Está en la página 1de 10

Paso 4

SANIDAD DE LAS EMOCIONES (Segunda Parte)


Todo tenemos vacíos en nuestro interior porque nuestras necesidades básicas
de importancia, seguridad, aceptación, amor, alabanza, disciplina y perdón, no
fueron suplidas en nuestra niñez.

Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” Juan
10:10. Jesús no sólo vino a salvarnos sino también a darnos vida y vida en
abundancia. Esto incluye la sanidad de nuestras emociones. El Señor quiere
sanar las heridas que traemos de nuestro pasado y enseñarnos a vivir en medio
de las situaciones difíciles de nuestra vida diaria. Todo lo que pasa en nuestro
interior afecta al resto de áreas de nuestra vida, muchas de las actitudes
positivas o negativas que tenemos en nuestra casa, barrio, colegio, trabajo,
iglesia, e incluso con nosotros mismos, tienen que ver con la manera en que
hemos aprendido a manejar nuestras emociones; que desafortunadamente han
sido afectadas, entre otras cosas, por el pecado y por las heridas de nuestro
corazón. Muchas veces estas emociones las tenemos bajo control, pero de
repente una persona o una situación, pueden hacer que se dispare esa emoción
o herida emocional.
La buena noticia es que Jesús murió para darnos sanidad y libertad emocional
y cambiar así, la manera en la cual reaccionamos y nos relacionamos con
nuestro entorno, con Dios y con nosotros mismo. En Proverbios 15:13 dice: “El
corazón alegre hermosea el rostro; más por el dolor del corazón el espíritu se
abate”. Dios desea continuar con el proceso de sanidad del dolor, la angustia, la
inseguridad, el rechazo, el enojo, y así cambiar aun la expresión de ¡nuestro
rostro!
Isaías 61:3 dice “Dios ha ordenado que se dé en nuestra vida esplendor en lugar
de………, aceite de …………. en lugar de ………. y manto de alegría en
lugar de angustia”.

¿Cuáles sentimientos han traído ceniza y luto a tu vida?


¿Te gustaría que Dios trajera gozo y paz en lugar de estos sentimientos?

ORACIÓN:
“Señor, te presento mi corazón. Tú sabes más que nadie lo que he vivido,
conoces cada situación de mi pasado, aun las que no recuerdo. Tú sabes
que hay sentimientos en mi vida que me producen dolor y me impiden vivir la
vida abundante que me has prometido. Por eso, te pido que me reveles toda
raíz de mi pasado que pueda estar afectándome. Muda los tiempos y
muéstrame todo lo que necesita ser sanado. Espíritu Santo desata, en el
nombre de Jesús, mi mente, mis emociones y mi voluntad para que pueda ser
libre y que pueda reconocer los faltantes que deben ser llenados por el amor
de Dios Padre. En el nombre de Jesús, amén”.

HERIDAS EMOCIONALES DEL VIENTRE


Muchas heridas en nuestro interior sucedieron antes de nacer. El bebé en el
vientre recibe todo de su mamá: los temores, los sentimientos, las culpas, las
alegrías, las tristezas…

¿Qué sucedió con el bebé de Isabel en el momento en el cual escuchó el saludo


de María en Lucas 1:41 y 44?

Esto nos muestra, que aun antes de nacer, somos sensibles a nuestro entorno.
Cuando Jesús estaba en el vientre de María, José tomó la decisión de
abandonarla. María soportó ese momento en el silencio de su corazón, pero
cuando el ángel le habla a José, el decide aceptarla, sin embargo ese sentimiento
de rechazo y abandono, ya había afectado a Jesús. Aunque su papá finalmente
creyó que Jesús había sido concebido por el Espíritu Santo el pueblo no. En
una ocasión los maestros de la ley le dijeron a Jesús, “nosotros no somos nacidos
de fornicación, un padre tenemos, que es Dios” Juan 8:41, insinuando así, que
era hijo de una prostituta. Por esa razón la Biblia dice acerca de Jesús: “No
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado” Hebreos 4:15.
No importa lo que haya vivido o qué tan difíciles hayan sido las circunstancias
que rodearon esta etapa de nuestra vida, Dios desea restaurar ese momento y ser
nuestro Padre perfecto. Él santifico nuestro linaje y desde el vientre, tiene un
propósito para nosotros: 1 Pedro 2:9 dice “Pero ustedes son escogido, real
sacerdocio, nación santa, que pertenece a Dios; par que proclamen la sobras
maravillosas de aquel que los…. de las tinieblas a la luz admirable”.
Salmos 139:15-16 el salmista dice: “Mis huesos no te fueron desconocidos
cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la
tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba
ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía
uno solo de ellos”.
Por lo anterior, es importante sanar todo lo que vivimos en el vientre de nuestra
madre; esto incluye cuatro momentos: la concepción, el embarazo, el
nacimiento y la dedicación o consagración que tuvimos después de nacer.

CONCEPCIÓN
¿Es posible que hayas sido un embarazo no deseado por tus padres?
¿Existe la posibilidad de que hayas sido concebido fuera del matrimonio o como
resultado de una relación de adulterio?
¿Fuiste concebido como resultado de una borrachera? ¿O eres el resultado de
un abuso sexual o de una relación sexual violenta?
¿Has pensado o sentido que quizás tu mamá haya usado el embarazo como una
manera de retener a tu padre a su lado?
¿Sabes si hubo temor en el momento de la concepción como resultado de no
querer tener más hijos?
¿Cuál fue la situación económica y de salud de tus padres en el momento de la
concepción y durante el embarazo?
¿Sabes si fuiste concebido después de embarazos fallidos o abortos?
¿Haz dudado alguna vez de ser hijo o hija de tu padre? ¿Te ha hecho sentir así
alguien de tu familia? ¿Quién?
¿Tienes conocimiento si alguien cercano, como tus papás, abuelos o tíos, haya
rechazado el embarazo? ¿Quién o quiénes? ¿Por qué?

EMBARAZO
¿Es posible que tu mamá haya tenido alguno de estos sentimientos durante el
embarazo? Rechazo, tristeza, soledad, vergüenza, enojo, frustración, temor,
Otros:
¿Sabes si hubo una mala relación entre tu papá y tu mamá en esta etapa?
maltrato físico o verbal, escasez de dinero, hambre, infidelidad por parte de
alguno de los dos, enfermedad de tu madre durante el embarazo, otros
¿Fue abandonada tu Mamá por su novio (papá) como resultado del embarazo o
la acusó diciendo que ese niño no era de él?
¿Crees que tu mamá en el embarazo puedo haber fumado, consumido alcohol o
drogas?
¿Es posible que hubiera intentado hacer un aborto?
¿Es posible que haya sentido temor a decir que estaba embarazada?
¿Temor por subir de peso?
¿Temor al dolor del parto?
¿Sabes si hubo prácticas de ocultismo y brujería durante el embarazo? ¿cuáles?

¿Existe la posibilidad de que hayan deseado un sexo diferente al tuyo?


EL PARTO
¿Hubo complicaciones en el parto? ¿Sabes si tu madre te dio en adopción? ¿Qué
sentimiento te trae el saber esto? ¿Estuvo tu papá presente en el momento de tu
nacimiento? ¿Tu madre pudo amamantarte?

DEDICACIÓN O CONSAGRACIÓN
En Lucas 2:22-39 vemos que Jesús fue llevado al templo para ser presentado,
pero muchos en lugar de ser presentados al Señor como sus hijos, fueron
consagrados al hermano Gregorio, al ateísmo, e incluso, algunos fueron
dedicados a Satanás.
¿Fuiste consagrado a alguien? ¿a quién?

Si no fuimos dedicados a Dios, es importante renunciar a esas consagraciones


como lo vimos en el paso número uno y consagrarnos a Dios.

ORACIÓN:
“Señor, te doy gracias porque Tú conoces todas las cosas que sucedieron en
el momento de mi concepción. Tú sabes si fue un acto de amor, un accidente,
una violación o un pecado; pero Tú Padre Dios, tienes control de todo y Tú
quisiste que yo fuese formado; por eso renuncio en el nombre de Jesús a
toda influencia de ocultismo, hechicería y religiosidad que haya afectado
mi vida por el pecado de mis padres, abuelos o antepasados, te pido perdón
por esto y por todo lo que le haya dado derecho a Satanás sobre mi vida aun
antes de nacer. Te doy gracias porque desde ese momento, Tú tenías un
propósito conmigo: Tú me formaste, me cuidaste y en tu corazón yo ya estaba.
Te pido Señor que me liberes de lo experimenté durante el embarazo;
libérame de todo rechazo, dolor, tristeza, temor, sentimientos de no ser
deseado, necesitado o amado. Te pido Espíritu Santo que me reveles lo que
sucedió en el vientre de mi mamá. Acompáñame Jesús, dame la seguridad de
que estoy protegido y cuidado por Ti, que pueda verte cubriendo a mi mamá
con tu amor y que llenes ese lugar de tu presencia.
Dame el perdón que necesito para papá y mamá por todo rechazo o pecado,
te los entrego Señor y te pido que en el nombre de Jesús, cortes toda atadura
demoníaca como resultado de algún intento de aborto o de cualquier
acción o actitud pecaminosa que haya permitido que los demonios tengan
algún derecho sobre mí; ordeno a esos espíritus que me dejen en el nombre
de Jesús y declaro que por la sangre de Cristo, Tú, Padre Dios, sanas toda
herida que pudo llegar a mi vida durante esa etapa.
Señor, te pido que me reveles el momento de mi parto; yo sé, que fui recibido
por Ti, por eso todo espíritu de muerte o de enfermedad que pueda haberme
rodeado se va de mi vida. Declaro que tu amor Jesús y tu propósito vencieron
al opositor, y aunque mis padres me pudieron haber rechazado, Tú me
aceptaste y me pusiste nombre.
Renuncio en el nombre de Jesús, a las mentiras que Satanás sembró en mi
mente aún antes de nacer cerca de mí mismo; renuncio a creer que soy un
error o un accidente, que no pertenezco a ningún lugar, que no vale la pena
vivir; renuncio a las mentiras en contra de Dios, mentiras que me han hecho
pensar que Tu Señor, no estuviste conmigo, que Tú me rechazaste y que no
valgo para Ti.
Padre Dios, declaro que soy tu hijo y que Tu estuviste a mi lado, por eso anulo
por la sangre de Jesús cualquier consagración o pacto con el reino de las
tinieblas. Confieso que pertenezco a Dios, que vivo para Dios y que nada me
puede separar de su amor. En el nombre de Jesús, amén”.

HERIDAS EMOCIONALES DE LA NIÑEZ


Si Satanás no logra matar a los niños por medio del aborto, los va a tratar de
destruir por medio de los abusos físicos, emocionales, verbales, sexuales, o
impidiendo que sus necesidades emocionales sean suplidas en su familia; es por
esto que hay muchas heridas que han sido causadas después del nacimiento. Los
primeros siete años del niño son muy importantes porque ahí se les está
colocando los fundamentos para su estabilidad emocional, física y espiritual.

Durante esos años el niño puede quedar marcado para bien o para mal.

Por eso es importante identificar las heridas producidas en nuestra niñez como
consecuencia de las necesidades emocionales no suplidas, pues de ahí se
desprenden muchos conflictos, sentimientos de rechazo, inseguridad, temores
y actitudes de rebeldía.

Es importante dar de lo que hemos recibido; por eso, debemos identificar que
pasó en nuestra vida, perdonar y pedirle a Dios que está llenando y supliendo
todo faltante de nuestro corazón.

La Biblia dice: en Filipenses 4:19 “Mi Dios……. todo lo que nos falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
LAS NECESIDADES BÁSICAS DE TODA PERSONA:
1. NECESIDAD DE IMPORTANCIA.
El niño necesita sentirse importante porque esto construye su autoestima. Si a
un niño no se le presta atención, su comportamiento se empeora tratando de
llamar la atención. Un niño, por medio del mal comportamiento, puede estar
diciendo “mírame”. Ese mismo niño de adulto puede seguir buscando que lo
miren por su forma de vestir, sus títulos o en algunos extremos, sus acciones
violentas tratando de llamar la atención a los medios de comunicación.
¿Te sentías seguro en casa?
¿Te dejaban ayudar?
¿Tenías la oportunidad de expresar tus ideas y tus sentimientos a tus padres?

¿Respetaban tus opiniones o te callaban?


Cuando te caías o te enfermabas, ¿te ponían cuidado o te ignoraban?
¿Confiaban en ti?
¿Confiaban que fueras responsable con el dinero?
¿El carro?
¿La cámara?
¿Tus hermanos? Otros:
¿Pasaban tiempo de calidad contigo?
¿Asistían a las reuniones de tu colegio? Sí No
¿Cómo te sentías?
¿En tu familia es importante la celebración de fechas especiales como los
cumpleaños, navidad, año nuevo, aniversario?
¿Cuántos trasteos de casa o ciudad tuviste en tus primeros 10 años de vida?

¿Qué fue lo más difícil en esas mudanzas?

2. NECESIDAD DE SEGURIDAD.
El niño necesita sentirse seguro y confortable para desarrollar una saludable
autoestima. Se espera que la familia sea un espacio de confianza, protección, un
refugio. Si el niño se siente inseguro en casa, crecerá inseguro, tímido o
agresivo. Situaciones como la muerte o separación de los padres, los cambios
constantes de casa, de amigos o de colegio, genera en el niño inestabilidad.

¿Alguno de tus padres estuvo ausente en tu infancia? ¿Quién? ¿Por qué razón?

¿Tenías padres dominantes? ¿Te gustaba llegar a casa o sentías temor?


¿Te sentías sobreprotegido?, dentro de esa sobreprotección ¿qué no te dejaban
hacer?
3. NECESIDAD DE ACEPTACIÓN.
Aceptación significa respetar al niño como persona y amarlo como es, tanto
físicamente como su forma de ser. Esto hace que el niño sienta y sepa que Dios
también lo acepta.

Como un niño siente que es aceptado, aprende a apreciarse a sí mismo y a


aceptar a otros. Pero las comparaciones, las críticas, los sobrenombres, traen
falta de aceptación; por eso debemos amar a los niños incondicionalmente. Una
persona rechazada, rechaza a otros. Ese rechazo es una manera de construir un
muro alrededor para protegerse.
¿Qué apodos recuerdas que te pusieron de niño?
¿Tus padres condicionaron su amor hacia ti a tus logros en el colegio a que
cumplieras con algo que te exigieran?
¿Te compararon con algún hermano, primo o amigo?
¿Con quién?
¿Se burlaron por tu apariencia física o por algún defecto físico?
¿Qué críticas recibiste por tu manera de ser?
¿Aceptaban tus padres a tus amigos?
¿Aceptaron la carrera que elegiste?
¿Qué frases o palabras negativas te repetían permanentemente en tu familia y
colegio?

4. NECESIDAD DE AMAR Y SER AMADO.


Cuando un niño se siente amado responde al amor y se convierte en una persona
amorosa. El amor es la llave para llegar al corazón del niño, un padre amoroso
demuestra al niño que Dios lo ama. Si no recibimos amor, nos agarramos de
cualquier persona que supla ese faltante de amor así sea de manera incorrecta.
¿Expresaban tus padres amor entre ellos? ¿Cómo?
¿Te decían que te amaban?
¿Te abrazaron?
¿Jugaban tus padres contigo?
¿Hubo momentos en que dijeron, “te voy a amar si haces lo que te pido” o algo
similar?

5. NECESIDAD DE SER ALABADO.


Cada niño merece ser alabado. Cuando más se alabe al niño, más responderá
mostrando el deseo de complacer a sus padres (las respuestas negativas de los
padres, producen reacciones agresivas en los niños). El motivar y alabar al niño
le ayuda a desarrollarse y crecer en la dirección correcta. El elogio trae auto-
aceptación.
¿Tus padres te alababan por lo que hacías?
¿Valoraban tu esfuerzo, así el resultado no fuera el mejor? _
¿Qué pasaba en tu casa cuando tenías éxito en algo?
¿Celebraban contigo? ¿O eran indiferentes?
¿Te reprochaban porque consideraban que tu logro no era suficiente pues
consideraban que podías haber logrado algo mejor?
¿Qué pasaba cuando fracasabas?
¿Recibiste palabras como, “eres bruto, no sirves para nada, eres igualito a…”?

6. NECESIDAD DE DISCIPLINA.
El niño necesita que le pongan límites. Si el niño los tiene, se sentirá inseguro
y pensará que nadie lo quiere. Darle al niño esos límites le demuestra amor,
protección y seguridad. Por otro lado, una disciplina fuerte y unos padres
violentos, dejan heridas profundas que traen temor, anulan la voluntad e
impiden que se relacione bien con Dios, pues lo ven como alguien castigador;
pero la falta de disciplina también trae consecuencias: genera rebeldía y
manipulación a la autoridad.

Disciplina es amor. Hebreos 12:6 dice: “Porque el Señor disciplina a los que
ama, y azota a los que recibe como hijo”
¿Fuiste disciplinado de niño?
¿Esa disciplina te trae recuerdos agradables o terribles?
Una disciplina dada con amor aunque haya dolido, produce en nosotros buenos
recuerdos.
¿Recibiste castigos violentos?
¿Hubo maltrato entre tus padres?
¿Recuerdas algún castigo injusto?
¿Alguna vez alguno de tus padres te pidió perdón por castigarte con rabia o
injustamente?
¿Viviste en un ambiente de gritería y amenazas constantes?
¿Viste algún castigo injusto y de maltrato hacia tus hermanos? ¿Con cuál?
¿Establecieron límites en tu vida?
¿Qué límites?
¿Tenías horarios para la comida, las tareas, el juego, la hora de dormir o podías
hacer cada una de estas cosas en cualquier momento?
¿Cumplieron tus padres con los castigos dados o simplemente los usaron como
un medio de amenaza perdiendo credibilidad?
¿Después de cada castigo se acercó a ti el padre que ejerció la disciplina para
hablar contigo, abrazarte así que la disciplina es amor?
¿Basado en tus experiencias, para ti la disciplina es amor o no?

7. NECESIDAD DE PERDÓN.
Los padres tienen que perdonar muchas veces al niño. Si él no recibe suficiente
perdón por sus errores hasta llenar su vaso y hacerlo rebozar, cuando llegue a
ser adulto, no llegará a existir perdón en él para perdonar a otros, ni podrá sentir
que Dios lo perdona y se culpará una y otra vez.
¿Cuándo te equivocabas, tus padres te perdonaban?
Al perder algún año escolar o haber hecho algo mal ¿podías pedir perdón
tranquilamente a tus padres o, cómo reaccionaban ellos?
¿Recuerdas si alguna vez tus padres reconocieron que se equivocaron en algo
contigo y te pidieron perdón?
¿Tus padres o profesores te enseñaron a pedir disculpas a otros?

8. NECESIDAD DE DIOS.
Desde niños necesitamos a Dios. La Biblia enseña que la responsabilidad de
levantar al niño en las cosas espirituales es en primer lugar de los padres.
Deuteronomio 6:6-8. Dado que Dios es el creador, hacedor y fuente de la vida,
una vez que se conoce la concepción del hijo, nuestra dependencia debe ser total
al Señor teniendo en cuenta el Salmo 103:13-18, recordando a diario que fuimos
creados por Él.

¿Qué imagen de Dios aprendiste en tu casa?

ORACIÓN:
“Padre Dios te presento mi infancia; Tú conoces los momentos difíciles que
viví, Tú sabes que lo más que me dolió fue. Por eso te entrego los sentimientos
de soledad, rechazo, miedo, rabia, inseguridad y abandono.
Te pido Espíritu Santo que reveles cada cuadro de mi pasado y que entres
Jesús a esos cuadros y estés a mi lado.
Si durante los primeros días y años de mi vida cuando yo necesitaba del
cuidado de mi mamá, ella no puedo entenderme; hazme aprender que Tú
estuviste conmigo. Cuando en mi niñez no me dejaban hablar, te pido que Tú
me oigas. Cuando sentí el rechazo y la ausencia de alguno de mis padres llena
Tú ese vacío. Dame hoy de tu perdón para papá y mamá por las situaciones
que viví de alcoholismo, maltrato, exigencia o indiferencia.
Lleva Señor Jesús todos esos maltratos a la cruz y líbrame de todo dolor,
amargura y resentimiento que aún me estén afectando; pon tus manos sobre
mis heridas, se Tú protegiéndome, acompañándome, dándome el amor y la
confianza que tanto necesito.
Si no hubo maltrato, pero al crecer solo, yo mismo me cuidé o no tuve límites
en mi vida y por eso también me hice daño, Te pido Padre Dios que sanes mi
corazón y perdones mi rebeldía, mi autosuficiencia y orgullo. Fórmame y
ordena mi vida en el nombre de Jesús.
Te entrego Señor las ocasiones en las cuales mis padres y profesores no me
entendieron, me ridiculizaron, me criticaron, me hicieron sentir que no podía
hacer nada bien y no me perdonaban por mis errores. En vez de ayudarme a
desarrollar confianza me infundieron desconfianza; te pido que hoy sane ese
dolor, esa vergüenza, y que Tú seas animándome, y quitándome todo
complejo de mi interior. Señor, toda disciplina que trajo a mi vida temor, toda
situación dolorosa que vi en mis hermanos o en alguno de mis padres y que
pudo afectarme, también te lo entrego en el nombre de Jesús.
Sáname de toda burla de mis compañeros, de toda comparación que trajo
rechazo a mi vida. Toma Tú esos sentimientos sobre Ti, sana mis heridas y
cubre con tu preciosa sangre, toda mi niñez en el nombre de Jesús.
Como hijo tuyo, renuncio en el nombre de Jesús a las mentiras que he creído
que no soy importante, que mi opinión no vale, que mi valor no es por lo que
soy sino por lo que tengo, que nadie me acepta y que Tú no has estado
conmigo. Toda rabia hacia Ti Padre Dios te la entrego, renunciando a todo
argumento que quiere hacerme dudar de tu amor, tu cuidado y tu propósito.
Hoy llevo a la cruz toda duda, incredulidad, incertidumbre y renuncio a todo
demonio de rechazo, autocompasión, indignidad, culpa, engaño, soledad,
juicio y temor que han estado en mi interior buscando la manera de alejarme
de Dios y de la vida abundante que Tú me has prometido.
Declaro que soy hijo de Dios, soy linaje escogido y Dios es mi padre perfecto
quien suple toda necesidad emocional en mi vida con su amor y perdón
eterno. Te doy gracias Señor, amén”.

También podría gustarte