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1.3. Confidencialidad
En principio, la confidencialidad corresponde a los deberes propios de la
buena fe laboral del trabajador, donde debe abstenerse de causar daños
al empleador, como la divulgación de información confidencial de la
empresa.
Por ende, se suele formalizar mediante acuerdos específicos respecto de
aquellos trabajadores o funcionarios que por la naturaleza de las
actividades o especialización acceden a información particularmente
sensible. Suele ser directamente proporcional a la jerarquía del
trabajador: a mayor nivel o especialización, mayor su deber de
confidencialidad.
1.4. No competencia
Se aplican las mismas condiciones señaladas para el pacto de dedicación
exclusiva, es decir que cuenta con una restricción a la libertad de
trabajo.
El pacto de no competencia es más frecuente con trabajadores
especializados o funcionarios que acceden a información reservada o
particulares técnicas de producción o fórmulas; evitando que un
competidor obtenga ventajas del Know how (el saber cómo) que la
empresa ha transmitido al trabajador.
Si el trabajador desea mantener un empleo anterior o continuar ejerciendo
una actividad previa suele plantear, al momento de su contratación, que
en lugar del pacto de exclusividad se compromete al pacto de no
competencia y confidencialidad, vía mediante la cual se atiende el
planteamiento del empleador.
1.5. Permanencia
Prof. Durán López (1985) mediante el pacto de permanencia el trabajador
se compromete a continuar prestando servicios a su empleador, el
tiempo que se establezca este pacto.
Por lo general, este tipo de pacto se celebran cuando la desvinculación por
iniciativa del trabajador causa perjuicios al empleador. Es el caso de los
estudios de especialización del trabajador que son financiados por la
empresa con la expectativa de que éstos produzcan. Vinculándose al
costo económico asumido por la empresa y, al mismo tiempo, a evitar
ventajas del competidor. Este pacto no está regulado en nuestro
ordenamiento, ya que de otro modo se tendría que recurrir al Código
Civil para cuestionar su validez por la excesiva onerosidad (costosa) de
la prestación.