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En el Hospital Infantil de San Diego, California,

las gemelas Virginia y Grace Kennedy, que van


a cumplir siete años, conversan animadamente
mientras juegan con una casa de muñecas.
Virginia, a quien su hermana llama Cabenga,
pregunta: «¿Ugon tosh yom kincking, du-a?».
Grace o Poto asiente con la cabeza y contesta:
«Snum aduk chaise die-dipana». A continuación
las dos hermanas empiezan a recoger los
muebles de la casa de muñecas, ignorando al
equipo de grabadoras con los diversos
instrumentos que recogen su jerga y a los
especialistas en lingüística que las observan.
Los científicos están desconcertados y al mismo
tiempo fascinados después de observar durante
varias semanas a las gemelas, quienes pueden
entender alemán e inglés usando el lenguaje por
señas de los sordomudos y un rudimentario
español; sin embargo, durante los últimos cinco
años se han expresado únicamente a través de un
lenguaje de su propia invención.Los padres,
Thomas y Cristina Kennedy, nunca pudieron
entender sus conversaciones. El pasado mes de
enero decidieron que las niñas eran retrasadas
mentales y las enviaron a un centro especial para
niños subnormales.
Antes de los seis meses, los sicólogos del centro
tenían la certeza de que las niñas tenían un nivel
de inteligencia normal, eran vivas, aprendían
pronto, pero eran incapaces de comunicarse con
los demás, ya que sólo usaban su propio
lenguaje. Se decidió enviarlas al Hospital
Infantil de la ciudad para que pudieran ser
observadas.
Alexa Roman, una de las especialistas en
trastornos del lenguaje, opina que lo que
aparentemente es un galimatías sin sentido, en
realidad se trata de una forma de lenguaje
individual con su propia estructura sintáctica. En
los últimos cincuenta años sólo se conoce el
caso de tres trillizas alemanas que usaban este
tipo de comunicación.
Si se llega a la conclusión de que el caso de las
gemelas Kennedy es un trastorno del lenguaje,
en el que en vez de palabras emiten sonidos que
carecen de significado general, conocido como
idioglosia, sería una oportunidad única para
resolver un largo y poco común problema
científico.
Una explicación del fenómeno puede ser la de
que las gemelas tengan o hayan tenido cierto
tipo de lesión cerebral. La ideoglosia, trastorno
muy poco frecuente, suele darse en gemelas
idénticas y que como las Kennedy han vivido
relativamente aisladas.
Según el doctor Leopard Newmark, profesor de
Lingüística de la Universidad de California: Esta
es la primera vez que tenemos oportunidad de
observar un lenguaje natural con frases
estructuradas, verbos, nombres comunes y
formas verbales en pasado, es decir, una lengua
estructurada. Si podemos resolver este caso
tendríamos la respuesta a las numerosas
incógnitas sobre el origen de la habilidad
lingüística y hasta qué punto es hereditaria.
Cuando tenían solamente unos cuantos meses las
gemelas Kennedy tuvieron que ser operadas, ya
que tenían exceso de líquido en el cerebro, por
lo tanto no se descarta que la explicación del
fenómeno se encuentre en una forma rarísima de
lesión cerebral llamada corticoanarthria.
Esta lesión ocasiona una alteración en el habla,
que incapacita para el uso de lenguaje normal,
aunque se comprenda la conversación de los
demás. Sin embargo, los técnicos que observan a
las gemelas están convencidos de que son
capaces de reproducir sonidos de palabras en
inglés.
Virginia y Grace crecieron en Escondido, un
área rural relativamente aislada. Su abuela, que
es alemana, igual que la madre, las cuidaba, ya
que los padres trabajaban. Cuando las niñas
empezaron a hablar a los diecisiete meses, se
pensó que nadie les entendía porque hablan una
mezcla de alemán e inglés, pero un experto en
lingüística alemán ha descartado completamente
esta teoría.

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