Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cal Kulis y otros pacientes con cistinuria tienen un defecto genéticamente determinado
en el transporte de cistina y de los aminoácidos básicos (lisina, arginina y ornitina) a
través de las membranas con borde en cepillo de las células en el intestino delgado y en
los túbulos renales (sistema B0,+). Sin embargo, no aparentan tener síntomas por insuficiencia de
aminoácidos, en parte porque el aminoácido cisteína (que es oxidado en la sangre y orina para
formar el disulfuro cistina) y la arginina pueden sintetizarse en el cuerpo (es decir, son
aminoácidos “no esenciales”). La ornitina (un aminoácido que no está presente en las proteínas,
pero sirve como un intermediario en el ciclo de la urea) también puede sintetizarse. El problema
más serio de estos pacientes es la insolubilidad de la cistina, que puede formar piedras renales
que podrían alojarse en el uréter, causando hemorragia genitourinaria y dolor agudo intenso
conocido como cólico renal.
B. Vía ubiquitina-proteasoma
La ubiquitina es una pequeña proteína (76 aminoácidos) altamente
conservada. Su secuencia de aminoácidos en la levadura y en los seres
humanos difiere solo por tres residuos. La ubiquitina tiene como blanco
a las proteínas intracelulares y para su degradación se une
covalentemente al grupo ε-amino de los residuos de lisina. Esto se logra
a través de un sistema de tres enzimas que une a la ubiquitina a las
proteínas diana o blanco para su degradación. Usualmente, la proteína
blanco es poliubiquitinilada, un proceso en el que moléculas adicionales
de ubiquitina se agregan a las moléculas anteriores de ubiquitina,
formando una larga cola de ubiquitina en la proteína diana. Luego de
que la poliubiquitinilación está completa, se libera la proteína blanco del
complejo de tres enzimas y es dirigida al proteasoma través de una
variedad de mecanismos.
Se conoce como proteasoma a un complejo con actividad de
proteasa que degrada la proteína blanco liberando ubiquitina intacta que
puede nuevamente marcar a otras proteínas para su degradación (fig.
35.6). El proteasoma básico es un complejo proteínico cilíndrico 20S
con múltiples sitios proteolíticos internos. La hidrólisis de trifosfato de
adenosina (ATP) se usa para desdoblar la proteína etiquetada y
empujarla hacia el núcleo del cilindro. El complejo es regulado por
cuatro diferentes tipos de partículas reguladoras (complejos capuchón),
que unen la proteína ubiquitinilada (un paso que requiere ATP) y las
entrega al complejo. Luego de que la proteína diana se degradada, la
ubiquitina se libera intacta y se recicla. Los aminoácidos resultantes se
unen a la poza intracelular de aminoácidos libres.
Muchas proteínas que contienen regiones ricas en el aminoácido
prolina (P), glutamato (E), serina (S) y treonina (T) tienen vidas medias
cortas. Estas regiones se conocen como secuencias PEST, basadas en
abreviaciones de una letra usadas para estos aminoácidos. La mayor
parte de las proteínas que contienen PEST son hidrolizadas por el
sistema ubiquitinaproteasoma.
C O M E N TA R I O S C L Í N I C O S
C O M E N TA R I O S B I O Q U Í M I C O S
C O N C E P T O S C L AV E
Las proteasas (enzimas proteolíticas) rompen las proteínas de la dieta en
péptidos y luego en sus aminoácidos constituyentes, en el estómago e
intestino.
La pepsina inicia la ruptura de proteínas en el estómago.
Una vez dentro del intestino delgado, los zimógenos inactivos secretados
del páncreas se activan para continuar la digestión de proteínas.
Las enzimas producidas por las células del epitelio intestinal también se
requieren para degradar completamente las proteínas.
Los aminoácidos generados por la proteólisis en el lumen intestinal son
transportados hacia las células del epitelio intestinal, donde entran en la
circulación para ser usados por los tejidos.
Los sistemas de transporte de aminoácidos son similares a los sistemas de
transporte de los monosacáridos; para ambos existen sistemas de transporte
facilitado y de transporte activo.
Existen diversos sistemas de transporte superpuestos de aminoácidos en las
células.
La degradación de proteínas (recambio) sucede continuamente en todas las
células.
Las proteínas pueden degradarse por enzimas lisosomales (catepsinas).
También las proteínas son marcadas para ser destruidas, cuando se unen
covalentemente a la proteína pequeña ubiquitina.
Las proteínas enlazadas a la ubiquitina interactúan con el proteasoma, un
gran complejo que degrada las proteínas en pequeños péptidos, en un
proceso dependiente de ATP.
Los aminoácidos liberados de las proteínas durante el recambio pueden
usarse para la síntesis de nuevas proteínas, para generar energía, o para la
gluconeogénesis.
Las enfermedades revisadas en este capítulo se resumen en el cuadro 35.3.