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Tareas

Máster en filosofía y
cristianismo

Bioética

Dra. Isabel Morales Benito

Dep. de Ciencias Humanas y Religiosas

Alumno
David Esteban Malverde Brizuela
28 de junio 2021

lunes, 28 de junio de 2021


Universidad Católica San Antonio de Murcia - Tlf: (+34) 968 27 88 00 info@ucam.edu - www.ucam.edu
Bioética
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Informe I – Praecognita

Resumen - Escribano, Los reduccionismos antropológicos y su


critica

El autor plantea la idea de que el reduccionismo antropológico es una


problemática, puesto que aquellos que lo sostienen reducen al ser humano al saber de
un campo específico de investigación, incurriendo en un error metodológico, filosófico y
ético. Que el ente humano sea de un modo particular significa que posee una existencia
limitada y distintiva basada en su esencia. Por esta razón, se dirá que en la unidad del
ser humano hay una diversidad de perspectivas para abordar su esencia (naturaleza).
En este sentido, corresponde a las ciencias el proveer, según sus propios métodos,
datos y conclusiones que aporten a entender al hombre en cuestión. Así, las ciencias
de la biología, la economía, la sociología, sólo dar algunos ejemplos, poseen un alcance
en su campo de exploración, no debiendo incurrir en reducir toda la esencia humana a
los datos que ha identificado. De este modo, el autor afirma que, para evitar dicho error,
el investigador debe tener presente el aspecto que estudia del ente y la metodología,
ambos causantes de suyo de la limitante que tiene la ciencia.

Por otro lado, el problema ético que conduce al reduccionismo está basado en
dos elementos que es la retórica con carga emocional y la actitud del investigador con
carga prejuiciosa. Ambas son propias del campo ético, puesto que dependen del modo
de proceder propio del investigador, ya sea que éste se adecúe a lo simple
(reduccionismo) por la dificultad de abordar la totalidad del ente humano, la dominancia
sobre aspectos que por suyo no son propios del método científico como es el caso de
la moralidad, el arte y sentido de la vida, y que al reducirse bajo el supuesto naturalista
le es fácil de parametrizar y controlar, o bien por el compromiso con una filosofía
materialista que busca desmitificar los postulados espirituales; todos estos modos de
proceder del investigador son manipulables por él mismo y no hay controles efectivos
para prevenir el incurrir en el reduccionismo antropológico, sólo resta una contestación
académica y cultural continua y que también esté disponible al alcance de las personas
menos letradas. Lo importante es que al estudiar al hombre se corresponda realmente
con el trabajo multidisciplinario, donde la subjetividad del investigador no esté afectando
el procesamiento de los datos ni esté formulando conclusiones que tengan saltos
epistémico e injustificables.

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Resumen - R. Lucas, El valor del cuerpo humano

La idea planteada por el autor es que el cuerpo del ente humano es corporeidad
y no meramente cuerpo-objeto como el del resto de las cosas, por tanto, el cuerpo
humano participa también de la dignidad del sujeto.

Tanto el cuerpo humano como el sujeto son una única unidad sustancial con dos
principios sustanciales diferenciados. En este sentido, el aspecto material es una
manifestación visible (externalización) del sujeto interno, también conocido como el
espíritu encarnado. Para ello, el autor explica que el cuerpo al poseer dicha esencia
humana participa de la intimidad o interioridad propia del sujeto encarnado (hombre) y
que, un parte significativa de éste es externalizada, mientras que los objetos que poseen
puramente cuerpo carecen de esta intimidad y se vuelven mera exterioridad.

En este sentido, la unidad permite que no se hable de cuerpo y alma como dos
sustancias diferentes, sino que son el hombre en sí. La dignidad que es atribuible al
hombre incluye su principio corporal. Así, al señalar el cuerpo humano estamos diciendo
cuerpo y alma, porque no decimos del hombre puro cuerpo ni pura alma o espíritu, sino
hombre, el que tiene en sí mismo la naturaleza de corporeidad (cuerpo-sujeto). Al ser
unidad, tampoco es posible decir que el sujeto posee el cuerpo, porque no son dos
sustancias diferencias, sino dos principios diferenciados, por tanto, la unidad en el
hombre implica que no hay relaciones de posesión. El hombre no posee cuerpo, sino
que el hombre es cuerpo y nadie puede poseer aquello que es, sino sólo objetos que
son pura exterioridad.
Esta determinación en el hombre es la que no se puede desarraigar de su propia
naturaleza para ejercer una libertad absoluta y arbitraria en detrimento de su propio ser,
en su lugar, la libertad persigue el bien que le perfecciona, bien que es propio de su
naturaleza (potencialidad por actualizar). Por tanto, en el orden moral el cuerpo es ser
del hombre y es el hombre quien ahora tienen debes morales para sí mismo y con sus
pares.
En el valor moral del cuerpo humano se distingue su salud integral, el bienestar,
la protección de la vivienda, la preservación, la estética y todo factor que contribuye a
su dignidad ontológica.

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Resumen - E. Sgreccia, Persona humana y personalismo

El recorrido histórico del concepto de persona fue abordado por el autor al


identificar los hitos de mayor significancia. Entre esos se encuentra el surgimiento de la
máscara por parte del estoicismo que representaba al persona en una obra teatral, la
reflexión teológica de la trinidad ontológica y económica en Dios, especificando lo que
implica ser persona, en especial, persona divina; y las categorías filosófica de la edad
media sobre la sustancialidad, individuación y naturaleza racional. Con estas primeras
contribuciones se abren paso al análisis de lo que implica ser persona, ya sea por poseer
la potencia de ejercitar estas facultades propias del ser humano o bien, al ejercicio
presente (estar ya en acto) de dichas facultades racionales. De esto depende la
dignidad, si es extensiva a todo ser humano por su propia naturaleza humana o si es
propia de las operaciones de las personas que ejercen la razón en acto (en el aquí y en
el ahora). Por otro lado, los posteriores desarrollos del concepto de persona fueron
vinculándose con la experiencia subjetiva, el auto percibirse y el auto referenciarse.
Básicamente, hubo una exaltación del sujeto por sobre su corporeidad, como dividiendo
la sustancia en dos, o en su defecto, trascendiendo.

Las reducciones con mayor impacto para un personalismo ontológico fuerte


como base de la bioética son el no-cognitivismo, el contractualismo, el utilitarismo y la
liberación radical. La primera opera bajo el iuspositivismo, en la que el sujeto de derecho
es la persona que ejerce su facultad moral de manera arbitraria, la segunda opera con
la sociedad, siendo persona sólo aquel que está en acto ejerciendo su capacidad de
pertenecer y relacionarse en una comunidad moral, la tercera y cuarta diferencian a las
personas de los seres humanos en la medida que son capaces de mantenerse
consciente y autónomamente en la sociedad. En otras palabras, en gran medida se ha
reemplazado el concepto de la razón como elemento de individualización y se ha
enfocado en el criterio neurológico, fuente de la subjetividad. El personalismo ontológico
abarca la dimensión reflexiva, comunitaria, participativa y relacional sin tener que
extrapolar alguna de estas. Integra lo mejor del desarrollo del concepto, pero siempre
basado en la esencia humana, esto es, respetando la corporeidad (cuerpo-sujeto),
centrando todas las operaciones contingente en el ser (subjetivo), guardado sus
relaciones sociales y experiencia fenomenológica. Esto es clave para le bioética, ya que
se ocupa de que todas las acciones del hombre sean para su propio bien, esto es, según
la actualización de todas sus potencialidades, determinadas por su esencia (naturaleza)
humana, protegiendo la dignidad humana.

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Informe II- Lectio


PREGUNTAS TEXTO 1

X. Escribano, Los reduccionismos antropológicos y su crítica

1. Explica qué es un reduccionismo antropológico con tus propias palabras y pon


DOS ejemplos de tu invención para ilustrar tu explicación.

Personalmente, entiendo el reduccionismo como el postulado equivocado de


investigadores que, ya sea por un error de metodología, por tener un compromiso con
supuestos filosóficos o una carga emocional, extrapolan los datos derivados de su
propio campo científico para tratar de abordar la totalidad de la esencia humana y
concluir que el ser humano es sólo aquello que sus datos le muestran.

Por ejemplo, sostener que el ser humano no posee una mente inmaterial sólo
porque se ha detectado que las operaciones cognitivas toman lugar en el cerebro y sus
sistemas, es caer en un reduccionismo antropológico, ya que desde la neurociencia con
su metodología puede brindar datos de la corporeidad del hombre que hallen
conclusiones en la dimensión física, pero no es posible que provea datos de la
inmaterialidad del hombre, porque esto corresponde a la metafísica del hombre. En el
mejor de los casos, podrían arrojar datos que permitan colaborar con la psicología en
cuanto al comportamiento y conducta del sujeto en cuestión, pero no hay forma que su
metodología explore la dimensión filosófica propiamente tal.

Otro ejemplo, sería sostener que el hombre no posee esencia humana,


puesto que para que ejercite su libertad omnipotente no puede tener determinaciones
que le limiten. En este sentido, todo lo que se afirme desde la corporeidad o las ciencias
biológicas no puede tener relevancia en la filosofía. El sujeto es como se auto-percibe y
puede ejercerse como tal. En la ideología de género o progresismo se suelen plantear
estos postulados, donde se desarraiga de la sexualidad humana su naturaleza, o, dicho
de otra forma, se hacen conclusiones científicas desde la filosofía idealista, extremo
liberal y progresista. Reducir el sujeto al constructo social y filosófico es incurrir en una
reduccionismo antropológico.

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2. Explica cuáles son las causas del reduccionismo y cómo se puede combatir o
contrarrestar.

El reduccionismo tiene un causa metodológica, ya que el investigador se


confunde infiriendo, a partir de datos tomados de su propia ciencia, conclusiones
pertenecen a otras disciplinas y que, por tanto, están fuera de su alcance.

Otro factor que lo causa es que el investigador no abandona su mentalidad


subjetiva, la cual, posee compromisos con supuestos filosóficos y emocionales. En este
sentido, se pueden encontrar una cantidad considerable de non sequitur, falacias en las
que la conclusión a la que se llega no se deduce por su premisa. Estas pueden ser
consideradas como causas gnoseológicas.

Por otro lado, hay causas emocionales que forman en el sujeto una
predisposición para reducir al hombre a parámetros que pueden ser analizados y
controlados. En este aspecto, el investigador se sirve de fines propios para monopolizar
al hombre y, a partir de ello, establecer sus propios postulados.

La forma más eficaz de combatir es formular planteamientos lógicos a partir de


la detección de las falacias, identificando la metodología empleada y ver su
correspondencia con las conclusiones, y cuestionar las bases filosóficas en las que se
sustentan los propios y personales postulados del investigador errado.

Principalmente, mostrar que la diversidad en la unidad de la naturaleza del


hombre, es decir, todas sus potencialidades no pueden ser abordadas exclusivamente
por un campo de exploración y, señalar la peligrosidad del reduccionismo para la vida y
dignidad humana.

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PREGUNTAS TEXTO 2

R. Lucas, El valor del cuerpo humano

1. Si el cuerpo humano está hecho de materia, ¿se puede decir que es objeto como
otro cualquiera? Arguméntalo.

Se puede decir que es puramente objeto desde la concepción filosófica


naturalista, aquella que niega la existencia de un sujeto inmaterial y espiritual. No hay
en sí ninguna carga moral objetiva, porque no hay voluntad y todo está determinado por
relaciones causales de las leyes física que rigen el cerebro. En otras palabras, se puede
decir que sin dignidad humana el cuerpo humano, si está hecho de pura materia, es
objeto como cualquier otro.

En cambio, en una filosofía contraria el cuerpo humano hecho de materia no es


objeto como cualquier otro, ya que el concepto de “humano” implica una esencia que
relaciona al sujeto interior con su realidad material. Este principio de vida lo diferencia
del objeto con cuerpo-no humano que no posee relación con un sujeto interior, sino que
es pura exterioridad. El ser del ente humano es propiamente tal corporeidad (cuerpo-
sujeto), por tanto, la dignidad del “ser” humano es extensiva a ambos principios de su
única sustancia. Si la dignidad implica que el ser del ente humano no es un medio para
emplearse por otros o uno mismo como es el caso del resto de los objetos, entonces el
aspecto corporal y espiritual tampoco pueden ser considerados como medios, sino fines
en sí mismos.

2. Pon dos ejemplos de tu invención de lo que supone la “cosificación” del cuerpo


(y por consiguiente, la cosificación de la persona).

Un ejemplo de la cosificación del cuerpo es la prostitución, ya que el ser tanto


del hombre como de la mujer son empleados como medios para alcanzar un fin sexual
(bien placentero). Digo ser, ya que el cuerpo no es una sustancia independiente al sujeto
interior. En otras palabras, se reduce al ser humano a una cosa utilizable.

Otro ejemplo es reducir la corporeidad (cuerpo-sujeto) del feto a un cuerpo-


objeto, en que es posible utilizarlo para removerlo al interior del vientre de la mujer antes
de que le apliquen los derechos positivos (del iuspositivismo) y así no tenga la mujer
que lidiar con sus obligaciones de madre.

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PREGUNTAS TEXTO 3

E. Sgreccia, Persona humana y personalismo

3. ¿Todos los hombres son personas? Explica qué argumentos dan los que opinan
que SÍ y qué argumentos dan los que opinan que NO.

Los argumentos encontrados en el texto señalan que no todos los seres


humanos son personas y lo que comparten en común todas estas corrientes son el
hecho de que reconocen como exigencia excluyente el acto de las operaciones propias
de facultad racional que posea el sujeto. Quienes no cumplan con este requisito no es
persona, sino vida humana o ser humano. En otras palabras, sostienen la tesis de que
el hecho de ser humano implica una naturaleza que delimita el modo de existir del ente,
pero el hecho de ser persona implica la operación racional en acto del ente humano. Y
la dignidad es propia de la persona, no del ser.

Todos estos tratan de reducir al hombre a su pura experiencia, al yo que se


referencia por medio del lenguaje, al yo que percibe y pertenecer a la comunidad, al yo
que es capaz formular normas morales en común acuerdo con la sociedad, al yo que es
capaz de mantenerse autónomo moralmente en la sociedad, al yo que es capaz de
sentir (el sintiente), y la lista puede seguir.

El personalismo ontológico que parte del ente en cuanto a su ser y esencia, es


aquél que es capaz de reconocer todas las facultades y operaciones en potencia, puesto
que entiende que el ente tiene muchas formas de ser, pero todas limitadas por su
naturaleza, ya que es ésta la que hace que el hombre sea lo que es y no otra cosa. Todo
ente que exista y tenga esencia humana, tiene todo el potencial a actualizar. Esto incluye
su experiencia, su relación interpersonal, su capacidad de auto referenciarse, pero
también incluye su corporeidad, e integra el principio del cuerpo material como propio
del ser.
El hecho es que el ser se dicha de muchas maneras, pero es uno sólo y no hay
forma de atribuir la dignidad a una sustancia que no existe (no es), porque el ser persona
se predica precisamente de un ser que es sujeto predicable. El ente, entonces no tiene
dos seres, sino formas de ser. Atribuir la dignidad al modo de ser persona no tiene nada
de dignísimo ni grandioso, porque todas las operaciones son propias de la esencia,
esencia predicable del ser del ente. En otras palabras, lo grandioso y dignísimo es el
ser del ente humano, imposible desarraigar su naturaleza sin caer en un non sequitur.

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4. A partir de la pregunta anterior, y desde la posición del personalismo ontológico


¿puede considerarse el cigoto una persona? ¿Y el embrión? ¿Y el feto? ¿Existe
alguna diferencia desde el punto de vista ontológico? ¿Qué relevancia tiene esto
para la bioética? Examina otros momentos de la vida del ser humano en los que
se dé una problemática similar.

El cigoto, el embrión y el feto son ente, porque existen, es decir, tienen ser y uno
muy peculiar, uno que es humano. En otras palabras, el único ser de este ente se
manifiesta en diferentes modos de ser, según su naturaleza, y tiene todo el potencial
para ejercer las operaciones racionales. Posee corporeidad, esto significa que hay
cuerpo-sujeto. No puede ser utilizado como un medio para alcanzar un fin, porque es
dignísimo.

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