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INTRODUCCIÓN
Los tributos es uno de las principales fuentes de financiamiento para el Estado boliviano, ya
que existen limitaciones en otras áreas de la economía, tomando en cuenta que una ingente
cantidad de personas se dedican al comercio informal y otro tanto evade impuestos
evitando la facturación o contribuyendo en el régimen especial en vez de hacerlo en el
régimen general, dado el capital que suelen manipular para establecer sus negocios.
Además se ha reportado una importante alza en los ingresos tributarios en los últimos años,
que además de llamar la atención, habla bien de la cultura tributaria que habría generado el
Estado gracias a algunos incentivos o al fuerte control que en la actualidad ejecuta, debido a
la informatización del sistema, recursos que permiten la inversión interna y el impulso al
desarrollo económico y social. En esto radica su importancia para un Estado que, a pesar de
su crecimiento, aún se considera un Estado débil y poco estable debido a los movimientos
políticos desde el 2013 a la fecha.
Por tanto este trabajo pretende hacer un recorrido sucinto sobre la importancia de los
tributos para el Estado boliviano y sus consecuencias para la economía y la sociedad en
general.
DESARROLLO
La importancia del tributo radica en dos características identificadas por (Choque Manani,
2014, pág. 45), a decir, uno cuantitativo (como principal fuente de ingreso del Tesoro
Público) y otro cualitativo (porque a través de estos recursos se puede hacer efectivas las
inversiones materializando las políticas públicas gubernamentales.
Son tres las entidades que fueron creadas para la gestión de los recursos públicos: 1) la
Política Tributaria, 2) la Legislación Tributaria y 3) la Administración Tributaria. La
primera establece las estrategias con las que se tiene que obtener los recursos a través de los
tributos; la segunda, genera los instrumentos legales para instrumentar la primera, y la
tercera aplica la segunda, tomando en cuenta que se cumpla con la legislación y facilitando
su pago al contribuyente.
Es decir, que a través de este sistema el Estado recauda los recursos necesarios para
gestionar las necesidades y demandas de la comunidad, a través de la inversión pública, es
decir, la construcción de infraestructura de servicio, y para cubrir el gasto público, referido
al pago de los sueldos y salarios de todos los funcionarios públicos.
Por ejemplo, en 2021, la Aduana Nacional logró un incremento del 103.2% respecto de las
recaudaciones del año anterior, es decir que se alcanzó los 8.306.503Bs superando los
2.226 millones de 2020, según la página oficial de dicha institución (Aduana Nacional,
2021).
Es decir, si las políticas públicas son adecuadas, la legislación se cumple y se cuenta con
una entidad lo suficientemente eficiente, se lograrán los resultados positivos que se han ido
observando a pesar de la crisis política de 2020 y la pandemia de la coronavirus.
CONCLUSIÓN