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Lectura
Las personas con discapacidad
y sus familias bajo el prisma
de la Convención sobre los
Derechos de las Personas
con Discapacidad.
RESUMEN ABSTRACT
Existe un amplio consenso en que la familia es There is broad consensus that the family is the
el elemento natural y fundamental de la so- natural and fundamental group unit of socie-
ciedad y el más apto para el desarrollo de sus ty and the most suitable for the development
miembros. Empero, en su seno se generan con- of its members. But, in his breast conflicts of
flictos de diversa magnitud. El presente artículo varying magnitude are generated. This article
analiza, previo paso obligado por los instru- analyzes, after passing bound by international
mentos internacionales de derechos humanos, human rights instruments, which tools provide
qué herramientas brinda la Convención sobre the Convention on the Rights of Persons with
los Derechos de las Personas con Discapacidad Disabilities in order to promote proper integra-
en orden a favorecer una adecuada integración tion and healthy links between a person with
y vínculos saludables entre una persona con disability and the other members of his family
discapacidad y los restantes miembros de su group.
grupo familiar.
PALABRAS CLAVE: Discapacidad, familia, dere- KEY WORDS: Disability, family, human rights, 79
chos humanos, Convención Internacional sobre Convention on the Rights of Persons with Di-
los Derechos de las Personas con discapacidad. sabilities.
Sumario
1. Introducción
2. Reconocimiento de la familia en los instrumentos internacionales de derechos humanos
3. Concepto de discapacidad
4. Dificultades en la dinámica familiar
5. La persona con discapacidad y su familia en el marco de la Convención Internacional
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
6. La mirada de los jueces
7. A modo de conclusión
1. Introducción
El presente trabajo tiene por eje rector explorar, previo paso obligado por los
instrumentos internacionales de derechos humanos, qué herramientas brinda la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad1 en orden a
favorecer una adecuada integración y vínculos saludables entre una persona que
tiene alguna discapacidad y los restantes miembros de su grupo familiar.
Sobre el punto cabe especificar que el vocablo familia se caracteriza por su
extrema vaguedad, y en ese orden se reconoce que ni aun centrándonos en un
determinado tiempo y espacio social es posible delinear un concepto abstracto
e intemporal pues en cada caso es dable advertir la existencia de distintos tipos
de familia.2
No obstante, al aludir a la familia —como grupo primario— el imaginario
social se inclinaba por incluir en dicha noción al núcleo paterno-filial.
Actualmente, como consecuencia de un incremento en las rupturas conyuga-
les, se observa que existen distintas formas familiares, lo que habilita a hablar de
tipos de familia en plural en vez de “familia” en singular. Es decir, se encuentra
en franca discusión la existencia de un modelo único configurado por la familia
nuclear intacta fundada en el matrimonio. A ello debe adicionársele que el re-
conocimiento de tipos familiares diversos representa la afirmación del principio
80 democrático que exige el respeto por las diferencias.3
La Constitución Nacional argentina, en el artículo 14 bis, entre diversos de-
beres que impone al Estado, señala la protección integral de la familia.4 Si bien
1
Aprobada por la Asamblea de las Naciones Unidas el 13 de diciembre de 2006, aprobada por ley 26.378 (B.O. del 9
de junio de 2008) y ratificada el 2 de septiembre de 2008.
2
MIZRAHI, MAURICIO LUIS, Familia, matrimonio y divorcio, 1a. reimp., Buenos Aires, Astrea, 2001, pp. 1 y ss.
3
GROSMAN, CECILIA P. y MARTÍNEZ ALCORTA, IRENE, Familias ensambladas, Nuevas uniones después del divorcio, Ley y
creencias. Problemas y soluciones legales, Buenos Aires, Universidad, 2000, pp. 31 y 32.
4
En similar sintonía —y a título meramente enunciativo— hacen lo propio el artículo 37 de la Constitución de la
8
Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 2856 (XXVI), del 20 de diciembre de
1971.
9
Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 3447 (xxx), del 9 de diciembre de
1975.
10
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 46/119, 17 de diciembre de 1991.
lia. Así también, a aquellas familias en que haya una persona con discapacidad
se les deben facilitar servicios de cuidados temporales o de atención a domicilio.
Deben eliminar todos los obstáculos innecesarios que se opongan a las personas
que deseen cuidar o adoptar a un niño o a un adulto con discapacidad.11
En la órbita de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización
Mundial de la Salud, no cabe omitir a la Declaración de Montreal sobre la Dis-
capacidad Intelectual12. En ésta, el artículo 8o. conviene en “Apoyar, promover e
implementar acciones que favorezcan la inclusión social y la participación de las
personas con discapacidad intelectual en toda América, por medio de un abor-
daje intersectorial que involucre a las personas con discapacidades intelectuales,
sus familias, sus redes sociales y sus comunidades”. Para alcanzar tal cometido,
se recomienda, entre otras, proveer a las comunidades, a las personas con dis-
capacidades intelectuales y a sus familias el apoyo necesario para el ejercicio de
sus derechos, promoviendo y fortaleciendo sus organizaciones” (artículo 9o., d).
Robustece esta consigna, en el artículo 11, inciso a, al preceptuar que las
personas con discapacidad intelectual y sus familias deben estar concientes
…de que ellos comparten los mismos derechos y libertades con todos los seres hu-
manos; que tienen el derecho a igual protección ante la ley y que tienen, en última
instancia, el derecho a un recurso legal o cualquier otro recurso efectivo ante una
corte de justicia o un tribunal competente, con el fin de ser protegidos contra toda
violación de sus derechos fundamentales reconocidos por leyes nacionales e inter-
nacionales.
11
Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución A/RES/48/96 del 4 de marzo de 1994.
12
Conferencia OPS/OMS de Montreal sobre la discapacidad intelectual, 5 y 6 de octubre de 2004.
13
Para ahondar en este tema se recomienda la lectura de: GIL DOMÍNGUEZ, ANDRÉS et al., Derecho constitucional de fa-
milia, Buenos Aires, Ediar, 2006, ts. I y II; LLOVERAS, NORA y SALOMÓN, MARCELO, El derecho de familia desde la Constitución
Nacional, Buenos Aires, Universidad, 2009.
14
Aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana (1948), Res. XXX.
15
A.G. res. 217 A (III), ONU Doc. A/810 p. 71 (1948).
16
En igual sentido, artículo 23.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
17
Nueva York, Estados Unidos, 16 de diciembre de 1966, aprobado por la Argentina según Ley 23.313.
18
San José, Costa Rica, 22 de noviembre de 1969, aprobada por la Argentina según Ley 23.054.
19
Res. 34/180 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 18 de diciembre de 1979, suscripta por la Argentina
el 17 de julio de 1980, ratificada por Ley 23.179.
20
Asamblea General de las Naciones Unidas, Nueva York, Estados Unidos, 20 de noviembre de 1989, aprobado por
la Argentina según Ley 23.849.
21
Suscripta en Guatemala el 8 de junio de 1999, aprobada por Ley 25.280 (B.O. del 4 de agosto de 2000) y efectuado
el depósito de ratificación del instrumento en la Secretaría General de la OEA el 10 de enero de 2001.
3. Concepto de discapacidad
22
Sancionada el 16 de marzo de 1981; promulgada el 16 de marzo de 1981; publicada el 20 de marzo de 1981.
23
Sancionada el 5 de noviembre de 1997; promulgada el 2 de diciembre de 1997; publicada el 5 de diciembre de
1997.
Ahora bien, este rol destacado que cumple la familia para con sus integrantes no
impide que en su seno se origen conflictos de distinta entidad.
Si en cualquier relación humana siempre está latente la posibilidad de dificul-
tades, problemas y altercados, esta contingencia se presenta en mayor medida en
el caso de las familias. Y es que, desde una perspectiva sociológica, la familia es
una institución con inclinación a la violencia, lo que está dado, según GELLES, por
once factores que propenden a que las familias brinden una respuesta violenta.
Tales son:
29
GELLES, R. J., Family Violence, 2a. ed., Londres, SAGE, 1987, citado por BENTOVIN, ARNON, Sistemas organizados por
traumas. El abuso físico y sexual en las familias, Fundación Familia y Comunidad, Paidós, Quilmes, 2000, pp. 26 y ss.
30
FAINBLUM, ALICIA, Violencia y discapacidad, en CADOCHE, SARA NOEMÍ (dir.), Violencia familiar, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni
Editores, 2002, p. 123.
limitaciones para llevar adelante la tarea por sí solos. En esos casos, dependerá
de los recursos familiares o grupales con que cuente: recursos familiares reales,
recursos familiares ocultos, recursos familiares aparentes o sin recursos. E idén-
tico tipo de análisis y diagnóstico deberá realizarse respecto a la recepción de la
persona y su grupo familiar en la comunidad: recursos institucionales de cober-
tura social estatal, recursos institucionales de contención-protección; recursos
identitarios de contención-protección y recursos comunitarios de contención-
protección.31
A ello debe sumarse que, cuando nace un niño con discapacidad, ése no es
el niño imaginado. Por lo tanto, pueden estos padres presentar una gran difi-
cultad en elaborar apropiadamente el duelo por el hijo idealizado y no nacido
que puede traer como consecuencia una fractura en la asunción de las funcio-
nes maternas y paternas, con sentimientos conscientes de rechazo y reacciones
de abandono emocional y físico. O bien, su contracara, que funcionaría como
formaciones reactivas frente al rechazo destructivo que se suele generar y que se
presenta bajo la forma de exceso de protección.32
Si de adultos se trata, un elemento significativo a considerar es el grado de
autonomía que poseen las personas con discapacidad —funcional o psíquica—.
Ya que aquél es inversamente proporcional a la carga que representa para quie-
nes tienen la responsabilidad de su atención.
En ese orden, aunque circunscripto a las personas con discapacidad mental,
algunas décadas atrás, el entonces juez de familia, Eduardo Cárdenas, ya ense-
ñaba que todas las personas, cualesquiera fueran las limitaciones de sus facul-
tades, tienen posibilidades de autovalerse en cierta medida, pudiendo incluso en
muchas oportunidades colaborar en distintos aspectos atinentes a su persona o a
las tareas del hogar.33 E insistía en que el miembro de la familia con discapacidad
tiene el derecho de asumir las responsabilidades que le caben, en la medida en
que pueda hacerlo, ya que éste es un derecho inherente a la persona.34
Ya hemos visto, por lo demás, que la sobreprotección lejos de favorecer a la
persona la anula.
Por el contrario, incentivar y promover las habilidades de la persona que tiene 89
alguna discapacidad favorece su autonomía y alivia a los demás integrantes de
la familia, quienes sólo atenderán las cuestiones que aquél no puede realizar
por sí mismo.
31
DOMÍNGUEZ LOSTALÓ, JUAN C. y DI NELLA, YAGO, ¿Es necesario encerrar? El derecho a vivir en comunidad, La Plata, Serie
Psicojurídica 1, Koyatun, 2007, p. 31.
32
FAINBLUM, ALICIA, Violencia y discapacidad, cit., nota 30, pp. 119 y ss.
33
ABC de la familia del discapacitado mental. ww.fundacionretonio.org.ar/contenidos/abc/abc5.doc.
34
Idem.
A su vez, a la par de las limitaciones que pueda tener cada uno de los miem-
bros del círculo familiar aparecen en escena los prejuicios de terceros y las dis-
tintas barreras que contribuyen a fortalecer la conflictiva familiar.
En cuanto a las barreras, la Convención enuncia dos tipos diferentes, las físi-
cas y tecnológicas —enunciadas minuciosamente en el artículo 9o.— y aquéllas
debidas a la actitud de terceros que evitan su participación plena y efectiva en
la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
Todas estas barreras físicas, actitudinales y simbólicas son las resultantes de
un proceso social que está dado por el modo en que cada sociedad piensa sus
espacios sociales en relación con aquéllos a los que, conciente o inconsciente-
mente, le parece correcto o natural dejar fuera.35
Resumiendo, en un núcleo familiar convergen dificultades de orden interno
junto con obstáculos de orden externo.
Es en este contexto que examinaremos las normas de la Convención Inter-
nacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en el tema que
nos convoca.
Las personas con discapacidad, al igual que el resto de los seres humanos, son
—como se ha visto— destinatarias de la protección que formulan los diversos tra-
tados de derechos humanos. No obstante, en muchas oportunidades, la falta de
aplicación de dichas normas o su aplicación en forma desventajosa, puesta de re-
salto en varios Informes elaborados por las Naciones Unidas, llevó a la conclusión
de que el colectivo formado por las personas con discapacidad era “invisible”
en el marco de los derechos humanos de la ONU y que éste, a diferencia de otros
grupos —mujeres, niños y niñas—, sólo contaba con un instrumento específico
90 sobre los derechos de las personas con discapacidad, pero que no tenía rango
de norma judídicamente vinculante: las Normas Uniformes sobre la Igualdad de
Oportunidades de las Personas con Discapacidad. La adopción de la Convención,
entonces, vino a cumplir la función de “aumentar la visibilidad de las personas
con discapacidad, tanto en el sistema de derechos humanos de las Naciones
Unidas como en la sociedad en general”.36
35
BROGNA, PATRICIA, Posición de discapacidad, los aportes de la Convención, cit. nota 27.
36
PALACIOS, AGUSTINA, “Preguntas y respuestas básicas sobre la Convención”, en CABRA DE LUNA, MIGUEL et al. (coords.),
Derechos humanos de las personas con discapacidad: la Convención Internacional de las Naciones Unidas, cit.,
nota 28, pp. 62 y 63.
37
GHERSI, CARLOS A., Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad, La Ley 2008-F, 1351.
38
CARRANZA CASARES, CARLOS A., Salud mental y derechos humanos a concretar, cit., nota 24, p. 12.
39
Artículo 3o., inciso d, Convención.
40
El Periódico de México, 22 de enero de 2009, RODRÍGUEZ, JUAN JOSÉ, “El gran problema de los discapacitados son los
prejuicios sociales”, consultado el 16 de agosto de 2010, disponible en: www.elperiodicodemexico.com/nota.php?
sec=Salud&id=220020.
41
DI MARCO, GRACIELA, “Conflicto y transformación”, en Democratización de las familias, Buenos Aires, UNICEF, 2005,
p. 113.
42
Cuidado a las personas mayores en hogares españoles. El entorno familiar. www.seg-social.es/imserso/documen
tacion/cuidadosppmmhogares.pdf.
43
VILLAVERDE, MARÍA S., La nueva Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU). En clave de
derechos civiles y políticos, SJA 27/8/2008 - JA 2008-III-1041.
44
PALACIOS, AGUSTINA, El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterizació y plasmación en la Convención Inter-
nacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Madrid, Ediciones Cinca, 2008, p. 148.
Las personas con discapacidad tendrán derecho a ser protegidas por la ley frente
a dichas injerencias o agresiones.
45
www2.ohchr.org/english/.../disability/.../FinalConsultationreport.doc. Palacios Agustina, intervención en calidad
de experta en Consultation on Key Legal Measures for Ratification and Implementation of the Convention on the
Rights of Persons with Disabilities, 24 de octubre de 2008, celebrado en Madrid el 18 y 19 de octubre de 2007.
46
Trib. Flia. No. 1, Mar del Plata, 6 de mayo de 2009, B., L., La Ley 2009-F, 213.
47
PANCINO, BETTINA, Inhabilitación del 152 bis del CC, La Ley 2009-F, 213.
7. A modo de conclusión
Lectura
Discapacidad: paternidad
y cambios familiares.
Abstract Resumen
Understanding and social image of people with La comprensión y la imagen social de la discapacidad
mental retardation makes people affected by it to be hace que las personas afectadas por ella sean despla-
displaced from participation in different environments zadas de la participación en diferentes ámbitos de la
of the daily life. Consequently relationships that men vida cotidiana. Consecuentemente, surgen cambios
have with their mental retarded children can modify en las relaciones que los varones tienen con sus
the exercise and experience of paternity. In this hijos(as) con discapacidad, lo cual puede modificar el
research, characteristics of the exercise of paternity ejercicio y vivencia de la paternidad. En este trabajo
were identified in certain type of families. se identificaron las características del ejercicio de la
Men of different age, socioeconomic level, and paternidad en cierto tipo de familias.
scholarship level, who took their children to special Participaron varones de diferente edad, nivel
education schools, were participants. A qualitative socioeconómico y escolaridad, pertenecientes a un
methodology was used in this research. Results of grupo de padres que llevan a sus hijos(as) a escuelas
the semistructured interviews were analyzed based de educación especial. Se utilizó una metodología
in the axis “Being father of a child with mental cualitativa realizando entrevistas semiestructura-
retardation”. das. Los resultados de las entrevistas se analizaron
Results showed that these parents are a group con base en el eje “Ser padre de un hijo(a) con
of men that require to be studied because they are discapacidad”.
sometimes identified as a different circle of those Los hallazgos encontrados mostraron que dichos
parents of normal children. Some parents said that padres son un grupo de varones que requieren ser
it is not a problem. Others linked that situation estudiados, porque algunas veces se identifican como un
with a problematic point due to social and religious círculo diferente a aquellos padres de niños
implications. Family changes were evidenced in the normales. Algunos señalan que no es un problema,
paternity, which are based on value judgments and otros lo vincularon, por un lado, con una situación
concepts of normality and abnormality. problemática debido a las implicaciones sociales y,
Key words: handicap, men, parenthood quali- por otro, por cuestiones religiosas. Se evidenciaron
tative methodology. cambios familiares en la vivencia de la paternidad
basados en juicios de valor y en conceptos de
normalidad y anormalidad.
Palabras clave: discapacidad, varones, pater-
nidad, metodología cualitativa.
* Correspondencia: Patricia Ortega. Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Iztacala. Carrera de psicología.
Correos electrónicos: patosi@servidor.unam.mx; alevs@servidor.unam.mx.
familia no puede adoptar estrategias apropiadas ideal, un niño sin defectos, normal y sano; basan
para enfrentar el problema de un modo realista y sus planes en dicho ideal, tales expectativas se
tampoco puede asignar papeles apropiados a sus modifican cuando la imagen mental se transforma
diversos miembros. en realidad. 2) Los padres quieren realizarse crea-
Según este estudio, la reacción de crisis trá- tivamente, el nacimiento de un niño no solo es la
gica es más típica en familias de alto nivel social creación de un nuevo ser, sino que puede decirse en
y económico debido probablemente a que las un sentido muy real que los padres se “reproducen”
personas en estas circunstancias contemplan con a sí mismos cuando traen un hijo al mundo. El tener
mayor frecuencia “el que dirán”, las reacciones de un hijo sano inspira un sentimiento de virilidad
sus familiares y amistades sobre el hecho de tener en el hombre; el varón piensa en él como un ser en
una hija o hijo con características diferentes y el el que pudiera reflejarse, pero a la vez dotado de
cuestionamiento que le harán al padre al respecto lo que él tiene conciencia que carece. En la mujer
de su masculinidad, considerando que hay algo significa un sentido de plenitud experimentando
“diferente” en el aspecto biológico. toda una variedad de sentimientos y motivaciones,
La crisis de los papeles es más típica de fami- con ideas de tenerlo por el niño mismo o por la
lias de posición económica y social baja. Estas necesidad de utilizarlo como un medio de mante-
familias que experimentan crisis de organización ner la unión de la familia y su estatus de “madre
de los papeles probablemente enviarán al niño(a) de familia” tan gratificado por la sociedad. 3)
a instituciones, y más aún si hay problemas conyu- Los padres esperan descendencia, el sentimiento
gales, hacinamiento en la familia, desintegración de continuidad personal y orgullo que esta pro-
y carencia de apoyo profesional. duce contribuyen a configurar el significado del
Desde un punto de vista psicológico (Lambert, nacimiento que esperan.
1982; Gante, 1989; Cunningham, 1992), se dice A partir de lo anterior surge una pregunta: ¿qué
que la llegada de un niño o niña a la familia es ocurre cuando este mundo imaginario de los padres
un acontecimiento inolvidable la mayoría de las no se lleva a cabo, es decir, cuando el hijo o la
veces; sin embargo, el significado del nacimiento hija que esperan presenta alguna discapacidad o
de un hijo(a) varía notablemente de un matrimonio un problema en su desarrollo? En este sentido, el
a otro, ya que cada familia tiene su propia historia, tema central del trabajo es caracterizar el ejercicio
un sistema de valores personales, modos de relación de la paternidad a través de los discursos dados por
únicos que van a depender de sus ideas religiosas un grupo de varones.
y tradiciones, las cuales hacen que esta familia se El grupo de varones seleccionados para este
convierta en una microsociedad original. estudio no pretendió ser representativo en térmi-
Cuando se espera la llegada de un hijo, los futuros nos estadísticos, y por tanto no se ofrece infor-
padres, durante el tiempo que dura la gestación, mación generalizable más allá de similitudes con
empiezan a formar un mundo imaginario donde se personas de grupos sociales que compartan las
formulan infinidad de preguntas referentes a lo que características que a continuación se mencionan:
esperan de ese hijo; un hijo que deberá cumplir sus 1) hombres que vivan con sus hijos y con su pareja;
deseos, expectativas, que llegará a ser lo que ellos no 2) varones cuyo rango de edad sea de 25 a 55 años;
fueron o a satisfacer unos deseos que en ellos no se 3) con una escolaridad de secundaria, bachillerato,
cumplieron (Gante, 1989). carrera técnica y/o licenciatura; 4) con un nivel so-
Dicho autor señala tres aspectos que intentan cioeconómico: alto (4 a 6 salarios mínimos –s.m.– o
resumir la idea de la llegada de un nuevo miembro más de 6) y bajo (1 a 4 s.m.); 5) que hayan o no tenido
a la familia: 1) Los padres esperan un hijo “nor- hijos o hijas después del niño o niña con discapaci-
mal”,1 la imagen que la pareja se forma es siempre dad. También es importante señalar que los varones
1
Canguilhem (1971) marca dos conceptos: 1) lo normal fisiológico, que se relaciona con el equilibrio de las funciones integradas de manera
que permitan al individuo tener un margen de seguridad y una capacidad de fuerza en una situación crítica, y 2) lo normal estadísticamente,
que se refiere a que una función específica no interfiera con otras.
de este estudio son padres que habían solicitado un Surgen los cuestionamientos del porqué a mí
servicio de educación especial, es decir, actualmente me pasó esto, qué hice para que mi hijo naciera así,
llevan a sus hijos a la Clínica Universitaria de la yo no esperaba un niño con esas características:
Salud Integral (FES Iztacala, UNAM). “... Nunca esperé tener un hijo así...” (V3, 39 años,
preparatoria, n. s. e. bajo, hijo de seis años de edad);
Método “... La ilusión era con este niño, a lo mejor ya con este
es más que suficiente...” (V2, 38 años, carrera técnica,
Se utilizó una metodología cualitativa que retoma n. s .e. alto, hijo de un año y seis meses de edad).
la perspectiva relacional de los procesos, para Esto da pie a pensar que probablemente la pa-
comprenderlos como parte de procesos históri- reja ya no se quiere arriesgar a tener otro niño, por
cos, culturales y sociales que se pueden ubicar la posibilidad de que nuevamente se presente otra
en contextos específicos. Esto implica recuperar, situación similar. Y si la pareja tenía la idea de tener
para su análisis, la visión que los propios hombres varios hijos, puede resultar frustrante para ambos,
tienen de sí mismos como padres de niños(as) con e incluso puede darse el caso donde el padre se
discapacidad, la aceptación o no de un niño(a) sienta afectado directamente en su masculinidad
con características diferentes y su participación en el y en el trato con los demás hijos. “...No me siento
proceso de crianza. autorrealizado, siento que me falta algo...” (V3,
La herramienta que se utilizó para la recolección 39 años, preparatoria, n. s. e. bajo, hijo de seis
de los datos fue una entrevista semiestructurada de años de edad).
tipo cualitativo. Esta permitió acceder al punto de El estar en circunstancias donde las expectati-
vista de los varones, sus percepciones, valoraciones vas que tienen sobre su hijo o hija no se cumplen
y prácticas, profundizando en algunos de los signifi- frecuentemente lleva a estados de tristeza, deses-
cados en el ámbito de su experiencia personal, para peración, impotencia, dolor: “...Pensé, qué vamos
obtener una comprensión más próxima sobre los a hacer, llegué a mi pobre casa y me puse a llorar.
estereotipos de masculinidad y paternidad. Los re- Ella también se puso muy triste..., el bebé es lo más
sultados de las entrevistas se analizaron con base en grande para mí...” (V2, 38 años, carrera técnica,
el eje “Ser padre de un hijo(a) con discapacidad”. n. s. e. alto, hijo de un año y seis meses de edad);
“...Fue algo horrible para mí, después de verlo...”
Resultados (V3, 39 años, preparatoria, n. s. e. bajo, hijo de seis
años de edad); “...Fue un poco triste, sentí un nudo
A partir de la información proporcionada por los en la garganta, no podía llorar...” (V4, 25 años,
entrevistados, se pretendió hacer un ejercicio de secundaria, n. s. e. bajo, hija de dos años de edad).
síntesis sobre la caracterización de la relación que Los varones refieren que a veces la impotencia
se da entre el varón y el hijo o hija con discapacidad, es algo que no les permite, por un tiempo, analizar
con lo cual se pudieron evidenciar algunas situaciones claramente este momento de su vida y se van por el
conflictivas, de estrés, placenteras, de convivencia, de camino donde todo lo relacionado con el hijo o hija
temor, impotencia, incertidumbre y cuestionamientos se ve con una perspectiva sumamente negativa.
hacia el varón como padre. Aunado a esta situación, el dolor es grande, y
En los resultados sobre la relación que se da supuestamente la mujer es la más indicada para
entre los varones de este estudio y sus hijos o hijas soportar ciertas circunstancias a las cuales el varón
con discapacidad, se utilizaron criterios para dividir no se enfrenta normalmente y a veces le cuesta
a los grupos. Por un lado, aquella circunstancia trabajo hacerlo evidente. “...Ella aguantaba, es más
en donde los varones lo describen como una dura...” (V1, 54 años, primaria, n. s. e. alto, hijo de
situación problemática, crítica, fuera de lo normal, de cinco años de edad).
lo esperado, y evidencian diferentes momentos como También se dan cambios dentro de la familia,
formas de explicación. puede haber un distanciamiento en la pareja o un
mayor acercamiento entre ellos, y obviamente esto
repercute fuera del núcleo familiar, es decir, si en Suele suceder que, a medida que pasa el tiempo,
casa el niño o niña es discriminado o tratado de la relación con el hijo o hija discapacitado puede
manera diferente de los demás miembros, qué se tomar otro matiz, al inicio se cuestiona la posibilidad
puede esperar en el contexto donde se desenvuel- de un desarrollo adecuado que permita cumplir con
ve, y más aún en el círculo social en el que está ciertas normas dentro de una sociedad, posterior-
inmerso: “...Pues sí cambia la forma de vivir, no mente esta idea puede ir cambiando, porque el niño
es lo mismo que convivas con un niño normal que o niña va adquiriendo habilidades que le permiten
con un niño con problemas...” (V9, 49 años, licen- integrarse a la sociedad en todos sus ámbitos, inclu-
ciatura, n. s. e. alto, hijo de 18 años de edad). yendo el educativo y familiar.
El segundo criterio se refiere a cuestiones reli- Incluso desde un punto de vista político es posi-
giosas, que van a ser el eje para describir la relación ble ver una mayor gama de posibilidades en cuanto
y experiencias que tienen con sus hijos o hijas al a servicios, prestaciones, instituciones educativas,
momento de ejercer la paternidad. En este sentido, apoyo psicológico, entre otras.2 Esto de alguna
se ubican a aquellos que hacen referencia a una manera disminuye las presiones sociales hacia estas
situación religiosa, que implica que es algo que Dios personas, aceptándolos tal y como son: niños o niñas
les mandó y lo tienen que enfrentar. Dios es el único diferentes: “...Ese mismo día, yo no la aceptaba,
que se los puede quitar y/o ayudar a resolver una traté de darle ánimos a mi esposa... con el tiempo la
situación como esta. fui aceptando y ya quería que me la entregaran...”
También puede ser porque Dios les dio mucho (V6, 42 años, licenciatura, n. s. e. alto, hija de cuatro
y ahora los pone en una situación como esta para años de edad).
probar si pueden salir adelante: “...Esto no está mal, Surgen sentimientos de afecto, que no solamente
porque lo mandó Dios y tenemos que enfrentarlo y se relacionen con el hijo o hija propios, sino también
hay que salir adelante...” (V4, 25 años, secundaria, con aquellos que están en situaciones similares: “...
n. s. e. bajo, hija de dos años de edad); “...Por algo Estos niños me dan ternura, al igual que cualquier
dijo Dios, tienes mucho ahora, te voy a dar, a ver si niño discapacitado...” (V6, 42 años, licenciatura, n.
puedes...” (V1, 54 años, primaria, n. s. e. alto, hijo de s. e. alto, hija de cuatro años de edad).
cinco años de edad); “...Hay que esperar a lo que Dios Otros hombres la consideran una situación
diga” (V4, 25 años, secundaria, n. s. e. bajo, hija de “normal” y por lo tanto no se cuestionan el ejerci-
dos años de edad); “...Los otros son hijos prestados, cio de su paternidad, ni hacen referencia a lo que
esta sí es mía, esta nadie me la va a quitar más que esta implica; desde un punto de vista social, no las
Dios, es mi adoración es una dicha tenerla porque es consideran cuestiones de “anormalidad”: “... No
muy cariñosa...” (V6, 42 años, licenciatura, n. s. e. me daría pena hablar de mi hijo y de sus caracte-
alto, hija de cuatro años de edad); “...Gracias a Dios rísticas particulares, porque es un niño normal...”
que estamos rodeados de gente que nos ha acepta- (V2, 38 años, carrera técnica, n. s. e. alto, hijo de
do...” (V6, 42 años, licenciatura, n. s. e. alto, hija de un año y seis meses de edad).
cuatro años de edad). Argumentan que es un ser humano como cual-
El tercer criterio implicó aquella situación en quiera de nosotros y que, por lo tanto, hay que
la que los discursos y prácticas (experiencias) de respetarlo como tal, no se trata de esconder al niño
los varones no se refieren a situaciones anormales, ni de aislarlo de situaciones que le permitan entrar
es decir, esa “diferencia” en sus hijos no es tan en contacto con adultos y niños de su edad: “... Me
significativa para el ejercicio de la paternidad, ni siento normal, yo saco a mi hijo, yo no soy de las
contemplan ciertas limitaciones sociales como personas que lo esconde...” (V5, 34 años, licencia-
factores que influyen en su rol como padres. tura, n. s. e. alto, hijo de 14 años de edad).
2
Con la convicción de que una discapacidad no es un obstáculo, sino un trampolín creativo para abrir puertas y encontrar caminos en la
búsqueda de opciones reales. Promotores culturales, asociaciones civiles y personas con aptitudes artísticas unen fuerzas para llevar a
cabo la Primera Jornada Artística y Cultural de las Personas con Discapacidad. Naciones Unidas decretó el 3 de diciembre como el Día
Internacional de las Personas con Discapacidad (Jornada artística para discapacitados. El Universal, 29 de noviembre del 2001).
Por último, es importante señalar que con los padres es de “choque” y “cuestionamiento”,
estas posturas no se intenta victimizar ni ponderar ¿cómo pudo pasarnos esto?; y de negación, en
la situación de los padres de niños o niñas con la que generalmente el varón niega que su hijo
discapacidad, sino únicamente mencionar aquellos presenta características especiales y no admite la
aspectos que resaltan en los discursos y prácticas severidad del problema. Muy a menudo estas res-
que tienen los varones de este estudio, para dar puestas surgen al mismo tiempo y esto repercute
explicación a la forma en que ejercen y viven su en la relación del niño o niña con el padre, se da
paternidad. un distanciamiento entre ambos; b) surgen un gru-
En algunos discursos es evidente que ciertas po de emociones que incluyen tristeza, pena, enojo
variables (nivel de escolaridad, nivel de estudios, y ansiedad, dado que los padres se enfrentan a la
edad de los padres, sexo del niño o niña, lugar que realidad. Para el varón esta fase significa el recono-
ocupa el hijo(a) con discapacidad) puedan influir, cimiento de que con este bebé todas sus expectativas
en términos de diferencias y similitudes, en la estarán limitadas a las capacidades específicas del
descripción que hacen los varones con respecto a niño o de la niña; c) hay ocasiones en que los padres,
la relación que establecen con sus hijos y a la lectura reanudan su relación con su hijo, aunque la forma
que dan sobre una realidad mucho más concreta. de compartir ciertas experiencias se altere, y d) esto
Esto no implica que frecuentemente se encuentren implica la reorganización en la dinámica familiar
diferencias en los discursos de los varones ni tampoco que requiere de una aceptación positiva del niño, su
similitudes, sino simplemente diversas formas de incorporación en la familia y el apoyo mutuo de los
explicación de un proceso como este. padres. Los padres se dan cuenta de las necesidades
especiales de su hijo o hija y actúan dentro de una
Conclusiones realidad establecida. Estas experiencias no tienen
una duración determinada, ya que la reacción de los
Varios autores (Ingalls, 1982; Hutt y Gwyn, 1994; padres puede variar e incluso presentarse de manera
Fernández y Muñoz, 1997; entre otros) señalan que traslapada con otro tipo de conductas o comporta-
los padres se estremecen ante la presencia inespe- mientos. Todas las características y experiencias
rada de un niño “diferente”3 y dan muestra de lo pasadas de los padres influyen en el logro de ciertas
que Menolascino (1977, citado en Hutt y Gwyn, tareas que les permiten involucrarse en la crianza
1994) llama “la sacudida de lo nuevo”. de sus hijos o hijas.
Es decir, las familias pueden sentir la decepción Ahora bien, suena interesante considerar y
consiguiente por un tiempo, si bien muchos padres estudiar, por un lado, a aquellos padres que no
pueden reaccionar, madura y constructivamente si obstante la existencia de estas normas sociales han
se les da tiempo, y sobre todo si se les da informa- experimentado una nueva forma de relacionarse
ción, guía y respaldo apropiados en el manejo del con sus hijos y con sus hijas, en donde han asumi-
problema. Sin embargo, con frecuencia los padres do la responsabilidad, no solo económica, sino de
se valen de la negación como defensa contra su afecto que representa el tener un hijo y/o una hija
angustia cuando se topan con el hecho de tener un (“normal” o “diferente”), en donde se ocupan de su
niño discapacitado, esta negación solo puede ope- formación, integración y adaptación a una sociedad
rar durante un cierto tiempo, hasta que los padres como la nuestra. Padres que han ampliado y desarro-
aprenden a adaptarse a la situación. llado su ser hombre, sin competir con la esposa y con
Otro autor (Moos, 1989) matiza algunas de las la madre, sin debilitar su ser, teniendo un espectro
actitudes y/o experiencias que manifiestan estos más amplio de lo que este significa.
padres: a) la respuesta inicial de la mayoría de
3
La utilización de un “nuevo” concepto para referirse a los discapacitados conlleva consecuencias para gobiernos, empresas, escuelas y familias,
dado que se está asumiendo la necesidad de integrar a los “diferentes”. Integrar se relaciona con legislar en los niveles nacional, estatal y municipal,
para crear las condiciones que permitan la incorporación de los individuos discapacitados a todos los espacios de la vida social; no solo radica en
rehabilitar físicamente a las personas, pues “la integración no tiene un origen biológico, tiene una consecuencia social” (Guajardo, 1998).
Por otro lado, están los hombres que aún no han cerebral, problemas de lenguaje, problemas senso-
reconstruido su vivencia como persona y como pa- riales, problemas de aprendizaje, entre otros).
dre, que se sienten limitados para replantearla, que Es importante incorporar la diferencia como parte
reproducen una enseñanza sexista en la crianza de de nuestra vida donde tanto madres como padres nos
sus hijos e hijas y que prefieren hacerse a un lado involucremos en el desarrollo de los hijos e hijas sin el
cuando dentro de su familia existen niños o niñas prejuicio valorativo de la normalidad/anormalidad.
con discapacidad (síndrome de Down, parálisis
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Lectura
Historias de familias de
hijos con discapacidad.
DOI: 10.22199/S07187475.2017.0002.00001
RESUMEN
INTRODUCCIÓN: El estudio analiza la significación de la experiencia de ser padres de hijos con discapacidad auditiva.
MÉTODO: El trabajo es de tipo interpretativo, realizado mediante entrevistas enfocadas con dos familias. La información
obtenida se analizó mediante la comprensión de los registros, su integración en categorías, su delimitación e interpretación.
RESULTADOS: se aprecian tres grandes bloques temáticos: Historia familiar. Colectividad e integración al otro e individualismo
y soledad; La vida en pareja y el lugar del hijo; y, La búsqueda, en los que se aprecia cómo la experiencia infantil de cada uno de
los padres, es la huella sobre la que se configura la estructuración psíquica de los hijos, el lazo conyugal y parental,
promoviendo distintos caminos de sentido. DISCUSIÓN: Desde la psicología, es posible proveerles de espacios de escucha, de
compartimiento hacia la elaboración de nuevas significaciones de su propia historia, así como de aquellas que emergen de la
crianza y formación de un hijo con discapacidad.
PALABRAS CLAVE: Discapacidad auditiva, familia, padres.
ABSTRACT
INTRODUCTION: The study analyzes the significance of the experience of being parents of children with hearing impairment.
METHOD: The interpretative work is conducted through interviews with two families focused. The information obtained was
analyzed by understanding the records, their integration into categories, its definition and interpretation. RESULTS: Three large
thematic blocks are appreciated: Family history. Other community and integration and individualism and loneliness; Married life
and the place of the child; and the search, which shows how childhood experience of each of the parents, is the footprint on the
psychic structure of the child, spousal and parental loop is configured, promoting different ways of sense. DISCUSSION: From
psychology, it is possible to provide spaces for listening, sharing towards the development of new meanings of their own history,
as well as those that emerge from the breeding and training of a disabled child.
KEY WORDS: Empowerment, self-care, older adults, retired citizens.
1., 2. Afiiado a la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.
Email 1: german.garcia@unicach.mx , E-mail 2: abbybuere@gmail.com.
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(Ferreira, 2008, p. 148). En este proceso, se de construcción del otro, ha sido expuesto
ha pasado de considerar la anomalía como por Boivin, Rosato y Arribas (2004), quienes
un criterio de infrecuencia a la anormalidad plantean tres momentos para explicar la
que tiene una connotación de indeseable o alteridad social; así, en el siglo XIX, el modo
negativa. Tal asignación de significados es de señalar al otro a través de la diferencia
producto de interpretaciones a partir de la respondía a un proceso evolutivo, de
cultura. En este sentido, el concepto supervivencia; en el siglo XX, tal
anormalidad denominación se plantea a través de la
diversidad, de la heterogeneidad de
…funciona como un espacio sin expresiones de la vida humana; mientras
contenido determinado que puede que en las últimas décadas, tal aspecto es
ser llenado con un conjunto de explicado a través de la desigualdad, lo que
predicados lógicamente implica una relación de dominación, basada
contradictorios y mutuamente en la distribución desigual de bienes
incompatibles, cuya conjunción materiales y simbólicos.
imposible no se refiere tanto a un
fenómeno paradójico del mundo En personas con discapacidad se
como a los límites que marca el presenta una relación de dominación hacia
término opuesto, normalidad ellos, son definidos como anormales por
(Rosato et al., 2009, p. 97). quienes se asumen como normales. Dentro
de este grupo se incluyen a “personas con
La discapacidad por lo tanto es toda deficiencias físicas, mentales, intelectuales
desviación en las condiciones de salud y de o sensoriales a largo plazo” (Organización
deficiencia que opera sobre los cuerpos de de las Naciones Unidas, 2006, p. 4), entre
los sujetos. Para Pérez et al (2016) “en los ellas las auditivas.
proyectos normalizadores de la cultura, se
da por hecho y se naturaliza la normalidad La deficiencia auditiva “es un término
como si ella no tuviera historia ni trayecto de genérico que indica una incapacidad para la
su construcción (…) con un ideal construido audición cuya gravedad puede oscilar entre
por la cultura dominante” (p. 115). leve y profunda” (Patton, Payne, Kauffman,
Brown y Payne, 1997, p. 155).
Para contrarrestar la concepción de
normalidad propia de la modernidad que La llegada de un hijo con discapacidad
permea en el imaginario social, es auditiva a la familia genera “un impacto
indispensable develar las prácticas psicológico a nivel de los diferentes vínculos
cotidianas de opresión, estratificación y familiares” (Núñez, 2003) y “provoca una
exclusión a partir del análisis contextual situación de crisis” (Jacobo, Villa y Luna,
para comprender la situación relacional del 2000, p. 351), es un acontecimiento que
sujeto con discapacidad. “suele ser impactante... El hecho se percibe
como algo inesperado, extraño y raro, que
Una postura que destaque las barreras rompe las expectativas sobre el hijo
del entorno y reconozca la diversidad deseado” (Sarto, 2001, p. 1); por lo que la
funcional y desigualdad social, apunta hacia atención institucional y social sobre “la
el otro, quien es diferente, diverso, con calidad de vida familiar debería ser un
pleno reconocimiento de sus derechos; objeto prioritario en materia de discapacidad
“concebir a un «otro» no implica de por sí (Pantano, Núñez y Arenaza, 2012, p. 11),
más que la existencia de un par dialéctico a aunque en lo general suela ser desconocida
través del cual «nosotros» y los «otros» e ignorada.
resultan opuestos complementarios”
(Míguez, 2006, p. 128). El proceso histórico
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Así, para que los padres puedan hacer emocional, sentimientos de negación,
frente a las demandas que la nueva ansiedad y otros problemas que van a
condición familiar genera, será necesario repercutir en la salud y en la adaptación y
que atraviesen un duelo por el hijo ideal no convivencia” (Suriá, 2013, pp. 24 y 25).
obtenido, para poder aceptar al hijo real que
sí poseen (Jacobo, Villa y Luna, 2000). Por lo anterior, en el presente trabajo se
analiza la significación que tiene la
Este proceso, según Rosato et al (2009), experiencia de ser padres de un hijo con
deviene de una concepción de discapacidad discapacidad.
pensada en términos de “tragedia personal”
de quien presenta un déficit en su persona, METODO
por lo que está determinado a desempeñar
el rol de enfermo” condición que “«enluta» la La presente investigación se sustenta bajo
vida del sujeto y su familia” (p. 90). el paradigma interpretativo, en el que según
Carr y Kemmis (1988, p. 83), la realidad
Si el hijo con discapacidad auditiva nace social se advierte a través de “una
dentro de una familia de sordos, los “padres estructura intrínseca significativa,
proveen una interacción más adecuada, son constituida y sostenida por las actividades
más activos, más abiertos e inteligentes interpretativas rutinarias de sus miembros
para abordar las necesidades básicas de individuales”, a partir de las cuales
sus hijos” (Domingo y Peñafiel, 1998, p. 82). construyen y reconstituyen el orden social.
Por lo tanto, el tipo de explicación
Por su parte, en familias de normo- establecida se basa en comprender los
oyentes resulta natural que dependiendo de procesos sociales mediante los cuales se
las diferencias existentes entre la imagen produce y pasa a darse por supuesta una
ideal del hijo y la situación real del mismo, el realidad social dada. Tal aproximación se
grado de diversidad funcional que presenta considera pertinente para el abordaje de
(Vallejo, 2001), así como de la situación y categorías de interpretación relacionadas
del contexto que les rodea (Verdugo, 2004), con la discapacidad (Ferreira, 2008). En
sea la magnitud del impacto emocional que este proceso, se privilegia un modelo
vivenciarán los progenitores. narrativo de reconstrucción biográfica para
la comprensión del entorno de experiencias.
Cuando la discapacidad de un hijo se
presenta en los primeros meses o años de Participantes
vida, “el aprovechamiento temprano de las
potencialidades del niño en plena Se trabajó con padres normoyentes
maduración, exige la intervención tan pronto pertenecientes a dos familias en las que uno
como sea posible” (Fortich, 1990, p. 110), de los hijos presenta deficiencia auditiva. La
para esto, la condición física de un hijo debe primera entrevistada fue Azucena, de 51
ser aceptada por los padres con gran años de edad, quien estudió la carrera
rapidez, ya que “mientras no se dé esa magisterial y la licenciatura en educación
aceptación, difícilmente se pondrán los especial en la línea de audición y lenguaje y
medios necesarios para la adecuada ejerció como docente de primaria regular y
rehabilitación” (Fortich, 1990, p. 107). posteriormente en educación especial,
actualmente se encuentra jubilada. Su
Dicho proceso, en conjunto con la familia se integra por Jorge, de 57 años de
numerosa cantidad de roles que los edad, quien también estudió la carrera
progenitores desempeñarán al brindar magisterial y posteriormente la maestría y
apoyo y sustento al hijo, generalmente doctorado en educación especial,
llevarán a la familia a “cambios en el estado actualmente ejerce como administrativo
dentro del sistema de educación público; y
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A su vez, a partir de buscar una mayor A su vez, ambos cónyuges contaron con
atención para su hija y frustrada ante los figuras maternas que lideraron el desarrollo
servicios que se le brindaban por diferentes familiar, cuidando de manera cariñosa pero
profesionales de la región, Azucena buscó también estricta a sus hijos, brindándoles
apoyo en otras instancias internacionales, valores religiosos y manteniendo la
mismas que le proporcionaron orientación estabilidad económica de su familia por
personalizada que contribuyó a la medio de su trabajo como costurera y
aceptación de la deficiencia auditiva de su vendedora de comida respectivamente,
hija: cuando el salario de los padres no era
proveído a la familia:
…¡me sacudió!, me puso
definitivamente en el siguiente …mi mamá nos enseñó y ayudó
escalón para decir, es que hay mucho a fortalecer… se dedicaba a
muchas cosas que hacer. trabajar para sacar a sus hijos
adelante… la mamá es la que
En la actualidad, pese al rechazo y estaba ahí presente siempre…
exclusión que la hija de Azucena continúa siempre tuve más comunicación…
viviendo, esta vez en los ámbitos laborales y me decía cosas (Karla).
sociales, ambas se benefician de los
ingresos generados por una pensión social Mediante el cuidado sensible de las
y de algunos negocios propios, mismos que madres de Alberto y Karla, se generó en
emplean para procurar una mejor calidad de ellos un sentido de confiabilidad personal.
vida para su ambas.
…mi mamá siempre fue buena…
KARLA Y ALBERTO siempre estaba ocupada pero
Historia familiar. Individualismo y soledad y siempre se daba el tiempo,
colectividad e integración al otro platicaba con nosotros pues
(Alberto).
Siendo los hijos menores de familias …mi mamá trabajaba para sacar a
numerosas (6 a 8 hijos), Karla y Alberto sus hijos adelante y pues nosotros
contaron con figuras paternas muy creciendo… siempre se preocupó
similares: dominantes en el hogar, poco por darnos educación, no nos dejó
expresivas en sus relaciones de pareja y a la que a, hagan lo que quieran
comúnmente ausentes debido a sus (Karla).
jornadas laborales y a su alcoholismo,
aunque responsables en el trabajo: Ante este tipo de maternidad Domínguez
(1999) expresa: “(Esta) relación fusional y
Con mi papá pues siempre era de placentera (…), permanecerá en todo sujeto
trabajar (como estibador) y llegaba humano como una estructura básica y
tomado y era una dinámica ¡muy fundante del deseo” (p. 20).
violenta!…, pero si llegaba bolo
(borracho) era tranquilo…, nos En el caso de Alberto, la presencia de
invitaba a cenar y nosotros una discapacidad física en su madre debido
contentos (Alberto). a la limitación que en el desarrollo de una
Siempre el papá ausente… mi pierna le produjera al caminar, generó cierto
papá era molinero y se iba desde sentimiento de vergüenza durante su niñez
la madrugada… Lo de él era tomar y adolescencia, mismo que con el paso del
e irse… había violencia familiar y tiempo se convirtió en admiración:
amenazaba… pero fue un papá
muy responsable (Karla).
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…me siento tranquila (…) con una son personas muy, muy amables
seguridad de que ella puede dar con ella, desde la primaria, el
más, porque ¡lo demuestra!, es una kínder, ha tenido el apoyo de todos
niña con una capacidad (Karla).
maravillosa, muy valiosa, ¡me
siento bien! (Karla). Como se aprecia, las características de
la comunidad a la que pertenece la familia
La búsqueda (Díaz, Molina y Marín, 2015), así como la
calidad y la cantidad de apoyos sociales que
La cotidianidad de la pareja en lo familiar, recibe (Caplan, 1974), contribuyen al
encontró un espacio de proyección en la desarrollo de su hijo.
familia extendida, los amigos y su
pertenencia a un grupo religioso, lo cual ha A su vez, la religiosidad es otro factor
coadyuvado al desarrollo que como padres que resalta en la trama discursiva de la
tienen en la atención de su hija: pareja:
…su maestra, que me hizo aceptar La premisa de que el otro no puede ser
que mi hija tenía su discapacidad explicado por el sujeto singular, ya que lo
(…), las maestras de preescolar y que ocurre con un sujeto o una familia
terapia, ¡ellas fueron las piezas revela lo que acontece a una comunidad, es
clave! (Karla). el criterio en que se funda el análisis de este
… (Mercedes) nunca se ha trabajo.
quedado solita, y los maestros que
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Historias de familias de hijos con discapacidad. Caminos de otredad y soledad
Las historias compartidas, muestran las historia como de aquellas que emergen de
huellas de su historia familiar en los lazos la crianza y formación de un hijo con
afectivos y sociales que establecen en su discapacidad.
vida actual, posibilitando una estructuración
psíquica que permite el reconocimiento con La intervención sin embargo, no
el otro, o de la soledad, cuyo sentido considera de manera exclusiva los aspectos
subjetivo refiere la fractura en la psicoeducativos, didácticos, clínicos que se
comunicación con el otro. Desde su lugar de “descubran” en el sujeto o que posibiliten su
hijos, el arrullo, las caricias, pero también inserción a la actividad escolar y social; es
las carencias, las faltas o las ausencias, se necesario considerar los derechos, la
reeditan en la vivencia conyugal o parental, dignidad, la violencia, la discriminación a la
manteniendo y estrechando el lazo familiar cual son sometidos en la vida cotidiana,
o acentuando la dificultad del encuentro, de acción que implica re-presentar las
prodigar y prodigarse, impidiendo o significaciones tejidas en torno de estos
proveyendo la independencia de los hijos, sujetos, re elaborar los discursos que les
debido a la propia precariedad simbólica significan, cambiar las prácticas de la vida
que emerge ante la falta de ser objeto de social en su conjunto, de empoderamiento y
entrelazamiento. Todo ello se amplía en el de una lucha activa por sus derechos
campo social, en el encuentro de la (Brogna, 2006).
colectividad, de caminos que bifurcan y
regresan al mismo punto de partida, como
continuación o imperiosa contrapartida de
aquello doloroso, traumático o amenazante. REFERENCIAS
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Semana 2
Modelo Educativo Social para
la Atención de la Discapacidad
Lectura
ntegración familiar de jóvenes
con discapacidad intelectual
moderada, pertenecientes
a un hogar de menores.
Resumen
Abstract
Introducción
Las diferentes políticas a nivel mundial hacia los niños y jóvenes con
discapacidad que residen en centros de protección, promueven la integración
social, escolar y familiar en sus contextos de procedencia, con los apoyos so-
ciales pertinentes (Contreras & Villatoro, 2006; Navarro, 1999; SENAME,
2005; UNICEF, 2005). En la temática de reintegración familiar hay informa-
ción referida a menores en situación irregular que son adoptados o que están
en proceso de desinternación, pero no se encuentran antecedentes sobre el
proceso de reintegración familiar de niños con discapacidad, internados en
hogares de menores.
Según las cifras que informa el SENAME (2005, 2006), en Chile sólo
un número reducido de familias adopta niños con necesidades educativas
especiales, siendo la adopción internacional la que presenta un mayor nú-
mero. De las 102 adopciones internacionales realizadas en el 2004, el 100%
fue de niños y niñas con necesidades educativas especiales, siendo un
94.11% mayores de 3 años y un 19.8% grupos de hermanos.
En general, estos casos son niños de ascendencia indígena, con padres
que tienen antecedentes de adicción o niños cuya gestación es producto de
incesto o violación. La posibilidad de que niños y adolescentes con discapa-
cidad sean adoptados es prácticamente inexistente.
Esto último hay que tenerlo presente al momento de aplicar políticas de
adopción y de reintegración familiar de niños con necesidades educativas
especiales, ya que es importante considerar el derecho que tienen de vivir en
familia. Tal como lo plantea UNICEF (2005) no se justifica separar al niño
de su familia por problemas económicos o sociales, porque la idea del Estado
no es sustituir la familia, sino apoyarla para que pueda desarrollar sus fun-
ciones de integración, formación y protección del niño y así potenciar la fa-
milia y toda la comunidad.
El estudio que se informa se realizó en un centro de protección simple
ubicado en la zona centro sur de Chile, en el cual residen personas con dis-
capacidad mental leve y moderada, cuyas familias de origen están en riesgo
psicosocial, en términos de pobreza y generalmente viven en zonas rurales.
El objetivo general de este informe es describir el proceso de reintregración
familiar de tres casos de madres de adolescentes con discapacidad mental
moderada, pertenecientes a dicho centro de protección, desarrollado durante
3 años, con el fin de evaluar el proceso y potenciar el sistema de reintegración
familiar que lleva a cabo el hogar de menores desde hace 5 años.
Esta información resulta relevante no sólo para mejorar los programas
de reintegración familiar, sino también para aportar antecedentes al sistema
de colocación actual que existe en los centros de protección simple de Chile,
para la atención de niños y jóvenes con discapacidad intelectual leve y mo-
derada y para favorecer estrategias efectivas que permitan que los menores
con necesidades educativas especiales puedan acceder realmente al derecho
de crecer y vivir en familia como seres íntegros y plenos.
Familia y discapacidad
los padres sea no creer, ocultar y ocultarse ante los demás, pensar y desear
que haya una equivocación en el diagnóstico. Perciben su realidad como vio-
lenta y dolorosa y tratan de evadirla, pues su imagen de padres era disfrutar
al hijo, verlo crecer y verse reflejados en él (Fuhrmann, 1998; Navarro, 1999;
Núñez, 2003; Sarto, 2001; A. Turnbull & R. Turnbull, 2006; Verdugo, 2004).
Los padres transitan distintas etapas, desde no aceptar la situación de te-
ner un hijo diferente, pasando de médico en médico, culpando a profesionales,
buscando medicinas alternativas, hasta que aceptan la real magnitud y el sig-
nificado de la discapacidad, comprendiendo que el problema del hijo persistirá.
A partir de ese momento, aparecen los sentimientos de culpa, las recri-
minaciones y dudas (López, 1999). La dedicación de tanto tiempo al menor
provoca deterioro en la relación familiar con sus otros hijos y consigo mis-
mos, siendo frecuentes las relaciones distantes, separaciones, personas can-
sadas y angustiadas. Esto afecta la calidad de vida de los integrantes del
grupo familiar y del hijo con discapacidad (Núñez, 2003; Verdugo, 2004).
También se dan casos de padres que comprenden y aceptan pronto la
real situación de su hijo, alcanzando grandes logros en el desarrollo de las
potencialidades del niño, no perdiendo la visión de las otras áreas de desa-
rrollo de sus vidas.
Paniagua (2003) plantea un modelo de adaptación de padres que tienen
un hijo con discapacidad y el mismo consiste en varias etapas:
1.- Fase de shock: Al conocer la noticia de que su hijo tiene una disca-
pacidad, se produce un bloqueo que puede impedir incluso la compren-
sión de los mensajes que se están recibiendo.
3.- Fase de reacción: En esta fase los padres viven una serie de emocio-
nes y sentimientos tales como enfado, culpa y depresión. Aunque éstos
resulten aparentemente desajustados, constituyen los primeros pasos in-
evitables hacia la adaptación, siendo necesaria su expresión para alcan-
zar las fases más constructivas.
Por otro lado, estas fases estarán relacionadas con factores de riesgo
que aumentan la vulnerabilidad de este tipo de familias de niños, como los
rasgos del niño, las características de los padres y de la familia, pobres es-
trategias para afrontar el estrés y características inadecuadas de los servicios
que apoyan a los padres (Núñez, 2003; Paniagua, 2003). Como se puede ob-
servar, estos factores están muy referidos en nuestro sistema social, principal-
mente a personas que pertenecen a un estrato socioeconómico bajo, extrema
pobreza o estrategias deficientes en redes y de apoyo social.
En tanto los niños son pequeños, las familias reciben sugerencias para
normalizar, integrar e incluir a su hijo discapacitado. Posteriormente, cuando
son adultos comienza a disminuir el apoyo social y educacional y pareciera
que los hijos se mantienen como eternos niños, no percibiendo fácilmente sus
niveles de competencia (A. Turnbull & R. Turnbull, 2006). Esto genera nue-
vamente confusión y pueden llegar a reiterar la vivencia de las etapas ya men-
cionadas por Paniagua.
El contexto familiar y el estrés que implica tener un hijo con discapa-
cidad se puede conocer a través de la narrativa, es decir a través del relato
de las situaciones que vive la familia o un miembro de ella, convirtiéndose
en el organizador de su propia vida. Esto lo acerca a las emociones y sucesos,
de tal manera que pueda comprenderlos y elaborarlos cognitivamente, para
luego generar una intervención acorde a las características y situación de
vida de las familias.
Metodología
Muestra
Resultados
Caso A
Cuando nació la niña, la madre debió ser guiada para poder asumir el rol
maternal, era muy dependiente de la familia de su marido (su primo her-
mano), ya que se había alejado de su familia de origen, que vive en el campo.
Comienzan a presentarse dificultades en la pareja y se separan, ella asume el
cuidado de la niña con el apoyo de su madre. Para poder mantenerse a sí
misma y a su hija, busca trabajo ya que contaba con el ofrecimiento de su
madre para cuidar a la niña, pero en un corto tiempo la familia paterna le pro-
pone cuidarla argumentando que ellos le pueden dar una mejor calidad de
vida.
La abuela materna accede a la propuesta y se la entrega al padre, quien
a su vez delega la función de crianza en la abuela paterna de la niña. La madre
por ser muy joven, con un bajo nivel de escolaridad, muy pasiva en sus de-
cisiones y también por razones económicas, accede ante el argumento que le
presentan y deja que la abuela paterna y la hermana del padre la cuiden.
En este período, A conforma una relación de pareja con otra persona
(con quien hasta el día de hoy convive y tiene dos hijas) y nace su segunda
hija.
Una tía paterna (madrina de la niña) asume el rol maternal en la diná-
mica familiar. Esto hace que exista un gran apego hacia ella, lo que refuerza
el hecho de no entregarle el reconocimiento de su rol como madre. La menor
continúa desarrollándose alejada de su madre y no la reconoce.
A medida que va creciendo, surgen mayores dificultades en el control de
la conducta de la niña y frente a ello, la familia paterna decide dejarla en un
hogar de menores para que se encarguen de su cuidado. Cuando la madre se
entera, siente rabia hacia la familia paterna porque tomaron esta decisión sin
avisarle y porque anteriormente le habían negado el cuidado de la niña. La
madre también considera inadecuado este proceder porque la familia paterna
cuenta con los recursos materiales para hacerse cargo de la niña. No entiende
que pese al cariño que le tenían a la niña, hayan tomado tal decisión, lo cual
hace que se active y les recrimine que no le hayan avisado, ya que ella con-
taba con las condiciones adecuadas como para habérsela llevado.
Cuando se reencuentra con ella, experimenta un sentimiento de tristeza
muy grande al verla ahí y además porque su hija no la reconoce. Desde en-
tonces asume con mayor derecho y propiedad el rol maternal, yendo a visi-
tarla continuamente y participando en el proceso de reintegración familiar
con la asistente social, la directora y la psicóloga del equipo del hogar.
Recién al reencontrarse con su hija, comienza a percatarse de los proble-
mas y de la discapacidad de ella. Pareciera que anteriormente, a pesar de que
vidad, por su propia experiencia en la relación con ella, ya que algunas veces
la ha golpeado, lo cual le ha causado gracia. Podría decirse entonces que la
madre no había asumido cabalmente el problema de la discapacidad de su
hija, pero sí que debía hacerse cargo del tratamiento médico para la agresivi-
dad.
A partir de esto, se trabaja en cuatro sesiones el tema de la discapacidad,
se ensayan situaciones en las que se puede presentar alguna dificultad y qué
debería hacer ella, cómo actuaría, qué decisiones tomaría, por ejemplo frente
a un ataque agresivo de M. Se la prepara principalmente en estrategias de ma-
nejo conductual y en estrategias de control cognitivo y relajación.
Actualmente la joven está integrada a la familia materna sin grandes di-
ficultades. Además, es importante mencionar que A estuvo llevando a M a su
hogar por más de 3 años, estas visitas se intensificaron en el último año y en
su hogar se realizó la intervención psicológica con más frecuencia. Manifiesta
que la convivencia familiar con M no ha sufrido grandes cambios, más allá
de lo que implica adaptarse a su presencia cotidiana, pero ya estaban acostum-
brados a que estuviera más de una semana en la casa.
Se ha mostrado constante con los tratamientos y visitas al psiquiatra de
la joven, no faltando a los controles y siendo muy cuidadosa con la manipu-
lación de los fármacos. Dice que está muy contenta, lo cual al parecer se re-
laciona con la posibilidad que ha tenido de decidir autónomamente de hacerse
cargo de M, sin haberse dado por intromisiones o presiones de terceros como
ocurrió en el pasado. Esto hace que actualmente se sienta tranquila, muy bien,
satisfecha por poder estar juntas con su familia.
Un aspecto que ha ido decayendo y que ya se observaba en las sesiones
iniciales, es la asistencia a la escuela especial. En las sesiones de seguimiento
informó que le es sumamente complejo traer a la ciudad a su hija para que
vaya a la escuela, no sólo por los horarios del establecimiento escolar, sino
principalmente por el costo de los pasajes, por lo tanto decidió no llevarla
más al colegio. Buscó alguna escuela rural cerca de su casa, pero ninguna la
quiso recibir por su discapacidad y su edad.
Considera que la escuela no es tan importante como que esté en su casa
con su familia, pero también tiene presente que la joven necesita integrarse
socialmente. Se propone integrarla en actividades comunitarias de la zona,
pero esto es también muy complejo dado que las instituciones no saben cómo
integrar a M a sus actividades.
En la actualidad, la madre decidió educarla y hacerla partícipe de sus
actividades en la casa y fuera del hogar, acompañándola en los distintos es-
pacios sociales que visita. Ella afirma que no le molesta esto y que era lo que
proyectaba e imaginaba con M.
Caso G
Caso E
menciona que debe aceptarlo porque es su deber de madre, pero dice abier-
tamente que no desea cuidar a su hija, reprochando al Hogar su intención de
egresarla si tienen a otras mujeres mayores internas. Se le explica que dichas
mujeres están solas y que prácticamente sus familias las han abandonado. Se
comienza a trabajar la modalidad de tareas para la casa y se le solicita que
vaya descubriendo las capacidades que posee su hija.
En la mitad de la intervención se muestra más participativa, positiva y
receptiva, con la idea de vivir con C. Dice que la joven ya no se presenta tan
esquiva como al principio, que le gusta estar con ella, que le gusta la comida
que le hace, que le gustaría que le dijera mamá y que fuera más cercana. En
las últimas sesiones dijo que percibe a C más segura, siente que ha cambiado,
está más cercana a ella además de ver que ha avanzado en lo cognitivo.
Si bien empieza a aceptar más su rol materno, aún espera que sea la hija
la que demuestre cercanía y potencie la relación, dejando de lado su respon-
sabilidad de fortalecer el vínculo. En las distintas instancias de reunión se le
retroalimenta que lo ha hecho muy bien, que es bueno que se acerque más a
C y que la visite si no puede llevarla a su casa.
La madre presenta cierta ambivalencia para entablar una cercanía ma-
yor con su hija, piensa que ella siempre la va a acompañar, pero por otro
lado teme que no la deje hacer su vida o que ella muera antes y C quede de-
samparada.
En lo personal, sus estados de ánimos son inestables, pasando de pen-
samientos negativos a positivos de una semana a otra. Consume varios tipos
de fármacos para controlar la presión y la ansiedad, también vitaminas, anal-
gésicos y hormonas para regular nivel de estrógenos. Esto último provoca un
círculo vicioso en sus pensamientos, pues cree que está enferma debido a la
cantidad de remedios que consume y a los malestares estomacales y jaquecas
que presenta, y lo más probable es que sean efectos secundarios.
Últimamente, la intervención había comenzado a avanzar exitosamente.
La madre se imaginaba a su hija viviendo con ella, hacía planes de ahorrar
dinero para tener una casa y comenzaba a descubrir aspectos positivos en
C, manifiestó por primera vez que la quiere y que deseaba cuidarla. Pero
luego de dos sesiones presentó nuevamente un estado de ánimo bajo, según
ella, producto de que le quitaron las hormonas en el consultorio ya que tenía
que realizarse exámenes de control. Mencionó que los pensamientos nega-
tivos la invaden, que deseaba cuidar a C pero que no se sentía preparada, se
autopercibía muy negativamente, culpándose por las situaciones que ha vi-
vido.
Se inicia la búsqueda de soluciones en conjunto para poder hacer frente
a sus pensamientos negativos, desde los aspectos positivos que se habían
Discusión
A partir de los resultados, se puede observar que durante los 3 años que
se implementó el programa de reintegración familiar de niños y jóvenes con
discapacidad sólo tres casos pudieron ser intervenidos directamente. Uno es
un egreso exitoso, el segundo está todavía en proceso de reintegración y en
el tercero, la madre desertó a los siete meses de intervención. En este sentido,
se ratifica lo informado por el SENAME (2005, 2006): las personas con ne-
cesidades educativas especiales constituyen los casos más difíciles de reinte-
gración a nivel familiar.
En los tres casos se observa la importancia que posee la familia en la
reintegración de las jóvenes a sus hogares de origen, notando que en la
medida que presenten redes de apoyo tanto a nivel personal como social,
existe una mayor posibilidad de que la joven se reincorpore a su familia de
origen (Ammerman, 1997; Navarro, 1999; Paniagua, 2003; Sarto, 2001).
Esto se observa en los casos de A y G, en los que el grupo familiar y las ins-
tituciones públicas de salud y de apoyo para las personas con discapacidad
han jugado un rol crucial en potenciar a las familias, en especial a las madres
de las jóvenes en el proceso de adaptación y aceptación de la discapacidad
cuando se enteran de la situación realizan acciones para poder vivir con ellas.
En cambio en el caso de E, la madre no se niega a que la hija ingrese al
Hogar y manifiesta tanto a un nivel implícito como explícito su deseo de
que ella continúe en dicho centro. Es decir, en este último caso, la necesidad
de vincularse y reintegrar a su hija a su espacio familiar nace más como una
obligación o propuesta desde el centro de protección que desde una motiva-
ción personal de la madre.
También es importante considerar que el trabajo multidisciplinario fa-
cilita el proceso (Contreras & Villatoro, 2006; UNICEF, 2005). El trabajo en
conjunto del equipo profesional (la asistente social, el psicólogo y la direc-
tora del centro) permite no sólo que las acciones sean más coordinadas, sino
que se logre apoyar en los distintos planos de desarrollo a las personas y sus
familias. Se considera que la intervención en el área social hace que las áreas
psicológica, de salud y educación se vean fortalecidas y con posibilidades de
generar estrategias y conceptos en común para poder gestar un proceso más
armónico y atinente a las realidades de las personas.
Las madres sintieron la guía del equipo y reconocen al Hogar como una
fuente de apoyo para la recuperación de sus hijas. Sin embargo, es evidente
que se deben mejorar las estrategias para poder mantener en la intervención
a las madres y a las familias reticentes, o poco seguras frente a la reintegra-
ción familiar. En este sentido se cree pertinente considerar las fases que vi-
vencia cada núcleo familiar con respecto a la discapacidad del hijo, pero
además es pertinente incorporar el contexto en el cual está inserta la familia.
A partir de ahí se observa que no es suficiente con entregar guías sobre el
cuidado y vínculo con los menores, también es crucial intervenir con todo el
sistema familiar, en el que las vivencias y características del tutor principal
(las madres) son esenciales para que este proceso sea exitoso y se transforme
en el puente principal de la integración familiar.
Además es necesario potenciar las redes de apoyo social, de salud y
educación que posee el centro de protección. Para ello es importante vincu-
larse no sólo con instituciones que presten apoyo económico y social a las fa-
milias y los beneficiarios, sino también entablar redes con universidades,
centros de atención familiar y escuelas que permitan generar intervenciones
multidisciplinarias dentro de la comunidad de origen de cada familia, además
de brindar el apoyo y guía profesional para hacer frente a cada caso, según
sus características personales y sociales.
En síntesis, se puede concluir que el programa de reintegración familiar
se reconoce como un buen sistema para lograr que los niños y jóvenes con
discapacidad logren desarrollarse y crecer en familia, aceptando que la adop-
ción es prácticamente inexistente. Para esto es necesario contar con un plan
Referencias bibliográficas
Unidad 2
Modelo social sustentado
en la familia.
Desde hace muchos años se ha estudiado a la sociedad. Algunos teóricos han dirigido
sus investigaciones al estudio del grupo de individuos que es la célula base de la
sociedad. Este conjunto de personas se denomina familia. Muchos de esos estudios
se realizaron bajo una visión ortodoxa. Donde se concebía que los integrantes de la
familia fueran padre, madre e hijos. Además se consideraban a los roles familiares
muy establecidos. Es decir, el padre como jefe de familia y proveedor, a la madre
como protectora del hogar y encargada de la crianza de los hijos. Con los años la
estructura social económica y política ha cambiado y con ello las estructuras sociales.
• Familia monoparental: se integra por un hijo que vive con su padre o madre.
• Familia extensa: se integra por la familia nuclear, más algunos parientes sanguíneos
como abuelos, tíos o primos.
• Familia homoparental: es el tipo de familia donde dos personas del mismo sexo
son los padres de uno o varios hijos.
• Familia sin hijos por elección: son las parejas que deciden no convertirse en padres.
• Familia de hecho: son las parejas que viven sin estar casadas legalmente.
2
• Familia ensamblada: este tipo de familia se puede conformar por un progenitor
con hijos que se une con otro progenitor e hijos.
Por ejemplo: un padre o madre con sus hijos se une a otro padre o
madre con hijos. Otra forma de familia ensamblada es cuando viven
juntos parientes consanguíneos que no sean nucleares es decir, hermanos
EJEMPLO que viven juntos o primos que viven juntos. La última forma de este
tipo de familia son el grupo de personas que viven juntos que no
tienen lazos sanguíneos. Por ejemplo un grupo de amigos.
La Familia es el grupo de dos o más personas que coexisten como unidad espiritual,
cultural y socio-económica, que aún sin convivir físicamente, comparten necesidades
psico-emocionales y materiales, objetivos e intereses comunes de desarrollo,
desde distintos aspectos cuya prioridad y dinámica pertenecen a su libre albedrío:
psicológico, social, cultural, biológico, económico y legal. (p. 17).
3
Esta definición de familia considera a cualquiera de los tipos de familia y las funciones
sociales que tiene la familia. Así como todas las áreas en las que interviene la familia
en el desarrollo de un individuo.
Desde la perspectiva de Victoria (2013), el modelo social considera que una persona
tiene discapacidad a partir de:
Bajo esta tipificación cobra verdadera importancia el rol que tome la familia ante la
discapacidad de uno de sus integrantes. La familia es determinante en el éxito o fracaso
del desarrollo humano de cualquier individuo.
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2.1. La presencia de un integrante con discapacidad en el
entorno familiar
Ninguna familia planea tener un familiar con discapacidad. Por lo regular la noticia es
inesperada y nadie está preparado para asumir el nuevo rol. El dictamen médico de
la discapacidad puede llegar en cualquier momento de la vida.
• En la primera infancia: después de los primeros años de vida los infantes pueden
desarrollar enfermedades, trastornos o alteraciones.
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sugerimos revises el documento para que conozcas las estrategias. Tal vez te pueden
servir como material de apoyo.
Los sentimientos que experimentan los familiares con una persona con discapacidad
son de alguna manera constantes. Ortega, Torres, Reyes y Garrido (2012), mencionan que:
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El mismo texto menciona que los padres van sorteando diferentes decisiones a lo
largo de la vida. Por ejemplo selección de la escuela que atienda necesidades educativas
especiales, determinar cuándo y cómo permitirle que logre su independencia. Otra
área que se debe considerar es la protección o sobreprotección de la persona con
discapacidad. Este tema dependerá mucho de las circunstancias familiares, sin
embargo es algo recurrente en las intervenciones especializadas.
Los reportes antes mencionados son vistos desde una forma general. Ahora veamos
a manera de ejemplo un caso en particular. Los resultados de la investigación que
realizaron Bueno- Hernández et al (2012), sobre las experiencias de los padres con
un hijo autista son los siguientes:
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Figura 2. Experiencias en relación a lo fisicosomático. Recuperado de Bueno- Hernández et al (2012).
Ante los resultados que presentan Bueno- Hernández et al (2012), es fácil de entender
porque en algunas familias sufren la separación de los padres y en otras se logra la
cohesión familiar. En ambos casos contribuye mucho la historia previa del matrimonio,
la información que se tenga sobre la discapacidad, la situación socioeconómica, la
participación o no de los demás familiares pero sobre todo la actitud que toman ante
el reto de la discapacidad.
Para concluir con este tema Guevara y González (2012), recomiendan que: “Lo ideal,
en un país como México, es promover la conformación de redes y asociaciones de
padres que, conjuntamente con profesionales de diversas disciplinas, logren un cambio
profesional, familiar y social, necesario para la integración de la persona con discapacidad.”
(p. 1047). Con esta idea se refuerza la propuesta del trabajo en conjunto y multidisciplinario.
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2.2. La familia pilar de desarrollo de la persona con discapacidad
Hasta el momento hemos dicho que la familia es el pilar más importante para que una
persona con discapacidad logre su desarrollo autónomo e independiente. García y
Bustos (2015). Menciona que todos los integrantes de la familia recienten en mayor
o menor medida la afectación discapacitante de su familiar. Pues todos los integrantes
de la familia resienten la presión social, los cambios de rol, y en algunos casos la
modificación en el presupuesto familiar y la disminución del tiempo de atención.
• Apoyo emocional. La familia es el primer motor que alienta al familiar. Son la mejor
fuente de empoderamiento. El creer y confiar en las personas es un gran inicio.
Los posibles cambios que pueden sufrir integrantes de la familia que cuenten con un
integrante con discapacidad pueden ser:
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• Estar en situaciones vulnerables.
• Mayor estrés.
• Cambios constantes en los roles familiares.
• Integración al campo laboral
• Cambios ante la sociedad.
• Mayor participación dentro de la familia.
• Menor atención familiar.
• Cambios en la autoestima.
• Mayor responsabilidad en quehaceres cotidianos.
• Malestares físicos.
• Mayor sensibilización hacia los grupos vulnerables.
Estos cambios pueden ser devastadores para algunos pero para otros les representan
oportunidades de crecimiento personal. El modelo social y educativo apunta a que
los especialistas (médicos, psicólogos, terapeutas, educadores especiales, etc.) dirijan
sus procesos de trabajo para empoderar al paciente y los familiares para que vea la
discapacidad como un área de crecimiento personal.
Lo ideal para cualquier persona es vivir en un lugar donde tenga calidad de vida y
bienestar social. Pero a qué se refieren estos dos términos. Tal vez la frase de calidad
de vida lo asocias con historias de pacientes terminales y el de bienestar social con
programas de apoyo gubernamental. No es tan lejana esta relación como pudiera
parecer. Desde el modelo social se busca que las personas con discapacidad tengan
calidad de vida y bienestar social. Pero para evitar confusiones, mejor veamos las
definiciones.
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las condiciones de vida, las situaciones sociales, y los aspectos relacionados con la
mente.
Para lograr una vida independiente es necesario que la persona con discapacidad
tenga una autodeterminación autónoma. Que busque ser lo menos dependiente,
explotando sus habilidades sociales, aprovechando al máximo las habilidades físicas
con las que cuenta y con una alta autoestima.
Las áreas donde se debe de trabajar para lograr la vida independiente son dentro
de la familia, en el ámbito laboral y social. La intención es desarrollar al máximo las
destrezas que se necesitan para desenvolverse de manera autónoma dentro del
hogar, en el trabajo y en cualquier escenario social.
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Escanea el siguiente código
QR para ver el video relacionado
https://player.vimeo.com/video/327385124
• Es importante ver que la vida independiente de los derechos con los que cuentan
las personas con discapacidad.
• La posibilidad de repensar los apoyos para todas las personas con discapacidad.
Con esto damos por terminada la explicación de los temas de la presente unidad.
Si tienes alguna duda o comentario ponte en contacto con tu asesor para atender a
esta necesidad.
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Referencias Bibliográficas
Ortega, P., Torres, L., Reyes, A. y Garrido, A. (2012). Cambios en la dinámica familiar
con hijos con discapacidad. Revista psicológicaclínica.com. Recuperado de http://
www.psicologiacientifica.com/hijos-con-discapacidad-cambios-familia/
Plena Inclusión. (Productor). (2017). Vida independiente de las personas con discapacidad
intelectual o del desarrollo. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=4jiR-
2XVnCiw
SEP. (2010). Guía para facilitar la inclusión de alumnos y alumnas con discapacidad
en escuelas que participan en el PEC. México.
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