HORA SANTA

al Sagrado Corazón de Jesús

EN EL INICIO DEL AÑO SACERDOTAL
2 0 0 9 -2 0 1 0

Con el Sagrado Corazón de Jesús

OFRECIMIENTO POR LOS SACERDOTES:
Recibe, Padre Eterno, nuestra inmolación unida a la de tu Verbo Divino;
queremos ser víctimas a favor de la Iglesia para que triunfe de sus
enemigos y su reinado se extienda por todo el mundo.
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que pides expiaciones, víctimas y
consuelo, aquí estamos suplicándote que nos aceptes aunque no lo
merecemos. Te ofrecemos, Padre amadísimo, a favor de los sacerdotes
y por las manos purísimas de María, la Sangre preciosa de Jesús que
purifica, redime y salva.
Ella compra las gracias, paga las deudas, hace las vírgenes y conforta,
regenera y perfecciona a los sacerdotes.
Y Tú, Espíritu Santo, que tanto amas a la Iglesia y que eres su alma y su
vida, dígnate escuchar las súplicas que hacemos por esas almas escogidas
que tanto amamos y respetamos. Te lo pedimos por María Inmaculada,
auxilio, amparo, consuelo, espejo y guía de todos los sacerdotes.
Jesús Salvador de los Hombres, Sálvalos, Sálvalos.

Guía: Alabemos y Adoremos en cada instante y momento,

/ R. al Santísimo y Divinismo Sacramento.
Se retira el Santísimo Sacramento con canto de adoración.
Concluye la Hora Santa.

9
Guía: Oh, Dios Padre Bendito y Bueno que has amado tanto a tus
criaturas que nos diste a Tu único Hijo y, para que la Majestad de Tu
Verbo no nos infundiese temor y nuestras almas se pudieran dirigir a El
HORA SANTA
con confianza, lo revestiste de una carne semejante a la nuestra. Lo
has embellecido con las gracias más atrayentes y, sobre todo, le has
al Sagrado Corazón de Jesús
dado un Corazón infinitamente perfecto; tanto que debía ser la morada
de Tus delicias, porque Tu divina plenitud vive en El y la más humilde de
las criaturas tiene allí su lugar de privilegio. 1. ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
Te adoro, Dios Padre, por Jesús y en Jesús. Adoro a Jesús, Tu Hijo,
quien por Su Humanidad es mi hermano y por Su Divinidad es mi Dios.
Te amo por Jesús y con Jesús. Te amo por el Corazón de Jesús, que el
amor hizo mío. Te amo en Jesús. Por El Te llega mi amor, por El puedo
alcanzarte y abrazarte. Creo en ti mi Dios y mi Señor. Confío en ti
ORACIÓN INICIAL:
Sagrado Corazón de Jesús.
Canto: #4 Guía: ¡Oh Señor nuestro Sacramentado! Míranos aquí en tu adorable
presencia. Venimos a bendecirte y alabarte en unión de los ángeles que
invisiblemente rodean esa Hostia Divina. Acompañados de nuestra
6. PRECES Madre María y de nuestra querida Conchita a la que le prometiste que
estaría contigo en cada momento de la consagración.

Guía: Consagrados a Tu amor, Sagrado Corazón de Jesús, no podemos
concluir esta Hora de intimidad contigo sin antes pedir la satisfacción de
Tus mismos deseos. Son estos, Tus deseos divinos, los que queremos
presentarle al Padre antes de terminar este tiempo de gracia y en Tu
nombre suplicar que los escuche.
™ Permítenos pues, oh Jesús que expresemos nuestro ardiente
deseo por que se establezca en todo el mundo el Reino de Tu
Amor, el Reino del Espíritu Santo. Oh Amor Infinito, viviente en
el Divino Corazón de Jesús, hazte conocer de los hombres a fin
de que ellos Te amen como Tú quieres ser amado.
™ Oh Jesús Sacerdote Eterno y Salvador del mundo, para realizar
este ardiente deseo de Tu Corazón de salvar almas, santifica a
tus sacerdotes hazlos verdaderos sembradores de Tu amor,
pescadores de almas para tu Reino. Multiplica las vocaciones.
Envía muchos y santos operarios a Tu mies.
™ Te rogamos por el Santo Padre, por los Obispos, por todos los
Sacerdotes y Religiosos, especialmente por aquellos mas
necesitados de tu gracia y de tu misericordia.
™ Con este Padre nuestro, Ave Maria y Gloria te pedimos, por las
intenciones del Santo Papa en el inicio de este año sacerdotal, para
que nos sean concedidas las indulgencias plenarias que nos han
sido prometidas.
Venimos a consagrarte esta Hora Santa, gozándonos de estar aquí, en
tu presencia, a gustar de tu compañía y a conversar contigo, que tienes
Palabras de vida eterna.
Sí, ¡Dios nuestro! Quisiéramos contemplarte a través de esa Hostia
Santa con el tiernísimo afecto con que te miraba tu Madre: con aquella
devoción con que te seguían tus discípulos, y muy especialmente el
Discípulo Amado, cuando la noche de la Cena reclinó su cabeza sobre
tu ardiente Corazón y penetro en la profundidad de tu insondable Amor.
Nos sentimos gozos de hallarnos junto a Ti en esta doble fiesta, la de tu
Sacratísimo Corazón y la del inicio de este año sacerdotal. Un año que
consagraremos a orar y a realizar obras buenas y sacrificios a favor de
la santificación de todos tus sacerdotes, tus elegidos, tus hijos
predilectos. Venimos hoy ante ti Jesús, nuestro Sumo y Eterno
Sacerdote para adorar y alabar, para agradecer todas las gracias que
emanan de tu Sacratísimo Corazón.
Enséñanos a orar al Padre, como lo hiciste con tus discípulos,
queremos ofrendarte nuestras vidas con todo lo que somos, tus nos
conoces, y nos has llamado a cada uno por nuestro propio nombre para
estar aquí en esta tarde de adoración contigo. Concédenos, Oh Jesús,
que permanezcamos despiertos y amorosos a tu dulce presencia.
¡Que podamos experimentar el fuego de tu ardiente corazón!

1
8
¡Señor! Vuelve hacia nosotros tus ojos misericordiosos, míranos aquí
buen Padre; pon en nuestros pensamientos una ráfaga de la luz de tu
Rostro, y en nuestros corazones una centellita siquiera del fuego que
abrasa tu dulcísimo Corazón. Canto # 1
Concédenos, oh Jesús, acompañarte en esta Hora Santa para consolar,
por medio de tu divina gracia y nuestra humilde entrega, tu Sacratísimo
Corazón. Sabemos que antes que un Dios de Justicia eres un Dios
Amoroso y a ese Amor nos acogemos en esta suplica de perdón por
nuestros pecados. Con un corazón contrito te presentamos esta
plegaria de reparación.
2. ACTO DE REPARACIÓN
En Grupo (pausado)
Divino Salvador de las almas: cubiertos de
vergüenza por la indigno de nuestra presencia ante
Ti, nos arrodillamos frente a tu realeza, pues eres
todo un Dios que se ha quedado entre nosotros.
Queremos dirigir una mirada al solitario Sagrario,
donde permaneces cautivo de amor. Nuestros
corazones se conmueven al contemplar la soledad
y olvido en que te tenemos tus criaturas. ¿Habréis
derramado en balde tu Sangre bendita? ¿Será inútil
tanto amor?
Pero ya que nos has permitido esta tarde unir nuestras reparaciones a
las tuyas, y acompañarte en tu Sacramento, donde Tu, que eres el Sol
del mundo, irradias silenciosamente sobre nosotros a todas horas la luz
de la verdad, el calor del amor divino, la belleza de lo sobrenatural y la
fecundidad generosa de todo bien; ya que te has dignado escogernos de
entre todos los hombres para gozar de tu compañía y amistad en esta
tarde; permítenos unirnos contigo por los que no creen en ti, por los que
no te aman, por los que no te adoran y por los que no esperan, por
aquellos que blasfeman contra Ti.
¡Oh pacientísimo Señor Jesús, queremos adorarte por todos aquellos
que te tienen olvidado, e implorar para ellos la infinita misericordia de tu
Corazón por sus olvidos y sus crímenes; así como para nosotros piedad
porque hemos sido infieles y hemos pecado contra ti.
2 7
5. AGRADECIMIENTO y DESPEDIDA
Guía: Después de habernos postrado para adorarte en el Corazón de
Jesús, queremos agradecerte. Te agradecemos buen Padre, porque Tú
eres el Amor y te agradezco por los dones de Tu amor. Y ya que los
dones más preciados, nos los diste por Jesús, es también por El, con El
y en El que queremos elevar hasta Ti este himno de agradecimiento y
alabanza.
En unión con Jesús te agradecemos y te alabamos, Dios Padre, por
todas las gracias personales que nos has concedido, por las que
estamos recibiendo en esta tarde y por la que seguiremos recibiendo de
tu infinito amor y misericordia. Tú nos diste la vida, sacándonos de la
nada y nos las has conservado hasta este momento. Pero Tú nos has
dado otra vida más valiosa, la de la gracia, que nos hace participar de
Tu misma vida divina. Gracias Padre Bueno, Bendito y Alabado seas
por todas las gracias especialmente el sacerdocio bautismal recibida en
recibido el día de nuestro bautismo, cuando nos hiciste hijos tuyos,
consagrados a Ti… ¡que grande es Tú infinito Amor!
Guía: Al agradecimiento por los dones recibidos contestaremos:
Gracias Padre Bueno Bendito y Alabado seas
Gracias Padre Santo por los dones de Tú Amor que por tu infinita
bondad hemos recibido:
™ En la Iglesia me has dado una maestra y guía hacia la eternidad
/ R. Gracias Padre Bueno Bendito y Alabado seas
™ En los Sacerdotes me has otorgado los dones de Tu amor
/ R. Gracias Padre Bueno, Bendito y Alabado seas
™ En la Eucaristía, que ha sido para mí, alimento, sostén y
consuelo
/ R. Gracias Padre Bueno, Bendito y Alabado seas
™ En la Virgen María, que es mi buena Madre, mi consoladora, mi
ayuda, mi especial protectora en cada instante de mi vida
/ R. Gracias Padre Bueno, Bendito y Alabado seas
™ En las Obras de la Cruz que nos has regalado para nuestra
santificación y edificación de Tu reino;
/ R. Gracias Padre Bueno, Bendito y Alabado seas
™ En nuestros familiares, amigos y bienhechores que nos has
puesto como guías y ángeles en nuestro camino.
/ R. Gracias Padre Bueno, Bendito y Alabado seas
4. INVOCACION DEL ESPIRITU SANTO
R/: Perdón, Señor, perdón.
¡Dios mío! queremos sentir la
necesidad, no solamente de dar
todo lo que tenemos sino de darnos
a nosotros mismos. De amar como
Tú nos amas, de perdonar como Tú
nos perdonas.
Hoy te pido ¡mi Dios y mi Señor!
que me enseñes a amar como Tú
en la cruz, con un amor humilde,
con un amor servicial, entregado a
los demás, con un amor grandioso,
sin medida, como el tuyo.
Nada lo puedo si Tu no estas conmigo, te necesito hoy mas que nunca
Señor.
Se que nada puedo con mis fuerzas y que todo lo puedo con tu poder.
Que necesito de tu Espíritu para caminar en el amor, que necesito de la
presencia real y constante de tu gracia santificante, de tu fuente de luz y
vida…que necesito de tu Espíritu Santo.
Hoy te la pido Señor, tal vez nunca antes te lo he pedido de esta
manera, porque nunca antes había experimentado tu presencia y mi
necesidad de Ti como hoy…dame tu promesa Señor, dame el Espíritu
Santo.
Padre Bueno y misericordioso postrados ante ti te suplicamos:
Padre, por tu Verbo y por María dame tu Espíritu Santo
Padre, por tu Verbo y por María dame tu Espíritu Santo
Padre, por tu Verbo y por María dame tu Espíritu Santo
Guía: A nuestras suplicas de misericordia contestaremos
ƒ ¡Oh Jesús! Por nuestros pecados, los de nuestros padres,
hermanos, amigos, bienhechores y por los del mundo entero. R/.
ƒ Por el mal uso que hice de los dones naturales recibidos: mi vida,
mis energías, mi tiempo, mis sentidos, mi inteligencia, mi lengua,
R/.
ƒ Por las desobediencias, pequeñas y grandes, R/.
ƒ Por los deberes descuidados o mal cumplidos, R/.
ƒ Por el bien que pude hacer y no hice, R/.
ƒ Porque deje triunfar muchas veces en mí las malas inclinaciones
del orgullo, la soberbia, la vanidad y del egoísmo, R/.
ƒ Porque no practique suficientemente el mandamiento de la caridad
y del amor, R/.
ƒ Porque deje estériles en mí tantas gracias, R/.
ƒ Por la tibieza con que practiqué mi vida de piedad , R/.
ƒ Por la indiferencia y frialdad con que respondí a los dones de Tu
amor, R/.
ƒ Por haber preferido muchas veces a las criaturas y las
satisfacciones humanas, en lugar de Ti y de tus consolaciones, R/.
ƒ Por la poca fidelidad y generosidad con que he vivido mi
apostolado y entrega a Ti, mi Buen Jesús, R/.
ƒ Por la falta de y fe y abandono en tu amor R/.
ƒ Por la falta de dedicación a las almas que me fueron encargadas y
a la Iglesia, R/.
ƒ Por mis rebeldías y falta de amor a Tu Voluntad y a Tu cruz, R/.
ƒ Por las infidelidades y sacrilegios, por los odios y rencores, R/.
ƒ Por las impurezas, frialdad y faltas de tus consagrados en su
ministerio, R/.

No te canses de pedírselo… ƒ Por los abortos, por el abuso a los niños, hombres y mujeres en su
pureza y dignidad, R/.
Ven Espíritu de Dios, Ven Espíritu de Amor, manifiéstate en nuestras ƒ Por los crímenes de los esposos, las negligencias de los padres y
vidas hoy…hoy…!hoy mas que ayer, hoy mas que nunca! las faltas de los hijos, R/.

Canto: #3
6 3
 ƒ Por los ataques contra el Santo Padre, R/.
ƒ Por las persecuciones levantadas contra los obispos, sacerdotes,
religiosos y consagradas, R/.
ƒ Por los insultos a tus imágenes, abuso de los Sacramentos y
ultrajes a tus altares, Sagrarios y templos, R/.
ƒ Por los crímenes en contra de la vida, blasfemias y actos hechos
en contra de tu Divinidad Creadora, R/.
ƒ Por los horrendos sacrilegios de las sectas tenebrosas y
satánicas, R/.
ƒ Por los justos que vacilan, por los pecadores que resisten a la
gracia, y por todos los que sufren, ¡Piedad, Señor, piedad!
Todos: Nos postramos ante Ti, oh Jesús Hostia Divina e Inmaculada,
Redentor y Salvador nuestro, como un día la Magdalena, implorándote:
¡Perdón, Señor, y piedad por nuestros pecados, reconociéndonos
indignos y necesitados de tu gracia. Que la luz de tus divinos ojos no
se aparte jamás de nosotros; encadena a la puerta del Sagrario nuestros
inconstantes corazones; danos a sentir algo del calor divino de tu Pecho,
de tu Misericordioso Corazón para que nuestras almas se derritan de
amor y arrepentimiento. Amen.
Sagrado Corazón de Jesús R/ en vos confío. (3)
Canto: #2
3. MEDITACION DE ADORACION
Cuando en el huerto rogaba, cuando a mi Padre
clamaba, lleno de angustia sudaba ríos de sangre
por ti. ¡Ay! cuanto me acordaba de tí …y tu hija, y tu
hijo…¿Cuándo te acuerdas tú de Mí? ¿Cuándo te
ofreces junto conmigo? ¿Qué otras cosas más
importantes ocupan tu mente y tu corazón?
Los cielos y la tierra lloraron triste su rostro
velaron, duras piedras temblaron cuando expiré yo
por ti… ¡Ay! cuanto me acordaba de tí … y tu hija, y
tu hijo…¿Cuándo te acuerdas de Mí? ¿En que
momentos estoy en tu corazón? ¿Solo en los momentos tristes y de
gran necesidad? ¿Qué tan duro es tu corazón?
4 5
Individual: (Este momento es personal, reflexiona en cada
palabra, como dicha de tu corazón; hazla tuya y medítala ante
Jesús en tu interior)
Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado,
aún contra mi propia voluntad. Gracias, Padre mío, por Tu inmensa
paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios mío, por Tu infinita
compasión que tuvo piedad de mí. La única recompensa que puedo
darte en retribución de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor
y mi miseria.
Estoy delante de ti, Espíritu de Amor, que eres fuego inextinguible y
quiero permanecer en tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas,
renovarme en el fervor de mi alianza de amor a tu Sacratísimo Corazón
y entregarte una alabanza y una adoración desde lo mas profundo de mi
ser.
Jesús bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazón
innumerables gracias para todas las almas, para nuestra Santa Iglesia,
para tus sacerdotes y religiosos. Tú no solo quisiste llevar grabados
nuestros nombres en las llagas de tus manos, sino que permitiste que se
hiciera una llaga en tu Corazón para guardarnos en ella. Tú Corazón es
un horno ardiente de Amor por mí, es un Santuario de Amor en donde
yo deseo reposar en esta hora de intimidad, en donde yo pueda recibir
todas lo que Tu Corazón divino me tiene reservado.
Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, me uno a Ti y te suplico me
ayudas a participar en los sentimientos de Tu Corazón Inmaculado. Por
medio de tus manos, Madre Purísima, queremos presentar nuestras
oraciones y ofrecimientos diarios a favor de todos tus hijos y en especial
hoy, por tus más queridos, por tus sacerdotes. Que en nuestra unión
contigo y con tu Hijo podamos lograr gracias de santidad, pureza y
sacrificio en nuestra propia vocación. Que seamos otros Cristos a
semejanza de tu Hijo Jesús. Sostennos en la lucha contra el maligno y
enséñanos a desgastarnos como Tu, por Amor a tu Hijo Jesucristo,
nuestro Único y Eterno Sacerdote.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro
profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, en reparación de todos los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por
los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado
Corazón de María, te pido la conversión de todos los pecadores y el
descanso eterno de todas las almas, especialmente de aquellas almas
sacerdotales que se encuentran en el purgatorio. SCJ en vos confío (3)