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comunicación y
deglución en adultos
Bases
neurobiológicas de la
comunicación
Primera parte
Antes de comenzar el estudio de las bases funcionales del habla y los trastornos
relacionados a ella, es necesario distinguir los componentes que intervienen en este
proceso, así como también definir el concepto de comunicación y caracterizar su
desarrollo en el ser humano, ya que precisamente es ésta función la cual ha permitido
que el ser humano se caracterice como la única especie capaz de desarrollar estos
complejos sistemas de intercambio de información basados en una diversidad de
signos (orales, escritos, gestuales, etc).
Esta capacidad, propia del ser humano, se debe en gran parte a un complejo, propio y
único desarrollo evolutivo de su sistema nervioso, el cual ha permitido al cerebro
desarrollarse a lo largo de la evolución del hombre, permitiendo el desarrollo de
diversas capacidades entre las cuales encontramos la comunicación. A lo largo de un
período de miles de años, en el cerebro humano se han creado una representación y
una organización nuevas de las estructuras y los procesos mentales cuyo resultado es
lo que podemos denominar el sistema nervioso de comunicación humano (1.a),
aspecto que se abordará más adelante.
I-. Comunicación
En la literatura podemos encontrar distintas definiciones en relación a la
comunicación, distinguiéndolo como un “proceso intencional que tiene por objetivo
compartir información por medio de un sistema de símbolos. Esta puede ser verbal
(usando símbolos lingüísticos en forma oral o escrita) o no verbal (usando símbolos no
lingüísticos gestos, dibujos o expresión facial). Se compone de 5 niveles: fonológico,
sintáctico, morfológico, léxico-semántico y pragmático” (2).
La comunicación, incluye todo proceso en el cuál la conducta de un ser humano actúa
como estímulo sobre la conducta de otro ser humano, en forma verbal, no verbal,
interindividual o intergrupal.
Al considerarse como un proceso intencional de compartir información, podemos
inferir que ante determinadas alteraciones o patologías que afecten la comunicación,
se verá afectada la calidad de vida del individuo, dificultando la transmisión de
información por un determinado canal comunicativo. Sin embargo, no siempre se
afectan todos los canales comunicativos y por ende, existiría la posibilidad de
restablecer este proceso en base a un canal conservado, ya sea verbal o no verbal.
Cuadro 1.1
Sistemas y habilidades involucradas en la comunicación
A-. Lenguaje:
“Complejo y dinámico sistema convencional de signos que es usado para pensar y
comunicar. Puede ser oral o escrito” (2). El lenguaje es una capacidad o facultad
extremadamente desarrollada en el ser humano; un sistema de comunicación más
especializado que los de otras especies animales, a la vez fisiológico y psíquico, que
pertenece tanto al dominio individual como al social y que nos capacita para abstraer,
conceptualizar y comunicar.
B-. Habla: “Acto motor que tiene por finalidad la producción de sonidos significativos
para la transmisión del lenguaje” (2).
tanto en la figura 2.1, como en el cuadro 2.1. Sistema Nervioso Central (SNC)
Cuadro 2.1
Representación
esquemática del
sistema nervioso y
sus distintos
componentes
A.1-. Cerebro
El cerebro pesa entre 1250 y 1400 gramos y se calcula
que está formado por unos 15 billones de neuronas más
las células gliales (3). En su totalidad incluye distintas
estructuras, las cuales se definen en base a una serie de
parámetros. Unos de los más generales corresponde a
los hemisferios cerebrales. Estos, forman la mayor parte
del encéfalo y están separados por una misma cisura
sagital profunda en la línea media, la cisura longitudinal
del cerebro, esta, contiene un pliegue de la duramadre y
las arterias cerebrales anteriores. En la profundidad de la
Figura 2.2
cisura, una gran comisura: el cuerpo calloso, conecta los Cuerpo calloso
dos hemisferios a través de la línea media (figura 2.2) (3).
Hemisferios cerebrales
Cada hemisferio presenta distintas funciones. Desde este punto de vista funcional,
existe una lateralidad en sus funciones. El hemisferio izquierdo se relaciona al control
motor del hemicuerpo derecho, al lenguaje y al procesamiento analítico en la mayor
parte de los individuos. En cambio, el hemisferio derecho se relaciona con el control
motor del hemicuerpo izquierdo, metáforas, habilidades musicales y con el humor.
Además se relaciona con la regulación de características paralingüísticas como el
acento y con las propiedades de entonación (3).
Por otra parte, también podemos identificar una organización cerebral funcional, a
través de la cuál podemos reconocer, distintas zonas, asociadas a sus respectivos
lóbulos cerebrales y a funciones inherentes y propias de cada una de ellas. En base a
esto se plantea que cada lóbulo tendría una función general o principal específica, la
cual estaría mediada por esta organización funcional del cerebro (Tabla 2.2).
Lóbulo Función principal
Frontal Control voluntario de movimientos de todo el cuerpo
Occipital Visión
En base a lo antes descrito se han diseñado mapas cerebrales, identificando cada una
de estas zonas funcionales del cerebro, las cuales se describen en la figura 2.7 y 2.8.
En el área motora primaria, Las áreas del cuerpo están representadas en forma
invertida en la circunvolución precentral. Comenzando desde abajo hacia arriba:
deglución, lengua, maxilares, labios, laringe, párpado y cejas, dedos, manos, muñeca,
codo, hombro y tronco etc (homúnculo motor: Figura 2.9 y 2.10).
Figura 2.10
Corteza motora
Anterior al área motora se encuentra el área motora suplementaria, la cuál cumple un
papel primordial en el lenguaje, pues es la responsable en parte de iniciar la actividad
motora (3). También encontramos la corteza premotora, la cual, es responsable de
almacenar programas de actividad motora reunidos como resultado de la experiencia
pasada; es decir programa la actividad motora primaria. Se cree que la corteza
prefrontal, que es la que ocupa la mayor parte de las circunvoluciones frontal superior,
media e inferior, está vinculada con la constitución de la personalidad del individuo,
regula la profundidad de los sentimientos y está relacionada con la determinación de
la iniciativa y el juicio del individuo (3).
Lóbulos temporales
Su función principal se relaciona al análisis de señales auditivas. Las fibras viajan desde
los pares craneales, a través del tronco cerebral y del tálamo a la corteza auditiva en
este lóbulo, realizando numerosas conexiones intermedias en su trayecto.
La elaboración y análisis de estos impulsos nerviosos se realizan en el área asociativa
auditiva localizada en la zona posterior de la segunda circunvolución temporal superior
(Área de Wernicke). Esta tarea se lleva a cabo por múltiples asociaciones cortico-
corticales y cortico-subcorticales, que relacionan los estímulos auditivos con estímulos
procedentes de otros sistemas sensoriales. En esta función son importantes los
sistemas de memoria organizados a modo de redes neuronales dentro de los lóbulos
temporales y de las estructuras subcorticales de sustancia gris y sustancia blanca (3).
Lóbulos parietales
Su función principal se relaciona a la
percepción y elaboración de sensaciones
somestésicas. Al igual que con el control
motor por parte de los lóbulos frontales, la
somestesia se organiza en el lado opuesto
al lado del cuerpo implicado. Las
sensaciones somestésicas alcanzan la
circunvolución postcentral o corteza
somatosensorial. Aquí las sensaciones
somestésicas se analizan, elaboran y
Figura 2.13
conectan con múltiples estímulos que SNC: Encéfalo y médula espinal
Figura 2.12
llegan desde otras zonas del cerebro (3). Corteza somatosensorial primaria
Lóbulos occipitales
Si principal función se relaciona a la visión. La retina del ojo recibe los estímulos
visuales que se transmiten por medio del nervio óptico hacia el Tálamo, y después
hacia la corteza visual primaria en el lóbulo occipital. Aquí los impulsos se perciben
como destellos de luz sin sentido. Para darles sentido, la información dentro del
sistema visual debe ser analizada más profundamente, elaborada y conectada con
estímulos procedentes de otras regiones del cerebro, así como de los sistemas de
memoria. Este análisis de orden superior se realiza en la corteza de asociación visual
primaria, sobre las superficies lateral y medial del lóbulo occipital (3).
Sistema límbico
El sistema límbico es una
compleja red de estructuras
corticales y subcorticales
(sustancia gris y sustancia
blanca) que regula las
emociones.
Figura 2.15
Sistema límbico
El cerebelo es el responsable de la
integración o coordinación de los
grupos musculares distribuidos por
todo el cuerpo. Para funcionar de
forma natural, la actividad motora
debe fluir siguiendo el ritmo suave,
regular, acompasado y coordinado;
el cerebelo mantiene este ritmo
(3). La lesión del cerebelo puede
dar lugar a un tipo específico de
trastorno motor del habla, que en
la clasificación clásica de los tipos
Figura 2.17 (1.a)
de disartria se denomina disartria Imagen medial hemisferio derecho, tronco encefálico y cerebelo
atáxica (ver capítulo tipos de disartria). El cerebelo también puede desempeñar una
función en el procesamiento cognitivo a través de sus conexiones con la corteza
prefrontal lateral (1.a).
Figura 2.18 (6)
Imagen medial
hemisferio derecho,
tronco encefálico y
cerebelo
A.3-. Tronco encefálico
El tronco cerebral y sus sub-estructuras
no se visualizan directamente a menos
que se realice una sección en los
hemisferios cerebrales de manera que
se puedan observar las estructuras
internas del encéfalo. Sus estructuras
superiores se agrupan para quedar
incluidas en el interior del cráneo. En
algunos textos el diencéfalo está
Figura 2.19
considerado como una parte del tronco Tronco encefálico
Mesencéfalo
El mesencéfalo constituye la
porción más cefálica del
tronco, de una longitud
aproximada de 2.5 cm.
Comunica al puente y el
Figura 2.20 (9)
cerebelo con estructuras Mesencéfalo
diencefálicas, tras pasar por la abertura que existe en la tienda del cerebelo
(escotadura tentorial). Es atravesado por un estrecho canal, el acueducto cerebral y
esta constituido principalmente por los Pedúnculos Cerebrales, que en número de dos,
unen los hemisferios cerebrales con el tronco encefálico (Figura 2.21, 2.23 y 2.25).
Funcionalmente cumple distintos roles entre los cuales se encuentra mediar los
reflejos auditivos y visuales y regular la vigilancia cortical. Además contiene los núcleos
de los pares craneales III (Motor ocular motor) y IV (Troclear) (10).
Figura 2.21 (8)
Sección transversal del mesencéfalo
(engrosamiento lumbar). Su superficie esta recorrida por surcos que resultan visibles
en una sección transversal:
- Por detrás un surco posterior poco marcado y a cada lado del mismo un surco
lateral posterior.
- Por delante un surco medio anterior
mucho más profundo y a cada lado del
mismo un surco lateral anterior.
De cada surco lateral parte un conjunto de
filamentos nerviosos; los que salen del lateral
posterior se agrupan en manojos para formar a
uno y otro lado, una raíz dorsal. Los que salen
del lateral anterior constituyen a uno y otro
Figura 2.28 (4)
lado una raíz ventral. Así nacen, a cada lado de Médula espinal
la médula espinal, treinta y un haces dorsales y 31 haces ventrales. La porción medular
de la que parten raíces de un mismo nivel se denomina mielómero.
La médula espinal contiene por lo tanto
31 mielómeros. Toda raíz dorsal, después
de un cierto ensanchamiento, el ganglio
espinal, se une a la correspondiente
ventral para formar el nervio espinal
(Figura 2.29) (11).
Una sección transversal de la médula
espinal nos permite observar en ella una
zona central de sustancia gris en forma de Figura 2.29 (12)
Médula espinal
<<H>>, otra periférica de sustancia blanca
y en el centro un fino conducto, el llamado central o del epéndimo, que la recorre
totalmente. Dicha sustancia gris comprende a cada lado, un asta anterior más gruesa,
una zona perienpedimidaria y un asta posterior más fina. Por su parte, la sustancia
blanca está formada también a cada
lado por un cordón anterior, otro
lateral y otro posterior; tan solo este
último se diferencia claramente, pues
los otros dos se comunican por delante
del asta anterior, por lo que a veces se
habla de un cordón anterolateral
(Figura 2.29)(11).
Figura 2.30 (13)
Médula espinal: Corte transversal
La médula posee tractos que
proporcionan vías de conducción en sentido bidireccional, las ascendentes llevan
información al encéfalo y las descendentes regresan la información procesada hacia el
resto del cuerpo. Estas vías transmiten sensaciones del tacto, presión, estado de los
músculos y también posee una parte voluntaria somática, para el movimiento (Figura
2.35)(14).
B-. Sistema nervioso periférico
El Sistema nervioso periférico está formado
por los nervios o pares craneales y los nervios
espinales. Estos pueden ser motores o
sensoriales. Las fibras sensoriales reciben
estímulos de los órganos receptores
periféricos tacto, presión, dolor, calor y frío) y
transmiten información hacia los hemisferios
del cerebro. El conjunto de fibras nerviosas
situadas fuera de la médula espinal se conoce Figura 2.31
como nervios, raíces nerviosas o troncos Sistema Nervioso central y periférico
nerviosos (3).
División motora visceral o autónoma: Células y axones que inervan los músculos lisos,
cardíaco y las glándulas. Recibe la información de las vísceras y del medio interno, para
actuar sobre los músculos, glándulas y vasos sanguíneos. A diferencia del sistema
nervioso somático y central, es de carácter involuntario, activándose principalmente
por centro situados en la médula espinal, tronco cerebral e hipotálamo. Transmite
impulsos desde el sistema nervioso central hasta la periferia estimulando los aparatos
y los órganos periféricos (16).
Entre las funciones del sistema visceral o autónomo encontramos:
- Contracción y dilatación de vasos sanguíneos.
- Contracción y relajación del músculo liso.
- Control frecuencia y fuerza cardíaca.
- Acomodación visual.
- Secreción de glándulas exocrinas y endocrinas: Permite regulación de
digestión, circulación sanguínea, respiración y el metabolismo.
B.1 Nervios espinales
Discurren desde la Médula espinal, presentándose en pares.
(31 pares), los cuales reciben su nombre de acuerdo a la
región medular de la cual provienen (figura 2.30):
- 8 cervicales.
- 12 dorsales.
- 5 lumbares.
- 5 sacros.
- 1 coccígeo.
Todos ellos son nervios mixtos, y establecen un
sistema de comunicación bidireccional entre la médula Figura 2.34 (12)
espinal y zonas de los brazos, piernas, cuello y tronco. Nervios espinales
En relación al habla, no todos los pares craneales tienen una injerencia directa. Entre
los pares craneales relacionados a este proceso encontramos al Trigémino (NC V),
Facial (NC VII), Glosofaríngeo (NC IX), Vago (NC X), Espinal accesorio (NC XI) e
Hipogloso (NC XII).
Bibliografía
2-. Love, R. Webb, W. (2001). Neurología para especialistas del habla y el lenguaje.
Madrid: Panamericana
3-. Gonzalez, R y cols. (2006) Guía docente para curso de postgrado: Diagnóstico de los
trastornos de origen neurológico. Santiago: Hospital clínico Universidad de Chile.
8-. NETTER, Frank H. (2000). Atlas de Anatomia Humana. Porto Alegre: Artmed
13-. THIBODEAU, Gary A.; PATTON, Kevin T. (2006). Estructura y función del cuerpo
humano: Sistema Nervioso. Madrid: Editorial Elsevier.
Cuadro 3.1
Arterias responsables de la irrigación cerebral
De esta forma, el circuito cerebral queda formado por diversas arterias entre las cuales
encontramos, las siguientes: A. Comunicante anterior / A. Cerebral anterior izquierda /
A. Carótida interna izquierda / A. Comunicante posterior izquierda / A. Basilar / A.
Cerebral posterior derecha / A. Comunicante posterior derecha / A. Carótida interna
derecha / A. Cerebral anterior derecha
Bibliografía
- Sistema extrapiramidal.
- Sistema cerebeloso1.
de fibras avanzan hasta conectar con el pedúnculo cerebral del mesencéfalo o cerebro
medio. Posteriormente las fibras entran en el puente y se entremezclan con las fibras y
núcleos pontinos, proporcionando circuitos que reverberan a través del cerebelo y
devuelven los impulsos a la corteza cerebral estableciendo circuitos de regulación
cerebelosa. Luego las fibras cruzan la base del puente y llegan al bulbo, donde en la unión
bulbo-medular aproximadamente el 90% de las fibras decusa (HCE lateral). Las fibras
corticoespinales se unen al bulbo para formar las pirámides, de las cuales el haz piramidal
toma su nombre1.
Decusación.
El cruce del haz corticoespinal lateral derecho el izquierdo se conoce con el nombre de
decusación. La decusación lleva implícito que si una lesión interrumpe el curso de las fibras
antes de que estas se crucen, el efecto se producirá en el lado del cuerpo opuesto a la
localización de la lesión. Si el haz corticoespinal se interrumpe en el cerebro, el movimiento
voluntario de los miembros estará limitado en la parte contralateral del cuerpo. Por otra
parte, si se produce debajo de la decusación, la alteración el movimiento voluntario se verá
reflejado del mismo lado o ipsilateralmente1.
Parálisis, paresia y plejia.
La privación o a gran escala del movimiento se denomina parálisis y la parálisis
incompleta se denomina paresia. La parálisis completa o incompleta de un lado del
cuerpo se llama hemiparálisis o hemiplejia1. Esta información es muy importante ya
que ante hemiparesias o hemiplejias derechas con una lesión por sobre la decusación
indicaría una alteración del hemisferio izquierdo (zona responsable del lenguaje).
motoneurona superior sale del neuroeje. Estas, solo se localizan al interior del cerebro,
tronco encefálico y médula espinal. El haz piramidal, con su activación de las neuronas
motoras superiores puede ser considerado como la vía de activación directa o sistema
motor directo, debido a sus conexiones directas y a la gran activación que produce en
las motoneuronas inferiores (Cuadro 3.2 y figura 3.9) 1.
Cuadro 4.3
Motoneurona superior / Motoneurona inferior
II-. Sistema extrapiramidal.
El sistema extrapiramidal se compone de un conjunto complejo de núcleos motores
subcorticales llamados ganglios basales, junto con el núcleo subtalámico, la sustancia
negra, el núcleo rojo, el tronco del encéfalo, la sustancia reticular y las complejas vías
que interconectan estos núcleos1. Estos núcleos complementan la actividad del
Sistema Piramidal, participando en el control de la actividad motora cortical, como
también en funciones cognitivas4.
Su Función es mantener el balance, postura y equilibrio mientras se realizan
movimientos voluntarios. También controla movimientos asociados o involuntarios.
Por lo tanto, este sistema tiene por función el control automático del tono muscular y
de los movimientos asociados que acompañan a los movimientos voluntarios. Por
ejemplo, al hacer una flexión del muslo, voluntariamente se esta manejando el
miembro inferior derecho, y en forma involuntaria, todo el resto de la musculatura del
cuerpo hace mantener el equilibrio y el tono muscular, esto último es controlado por
el sistema extrapiramidal4.
Características.
Se llama sistema extrapiramidal ya que la mayoría de sus fibras descendentes no pasan
por las pirámides bulbares. Esta es una descripción anatómica muy utilizada por los
clínicos. A diferencia del sistema piramidal, éste es un sistema motor
filogenéticamente muy antiguo y esta formado por una serie de cadenas y circuitos
neuronales de mayor complejidad que el sistema piramidal, denominado Sistema
Neuronal Polisináptico. En el sistema extrapiramidal se van a distinguir:
Asa lenticular: Nace en el globo pálido y desciende con fibras en dirección hacia el
tegmento del mesencéfalo y hacia el tálamo.
Hay otros Fascículos que van desde el cerebelo hacia el núcleo rojo y/o hacia el tálamo,
que pueden ser identificados. Otro Fascículo, es el que conecta el núcleo negro con el
putamen. Esta conexión es muy importante porque aquí se libera el neurotransmisor
dopamina que falla en el Parkinson. Esta enfermedad es un ejemplo como enfermedad
del sistema extrapiramidal, se caracteriza por alteración del tono muscular, temblor y
rigidez. Además, existen fascículos descendentes que van en dirección hacia la médula
espinal (sustancia gris), que pertenecen a este sistema 4.
Los fascículos más importantes son:
- F. Reticuloespinal Medial y lateral.
- F. Rubroespinal.
- F. Vestibuloespinal Lateral.
- F. Vestibuloespinal Medial.
- Fascículo Tectoespinal.
- F. Olivoespinal.
3-. Tracto vestíbulo espinal medial Sus fibras se unen al Fascículo Longitudinal Medial,
ipsi y contralateralmente. Termina en la médula espinal. Participa en el control de la
posición de la cabeza. Su función es estimular a las Motoneuronas Flexoras e inhibir
las Extensoras.
4-. Tracto ponto retículo espinal Se origina en el grupo medial de los núcleos
reticulares pontinos. Ocupa una posición en el cordón anterior de la ME. Su función es
estimular a las Motoneuronas Extensoras e inhibir las Flexoras.
5-. Tracto retículo espinal Se origina en el grupo lateral de los núcleos reticulares. La
mayoría de sus fibras descienden en forma ipsilateral. Se ubica en el Cordón Lateral de
la médula.
Todas las conexiones que pertenecen al sistema extrapiramidal tienen como función
actuar sobre la motoneurona ubicada en los núcleos de la sustancia gris medular y los
núcleos de los nervios craneanos motores, a nivel del tronco encefálico. Estos
fascículos del sistema extrapiramidal, interactúan con la vía motora voluntaria o
sistema piramidal, el cual tiene un recorrido directo desde el córtex cerebral hasta las
motoneuronas 4.
Figura 4.94.
Fascículos descendentes del sistema extrapiramidal
Según este mismo autor, la vía de activación indirecta se forma por múltiples vías
cortas e interconexiones entre la corteza y la motoneurona inferior. En todo caso, es
claro que aún quedan muchas interrogantes acerca de la vía extrapiramidal por
contestar, pues, falta conocimiento acabado acerca de su funcionamiento 6.
Según Duffy, la vía de activación indirecta está compuesta de numerosas vías cortas e
interconexiones de estructuras situadas entre el origen de la vía en la corteza y su
terminación en la motoneurona inferior. Entre los cuales encontramos el tracto
reticuloespinal, el tracto vestibuloespinal y el tracto rubroespinal1 (Tabla 3.1).
Tabla 4.11
Principales componentes de la vía de activación indirecta del sistema extrapiramidal
Función.
Control motor para regular los reflejos y mantener la postura y la tonicidad. El control
es subconsciente involuntario y requiere de la integración de numerosos músculos. Su
efecto parece ser inhibidor, mientras que el sistema de activación directa es
facilitador. En el habla este sistema probablemente inhibe interferencias con el
movimiento de determinados músculos para que se mantenga la velocidad, intensidad
y dirección de movimiento. En general, una lesión en la vía de activación indirecta
afecta el tono de los músculos y a los reflejos. Normalmente se ocasiona en conjunto
con lesiones en la vía de activación directa, es decir, con el sistema piramidal 1.
principalmente por ser parte del sistema extrapiramidal. Lesiones de los ganglios
basales pueden generar alteraciones en esta regulación del control motor, generando
trastornos de habla. Aunque de igual forma, las lesiones de los ganglios basales
pueden relacionarse a alteraciones presentes en los síndromes afásicos, por ejemplo,
pequeñas lesiones bilaterales de ganglios basales causan con frecuencia un habla
hipofónica8.
Función.
piramidal1.
Las funciones de los ganglios basales no han sido totalmente dilucidadas y estas, se
han descrito, principalmente en base a inferencias en relación a las lesiones de estos.
Así pues, se piensa que los ganglios basales participan de forma importante en el
control motor, en especial, en la iniciación de movimientos y mantención de
movimientos continuados1. Influyendo particularmente en:
- Movimientos relacionados con la postura.
- Movimientos automáticos.
Tabla 4.27
Tabla comparativa entre el sistema piramidal y el extrapiramidal.
III-. Sistema cerebeloso.
Es el tercer subcomponente del sistema motor que influye en el habla. Al interactuar
con los sistemas piramidal y extrapiramidal, además de la sustancia reticular del tronco
encefálico, el cerebelo facilita gran parte de la coordinación motora del habla1.
Función.
Las conexiones que el
cerebelo tiene con otras
partes del sistema
nervioso central son
importantes para el
desarrollo de sus
funciones. A través de
estas conexiones el
cerebro recibe y envía
impulsos eferentes y
aferentes y cumple con
su función primaria, la
coordinación sinérgica de Figura 4.126
Cerebelo: Relación funcional con otras estructuras.
músculos y grupos
musculares. Se define la sinergia como la acción cooperativa de los músculos.
Circuito de control.
El circuito de control se refiere al cerebelo y otras estructuras reguladoras,
específicamente: pedúnculos cerebelosos, formación reticular, núcleo rojo, núcleos
pontinos, núcleo de la oliva inferior, tálamo y corteza cerebral. Su función apunta a la
integración y coordinación de la ejecución de movimientos directos.
Programación motora
1-. Love, R. Webb, W. (2001). Neurología para especialistas del habla y el lenguaje.
Madrid: Panamericana.
3-. Cuadrado, M.L. Arias, J.A. Palomar, M.A. Linares, R. La vía piramidal: Nuevas
trayectoria. REV NEUROL; 32: 1151-8].
5-. Duffy, J. (2005). Motor Speech Disorders: Substrates, Differential Diagnosis, and
Management,. EEUU: Editorial Elsevier Mosby.
V. Alteraciones en el control
neuromotor del habla.
Alteraciones en el control neuromotor
del habla
A.1 Hipertonía.
Aumento del tono muscular, aumentando la dureza de los músculos afectados y la
resistencia a la movilización pasiva. Suele producirse por lesión de las motoneuronas
descendentes4. Se puede identificar moviendo un miembro hasta su ángulo máximo
(examen de amplitud de movimiento)2. Se debe diferenciar de la rigidez ya que
constituyen signos distintos y forman parte de cuadros diferentes. La diferencia entre
ellas radica en que en la espasticidad existen alteraciones en los reflejos miotáticos,
mientras que en la rigidez estos son normales 4.
A.4 Hiperreflexia.
Exageración de los reflejos de estiramiento muscular. Se puede comprobar la acción
refleja a nivel de las articulaciones provocando el estiramiento de los tendones. Esta
acción exterioriza la exageración de los reflejos de estiramiento muscular 2.
La parálisis espástica, hipertonía e hiperreflexia generalmente se asocian a una lesión
del haz piramidal, en especial a lesiones del haz corticoespinal. Sin embargo,
generalmente, afecta también a los haces corticobulbares pudiéndose observar signos
de espasticidad en los músculos del habla de la línea media, así como también en los
músculos distales de los miembros. Los músculos de habla espásticos pueden ser
débiles, lentos y limitados en su amplitud de movimiento 2.
Clonus.
Serie sostenida de contracciones rítmicas o espasmos musculares al mantener el
tendón de un músculo extendido. Este signo se evalúa estirando el tendón de Aquiles a
nivel del tobillo. La presencia de un número escaso contracciones clónicas (Clonus
abortivo) carece de importancia clínica, en cambio si se mantiene, se considera un
signo patológico.
Reflejos cremastéricos y abdominales superficiales
Al igual que el signo de Babinsky, se denominan
reflejos superficiales ya que los producen
receptores cutáneos. En cambio los reflejos
extensores musculares son considerados reflejos
profundos ya que los producen órganos
terminales receptores situados en la profundidad
de los tendones. Se producen por estímulos
táctiles en los cuadrantes abdominales o la
superficie interior del muslo respectivamente. La
respuesta abdominal normal consiste en una
contracción del ombligo hacia el cuadrante estimulado. Una respuesta cremastérica
normal es la elevación del testículo ipsilateral en el hombre como respuesta a la
estimulación del muslo. La ausencia de estos reflejos indica una lesión de
motoneurona superior 2.
A-. Hipotonía.
Corresponde a una disminución del tono muscular y una disminución de la resistencia
al movimiento pasivo, como consecuencia de una alteración de la motoneurona
inferior. Genera como resultado, que los músculos inervados por los nervios craneales
o periféricos se vuelvan blandos o flácidos y pierden su contorno redondeado habitual,
motivo por el cual a este tipo de parálisis se les llama parálisis fláccida 2.
B-. Atrofia.
Pérdida de masa muscular que se genera en algunas ocasiones como consecuencia de
la parálisis de motoneurona inferior. Los músculos que sufren atrofia, muestran cierto
grado de degeneración debido a la denervación que los afecta. Este proceso (de
degeneración), se puede apreciar clínicamente gracias a ciertos signos, cuya presencia
indicaría la alteración de motoneurona inferior. Entre ellos encontramos las
fibrilaciones y fasciculaciones, los cuales se describen en la literatura como trastornos
eléctricos en las fibras musculares denervadas 2.
B.1 Fibrilaciones.
Contracciones finas de fibras musculares simples. Estas por lo general se pueden
observan a través de la electromiografía (EMG), excepto quizás en la lengua donde
podrían ser visibles a la observación clínica2. Sin embargo, tiende a ser poco probable
esta última aseveración.
B.2 Fasciculaciones.
Contracciones de grupos de fibras musculares, los cuales son fácilmente detectables a
través de la práctica en los músculos esqueléticos a través de la piel. Se pueden
observar claramente en los músculos de cabeza y cuello, así como también en otros
músculos del cuerpo. Se pueden ver especialmente en una parte relativamente grande
de masa muscular de la lengua si se encuentran afectados los músculos bulbares. No
tienen por sí mismas un efecto directo sobre el habla, sino que sirven como signo de la
enfermedad de la motoneurona inferior2.
C-. Hiporreflexia.
Disminución de las respuestas reflejas normales accionadas a través de los
componentes sensoriomotores del arco reflejo ocasionadas por la alteración de la
MNI. La reducción de respuesta se denomina Hiporreflexia. La falta total de reflejos se
conoce como arreflexia.
B.1 Temblores.
Movimientos sin un sentido determinado, que representan acciones rítmicas,
oscilatorias e involuntarias. Normalmente se dividen en normales o fisiológicos y
anormales o patológicos (Temblor en reposo / Temblor de intención) 2.
Temblor de intención.
Generalmente se presentan asociados a alteraciones cerebelosas Corresponde a
temblores asociados al movimiento, los cuales se intensifican en la medida que este
concluye2.
B.2 Corea.
Movimientos rápidos, al azar, hipercinéticos que siguen un movimiento normal. Tanto
los movimientos del habla, faciales y respiratorios, como los de las extremidades
resultan afectados. Generalmente son síntomas de un trastorno hereditario llamado
“Corea de Huntington” además de otros trastornos extrapiramidales 2.
B.3 Atetosis-
Movimientos lentos, temblorosos contorsionados e irregulares. Generalmente se
observan en extremidades, rostro, cuello y tronco. Estos, interfieren directamente con
las acciones finas y controladas de la laringe, lengua, paladar, faringe y mecanismo
respiratorio. Al igual que la mayoría de los movimientos involuntarios desaparecen
durante el sueño 2.
B.4 Distonías.
Corresponden a posturas estáticas distorsionadas por exceso de tono en determinadas
partes del cuerpo. Las posturas discinéticas son lentas extrañas, a veces grotescas y
pueden desarrollar movimientos contorsionados, giros y torsiones. Es común
encontrar disartrias, principalmente por las alteraciones a nivel laríngeo. Otras afectan
al rostro, lengua, labios, paladar y mandíbula 2.
B.5 Mioclonías.
Corresponden a contracciones musculares abruptas o breves, pueden ser normales o
patológicas y en el caso de estas últimas pueden también afectar al habla. Se describen
como movimientos de 10 a 50 oscilaciones por minuto aunque pueden ser más
rápidos. Se pueden dar normalmente cuando una persona se encuentra a punto de
dormirse. En el caso de los mioclonus patológicos pueden afectar los miembros, al
tronco (es lo más común), musculatura facial, mandíbula, laringe y faringe 6.
Las lesiones cerebelosas o en las vías cerebelosas se manifiestan por medio de la falta
de coordinación de movimientos voluntarios y con frecuencia en posturas adoptadas
voluntariamente. Los signos clínicos generalmente se presentan en la misma parte del
cuerpo en que se produjo la lesión cerebelosa (Lesiones de la MNS producen efectos
contralaterales /Lesiones cerebelosas producen efectos ipsilaterales.
A-. Ataxia.
Primer signo de lesión cerebelosa. Corresponde a una falta de coordinación general
de los actos motores. Generalmente se describe un ritmo fluctuante y posturas
anormales. El paciente logra compensar el andar atáxico parándose o caminando con
los pies muy separados (Base de sustentación ampliada). También asociado se señala
que produce una descomposición de los movimientos, es decir, se segmenta un acto
motor por partes (como si lo realizara un robot), este es considerado un movimiento
atáxico2.
B-. Dismetría.
Capacidad de realizar movimientos segmentarios pasando de un punto a otro en el
espacio en forma adecuada al deseo de la persona o de lo que se le solicita (26).
Corresponde a la incapacidad para estimar la distancia, fuerza y velocidad de los
movimientos. El paciente puede detenerse antes de realizar un movimiento o puede
excederse en la realización del acto motor 2. Para evaluar esta capacidad disponemos
de distintas pruebas:
- Prueba índice – nariz: el paciente debe tocar la punta de su nariz con ambos dedos
índices en forma alternada.
- Prueba índice – índice: el paciente debe tocar con la punta de su dedo índice el dedo
índice del examinador, primero con una mano reiteradamente y luego con la otra
extremidad7.
D-. Rebote
Incapacidad para verificar la contracción de los músculos flexores y provocar la
contracción rápida de extensores. Puede indicar la falta de movimientos
diadococinéticos finos7.
E-. Hipotonía.
La hipotonía tal como se describe anteriormente, corresponde a una disminución del
tono muscular y una disminución de la resistencia al movimiento pasivo. En las
alteraciones cerebelosas se puede presentar como signo clínico, observándose una
debilidad de los músculos del cuerpo y la ausencia de un tono norma l7.
F-. Temblor de intención.
Temblor generalmente asociado a alteraciones cerebelosas. Corresponde a temblores
asociados al movimiento, los cuales se intensifican en la medida que este concluye 2. No se
observan en reposo. Puede ser observado durante todas las actividades que se realizan
para la exploración de la función cerebelosa7.
G-. Discinergia.
La sinergia se describe como una adecuada coordinación de músculos agonistas y
antagonistas durante un movimiento. Implica un balance de contracción-relajación
muscular de los extensores y flexores durante un movimiento segmentario. La disinergia
provoca el temblor de acción o intencional, y la descomposición del movimiento durante
estas maniobras al realizar cambios de posición solicitados. Se puede evaluar pidiendo al
paciente que realice círculos imaginarios en el espacio con el dedo índice, con toda una
mano, con ambas manos y con los pies incluso 7.
Bibliografía
1-. Duffy, J. (2005). Motor Speech Disorders: Substrates, Differential Diagnosis, and
Management,. EEUU: Editorial Elsevier Mosby.
2-. Love, R. Webb, W. (2001). Neurología para especialistas del habla y el lenguaje. Madrid:
Panamericana
4-. Ojeda, J.L. Icardo J.M. (2004). Neuroanatomía humana: Aspectos funcionales y clínicos.
Mexico DF. Masson.
6-. Webb, W. Adler, R. (2010). Neurología para el logopeda. Barcelona: Elsevier, Masson.