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Fiebre amarilla

La fiebre amarilla o vómito negro es una


enfermedad aguda e infecciosa causada por el virus
de la fiebre amarilla. Es una causa importante de
enfermedad hemorrágica en muchos países
de África y América del Sur. Se denomina fiebre
amarilla por la ictericia que afecta a algunos
pacientes. Es endémica en
áreas subtropicales y tropicales de América del Sur y
África. Su presentación clínica es variada, fluctuando desde una
enfermedad febril leve y autolimitada (lo más frecuente) hasta una
enfermedad hemorrágica y hepática grave (con un 50 % de letalidad). La
palabra amarillo del nombre se refiere a los signos de ictericia, que afecta a los
pacientes enfermos severamente.

Rabia
Virus mortal que se transmite a las personas
mediante la saliva de animales infectados.
La rabia suele contagiarse por la mordedura de un
animal. Los principales animales que propagan la
rabia son los perros, murciélagos, coyotes, zorros,
zorrillos y mapaches.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza,
exceso de salivación, espasmos musculares,
parálisis y confusión mental.
Es necesario buscar atención médica inmediata después de una mordedura o si
se sospecha que hubo una mordedura. No hay un tratamiento específico para la
rabia. Una vez que aparecen los síntomas, casi siempre es fatal. Una vacuna
puede evitar la infección.

Viruela
Virus erradicado que solía ser contagioso, causar
deformaciones y usualmente provocar la muerte.
En 1980, se erradicó la viruela de origen natural
en todo el mundo.
Además de los síntomas similares a los de la
gripe, los pacientes pueden presentar un
sarpullido que primero aparece en el rostro, las manos y los antebrazos, y que
luego se extiende al tronco.
No hay un tratamiento ni una cura para la viruela. Una vacuna puede evitar la
infección. Sin embargo, el riesgo de padecer efectos secundarios a causa de la
vacuna es demasiado alto como para justificar la vacunación de rutina de las
personas que tienen bajas probabilidades de estar expuestas al virus.

Difteria
Infección aguda de la nariz y la garganta que
se puede prevenir fácilmente con una vacuna.
Una película de una sustancia espesa y gris
cubre la parte posterior de la garganta y
dificulta la respiración.
Los síntomas son dolor de garganta, fiebre,
inflamación de los ganglios linfáticos y
debilidad.
El tratamiento incluye el uso de antibióticos y una antitoxina que neutraliza la
toxina diftérica. La vacuna existe y se encuentra disponible .
Las bacterias de la difteria se propagan de persona a persona, por lo general a
través de gotitas respiratorias, como al toser o estornudar. Las personas
también pueden enfermarse al tocar llagas abiertas o úlceras infectadas.

Hepatitis
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede causar
una serie de problemas de salud y puede ser mortal. Las
cinco cepas principales del virus de la hepatitis son las de los
tipos A, B, C, D, y E. Si bien todas ellas causan enfermedad
hepática,  se diferencias en aspectos importantes, sobre
todo en los modos de transmisión, la gravedad de la
enfermedad, la distribución geográfica y los métodos de
prevención. En particular, los tipos B y C provocan
enfermedad crónica en cientos de millones de personas y,
en su conjunto, son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis
hepática, cáncer y hepatitis viral. Se estima que, en todo el mundo, 325 millones de
personas sufren hepatitis B y/o C, y para la mayoría de ellas las pruebas y el tratamiento
siguen siendo inaccesibles.

Sarampión
Infección viral grave en los niños pequeños, pero de fácil prevención mediante una
vacuna.
La enfermedad se propaga rápidamente por el aire mediante pequeñas gotas de
saliva al toser o estornudar.
Los síntomas del sarampión no aparecen hasta diez o catorce días después de la
exposición. Los síntomas incluyen tos, secreción nasal, inflamación de los ojos,
dolor de garganta, fiebre y un sarpullido rojo y con manchas en la piel.
No hay ningún tratamiento para una infección establecida de sarampión, pero los
antifebriles de venta libre y la vitamina A pueden ayudar con los síntomas.

La poliomielitis
Virus que puede provocar parálisis, pero que puede
prevenirse fácilmente mediante la vacuna de la
poliomielitis.
La poliomielitis se transmite mediante el agua y los
alimentos contaminados, o por el contacto con una
persona infectada.
Muchas personas infectadas con el poliovirus no se
enferman y no presentan síntomas. Sin embargo,
quienes sí se enferman desarrollan una parálisis que puede ser mortal.
El tratamiento incluye reposo en cama, analgésicos y respiradores portátiles.

Varicela
Infección viral muy contagiosa que provoca un sarpullido similar a las
ampollas en la piel y que da comezón.
La varicela puede resultar contagiosa para aquellas personas que no
hayan sufrido la enfermedad o que no se hayan vacunado.
El síntoma más característico es un sarpullido con picazón similar a una
ampolla en la piel.
Es posible prevenir la varicela con una vacuna. El tratamiento suele estar
orientado a aliviar los síntomas, aunque los grupos de alto riesgo pueden recibir
medicamentos antivirales.

Gripe
Infección viral común que puede ser mortal,
especialmente en grupos de alto riesgo.
La gripe afecta a los pulmones, la nariz y la
garganta. Los niños pequeños, los adultos de
edad avanzada, las mujeres embarazadas y las
personas con enfermedades crónicas o un
sistema inmunológico débil corren mayor riesgo.
Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares, tos, congestión,
secreción nasal, dolor de cabeza y fatiga.
La gripe se trata principalmente con descanso y líquidos para que el cuerpo pueda
combatir la infección por sí solo. Los analgésicos antiinflamatorios de venta libre
pueden ayudar con los síntomas. Una vacuna anual puede prevenir la gripe y
limitar sus complicaciones.

Rubéola
Infección viral contagiosa que se puede prevenir con
una vacuna y es conocida por su característico
sarpullido rojo.
La enfermedad puede contagiarse mediante el
contacto directo con la saliva o la mucosa de una persona infectada, o a través del
aire por las pequeñas gotas de saliva al toser o estornudar.
Los síntomas suelen aparecer entre dos y tres semanas después de la exposición,
y también incluyen fiebre moderada y dolor de cabeza.
Si bien no hay ningún tratamiento para eliminar una infección establecida, los
medicamentos pueden contrarrestar los síntomas. La vacunación puede ayudar a
prevenir la enfermedad.

Tuberculosis
Enfermedad bacteriana infecciosa, potencialmente grave, que afecta
principalmente a los pulmones.
La bacteria que ocasiona la tuberculosis se propaga cuando una persona
infectada tose o estornuda.
La mayoría de las personas infectadas con la bacteria que causa la tuberculosis
no tienen síntomas. Cuando hay síntomas, generalmente incluyen tos (algunas
veces con sangre), pérdida de peso, sudores nocturnos y fiebre.
El tratamiento no siempre es necesario para quienes no presentan síntomas. Los
pacientes con síntomas activos requerirán un largo proceso de tratamiento con
varios tipos de antibióticos.

Virus del papiloma humano


Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de virus relacionados entre sí. Pueden
causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Existen más de 200 tipos. Cerca de 40 de
ellos afectan a los genitales. Estos se propagan a través del contacto sexual con una persona
infectada. También se pueden propagar a través de otro contacto íntimo de piel a piel.
Algunos de ellos pueden ponerle en riesgo desarrollar un cáncer.

Existen dos categorías de VPH de transmisión sexual. El VPH de bajo riesgo puede causar
verrugas en o alrededor de los genitales, el ano, la boca o la garganta. El VPH de alto riesgo
puede causar varios tipos de cáncer.

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