Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA

VICERRECTORADO ACDEMICO DEPARTAMENTO DE CIENCIA Y


TECNOLOGIA
COORDINADOR GENERAL DE PREGRADO
SEDE CAICARA DEL ORINOCO: ESTADO BOLIVAR
PROYECTO DE CARRERA: CONTABILIDADA PUBLICA
SEMESTRE IV

HÁBITO 3
PONER SIEMPRE PRIMERO LO PRIMERO

PROFESORA: REPRESENTANTE
Isamar Aguilera Josué Gómez

FEBRERO,2022.
SENTIDO DE PRIORIDAD.

Si el hábito 3 es «poner primero lo primero», entonces el hábito 2 es «decidir


qué es lo primero».

En pocas palabras, «poner primero lo primero» consiste en priorizar, y para


priorizar se requiere disciplina, esta disciplina se consigue mediante lo que Covey
llama «voluntad independiente», una de las características principales del ser
humano que consiste en poder tomar decisiones y actuar consistentemente
respecto a estas decisiones.

Aterrizando el concepto a lo práctico, el hábito 3 habla de saber que hacer y


cuando hacerlo, es decir: manejar o gestionar el tiempo.

URJENTE VS IMPORTANTE

Cuadrante I: Las tareas importantes urgentes.


Aquí se encuentran las tareas problemas, las crisis, los «fuegos», lo que hay
que hacer «ya o ya». Son las cosas importantes que no hicimos a tiempo, las
dejamos para última hora, o son cosas a las que nuca se les prestó atención y
solo cuando hubo una crisis o un problema se decidió atacar.

Cuadrante II: Las tareas importantes no urgentes.


Estas son las tareas que deberíamos estar haciendo. Son las que impulsan
nuestro crecimiento y nos acercan a las metas. El problema es que como no son
urgentes, es fácil olvidarlas. Nadie va a estar acordándonos, y no van a ser crisis.
Si no las hacemos no pasa nada. Y precisamente el problema es ese, las dejamos
pasar. Y al dejarlas pasar, pueden pasar dos cosas: primero puede que
posterguemos las cosas que importan de verdad, o por otro lado que no las
hicimos a tiempo y se nos vuelven urgencias, es decir que pasan al cuadrante 1,
explotando como una bomba de urgencia.
Cuadrante III: Las tareas no importantes urgentes.
Estas actividades son tramposas, ya que se disfrazan de las del Cuadrante I.
¿Si han oído decir que estar ocupado no necesariamente significa estar
trabajando? Se refiere a estas tareas. Y habla más de enfocar nuestro valioso
tiempo en tareas en las que nosotros seamos eficientes (cuadrantes I y II) y de
delegar o automatizar los demás. No es que arreglar algo de la página web no sea
importante y urgente, pero no es importante para nosotros, para nuestros
objetivos. Es decir, lo podemos tercerizar, delegar o automatizar. Ya que, si lo
hacemos nosotros, nos vamos a demorar tres veces más. Por eso es tan
importante tener claro nuestra «visión». Precisamente para saber a qué decirle
que no.

El cuadrante III es popular. Es fácil mantenerse ocupado con cualquier cosa


que parece importante.

Claramente, no es tan fácil siempre automatizar o delegar. El objetivo entonces


e minimizar en lo posible este tipo de tareas.

Cuadrante IV: Las tareas no importantes no urgentes.


Jugar Candy Crush o Angry Birds. Ver Netflix. Ir a cine. Ver Instagram. El
cuadrante 4 es placer, ocio. El ocio no tiene nada de malo cuando se hace con
intención. Lo importante es saber identificarlo, y saber que estamos gastando
tiempo en este tipo de actividades. Cuando vemos una película por que queramos
verla, es cuadrante 2. Cuando «canaleamos» y ponemos «lo que sea» que estén
dando en televisión, es cuadrante IV.

Así pues, nuestra vida, y todas las actividades que hacemos se podrían
clasificar en alguno de los cuatro cuadrantes.

Y la efectividad se podría medir con el porcentaje que le dedicamos a cada


cuadrante. No es que no debemos ver Netflix, o irnos de vacaciones (Es más,
irnos de vacaciones podría considerarse una tarea del Cuadrante II); lo importante
es minimizar el tiempo en los cuadrantes 3 y 4 (en lo no importante), y maximizar
el tiempo gastado en actividades del cuadrante 2. Siempre van a haber cosas
urgentes, pero si nos organizamos podemos tratar de anticiparnos y prevenir, para
que haya el menor número posible de crisis (que siempre va a haber).
Estos son algunos ejemplos de actividades del cuadrante II:

Hacer ejercicio
Meditar
Planificar
Capacitarse
Relacionarse (networking)
Practicar, ensayar
Dado que todas nuestras actividades van a estar en alguno de los cuadrantes,
la única manera de «irnos más» hacia el cuadrante II, es dejando de hacer
actividades de los otros cuadrantes (Especialmente del III y el IV), y la única
manera es sabiendo decir que no a ese tipo de actividades no importantes.

Y para eso, hay que saber cuáles son las cosas más importantes.

Y la clave no está en la disciplina, o fuerza de voluntad, sino en tener claras las


prioridades. Y aquí es donde se conecta con los hábitos anteriores,
particularmente el segundo (empezar con el fin en mente). Si tengo clara mi visión,
y la tengo internalizada, me va a ser mucho más fácil en el día a día decir que no a
las cosas no importantes para mí, y enfocarme en las tareas del cuadrante II

CONSTRUCION DE LA MATRIX DE PRIORIDADES.

La matriz de priorización es una herramienta que permite la selección de


opciones sobre la base de la ponderación y aplicación de criterios.

Hace posible, determinar alternativas y los criterios a considerar para adoptar


una decisión, clarificar problemas, oportunidades de mejora y proyectos. En
general, establece prioridades entre un conjunto de elementos, para facilitar la
toma de decisiones.
La aplicación de la matriz de priorización conlleva un paso previo de
determinación de las opciones sobre las que decidir, así como de identificación de
criterios y de valoración del peso o ponderación que cada uno de ellos tendrá en la
toma de decisiones.

La matriz de priorización consiste en la especificación del valor de cada criterio


seleccionado para, posteriormente, analizar mediante el despliegue de distintas
matrices tipo-L, el grado en que cada opción cumple con los criterios establecidos.

Elaboración de la Matriz de Priorización.

1. Definir el objetivo.
En primer lugar, el planteamiento del objetivo ha de ser claro y explícito.

2. Identificar las opciones.


Es posible que las opciones estén ya presentes, es decir, se hayan definido
previamente. En caso contrario el equipo deberá generar las alternativas posibles
para alcanzar el objetivo.

3. Elaborar los criterios de decisión.


Si los criterios no están determinados, el equipo elabora una lista consensuada.
Los criterios deben definirse nítidamente para que su significado no ofrezca duda
a los miembros del equipo.

4. Ponderar los criterios.


Mediante una matriz tipo-L se ponderan los distintos criterios, confrontándolos
con los demás. Para ello, y partiendo del eje vertical, se compara el primer criterio
con los restantes, asignando el valor más apropiado según la tabla de valores
existente
5. Comparar las opciones
Se comparan todas las opciones entre sí en función de cada uno de los
criterios. Se crean para ello tantas matrices tipo-L como criterios se han definido,
estableciendo las comparaciones de las opciones a analizar en cada uno de los
criterios
6. Seleccionar la mejor opción
Finalmente, se utiliza una matriz tipo-L en la que se compara cada opción
sobre la base de la combinación de criterios. En este matriz resumen se sitúan los
criterios en el eje vertical y las opciones en horizontal.

Para cada celda de la matriz de priorización se multiplica el valor obtenido de


“ponderación del criterio” (para cada criterio) por el valor de “calificación de la
opción” (para cada opción).

La matriz de priorización constituye un potente instrumento para la toma de


decisiones. Un tanto laboriosa, puede facilitarse enormemente con el uso de
herramientas informáticas.

DESARROLLO DE ESTRATEGIAS Y HABILIDADES.

Varios de nosotros y nosotras hemos tenido la posibilidad de observar a


personas que puedan realizar tareas mecánicas con un grado de perfección y
agilidad impresionante, tejer, bordar, escribir en una máquina de escribir o hacer
figuras con globos, si pudiéramos ser testigos del desarrollo de estas destrezas
seguramente observaríamos un incremento desde que se aprende hasta que se
domina como una tarea mecánica.

Similar situación ocurre con el procesamiento de la información en nuestros


estudiantes, una primera etapa las relaciones de enseñanza-aprendizaje buscan
un aprendizaje de tareas procedimentales, sumar, restar, dividir, segmentar,
trazador, dividir o cualquier otra tarea, una vez re-construido estos procesos la
segunda fase busca el perfeccionamiento del proceso aprendido.

Para esta segunda fase que consiste en la consolidación del proceso con la
intención que tales se conviertas en destrezas y habilidades les sugerimos las
estrategias ¿Cuántas puedes hacer en 1 minuto?, la actividad consiste en
determinar un tiempo corto de trabajo para realizar el procedimiento que se quiere
consolidar.

También podría gustarte