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ÍNDICE

Introducción
¿Qué psicoanálisis para el siglo XXI? ............................... 7

Capítulo!
Figurabilidad y no-representación. 4 casos....................... 15

Capítulo II
"Solamente dentro - También fuera". La paradoja
del investimiento del objeto. El caso de Oiga................. 27

Capítulo ID
La dinámica de doble. Un problema de técnica
psicoanalítica: el trabajo en doble. El caso de Florián ... 45

Capítulo IV
Lo alucinatorio y lo negativo del trauma infantil.
Aline, un psicoanálisis a cinco aiios ................. .. ............ ... 67

Capítulo V
Las alucinaciones de "gentes normales".
Interpretación en t •• tópica e interpretación
en 2d• tópica ... ...... ....... ..... ....... ............. .... .. ........... ... .... ...... .. . 99

Capítulo VI
La percepción: su estatus metapsicológico.
Huella mnémica y huella per.ceptiva .................................. 119
Capítulo vn ----------
El principio de coovergencb-cohereocia.
El fundamento traumático d~ psiquismo .......................... 141

Capítulo VID
Introduccí6n al procesual Atemporalidad
y simultaneidad psíquicas •··················································· 151

CapítuloIX
La unidad narcisista .............................. ................................ 171

Capítulo X
El ioacabamiento fundamental de todo psicoanálisis.
Los procesos irreversibles .................................................. 187

Advertencia .............................................................................. 211


Introducáón
¿Qué psicoanálisis para el siglo XXI?

Est.e boro es un antología de artículos seleccionados con un doble objetivo.


En primer Jugar queremos presentar al lector nuestro itinerario psicoanalítico,
e) recorrido de una investigación comenz.ada hace veinte años, basada siem-
pre en Ja práctica analítica, y en Ja que han ido emergiendo progresivamente
nuevas perspectivas teóricas. Este itinerario es portador, a) mismo tiempo
de) segundo objetivo de) libro, el reconocimiento de que Ja 1e<>ria analítica
atraviesa una crisis. Ni que decir tiene que no es en e) sentido de un cuestio-
namiento de sus sólidas bases; muy a) contrario, es en Ja actual profundiz.ación
de sus fundamentos que emerge una nueva fuerza. Esta crisis es Ja de un
psicoanálisis centrado hasta ahora en e) estudio de la neurosis, una concep-
ción basada esencialmente en Ja teoría de Ja representación, en consecuencia
en las causalidades temporo- espaciales cuyos limites conocemos hoy en día;
una concepción que no permite captar todo Jo que hemos comprendido y toda
Ja complejidad de) psiquismo. Estos límites, ya sospechados por el mismo
Freud, han sido valorados desde hace algunos años por teorizadores que
trabajan con pacientes borderline, cuyo psiquismo parece responder a modelos
que incluyen lo no-representacionaJ, Jo fuera-del-tiempo. De hecho, repre-
sentación y pasado, estos dos pilares de )a teoría clásica, aunque centrales
en ciertos dominios, se muestran insuficientes para dar cuenta de )os envites
fundamentales en otros.
Más que de crisis de) psicoanálisis, seria justo hablar de momento evo-
lutivo actual en tanto que continuación natural de Jo que ya está inscrito en
el espíritu de Ja teoría psicoanalítica desde sus primeros esbozos. En este
sentido, y para captar mejor )a evo)ucíón de nuestra disciplina, nos parece
de gran utilidad situar eJ pensamiento de Freud, tanto en su comienzo, como
en sus desarrollos mayores, en relación a )os descubrimientos de su tiempo.
Po~que e) psicoanálisis surgió en e) contexto científico y cultural de .fin del
S. XIX, forma parte de Ja evoltJción de) pensamiento del hombre, lo marca
profundamente, a) mismo tiempo que él mismo es marcado.
Alás a//á d a 9

"',
e IQ
'P•e.r
Somos los hijos de una revolución que se operó en
. gida(que
. XIX Y XX:
a caballo entn, los siglos una ve·""" "'• ducción . .dadi:npone
bre la relat1Vl restnJl~-..
npriJnef
.-.. en
1890, Ramón Y Caj_aJ_furmuJa hli>ótes;, de qu, el""""- • ,,,,. E;,,,t<in ""'°'.' ....,..,,... '° ue """""'""..;;....
puesto por células md1vtduaJes separadas. unas de otras CSfá Cotn. te este año,,cu}a-onda), y la música q stá ya ene
1905: dutalltadualidadparti..nci6n atonal derousical no e _.,
reticular tal como Golgi había creído. Y no Un 8' --~ con ,. conCvy-• l ·gama d fue•-
se seg=- ara cuerda& •de armonía": o ha nacido._ completu re obra:
1891, Stoney m1roduce la noción de elecw,, eon,;,¡..;,,¡olo"" cuarteto p "Tratado dodecafolllSID . 6n cuya m, mayor de la la
como una carga transportada por los iones. l:anicn1c 1911 con c!ási""'¡°'
,ut,> Sdl<>ri1" de "!v.,1ución '";..-sva y dedel
21 de <f!ciembre '."; 1895: J)n>yección del_"~w...,.,_ en las
1 O~ n;icasso pin~~ pennanenn;¡~cción de latraIJlOS un fuera
"invento sm PD>venu', segun la OJ>Uuón de los prop,os !.un,¡&lo \,,;;.,,to de"'"'
6 oi6n t,amciooal, voz""' ""'°" c;ert<>S
seguido porel teléfono, el •vóón, el automóv;J, y má, """.: po, 1, "'"" con 1, ..-:',. del ,ujoto. Una . , oabal"' de Roco<·

=-"'de-•
tenm,¡ un ~oto en el hombn, que_mod,fic""' su relac,ón c ,1 """" ruptura taci6n rea}is literanas y d el tietnPº· "El
y el espacio, con lo escnto y con la unagen, con la palabra y 00
con la cosa. espacio-- os a esto 1a i·m,pci6nde°"""
r su número y de Katka y _con dea
el conjunto
1896, H. Becquerel descubre la radioactividad. AfiadaID
fi sionantes Po lado la obra _;.,...,o autor, bras cuy
1897, J.J. Tbompson, al detenninar la masa y la carga del electrón, se filóso os impre
d brevemente' de un como d"ice ellado
, bien ......~-importantes o y PrOUst,
kett
vio llevado a postular que en realidad este último era una nµeva forma de
materia. emos muy li"dad": o mas en desde otro . Joyce, Bec •nfiuenciado
hombre sin ca. hombre". Surg .6n con e1tiemPo•fía En Joy ce, t Mund.ia1,
"cualidades smomún es la rela;~o de la filoso rimera Gu~ acabada,
':°y';,cidei!"".;".:.. o..1a-~ ....- ~de-ladeobraI•
2 I de setiembre de 1897, Freud escribe a Fliess esta frase, citada con
frecuencia, que abrió las puertas aJ psicoanálisis: "Ya no creo en mi nellIÓtica". ¡,,eocuP"'
con Bergso su familian a .ento espontáneo, donde "las
En adelante el suceso real, el trauma, será considerado de otra manera. Su

:::::.:.:-...=.:=-
sin duda~:a de un "pe0:iaci6n de idei:,,~nEste no es el búsqueda
potencial desorganizador no debe ser ya comprendido únicamente en función es la ten mática"' por presente espe . resenta como . o mismo y
del factor cuantitativo inherente a la realidad del suceso porque solo puede
ser captado Verdaderamente en la relación del suceso con la conflictualidad
psíquica
con del sujeto, con su infancia, con la amnesia infantil y, en consecuencia,
la represión.
t "En . en el ro recupera "!."'~:'.:!
enonza- ~:
de Prou: la memori~ tl:Uento del tiem~e Joyce, no P_º~to bajo el signo
en la qu el apacigu la estela .empo indistlll fi a de una
Esto fue seguido en 1900 por la publicación por parte de Freud de su ,1 mundo"',rtida, B - ': nn ,ninuto. Un• oco se """' "";'c,pta, el
libro "La interpretación de los sueños" que concretaba la primera de las En contrap ivale a una vi~ o e nada, pero muy fan
cuidadoso Po .a (el ce-
8Tandes mutaciones científicas que caracterizan nuestro siglo: el psiquismo joQlada eq~ ci6n, no se pi~ a o~". Bergso~culo entre 1Jlll~ tiempo"
debe ser comprendido a través de las diferentes temporalidades que habitan de la repetl día de una V1. ncemientes al . i6n de "El ser y
de un • hº 6tesis co la apanc
los diferentes sistemas; en la articulación conflictuaJ entre un sistcmia, el hora, ñade sus ip 1927, viene robre, tanto
inconsciente, hervidero de deseos originados en el pasado, en la ;sexuaUdad tiempo, a íritu. Después, en 1 certezas del ho tidos, sus
Ínfilntil y camcterizado por un fuera-del-tiempo, y otro sistema, el preconsciente- rebro) y esp nmociona as os de los sen opio
consciente, en el que reinan los procesos secundarios, el pensamiento de- de Heidegger. .enzo de siglo coedio ·de sus órg:as referida& a su~ na-
te comi . por m más ín ualquier
terminado por la tcmporo-espacialidad. Es la tercera herida infligida al Así, e~ enen del exten~~es, como las disciplinas ce colocan en
Darcisismo del hombre: después de las que procedían de los descubrimientos las que ~nes auditivas y V1 los interrogante~ enen imPortan~ia,_s lina desde el
de Copémico, el hombre ya nó es el centro del universo; de Darwin, el percepc~o to. Se imponen licitan y adqwer trabajan la discip
hoqibre no es
es dueño
ya la razón pensanue~na vez que se e~6ricos actuales,
hombre no de sí de lo vivo; eh aquí la que procede de Freud, el
mismo. turaleza. desarrollos
elcentro de los

I
. ·or ya sea "dura" 0 "blanda", ciencias del .hombre o de la naturaleza.
J11terl • hOrizonte O cresta de montaña estos mterrogantes, como hemos de] hombre no hacemos injuria a 1a Antigüe~d?~, el ho~bre, frente a sus
de1 relación al e~c1?""tiempo,
L!·nea haceil • • 1,ª _matena-esp
· ·fritu
. ; o, s1· ~eremos, conocimientos, que de ~ho, aum~tan la conciencia que tiene de la amplitud
\'lsto, . to espacio-matena/tJempo-espmtu que permite presentir el papel de su ignorancia, de su impotencia frente il la naturaleza, como frente a sí
un conJ_un te destinado a la noción de simultaneidad en el seno de las mismo, ¿puede evitar ser sobrepasado? ¿Está condenado a la vía de salida
detenniJlail · ·
utaciones futuras. de Jo religioso? ¿Tiene posibilidad de concebir las causalidades fuera-del-
forJJl . cías duras se encuentran confrontadas a un fuera del espacio- espacio-tiempo que no impliquen la idea de Dios, que no impliquen más que
. LaS la forma de lo infinitamente grande de la astrofisica, 0 de lo al hombre?.
u ~
. finitaJDell e
ªJºt pequeño y la dualidad partícula-onda de. la mecánica cuántica; La revolución copemicana debía conducir inevitablemente, pasando por
111 • rta manera ocurre lo mismo en lo que concierne a las nociones de el heliocentrismo, al descentramiento del mundo y, más ampliamente, a )a
Y, en c1e ani.zación y' de propiedad . emergente para l as c1enc1as · · de los seres
noción de ausencia de todo centro en el seno del universo; esto habría
a~to-or&I eurociencias. Por su parte, las ciencias blandas se definen por producido como efecto de un contragolpe, el renacimiento de lo religioso
vtvos Y_. as• n de terrenos de una comp1eJt ·"dad tan grande que el método _
recentrando el universo en tomo al hombre, un recentramiento que se efectúa
le. aboiuaJe
, · mo en el sentido moderno e l térmmo
· d · es inoperante
· · por na-
15 en tomo a la idea de Dios. Pero; ¿es necesariamente religiosa?. No corres-
cienttfico mi forzar el fenómeno de la hipercomplejidad la imposibilidad de ponde responder al psicoanálisis. Por el contrario, este último puede concebir
turaleza, a• re xperiencia de aphcar · una causalºd 1 ad 1·meal . Y. , en.lo concer-
reproductr 1a e • . la salud del hombre también en un retomo, pero menos ~n un sentido
. al · oanálisis su estatus es particular, realza de las c1enc1as blandas bomocéntrico y narcisístico que en el de un retomo a los hallazgos de Jo
mente pstc de que la' repetición de la expenenc1a, · · en eI senti"do científico ·
universal en el hombre, en tanto que forma parte constitutiva de la naturaleza
el fenómeno
. · h I
tá a su alcance pero en revanc a, a ses1 n e an 1s1s, "ó d ál" · con
hab1tua1' no es ' . . . bar . en tanto que poseedor de conciencia y de su bien más precioso: la inteligencia'.
. d s datos que la caractenza, permite, sm em go, que ciertas Un retomo al hombre que debe hacerse en el sentido de una mayor atenció
la fi1eza, .:e su propias de las ciencias . . "duras" fiormen p arte de su naturaleza.
~¡ papel del acto mismo de pensamiento, más exactamente a los límite:
caractensucas . 'fi .,: . "La
·t · ¡ reciente de una revista c1enti ca tan presugtosa como mherentes . de este último·, es decir, a los sistemas de repre-
. . a la naturaleza
Un edi ona d · ·
" en'a que con )os nuevos avances e nuestros conocmuentos, sen~cm~ verbal, gracias a los cuales el pensamiento puede acceder a la
Recherche sug . . das .
la d1stinc1 n entre ci·encias duras y ciencias blan , en otros tiempos tan
• • ·ó · conc1enc1a y que son estrechamente dependientes de ]a temporo-e ·al·dad
determmante, •
ac tua. )mente está en vía de borrarse: . unas y otras están 1
con- Y de las causalidades lineales que se desprenden de ello. El h o : : ~ebe
· da · 1m te a la misma dificultad: la de pensar los desarrol os que hacerse capaz de conformarse, de medir la incapacidad del . .
forma s 1gua en · d verbal p · pensamiento
se alejan de las causalidades temporo-esp~ciales. El co~cepto nu~o .e . . , or su propia estructura, para conceptualizar los dominios d 1
· · en tanto que está concebido en témunos de.conterudo y de terotono cmuento que se encuentran fuera de ]a tem . . e cono-
c1enc1a, - debe esclarecerse la incidencia decisiva d Ipor?-<:spaciahdad; brevemente,
determinados, es un tema a discusión en lo sucesivo. . : . verbal sobre el contenido mismo del e os_ lumtes de lo representacionaJ
Hoy, en 1997, casi cien afíos después d~ ese corm~ del stglo:
fabuloso e inesperado, cuando se piensa en la mgenua segunda~ del bo:W palabra~ imponen al conocimiento. pensamiento, de las fronteras que las
Por importante que todo esto se . .. . .
intbuido de las concepciones . positivistas del siglo XIX que le hacíantaJ~n9
con en..,..,;a: Dios ha muerto, las mutacmnes · · tíficas provocan dó"" la
cien ~·-- tentarse con desvelar o d . a, nuestra propos1c1ón no pretende con-
' sea enunciar los limites d 1
co~secuencia de su encerramie , e o tepresentacional como

~~:e
-·o- . d fecto para ~1co Y quiere aventurarse en un estud. ~o Ien la temporo-espacialidad. También
a los misterios de la naturaleza que se pro uce un e fi . de UD4
ingenua seguridad de los científicos se desvanece en vuelta· nef del conocimiento. Avanc to e o que pu~de llamarse las "presentacio-
tendencia a explicaciones que transcienden al hombre- Dios ÍIJ1ÍCDtoS la percepción "por el órgano demlos qu~ la noción de "presentación" implica
un procesuaJ capaz de " e a conciencia" (Freu d), una endopercepción
i
. Entonces, al alba del tercer nu·1eruo . (¿p ero, datando así los conoc
presentar" a la conciencia bajo fonna de un~
Introducción JJ
12 Más allá de la rq,re.senración

figurabilidad, lo que en una primera ap~ximación no se puede hacer me· realidad) está "solamente dentro • también fuera". La continuidad de un
d"1 do representaciones verbales. A partu de ello, mednemos en qué m~1da recorrido, más que discontinuidades (fuera-dentro y rq,resentación-pen:ep-
: · plicado el psicoanálisis. Y, con el lugar privilegiado en este dommto ción), daría cuenta mejor de la complejidad de articulación que opera entre
es un suyo el compromiso que debe asumir para explorar estos nuevos el psiquismo y el mundo llamado externo.
que es e1 ,
A esto se viene a añadrr la dificultad mayor en la que se encuentra el
terri~otio~emos esforzado en este empeño a partir de una investigaci~: psiquismo confrontado permanentemente a una serie de elementos
0
~ · lítica. Siempre ocuma en los momentos dtficiles. heterogéneos procedente de fuentes diferentes, una situación en la que reina
exclusivamente ps1coana . b tros una figurabilidad: una intc\ecctón fa simultaneidad, y que el psiquismo debe transformar en un solo elemento
, • te que se susetta a en noso . ás
algun pac1en . ponla que nosotros padcc1amos m homógeneo mediando la creación de un nuevo sentido ordenador del con-
d labras que se nos nn , .
más allá e 1 ,as pa El lector se apeICibirá leyendo los textos, gract";/ su junto. El mejor ejemplo es el trabajo del suefio en donde hay transfonnación
que conduc1amos. . ha "do respetada gJOSSO modo, que imos en contenido manifiesto de elementos muy diferentes que asedian en un
presentación cronológica ¡°e bl::n. de la figurabilidad pslquica, por lo que momento dado el psiquismo, deseo infantil reprimido, restos diurnos, huellas
"'rendidos de golpe por e
so.,..
tn:º
1 funcionarmento ps1qmco a
. . fin de superar momentos mnémicas, percepciones actuales que amenazan provocar el sueilo. Por eso
podla aportar ª ,. . hemos concluido que existe en el psiquismo un principio de convergencia-
tI1l u máticos. .b.
tra nos aperct unos
de que \a tcorla ana\1ttca se había
• b coherencia cuya función principal es la de organizar un sentido, ligar sin
Para sorpresa nues ' bilidad, muy determinante, sm cm ar~o, inquietarse verdaderamente por lo bien fundado del sentido creado-encon-
ocupado poco del terreno de la _f i::iento ps\quico; tanto más cuanto es m- trado, ya que es vital para la supervivencia psíquica establecer vínculos.
rensión del funcio á llá de la n>nresentaci6n. Nos parece
para l acomp , cáom sa •-r - Gobierna el psiquismo con el mismo derecho que el principio del placer; y,
ble del terreno del mas a . con el término de no-representac16n, si creemos en la idea de Freud, expresada en Más allá del principio del placer,
separa . este tetritorio de la ps1q~e . ta comprender que la noción que "la ligadura es un acto preparatorio que introduce y asegura la dominación
justo desd1gnq:e la connotación negauvaJ;:1enta de la cualidad traumática del principio del placer", podemos pensar que el principio de convergencia-
esperan o . ficiente para f 11
d irrepresentable era msu sentacional acaba de a ar. ha coherencia precede a esta última; en todo caso, los dos principios son
e . rta cuando lo repre bilidad. por el hecho de su estrec estrechamente interdependientes a través de la sexualidad infantil.
que se de5?1e de alucinatorio y de figura bº rto la vía a un estudio de la En suma ¿Qué psicoanálisis para el siglo XXI?. El psicoanálisis se ha
Las nociones . ón hablan a ie .
1
\'fea Al
desarrollado hasta ahora sobre una teoría de la representación. Desde este
relación_ co~ lad::t;:::c~e ~sta de la.;e~:~::~~~¿: ; : : ~ d~ \a punto de vista, lo que podía aportar ya se ha producido prácticamente. La
percepe1~n es volver a poner. en ~uestl n r ue nos apercibíamos que la nueva apuesta de la teoría psicoanalítica parece ser ahora la del estudio de
mismo nempo, 'dad se bacía inevitable, Po q
prueba de la reah .derada por Fre~~ de una ro:erademasiadoclcmcntal
r \os órganos de los
dicha prueba era cons~tado del ejerc1c10. e~dectulasª n~ones de púlsión yde
un más allá de la representación, la de un mejor conocimiento de lo alucinatorio
y de los procesos irreversibles.
Esperamos que la lectura de los textos presentados en este libro darán
imple resu partJ! e n)adc!3111CD~ cuenta, de una manera detallada, de este itinerario que nos ha parecido útil
como e 1 s bº so\a.Illente a . concepción ve
esbozar a grandes rasgos. Hemos optado por presentar la mayor parte de
sentid?s- ~o:bj:::: pudo ser estab:;::.: par una formula~== los capítulos en orden cronológico a fin de que el lector puede evolucionar
jnvestJdufa e eba de la te ·veldenuestror-.
psicoanalítica d:!ª;;tado bacef in~~~!\: ::lidad: la doble inv:;::
al ritmo de los escollos que hemos ido encontrando; con la idea de que así
tendria mejores recursos para hacerse una opinión sobre los conceptos que
dictoria q~e ~:':ue estttJctura la:::: \os sentidos, -~e una ~tada en el nuestro recorrido nos ha impulsado a volver a valorar, o sea crear, tomando

L
secundanº.' /o pot \os órgan de su percepc1on._ expe i· el objeto (JI cuidado de que sean compatibles con la metapsicología y la teoría de la
endopsíqu1ca y en el adentro,} uede ser enunciada as .
b' "'to supuesta ,. 6 parad631ca p
. o ~,.. ' La fonnu\ac1 n
afuera-
- u
Mds allá d~ la npre.smtación

técnica. Pedimos disculpas por a l ~ repeticiones, quizAs pesadas, que eran


inevitables para respetar la ~tac'.ón de las dudas y vacilaciones que nos
han acoropaiiado en nuestro 1tmenmo. Figurabilidad y no-representación.
CapítuloL-
Parls, junio de J997 4 casos

Nos ocuparemos esencialmente del valor económico y dinámico de la


figurabilidad en el analista, de la "intensidad sensorial" de la imagen -la
expresión es de Freud- y su utilización en la cura. Por medio de algunas
viñetas clínicas evocaremos momentos de tigurabilidad en el analista. enten-
diendo por figurabilidad el producto de un trabajo psíquico diurno comparable
al del sucfio con su recorrido regredicntc que desemboca en una percepción
interna cercana a la alucinación del softante.
Nuestra experiencia como psicoanalistas de nillos nos ha permitido co-
nocer el dormir con los ojos abiertos de los niños autistas. Su mirada, que
nos atraviesa durante el día, continua por la noche perdiéndose en un fondo
lejano de nada. Estos niños en tratanúcnto, apenas surgen los primeros sig- •
nos de relación objeta!, comienzan a gritar de terror y a llamar a sus padres
mientras duertnen. Creemos que, de partida, cuando comienza la investidura
de las percepciones y de las representaciones de los objetos de manera frágil ,
fluctuando, sin distinción verdadera entre lo que es percibido del objeto y lo
que es representado, la ausencia del objeto puede ser equivalente a la pérdida
de su representación. Y más que Ja pérdida del objeto, es el peligro de la·
pérdida de su representación, heredera de la satisfacción alucinatoria del
deseo, lo que se constituye en sinónimo de desamparo. Vamos a explicamos.
En lugar de una hipotética sucesión genética desde el yo-placer al yo-realidad
definitivo, encontramos más heurlstico plantearnos su simultaneidad precoz
Y un funcionamiento psíquico con intereses contradictorios. Pensamos con-
tradictorios y no conflictivos y esto nos impide hablar de un clivaje precocísimo •
del yo, al estar ligada la noción de clivaje a la de un mecanismo de defensa
frente a un conflicto. Digamos que el yo tiene un origen doble.
Mlu allá dt la represtntación Figurabifidad y no-representación
17
16

Freud -afinna en 1915 en Pulsiones y destino de pulsión; -"El exterior, narcisística, más aJlá deJ pesar oe1rechazod
teme sofocar Ja representación de sus obi toe perder el mundo ext ·
el objeto, lo odiado, serian idénticos al comienzo- En el momento en que más e suefio?.. y todos nOSOÓ'OS, cada noche,e Sen Ja exnanaºó ,,.....,1 n ofreenor,
"d ¿no
tarde, el objeto se revela como fuente de placer y será amado, será también 1
este con.fiicto primordial reactuaJiza
º do por 'J ¿no nos. ,vemos amenazad c1 a Por
incorporado al yo, de suerte que, para el yo-placer purificado, el objeto amenazados Por eJ fantas I a regresion narcisfs . os Por
coincide de nuevo con lo extraño y lo odiado". Dicho de otra maneta, la nuestra cuna para preserv:::osªdsombra del objeto que nos a!ca del sueño,
• percepción es odiada por el yo-placer, y condenada a ser persecutoria, el una cuestión de vida o d e Jo peor, Ja pérdida de la enaza desde
desperdicio del yo-placer; por el contrario, para el yo-realidad, gobernado . . e muerte psíq · ? repre .
nenc1a de muerte· UJca . . Esto podrfasern sentac1ón•
igualmente por el principio del placer, la percepción es su razón de ser. En
Tomás es un niño de cuatro añ uestra expe-
1925, en "La negación", Freud mantiene sus posiciones teóricas avanzadas
en 1915 y precisa que "el fin inmediato de la prueba de la realidad no es , '.°eses numerosas hospitalizacio os ~ue ha sufrido hasta Ja
encontrar por medio de la percepción de lo real, un objeto que corresponda
al objeto representado, sino.volverlo a encontrar y convencerse de que aún
defonnación del ureter) T;a. se ahogaba, respiraba maJ
~o~s Jo vio a los cuatro ; su desarrollo era lento C
;:cas
unplantada la arteria subcJa . nes e mtervenciones quiní ~d de veinte
(tenía mal
emás tenía una
existe". MientraS que el yo-realidad no puede confumar suficientemente que .
el objeto representado existe aún y también en la realidad, la percepción :iehgi~les. Aunque sus pa~ ~más so!o pronuncia aJ~ando uno de no-
permanece como persecutoria para el yo-placer. Por otro ladp, la ausencia perdido verdaderame s o descnben con ras , 1_'81abras apenas
Ciertamente demanda nte su ~pelito del objeto go_s autísticos, Tomás n
del objeto no podrá ser reconocida y no podrá ser traumática mientras que cdomportamiento de unnt~~ pero Incapaz de man~nsu impulso hacia el otroº
\a representación del objeto pueda ser mantenida por el yo-placer. En efecto, a ulto,refu ºán nmo afectuos er una rela •ó . ·
según nuestra hipótesis, no es la pérdida del objeto sino el riesgo de la pérdida va a contem!lar!~se en un rincón tranq:i!u~esdsedesinteresa ráp~;a~ tiene eJ
de su representación y, por extensión, el riesgo de no-representación lo que que rep mundo. Con re ' e donde · . ente del
marca el desamparo. El riesgo de pérdida de la representación provoca un el ardor~e:: la terapia para 10:J:':i:~ a la situación nu~: a~o_ni ausente,
verdadero vacío con efecto implosivo, que precipita la percepción odiada en
• el psiquismo; equivalente fantasmático de la representación de_s a~ida: la
con pasió
hallazgo e::~- nueva esperanza no, Tomás se la ' ob1eto nuevo
un toxicóman~ s; adueña de un bo~ a por todas. Co~
e cola y Jo a .
1~':::""'• b,:,.::::'::' hech:;:
percepción persecutoria invade la escena. En la sombra de la msa11S!acc16n tumba sob oi mario. En o ' ando la im re . ,
despertada por la ausencia del objeto inv~stido, más que la angusua_ sella!
de alarma del riesgo de la pérdida del obJeto, es el espanto automáUc~ d
:•"" o::,!, ~tilotio y h,
duc~~?r objetos dur'::°te un largo tiempoon los ojos abiertos Y?s deJ soJ, se
la implosión lo que es llamado a convertirse en señal_ de alarrn~ ~el~!•~~ onde .d contra , su acti ºd , sin parp d
es dificil t•. o, el estré . superficies du VI ad preferida erá a ear

~::resen·
de la pérdida de la representación d~ ese mismo obJ~to; la uu\iz8cl:ciin
elernent a ivmar la c pito, lo que Je . ras de la habita . , s lanzar
efecto de la implosión de la percepción por el yo ~cien~e~ ~arcas;;. -el olor, la luzc>n~tru~ción hech mteresa. Grita 1"Cc1on. Es la pro:
de una pesadilla, es una violenta defensa ~on~ el nesgo dilla una ba1Jlff8 introducir~adas P<>r un ,_e ruido-, proba a Por el anaJis rra .. erra"!. No
tación·' la "intenSidad sensorial"
. . de
d1 la a\ucuiac1ón de la pesa
. . o parece que e1nifi',. o """ueflo
r~ en d una i:ran Pnmer ob. bJemente h ta a partir d
era onde olía MtJycantidad d ~eto. En sus 1i uellas sensoria] e estos
necesaria para' la supervivencia
. d la mirada despavon y Uamª a suspadleS,
e p~1qu1sm . ºda . ._, sU ;orno si tod fuerte e afecto: "Cu onnulaciones eJ _es, quizás
que se despierta atcrronza 0 , con taciones obJelll'es. las linaJ de I•• o fuera a'hay la luz era r..n ~do tu estabas anaJ1sta busca
solo ha podido guardar sus investiduras de las rep~sen rvado de la p¡irada
IJJ.

. terp -ses· cer c ..,u r fu en eJ h .


deseo gracias a la pesadilla. Su J>C:sa~i!la le ~bpn: r::sma razón, ~uan_! lllnióviJ retaciones1ones, Tomá RRA ... CDn ~rte, era DURo OSp1taJ,
' • ,_,:: · d \a md1ferenc1a. 0 • L-'• de5111voo~ Provoc~ con la Di" Sobre las s Dlanifiesta •'UV\!". respirar..
que se abre hacia el uu,roto e . el momento en que aeu•»- -,,sión Por d . •rada de epazació angusfi
el niño tiene problemas para do~• en \a corriente de la fC!I' " ec1rJo as¡ Spavorida . n no le aJivi as despersonaJ .
' una J)esadij¡IIn~gen deJ tan. Frente aJ niñ ~tes.
la j>ercepción de sus objetos, deJarse nevar por a, ve" error mism o páhdo
Un lobo. n.. o, eJ anaJi ta'
.rregunta s
a Tomás:
r
Más allá de la representación 19

18 posibilidades elabo ti
su sistema de repr ra v~ de Tomás hacen
do al ¡ bo, el analista
esentaCJón
n • ya precano . seaquec su para -excitació
"¡Crra ... erra! ¿tienes miedo del Jobo?" e imita a la bestia mala que muerde
y que araña- Enloquecido, Tomás le hace señales para que pare, pero su "°"'"loo, • loo:..~-•"'"
0
yo
abierto por el traumatism o de Tomás una .
ñntui, "'t.,- ...:i'°"'• "'10 ,
te a la pérdi o. ~tan-.
desconcierto desaparece y puede irse- En la sesión siguiente, al momento de
hace del lobo un o, para restable imagen para 11 da, Sino que
la separación, Tomás ya no está despersonalizado; se lanza por el pasillo e a verdad cer su • enar el
intentando atemorizar al mundo entero, grita: "Cna... erra... el lobo!". ,~re¡,re,o,Oción. y ¡= - - . . . '""""'"""' J"iq . - Tomás
¿Qué ha hecho, el analisÍa, de cara a.este nifio?. La primera intervención, tac1ón del lobo . ~o amente más ta d arma contra el d u1ca;
perm1tJrá s · f e, en u esamp
el "hospital", ¿es una reconstrucción de un pasado histórico, con "fragmen- a es como: "c d . ' J es el caso 1 1 n apres c aro de la
tos de verdad", como dice freud?. Efectivamente, creemos en la existencia 111 1
comenne como uu::o o ~enes que irte' legada de interp°;;;r:i
1~ represen-
de fragmentos de realidad material -el olor, el estallido de luz, el ruido de No ha formulado u bo ' etc. De.hech~ . estás tan enfadad c1ones habi-
la respiración- pero dudamos mucho de que hayan alcanzado la calidad de manifiesto . n contenido lat 1.Qué es lo que h o que querrl
, sino en a ente de b" a hech as
""'i:,7•>Ie, do lmm,:; ¡°1'.º• .,..,_,d,,','""' ""°"""'.•
representación psíquica. Son, probablemente, restos puros de elementos conscientes s usencia de un scu terto detrá o el analista?
sensoriales. Y, si hay una tentativa de elaboración en el juego de "erra... =a do y h,
erra ..." en el hecho de embriagarse respirando fuertemente las emanaciones ó ..ó ,,.r ' d"
o mmlfie,to U • • gun otra om,,el°""' o
de la cola, o de cegarse con el estallido de luz, esto son antes 1
• conductas autísticas que buscan sensaciones de aturdimiento cercanas a la
que nada
do•="' d,. fi.,..':,;:'""'"lorte dcl . ·'"'lltieo
"~ . '"'""""' 1 . "'""'"d -".:;~ ::"""°
. ....
d,
Pero en de las representa .del analista, vem o. BaJo los eféctos dreves en
'°"".
pérdida de conciencia. Sin embargo, nos podernos preguntar si ha habido un
"'""¡ -
:lobo, '"" ". """"· "" """ ,,..1 .
principio de representación psíquica de estas primeras experiencias en el ,1
hospital que se habria dislocado enseguida en sus elementos sensoriales. No ¡~ oloo, easl :.: y cómo lfeg, cl """' - """"º'"
, lo~-"' oooCL Po< ,ootra, - o! ,f«t<> .,,.,..-..-
el psiquismo del nifio de tales elementos sensoriales no representados, como
conocemos el efecto infa)tablemente benéfico de la recuperación de estos
- ,":t El . . 11., om<s, ...;,1e •~"" q,o ,1 ..;:,; de figuración.
bastante d ennos, como ~pesadilla? Pen
rnenta el rna¡ e su herram. no solo está
sta a un traba.
PSlquismo del ~namiento de
elementos por el analista en una construcción bajo formas figuradas, tal como
, un recuerdo. Este trabajo engendra en el niíio muy enfermo el sentimiento
de existir, de durar; gracias a esto, el sufrimiento se conjugará con el pasado,
esp • esta 1enta J • en una ·
"d ,:;"' o, •• .::• -•1.':':'"'"'lóo •;tuaeión d,
'""1, "'"'1,, '" - - . o ., d, lo,.;,
analista

mo que, oden,, • de su.


....:r"'""'
las emociones se reunirán bajo fonna de recuerdo, "como 1 la pila de una ,..._""' •I y, "º •pnu,ba"''º
reaec. el Yo del del dunn1·
ron lo .,_,lacion ", "P<ri-
de esta m peor, la no- es que el níñ·o

:::::o;'';:~
fuenie recoge el agua" según la hermosa imagen de Freud . Y si freud dice
iolland anar ente d ane repres
'"' ..,.,,, " ,o!- • - . '",..... .,,. "" .. '"' , ... "'"
• este de Tomás, recordar es soñar, que el pasado no puede convertirSe en
recuerdo sin un trabajo de suefio del analista?. .
:;~dº~:~id~:: :~~:Cld'::::..~~;:
es ción d a niñ e,end fepres cis1sta d
U "gw,d> ...,..,oncióo, ,I "lobo", no" uo ,obto "';,,Ag.... '... ~"""' '1'ori .?• 0 blo ""'• - ~tao;m,, t· el
P • sobre.;,, de,,nvo,i;, onnman¡ •
no~:. ....hi;;;.•'."'""°'
"'"<stinl q~...<I,,anal'
"" " J>ae•dad.,
"'.' funciónd
'• ~ "' ,.. ""'"" ""'""
oo fl,sh; I, e,oeoci6• do"'" fi""' Wlle,, • - - 11"' .. >"" '~
T..... - -- - , l•""""""' •"':""., : ',...,,
1
""1 d do I,
,,. ,:'.~Uiq
"'""'~'"""'
••='°,";¡¡, """'1s1 1.'' " " ,,..; " pu""· ;:••: frente
' o,m,do
se trata de un estado desencadenado esencialmente por una probl ¡,ocas 1
•"'"'• P"' ajeroplo .,.1. El pOO".....,- do 1, ~ • " ' """' "'•
"""' ~"1ad.
• "'11 '" P
hipót, . • su Yo " . v,a alu,.
'" qu, h matona '
manado"
al fr '
a- '
lac¡6n analista
ad , Ygro de Ia no-
Uede pensaremos avanzadencuentra '\'
Ccuada que este represen q~e un afe o sobre la ,
' Freud, S. La interpretacwn de /os sueños· 19()(). . la re&re:r:to debía~~ón, ha es:~ de terror, )
fonna1 SCar obli o.ª punto }
Y la fl . gaton ,
U1dez d amente 1
e la libido \
Figurabilidad Y no-representación
Más allá de la representación 21
20
En el tranSCutsO •de una sesión' i·ugando al cole ·
del analista le permiten la figuración de una bestia feroz que ~mite a la d~- espu és de Jos
. niños, tos niffos despu és de las gio,
niña.Teresa
, .. grita·• ..1as níftas
.
d
• voración Su trabajo psiquico continua y pasa por una elaboración secundaria , hace on duIac1ones con los vínculos hasta . s. . Entre niña .
adaptada a ese momento de la relación con el nifto; entonces, el analista va de la realidad de la falta de s b. el infinito... OcultandO { niño,
0
Sobreinvistiendo la única perm anenc1au • ~eto,
a su Teresa aliena su conc1en e _horror
·
a utilizar su "pesadilla" en él, dándole la forma Y la coherencia de un juego. 1
Pero desde el momento en que esta representación-pesadilla es contada con cosas y la sensorialidad de las palabras a c~ce, la figurabilida cta.
ges!~ y con palabras, el "lobo" se convierte, tal como lo ha sugerido René que desbordarla su paraexcitació La' economiza los afectos d d de las
Diatkine, en un cuento. En efecto, la experiencia nos enseña que en estos alucinación infantil bajo forma de n. recuperación por el anál~ ~n duelo
infantil un cuento repetJbl . tSJs de
, chicos. el dinamÍSIDº de este tipo de interVeDCÍÓD es comparable al que ejerce . en un contexto nuevo, el de la . . e, mtegra la fi . . su
el relato de los cuentos en donde, en un contexto tierno, el adulto evoca analista. Gracias a esto I reciente mvestidura hbºdina gurab1itdad
representaciones muy cargadas de pulsionalidd, situadas en otra parte y en llorará por primera ,le proceso de duelo podrá desa t l I del objeto-
vez a muert d rro larse
un pasado de una historia coherente y "verdadera", porque se la puede volver Desde el comienzo de b e e su padre. Y Teresa
, a evocar a voluntad Las representaciones vehiculizadas así despiertan la ·¡·
s1ib J idad de hacer el d 1 su o ra F d d
' reu estaca el h h
figurabilidad del nifto y disminuyen la presión desorganizadora del contin- ~del afecto doloroso. p~; un ser cercano puede con::c de qu~ la impo-
• gente pulsional pre-representado. En la comunicación entre' el niílo y el en e! lugar y sitio del afe o de la renegación de la 1T a ~ ínlul>ición
adulto, el cuento forma un verdadero puente, que conduce la vivencia alucmación del muert E cto doloroso, aparece d percepción de la falta
inorganizada, dificilmente representable para el nifto en una relación con sus • Freud establece un ~- n 1932, volviendo a estu;rante la vida diurna 1~
objetos reales, hacia el universo maravtlloso de la representación. Del terror pensamientos del su ralelo entre la desa . . tar el trabajo del sueñ
• a la figurabilidad, de la pesadilla de la noche al cuento del día, el desamparo Escnbe: "L . eno y la "intensidad p~c1ón de los afe t o,
se manifi a importancia de las re sensonal" de las imá e os de los
fundamental, el de la no-representación, es vencido. " imá e esta durante el sue- presentaciones de . genes soñadas
Teresa, una nifta de ocho aílos, les parece rara a las monjas del internado
ener~:e~e~ñadas''2_Para n:~rr la intensidad sen:;~;das de sus afecto~
ert el que se encuentra desde los tres aílos, fecha de la muerte súbita de su
padre que fue quien le trajo a este sitio, al no poder ocuparse de ella la madre,
En la primera cita, Teresa avanza hacia el analista como si le alucinara en
lugar de mirarle. Ligera, planea envolviéndole en su hermosa mirada oscura
Percepción hasta
que hemos pe
::1
"intensidad ~:n:e~t~~ hacia la ~~;sínul que hay d~;I confi~e a las
de las imáge ra t tdad, y que el ere .az:anuento de
sfonnar la fi ne~ sea capaz de . curuento de la
ªlcttad nsado guració excitar el
y afiebrada. Le dice: ¿tu sabes que la tierra es redonda? .. El cielo está par doJ ores proced ya en relación . T,n en alucinación Est polo de la
todas partes... mi papá ha muerto .. habla todo el día con el buen Dios ..", de ;;osos del dueloentes de la pérdida a omás: ya se tra~e o confinna lo
"¿Qué dicen?", le pregunta el analista. "La pobre Teresita, está sola... me t "int~¡~afectos de~~ªY}!I figu~~va esd::a rep_resentación o ~e los afectos
gustaría ser muy buena para ir .rápidamente al cielo ...". Después de eS!''e func¡ona:i~ sensorial'~dables por de I m~o para inhibir I e los afectos
encuentro, sesión tras sesión, Teresa pedirá: "¡Cuéntame la primera vez. ·
Y en cada ocasión el analista repetirá para ella el cuento del primer enc~~- 100
ea la aluclJI
aJ . ac1ónati
'!
· J~to diurno d representacsp1·ó azam1ento de su
e ,ere n. Má •
a producción
energía
•tro. Para Teresa, no es cuestión de romper la continuidad de su figurac 10 · a ll}versa -1 º1Ta un el. ~• que la regre .s aun, hay que d sobre la
a reducción IV&Je de) yol s1ón forma) d I estacar en el
Instalada en el universo de sus imágenes, con el tiempo suspendido, en 13~ P<>r la vfa de) cu'y que es suficiente a figurabilidad
confines de la percepción-conciencia ya abierta hacia la alucinación, eS ento ' de la alu . e un
. m ovuniento
· •
ciega po~ la iluminación constante, la imagen del dolor de su pérdida· La1
exigencia de la continuidad de su figuración hace que Teresa· no· puede CJiv .' s. 1-1. c1nac1ón a la simple
tode dBIª
5

~gar a ~s represen~c1ones d_e la discontinuidad, al reconocuJJJe~ 0_0¡¡¡a. lJtdeJ ..._,con,;7
I 1 Ofd " •nc/
d1ferenc1as: presenc1a-ausenc1a, presente-pasado, pene-no pene, niñ en de•••· iu. 193
,.,, Pldre ha 2.
ll!Uerto
• lP<>r qué noy¡
ene a cenar
esta noche?
Más allá de la representación Figurabilidad y no-r~presentación
]J

22
teorías sexuales contrarresta 1~ •
"rencia
rar
p de• sexos' y el nill0 tendráansiasla fu de la percepc·,
figurabilidad- para dar derecho de ciudadanía al duelo. El dolor, desa~ido ion, tal e
i ero SI las colitas de papá d erza de la convi .ó orno la dife-
baslll el momento bajo la "intensidad sensorial" de la alucinación, reapa- La~ teorías sexuales fi e mama ~n parecidas.~1 n alucinatoria:
• reccrá sostenido por la figunibilidad Yp<>drá ligarse en un proceso de duelo. calificadas como "ge • gul ., por el niño -"análo yo las he visto'"
Un niftO de cuatro afiOS ignoill que ha sido adoptado con pocas seroruias. ma es que int gas a las ¡ ·
qu~ plantea el mundo y que sobrepSS:tan dar J~s adultos a los so uciones
cuando tenía tres afios, su roadre se quedó embaJaZllda por prÍIDCJ.'11 vez. Un
dla, yendo de paseo, su madre decide contarle bruscamente la adopción:
de 'fragmentos
. "" pura " desp·el entenduniento hum ano',.
de ver-'-d problemas
1
regresión alucinatoria del sueño o d 1 la misma convicc 'ó - a partir
"¿sabes? tu no has esllldo en mi vientre". El niño se detiene petrificado. De Pensamos que en ciert e elmo. n que la
repente. se le iluroinB la cara y dice triunfunte: "¡Claro, yo estaba en el vientre .ó os momentos 1 .
cuesn n frente a su pacie . " ' e analista obli d
de papal". A continuación, frente a la negación de la madre, responde no está lejos del pensami nted Pero ¿Cómo está bechoga óo a plantearse la
convencido: "Pero si, pero si, yo lo se, he visto la foto!" I)urante bastante desembocan la . ento el niño frente a las " '. e mo funciona?"
fu en creación de teorías 1 . cuestiones-enigmas" '
tiempo nadie en el mundo p<>drá apartarlo de su ''verdad" porque ésta le e en otra época está sexua es infantiles que
MA 1 .• condenado a ser "g . 1" Y, como el nillo qu
protege del uaurnatisroo de la pérdida de amor de su madre, Gracias a la · ., en a pnmera entrevi erua .. a fi e
teoria sexual, el dolor del duelo es evitado, el amor del nifio hacia su madre con verdaderos sta, se queja de un estad ~rar...
preservado, el "agujero" de la desinvestidUJ.'11 de la representación de la muerte de su pad:o;ent~s de parálisis psíquica a oade_ inhibición mental
madre es llenado. La "intensidad sensorial" triunfa sobre la nada. Después de 1 , os anos después del fin d ' p rhr de la repentina
a muerte su ti . e un análi · d
El nifio que, frente a un recién nacido, se plantea la cuestión: "¿Peto de

::·::;::::.:~ ':'"' :..:.':::::::.::·do,.;.::;:~,


;:~epto una pesadilla'r~idaVJda1 onírica ha desaparecí~: p';¿';:tro años.
donde viene este?", responderá él rnismo. Frente a "la mgencia de la vida",
movido por sus exigencias bbidinales del momento, responde a la "cuestión·
enigi:na" por medio de un trabajo mental, por una formidable activación de o en, y su tono es partí :esperado y se plantea seri iar, de comprender
su figurabilidad. De hecho, ya se trate de un nacimiento, o de la "percepción
muy incompleta de las relaciones entre los padres", en estas circunstallciaS,
portunidad A cu annente am amente el suicid '
posición ca~· pesar de la gran tens ~ t e , da al analista una .
Se extraña d a cara, el analista m . J n que se desprende d M u tuna
o t.
el nillo se encuentra siempre confrontado a una desinvestidUJ.'11 por parte ~e 1 niño e . e verse a sí m· antiene una cierta fl .d e .A. y la
n peligro d
Le llama I
ismo fuoiti
urante la guerra O: vamente, en varios
u1 ez de su atención.
sus padres, y en consecuencia, lo creemos confrontado tarobién a su proP ~
tendencia a desinvestir a los padres· Frente a la diferencia de se~OS, e sus única atención que M A ' en ~genes sin aco m~mentos, como
resultado es el roisJ1IO en la medida en que el niño tiene t ~ ª0 a d_esaive,s; ya veo .. / mtervenciones du· . repite. "No veo na~ento de afecto.
vista . _completam rante esta prim a... no veo nada "
a la madre, un ser sin pene, al ser el pene el "obje_to er6nc • Prui;~rias atropesl1lgu1ente M A ente espontáneas peroerainhaentrev.ista serán· "Ya ... ' y
en ese momento. El verdadero motor que u:npulsa hacta la_creación d b'etos ad · · se e b. · veo
el análisis::;: ?n burro Y :t;ifta mucho de ha~tuales en él. En la en~~
sexuales es el riesgo de desinvestiduill por parte del ~o de s~ ~ te 0
parenmles. De la roiSIDB Coma frente a la ausencia del obJC!"• an~ de ¡ s • por teléfon mstalado b. a salva... ". Algun soñado: "Una nifia
revela. V o, esperand ien, M.A. cae os meses más tard es
la regresión narcislstica del sueilo· la tendencia a la desmvesll r1 deia~--:-.
r st;
Ufll wida de cuidar~elve furioso o ~el analista al enfenno. Con gripe fi e, cuando
objetos reales tiene el valor de una seflal de aiarlllll por el discutir JOS e, bueno Ypiensa que I g~ que no sabe b. y ebre, llama
para nada. "El e ~1sta no tiene i_en: Su actitud le
de su representación. Queda una sola salida. la fi~ción. m,as r,niasla5
------- análms es algo muyse;;tuníentos, incapaz
filogenéticas, pensamos que debe ser considerada antes
teorla sexual• probablemente la pnrnera teoría
q::
ori¡enes posibles de la escena primaria en la percepción y/o enda coJ11º uJJ-1
niflO se ~r>
sexual qes UJ1 11""
_.1 ~-~ ·
' F,.,..
, s. ¡_,,, reo,;
esolador" A
. con-
. .,_ nstrllºs a., sexual
es úr/anttles. 1908.
impulsado a crear. Aunque esté poblada...., roo '.ónde 1a5sut:eSI
• como la pesadilla. La "inu:nsidad sensorial" de la figuraci
Más allá dt la rq,restntación
Figurobilidad y no-repr,s entacrón
.
u 15

tinuación cuenlll lo siguiente. Cuando tenla ocho ailos tuvo una tuberculosis momento, le habría resultado rel ti
y sus padres Je enviaron a un bogar para nitlos. Como único recuerdo de 1~ representación de su herm a vamente facil mantener "
•sin adquirir por ello u ~a muerta; una representac·ó en suspenso"'
esta eslllDCia quedan los gritos de un nitlo durante la noche: "¡mamá
el funcionamiento del ::::Je hacia _la ligurabilidad, si~ e~:consc1cntc,
mamá!". Conmovido e intrigado por el retomo de eslll vivencia dolorosa'
a wia nueva inhibició IIICOIJSC1ente. El duelo del dre por ello en
hace un viaje para encontrar la casa. Un gran muro blanco y una hilera d; dcvolve ¡ n grave de su sistema de pa obhga a M.A
tilos le ~inln una ~gia infinita, una impresión de rotura, el sentimiento
de la wsteneia de otro dentro de él mismo, dirá M.A... Su pesadilla habitual : : : Desd:C:11:u;¡:'7~:;:!ó;et~~:1;~:;:¡freoci::~::ó~~:~o;::;:
· e entonces 51· . nte al blanco d
de los aviones va a ser reactivada, pero modificada por la presencia de una la tensión de M A ' n~estra hipótesis es ajustada e su propia
mujer con un nioo en sus bruOS gritando en la calle: "¿Quien quiere un oiflo analista a la fi .ra/?º ocasión de la primera entrevis~e comprende me¡or
muertoT'; "¿Yo?", le pregunta el analista. M.A. estalla en solloros: "¡Laura... ya veo" no hartual :n\:::~taenlle.' se ve más claro el ;;~ ~:~~;m:1a del
mi hcmWÚlll!". Justo antes de su marcha al sanatorio nació su hermana, amenazado" is , 1gado a la fi ., ya veo ...
. '. captando el drama de M A gurac1on de sí-mismo "niñ
, y precisamente estando alll, se enteró de su muerte. M.A. dice que está
estupefacto por el retomo del recuerdo de su hermana muerta, su olvido ha En s1tuac1oncs extremas, como las de. .
entreví .
o
de su , : : : M.A, la figurabilidad permi:i~:t!::ciones de Tomás o la
resistido a los cuatro ailos de su análisis anterior. ·
El esllltus del destino de la rcpresenlllción de la hermana muerta y de los sea ue e Y_preservar sus propias ca . 1 mantener la investidura
ya v'!o enulnc1ado quede al nivel de la idpaencb'.dadaddeds de representación Ya
afectos concomitantes no es simple. Decir que se tralll de una represión no ... -oacanc e a ¡a elaboración de un c
o el "bebé "eperc epc1on· -"ya veo ...
es complelllITlente satisfactorio. Ciertamente, se puede admitir teóricaroente
"intensidad en el hospital"-, ciertamente tc~~:o .¿Teda miedo el lobo?"
una represión con tal éxito que no haya producido ninguna vucllll de lo
ridad de ~:~sorial" de las imágenes vi~ales s1~mpre 1~ ventaja de la
reprimido y sin dar lugar a ningún rebrote. Pero el intenso retomo de la
figurabilidad pr~vocar un efecto contrari '1 tamb1en la part1cula-
" represenlllción intacta, según el modelo de la abreacción, nos orienta hacia en una f¡ e~'.1°c1ada se presta admirabl o a el traba¡o analítico. La
• I• hipóteSis de una inlullición masiva del recuerdo. Freud escribe q~e "las recuerdo0 nnac1on eq mva · ente al contenideinente.a convertirse en el paciente
1
.
inluoiciones más globales del yo obedecen a un mecanismo que es Stm~le. lamente e~cubridor. Denise Braunschw ?marnfiesto de un sueño o de un
• Cuando el yo está sometido a una tarea psíquica de una dificultad especial, muestran 1:ecu~~do encubridor como un e;: y M1chel F_ain' denuncian jus-
como por ejemplo un duelo, a un rechazo considerable de los afectos ... , se pretación m_fac1hdad con la que el pac1· t r~dero anb-trabajo analítico y
empobrece de tal manera, pierde la energía de qu~ dispone, Yse ve..~o: que se trata as adec ua da para construir en e intentará servusc · de la inter-
• treñido a restringir su gasto en varios puntos sunu\táncamentc_..:~d casos ali dde un efecto particular q uln recuerdo encubridor. Pensamos
con Tomás n e consO¡•dar
· la coherenciauede analista pu cde intentar en ciertos
circunstanCias de pérdida objeta! dramática, el yo tcndria la p0s~•h ade I
. . cdi I inhiib" . . as1·va del s1stC1110 analista f ~ Teresa. En el curso del :a~o del ~ciente, como ha ocurrido
reacc1onarparlld0Jalmenteporm
. . ode a fa 1c1onm . CO oce
la •..-ración. Para su p partedelprocesoanaJí · ~o habitual, la figurabilidad del
representac1ones. Cuando M.A. nífio, estupc cto por ..,.,...-_ 1 eXPresión- 1 . rogres·ó . bcoy...,,.,,,..,.,,1311118 .
la muerte del bebé, "no se siente implicado", según su proP .ª 0 psi'lui- . 1dn,1incluso
a vida ps·1qu1ca . la un ' •ca
· manera··r-- d 1 hemunienra . .,....iosa
é}::
r---
En relaci·ó e paciente como c M e ª canzar ciertas facetas de
• Suponemos que no puede inv~la. representarla, parque ~quicl na I d
emboc a en interv . ' on A
• camente• está más muerto que vivo. Del blanCO os . os niños,
cuya elr traba ·o de. ligurab1hdad
. ..
• ded su estupe
1etaooee-h ¡Jlll ~a cnc1ones del analista des-
----:-:-----_ 1onna está cercana a la de los cuentos para
solamente se escapan los gritos de la pesadilla uran .d drC 11asui ese
adulto, M.A. se descompensa a la muerte de su queo º P8 ·
l',yc¡, O..use Br.u
an,1YS<. 198~~•ig
· n S. c1 Michcl Fain' BIoc" lant,rn, ,nagiques. Rcvuc f~i# de

1
Prcud, S. JnMbidóri, síntoma y 011pstía , 1926.
Más a//á de la representación
26

niños: "Érase una vez ...". Recuerdan extrafiamente la intervención descrita


por freud: "Hasta su :,.Daño, vd. se consideraba el poseedor único e ilimitado
de su madre; entonce.s llegó otro niño y le produjo una gran decepción. Su
madre le abandonó durante cierto tiempo e incluso después de su regreso ya Capítulo ll-
no fue tan solícita con vd. como antes. Sus sentimientos con relación a su
"Solamente dentro -También fue "
madre se hicieron ambivalentes, su padre adquirió entonces una nueva sig- Ja paradoja del inves . . ra .
nificación para vd."7• Es el ejemplo dado por Freud al fin de su obra, para El caso de Oiga timiento del objeto.
ilustrar la construcci6n-intetpretación cuyo valor, para la evolución del paciente,
no reside tanto, admite él mismo, en la rememoración que pueda provocar,
en su realidad histórica, como en la "convicción" que debe despertar en
el paciente. En el fondo, nos preguntamos donde se encuentran los límites, "Podrlamos decir ue "
la conjunción y la disyunción entre la interpretación-construcción y la inter· persona o de una q

el esplritu" d
COsa se....., e una
vención-cuento que acarrea lo que nosotros hemos denominado proceso l1s1s a la J)n)picdad '""uce en últi
cosa d que posee mo an(l..
analítico al revés. Sin ir más lejos por ahora, en la investigación de esta rcp e ser objeto de un esta ptl"sona o esta
aproximación, queremos decir que un relato impregnado de figúrabilidad tiene resentación c recuerdo o d
directa" uando escapa 3 la e una
la fuerza del impacto de la percepción. Constriñe al espíritu a creer -a creer · percepción
en el "lobo", al "bebé en el hospital''. ¿No se dice. "ver para creer''?. S. Freud .,..
· ,ot,un y tab. 1
La impronta de la figurabilidad del analista en la interpretación despierta en "· 913
el paciente un sentimiento de evidencia, de autenticidad. La "verdad", es Igual que el h
rnuene rec ornbre Prim' .
como si la viéramos. recon~e o~ociéndola y ne ttivo se inclina fren
Ya no est/ niega la reaJid &ándola en el rni te a ineluctabilida
dej•"· Poblado de ad de la Pérd'cla snio gesto rnám d de la
"""Por 1 • espíritu 1 • E · o•CO la m .
equivalente:s obJetos Perdidos, en su lugar, los incluso ahora q~e el emona
Parec¡d una técn¡ s. Entonce recuerdos ani mundo
encuentr o al espejo d ca tnágica. s, Podríamos de . man la sombra
de) "dé. o nuevo y e Perseo ¡,__ Ctr que acordarse
el " . ~a VU" , Por cons. ~"•lite a la Go es
no :• es v~;ªtrificando ;~tente inquie~gona, la memoria· .
rn..... verdad" SPorque rn desconoc 'd te, a lo pulid ,renute todo
-•11011 . • ÓJid e acuerd • t o al "dé' o tranq T
de defo a tiende a o escudo d ,º, Y el "n ~a connu" O ~1 IZador
rtnar nu gobernarn e la Prueb o, no lo he vi . sella entre
estra Práctic:s rnás de lo q~ de la realidad st~ nunca, luego
analítica. e querrfarno • e trabajo de 1
l\proll11¡ s confesat . a
•cl6111 ,a nesgo
, E¡ d '611ca
11lc ~scub • .
0
dich llsc1ente llll¡¡ento d
a, fuente llli elJo difi e la se&un
de la erentern da tóp¡c
1 ftcud, S, Construcciones tn análisis. 1937. llniiiesia • ente c0 . ª• que di .
lllfanti] nstituido sc1erne
• relativiza del l'CpriJnid:'1 el ~eno del
Y COlllp]' J>mp1arn
1ca a la ente
VezeJ Papel
Más allá de la representación "Solamtnlt dtntro _ T.amb ,en
. . fuera "
28 29

1
de la memoria, basta el punto que el último estudio que Freud le consa formal ..y _esta desviación del p .
de conVJCC16n, indicarla que convicción
ensam1ento animi
. co, que acarrea
tennina en una conmoción. Habiendo estado basta ese momento rase·~ y que su vinculo con la rem Ypensannentoaními la ausencia
do por la rememo111ción en el analizado, "la otra parte del trabajo del : . . su funcionamiento n::oración ~s bastante com :1°° indisociables
lisis, el analista, habla estado relegado· a un segundo plano". y sin dars utJhzar sus capacidades de al,_el psiquismo estará p CJO. . •
por satisfecho con la noción ya conocida de la contratransferencia, ni limi~ o sucumbir a su invasión.~ento anímico en lugar~condicm~es 0 de
tarse a la de construcción, Freud nos introduce en un nuevo y vasto _ veremos cómo, en un proceso que transfonnará,
le d segun· bstaculi7.arlas
nuestra hipó"tesí"
po de investigación, invitándonos a reflexionar sobre "el vinculo : escarta o lo inquietante y recu.....,,.dcon uce a la conVJcc16n;
. . hab"s, ya
desprended I
las dos partes del trabajo del análisis, la del analista y la del analizado" la idea de que toda cura r-·- o o• familiar. De esta hipo
anal' . "te 1endo

tomo a técJUCB · "di e momento y 1a manera de dar cuenta de las co,en_ d ca de las articulacion 1tJca remite obli . SIS se
la anímico
dinámi . es entre rememo~,.;ó .
•-• D, CODVJcció
gatonamente a 1a
trucciones al analizado". En lo sucesivo, la cuestión de "encontrar'' recuns-
dos o de "reconstruirlos" no será suficiente para restituir el intcrjuego :e La actitud de Freud con rela .
Entre 1913 y 1919' 1o abordaci6nalpensarnientoarunu·
n Ypensamiento
.co nos deseo .
co tal
la cura.
No somos los únicos que hemos llamado la atención sobre la valoración esperar que ocupe un lu n seguridad que ten nc1erta.
de la noción de convicción en Construcciones en análisis. Prácticamente descripción en Tótem y ia~úca~ vez mayor en su obra.e~s derecho a
ignorada en los teXtoS freudiano& anteriores, destrona en 1937 la hasta entonces como Lo inconsciente?: "La , ¿~o- afirma. en un articulo tan :ués de su
sacrosanta rememoración La convicción, afinna Freud, puede llevar al mismo como una forma derivada del a~tiv_idad ps1quica inconsciente damental
/ante extrañeza (Lo . . anumsmo primitivo" d . nos aparece
resultado terapéutico que la rememoración, y nos indica la via de esta nueva (anímicas) se enlazan siniestro,
profundamver nota 2)·' "las c' onVJcc1one
y e_sp~es en La. inquie-
..
investigación, que pasa por el estudio de las estrechas e interdcpendientes en ellos. Nadie se extrafi . ente a los complejos inli til s prumtJvas
intrincaciones entre convicción, recuerdo, alucinación y delirio; de aquí el A pe d ara mucho de ve . an es Yse enraízan
acercamieilto, al fina) del articulo, entre el histérico y el delirante; tanto uno volverá ~p~e:lcance de estas alirmacio:::\~us hmite~ se confunden".
como otro sufren de reminiscencias. síntoma y an er mucho en la pluma de F;eud~nsanuento anímico no
Una posibilidad de abordar la noción de convicción, aún poco estudiada, psicoaná/isis·~t• después en 1933 en Nu . en 1926 en Inhibición
nos parece que es su doble confrontación: con su contraria la duda Ycon q~e los texto; p~ec;~;ces sin e~ articulado a7::Coc:::!erenci~ sobre eÍ
la memoria. A primera vista, parece evidente que la rememoración engendra miento la consec . tes permiten presagiar . D bem ente, sm el alcance
convicción. Sin embargo, los obsesivos, campeones de la rememoración, se6 carácter cla uenc~a un gran cuidado . ¿ e os ver en este borra-
quedan bloqueados en la duda. Freud ha mostrado bastante bien, en 192 , incitado a d=~te científico positivis::! p~ de_~r7ud de imprimir un
e~ ~etrimento del ar su ~ría biologizante de r:to~hs1s, 1~ que le habría
cómo el obsesivo se agota combatiendo el riesgo de invasión por P~ ~e
un .....,_~miento
y v - -- anímico que ha permanecido excesivamente
· vivo Ydela laiJlclW;:
·dura
tante extrafleza2 que se desprende de éP. Asl la sobremvestJI8 amb1valCOC
d
.
-esta solución auto-erótica tiene carácter anal ancla ª ~. 0 la regresión
du""13
. desmarc~~~;~
en 1920 se ha
::~:is,
s1c16n al respec pensanuento anímico y . lllStJntos de Vida y de muerte
de _la ~uie:~: :t~~cpO~~ 9d22,1su po-
o caso, la teo. d . . , e as que
suaxalización q ce convicción a partir ~a l;~mstinto de muerte (una
pulsional- fundamentalmente tendrla por objetivo el domJJll de ' ue esta teoría conlirm I e ) y la noción de dese-
a en a obra fre ud"iana son, pensamos

, . Freud. s. eonsrruccionts en análisis- 1937 • ,. traducción d•º" --:---


s Freud
-Más allá- _del principio
de/~o,192) '; Pstcoaná .
2 Nota del Traductor: respeto la cxpruíón "inquietJDle cxuan:d~ al cast•li"'º Col"' del plactr
¡,_,,_, y teltpatla. 1921 S : 1920; Psicología dt las masas y aná/' .
. ueno y telepatía. 1922. uu
Uuhcimlichc" en la literanira psicoanalltica ftallctS8 y que fue v

"Lo siniestro".
, Freud, S. Inhibición, síntoJIID Y a11gustia. l926
- 30
Más alió dt la rtprtstntacwn
"Solamente dentro - Tambien
.. fuera"

la ilustración más accesible• Es 3/


nosotros, los compaileros del borramiento en la misma época de una con-
cepción animista del psiquismo y de la permanente sexualización que le es se puede dar durante la n . ta_ continuidad
cada
1 vezd que tiene ugar una ochere tiende
• a prod~TCSentación.
uc1rs percepc¡ó
e caso e la sesiónI de . _gres1ón lo sufic. e también du n que
Dicho esto, el interés de Freud por el pensamiento anímico, tal como se
m!Jerellk· Aunque aparentemen:~sts. •entementc profu:te. el día
manifiesta en los ailos 1913-1919, no ha desaparecido sin embargo, lo trabaja mos que en las condi . tá apuntalado · Este es
a la sombra y reaparece bajo otras formas. Pensamos que se puede desvelar, 1 c10nesmássub· endatosob·
con a ~ayor fuena; es decir ~etivas es donde ~etivos, nos a .
por ejemplo, en el cuidado, a partir de 1923, por definir bien los límites de encubndores
S . . . • en las teorías sexualeslainf¡
y los de mos convicció
. n se Percib1-
produ
la neurosis y de la psicosis en relación al problema de la relación entre mundo 1
. urgidas, tanto del pen . . antiles, los rec ce
intemO y mundo externo'. Un cuidado que mantendrá siempre. Está presente nos, las teorías sexual _sanuento anímico co uerdos
en la descripción en 1926 de Eros "aspirando a la unificación, a la supresión y se constituyen por u~s;nfa~tiles se apuntala:: de los procesos sec
de las fronteras espaciales entre el Yo y el objeto amado", o en la de 1938, cepción traumática aca abaJo de figurabilidad n ~I modelo aluc. ~ -
predicando la idea de un tiempo de "indiferenciación primitiva entre el Yo verdad, yo lo he vi;to", : : : :a ~onvicción de ha~:unfando sobre°::tono

;::t!º de..':;;:::;,~
:.~¿~::::::
y el mundo extemo"6• En efecto, estas consideraciones tardías representan,
según nos parece, la vuelta del pensamiento anímico tal com',) es descrita
antes del giro de 1920: "la sobreestimación general de todos los procesos ~;:::IJl t'~~
realidad y sucumOO:a I o, se hacen caducasª; ~1 sentido de

:~~~;:.:t~,$~::~':!
psíquicos, el oonamiento de las cosas frente a sus representacíones ... la ima-
gen del mundo reflejada por el mundo interior debe hacer visible esta otra ima-
gen del mundo que creemos conocer". Un mundo anímista "que nos remite
hacia todas partes en reflejo de las conciencias parecidas a la nuestra"'. rtin~as_ ~xigenci:t~;::~ladodres de Ja .~:~:~~o c~ear nuev::ot:::m
Siguiendo este acercamiento a Freud, concebimos el pensamiento anímico is c1on rep uer os encub · me1or ada o-
como un pensamiento o representación, percepción y motricidád son equi- presente com:ese~tación-percepción y ;;dores eclosionan piado~ a las
valentes e indistintos, surgiendo en el seno de lo que hemos descrito como El adulto puede :ro ongación de un pasad0 n_dam_entan el sen~~ohdan la
yo me xclamar con la · meXJstente h lento de un
universo continuo del doble compuesto', La alucinación del sueño, a la vez acuerdo". misma conVICCJÓn
. . que el niño·
asta ese
Descartado " momento.
pensamiento y percepción, verdadera reliquia del funcionamiento anímico, es
de las leo . por la expansión d 1 . Si, es verdad,
recer, a s;ª;e~exuales infantiles :1 a memoria, arrastrado
convicción egado al funcion ' . pensamiento aním. ~on la represión
• Frcud, S. NeurosiS y psicosiS. 1923; La púdida de la realidad en la neurosiS y la
psicosis, 1924; La negación, 1925; ElfetichismO, 1927.
• fRud, S. op. cit.; El malestar en la cultura, 1929; Resultados. ;,Jeas, probltntOS, 1938;

Esquema del p,icoanólisis. 1938.


1
•~fantiles: re::la ;onvicción ¿e~ :~to
~síquica u:Conanece como u 3Jmento del inconscie ico tie?de a desapa-

t:s~
ps!quico capitatrieInJentras que la
~n de vehicuJ:a os tncubridores ;;sano ~educir que las necesidad
Freud, S. Tótem y tabú, 1913; El inconsciente, 1915. Ha correspondido el honor
1 Braunschweig, Michel Fain ·y Michel Neyraut de volver a darle valor, desde bace
Dcnise int:Juste indispens re fenómeno de I organ~, entre otros on~s s~xuales
82
algunos años, a la importancia del pensamiento anJmico en la economia pslquicá. M- Neyriut. ma y reard able, eslabó . a convicción? Q des1gruos con
i ad externa? n mtennedio o filtro~~ _ue la convicción es
Lt transfert, PUF, et Les logiquts de l'inconscient; M. Fain, Lt disir de l'interprete, 19 · --::---_ VJZanteentre realidad
Ed. Aubier-Montaigne; D. eraunschweig et M. fain, Un aspect de la constitution
source pulsionnelle, Rev. Fran~- de Psych., J981, n' 1.; et Synmptóme névrotique, symp ª
h 19 "Li ' La vida
de transfert, Rev. Fran~- de Psych. 1984, n' 3. g¡. sen ""1ainos re nocturna ha
' C. y S. Botella, La carence auto-érotique d• paranoraque, Rev. fran~- de psyc . d• sonaJ de 18tcs1ón al h h recogido lo q

j
n' l. ,L 'homosexualité inconsciente et /a dynamiq,,e d• dorible en séance. Rev. Frinl'· a que un d"'ªcesalió• en otro tiempo fue la vida d .
o de Fque en eluesueño
. reud, S. la . Ia tCpresentació e vtgilia". y
interpretación de l n Rto~a a la imagen
Psycb. 1984. n' 3. os suenos .. 1900.

--·-·-
Más allá de la repruentación "Solamente dentro - T.ambién fuera ,.
32
33
diferente del radical retra. .
. En_nuestra opinión, la convicción, ya llegue bajo la furma de teoria ual
mfai:itil, de recuerdo o de simple intuici~n, e_stá provista a (a vez :X1as presentación de cosa d 1mu~to esquizofré .
-••rl '·
!"''~
No se trata tarn
e ob3eto cuyo Precm _ruco
a de la inVestidu d
pagar es la ra e la re-
cualidad~ d~I afecto_y de la represe~tat1ón sin ser ni uno ni otra. Vivida
de la cosa negada, porqupoco deluna negación de capacidad de
como seotmuento,
. se
d JJilpone como. la imagen del sueño; venida del intenor,
· ce mo · • • unaau .
~ro~ e unpacto .e percepción. Así el pensamiento animico se revela que consiste en negar Ja vmuento en el seno scnc1a de rcpre
l m!ento que desemboca e1:'ircepció~ del objeto es d~ la prueba de ::ión
mtnnseco la co_nvicc1ón; nuestros recuerdos más banales comportan una
m1tante a un "no" pemute . eJa conVJcción
dese b . de su existen ~unultáneo
· a otro mov·
dad
fuerza alucmatona.
A partir de los años veinte, el término convicción retoma a menudo a la tamente a punto de negar Éste u nmiento del ob. c1a. Un "sí" con •-
pluma de Freud cuando babia de la castración en la nifla y de su negación célebre pasaje de Freud . es, según nuestra ~:'~ que estamo _co-
acompañada de la convicción de que ha tenido, tiene o tendrá un pene. Una
alianza anti-traumática negación-convicción, dos caras de un mismo proceso,
la realidad no es encon~n La nega~ión: "El fin inmop1?1ón, el sentid:J~s-
que corresponda con el ob ~r medio de la percepc1'óediato de la prueba
convencers d · ~eto representado, smo . volver)
n de lo real, un objetoe
;1
resonando sobre el funcionamiento de la prueba de la realidad. La convicción 1 . . . e e que aún existe" -a
e mfügimos, agregaríamos nos pesar de Jo enérgico d o a encontrar y
está en el corazón de la relación del psiquismo y la realidad.
Estar en condiciones de reconocer la realidad de tal o cual cosa supone tá podemos leer:· "Lo no-real otros-. y como en este e· la negación que
1925,
es so!amente dentro; Jo otro ,)que está representado so:"1smo articulo de
previamente la salida de lo que Freud llama "la indiferenciación primitiva
conducidos a pensar que Ja • o real existe también amenrp, subjetivo
entre el Yo y el mundo exterior", es decir, la constitución de lá indispensable convicción contradictoria· el p;eba de la realidad se _fuera", nos vemo;
discontinuidad representación-percepción. Para hacer esto, esta es nuestra ra". Dos movimientos , , . o ~_eto existe "solame CJerce en una doble
hipóteSis, la prueba de la realidad debe pasar por la paradoja de negar la ª°fm~cos inconceb10J!s1qu1cos mcompatibJes y co:e dentro-~bién fue-
realidad. En el mundo del pensamiento anímico, la percepción del objeto, que ps1qmco parecido a una ~ara. el pensamiento secu pl~mentanos; testigos
es un factor facilitador de la indistinción, debe sufrir un enérgico desmentido de lo real". Co tecruca mágica surgirá ndano. De este trab .
a fin de "creer" en su existencia solamente en la representación; sin lo cual c .. nesponde aJ pe . el sentimi ªJº
lomo conñnnación" d nsam1ento freudiano ento de existir y
su control es aleatorio y el desamparo de la ausencia, equivalente anímico a percepción e una representación eil ~ue encara la percepc1'ó
El . • am1sm " n
de la propia desaparición del sujeto, acecha permanentemente. Con a~da segundo tiempo d 1 a reproducción" de
del auto-erotismo secundario, la continuidad anímica se rompe por una Df:,~ión menos una perc . . e a castración la .
de la percq,ción del objeto, por una suerte de "No, solame?te en_nu • Una de la realidad, q:~:: ~ue se impondrá ~1 ru::de la ause~cia de pene, será
negación de la percepción del objeto sin retirada de su mvestJd~ qu~ para percibir Ja falta . onsecuencia del pen•;m; enos un lliunfo del principio
podríamos jnsertaI' entre )os dos tiempos del ser y del tener descntos Po,, Viene con ¡ª conVJcción . ~entod anúni co. La capacidad
e que el objeto puede "
freud en J938 º. Entre la primera proposición freudiana: "Y_o soy el pecho . -- ver-
1
y Ja-oda "Yo l • - • ""°""' '° "° k,,oy", - - " " " :
''No ' está solamente en mí". Esta destrUcción
· ,del· obJeto 1en ~a perc__er,
úruCO mc;;uJO de
"FreUd--
, ,1 No ' S. El inconsc;
"etnpre hi tompren<femos "ente y Adición meta .
cias a la omniPotencia
. del pensamiento
d anllil1co es e acto de .,,,nsar
osar Todo r Por /• JlOsibiiidad
lim• P0léticosd y sin
. cese
fuera-dentro•
ar . en sentidoe-•
,psrcológu:a a lª. leerla del .ruño. 191S
gra
preservar la capacidad de representar, e pe . · ecanisrno rnuY "'"'º
Esta ideade real coe una regresión econs11111
aJ "· "yo-no yo"
-,,,.,._, 11no seftaJando loa limites
amenazad
es en últÍJllll jnstaDCia culpable de la muerte del obJeto; un m se 'PUnra se 10hace másmo consecuencia ~enlo anlmi¿, p oa permanenJement~
an1c, , · la sabre lo qu ICepta!,Je si ten e una l~ica 1"'gi~ °' otro lado, definir el sen
in ºl>stácuJos e es l!s1e en este"'""• en cuenta que todaes un problema comiderabl;
· momento, sobre la utilizacióevolución en e1psJquismo
. ·
n de lo que ha reinado
1938
Freud, S. Resultado, ;,Jeas, proble1fl/JS• ·
10
, M6s allá de la npracntaclón •Solamente dentro - 'También fuera •
35

J4
En la confluencia del animismo alucinatorio, de lo actual de la pcrc .6
dadenJDCflle" ejecutar ta ,roena7Jl ya que el nifio tiene la convicción anlmica y e ..d. eJa w "de 1a memona,
. . Ia nqueza
· . cpcin
del. preconscicnte se orgaruza •
de poder uverdadcr&JJlentc" infligir tal acto._ La ~ción puede _existir en dl
aprovechando tanto los nnpulsos del mconsc1ente como los dat d
_,,., ·6n po"""e está en la represcntac16n anlmica. Ahora bien, al ser percepc1"ón La onentac1
· '6n de 1as mvestiduras
· · se hace a través d I os fu . e· la
ª pete~.--' tal equivalencia
1msoste111"ble ,.,- · 1a cas~t"6n debe
aolnnca. . o ·~ _de otra
"6 b · d I
e a atenc1 n que, amen o as huellas rnnémicas en el rru· smomomcnto
e a nc16n
manera. La continuidad aolrnica de 1~ ca~c16?. eJUge la discontmwdad de d 1
en que escruta
· delJ mundo de •la percepción, descarta el ricsgÓ d e 1D13 UTUpc1ón
· .
rucha de 111 realidad; la castrac16n existe solamente dentro-también
~!a. .
1 Una solución que ha sido posible por la introducción de la memoria.
traum
· á·nea; oda e anta, predice
·• y reconoce en el "deia
mnem1cas t a percepc1on potencialmente peligrosa Esta
, vu " d e 1as huellas
fro •
En el momento del "visto", la investidura del ya "entendido" provoca un las huellas mnérnicas con tas nuevas cualidades sensoriales c~n ntac_16n de
salto cualitativo en el que el trabajo de la memoria tranSÍOrm& la castración • daarumo
· 1iga Ycnnquccc
en una teoría sexual infantil; "falta, porque...." . El nifio creerá en la amenaza .la memoria
. prcconscicnte
. ' coloreando la mem.ona a las 1
1·dad
mfanbl, en particular a ciertas etapas criticas d 1 .d cxua
de casnaci6n eoostmüdo más por la crccncia en su teorla sexual infantil que ganización puberal. e ª VI a, tal como la reor-
por la percepción objetiva. La realidad es siempre ctcada-rccncontrada en
ta encrucijada de las conexiones originadas en una tcoria sexual infantil y Si la doble convicción no garantiza sufi .
represeotación~~epción, la función de la at=;:::;te la ~scontinuidad
de un tnibajo de memoria. · las .huellas mnem1cas anímicas y se v era. red uc1da
. sol podii t eJcrt:CISC
I sobre
Negar la percepción del objeto paI8 poder investirlo en la representación,
ta:1ones-rccuerdo preconscientes. Estas, dcscon amc_n e a a~ rcprcsen-
producirlo en la representación paI8 poder volverlo a encontrar en la pcr-
ubhzadas como bastión contra el desbo . celadas del mconsc1cntc, serán
cepci6o, este doble movimiento constitutivo de la prueba de la tcalidad no
mal superada precisamente r la d b . ~miento de una actividad anímica
es otra cosa que una función de la memoria. "Es necesario, dice Freudu,
ci?namiento de este precon:entc :m1hd:d d~ la doble convicción. El fun-
detener la rcgtesión en su man:ha de suerte que no sobrepase (durante el día)
m1en!o defensivo y se erige en zo . po rcc1do se transforma en procedí-
la representación-recuerdo, y pueda, a partir de ahí, buscar otras vias que toda .. . na erogcna 1• en rcc . .
urupc,on tanto mterior como ext • ' auto-erobco contra
permitan establecer desde el exterior la identidad deseada. En otros términos;
reforzar la continuidad desfaJJ . cnor; se convierte en un medio
reconocem<>5 la necesidad de una prueba de la realidad". Acordarse es existir. scsivo-.
y eciente con el objeto -es el pcnsanuento . para
ob-
El pensamiento anímico es superado cuando un pasado se constituye con sus
dos prolongaciones: el sentimiento de presente y la certidumbre del futuro. o Ivamos ahora a las re .
El presente existe porque es memoria, porque es un apres-coup pcnnaneote ~:::~~::s:- Con 1~ re;~~:~:::.i~: ~e::s:Z~ 1~ co~pnmsión de
apuntalado en el pasado con la dirección de W1 futuro. mundo aru· . 3 marufcstarse en los dos un · pli d , a mqu1etantc extra-
nuco que ca os· una · •
A partir de ese momento, por intermedio del "no" y del recuerdo, la doble que la reme . . acarrea arreglos diferentes , proxmndad del
convicción "solamente dentro-también fuera" se sitúa en el origen del raci6naluci~tora_c,don frena la marcha regresiva ancn· c~.d a uno de ellos. Ya
cambio de régimen psíquico; el sistema prcconsciente se irtstala y el peo· •- ona espcrtada · muca y asu I .
e analizado saldrá . por la regresión y co teni , me a asp1-
samicnto anímico es relegado al sistema inconsciente. La censura entre los 1
dose en las de una forma espontánea del . n cndo la convicción
dos sistemas puede, gr11cias al doble movimiento del "no" y del recuerdo, Pasado una representaciones-recuerdo U nesgo regresivo refua-ián~
0

CD las lruellas mnémicas inconscientes infiltradas de pensamiento


. ' manera nArl; • n rcasegurad .. •
cngidocnlu ,.......uculardercmemorar or déja-vu" del
annruco Sin que éste welva como fuerza . Y, es este doble movimiento el la Vertiente:U y plaza de la regresión aními que es el
e una realización de d
de transferencia ,
. ca, conduclI'8 aJ analizado ha .
que permite a lo reprimido anímico convertirse en rebrote preconscientc. eseos mconscientcs. p or consecuencia, eta

" Fm.l. S. 1A inta¡,mación ,k IM JWñM. 1900. IID, ú d~ · d


u- l"int~rprit*. Aubicr-Mootaigne..
36
Más allá de la rq,resentación
1
·1
•Solamente dentro - Tambiln fuera• 37

fácihnente tendn:mos una tendencia a creer que la "verdad", la convicción l llegará a interpretaciones enunciadas en identidad de percepción'. Por vía
regrediente directa, franqu~ el acceso al mundo anímico del analizado,
solo pueden llegar a través de la rememoración, al punto que nuestra com-
prensión del proceso analítico cone _el riesgo de estar demasiado influenciada
por este fenómeno. Tal fue, pensamos, el ~ r de Freud hasta 937; co~o
el árbol que oculta el bosque, la rememo~~16n le ~!taba la 1mpo~nc1a
lj
inalcanzable de otra forma. Sm este hallazgo, el proceso analítico se quedaría
Jirnitado y el inconsciente sería desvelado insuficientemente.
Si la contratranSferencia es la compañera del acto de transferencia, es
de la convicción. Una vez dicho esto, relat1V1zando as1 la remernorac1on, no 1 decir una manifestación del inconsciente por la vía diurna progrediente, la
capacidad del analista de tomar por momentos el camino regresivo del
pretendemos minimizar su valor en la cura, s~ mejor su naturaleza
pensamiento anímico será la compañera de una regresión-sueflo en el ana-
por el estudio de su articulación con la ~onVJcc16n. . . lizado. Si el inconsciente es, como dice Freud, derivado del animismo pri-
Otro recurso distinto a la rememorac16n y la sobre~v~~dura del pen- mitivo, podernos pensar que está estructurado como el pensamiento anímico,
samiento preconsciente es la investidura homosexual ~1s1stica, la aprehen- cuya forma tiene, y por consecuencia solo podrá acceder en su forma anímica
sión del objeto exterior en tanto que doble d~ s! mismo; otro p~nto de a la conciencia en y a través de la percepción. El analizado transfiriendo y
· · d l -gresiº6n que garantiza el manterurruento de una relaC16n que, el analista en regresión formal deberían estar en condiciones de aproximar,
d etenc1on· • e · a,~ ue sea, no es menos una relac16n . .
con un objeto, es decrr
.
por narc1s1s0 ca q . . . . incluso organizar en ciertos momentos privilegiados, el modelo de la conti-
una barrera frente al retomo del pensam1ento arum1c?. ., nuidad representación-percepción constitutiva del sistema inconsciente. La
•¡ sas el análisis personal del analista le ha¡ confrontado convicción, la "verdad" puede llegar a los dos y "alca~ el mismo
Estan
· d o as1 as co ,
· · to anímico lo que hace que una vez en el si116n, . su resultado terapéutico que la rememoración".
oco con el pensam1en , · , . . nuevas -a condiC1.6n, sm
expenenC18S . ern.,....i;o
"·-·
P
funcionamiento psiqwco conozca to como sea posible sus diferentes . "d'ej<>
· i vu,. •
de que aban . d onara tan nto de provocar enérgicas . ,,
de,ensas, y sm · emb argo Aproximación clínica"
Inquietante, a 1 pu desarrollo del proceso analítico, la regresi6n
. · • así lo creemos,
necesana . . para e1 ayor en ciertas cond1c1ones. • · S1· e¡ ana¡·1sta
Cuand~ uno de n?sotros conoció a Oiga, a pesar de un primer análisis,
1 su pensamiento segma marcado por mecanismos obsesivos. Las dos sesiones
anímica ·del anabsta nene un ro m ._,r soluciones defensivas; investidura
os para enconu- . d que presentai:emos se sitúan después de una semana de ausencia del analista.
no emplea recurs . t e doble convicciones prefabncadas e
. . . d l analizado en tan o qu , • En el camino a la consulta después de la vuelta del analista, el pensamiento
narc1s1sbca e • . " - rter" , memoria, reinvestidura d~ sus P':°1'1as de 01~~ se enloquece, choca contra todo sentido. ¿Es el día? ¿Es la hora de
las teorías anabocas pret~a po l llevan a una contratransferenc1a y le
~::e.sion? ¿~a en buena dirección? ¿Es este el piso?. Frente a la puerta del
huellas mn~rni:ai: ~consc1'.:n~e1:~~a;i6n ..., se encuentra confrontado a la e hs_ta, el tiempo e~lla dq_rante en el lapso de un instante. Inm6vil, Oiga
da un senado deja connu ºd N está lejos del niño confrontado a ~nme~ta la sensación-de un movimiento vertiginoso de subida-bajada
regresión ~ c a , a 1¡ _de~~=n~i~ d; sexo, llegada de un_nuevo bfuerID:~ SU~lda-baJada. Una sensaciM detenida rápidamente por un pensamiento e~
lo desconocido traum neo . d y tal como el nii!.o que e, pa abras que nace determinado·• "A•f ., perrruºto que Ia Sra. B . se tome
. un
. ºd Por parte de la ma re-. • . ·entonces,
nito desmvesb ura . drá tendencia a sabrse como/ .
• · ón anímica ten d sanuento
analista en su regres1 . d figurabilidad que toma la form~ pe¡nd la per- " Ninguna clfnica podrá . . .
medio de exp esar . • . pretender demostnr h1pótes1s teóricas. Solamente es otro
por medio de un trabajo . e . e adas de animismo, ehmman o cía, 1
sentaci6n, y ; clfni;,.intuic,ó~
1
del autor.':!"_último análisis, la leorfa analltica, una repre-
y teorías sexual~s infani;:~:irc!:vicción. Fuera d~ la contratranS:::r en mación de la repr pretend~te obJetiva, están en una relación percepción "confir-
cepción traumánca y aPoocido despertado Por el an~~iza~o, caJllPo de una a Ji, otra y . CSCDtación nusma, "reproducción " de la percepción. Recreando sin cesar
tcoria..;llnica Vice versa, es en el esclarecimiento mutuo, en la estrechez de la intrincación
muy cerca de lo descon . .cularmente intu1nvas, fuera . tal como que una "verdad" nace más que es descubierta.
el analista las interpre.13e1on~ = j o de figurabiJidad d~l ana~;~i:na1i1.ado,
a memoria preeonsc1ente, e ,~., en el inconsciente
l · ºfi t que se enra,._
un contenido rnam es o
38 Más allá de la repramtacióo \ •solame•te deatro - También fuera• 39

respiro entre dos sesiones" Cuando la puerta se abre, Oiga ya sonrle, y para } Mau-ric!o Bouvet ha descrito magi~lrn~te la utilización del pasado
el analista la sesión comienza con esta imagen. Solamente escuchará el relato j el obseS1vo con el fin de atemperar la mmediatez del objeto de a por
de esta penosa experiencia algunas semanas más tarde.
Destaquemos de entrada qul: dificil puede ser el reencuentro con el objeto ·
l . d' . Est gl . d'
cierta ~stanc1a: . e ar:re o~ m 1~b_le a causa de \a vivacidad de su
' seguraruna
pensarruento arum1co que asprra a la contmuidad sujeto-obieto una h
p11111 ciertos pacientes, incluso despul:s de un tiempo de ausencia corto. Los \ . d I d · ' ' apre en-
s1ó? e p~te a~ercan. o ~resentaci6n y percepción; de ahí la necesidad
mecanismos habituales se debilitan, ceden lugar a una regresión. La motricidad \ de 1~troduc1r una discontinuidad _por las ll~adas constantes a los recuerdos
bloqueada. el pensamiento se pICCipita por su trayectoria evolutiva, y a \a Y aun más, en caso de ausencia del. obJeto que
. . el pensam1·ento anim1co , • ·
manera del hombre primitivo animista, la paciente recurre a una tl:cnica traduce sobre la marcha como desapanc1ón del suJeto mismo· IDI tra ·
mágica heredera de la alucinación motriz en la que acto y alucinación S!>n · bl · bl , umatismo
impensa e, irrepresenta_ e, en el centro del pensamiento obsesivo.
indisociables. Alucinar subidas y descensos anula las sesiones ausentes Este día •de reanudación,
. gracias a la anulación máoic .,. a d e ¡a ausencia •
volviendo a trazar mágicamente el camino de lo que no ha tenido lugar. Una y a la· sobremveslldura no aparece nada en eI discurso de Oiga
· •del pasado,

realización que toma la forma de un coito violento denunciado ·por \a re1attvo., a d1a mterrupc1ón, nmguna huella de la falta d e tres sesiones ·
d . La
transposición y la formación reactiva que sigue: "Asi permito que la Sra .. exc1us10n
. e to a representación del analista ausen•- .., con sus a fiectos con- · ·
B. se tome un respiro entre dos sesiones". . comitantes es tan total que el analista tiene la idea de una amnesia · sm • punto
A diferencia del suefio-i:ealización de deseo, la alucinación motriz, tal de retomo. Confrontado
•, a este procedimiento que c onsigue · a ¡a no-existencia
• .
como )a- hemos comprendido en Tótem y Tabú, al mismo tiempo que una rea- de 1a percepc10n de la falta, confrontado a la ausencia de ·
lización de deseo, es una necesidad vital por decir así, una defensa contra sentación en Oiga, el analista
. tiene un sentim1' ento fu gittvo
. . dsu propia repre-
e extrañeza
las amenazas traumáticas que vienen de la percepción. En Oiga se trata de la so1o Podrá ser comprendido como un pensamiento con . que
evitación del reencuentro con el objeto, más exactan:1ente del riesgo de inva- orden de la castración O como narcisístico, .. mi. paciente . tratransferenc1al
me trata c del•
sión por parte del dolor insostew"ble ~e una ausencia ~egada hasta ese mo- fu era menos que nada" Se prod orno si
sentimiento de extrañ · uce entonces una elaboración en él. Su
mento. De ahí )a urgencia, lo repenuno, 1~ tray~tona aguda con ~-arácter eza es recuperado en un traba· d fi ••
. de la alucinación motriz. Es el pnmer nempo de la anulac1on de la llega a su conciencia bajo la expresió .. . . .~º e gurabihdad que
o rgásmi co · , · al b" to . t plaza de la extrañeza, el analista ose; ru visto, ru ~o~ocido". En lugar y
ausencia, un enganche sexual inmediato y ~ico o . ~e , un pensanuen o
la convicción de haber accedido~ 1 aho'.'8tn sentimiento de seguridad,
con valor de acto. El segundo tiempo, la formación reactlv~ ~rasa!~ val~r momento, y que su figurabilidad \~ esen~i~ de la economía psíquica del
· b" .1... barriendo el contenido y la forma de la vivenci~ ucmatona plataforma. servira en el momento oportuno de
anímíCO tam ¡,,,., · \' ta tab "'
á ica equivale a ''No, yo no le he tocado, mi ana 1s es , u que
El analista ciertamente habría d'd .
:~ta:1ece'la representación habitual de éste. Olga puede sonre~ por~ formal, quedándose, por ejemplo, :::ei°d::tar su e~eza y su regr_esión
. .
A1ucmac1ón motnz Y P
• d
. alabras se han combinado para reducir mágica-
. , \-'-ª sesi'ón y la de la
iro el uempo entre 1a u ..,,_
mente al espacio e un resp 01 toca el timbre la interrupción de las se-
habitual, diciendo que 01::~;:e,
referentes a la defensa del . s pensamientos preconscientes
y dán?lole even~lmente la interpretación
vue)ta. En el m~mento en qu: se :U borrado; mej~r, todo esto nq a existido.
Justificada en otro
. .
sido moperante aquí El al.
. como 81 a ausencia no hubiera tenido lugar
s casos, una mterp ta · , d
re cion e estas características habría
·
siones ya no existe, los afecto
Una vez que Oiga sedha
eficazmente que no pro uc
;i::;~ d . tidura sexual es anulada tan
::b:~:~ Puede proceder ya como de
, .co testimonio de su ~ t e
solamente habría apo.yadan ista había captado con Oiga que, haciendo esto
ªpoderaba racionalmente 0 , .engrosado
to bloqueando inmed' , sm
fallar
el p ·
. reconsciente de su paciente que se
, toda información sobre su fimcionamien-

costumbre: con un tono un paco ~focado, um . Todo remite al pasado. . · 1atamente toda e
as1 solamente habría ah da
• d
. mergencia e afectos. Una intervención
. 1 tG asQCJB relata, asocia... en.
angustia subyacente, re a..., . , d ¡· 0 parecen-trabajan-desaparee consciente ya alejado d on do aun ~ás la l!nea de demarcación de un pre-
Los Fuerd os, como
funcionanos mo e , ª
. preconsciente ocupa
toda Ja escena- e sus fuentes mconsc1entes. Aislado del inconsciente,
El poder centralizador de la memona
40 41

1
Más allá de la representació,. dentro • También fuera "
,5o/a,nente

e! preconsciente se convierte en su propia fuente de excitación I l . los muertos "históricos", para combatir la extrañeza de la
~1vos. M odela los objetos en objetos-palabra-tabú y los recuerdo':C:~~e- 1-. preco~sci~~~da de sesiones faltantes, el surgimiento brusco del analista
os-J:>a1abra-totems, en memoriales mortuorios. Su propio funcionam· er- ..,,,ictón J)espués
ar-- ID=r·- de un breve ínstaDte
· en e ) que 0)
- ga parece captar el
adqu1ere el valor~-un objeto a~to-eróti~. que sustituye a los objetos de tento _ ausente.d tal uru·verso sale de lo inquietante despertado ahogándole en el
En estas condiciones, toda mtervenc1on del analista cone el riesgo :ior. j ¡ancee ,, d recuerdo.• En efecto, las representaciones
. .
8 c. . relativas al padre
I
"deJAVU efrecuentes
tra~da de este modo, desencarnada, amalgamada a este preconscie t scr \' habituales, como ...mstaIdaa s" en Ias sesiones;
. 1leva-
erótico. Solo queda una posibilidad de esperar el fallo saludabt e auto. muerto era n • .
denas asociativas a un statu quo, con un punto muerto de su diná-
engranajes de una mecánica tan despiadada, esperar un fracaso co; 0 los l ba•1asca Lo completo de la representaCJ"6ndeI muerto ha penmti · ·do a 01 ga esqui-
de restablecimiento de la relación de objeto. Signo '
1111C:i vacío de la no-representación de la ausencia, de anegar sus afectos.
Hacia el fin de la sesión, Oiga no llega a situar una fecha. ·Es tal 0 varHay una imposibilidad to~ de ~l~boración de la_semana de interrupción,
año?. Su interrogación se termina por un explosivo: "¿y qué? ..<.me. tal ninguna huella de problemática edíp1ca, de figuraciones de escena primaria
un comino e 1. ca1endari o ,..
. . Este aguJero
· en Ja memo~a,· este olvidoimporta
acom- con sus arreglos defensivos correspondientes, ningún signo de fijación sado-
pañado de vivos afectos, representaba para el anahsta el otro pila ta
esperado del puente correspondiente al "ni visto, ni conocido". Él se ~CS: 111asoquista, de control anal del objeto u otras expresiones pregenitales.
Confrontada a la ausencia del objeto Y en la incapacidad de efectuar un
"Ah~"- Después, el silencio de Oiga, moment~ privilegiado en Ún discurs~ trabajo de duelo, el procedimiento radical de Oiga está cerca del mecanismo
continuo hasta ese momento, le relanza. Espontáneamente, en resonancia c esquizofrénico de retracción de la investidura de la representación de cosa
el olvido de Oiga, sus palabras surgen también en tres tiempos, como uon del objeto. La excesivamente fuerte impregnación del pensamiento anímico
• l d . " E '6 d · na
fiormu a e encantamiento; ¿ s una ses1 n, os ses10nes, tres sesiones? que le impide establecer la doble convicción " solamente dentro-también
¿Un muerto, dos muertos, tres muertos?" . Una forma de aproximación-~ fuera", ejercer la su~leza del ''.no-sí':, el obsesivo la reemplaza por lo masivo
la consciencia de Oiga para intentar recuperar la percepción de la ausencia de una doble n:~~c16n de 1~ mve~du~a ~el objeto que nosotros figuramos
no representada. Podriamos decir que el analista hace aparecer muertos para por la f6nnula m dentro-m fuera , m Visto en la percepción ni conoc1·d 0
reanimar, o sea crear, la representación de su propia ausencia. en la representación. Este procedimiento es refoxzado por m;a inv ti·d
La reacción de Oiga es instantánea: " ¡Vous alors!" 'º, exclama. Sigue 6" dlfu . . es ura
auto-e:: nea e n~!onam1ento p~consciente. Para poder existir, el obsesivo
un momento de suspensión en el que parece captar su drama, rápidamente debe .~uspenderse . de su ~rop10 pensamiento, como el paranoico "se
recuperado en un "¡Mierda, no lo había pensado!". Oiga quiere decir que agai:ra a la perc~c16n, sufriendo uno y otro un desfallecimiento d ¡ t _
no ha pensado en su padre muerto hace varios años. . erollsmo secondano. e au o
Aquí se plantean varias cuestiones. ¿Qué representa el desfase sentido
por el analista entre su figurabilidad "ni visto, ni conocido" y la asociación
de Oiga sobre su padre muerto? . S_u ~tención mantenida en el "ni visto, ni
L~ ausencia de representación de la falta es el punto que 01 a tiene en
comun con el Hombre de los lobos para el que a nivel de
corriente, la más antigua y la más profunda" ' d'
"t
. . ercera
t
·6 d · • no po 1a ser cuestion de I
conocido", ¿corresponde a un sufrim1e1;1to mudo n~ repres~ntable_de Oiga; representac1 n e la ausencia de pene"· en Olg ¡ Ob"
del exterior como la · '
.
ª• e ~eto solo pod1a volver
ª
es decir, la naturaleza del trabajo psíquico del anahs~ rem'.te, vé~~ r~ve;a 6
forma del dedo corta~:s~%; reaparece en el Hombre de los lobos bajo la
características inaccesibles de otra manera del func1onam1ento ps1qu1co ..
Eso es Jo que pensamos. . . .
La asociación sobre el padre muerto que habna podido-ser considerada lo que, a diferencia del Horrib=~r :
de Oiga en estado de vigilia.
~r:
del analista ausente deberá to ene\ac~eso a la conciencia, la representación
de una percepción alucinatoria,
e os o s, no puede tener lugar en el caso
como dinámica en otro contexto, solo es en Oiga una llamada a la memona

.6 de traducción dificil. Aproximadamente indica extnilez> 11 Frcud, S. "Extracto de la . .


"I"Vous alors• es una expresi 0
. .6 Entre· "Vd se a1reve a todo" y "Vd. entonces• (n.t.)
1918 historia de una neurosis infantil (El hombre de los lobos)".

y admm1c1 n. . ·
42 43
Más allá de /a repr También fuera•
e.ttnrac¡ón •Sof¡pn~ntt dentro -

Y si añadimos a esto que la figuración más cercana má5 . el analista se reúnen por fin. Oiga solo evoca palabras 0
de una negación de la investidura del objeto es la de s:i m repreSentativa La paciente Y la persona del analista. Son palabras que responden,
º6 d 1 . . . . uene la rcc
raet n e a mvesttdura del obJeto-analista tiene todas las po 1 11 Upe. ibT sesiones ausentcS Y no el que las tres veces "nada qué hacer" respondían
tomar la forma de la vuelta de un muerto, de la represC:ta . dadesde colllº en su sueñod enlas tres sesiones. Un proccd'IIlllcnto
· que da testunomo
· ·
.,, ,. ,, . 6
ClDde
cspmtu , como para el hombre pnmitivo animista El ''vd ta b" un a ]os trCS mu~s ; a de operar una regresión suficiente y de encubrir las
• . · · m 1énl" 1
Oiga expresana la emoción tiente a la percepción de \a "cosa" • · de de la ~ificulta: e ; del objeto. "No hay nada qué hacer", Oiga está
jnvestJd~ras e c:ner la negación de la investidura de cosa del objeto para
"¡Entonces, vd. está ahl! ¡vd. existe!". Pero también, frente a \a:~~~-
dad de confrontarse a semejante prueba de la realidad, Oiga impone lbib-
y plaza del "espiritu" del analista "muerto" , un trabajo de m~ !ugar
1: _...-,c1aaman
co?"u.,,u .
tar
eVI . el pe 1igro ti
.ó de la percepción de la alta, e v
.
d be erifi
. p
de la pérdida de su propia representac1 6n. or esto, a la
· unagcn
car su propia ·
·1· b d ona, el aproxuna~i ~n reaseguramiento que le permite abordar, por la figuración
recuerdo ti iar, ~te ~egu~ oren su cas~, de un muerto verdadero
El movumento alucmatono rápidamente en el espcJO-
. es de Ja boca, la angustia • atenadora en su caso de perder sus
. recubierto por el recuerdo, de¡a, •· de los giron . .
no obstante, huellas como el suel\o que S1gue. Se constata que \a interven •. alabras, garantes de su vida psíqu1_ca. . .
del analista se ha constituido en resto diurno punzante y que ha h:: P Al nsiderar la imagen en su ruvel manifiesto, la boca hecha girones
irrupción en la percepción alucinatoria del sueño. Oiga lo relata a la ses• 6º . e: interpretada como la manifestación de una culpabilidad originada
• • 1n ~:~idez oral destructiva del pecho; la desaparición éste último, provo-
s1gu1ente. ,
"Miro mi rostro en un espejo. El interior de mi boca está hecho girones. ;~do, en la continuidad anlmica, la figuración d_e la destrucción de la boca,
La gente, a mi alrededor, se lamenta: no hay nada qué hacer, n.o hay nada •ocluso su desaparición. Pero con esta concepción de la representabilidad
~ireeta de tal drama, ¿no arriesgamos a racionalizar lo irrepresentable, a
qué hacer, no hay nada qué hacer. Me despierto oprimida con el sentimiento
de un mundo lúgubre". Como apresurada, Oiga recurre a su memoria y proporcionar lo lleno de una imaginería de lo fantasrnático creado por el yo
para ocultar precisamente el vacío de una no-representación, el agujero
asocia sin tardar en tomo a recuerdos que se remontan a la sexualidad
abierto por la retirada de la investidura de la representación de cosa del
infantil. Piensa que es "mortalmente" culpable de sus juegos sexuales y cree
tener la "enfermedad del remordimiento". Asl, por medio de estos pensa- objeto?. '
Sea lo que sea, con Oiga sabemos que este tipo de acercamiento solo
mientos, exorciza rápidamente el carácter lúgubre de su sueño. El analista
consigue alimentar de palabras desencarnadas su preconsciente auto-erótico.
queda solo frente al afecto del sueño. Con el "ni visto, ni conc,cido" como
El hilo rojo del sueño nos parece ser captable por un lado a través de la
telón de fondo, vuelve a sentir de nuevo un desfase entre él y su paciente, dificultad de Oiga para recuperar el objeto, y por otro lado por la figurabilidad
entre las asociaciones de este y la atmósfera sugerida por el sueño. Intenta del analista, único testigo del impasse psíquico de la pacieñte.
un vinculo repitiendo el "no hay nada qué hacer" que, por su forma A falta de un trabajo de figurabilidad y de una regresión formal suficiente
repetitiva, rítmica, remite a la sesió_n de la víspera, y parece ser el_ elemento del ~eño, el afecto -:tl carácter lúgubre del sueño- es el único representante
más representativo de lo que está en juego. Se produce_ un ~mb10. La voz po~1blc de la negación de la investidura de la representación de cosa del
de Oiga se pone a vibrar de emoción: "Me pregunto SI pod1a habl3: en el ob¡eto, negación vivida como un morirse. La eclosión de tal afecto solo ha
'ó "Ah • ,.. Siempre
eño" Pero también se desprende de su emoc1 n. s1, ya se . .. esta~o al alcance de Oiga por su ap1D1talamiento en la intervención del
:i estr~ñimiento de palabras ... de palabras quema~". De~ués se rcco: enal!Sta. Un afecto-~tación, que presagia el retomo del objeto-analista,
''v dad"· ''No eso no es lo que quiero decir .. Hablo p tal como puede hacerse baJo las condiciones anlmicas reinantes Lo asoc1·a-
buscando una er · • . - " Turbada, Oiga mos a las que condu'~eron al Hombre de los lobos durante su pen"odo · obsesivo
no sufrir... Me faltaban las palabras, que me hac1~ daño . 01 a ca ta
se queda en silencio. "¿Palabras q11e le faltaban ...? . De repente nlun ~lo a1sueñode1D1d · ' •
elabora . . d emomo negro que amenazaba con un dedo levantado, una
la representación de una ausencia. ¿Cómo be podido no pensar cion e Iª angustiante alucinación anterior del dedo cortado. Asl, para

instante en mis ses10nes de la u·¡tima
· sem ana?" . .
Más allá de la represwación
44

v 1·tar el terror de la alucinación de la falta y el dolor del duelo, el obsesivo


e reg,:esión. tal como el hombre primitivo, crea "e~iritus"; en 0lga, es
e; timiento "lúgubre", lo que indica la vuelta del obJeto negado-matado.
ep sen t analista se escucha decir: "¿Asj, yo vuelvo por la noche?. 0lga La dinámica de doble. Un problema de
or es o e 1 ful .. Ah, h i 1 ,.. CapítuloIIL-
responde con un rasgo de humor gurant~: i . e aqu e . técnica psicoanalítica: el trabajo en doble.
.mmediatamente en \lll8 desonentac16n conmovedora: Pues
Pero se b und e .
..:endo ·No ha habido vacaciones?. ¿Vd. me ha esperado?
El caso de FJorián
ahora no en.. • " cido una brecha en la barrera del preconsc1ente . auto-
Por fin se h aprodu •
• d · d arecer el desamparo de Olga. El humor, escnbe Freud, es "Efectivamente fa idea del doble no desaparece
erónco eJBD o ap "'º protector, una 1dentificac1 · · º6n con el obº~eto parenta1
d e 1 S u pe •J forzosamente con el narcisismo primario ya que
un recurso • 1 d 1 E Olga el rasgo de mgeruo. • • • "Eh
aqu1· el espectro" , puede, en el curso de los desarrollos sucesivos del
..,.
...--..... evitar e O1 or. to nde conciencia
• • de su unpos1
· ible mvesb
· "d
ura de1oo·~eto, yo. adquirir contenidos nuevos"
ªª
que da acceso
se abre sob~ no
que la pérdida de 0
r mabe é brecha e impone al yo una negación mayor.
~ eto~~ Entonces, no ha habido vacaciones?". Pero a
Sigmund Frcud, 1919

diferericia ~e 1~ vueltaª. as
1
:S
· " 1.ones del vertiginoso fantasma mastmbatorio
de 1~ representación de la descarga motriz
de la alucmac1ón del objeto negándolo, aquí, el pensamiento
ocupaba el lugar de la_ mv . nocimiento de una plena investidura del
1
de Olga implica la existencia, e y la realización mágica de este deseo: Introducdón
deseo loco de su p,~~-· · " tr "
objeto, d e un rado" Aquí, igual que el compromiso espec .º , No dudamos de la importancia del vinculo estrecho transferencia-
"entonces vd. me ha espe . · . 6 del dolor de una falta del ob¡cto contratransferencia que forma el eje central de toda cura; sin embargo, en
• - edir la ce1os1 n
la negación está para unp . . este artículo nos interesaremos preferentemente por la existencia de ciertas
percibida por fin. la salida por medio del amm1smo pasa fuerzas psíquicas, casi siempre recubiertas por la dinámica de la transferen-
Oiga nos hace comprender que
ti lta por la tranS o
ti nnación preventiva de los afectos
. tid .
cia-contratransferencia, e intentaremos distinguirlas de situaciones en las que
por la negación de la a y . l" Nos hace comprender que la. mvcs '6ura una complicidad, frecuentemente homosexual inconsciente compartida por
1 rosos en " fuerza sensona . . 6 de la falta, es a la vez negac1 n e los dos protagonistas de la sesión, así como el trabajo de su yo preconsciente
do o ha contra la percepc1 n . to del dolor en que busca evitarla, impiden la emergencia de IUl8 cierta modalidad de relación
d«;:l recuerdo~ -baJ·o del duelo. Es el desmelnuzanm::Oientodclafalta vivida, por su propia naturaleza inhabitual o extraña, así como perturbadora,
...... ,..,ento Uvl ua bre la via a reco ·--"•
tn<>u-:•· dos-negación la queª . idades pslquicasJ= véase desorganizadora; forma de relación en la que IUl8 porción del psiquismo,
sucesivos recucr .ento anímico, dos neces hasta ahora ignorada, tiende a surgir.
·a la superación del pensanu En el encuentro analítico, el analista se enfrenta y puede sCI\VÍrse tanto
y lidas verdaderamente. del juego transferencia-contratransferencia revelador de las relaciones obje-
cUIIlP ·
tales Yde la historia de la neµrosis infantil del analizado, Jo que constituye
su trabajo habitual, como de un juego de investiduras narcisísticas sobre el
modelo del doble. Se trata de una dinámica que no solo concierne a las
rep~entaciones; mecanismos y fantasías inconscientes propias de la neu-
rosis infantil del analizado, sino que también a los puntos de fractura, a las

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