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Para 1977 la Crown Cork & Seal Company era el cuarto mayor productor de latas y
tapas metálicas de botella en los Estados Unidos1. Bajo la dirección de John Connelly,
la Crown superó una situación cercana a la quiebra en 1957 y surgió como una fuerza
muy importante en el mercado de los envases metálicos tanto a nivel nacional como
internacional. El año 1977 marcó el veinteavo año consecutivo de crecimiento de las
ventas y las utilidades (Anexo 1).
Crown Cork & Seal había concentrado sus esfuerzos en las latas básicas de acero
chapado para envasar cerveza, bebidas no alcohólicas y productos de aerosol. Durante
los últimos veinte años esta estrategia ayudó a la Crown a salir airosa de algunos
difíciles retos planteados por competidores grandes y por las tendencias desfavorables
de la industria. No obstante, para 1977 el surgimiento de la controversia del ozono y la
tendencia a la regulación legislativa de los envases descartables tocó el punto más
sensible de las operaciones nacionales de la Crown. ¿Era el momento oportuno para
introducir un cambio en la fórmula del éxito de la Crown o era simplemente el momento
de reafirmar las estrategias básicas elegidas por Connelly?
Para investigar estas preguntas, este caso estudia la industria de envases metálicos, la
estrategia y la posición de la Crown en esa industria, y la naturaleza de los problemas
con que la compañía tuvo que enfrentarse a mediados de 1977.
A pesar de que la industria de envases metálicos abarcaba a 100 firmas y una gran
cantidad de líneas de productos, nos podemos centrar en unos pocos factores básicos
que componían el entorno competitivo de la Crown. Esta sección describirá los
segmentos de productos en los que compite la Crown, examinará la estructura
competitiva de la industria y estudiará tres tendencias actuales a nivel de toda la
industria: (1) el aumento de la auto-manufactura, (2) la introducción de nuevos materia-
les, (3) el efecto de la “revolución de los empaques” sobre la atmósfera competitiva.
Los productos
Los envases de metal representan casi un tercio de todos los productos de empaque
que se usaban en los Estados Unidos en 1976. Los envases metálicos incluían
Tomado de: BUSINESS POLICY: TEXT AND CASES, por R. C. Christensen et-al. Derechos reservados
© 1982. Editado por R. Irwin, Inc:, Homewood, Illinois. Reproducido por el Instituto Centroamericano de
Administración de Empresas, para servir como base de discusión en clase, más bien que como
ilustración del manejo correcto o incorrecto de la gestión administrativa.
1Las cápsulas son tapones de botella rebordeados, hechos originalmente con una inserción de corcho
1
productos de distintas clases, desde las latas tradicionales de acero y aluminio hasta
los envases de chapa, y cilindros y baldes de metal de todos los tamaños y formas. El
mayor segmento, sin embargo, eran las latas metálicas, que en 1976 alcanzaron $7.1
mil millones del valor total más de 3/4 de las remisiones totales de envases metálicos.
Las latas metálicas estaban hechas de dos materias primas básicas, aluminio y acero
chapado. El proceso tradicional consistía en enrollar una hoja de metal, soldarla, cortar-
la según el tamaño requerido, y unir dos finales formando una lata soldada de tres
piezas. No obstante, a finales de la década de los 60, fue introducido un nuevo proceso
por la industria del aluminio. Consistía en una lata de dos piezas, formada in-
troduciendo por presión un cospel en un envase hondo, con lo cual se iluminaban los
fondos independientes y se producía un envase sin junturas. El producto adoptó el
nombre de lata “estirada y planchada”, por el procedimiento de moldeado.
La nueva lata tenía ventajas en cuanto a su peso y en cuanto a los costos de mano de
obra y de materiales y estaba recomendada por la Administración de Alimentos y
Drogas, a quien preocupaba mucho el desprendimiento de plomo en las latas soldadas
de tres piezas. Los productos de latas chapadas se dieron cuenta muy pronto de que el
nuevo proceso era la llave del futuro. Rápidamente comenzaron a estudiar las
posibilidades de estirar y planchar hojas de acero. Para 1972 la técnica ya había sido
perfeccionada y comenzaron a fluir dólares para las inversiones en cambios a introducir
en las líneas y nuevas compras de equipo. El Anexo 2 ilustra la rápida adopción de la
lata de dos piezas en la industria de bebidas. Sólo en el segmento de la cerveza, casi
la mitad del total de latas usadas en 1974 fueron fabricadas por el nuevo proceso de
estirado y planchado.
El crecimiento
2
La estructura de la industria
En 1977 la industria de latas metálicas en los Estados Unidos estaba dominada por
cuatro fabricantes principales. Dos gigantes, American Can y la Continental Can
Division del Continental Group representaban el 35% de toda la producción nacional.
National Can y Crown Cork & Seal también eran fuerzas muy importantes con
porciones de mercado del 8.7% y 8.3% respectivamente (Anexo 3).
Una típica línea para fabricar latas de cerveza de tres piezas cuesta entre $750,000 y
$1 millón. Además, se necesita equipo de soldadura, de acabado y de fabricación de
junturas, que resulta muy caro. Puesto que cada línea de acabado podía manejar la
producción de tres o cuatro líneas de ensamblaje de latas, el costo mínimo eficiente de
la planta era por lo menos de $3.5 millones en equipo básico. La mayoría de las plantas
tenían de doce a quince líneas para afrontar la necesidad creciente de flexibilidad
necesaria para el manejo de más de una clase de lata al mismo tiempo. No obstante,
más de quince líneas se hacían difíciles de manejar debido a la necesidad de duplicar
el personal de los equipos de arreglo, mantenimiento y supervisión.
Las nuevas líneas de dos piezas eran todavía más caras. La línea en sí costaba
aproximadamente $8.5 millones, y la inversión en equipo periférico aumentaba el costo
por línea a $10-$15 millones. A diferencia de las líneas de tres piezas, no había ningún
tamaño eficiente, y las plantas oscilaban entre una y cinco líneas.
El paso a esas líneas de dos piezas llegó prácticamente a eliminar el mercado de las
líneas nuevas de tres piezas. Durante algún tiempo no se había instalado ninguna línea
nueva de tres piezas, y los principales fabricantes estaban vendiendo líneas de tres
piezas completamente operativas “tal como estaban” por $175,000 a $200,000. Muchas
firmas estaban enviando sus viejas líneas al exterior para sus operaciones en el
extranjero.
Los Precios. La industria de latas era altamente competitiva en cuanto a los precios. La
necesidad de utilización a gran capacidad y el deseo de evitar los cambios costosos de
línea hizo que el negocio más deseable fuese la fabricación de largos tirajes de
artículos estándar. Como resultado, la mayoría de las compañías ofrecían descuentos
por volumen para animar a que los clientes hiciesen grandes pedidos. De 1968 a 1975
los márgenes a nivel de toda la industria bajaron un 44%, reflejando la escasa actividad
de ventas y el aumento de la competencia con respecto a los precios. Esta tendencia
era particularmente difícil para el pequeño productor que tenía menos capacidad para
diversificar sus costos fijos. No obstante, era peligroso aumentar los precios por encima
de las normas establecidas por la industria. Continental lo intentó en el otoño de 1963
anunciando un aumento de precios del 2%. Otros fabricantes se negaron a seguirlos, y
a mediados de 1964 Continental regresó a los niveles de precios de la industria con su
porción de mercado considerablemente reducida.
3
Distribución. Debido al tamaño y peso del producto, el transporte era un factor de
principal importancia en la estructura de costos de los fabricantes de latas. Uno de los
cálculos realizados estimaba que el transporte representaba el 7.6% del precio de la
lata metálica, de la que las materias primas desempeñaban la mayor parte con un 64%,
seguidas de la mano de obra con un 14.4%. La elección de materias primas más
ligeras y de ubicaciones ampliamente dispersas para las plantas podrían influir mucho
en los costos totales. La mayoría de los estimados calculaban que el radio de
distribución económica de una planta era entre 150 a 300 millas.
Las compañías fabricantes de acero formaban un oligopolio que fijaba el precio de las
materias primas de los fabricantes de latas. Aunque las compañías de latas en conjunto
eran importantes compradores de acero (ocupaban el cuarto lugar entre los mayores
consumidores de productos de acero), las compañías individuales tenían un
apalancamiento mínimo. Era todavía más importante la posición competitiva del acero
con respecto a los envaes de aluminio o de vidrio. Las amenazas de introducir materias
primas substitutivas mantenían bajos los precios del acero y alentaban la cooperación
tecnológica entre los productores de acero y de latas.
Desde el punto de vista de los clientes, más del 80% de la producción de latas de metal
la compraban las compañías más importantes de alimentos y cerveza. Puesto que la
lata representaba aproximadamente el 45% de los costos totales de las compañías de
bebidas, la mayoría tenían por lo menos dos fuentes de suministros. Esto no sólo
disminuía sus riesgos sino que aumentaba su apalancamiento con los fabricantes de
latas. Por lo tanto, para los fabricantes de latas, el mal servicio y los precios poco
competitivos eran castigados por cortes en el tamaño de los pedidos. Como las plantas
solían estar ubicadas con el fin de prestar servicios a un cliente, la pérdida de un gran
pedido en un área podía cortar en gran medida la eficiencia de fabricación y las
ganancias de la compañía. Un ejecutivo de una fábrica de latas que fue sorprendido
por la escasez marginal comentó: “algunas veces pienso que la única manera de salir
de esto es venderle todo a U.S. Steel, o comprar General Foods”2.
2
Crown Cork & Seal Company and the Metal Container Industry, Harvard Business School case # 6-373-
077.
4
La auto-manufactura
En los últimos seis años ha existido una tendencia creciente a la auto-manufactura por
parte de los grandes clientes de latas, particularmente en cuanto a los artículos norma-
les que exigen baja tecnología. Como se muestra en la Tabla 2, la proporción de
producción cautiva aumentó de 18.2% a 25.8% entre 1970 y 1976.
De 1970 a 1976 el aluminio subió de 11.6% a 27.5% del mercado total de latas de
metal. Se esperaba que alcanzase una porción del 29% en 1977 (Tabla 3). En cifras
absolutas, el uso del acero permaneció bastante nivelado en tanto que el uso del
aluminio se triplicó a partir de 1970 (Anexo 4).
El aluminio tiene algunas otras ventajas importantes con respecto al acero chapado. En
primer lugar, su peso más ligero favorece la reducción de los costos de transporte.
Además, el aluminio es más fácil de litografiar, produciendo mejores reproducciones a
un costo más bajo. Por último, el aluminio lleva la ventaja en cuanto a instalaciones de
reciclaje y sistemas de recolección, y se esperaba que siguiese a la cabeza porque el
aluminio reciclado es mucho más valioso que el acero reciclado.
5
La principal desventaja del aluminio eran los costos. La continuación de la tendencia a
utilizar más el aluminio en lugar del acero dependía de las diferencias de precios
previstas entre los dos metales. En 1976, las existencias para fabricar 1,000 latas de
bebidas de 12 onzas costaban $17.13 en acero y $20.81 en aluminio. Sin embargo, las
compañías de acero estaban tratando de ampliar esta brecha. Un informe decía que “a
principios de 1977, los productores de acero elevaron el precio de la hojalata solamente
un 4.8%, por contraste con una subida de la lata de aluminio de aproximadamente
9.7%”. Lo hicieron “en un esfuerzo por realzar la competitividad del acero con respecto
al aluminio y para persuadir a las compañías que querían añadir nuevas líneas de
fabricación de latas de que siguiesen con el acero”3. Algunos observadores de la
industria también esperaban que la brecha se ampliase porque las compañías
automovilísticas estaban incrementando el uso del aluminio, elevando de esta manera
los precios del aluminio. Las latas de hojalata de dos piezas también eran mucho más
fuertes que sus homólogas de aluminio.
Otros materiales. Otras dos materias primas amenazaban al acero chapado como
producto fundamental para la fabricación de envases: el nuevo compuesto de papel y
metal llamado cartón de fibra vulcanizada y las crecientes variedades de plásticos
3
Standard & Poor’s Industry Survey, Containers, Basic Analysis, marzo 24, 1977, p. Cl23.
6
investigar nuevos materiales, distintas formas, cierres más prácticos, y otras ideas
imaginativas que gozasen de atractivo potencial para los consumidores.
Quizá la mayor importancia a largo plazo de la revolución del empaque era que los
envases metálicos se iban convirtiendo progresivamente en un simple segmento de la
industria global de los empaques. Esta tendencia implicaba que las compañías
fabricantes de latas metálicas tendrían que competir con la capacidad de investigación
y mercadeo de compañías gigantescas e integradas tales como Du Pont, Dow
Chemical, Weyerhaeuser Timber, Reynolds y Alcoa. En respuesta a la integración en
cadena de estos grandes proveedores de materiales para empaque, algunos
fabricantes de latas metálicas comenzaron a invertir en sus propias investigaciones
básicas. En 1963, la Compañía American anunció que iba a comenzar a construir su
centro de investigación en Princeton, New Jersey, que “prestaría una atención especial
a la investigación básica en áreas tales como la física del estado sólido y los
fenómenos electroquímicos, como fuente potencial de nuevos productos”4.
LA COMPETENCIA
A finales de la década de los 60, los tres principales competidores de Crown Cork &
Seal’s se habían diversificado en áreas ajenas a la industria de envases metálicos. No
obstante, en 1977 todavía seguían siendo factores de primera importancia en la
producción de latas metálicas (Anexo 3).
El grupo Continental
4 Crown Cork & Seal Company and the Metal Container Industry, p. 14.
7
American Can
National Can
Mientras sus tres mayores competidores buscaban la diversificación, Crown Cork &
Seal siguió fabricando fundamentalmente latas metálicas y cierres de botella. En 1976,
casi el 65% de las ventas de la compañía fueron latas de hojalata; los cierres de botella
representaron el 29% de las ventas totales y el 35% de las ganancias. Las ventas
restantes fueron de maquinaria de embotellamiento y enlatado. De hecho, Crown era
uno de los mayores fabricantes de equipo de llenado en todo el mundo. Las ventas en
el exterior, fundamentalmente cierres de botella, representaban un porcentaje cada vez
mayor de las ventas totales (Anexo 5).
5
lnforme anual, 1972, p. 3
8
En 1976 el rédito por ventas de la Crown casi duplicó el de sus tres mayores
competidores. Durante los últimos diez años, el crecimiento de las ventas de Crown
sólo estaba por detrás de National Can, y Crown fue la primera en cuanto al
crecimiento de las ganancias. Las siguientes secciones describen la historia y
estrategia de la Crown.
En abril de 1957, Crown Cork & Seal se encontraba al borde de la quiebra. En 1956, la
pérdida ascendió a $241 mil después de los dividendos preferenciales, y las
perspectivas para 1957 parecían aún peores. La Bankers Trust Company llamó de New
York para anunciar el retiro de su línea de crédito por valor de $2.5 millones. Parecía
que ya sólo quedaba escribir el obituario de la compañía. Sin embargo, a finales de
1957 Crown “salió de su ataúd y echó a correr a toda velocidad”. De 1955 a 1961 las
ventas aumentaron de $115 a $176 millones y las ganancias subieron
desmesuradamente. Desde 1961, la compañía ha tenido un aumento anual del 15.4%
en ventas y 14% en ganancias.
LA HISTORIA DE LA COMPAÑIA
9
McManus. Atraía a los clientes asumiendo sus deudas con los
proveedores y a veces llegó incluso a rebajar los precios por debajo de
los costos. El error de Filadelfia obsesionaría a la Crown durante
muchos años”6.
“Ninguno de sus dos hijos, Charles Jr. y Walter, estaba preparado para
dirigir una compañía unidireccional, aunque ambos ostentaban cargos
de vicepresidente. La junta de directores de la Crown la componían
funcionarios de la compañía, algunos de los cuales eran parientes del
patrón. La combinación de un despotismo y un nepotismo benevolentes
impedía que surgiesen hombres prometedores, pero colocados en las
filas intermedias. Al morir McManus en 1946, la presidencia de la
compañía y la de la junta pasó a su secretario privado, un abogado
llamado John J. Nagle.
6 Todas las citas de las páginas siguientes están tomadas del Artículo de la Revista Fortune “The
Unoriginal Ideas that Rebuilt Crown Cork”, (“Las ideas comunes que reconstruyeron la Crown Cork”),
octubre de 1962, paginas 118-64.
10
prometieron que la planta se la enseñarían “la próxima vez”.
En los primeros años de la década de 1950, la Crown funcionó con una combinación
del gran auge que le había imprimido el Sr. McManus y los últimos vestigios del orgullo
de los “gerentes medios cada vez más desmoralizados”, ambos impotentes para tomar
decisiones e incapaces de forzar decisiones desde arriba.
John Connelly era hijo de un herrero de Filadelfia, quien después de surgir como
vendedor de envases formó su propia compañía para producir cajas de papel. Su
interés en la Crown comenzó cuando el régimen posterior a McManus lo rechazó,
“negándose a darle una oportunidad” a un pequeño proveedor como Connelly. Fortune
describió la toma del poder por parte de Connelly:
11
las acciones ordinarias a un millón de acciones, ganará $6 por acción y
cada una de ellas valdrá $90”.
La crisis
Para abril de 1957 ya había llegado la crisis. La Bankers Trust estaba exigiendo el
reembolso inmediato de sus préstamos y la quiebra era inminente; John Connelly se
hizo cargo de la presidencia. Su plan de rescate era sencillo; al decir de él mismo sólo
consistía en “sentido común”.
12
Su primera medida fue rebajar la organización, o para decirlo más sencillamente;
despedir. El paternalismo terminó con una ventisca. El personal de la sede central se
redujo de 160 personas a 80. En los despidos fueron incluidos once vicepresidentes. La
compañía volvió a tener una organización funcional sencilla, y en un período de 20
meses la Crown había eliminado 1,647 puestos, o sea, el 24% de la nómina. Como par-
te de la reorganización de la compañía, el Sr. Connelly descartó las prácticas de
contabilidad por divisiones, eliminando además la línea divisional y el concepto de staff.
Exceptuando a un contador por cada planta física, toda la contabilidad y el control de
costos pasó a realizarse a nivel de la corporación, y el personal de contabilidad de la
corporación ocupó la mitad del espacio utilizado por el grupo de la sede central.
Además, fue disuelta la instalación central de investigación y desarrollo.
El segundo paso fue atribuirle a cada gerente de planta la total responsabilidad sobre la
rentabilidad de la planta, incluidos todos los costos asignados (todos los gastos indirec-
tos de la compañía, estimados en el 5% de las ventas, eran asignados a nivel de
planta). Anteriormente, los gerentes de planta sólo tenían la responsabilidad de los
gastos controlables a nivel de planta. Bajo el nuevo sistema, el gerente de planta tenía
incluso la responsabilidad de las ganancias de cada producto fabricado en su planta.
Aunque la compensación del gerente de la planta no estaba directamente sujeta al
desempeño de las ganancias, un ejecutivo senior indicó que “desde luego, se les
recompensa sobre la base de esa cifra”.
LA ESTRATEGIA DE LA CROWN
7
En 1956 las ventas de la Crown fueron de $115 millones por comparación con los $172 millones de la
American y los $1 mil millones de la Continental.
13
Una brillante ilustración del compromiso de Connelly con esta estrategia sucedió a
comienzos de la década de los 60. En 1960 la Crown controlaba más del 50% del
mercado de latas de aceite para motores. En 1962 R.C. Can y Anaconda Aluminum
desarrollaron conjuntamente latas de cartón de fibra vulcanizada para aceite de
motores, que eran aproximadamente un 20% más livianas y un 15% más baratas que
las latas de metal en boga en aquel entonces. La gerencia de la Crown decidió no
seguir compitiendo en este mercado y pronto perdió toda su porción de mercado.
La Crown tenía la ventaja desde tiempo atrás en cuanto a los aerosoles. En 1938
McManus instaló maquinaria para fabricar una lata de cerveza de paredes fuertes y sin
junturas, que fue rechazada por los cerveceros por ser demasiado cara. En 1946 fue
puesta nuevamente en uso y equipada con una válvula para hacer el primer envase de
aerosol en la historia de esta industria. No obstante, se le dio poca importancia a la
línea hasta que Connelly descubrió a mediados de los 60 que poseía un alto potencial
de crecimiento.
La manufactura
14
control, Connelly tomó drásticas medidas, cerrando la instalación de Filadelfia e
invirtiendo fuertemente en plantas nuevas y geográficamente dispersas. De 1958 a
1963, la compañía gastó casi $82 millones en reubicación y nuevas instalaciones. Para
1976 la Crown tenía 26 plantas en territorio nacional, mientras que en 1955 sólo
contaba con 9. Las plantas eran pequeñas (normalmente tenían menos de 10 líneas,
en contraste con las 50 del antiguo complejo) y estaban ubicadas más próximas al
cliente que a las fuentes de materias primas.
Mercadeo/servicios
Investigación y desarrollo
8 Crown Cork & Seal Company and the Metal Container Industry, p. 28.
9 Fortune, octubre 1962, p. 164.
15
tenemos grandes habilidades en la fabricación de troqueles y la
manufactura de metales, y podemos cambiar para adaptarnos a las
necesidades de los consumidores más rápidamente que cualquier otra
empresa de nuestro ramo”10.
Esto fue exactamente lo que ocurrió con la lata de dos piezas estirada y planchada. El
concepto original fue desarrollado en la industria del aluminio por Reynolds y Alcoa a
finales de la década de los 60. Dándose cuenta de su potencial, la Crown, junto con un
gran productor de acero, refinó el concepto para usarlo con la hojalata. Gracias a la
pequeña estructura de la planta manufacturera y a la disposición de Connelly para
moverse rápidamente, la Crown venció a sus competidores en la producción de la lata
de dos piezas. Desde 1972 hasta 1975 se invirtieron casi $120 millones en equipo
nuevo, y para 1976 ya tenía 22 líneas de producción de latas de dos piezas en
funcionamiento, mucho más que cualquier otro competidor13.
Finanzas
Durante la crisis, Connelly utilizó los primeros ingresos de la liquidación del inventario
10 Crown Cork & Seal Company and the Metal Container Industry, p. 30.
11 El Sr. Luviano fue nombrado presidente en 1976, permaneciendo Connelly como presidente y jefe de
operaciones.
12 Crown Cork & Seal Company and the Metal Container Industry, p. 29.
13 En 1976 había 47 líneas de montaje de latas de hojalata de dos piezas y 130 de latas de aluminio de
16
para cancelar las obligaciones bancarias a corto plazo. Desde 1956, redujo constan-
temente la razón deuda/patrimonio del 42% al 18.2% en 1976.
Internacional
Otro aspecto de los esfuerzos de la Crown era su constante esfuerzo por crecer a nivel
internacional, particularmente en las naciones sub-desarrolladas (Anexo 6). Con ventas
de $343 millones y 60 plantas ubicadas en el exterior, la Crown era, en 1977, el mayor
productor de latas y cápsulas de metal en todo el mundo.
En 1976 las divisiones internacionales de la Crown con tribuyeron con un 36% del total
14 Crown Cork & Seal and the Metal Container Industry, p. 33.
15 Forbes, 1°. de septiembre de 1967, p. 19.
17
de ventas de la compañía y un 44% de las ganancias. El potencial de crecimiento en el
exterior era cada vez mayor puesto que muchos países acababan de adoptar los
alimentos cómodos y empacados. Existían pocas firmas atrincheradas, y la tecnología
del enlatado no era muy bien conocida o comprendida. Los proveedores y los clientes
del exterior tendían a ser menores que los de los Estados Unidos.
Muchos argumentaban que John Connelly, como persona, era la fuerza motriz del
asombroso cambio de la Crown y que él tenía la ambición y determinación necesarias
para mantener a la compañía sobre el camino del éxito. Connelly ha sido descrito como
un individuo de gran fuerza de voluntad cuyo liderazgo enérgico ha convencido e
inspirado a su organización a cumplir sus metas.
Sin embargo, Connelly no era fácil de complacer. Exigía a sus empleados la misma
dedicación y energía que él mismo ponía en su trabajo. Como un observador escribió
en 1962:
18
compañía17. “Nunca se retirará. Morirá con las botas puestas”, indicó un funcionario de
la compañía18. Aunque ascendió a John Luviano, de 54 años (un veterano de 25 años
en la Crown) a la presidencia, la presencia constante de Connelly era una
preocupación para muchos que observaban al Crown Cork: “Si Connelly no estuviese
con nosotros, nos preguntaríamos quién toma esas decisiones perfectamente
estratégicas”19.
En 1977, los observadores de la Crown Cork & Seal tenían una pregunta favorita:
“¿Cuánto durará este espectacular desempeño?”. Hasta entonces, las ventas de la
Crown y el crecimiento de las ganancias habían continuado a pesar de la recesión, la
devaluación y la rígida competencia de los gigantes de la industria. No obstante, en
1977 surgieron dos problemas adicionales que afectaron directamente a los mercados
clave de la compañía. El pánico del ozono y la legislación potencial sobre los envases
descartables amenazaron el negocio de bebidas y aerosoles de la compañía. Como
resultado, muchos se preguntaron si las medidas gubernamentales no llegarían a dar el
golpe de gracia a la Crown Cork.
Los peligros
La teoría aduce que la destrucción del escudo de ozono supone un peligro real. El
ozono filtra la mayoría de la peligrosa radiación ultravioleta del sol antes de que ésta
alcance la superficie de la tierra. Al ser destruido este escudo y pasar más radiación, se
espera que aumenten de manera alarmante el número de casos de cáncer de piel. El
Dr. Sherwood Rowland, uno de los autores originales de la teoría pronosticó:
17 Se dice que Connelly era propietario de o controlaba aproximadamente el 18% de las acciones
comunes pendientes de la Crown.
18 Financial World, 26 de noviembre de 1975, p. 12.
19 Idem.
20 The Wall Street Journal, 3 de diciembre de 1975, p. 27.
19
“Si aumentase el uso de aerosoles a razón de un 10% anual (la mitad
del crecimiento durante toda la década de los 60), en 1994 el contenido
de ozono estratosférico se reduciría en un 10%. Los científicos
suponen que esto significaría un aumento del 20% de la radiación
ultravioleta que alcanza la Tierra y causaría por lo menos 60,000
nuevos casos de cáncer de piel en los Estados Unidos,
aproximadamente un aumento del 20%”21.
Otros peligros eran los posibles daños a las cosechas, la mutación genética y los
cambios climáticos.
Aunque se estaban realizando muchos estudios, para finales de 1976 la teoría del
ozono todavía no había sido definitivamente probada. Todavía se planteaban otras
preguntas importantes acerca de los tipos y cantidades de reacciones que tendrían
lugar en la estratósfera. Sin embargo, las pruebas más recientes apoyaban la tesis
básica de que los fluorocarburos estaban dañando de alguna manera la capa de ozono.
Los efectos
Cuando se le dio publicidad a la teoría del ozono, la reacción contra los aerosoles fue
grande. Los aerosoles eran la fuente de aproximadamente el 60% de los fluorocarburos
que eran liberados en el aire anualmente. En 1974, la producción de aerosoles había
bajado aproximadamente un 7% en reacción a la recesión y al problema de los
fluorocarburos. Sólo se usaron 2.6 mil millones de envases de aerosol, por
comparación con los 2.9 mil millones en 1973. Inmediatamente comenzaron a tomarse
medidas tanto en el frente legislativo como en el frente científico para comprobar la
teoría del ozono y restringir el uso de los fluorocarburos.
Muy pronto, se entabló una aguda batalla entre los voceros de la industria y los que
abogaban por la prohibición inmediata: Un vocero de la industria, que solicitó
permanecer en el anonimato.
“Todas las teorías científicas contra los fluorocarburos son sólo eso,
teorías, no hechos. Lo que necesitamos es más investigación antes de
que hayan mayores prohibiciones o habladurías. No queremos más
miedos falsos”22.
21 Idem.
22 The New York Times, 22 de junio de 1975, p. F3.
23 The New York Times, 22 de junio de 1975, p. F3.
20
complementarios, los legisladores estatales comenzaron a presentar proyectos de ley
contra los fluorocarburos. Georgia se puso a la cabeza en junio de 1975, al aprobar un
proyecto de ley que prohibía los aerosoles de fluorocarburos a partir del primero de
marzo de 1977. El éxito de las tácticas de regateo de la industria mantuvo otras
medidas a un nivel mínimo hasta mayo de 1977, fecha en que las agencias federales
propusieron la prohibición a nivel nacional. Diciendo que los fluorocarburos eran un
“riesgo inaceptable para la salud individual y para la atmósfera terrestre”, el
comisionado de Alimentos y Drogas esbozó una eliminación de la manufactura y uso
de los fluorocarburos en tres fases24. El primer paso de la prohibición era detener toda
la fabricación de propulsores de clorofluorocarburos para usos no esenciales. Esta
prohibición entraría en vigor el 15 de octubre de 1978. Durante la segunda fase, a
iniciarse el 15 de diciembre de 1978, todas las compañías tendrían que dejar de usar
las existencias de productos químicos para hacer productos de aerosol no esenciales.
El tercer paso sería detener todos los embarques interestatales de productos no
esenciales que contuviesen esos gases propulsores. Esta parte de la prohibición
entraría en vigencia el 15 de abril de 197925.
21
porque no tenía que ser mezclado con el propulsor. Esto también significaba que los
hidrocarburos podían ser usados con mayor seguridad para muchas aplicaciones.
La recuperación de la industria
El impacto económico
22
sería compensado por el ahorro en el uso de botellas reintegrables o latas recicladas”,
argumentó el señor Washington de los Clubs Unidos de Conservación de Michigan.
Añadió que “los empleos que se pierdan en las industrias de enlatado o embotellado
serían compensados por empleos adicionales en transporte y manejo”26.
“Incluso con el retiro eventual del Sr. Connelly, no parece muy seguro
que su segundo mantenga a la Crown en su tendencia actual de
crecimiento de las ganancias. En tanto que otros como la National Can
se han aventurado en aguas no surcadas y a veces no lucrativas, la
Crown ha prosperado haciendo lo que sabe hacer mejor. Con esta
estrategia, la prosperidad seguramente seguirá sonriéndole a la
Crown”27.
23
ANEXO 1
CROWN CORK & SEAL COMPANY, INC.
Estados Financieros, 1956-1976
($000 excepto cuando se indique lo contrario)
1976 1975 1974 1973 1972 1971 1966 1961 1956
Ventas netas $909,937 $825,007 $766,158 $571,762 $488,880 $448,446 $279,830 $176,992 $115,098
Gasto de los productos vendidos
(excluyendo la depreciación) 757,866 683,691 628,865 459,183 387,768 350,867 217,236 139,071 95,803
Gastos de ventas y administrativos 31,910 30,102 28,649 23,409 20,883 21,090 18,355 15,311 13,506
Porcentaje de ventas netas 3.5 3.6 3.7 4.1 4.3 4.7 6.6 8.7 11.7
Gastos de intereses 3,885 7,374 6,973 4,407 4,222 5,121 4,551 1,252 1,150
Gastos de depreciación 26,486 25,402 25,525 20,930 18,654 16,981 9,381 4,627 2,577
Impuestos sobre la renta 43,500 34,925 33,298 26,725 24,900 24,560 12,680 7.625 105
Renta neta 46,183 41,611 39,663 34,288 31,193 28,474 16,749 6,653 277
Porcentaje de ventas netas 5.1 5.0 5.2 6.0 6.4 6.3 6.0 3.8 0.2
Ganancias por acción de capital común 2.84 2.43 2.20 1.81 1.58 1.41 0.80 0.28 (0.01)
Planta y equipo:
Gastos 21,568 47,047 52,517 40,392 28,261 33,099 32,729 11,819 1,931
Inversiones acumuladas 398,377 401,657 371,297 335,047 316,266 313,214 223,153 107,258 65,196
Depreciación acumulada 149,306 143,406 129,924 116,191 105,377 101,314 68,359 45,004 31,167
Razón activo/pasivo circulante 1.8 1.6 1.4 1.6 1.7 1.6 1.5 2.7 3.2
Deuda a largo plazo 25,886 29,679 34,413 37,922 31,234 41,680 57,890 17,654 21,400
Deuda a corto plazo 2,984 30,419 45,043 28,504 17,221 31,381 44,784 5,190 6,500
Inversión de los accionistas 316,684 292,681 262,650 243,916 230,366 211,847 110,841 77,540 50,299
Acciones preferenciales 0 0 0 0 0 0 79,370 139,540 275,000
Acciones comunes –promedio 16,235,040 17,137,030 18,000,792 18,894,105 19,726,799 20,211,810 20,606,835 21,594,720 24,155,800
Fuente: Crown Cork & Seal Company, Inc., informe anual 1976, páginas 4 y 5
24
ANEXO 2
EMBARQUES DE LATAS PARA BEBIDAS
(miles de millones de latas)
Cambio Cambio
Porcentual Porcentual
1972 1973 1972-73 1974 1973-74
Latas para bebidas no alcohólicas:
Total 15,596 17,552 +12.5 17,980 +2.4
Tres piezas 14,217 15,779 +11.0 15,589 -1.2
Porcentaje del total 91.2 89.9 - 86.7 -
Dos piezas 1,379 1,773 +28.6 2,391 ´34.9
Porcentaje del total 8.8 10.1 - 13.3 -
Latas de cerveza:
Total 21,801 24,131 +10.7 26,077 +8.1
Tres piezas 14,746 14,363 -2.6 13,237 -7.8
Porcentaje del total 67.6 59.5 - 50.8 -
Dos piezas 7,055 9,768 +38.5 12,480 +31.4
Porcentaje del total 32.4 40.5 - 49.2 -
Fuente: Metal Cans Shipments Report 1974 (Informe de los embarques de latas metálicas
1974, Can Manufacturers Institute (Instituto de Fabricantes de Latas), p. 6.
TABLA 1
EMBARQUES DE LATAS METALICAS, 1967-1976
(000 Cajas – base)
1967 1972 1973 1974 1975 1976
Total latas de metal 133,980 168,868 180,482 188,383 177,063 179,449
Por producto
Latas de alimentos 67,283 64,773 68,770 73,104 68,127 64,984
Latas de bebidas 42,177 75,916 84,617 89,435 85,877 90,084
Bebidas no alcohólicas 14,580 31,660 35,631 36,499 33,284 39,488
Cerveza 27,537 44,256 48,986 52,936 52,593 50,596
Alimentos para animales domésticos 5,797 6,694 7,121 7,083 6,057 6,121
Latas de empaque en general 18,783 21,485 19,974 18,761 17,002 18,391
Aceite de motores n.d. 3,095 2,756 2,533 n.d. n.d.
Pinturas n.d. 6,086 5,562 5,202 n.d. n.d.
Aerosoles n.d. 5,877 6,103 5,765 4,808 5,097
Todos los demás n.d. 6,427 5,553 5,261 n.d. n.d.
Nota: Una caja-base es una superficie de 31,360 pulgadas cuadradas.
n.d. = No disponible.
Fuentes: Encuestas industriales de Standard & Poor’s, Containers, Basic Analysis (Los envases, análisis
básicos), 24 de marzo de 1977; y Metal Can Shipments Report (Informe de los embarques de latas
metálicas), 1974, p. 6,
25
ANEXO 3
COMPARACION DEL DESEMPEÑO DE LOS PRINCIPALES FABRICANTES DE LATAS
METALICAS EN 1976
($ millones)
Grupo American Nacional Crown Cork
Continental Can Can & Seal
Rendimiento total por compañía:
Ventas $3,458.0 $3,143.0 $917.0 $910.0
Renta neta 118.3 100.9 20.7 46.2
Crecimiento de las ventas, 1967-76 147% 107% 317% 202%
Crecimiento de las ganancias, 1967-76 51% 33% 160% 145%
Retorno por participación, promedio de
cinco años 10.3% 7.1% 11.9% 15.8%
Razón deuda-patrimonio 34.9% 35.0% 46.0% 23.0%
Segmento de latas metálicas (nacional):
Ventas $1,307.8 $1,177.6 $616.0 $575.0
Renta antes de impuestos 73.0 64.9 36.4 49.0
Como porcentaje de las ventas 5.6% 5.4% 5.0% 8.5%
Porción de mercado 18.4% 16.6% 8.7% 8.3%
Cantidad de plantas fabricantes de latas 70 48 41 26
Internacional:*
Ventas $1,147.2 $475.1 n.d. $343.0
Renta neta (antes de impuestos) 63.4 41.5 Small loss 39.4
n.d. = No disponible.
*Ventas internacionales de todos los productos.
Fuentes: Wall Street Transcript (Transcripción de Wall Street), 3 de noviembre d 1975, páginas 41,
864 e Informes de Compañías 10-K.
TABLA 2
PRODUCCIÓN DE LATAS METALICAS
1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976
Por mercados:
Para la venta 81.8% 80.9% 80.8% 78.2% 76.7% 73.7% 74.2%
Para uso personal 18.2 19.1 19.2 21.8 23.3 26.3 25.8
TABLA 3
PRODUCCIÓN DE LATAS METALICAS POR MATERIALES
1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976
Acero 88.4% 86,9% 82.6% 81.4% 79.0% 74.7% 72.5%
Aluminio 11.6 -13.1 17.4 18.6 21.0 25.3 27.5
26
ANEXO 4
EMBARQUES DE LATAS METALICAS
(Bancos con base en millones utilizados para la fabricación)
27
ANEXO 5
CLASIFICACION ESTIMADA DE LAS VENTAS E INGRESOS ANTES
DE IMPUESTOS DE CROWN CORK & SEAL’S
($ millones)
1974 1975 1976* 1974 1975 1976*
Ventas
Nacional:
Latas:
Cerveza $180 $209 $232 23.5% 24.7% 24.6%
Bebidas no alcohólicas 120 128 140 15.7 13.2 14.8
Alimentos 55 65 70 7.2 7.7 7.4
Otros (principalmente aerosoles) 100 91 101 13.0 10.7 10.7
Total latas 455 493 543 59.4 58.3 57.5
Cápsulas para botellas 25 29 32 3.3 3.4 3.4
Maquinaria 20 24 27 2.6 2.8 2.8
Total naçional 500 546 602 65.3 64.5 63.7
Internacional:
Latas 46 57 73 6.0 6.7 7.7
Cápsulas para botellas 200 220 242 26.1 30.0 25.6
Maquinaria 20 24 28 2.6 2.8 3.0
Total internacional 266 301 343 34.7 35.5 36.3
Gran total ventas $766 $847 $945* 100.0% 100.0% 100.0%
28
ANEXO 6
UBICACIONES DE LAS INSTALACIONES DE CROWN CORK & SEAL
29