Ten buenos hábitos de higiene. Lávate las manos frecuente y


completamente con agua y jabón, en particular, después de usar el
baño y antes y después de las comidas.

No compartas utensilios. No compartas platos, cubiertos ni bebidas.

Enseña buenos hábitos a tus hijos. Enséñales buenos hábitos de


higiene y que eviten compartir sus utensilios en casa y en la escuela.

Vacúnate. Mantén tus vacunas y las de tus hijos al día. Antes de


viajar, consulta con el médico acerca de las vacunas que se indican
para los diferentes destinos.

Protección contra mosquitos y garrapatas

Para minimizar tu exposición a los mosquitos y garrapatas, haz lo


siguiente:

Viste ropas que te protejan. Usa camisas de manga larga y


pantalones largos si estás afuera entre el atardecer y el amanecer,
cuando los mosquitos están más activos, y cuando estás en una zona
boscosa con pastos altos y arbustos donde las garrapatas son más
comunes.

Usa repelente de mosquitos. Los productos químicos como


dietiltoluamida pueden aplicarse tanto a la piel como a la ropa. Para
aplicarte repelente en la cara, rocíatelo sobre las manos y luego
distribúyelo sobre la cara. Si estás utilizando protector solar y
repelente al mismo tiempo, aplica primero el protector solar.

Usa insecticida. La Environmental Protection Agency (Agencia de


Protección del Medio Ambiente) recomienda el uso de productos que
contengan permetrina, que repele y mata las garrapatas y los
mosquitos. Estos productos pueden rociarse en la ropa, las tiendas y
otros equipos de exterior. La permetrina no debería aplicarse sobre la
piel.
Evita los mosquitos. Evita actividades innecesarias en los lugares
donde los mosquitos son más comunes. Si es posible, evita estar al
aire libre entre el amanecer y el atardecer, que es cuando los
mosquitos están más activos. Repara las ventanas y pantallas rotas.

Elimina las fuentes de agua afuera de tu hogar. Elimina el agua


estancada en tu patio, donde los mosquitos pueden poner sus
huevos. Esto sucede con frecuencia en las macetas y demás
contenedores de jardinería, en techos planos, neumáticos viejos y
canaletas atascadas.

Busca señales exteriores de enfermedades virales. Si observas


animales o pájaros muertos, infórmalo al departamento local de
sanidad.

Protección para niños pequeños

El uso de repelentes de insectos no se recomienda en bebés menores de


2 meses. En su lugar, extiende un mosquitero sobre el carrito del bebé.

Para los bebés y niños mayores, los repelentes con 10 % a 30 % de
dietiltoluamida se consideran seguros. Los productos que contienen tanto
dietiltoluamida como protector solar no se recomiendan para los niños
porque la repetición de la aplicación, que podría ser necesaria para el
componente de protección solar, expondría al niño a demasiada
dietiltoluamida.

Los consejos para usar repelente de mosquitos para los niños incluyen:

Siempre ayuda a los niños cuando vayan a utilizar repelente de


mosquitos.

Rocíalo sobre la ropa y la piel expuesta.

Aplica el repelente al aire libre para reducir el riesgo de inhalación del


repelente.

Rocía el repelente en tus manos y distribúyelo sobre la cara de tu


hijo. Ten especial cuidado en la zona alrededor de los ojos y oídos.

No apliques repelente en las manos de los niños pequeños que


puedan llevarse las manos a la boca.

Lava la piel tratada con agua y jabón cuando vayan a estar adentro.

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