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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Maracaibo, 23 de febrero del 2022
U.E. Instituto Latino
5to año B

Analizar las etapas del desarrollo


biopsicosocial del del ser humano,
el hogar e impacto de su crianza

Integrantes:
Cristhina Linares
Armando Morillo
Paola García
Damarys González
Anna Álvarez
Tutor: Yenny Alarcón
Capítulo II
Marco teórico
Antecedentes

Los siguientes antecedentes a mostrar, son la base y resultado de la investigación


grupal realizada de nuestro tema. Estos son los siguientes:

Título: La crianza: voces y miradas de niños y niñas sobre un hecho cotidiano.


Autor: Marli Delón R.
Universidad: Universidad Central de Venezuela.
Fecha: 2017.
La crianza, como área de investigación psicológica en nuestro país, ha venido
desarrollándose desde la década de los años 80, a partir de estudios que han
considerado solo la perspectiva del adulto, planteándose el estudio desde el lugar
de los seres criados como una necesidad detectada luego de la sistematización de
la investigación en el área. Bajo este marco, se pretendió conocer la experiencia de
crianza en niños y niñas a través de los significados que construyen en torno a la
misma, como una forma de acercarnos a la visión subjetiva sobre tal experiencia
que como hijos e hijas viven; teniendo como objetivo general comprender el
significado de la construcción que niñas y niños con edades comprendidas entre
los 9 y 12 años y cursantes de educación básica, elaboran sobre las vivencias de
su proceso de crianza. Los objetivos específicos, por su parte, estuvieron dirigidos
a: conocer la experiencia relatada por niñas y niños a partir de su vivencia
particular sobre su proceso de crianza, reconstruir con ellos los significados y
sentidos elaborados sobre su proceso de crianza, y profundizar en la red de
relaciones existentes que dan cuenta del fenómeno de la crianza tal como es vivido
por los niños y niñas. Para el logro de tales objetivos se utilizó una metodología de
tipo cualitativa, enmarcada en el paradigma constructivista, desde una perspectiva
fenomenológica, trabajada a partir de la entrevista en profundidad que permitió
obtener información susceptible de ser analizada con base en el método de
comparaciones constantes y permitió construir una propuesta teórica respecto a la
significación de la vivencia de la crianza, mediante el método de la Teoría
Fundamentada (Strauss y Corbin, 2002). La misma alude a los actores que forman
parte del fenómeno de la crianza y a la significación construida por los niños y
niñas en torno a sus roles; a las condiciones en que los niños y niñas entrevistados
han sido criados, enfatizando en la conceptualización que han construido al
respecto; a la construcción de la experiencia subjetiva a partir de la vivencia de ser
criado o criada; a los conceptos, significados y teorías construidos por ellos y ellas
en torno a la crianza; y a los sentimientos y emociones generadas en el proceso de
crianza, como expresión de un fenómeno de naturaleza vincular.
Título: Estilos de apego y agresividad en adolescentes.
Autores: Marián Brando, José Miguel Valera, Yubiza Zarate.
Universidad: Universidad Central de Venezuela.
Año: 2008.
Esta investigación de tipo transeccional descriptiva, con un diseño no experimental,
explora y describe el apego y la agresividad en adolescentes con edades entre los
12 y 14 años, pertenecientes a una institución educativa de Caracas-Venezuela,
mediante los datos obtenidos a través del Test Pata Negra de L. Corman, el Test
Psicodiagnóstico de Rorschach y una Entrevista Clínica. Los resultados señalan
prevalencia en los estilos de apego de base insegura. Se registraron mayores
puntuaciones en agresividad de contenido y movimiento agresivo, evidenciando
elementos intrapsíquicos agresivos y una identificación con los objetos agresivos
en general. Se halló que la escala de Agresividad (AG) se asocia significativamente
con los estilos de apego predominantes en la muestra.
La presente investigación surge a raíz de una revisión a los estudios sobre La
Teoría del apego formulada por John Bowlby y Mary Ainsworth, entre los cuales,
existe un cierto consenso en que el factor más influyente en el desarrollo de la
competencia social y el bienestar psicológico, es la calidad de las relaciones
establecidas con los padres (Berlin y Cassidy, 1999, c.p. Sánchez-Queija y Oliva,
2003); sobre estas bases y en conocimiento de que la adolescencia es el período
del ciclo vital en donde las relaciones interpersonales cobran mayor importancia, el
presente estudio se propone describir estilos de apego y agresividad en
adolescentes, entendiendo la agresividad como una variable vinculada con una
problemática relacional.
Finalmente es necesario resaltar que la importancia de esta investigación radica
principalmente en la posibilidad de identificar las consecuencias patológicas de los
distintos tipos de apego, con miras a que posteriormente puedan realizarse
programas de intervención que permitan atacar a tiempo tal problemática.
Título: Responsabilidades en la Crianza de los hijos
Fecha 1 de enero de 2008
Consejo Nacional para la enseñanza en Psicología A.C. México

Autores: Torres Velázquez, Laura Evelia, Garrido Garduño, Adriana Reyes Luna,
Adriana Guadalupe, Ortega Silva, Patricia

La Responsabilidad en la crianza es el deber de los padres de responder por las


consecuencias que genere su comportamiento en el proceso de desarrollo de sus
hijos. Se ha adjudicado a los hombres la responsabilidad principal de trabajar para
la manutención económica de la familia y a la mujer las funciones de educación y
formación de aquellos. Sin embargo, con los cambios demográficos, sociales y
económicos esta concepción se ha modificado, por lo que el objetivo de este
estudio fue examinar, entre otros Aspectos, las responsabilidades y temores que
esgrimen actualmente los padres en la crianza. Se seleccionaron 33 familias
nucleares y se les entrevistó en forma separada al padre y a la madre acerca de la
crianza, haciendo énfasis en sus responsabilidades y temores. En general, las
responsabilidades que asumen a la crianza es educar, cuidar, vestir, alimentar, dar
amor, y respeto. En cuánto a los temores, las madres temen que sus hijos tengan
vicios o que no se realicen; los padres sienten el temor de morir y no sacar a sus
hijos adelante. En el presente trabajo se discute cada uno de estos elementos

Título: Padres y Desarrollo de los hijos: Prácticas de Crianza


Autora: María Aurelia Ramírez
Universidad de Granada España

Los padres Contribuyen al desarrollo de los hijos relacionándose con ellos y


utilizando estrategias de Socialización. Se revisan, por ello, estudios sobre
prácticas de crianza centrandonos en las clasificaciones que realizan los distintos
autores sobre las prácticas, o en los distintos modos que utilizan los padres para
controlar la conducta de sus hijos, para poner de relieve las diferencias entre unos
padres y otros, así como los factores que inciden en estas diferencias.
Título: PAUTAS DE CRIANZA QUE ENSEÑAN LOS PADRES Y
REPRESENTANTES A
LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 2 A 3 AÑOS DEL “C.E.I LUISA DEL VALLE SILVA”

Instiución: UNIVERSIDAD DE CARABOBO


ESCUELA DE EDUCACIÓN
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE PEDAGOGÍA INFANTIL Y DIVERSIDAD

Temática: Tríada
Familia, Escuela y Comunidad Escolar.
Sub-Temática: Orientación Familiar

Autora:
Rivero, Mailen
Tutora: Dra. Mitzy Flores

Fecha: febrero 2015

Resumen”
Está investigación tuvo como propósito conocer las pautas de crianza que enseñan
los padres y
representantes a los niños y niñas de 2 a 3 años, en el “C.E.I Luisa del Valle Silva”.

En relación al esquema metodológico, esta investigación se enmarcó en un


enfoque post-positivista, por su naturaleza de la investigación, este estudio es de
tipo cualitativa, todo esto
llevado a cabo bajo un método fenomenológico, el mismo estudia la realidad cuya
esencia depende de cómo es vivida y percibida por los sujetos. En donde los
sujetos de Estudio, estuvo conformada por los niños y niñas con conductas
agresivas, que según la observación de la
investigadora son cinco (05) niños y niñas, de igual manera se tomó en cuenta los
padres y
representantes de este grupo Etáreo. En cuanto a las técnicas de recolección de la
información, se utilizaron: la observación participante, y la entrevista. Y como
instrumento el guion de entrevista y los diarios de campo. En las técnicas de
procesamiento de la información para
analizar y comprender los datos recogidos en la misma será necesaria la
clasificación y
sistematización de estos, a través de la aplicación de técnicas interpretativas, tales
como la
categorización, triangulación y teorización de la información. En donde los
hallazgos encontrados demostraron que los niños y niñas imitan conductas en su
comportamiento que
observan dentro del núcleo familiar como un vocabulario soez. Fue notorio el
incumplimiento
de normas y hábitos de los padres hacia los hijos, evidenciándose una
manipulación de los
niños(as) hacia sus padres con llanto y pataletas. Los resultados obtenidos
permiten deducir que los padres son permisivos a la hora de disciplinar a sus
hijos(as) no estableciendo límites y normas entre los mismos, ya que es el infante
que con manipulación los convencen de sus placeres.

Título: Estudio descriptivo, comparativo y relacional del desarrollo infantil integral


en una muestra de niños y niñas de diferentes edades, niveles socioeconómicos y
regiones de Venezuela

Autor/es: Carmen ¨Chilina¨ León de Viloria


Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. Venezuela.
Fecha: Febrero 2007

Resumen:
Esta investigación estudia el proceso del desarrollo infantil integral con el objetivo
de avanzar en el proceso de validación de los instrumentos del Modelo Octogonal
Integrador de Desarrollo Infantil (León, 1995) ampliando la muestra a 737 Ss. en
cinco regiones, comparar el nivel de desarrollo integral y por área en una muestra
piloto de 295 Ss. Y establecer la asociación entre nivel de desarrollo y calidad del
organismo y ambientes reportada por sus padres. Para ello, se utilizó una
metodología cuantitativa, comparativa y relacional con diseño transversal, como
primer paso de un diseño secuencial. Los resultados ofrecen indicadores de
validación de los instrumentos utilizados: Escalas MOIDI y COA. Se confirmaron
diferencias significativas en el desarrollo infantil por período (infantes-preescolares
y escolares). Al considerar la edad como covariable, se encontraron diferencias
por nivel socioeconómico, nivel de instrucción de la madre y entidad. Como se
esperaba, no hubo diferencias por género. Se encontró una asociación
significativa entre las variables en estudio, aunque sólo explica el 2% de la
varianza. Los hallazgos se discuten en el marco de los avances de la especialidad
y la practica profesional latinoamericana.
Título: Estilos de Crianza Vinculados a Comportamientos Problemáticos de Niñas,
Niños y Adolescentes

Autor: Psic. Julia Córdoba

Universidad: Universidad Nacional de Córdoba

Fecha: Junio de 2014

Resumen:
Los postulados clásicos sostienen que los estilos parentales de los padres
juegan un rol fundamental en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los
hijos. Sin embargo, no existen estudios que den cuenta del impacto que tiene los
mismos sobre comportamientos problemáticos por los cuales se consulta a los
servicios de APS. Además, es tradición que estos servicios se dediquen a la
atención de trastornos mentales cuando las demandas cotidianas que se reciben
revelan que casi todos los consultantes manifiestan algún tipo de situación de
índole social, sea en forma de problema o conflicto psicosocial. Por lo que se
asume que esta visión de la atención de salud mental es insuficiente para dar
respuestas al conjunto de necesidades psicosociales siendo fundamental la
consideración de estos factores para provocar mayor impacto preventivo en
relación a los desórdenes mentales. A partir de aquí el presente estudio se propuso
describir y analizar las percepciones acerca de estilos de crianza (competencias
parentales) y comportamientos problemáticos en niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, se buscó establecer vinculaciones entre dichas percepciones, los
comportamientos problemáticos y las dinámicas de las interacciones entre padres e
hijos con el fin de argumentar estrategias concretas de promoción de salud mental.
Para ello se llevó adelante un diseño correlacional. La muestra estuvo compuesta
por 120 familias que resultó en un total de 124 adultos y 132 niños entre 8 y 17
años. Tras la aplicación del inventario de Pautas de Crianza (Brussino y Alderete,
2001); Inventario de Percepción de Conductas Parentales (Merino, Cohen y Díaz,
2003); y Cuestionario de Evaluación de Relaciones Familiares Básicas (2012) se
establecieron correlaciones bivariadas a través el estadístico rho de Spearman.
Los resultados establecen que la connotación problemática de los hijos no
resulta del estilo de los padres sino por el contrario los comportamientos que
implican un riesgo para el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes y jóvenes
deviene de la ausencia de pautas de crianza perceptibles. Es decir, los hijos no
pueden determinar la predominancia de un estilo particular en los padres y
tampoco se da cuenta de que perciban en los padres los atributos positivos que
tradicional y culturalmente se atribuyen en una distribución de género. Junto a esto
se observó una conyugalidad disarmónica que interrumpe el desarrollo esperable
de las funciones parentales. Los hallazgos de este estudio subrayan la necesidad
de crear conciencia entre los padres respecto a su influencia en la salud de los
hijos, y de promover el desarrollo de herramientas concretas que regulen
conductas y estilos de crianza protectores. A tal fin se proponen líneas estratégicas
de intervención de promoción de salud mental de niñas, adolescentes y jóvenes,
con enfoque de derecho.

Universidad Central de Venezuela


Facultad de ciencias económicas y sociales
Escuela de Trabajo Social

Prácticas de Crianzas Asociadas al Maltrato Infantil


en la Familia Popular Venezolana.
Una visión desde el rol de las madres.
Autoras: Williandrys Vizcaino y Katty Santana
Tutora académica: Arelis Ramírez
Año: 2018

Resumen:
El presente estudio se centró en indagar el significado y uso de las prácticas de
crianza y la relación de estas con el maltrato infantil. Para ello, se partió del
reconocimiento de que en la dinámica familiar actual los niños son sujetos
vulnerables, en especial en un contexto cultural en el que durante muchos años se
ha dado la tendencia de la naturalización de la violencia en sus distintas
expresiones, incluso aquella que acontece en el espacio privado de la familia. El
maltrato, generalmente es usado por muchas familias como una forma de
contención de conductas y de modificación de ciertos comportamientos
considerados indeseables o inapropiados, lo cual se suma a la carencia de
otros recursos y herramientas personales para hacer frente a la labor disciplinaria
de los padres, en especial de las madres que asumen el rol protagónico en los
procesos de educación y formación de los hijos. Vemos así, que en la problemática
abordada confluyen diferentes elementos a considerar. Por un lado, la familia como
un espacio complejo y contradictorio donde se reproducen las mismas
desigualdades de la sociedad y, por el otro, las prácticas de crianza y el maltrato
infantil que culturalmente se han impuesto como un componente ideacional
distorsionado.
La metodología implementada se fundamentó en los presupuestos de la
investigación cualitativa, la cual permitió una profunda comprensión de los
significados subjetivos que las madres dieron a sus vivencias. Trabajamos con el
testimonio de dos madres de familias populares. Una de ellas, miembro de una
familia monoparental y otra, perteneciente a una familia nuclear. Se consideraron
las condiciones de vida a las que pertenecen por lo que esto representa como
factores de riesgo o protección. En general, se conoció de prácticas maltratadoras
en los grupos familiares de origen, así como de violencia intrafamiliar,
comunicación muy escasa o débil, ejercicio de la autoridad de manera jerárquica,
aplicación de disciplina punitiva, bajo tono emocional y ausencia de parentalidad
positiva, que ha tendido a replicarse en sus respectivos grupos familiares. Los
resultados obtenidos demostraron que dentro las prácticas de crianza asociadas al
maltrato están las acciones violentas y el abuso de los medios de corrección a
través de castigos físicos, maltrato verbal y psicológico.
Asimismo, se determinó que las principales conductas activadoras de la acción
disciplinaria de las madres están basadas en el estrés que estas experimentan,
dada la exposición a muchos factores detonantes, débil red de apoyo familiar y a la
ausencia de efectivos mecanismos de control emocional; seguidamente del
comportamiento y
desobediencia de los hijos. También se evidenciaron muestras de ciertas
conductas violentas en uno de los hijos de las madres entrevistadas, quien al estar
expuesto a violencia parental puede asumirla como aceptada en el campo de las
relaciones interpersonales.

Título Estilos de crianza y Calidad de Vida en Padres de Preadolescentes que


presentan conductas disruptivas en el aula

Autora: Lucía Priscila Navarrete Acuña

Chillán-Chile 2011

La siguiente Investigación tiene como objetivo indagar acerca del comportamiento


de las variables estilos de crianza parental y de la calidad de vida familiar existente
en los padres de Preadolescentes que presentan conductas disruptivas en el aula.
Esto reviste importancia ya que aporta elementos objetivos para el trabajo con los
padres en beneficio del logro de un ambiente escolar propicio para el aprendizaje.

El estudio es de carácter cuantitativo, descriptivo, correlacional y sus variables


fueron medidas a través de los siguientes instrumentos: Cuestionario de calidad de
vida familiar, Cuestionario de estilos de crianza y el Cuestionario de
Comportamiento Parental para niños CRPBI. La muestra estuvo compuesta por 46
familias en las que se incluye padre, madre e hijo/a preadolescente entre 11 y 13
años de edad que cursan sexto o Séptimo año Básico en un colegio
subvencionado de la comuna de chillán ubicado dentro de la zona urbana.
Para el análisis de los resultados se utilizaron medidas de tendencia central y el
coeficiente de correlación de Pearson. De ellos se concluye, que al estilo de
crianza predominante en los padres es el estilo de crianza con autoridad, esto tanto
en la percepción de los hijos como en la de los propios padres. Por otro lado, se
encontró una correlación positiva y significativa entre estilo de crianza con
autoridad y calidad de vida familiar tanto en su nivel de importancia como en su
nivel de satisfacción.
Bases teóricas
La siguiente investigación tiene presente las consecuentes bases, que son la
información procesada y esquematizada de la que se fundamenta nuestro trabajo
de investigación.

1. ¿Qué es el desarrollo biopsicosocial?


El desarrollo biopsicosocial, también conocido como “modelo biopsicosocial”, fue
un modelo creado por el psiquiatra George L. Engel que postula un modelo o
enfoque participativo de salud y enfermedad que postula que el factor biológico
(factores químico-biológicos), el psicológico (pensamientos, emociones y
conductas) y los factores sociales, desempeñan un papel significativo de la
actividad humana. 
Esta misma da definición da significado a la palabra “biopsicosocial”: El prefijo “bio”
alude a la vida; “psico” se vincula a la psicología (la actividad de la mente o las
cuestiones del alma); “social”, por último, es aquello vinculado a la sociedad (la
comunidad de individuos que comparten una cultura y que interactúan entre sí). La
noción de biopsicosocial, por lo tanto, integra cuestiones biológicas, psicológicas y
sociales, tal como dicho anteriormente.
El origen del modelo biopsicosocial lo encontramos en las ideas del psiquiatra y
médico internista estadounidense George L. Engel (10 de diciembre de 1913 - 26
de noviembre de 1999), quien en el año 1977 propone un modelo basado en la
idea de que, en todas las fases de una determinada enfermedad, trastorno o
discapacidad, coexisten los tres tipos de factores mencionados.

El modelo biopsicosocial supone un avance en el entendimiento de la salud en


general, y de la salud mental en concreto, ya que previo a él el modelo que
preponderaba era el modelo médico o biológico (un modelo tradicional
reduccionista, donde sólo importan los factores biológicos).

De esta manera, el modelo biopsicosocial va más allá, y sostiene que debemos


entender la salud y la enfermedad como dos estados que surgen de la combinación
de estos tres tipos de factores en la vida de la persona. Además, desde este
enfoque se trabaja para el bienestar no solo de la persona o paciente, sino también
para el de su familia y comunidad.

De esta forma, la perspectiva biopsicosocial, gracias a las características que este


modelo engloba, nos ayuda a comprender que el estudio del desarrollo infantil es
integral, donde todos los componentes son esenciales para el bienestar de los
niños y niñas: lo físico, lo cognitivo, lo afectivo y lo social

2. Etapas del desarrollo humano, desarrollo evolutivo


Todas las personas cambiamos a lo largo de nuestra vida y la psicología del
desarrollo evolutivo trata de explicar los cambios que tienen lugar en las personas
a lo largo del tiempo a medida que cumplen años y queman etapas en su vida. La
psicología evolutiva estudia la transformación que afectan a las personas como
consecuencia del paso del tiempo y por factores como la herencia o el entorno de
cada uno. Dicho esto, en el momento que hablamos de la psicología evolutiva,
también hablamos de etapas del desarrollo humano.

En base a los estudios del psicólogo estadounidense Erik Erikson se pueden


distinguir ocho etapas básicas en el desarrollo de una persona, dichas etapas son
las siguientes: etapa prenatal, etapa de la niñez, primera infancia, infancia
intermedia, adolescencia, etapa adulta temprana, edad adulta media, edad adulta
tardía.
1. Etapa prenatal
La fase prenatal consiste en la formación del bebé, es decir, es la etapa en la cual
el óvulo y el espermatozoide se unen. Este periodo abarca desde el momento de la
concepción hasta las 40 semanas de edad gestacional. Se trata de un momento en
el que el ser humano es muy vulnerable a las influencias ambientales.
2. Etapa de la niñez
Es la comprendida entre el nacimiento y los tres años. Se caracteriza por ser la
fase en la que se comienzan a controlar los esfínteres y los músculos. En niño es
dependiente y su desarrollo físico es muy rápido. Vive durante el primer mes
después del nacimiento, pesa alrededor de 3 kilos y presenta una cabeza
desproporcionada en relación con su cuerpo. El infante duerme la mayor parte del
tiempo.
En los primeros años de la etapa de la niñez, el ser humano se interesa en ejercitar
sus órganos sensoriales, movimientos y lenguaje, y manipula de forma repetida los
objetos que se encuentran a su alcance. A través de este aprendizaje en los tres
primeros años el ser humano adquiere capacidades básicas como manejar sus
manos, ponerse de pie, caminar, el hablar, hasta desplazarse por su propio medio.
3. Primera infancia
Desde los 3 a los 6 años. Los niños comienzan a relacionarse entre ellos y mejoran
las habilidades motrices y la fuerza, aumentan el autocontrol y comienzan a ser
más independientes y a tener un comportamiento más egocéntrico.
A un nivel conceptual, se entiende por desarrollo infantil temprano a aquella
condición óptima de un niño o niña para enfrentar los desafíos, transiciones y
cambios en la primera etapa de su vida. El desarrollo humano involucra cambios
orgánicos y psicosociales, y tiene un carácter integral que incluye tanto las
capacidades o potencial presente en todo niño o niña, así como conocimientos y
estructuras mentales y afectivas, procesos cognitivos, habilidades psicomotrices y
sociales, estrategias de aprendizaje, así como una condición adecuada de salud y
nutrición.
4. Infancia intermedia
De acuerdo con Feldman (2008) la niñez intermedia es conocida como etapa
escolar, la cual empieza alrededor de los seis años hasta aproximadamente los
doce años, cuando los niños entran a la etapa de adolescencia, esta etapa en
particular se caracteriza por el inicio de la educación.
Durante este periodo los niños presentan notorios avances en el desarrollo
anatómico y cognitivo. En esta etapa las características más puntuales son el
crecimiento lento; las habilidades motoras aumentan considerablemente, lo que le
da la capacidad de ejercer actividades físicas rigurosas; las enfermedades
respiratorias son más habituales; las destrezas del lenguaje y la memoria
aumentan; el egocentrismo que tenía el niño en la primera infancia se va
desvaneciendo.
5. Adolescencia
De los 12 a los 20 años. Es una etapa en la que se producen cambios físicos muy
rápidos y significativos. Se inicia la búsqueda de una identidad propia.
Según Erikson, la adolescencia se como el periodo en el que se produce la
búsqueda de la identidad que define al individuo para toda su vida adulta. La
confusión entre identidad y rol es una etapa importante de desarrollo en la que el
niño tiene que aprender los roles que él ocupará como adulto. En la adolescencia,
niños (de 12 a 18 años) enfrentar la tarea de identidad vs. confusión de roles.
Dicho por Erikson, la tarea principal de un adolescente es desarrollar un sentido de
sí mismo. En el camino, la mayoría de los adolescentes se prueban muchos tipos
diferentes para ver cuáles encajan; exploran varios roles e ideas, establecen
objetivos e intentan descubrir su identidad "adulta". Los adolescentes que tienen
éxito en esta etapa tienen un fuerte sentido de identidad y pueden mantenerse
fieles a sus creencias y valores frente a los problemas y las perspectivas de otras
personas. Cuando los adolescentes son apáticos, no hacen una búsqueda
consciente de la identidad, o son presionados para ajustarse a las ideas de sus
padres para el futuro, pueden desarrollar un sentido débil de sí mismos y
experimentar confusión de roles. 

6. Etapa adulta temprana


Entre los 20 y los 40 años. En esta etapa de la vida muchas personas se casan y
tienen hijos. Se desarrolla del todo la identidad propia y la capacidad intelectual se
convierte en algo más complejo. En principio, la adultez es el periodo de mayor
vitalidad y actividad. Algunas características resaltantes son:

Es la fase de mayor productividad, ya que coincide con la finalización de los


estudios superiores y el desarrollo profesional.
También es la etapa en la que, idealmente, se procrea, ya que las personas están
en la plenitud de su capacidad reproductiva y la madurez emocional necesaria para
afrontar los cambios que este proceso implica.
7. Edad adulta media.
Entre los 40 y los 60 años. Es el momento en el que muchas personas se
replantean el sentido de la vida y comienzan a sentir los primeros deterioros en la
salud física.
Además de la intensificación de los cambios físicos que comenzaron en etapas
previas, la adultez tardía se caracteriza por una serie de cambios vitales que tienen
un impacto en la dinámica social:
 Emancipación de los hijos, lo que en muchos casos implica el inicio de un
período de soledad para los padres.
 Es la fase de la jubilación y el replanteamiento de las prioridades, por lo que
las habilidades, talentos, pasatiempos y vínculos sociales cobran especial
importancia en este período.
 Disminución del deseo sexual en ambos sexos.

8. Edad adulta tardía


Comprende desde los 65 años en adelante. La mayor parte de las personas siguen
teniendo buena salud física y mental, aunque poco a poco decaen. Se produce una
aceptación del fin de la vida. El envejecimiento según “Harman”, podría definirse
como la acumulación progresiva de cambios en el tiempo que son responsables del
aumento de la probabilidad de enfermar y de morir del individuo.
En esta etapa se ven una serie de cambios en el adulto, tal como son el deterioro
progresivo de las capacidades físicas y cognitivas, la tendencia al aislamiento
social y la aceleración del proceso de envejecimiento (la piel pierde su elasticidad,
las arrugas se profundizan, el cabello comienza a caerse).

3. ¿Por qué se considera importante un buen ambiente de crianza para el


niño?
Es importante determinar a qué se hace referencia cuando se menciona “ambiente
familiar”. Se refiere al conjunto de relaciones que se establecen entre cada uno de
los miembros de la familia. Cada familia lleva, vive y disfruta de forma particular
estas relaciones. Esta es la razón que diferencia un hogar de otro.

Citando a Barreno Zoila y Macías Jessica acerca de la estimulación en la edad


temprana “Es indudable que en los momentos actuales ha tomado mucha
importancia la estimulación temprana en los niños y niñas en etapa inicial de vida,
de tal manera que si no se da el cuidado y la atención necesaria tendrán un pobre
desarrollo de la inteligencia psicomotriz y se verán afectados de manera
irreversible”

Dicho esto, ya podemos ver en gran parte como la influencia de los


padres/representantes sobre el desarrollo emocional, intelectual y social del
infante; tanto así que un ambiente toxico podría generar efectos irreversibles en su
vida y además complicaciones como son los traumas.

Por su lado, la buena estimulación temprana mejorará las condiciones físicas,


emocionales, cognitivas y sociales de los niños y niñas, potenciando la
psicomotricidad, para elevar el rendimiento escolar, y los resultados de evaluación
en todas las etapas educativas. El rol principal es de los padres de familia, ente
fundamental en la educación integral y participación activa en la sociedad.

Definiendo más características de un buen ambiente de crianza para dar una mejor
idea de ese y su importancia, es importante que las figuras paternas de un seno
familiar tengan la capacidad de demostrar afecto, amor y cariño a cada uno de sus
integrantes. No hacerlo traerá consecuencias futuras en el desarrollo de los más
pequeños.
Para una buena vida e inteligencia emocional, el niño debe sentirse en un hogar
abierto y seguro donde se sienta amado, un espacio que le ayude a pelear contra
los percances/problemas que este pueda experimentar en su desarrollo, además
de ayudar a aclarar las dudas creadas de la naturaleza curiosa del niño sobre si
mismo, el mundo y los que lo rodean.
Llegando así a la conclusión que gran parte de lo que un niño será en su vida, se
desarrolla en esta etapa, así que necesita asimismo de un buen ambiente para
lograr crecer exitosamente.

4. ¿Qué se considera un hogar toxico?


El lazo y los vínculos emocionales más fuertes se crean con la familia, sin importar
el contexto cultural, económico, la raza, la religión… los lazos familiares nos hacen
sentir amados, protegidos y apoyados. Familias perfectas no existen, pero sí hay
aquellos donde la convivencia está empañada por los conflictos convirtiéndose en
hogares completamente disfuncionales.  

Hunt (2007) nos da una definición a lo que conocemos como un hogar toxico: “Una
familia disfuncional es donde el comportamiento inadecuado o inmaduro de uno de
los padres inhibe el crecimiento de la individualidad y la capacidad de relacionarse
sanamente los miembros de la familia” Por lo tanto, la estabilidad emocional y
psicológica de los padres es fundamental para el buen funcionamiento de la familia.

Algunas características que forman un hogar toxico según la psicóloga Erica M.


Montoya Londoño son:

 Falta de comunicación familiar: una familia disfuncional no tiene una


buena comunicación asertiva, una de nuestras recomendaciones. Prefieren
evadir los problemas, sin buscar ningún tipo de solución o simplemente
acuden a la agresión verbal para expresar lo que sienten. En el caso de los
niños no logran comunicarse, por temor a la reacción que puedan tener los
adultos acerca de lo que manifiestan.

 Ausencia de límites y normas: no existe una organización familiar, por


tanto, se carece de límites y normas en los integrantes de la familia,
haciendo que la convivencia sea complicada.

 Peleas entre los padres: en la familia disfuncional los conflictos y peleas,


siempre están presentes, los padres no logran tener una buena cohesión de
pareja; sus problemas los resuelven con gritos, agresiones verbales y en
muchos casos, agresiones físicas.

 Padres deficientes: padres tóxicos, que, por alguna razón, sea que tengan
un problema de adicción o sufran algún tipo de enfermedad mental, entre
otras, no logran hacerse cargo de su hogar y los niños deben desempeñar
roles de personas adultas, lo que la convierte en una familia disfuncional.
 Padre o madre ausente emocionalmente: se habla de un padre o una
madre que no ejercen ninguna función con sus hijos; simplemente confían
todo el cuidado de los niños en su pareja. La única presencia es física, no se
involucran en absoluto en la crianza y desarrollo de su hijo; generando en
ellos y la pareja, grandes vacíos y heridas emocionales.

 Violencia intrafamiliar: en la familia disfuncional habitualmente se presenta


la violencia intrafamiliar; es decir, se evidencian actos de maltrato
psicológico y físico a cualquier integrante de la familia.

 Involucrar a los hijos en los conflictos: la familia disfuncional suele


involucrar a sus hijos en los problemas; como resultado los hacen parte de
ellos, en muchos casos este tipo de padres hasta obligan a sus hijos a tomar
partido por uno de los dos padres.

5. Tipos de madre
La maternidad es un acontecimiento que definitivamente cambia la vida de una
mujer y muchas veces, las circunstancias y la propia falta de experiencia las llevan
a desarrollar ciertos tipos de comportamientos que les convierten en un tipo de
madre; Susana Carrasco, licenciada en Ciencias de la Comunicación, nos habla
acerca de los tipos de madre que existen y su participación en la crianza.

 Mamá helicóptero: Las mamás helicóptero se identifican como aquellas


que se la viven pendientes de sus hijos, sin permitirles ser autónomos y
enfrentarse a los desafíos. Les dicen cómo y a qué deben jugar, cómo
recoger, cómo actuar, etc. Este comportamiento sobreprotector puede ser
dañino para los pequeños, pues fomenta la crianza de hijos incapaces y
dependientes
 Mamá necesitada: es una de las mamás más conflictivas, pues se trata de
una mujer que ejerce su maternidad llena de necesidades, quejas y vacíos
que nunca se llenan, lo que puede hacer que los hijos sientan que nunca
hacen lo suficiente para hacerlas sentir orgullosas.

 Mamá amiga: esta mamá que se comporta más como una amiga, lo que
suele ser especialmente común con las niñas. Le gusta que ellas inviten a
sus amigos a la casa, que les cuenten todos los detalles de su vida y se
comportan como adolescentes. Aunque puede parecer bueno, la realidad es
que no lo es tanto, porque la correcta crianza requiere tanto de la
complicidad como de la autoridad para crear un orden, como tocado
anteriormente.

 Mamá chantajista: en el caso de este tipo de mamás, la culpa y el castigo


van siempre de la mano, pero sobre todo, la manipulación y el chantaje para
que los hijos hagan lo que ellas quieren. Quienes crecen con una mamá así,
suelen desarrollar miedo a tomar decisiones, porque buscan siempre la
aprobación de la madre.

 Mamá exigente: todo a su alrededor gira en torno a esquemas y reglas. Les


gusta tener la casa impecable y tienen altas expectativas de sus hijos y de
su pareja. No son muy afectuosas, más bien son lejanas, pero buscan
siempre que haya un comportamiento moral y de buenas costumbres en el
hogar. Algunas consecuencias en los hijos es que se volverán igual de
perfeccionistas o inseguros.

 Mamá competitiva: en estos casos, los temas del cuerpo y la edad influyen
mucho para que la mamá empiece a desarrollar envidia por la juventud y
belleza de sus hijas, lo que hace que surjan algunos comportamientos
competitivos y se dañe la relación. En algunos casos, pueden hasta
empezar a tratar mal a sus hijas, con crítica cruel, humillación, falta de
empatía y egocentrismo puro.

 Mamá obediente: este tipo de mamá tiende a ceder a lo todo lo que pide su
hijo, quien poco a poco se vuelve más exigente, hasta convertirse en un
tirano. Como resultado, el niño crece sin límites, no sabe esperar ni tiene
tolerancia a la frustración, incluso puede maltratar a otros a su alrededor
porque está acostumbrado a obtener todo lo que quiere cuando lo pide.

 Mamá ausente: dejan la crianza de sus hijos a terceros, como los abuelos o
los tíos, y los motivos de su ausencia son diversos, pero con frecuencia
buscan llenar el vacío emocional de sus hijos dándoles objetos materiales.
Nunca están presentes en los momentos más significativos de sus hijos y
por lo general, no les bridan un suficiente acompañamiento emocional.

6. Tipos de padres

Ya habiendo hablado acerca de los diferentes tipos de madre, también es bueno


presenciar acerca de la parte paterna de la crianza y el rol del padre como tal.
Podemos diferenciar los distintos tipos de padres que pueden existir, según su
actitud ante distintos aspectos de la educación de los hijos y de la relación que
tienen con ellos, como lo es el grado de control, la capacidad de expresar afecto,
exigencia, etc. A partir de eso, podemos reconocer estos tipos de padre:

 Padres autoritarios: Los padres son inflexibles, exigentes y severos


cuando se trata de controlar el comportamiento. Tienen muchas reglas.
Exigen obediencia y autoridad. Están a favor del castigo como forma de
controlar el comportamiento de sus hijos. Entonces los niños tienden a ser
irritables, aprensivos, temerosos, temperamentales, infelices, irascibles,
malhumorados, vulnerables al estrés y sin ganas de realizarse.

 Padres con autoridad: estos son cariñosos y ofrecen su apoyo al niño,


pero al mismo tiempo establecen límites firmes para sus hijos. Intentan
controlar el comportamiento de sus hijos a través de reglas, diálogo y
razonamientos con ellos. Escuchan la opinión de sus hijos mismo sin estar
de acuerdo. Entonces los niños tienden a ser amistosos, enérgicos,
autónomos, curiosos, controlados, cooperativos y más aptos al éxito.
 Padres permisivos: son cariñosos, pero relajados y no establecen límites
firmes, no controlan de cerca las actividades de sus hijos ni les exigen un
comportamiento adecuado a las situaciones. Entonces los niños tienden a
ser impulsivos, rebeldes, sin rumbo, dominantes, agresivos, con baja
autoestima, auto-control y con pocas motivaciones para realizarse con éxito.

 Padres pasivos: son indiferentes, poco accesibles y tienden al rechazo; y a


veces pueden ser ausentes. Entonces los niños tienden a tener poca
autoestima, poca confianza en sí mismos, poca ambición y buscan, a veces,
modelos inapropiados a seguir para sustituir a los padres.

7. Tipos de apego en la niñez


El apego es un vínculo afectivo que se establece desde los primeros momentos de
vida entre la madre y el recién nacido o la persona encargada de su cuidado. Su
función es asegurar el cuidado, el desarrollo psicológico y la formación de la
personalidad.
El establecimiento del apego desde la infancia más temprana se relaciona
principalmente con dos sistemas: el sistema exploratorio, el cual permite al bebé
contactar con el ambiente físico a través de los sentidos; y el sistema afiliativo,
mediante el cual los bebes contactan con otras personas.
Hay varios tipos de apego, de los cuales podemos rescatar el apego seguro, apego
ambivalente, apego evitativo, apego desorganizado.

1. Apego Seguro
Está caracterizado por la incondicionalidad, el niño sabe que su cuidador no va a
fallarle.  Se siente querido, aceptado y valorado, de acuerdo con Bowlby, este tipo
de apego depende en gran medida de la constancia del cuidador en proporcionar
cuidados y seguridad. Debe tratarse de una persona atenta y preocupada por
comunicarse con el niño.

Los niños con apego seguro manifiestan comportamientos activos, interactúan de


manera confiada con el entorno y hay una sintonía emocional entre el niño y la
figura vincular de apego.

2. Apego ambivalente
En psicología, “ambivalente” significa expresar emociones o sentimientos
contrapuestos, lo cual, frecuentemente genera angustia. El niño no confía en sus
cuidadores y tiene una sensación de inseguridad, de que a veces sus cuidadores
están y no están, lo constante en los cuidadores es la inconsistencia en los
cuidados y seguridad
Las emociones más frecuentes en este tipo de apego, son el miedo y la angustia
exacerbada ante las separaciones, así como una dificultad para calmarse cuando
el cuidador vuelve. Los menores necesitan la aprobación de los cuidadores y
vigilan de manera permanente que no les abandonen. Exploran el ambiente de
manera poco relajada y procurando no alejarse demasiado de la figura de apego.

3. Apego evitativo
Los niños con un apego de tipo evitativo asumen que no pueden contar con sus
cuidadores, eso les provoca sufrimiento, lo constante han sido conductas de sus
cuidadores que no han generado seguridad suficiente. Se conoce como “evitativo”
porque los bebés presentan distintas conductas de distanciamiento. Por ejemplo,
no lloran cuando se separan de cuidador, se interesan sólo en sus juguetes y
evitan contacto cercano.
La despreocupación por la separación puede confundirse con seguridad, en
distintos estudios se ha mostrado que en realidad estos niños presentan signos
fisiológicos asociados al estrés, cuya activación perdura por más tiempo que los
niños con un apego seguro. Estos menores viven sintiéndose poco queridos y
valorados; muchas veces no expresan ni entienden las emociones de los demás y
por lo mismo evitan las relaciones de intimidad.

4. Apego desorganizado
Es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo, el niño muestra
comportamientos contradictorios e inadecuados. Lo constante en sus cuidadores
han sido conductas negativas o inseguras, hay quienes lo traducen en una
carencia total de apego. Se trata del extremo contrario al apego seguro. Casos de
abandono temprano, cuya consecuencia en el niño es la pérdida de confianza en
su cuidador o figura vincular, e incluso puede sentir constantemente miedo hacia
ésta.
Los menores tienen tendencia a conductas explosivas, destrucción de juguetes,
reacciones impulsivas, así como grandes dificultades para entenderse con sus
cuidadores y con otras personas.
8. Tipos de apego en la adultez
A cada estilo de apego le corresponden ideas y actitudes muy diferenciadas de
relación con el propio individuo, con sus parejas, y con los lazos afectivos. Cindy
Hazan y Phillp Shaver comprobaron que los adultos adoptan estilos de apego
característicos en el contexto de las situaciones afectivas. Los resultados de su
trabajo, “Attachment as an Organizational Framework for Research on Close
Relationships” indicaban de forma evidente que la distribución de los estilos de
apego entre individuos maduros coincide con la de los niños.
Y como dicho anteriormente, se pueden resaltar los mismos que en la niñez: el
apego seguro, apego ambivalente, apego evitativo, apego desorganizado.

1. Apego seguro
Como definido anteriormente, este tipo de apego se caracteriza en un adulto
seguro, que recibió una correcta compañía y apego en la niñez. Por lo tanto, este
adulto afrontara su vida y relaciones sin problemas, siendo abrirse a otros no un
impedimento, y también con independencia de sus relaciones interpersonales y los
vínculos afectivos.

2. Apego ambivalente
Las emociones más frecuentes en este tipo de apego, son el miedo y la angustia
exacerbada ante las separaciones, así como una dificultad para calmarse. De
adultos, el apego ansioso-ambivalente provoca, una sensación de temor a que su
pareja no les ame o no les desee realmente. Les resulta difícil interaccionar de la
manera que les gustaría con las personas, ya que esperan recibir más intimidad o
vinculación de la que proporcionan. Un ejemplo de este tipo de apego en los
adultos es la dependencia emocional.

3. Apego Evitativo
Los adultos con un apego de tipo evitativo han asumido que no pueden contar con
las personas cercanas a él, esto debido a la carencia afectiva de sus cuidadores,
provocando sufrimiento en el adulto.Se producen sentimientos de rechazo de la
intimidad con otros y de dificultades de relación. Por ejemplo, las parejas de estas
personas echan en falta más intimidad en la interacción.
4. Apego Desorganizado
Este es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo en que el individuo
presenta comportamientos y deseos contradictorios e inadecuados. Suelen ser
personas con alta carga de frustración e ira, no se sienten queridas y parece que
rechacen las relaciones, si bien en el fondo son su mayor anhelo. En otros casos,
este tipo de apego en adultos puede encontrarse en el fondo de las relaciones
conflictivas constantes.

9. Lenguajes de amor según Gary Chapman


El concepto fue desarrollado en 1992 por el Dr. Gary Chapman, según el, los
lenguajes del amor reflejan cómo personas con diferentes personalidades y
experiencias de vida reciben y dan amor de diferentes maneras. Según este
mismo, para descubrir el idioma del amor debemos observar la forma en la cual el
amor a otros, su teoría es que las personas expresan amor de la manera en las
que les gustaría recibirlo.
A partir de esto, Chapman nos habla de 4 tipos de lenguaje de amor, los cuales
son: el contacto físico (caricias y abrazos); tiempo de calidad (estar presente);
actos de servicio (cuidar del otro); palabras de afirmación (reconocimiento y
elogios); regalos (detalles físicos y emocionales).
Ahora, ¿que tienen que ver estos con los niños? Los niños para su correcto
desarrollo requieren de estos por parte de sus cuidadores, para poder sentir
seguridad y que viven en un ambiente seguro donde son queridos y amados.
Cuando hablamos de contacto físico, los niños de recién nacidos necesitan sentir el
contacto piel con piel de sus padres pues es mediante este gesto que se sienten
protegidos y a salvo. Según van creciendo, necesitan tener esa misma seguridad
para su desarrollo.
Los niños necesitan tiempo de calidad, donde puedan sentirse escuchados y
desahogar sus pensamientos con sus cercanos. Estos los ayuda a desarrollar una
buena comunicación con otros. Los actos de servicio que demuestren la
preocupación por el bienestar y sus necesidades. Los detalles físicos o bien dicho,
regalos a pesar de ser físicos también una parte emocional. Se trata a los ojos del
infante “algo de mí para ti, porque te quiero y quiero que te sientas feliz”

10. Influencia de los padres sobre los patrones emocionales del niño
Los patrones de respuesta emocional, o patrones emocionales, son respuestas
aprendidas ante ciertos estímulos o situaciones. Es el resultado de todas las fases
vistas anteriormente. Estos patrones son hábitos de respuesta, cuya finalidad es
asegurar nuestro bienestar, bien sea ahorrando recursos cognitivos o evitando
riesgos. El problema se da cuando estos patrones de respuesta emocional no han
evolucionado o son inadaptativos.
Los padres tienen un papel clave en el desarrollo de aptitudes sirviendo de modelo
de sus hijos, pues las interacciones emocionales con el cuidador, además de
fomentar el desarrollo emocional del niño, influyen en la maduración y regulación
emocional del niño. Por lo tanto, como dicho anteriormente, si no se toma en serio
esto se puede llegar a la creación de patrones emocionales inadaptativos.
Un patrón de respuesta inadecuado en el individuo generará sentimientos
secundarios desagradables, como pueden ser el resentimiento o la frustración.
Para modificar estos patrones desadaptativos, se debe identificar la emoción
principal, para después poder gestionarla y entender qué nos quiere decir. De esta
manera podremos construir un sentimiento apropiado que conduzca a l infante a
responder adecuadamente a su entorno.

11. ¿Qué conocemos como los traumas?


El trauma psicológico es una respuesta a un evento que una persona encuentra
altamente estresante. La palabra trauma deriva del griego y significa herida. Una
definición más exacta, es que es una herida duradera que puede ser provocada por
variadas situaciones.
Una persona traumatizada puede sentir diversas emociones tanto inmediatamente
después del evento como a largo plazo. Puede sentirse abrumada, indefensa,
conmocionada o tener dificultades para procesar sus experiencias. También puede
causar síntomas físicos. 
Entre los tipos de trauma encontramos:
 Trauma agudo: resulta de un solo evento estresante o peligroso.
 Trauma crónico: resulta de la exposición repetida y prolongada a eventos
altamente estresantes.
 Trauma complejo: resulta de la exposición a múltiples eventos traumáticos.
 Trauma secundario: una persona desarrolla síntomas de trauma por el
contacto cercano con alguien que ha experimentado un evento traumático.
Las causas de los traumas psicológicos se basan en experiencias traumáticas que
no se han superado y que han roto el equilibrio psicológico del individuo. Por lo
tanto, estas causas serán individuales, ya que lo que para una persona puede ser
una vivencia traumática para otras no. Además, no todos los que experimentan un
evento estresante desarrollarán trauma.
Algunos síntomas que pueden indicar la existencia de esta patología son: Insomnio
y pesadillas, irritabilidad, ansiedad y nerviosismo, miedo, confusión, sensación de
culpa y vergüenza, e indiferencia emocional. El trauma puede tener efectos
prolongados en el bienestar de la persona. Si los síntomas persisten y no
disminuyen en gravedad, puede indicar que el trauma se ha convertido en un
trastorno de salud mental llamado trastorno de estrés postraumático.
No es posible prevenir un trauma psicológico ya que el hecho que desencadena
este trauma ocurre de manera repentina o inesperada. El tratamiento de este
trauma será clave para que frenar su desarrollo.
Existen diferentes técnicas usadas por los psicólogos para trabajar sobre el
inconsciente y la parte emocional del cerebro, que es donde se produce el shock
postraumático. Entre ellas encontramos la técnica EMDR, la hipnosis, técnicas
Minfulness, técnicas de integración cerebral y brainspotting.
La importancia de sufrir traumas durante la infancia y adolescencia radica en que
pueden conducir a trastornos mentales y físicos, y afectar al individuo por el resto
de su vida. El trauma, sin importar su origen, lastima de tal manera la salud, la
seguridad y el bienestar de la persona, que esta puede llegar a desarrollar
creencias falsas y destructivas de sí misma y del mundo, creencias interfieren con
la vida diaria y dificultan su comportamiento.

12. Consecuencias de una niñez problemática


La infancia y la adolescencia son periodos especialmente vulnerables, y sufrir
traumas en esos momentos de la vida tiene consecuencias psicológicas por
diferentes causas. La primera porque se tienen menos recursos personales para
afrontarlo y se depende más de la respuesta del adulto cuidador. La segunda,
porque ya se ha comprobado que las situaciones traumáticas en la infancia tienen
una influencia en el neurodesarrollo del niño o la niña.
La persona que ha sido expuesta a un ambiente perjudicial en la infancia, habrá
tenido que desarrollar una serie de estrategias para sobrevivir que en el mejor de
los casos puede dar lugar a una persona que se conoce como resiliente: ha
sobrevivido a condiciones muy adversas como ha podido. Sin embargo a veces,
cuando estas personas crecen y consiguen salir de estas situaciones peligrosas y
traumáticas, tienden a repetir los patrones que han vivido de alguna forma en su
infancia, aunque muchas veces no sean conscientes de ello. La persona
traumatizada tiene dificultades serias a veces para distinguir qué relaciones son
seguras, cuáles le hacen bien, cuáles quiere para su vida. Lo mismo para poner
límites y poder protegerse de lo que es dañino para su vida. Las experiencias
traumáticas rigidizan los límites, lo hace que resulte muy difícil ponerlos en las
relaciones interpersonales.
Las consecuencias de una niñez problemática pueden detectarse en la propia
infancia, a través de ciertos síntomas conductuales que tienen que ver casi siempre
con la escolarización, la alimentación y el sueño. En el adulto también se
manifiestan trastornos alimentarios, aparecen prácticamente en todas las
experiencias traumáticas, además de muchas formas de somatización.
En cualquier caso, este tipo de experiencias dejan secuelas en la organización de
los circuitos neuronales del cerebro y se pueden manifestar de cualquier manera.
Desde trastornos mentales graves, alimentarios, de la piel o del sueño, hasta
intentos de suicidio o consumo de sustancias. 
La dificultad principal que nos encontramos es que muchas veces a las personas
les cuesta hablar de ello. Muchas tienen enterradas estas experiencias en la
memoria y no afloran fácilmente, por lo que son muy complicadas de abordar. Si no
se tratan adecuadamente, podrían desembocar en la cronificación de los síntomas.
Especialmente una disminución en el funcionamiento social, personal y laboral.
Estos niños, si no reparan el trauma, serán adultos que evitarán las relaciones
afectivas mostrándose fríos y faltos de sentimientos y empatía; o por el contrario,
fuertemente dependientes cualquier figura que pueda darles ese vínculo que no
tuvieron de pequeños.

13. Mecanismos de defensa creados en la niñez


Los mecanismos de defensa están determinados por la forma en que el ego está
organizado: cuando está bien organizado, tiende a tener reacciones más
conscientes y racionales. Éstos son un intento de adaptación, de protección
totalmente involuntaria e inconsciente. Sin embargo, al ser muy primitivos, acaban
produciendo en ocasiones más problemas que beneficios. El caso más frecuente y
conocido, por ejemplo, son las fobias.
No podemos vivir sin mecanismos de defensa; de ellos depende nuestra
adaptación a la realidad y nuestra existencia como seres humanos. Con todo, para
que el individuo pueda evitar ser perjudicado por ellos, primero ha de identificarlos:
 Evasión: Te mantienes alejado de un escenario potencialmente negativo al
continuar postergando aquello a lo que debes enfrentarte.
 Negación: Se evita la circunstancia potencialmente amenazadora y,
además, se niega vehemente incluso el hecho de su existencia.
 Racionalización: Se sustituye una razón real que no es aceptable, por otra
que resulte aceptable, dándole explicación a por qué determinada situación
se desarrolló de cierta manera.
 Desplazamiento: Se refiere a la redirección de un impulso hacia una persona
o un objeto.
 Sublimación: El impulso se canaliza hacia una forma más aceptable.
 Represión: Es el proceso por el cual el yo borra eventos y pensamientos que
serían dolorosos si se mantuvieran en el nivel consciente
 Proyección: Se define como la tendencia de los individuos a atribuir sus
propios pensamientos, motivos o sentimientos hacia otra persona. Los
contenidos proyectados son siempre desconocidos para la persona que los
proyecta, precisamente porque tuvieron que ser expulsados, para evitar el
disgusto de entrar en contacto con estos contenidos.
 Regresión: Hace referencia a cualquier retroceso a situaciones o hábitos
anteriores, un retorno a los patrones de comportamiento inmaduro.
 Formación reactiva: Los impulsos se reprimen y controlan, exagerando el
comportamiento opuesto.
 Aislamiento: Los recuerdos se separan de los sentimientos, como una forma
de soportar y tolerar mejor los hechos y la realidad.
 Condensación: Consiste en la concentración de varios significados en un
único símbolo. El proceso de condensación hace que el relato del contenido
manifiesto sea mucho más breve que la descripción del contenido latente.
 Compensación: El individuo trata de equilibrar sus cualidades y deficiencias
 Expiación: El sujeto debe pagar por sus errores en el momento en que los
comete, esperando que el mismo sea inmediatamente anulado.
 Fantasía: Es una especie de teatro mental donde el individuo lleva una
historia diferente de la que vive en la realidad. En esta realidad creada, el
deseo se satisface y la ansiedad disminuye.

14. Patologías como consecuencia de un ambiente toxico en el hogar


Como ya ha sido mencionado anteriormente, un ambiente o una crianza
problemática pueden dar lugar a distintas patologías, llegando a afectar al individuo
por toda su vida si no logra identificarlas y tratarlas. Muchas de estas patologías,
en un ambiente tóxico, pueden pasar desapercibidas como comportamientos
normales o, en todo caso, un comportamiento rebelde, vago, conflictivo, etc. Es por
esa razón, entre otras por mencionar, que, una vez que el individuo cuente con la
capacidad de razonamiento necesaria, debe cargar con la responsabilidad de
identificar ciertos patrones en su comportamiento y salud, de tal manera que reúna
las herramientas necesarias para asistir a ayuda psicológica tan pronto como le
sea posible.
Entre las distintas patologías encontramos:
 Trastorno por estrés postraumático: Es una afección de salud mental que
algunas personas desarrollan tras experimentar o ver algún evento
traumático. Entre los síntomas se encuentran tener pesadillas o recuerdos
repentinos, evitar situaciones que recuerden el trauma, reaccionar
exageradamente ante los estímulos, y sufrir de ansiedad o depresión.
Además, suele haber episodios que recuerdan el trauma y causan intensas
reacciones emocionales y físicas.
 Trastorno depresivo mayor: Es un trastorno emocional que causa un
sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar
diferentes actividades. Afecta los sentimientos, los pensamientos y el
comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de
problemas físicos y emocionales.
 Trastorno depresivo menor: Este trastorno se caracteriza por episodios de
depresión menos graves que los de la depresión mayor. A diferencia del
trastorno distímico el paciente con depresión menor presenta periodos de
eutímia.
 Trastorno distímico: Tipo de depresión moderada pero prolongada. La
distimia se caracteriza por el estado anímico depresivo durante dos años
como mínimo, junto con al menos otros dos síntomas de depresión.
 Depresión grave con características psicóticas: Es un trastorno mental en el
cual una persona experimenta depresión junto con pérdida del contacto con
la realidad (psicosis).
 Trastornos de adaptación: Se basa en la identificación de los factores
importantes de la vida que causan estrés, tus síntomas y cómo estos
afectan tu capacidad para desenvolverte. Para su diagnóstico, el DSM-5
enumera los siguientes criterios: tener síntomas emocionales o conductuales
dentro de los tres meses después de que suceda un determinado factor
estresante en tu vida; sufrir más estrés del que normalmente se esperaría;
los síntomas no son el resultado de otro trastorno de salud mental o parte
del duelo normal. Los tipos de trastorno de adaptación son: con estado de
ánimo depresivo, con ansiedad, con una mezcla de ansiedad y estado de
ánimo depresivo, con alteración de la conducta, con una mezcla de
alteración de las emociones y de la conducta, y sin especificar.
 Trastorno de ansiedad generalizada: Ansiedad constante y aguda que
interfiere en las actividades cotidianas. Presenta síntomas similares a los del
trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo y otros tipos de
ansiedad. Los síntomas incluyen preocupación constante, inquietud y
problemas para concentrarse.
 Trastorno de pánico: Es un tipo de trastorno de ansiedad. Causa ataques de
pánico, que son sensaciones repentinas de terror sin un peligro aparente. La
persona puede sentir como si estuviera perdiendo el control.
 Trastorno obsesivo compulsivo: Pensamientos excesivos (obsesiones) que
llevan a comportamientos repetitivos (compulsiones). El trastorno se
caracteriza por los pensamientos irracionales y los temores (obsesiones)
que provocan comportamientos compulsivos.

15. Aspectos que forman una infancia y adolescencia seguras


La infancia es una etapa de vital importancia en el desarrollo de las personas, es el
periodo donde se consolidan las bases para la conformación de la personalidad de
cada cual. Durante la infancia se descubre el mundo que nos rodea y se adquieren
aprendizajes; se producirá el desarrollo personal, social, afectivo, cognitivo, motor,
y emocional.
Los niños y niñas no sólo adquieren conocimientos y conceptos, adquieren también
habilidades, capacidades y competencias que determinarán lo que serán en un
futuro. Además, es importante destacar que es en la infancia precisamente que se
define la salud mental del adulto próximo a convertirse. El desarrollo emocional,
social y físico de un niño pequeño tiene un impacto directo en su desarrollo general
y en el adulto en el que se convertirán.
Ya habiendo resaltado debidamente la magnitud de la significación que tiene la
infancia, es relevante explicar qué aspectos forman una niñez segura, saludable y
feliz para el infante.
 Establecimiento de límites, normas y consecuencias que orienten a su
adecuado comportamiento.
 Comunicación asertiva donde prime el respeto y el amor.
 El espacio y el clima adecuado para desarrollarse, para crear sus
aprendizajes y para ser y llegar a ser ellos mismos.
 Demostraciones claras y constantes de afecto provenientes de los
cuidadores y otras personas en el círculo donde se desarrollan.
 Hacer lo posible por crear un ambiente sanamente alegre, con el propósito
de proporcionar un escenario ideal para su bienestar emocional.
 Ofrecer guía sin invadir ni limitar su libertad para explorar y experimentar.
 Proporcionar un sentido de seguridad, tanto en ellos mismos como en otros
aspectos importantes para un buen desarrollo.
 Coherencia y constancia en las normas, además de explicarles el sentido de
las mismas.
 Darles tiempo y respeto.
 Permitirles explorar su imaginación.
 Presentar espacio y tiempo para la recreación.
 Proporcionar valores que guíen su conducta y principios.
Tras superar la etapa de la niñez, nos enfrentamos a la adolescencia; es la etapa
de la vida que va desde los 10 a los 19 años, es una etapa de grandes cambios en
la persona: cambios físicos, sociales y psicológicos. Para estos cambios, los
adolescentes necesitan ser acompañados y apoyados por un equipo de personas
que tienen un rol clave para que la adolescencia transcurra en buenas condiciones
de salud y se logre ingresar a la juventud de forma sana y con la preparación
necesaria para el futuro.
Para considerar que la adolescencia está siendo experimentada de forma sana y
segura, hay una serie de características que no deben pasarse por alto.
 Acostumbrarse a cuerpos y sentimientos en proceso de maduración sexual:
El cuerpo de los adolescentes cambia en esta etapa de la vida, tienen que
establecer su identidad sexual, comienzan las relaciones amorosas, los
comportamientos sexuales que deben ser saludables y acordes al desarrollo
en que se encuentran. Este crecimiento es progresivo, ocurre en la etapa
llamada pubertad, que comienza en la niña entre los 8 y 12 años, y en el
varón entre los 9 y 13 aproximadamente.
 Desarrollar y aplicar habilidades de pensamiento abstracto: Pueden
comprender y coordinar ideas abstractas con más efectividad, piensan en el
futuro, se vuelven más profundos en los temas de la amistad, la justicia, la
religión. Tienen mayor capacidad para mantener las relaciones, el estudio y
los trabajos. Comienza a postular hipótesis que usarán en su vida, futuro,
estudio o trabajo.
 Desarrollar y aplicar un nivel de perspectiva más complejo: Aprenden a tener
en cuenta su pensamiento y el del otro, sus padres, sus amigos o sus
docentes.
 Desarrollar y aplicar nuevas habilidades de adaptación en áreas tales como
la toma de decisiones, la solución de problemas y la resolución de conflictos.
Adquieren la posibilidad de pensar, planificar el futuro, ponerse metas, ver la
forma de resolver los problemas que se les plantean y cómo evitarlos. 
 Identificar patrones morales, valores y sistemas de creencia significativos:
Están en un progreso de pensamiento más sofisticado, cambian en sus
conceptos de lo que es “moral”; lo correcto y lo incorrecto ya no se basa en
reglas concretas, comienzan con sus propios pensamientos. Cuestionan la
justicia, los afectos, discuten todo lo que recibieron en la infancia, juega un
papel fundamental la presencia de los padres en estas discusiones.
 Comprender y expresar experiencias emocionales más complejas: Piensan
en las emociones de manera más abstracta, las comprenden, pueden
identificarlas y comunicarlas. Pueden ver las intenciones que hay detrás de
las acciones y las emociones que pueden estar ocultas en otras personas
que están cerca de ellos. También en esto es importante la confianza que
tengan con sus padres para poder hablarlo.
 Formar amistades íntimas de apoyo mutuo: En la adolescencia los amigos
juegan un papel muy importante, brindan apoyo y conexión en la vida del
joven. Comparten ideas, sentimientos, se entienden y tienen confianza.
 Establecer aspectos claves de la identidad: Si bien la formación de la
identidad puede ocupar toda la vida, la etapa esencial es la adolescencia.
Se busca “identidades transitorias” a través de diferentes estilos de vida,
vestimenta, música, amigos, hasta que se encuentra un lugar propio. Acá se
incluye la identidad de género y la vocacional.
 Hacer frente a las demandas que implican roles y responsabilidades cada
vez más maduros: Los adolescentes van adoptando un papel más adulto de
su vida, van pensando en el estudio, trabajo, familia,  comunidad y
ciudadanía. Esto va evolucionando en toda la etapa de la adolescencia,
tiene una base en las experiencias previas de la infancia con la familia, la
escuela, los amigos y la comunidad.
 Renegociar las relaciones con los adultos que ejercen el rol de padres: Los
cuidadores y los adolescentes tienen que renegociar la relación en esta
etapa. Los adolescentes se separan, y en parte tienen que hacerlo, pero
también tienen que estar cerca y compartir la vida con esos adultos. Ya no
es una dependencia tan cercana como en la infancia, se van soltando de
manera paulatina.

16. Desarrollo de la personalidad en la niñez y adolescencia. 


El Desarrollo de Personalidad se define, como el proceso vital por el que transcurre
todo individuo, donde se establecen unas bases y directrices de carácter y
comportamiento determinadas a partir de las cuales se conforman los rasgos,
valores y formas de funcionamiento organizados y estables en el tiempo de dicha
persona, esta misma engloba tres facetas: Ser, Sentir y Pensar, y tiene como
puntos clave la infancia y adolescencia, estas son dos etapas cruciales donde se
asientan las bases de la misma. La personalidad de los niños tiene unas bases
genéticas, una predisposición temperamental, pero éstas son dos etapas cruciales
donde se asientan las bases de la misma. La personalidad de los niños tiene unas
bases genéticas, una predisposición temperamental, pero éstas se van moldeando
a medida que las diferentes experiencias, interpretaciones y emociones asociadas
permiten la construcción de la propia identidad y el desarrollo de la personalidad. 
El desarrollo de la personalidad de los niños comienza a forjarse en torno a los
dos años, cuando el niño toma conciencia de sí mismo como entidad diferente a
todas las demás realidades que le rodean. Para el desarrollo de esta identidad, el
niño engloba diferentes informaciones.  
1. La imagen de él mismo que tienen los demás. Empieza a definirse
basándose en las definiciones de los demás.  
2. Las interpretaciones de las opiniones de los demás y de las propias, y la
mezcla de ambas. 
3. Las diferentes experiencias que le aportan información sobre su persona. 
4. Los sentimientos que acompañan a todas estas opiniones propias y ajenas. 

De esta manera el niño poco a poco va forjando una identidad, va creando un


autoconcepto y una valoración del mismo, autoestima, sobre los que se apoya la
personalidad.  
La licenciada Fernández dice que el adolescente aparece como un ser
patéticamente vulnerable, en donde reina la confusión, el temor al qué dirán y la
aceptación social, dominado por muy fuertes sentimientos, así mismo afectando el
desarrollo de personalidad e identidad, moldeándolo al gusto del entorno que le
rodea. 
 
En los adolescentes es muy frecuente que actúen de maneras diferentes según la
persona con la que estén (parejas, familia, amigos, escuela, etc.), ocasionando así
un yo múltiple: 
 El yo falso y el yo real. Intento de agradar y ser aceptado, búsqueda y
exploración de alternativas. Por ejemplo, la imagen que se da en las redes
sociales 
 El yo real y el yo ideal. El yo ideal es como les gustaría ser, esto
proporciona un estímulo para el cambio, e influye sobre la autoestima. El
problema viene cuando se plantean un yo ideal inalcanzable (baja
autoestima), y cuando ambos son iguales (prepotencia). 
Consejos para tener una personalidad sana y segura: 
 Construir una actitud de confianza mental. 
 Ser bondadoso contigo mismo cuando te compares con los demás. 
 Despréndete de las dudas sobre ti mismo. 
 Reconoce tu talento y deja que brille. 
 Muéstrate tal como eres. 

17. ¿Qué es el desarrollo sexual en los adolescentes? 

La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y


mentalmente, adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen
que ver con el órgano reproductor, como la nuez en los hombres o el
ensanchamiento de las caderas en las mujeres) y desarrollando el pensamiento
maduro; pero también despierta un comportamiento sexual, se transforma en un
ser sexual. 
La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que
representa la generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir,
el desarrollo de una identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de
la identidad del individuo que le permite reconocerse y actuar como un ser sexual. 
Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y
necesita pasar por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se
producen en la sexualidad pueden enmarcarse dentro de las etapas de la
adolescencia y la pubertad, ya que las transformaciones físicas y mentales
condicionan sobremanera el desarrollo de la sexualidad y de la identidad sexual: 
 Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se
caracteriza por la velocidad de los cambios físicos en el adolescente, el
joven se encuentra aún lejos del deseo sexual adulto, por lo que se presenta
como una fase de autoexploración, debido a los nuevos cambios físicos y
psíquicos que experimenta, y también de exploración del contacto con el
otro sexo. 
 Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi
completamente desarrollado, sus órganos sexuales están listos para la
reproducción y el deseo sexual se incrementa. En esta fase se desarrolla
una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que inducen al joven a
comportarse de una forma narcisista. Se empieza a buscar el contacto
habitual con el otro sexo y pueden llegar las primeras relaciones sexuales.
El adolescente no sólo responde a sus impulsos sexuales, sino también a su
narcisismo, es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al otro.
También se considera que durante esta etapa se produce el auge de las
fantasías románticas. Las relaciones sociales fuera del entorno familiar,
especialmente con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el
adolescente contrapone los valores y la educación sexual recibida de sus
padres con la de sus amigos (en muchas ocasiones llenas de mitos
derivados de la poca o nula experiencia sexual), lo que puede acarrear
riesgos, si a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del
todo el pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar en
las consecuencias de sus actos. Además, al no haber desarrollado por
completo el pensamiento adulto, el adolescente utiliza los sentidos para
expresar sus emociones. 
 Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha desarrollado por
completo, física y psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de
ser consciente de las consecuencias futuras de los actos hace que el joven
pueda mantener relaciones sexuales maduras y seguras. El deseo ya no
sólo responde a un estímulo o pulsión sexual, sino que el adolescente, ya
adulto, comienza a buscar otros valores en sus relaciones sociales, como la
confianza o la reciprocidad. 
¿Qué pueden hacer los padres ante la sexualidad adolescente? 

 Una sexualidad sana se asienta sobre una afectividad sana. Es importante


establecer las bases para un buen apego y potenciar la asertividad. 
 Informar. Es vital dotar al adolescente de la información necesaria sobre los
riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección (embarazo precoz,
Enfermedades de Transmisión Sexual, etcétera), así como de los beneficios
que reporta practicar sexo seguro. 
 Remarcar que cualquier orientación, identidad o expresión es igual de
válida. Mostrar a tu hijo, por encima de todo, una actitud de respeto y
aceptación incondicional. Dejar a un lado los prejuicios. 
 Usar siempre un lenguaje inclusivo, no estigmatizante. 
 Escuchar. Dejar de hacer monólogos y fomentar el diálogo. Mostrarse
receptivo a solucionar cualquier duda u orientar a la persona que pueda
hacerlo. Apertura. 
 Anticipar posibles dificultades y enseñar a afrontar situaciones difíciles. 
 Desmontar mitos o falsas creencias. 
 No abordar la sexualidad como algo inamovible. Pueden haber cambios
tanto en preferencias como en intensidad. 
 La sexualidad entra dentro de la intimidad. Las relaciones sexuales
pertenecen a la intimidad de las personas, por lo que no es necesario
compartir los detalles sobre las mismas, a no ser que se quiera hacer. Los
padres y el entorno no deben presionar al adolescente. 
 Reforzar que tenga su propio criterio, que diferencie lo que quiere, y que
marque límites, que no haga nada que no quiera hacer. Tener su propia
personalidad implica no dejarse llevar por el grupo de iguales o por modas. 
 Asegurarse de que las redes sociales y el uso de internet sea el adecuado
para su edad. Hay nuevas formas de acoso a través de la tecnologías
(sexting, grooming, etc.) o difusión de información falsa o sexista que
podrían desestabilizar al adolescente. 
18. ¿Cómo influye la relación con los padres en la percepción del mundo
del individuo? 
Cuando un niño nace comienza a ver todo a través de los ojos de sus padres.
Mirando a su padre y a su madre irá sacando conclusiones de como funciona el
mundo que le rodea y de quien es él. La familia es el primer grupo social del cual
formamos parte todos y todas y es ella quien nos convierte en seres sociales al
transmitir todo el cúmulo de conocimientos, normas, valores, usos, costumbres que
constituyen la sociedad.  
La actitud de los padres influye mucho en la manera en la que el hijo ve su entorno,
un ejemplo de esto sería en el ámbito de las relaciones amorosas, si los padres no
tienen una relación estable y tóxica, en la que las discusiones y las manipulaciones
reinan, el hijo muy probablemente llegue a pensar que toda relación sería igual que
la de sus padres, y podría hasta perder el interés en estas mismas.  
 

19. Relaciones tóxicas en la adolescencia y adultez. 

Las relaciones tóxicas son relaciones en las que ambas partes son incapaces, por
alguna razón, de impedir hacerse daño. Puede tratarse de una relación de pareja,
pero también de amistad, de trabajo, incluso de una relación familiar. Los signos
que deben alertar de que se está en una relación tóxica con frecuencia son
indirectos y subjetivos, lo que dificulta a las víctimas de alejarse de la relación
tóxica antes de que sea demasiado tarde.  
Normalmente en este tipo de relaciones existen dinámicas de dominación-sumisión
donde una de las partes somete a su voluntad a la otra, que puede desarrollar un
apego ansioso hacia él/ella porque lo idealiza y sobrevalora. 
Generalmente, una relación tóxica se establece entre dos tipos de personas, una
persona manipuladora (perverso narcisista), y una persona susceptible a la
culpabilidad, sensible y vulnerable, que sufre de dependencia afectiva y que
usualmente está volcada a los demás. Cuando dos personas con estas
características se encuentran, se produce una especie de red dañina en la que
quedan atrapados y de la que es muy difícil salir. Es importante tener presente que
los métodos utilizados por una persona tóxica para controlar a su pareja no
necesariamente son evidentes ni aparentes, ni siquiera para la pareja víctima.  
Algunas conductas tóxicas: 
 Menosprecio y denigración. En una relación tóxica, una persona puede tener
la tendencia a denigrar y menospreciar constantemente a la persona con la
que está, ya sea pareja, amigo incluso familiar. El menosprecio se puede
dar a través del humor o las bromas, emitiendo juicios sobre las cualidades,
competencias o la personalidad del otro, o bien mediante la burla explícita,
implicando con esto que 
todo lo que expresa la otra persona, sus ideas, sus creencias o sus deseos,
es algo estúpido. También puede hacerlo mediante la crítica discreta pero
intensa. Aun en los casos en que se logra confrontar a la persona que
denigra, ésta se muestra evasiva y disfraza su actitud diciendo que
simplemente está bromeando. Al lado de una persona que denigra, la
persona que creías ser habrá perdido poco a poco toda importancia. Te
vuelves banal, poco interesante, extremadamente inferior. 
 Intimidación y control mediante "mal carácter". En una relación tóxica, una
persona puede tender a mostrarse furiosa simplemente por recibir alguna
crítica o porque no se esté de acuerdo con algo de su persona, y podrá
permanecer molesta durante días. Esta es una forma que tiene de controlar
y chantajear emocionalmente. Nunca se sabe qué puede hacer que pierda
el control y se enoje. Las parejas de estas personas tienden a describir su
relación como constantemente estar cuidando no decir o hacer algo
inapropiado, pues es impredecible cuando la pareja de mal carácter puede
estallar en furia. Esta vigilancia e incapacidad para saber cuando su pareja
se enojará y por qué razón, desgasta emocional y físicamente su salud. Por
otra parte, la pareja de "mal carácter" tiende a responsabilizar a los demás
por sus enojos, que es su culpa que el grite e insulte. Este renegar de la
responsabilidad por su comportamiento disfuncional es un rasgo típico de
una relación tóxica. 
 Inducción de culpa. En una relación tóxica, una de las personas puede
inducir la culpa en el otro, y con esto, trata de obtener control. Cada vez que
hace algo que hace sentir mal a la otra persona, intentará hacerle sentir
culpable por la situación, por lo que la hace sentir mal. Esto puede ocurrir en
relaciones de pareja, pero también es frecuente en la relación de los padres
con sus hijos adultos. Es frecuente que los padres busquen poner a otro a
su lado para hacer más efectivo el hacer sentir culpable: por ejemplo,
cuando el padre llama al hijo para decirle lo mucho que está dolida su madre
por no haber asistido a la reunión familiar.  Esta es una forma muy usual de
los padres para controlar tóxicamente a sus hijos. Como todos los
comportamientos y dinámicas tóxicos, inducir culpa tiene la finalidad de
controlar la conducta del control, de modo que el padre, el amigo o la pareja
haga lo que quiera. 
 Excesiva independencia, no tener en cuenta al otro. En una relación tóxica,
una de las personas de la relación puede llevar su independencia
demasiado lejos. Para 
esta persona, compartir lo que hizo en su día o anunciar lo que va a hacer,
lo expone a que el otro lo controle, y por lo tanto a perder su independencia.
Esto necesariamente hace sentir insegura a la persona que está a su lado.
No solo se trata de que su comportamiento sea impredecible, sino que
tampoco se está seguro nunca de que esta persona esté comprometido
emocionalmente con uno, de que la relación que tiene con uno es una
prioridad en su vida. Incluso en los momentos en que se le pregunta
explícitamente acerca de su compromiso, si ama a su pareja, si la encuentra
atractiva, o si está comprometida en la relación, su respuesta tiende a ser
vaga, incluso defensiva, lo cual por un lado genera más inseguridad en la
otra persona, y tiene la finalidad de hacer que la otra persona siga haciendo
cosas para "ganarse" su compromiso. La ansiedad que genera todo esto,
necesariamente debilita emocionalmente a la persona víctima de tan
comportamiento y puede afectar tanto la salud física como la emocional. 
 Actitud utilitaria. Una relación tóxica puede ser entre dos personas de las
cuales una utiliza al otro para obtener lo que quiere, y la otra intenta
complacerlo constantemente sin nunca conseguirlo. Lo que hace tóxica este
tipo de relación es que sea una relación solo en un sentido, solo uno obtiene
beneficios, y el hecho de que la otra persona nunca saciara la necesidad del
otro de ser complacido. Las personas que utilizan a otros realmente
absorben la energía de los otros, y tienden a dejar a sus relaciones sin
encuentran a alguien más que puede hacer más por ellas. 
 Actitud posesiva y controladora. Las relaciones que tienen una confianza
deteriorada tienden a ser relaciones tóxicas en las que uno de los dos es
posesivo, y el otro sufre los celos y la desconfianza de su pareja. Si se deja
que simplemente pase el tiempo, las personas posesivas serán cada vez
más sospechosas y controladoras. Un ejemplo puede ser revisar el celular,
incluso el kilometraje del automóvil para asegurarse que no haya ido a algún
lugar que no debiera. Más que estar con alguien en una relación, estas
personas quieren poseerla. Los esfuerzos de su pareja de asegurarle su
fidelidad y compromiso serán en vano. Quedarse en una relación aceptando
el ser tratado como una persona no confiable tendrá como resultado el
perder cualquier espacio personal y propio. 
Las consecuencias de dejar una relación tóxica pueden percibirse problemas de
autoestima y daño grave a la salud mental a largo plazo. Los afectados por la
relación tóxica son todos los miembros involucrados. En ocasiones estos
problemas pueden continuar percibiéndose incluso después de haber terminado la
relación. 
Los traumas secundarios que genera el dejar atrás una relación tóxica pueden
manifestarse en forma de problemas de autoestima, autodaños físicos, trastornos
alimenticios, depresión y ansiedad. Además, también es posible que den pie a
nuevas relaciones tóxicas en el futuro. 
En otros casos las personas comienzan a aislarse a sí mismas y pueden sentir que
no son capaces de continuar, pues arrastran una fuerte desesperanza. 
Aunque superar una relación tóxica no es fácil, es posible hacerlo siguiendo
algunas claves: 
 Evitar el autoengaño. Es el principio para salir de una relación tóxica. Esto
quiere decir que es necesario reconocer que se está en una relación tóxica.
Para hacer esto se recomienda abrirse a aceptar las opiniones de amigos o
familiares sobre la relación, incluso cuando puedan estar equivocadas,
tenerlas en cuenta puede ayudar a evitar el autoengaño. 
 Identificar las conductas tóxicas de ambas partes. Identificar las conductas
tóxicas no es muy difícil, el problema radica en que las parejas tienden a
ignorarlas y justificarlas, siendo esta la razón por la que no las identifican
correctamente. Para poder hacer una identificación adecuada es necesario
ver las cosas desde otra perspectiva diferente a la usual. 
Asimismo, se deben evitar justificaciones como por ejemplo “en el fondo es
buena persona” o “me cela porque me ama”, entre otras justificaciones que
hacen ver a las conductas tóxicas como conductas positivas. 
 Es indispensable aceptar que es posible vivir sin la persona con la que se
tiene la relación tóxica. De hecho, la incapacidad para aceptar esto suele ser
la principal razón por la que las personas pasan demasiado tiempo inmersas
en una relación tóxica. Es frecuente pensar que será imposible encontrar a
una persona mejor.  A raíz de esto, las personas tienden a tolerar cosas que
en otras circunstancias no toleraría. Por ejemplo, si un hombre fue
abandonado por su padre de niño, podría desarrollar un miedo al abandono,
lo cual lo empujaría a tolerar de adulto el daño de su pareja para no ser
abandonado. 
 Encontrar soluciones a lo tóxico de la relación. Incluso las relaciones sanas
se pueden convertir en relaciones tóxicas cuando no se aplican antídotos a
los comportamientos tóxicos. Generalmente, los retos que tienen que
enfrentar las personas en las relaciones son problemas personales que se
arrastran desde el pasado, cuando estos retos no se superan, la toxicidad
empieza a florecer en la relación. 
 Comprender que el funcionamiento de una relación no depende de sólo una
persona. Es común que en una relación tóxica uno de los miembros busque
victimizarse y haga al otro responsable de todos los inconvenientes de la
relación. No se debe creer que solucionar los errores en una relación
depende de una sola persona, sino que la responsabilidad afectiva siempre
forma parte de todas las partes. 

20. Transición de la adolescencia a la adultez, y cómo afecta al ex


adolescente. 

La Transición hacia la edad adulta es una etapa crítica del desarrollo durante la
cual los jóvenes dejan la niñez atrás y toman nuevos papeles y responsabilidades.
Es un periodo de transiciones sociales, psicológicas, económicas y biológicas, y
para muchos jóvenes implica retos emocionales exigentes y elecciones
importantes. En mayor grado, la naturaleza y la calidad de las vidas futuras de los
jóvenes dependen del éxito que tengan en la negociación a través de este periodo
crítico. 
Los investigadores del desarrollo humano afirman que la transición a la vida adulta
no depende tanto de factores biológicos como de acontecimientos sociales, los
cuales procuran al joven la independencia necesaria para ser adulto. K. Schaie y S.
Willis (2003) señalan que son cinco los acontecimientos sociales que marcan el
inicio de la vida adulta: La finalización de la formación académica y profesional; el
trabajo y la independencia económica; el vivir independiente respecto de los
padres; el matrimonio; y tener el primer hijo. La adultez está caracterizada sobre
todo por factores sociales, y en consecuencia se considera maduro/adulto al sujeto
que es capaz de vivir independientemente, sin la necesidad de ser tutelado
emocional, social, afectiva y económicamente, aunque la independencia es más
una posibilidad que una realidad total. 
En la adultez el cuerpo ha alcanzado la madurez sexual. Hay mayor homogeneidad
entre los compañeros. La mayoría ya ha acabado la pubertad. Durante esta etapa
llegan al 95% de su altura y peso de adulto. 
Esta transición suele afectar mucho en adolescentes que aún no se siente
preparados o capaces de llevar una vida adulta e independiente. 
La adultez comprende dos grandes etapas, en general: 
 La adultez temprana es el lapso inicial de la vida adulta, que oscila entre los
21 y los 40 años. Esta es la etapa en que finalizan los procesos de
crecimiento corporal, físico e intelectual, alcanzando la plenitud de sus
capacidades físicas hacia los 25-30 años, con gran agilidad, fuerza y
resistencia. En esta etapa florece el pensamiento social y reflexivo, abierto,
adaptable y que integra lógica, emoción e intuición. Socialmente, el adulto
joven asume una mayor carga de responsabilidades y de libertades, dando
sus primeros pasos firmes en la dirección profesional, ética y social que
definirá el resto de su vida. Los lazos afectivos y emocionales se hacen más
sólidos y la vida sentimental inicia un notorio asentamiento. 
 La adultez media en cambio es la meseta de la vida humana, que oscila
entre los 
40 y 65 años de vida. Se la conoce también como “segunda adultez” y es
una etapa vital marcada por la autorrealización y una gran productividad en
términos intelectuales (y/o científicos, filosóficos o artísticos), dado que el
bagaje cultural adquirido en las etapas previas es suficiente para realizar
aportaciones significativas al mundo. En esta etapa se da también la
llamada “crisis de la edad media” en que el individuo se forja a sí mismo una
nueva inflexión de su personalidad, para hacer frente al declive en sus
capacidades físicas y sensoriales, que ya comienza a hacerse notorio, así
como la aparición de enfermedades tempranas. Esto suele ir de la mano de
la persecución de placeres más que la satisfacción de presiones sociales o
individuales, y en general se trata de una etapa de plena independencia,
que idealmente prepara al individuo para enfrentar la vejez. 

21.  Impacto de la independencia en el individuo


Aunque no lo parezca esto tiene un mayor impacto de lo que la mayoría de las
personas piensan, ya que al crecer en un mal ambiente toda tu vida lo único que
buscar es como salir de él, o que harás cuando por fin puedas salir de ese
ambiente tan dañino. Es una especie de prueba, es comenzar desde cero, darle un
cierre a esa etapa y de las malas experiencias aprender y comenzar otra etapa. Es
una prueba, de darte estabilidad por ti mismo, tratar de probarte que por tu cuenta
puedes hacer ciertas cosas. Es también una meta, de demostrar que eres mas que
eso. Significa libertad, ser independiente, ver que tan capaz eres de mantenerte
por ti mismo. El proceso de aprendizaje en un adulto es diferente al que ocurre en
la etapa de la niñez; el adulto posee un piso de competencias al que es capaz de
integrar la adquisición de nuevos conocimientos y asume su aprendizaje como un
proceso electivo en función de sus motivaciones e intereses.

También afecta mucho en la estabilidad, ya que al salir del hogar hay que buscar
un empleo estable que permita pagar todas las cuentas y las necesidades básicas,
los problemas que hay actualmente para conseguir un trabajo estable o la
competencia laboral que hay hoy en día. Es un largo proceso por el cual hay que
pasar y hay que estar preparados mentalmente tener claro que no todo podrá ir
perfecto, que como en cualquier cosa habrá momentos buenos y otros no tan
buenos, solo es cuestión de tener paciencia y no tratar de apresurar las cosas.

22.  Efectos de un ambiente tóxico en el hogar en las habilidades sociales


del individuo
Un ambiente violento es aquel en que entre los progenitores o hacia el niño, hay
gritos, insultos, menosprecio, y hasta violencia física. Padres que se gritan entre
ellos, o que gritan al niño continuamente, un hogar en el que hay insultos,
discusiones continuas, en el que no hay cariño, o hay dejadez en el cuidado de los
niños o de la pareja..., es un ambiente negativo y nocivo para un adecuado
desarrollo del niño.
Vivir en un ambiente así influye en todas la áreas de desarrollo de los niños,
(emocional, social, cognitivo...) En primer lugar hay que desatacar, que les dan un
modelo de amor y afecto que no es el adecuado, ya que aprenden que querer
también es eso.
Pero además vuelve a los niños vulnerables, les genera mucha inseguridad,
angustia emocional, miedos, les vuelve irritables, aparece falta de apetito,
ansiedad, depresión, y en ocasiones patrones de conducta también violentos,
porque los niños aprenden que lo que ven en casa es un modelo de conducta
correcto. Viven en una tensión y en un ambiente para el que no tienen
herramientas de afrontamiento, ni recursos personales que les protejan. Estas
consecuencias no sólo tienen lugar en la infancia, sino que se dan a largo plazo en
la adolescencia y la vida adulta.
A menudo los niños que viven esto en el hogar,  muestran en el colegio también
actitudes y conductas agresivas que no son más que el reflejo que lo que ven en
casa.
Pero no solo repercute en que el niño pueda ser violento, sino que llega a asumir y
aceptar la violencia como algo normal, por lo tanto la tolera y puede convertirse a
su vez en víctima de violencia, porque ha aprendido que es normal y que forma
parte de las relaciones afectivas. Es decir, puede aceptar la violencia como víctima
o como agresor. No todos los niños que viene en estos ambientes manifiestan las
mismas consecuencias sociales, emocionales o cognitivas, pero lo que está claro
es que el ambiente en el hogar influye y repercute en ellos. No todos van a
desarrollar depresión, problemas escolares, trastornos del estado de ánimo,
conducta agresiva... pero vivir en un hogar violento facilita la aparición de estos
problemas. 
Es importante que los padres sepan cómo influyen sus relaciones y sus conductas
en el hogar sobre el desarrollo de sus hijos y acudir a profesionales adecuados que
orienten asesoren e intervengan en caso necesario.

23. ¿Cómo afecta la crianza en su niñez a futuros padres?


Para los padres que no han tenido una infancia fácil, que provienen de entornos
negligentes, agresivos, excesivamente exigentes o descuidados, las heridas
emocionales del pasado pueden interferir con sus capacidades actuales para criar
con seguridad a sus hijos.
   Así lo defiende en una entrevista con Infosalus el doctor en Psicología, profesor
en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) y miembro del Instituto Universitario
de la Familia de dicha universidad Carlos Pitillas Salvá.
   Pitillas, que trabaja fundamente con familias, y ha tratado en muchas ocasiones
con familias en contextos de exclusión y de adversidad social, donde hay una
elevada presencia de traumas, reconoce que el mejor entorno para cuidar y criar a
un niño es un entorno seguro, tanto en términos sociales como económicos.
   "Sin esto, lo que tenemos es padres que están en alerta, estresados, ellos
mismos sintiéndose en peligro y es difícil hacer sentir seguro a un niño cuando su
propio padre no lo está. Es más, la ansiedad y el estado de alerta continuo se
contagian a los hijos", agrega.
   Fuera de esta respuesta, y asumiendo un contexto seguro en estos términos, el
mejor entorno es aquel donde hay un mínimo de seguridad emocional en los
padres. Según relata precisamente el libro versa sobre esos padres que han vivido
historias de cuidados inseguras en sus propias infancias, donde han padecido
negligencias emocionales, o maltratos emocionales y físicos, por ejemplo, y en la
edad adulta, cuando son padres, pueden tener dificultades a la hora de interactuar
con sus hijos, y por tanto para criarles con seguridad.
"El libro explora los mecanismos por los que esos traumas no resueltos con los
padres en la infancia pueden contaminar las respuestas de cuando se es
progenitor, de forma que puede sentirse amenazado porque revive los miedos y
pensamientos del pasado al cuidar de sus hijos", agrega.
   Pitillas pone el ejemplo de un padre que creció en un contexto de muchas críticas
y exigencias, de humillaciones. Ahora el padre tiene un niño con rabietas muy
frecuentes. "Este padre podría interpretar estas señales del niño como una crítica,
donde su hijo le cuestiona de manera particular que no vale o que no está a la
altura y que no es capaz de entenderle. El niño no dice eso pero el trauma
distorsiona la interpretación de la realidad y lo siguiente que debería tener es una
sensación de peligro y de miedo para la que se defenderá"
Todos hemos podido vivir situaciones en nuestra infancia que nos han hecho daño,
como perder a alguien por ejemplo, y que no siempre nos dan seguridad. Pero el
trauma tiene lugar en personas que viven estas experiencias emocionales difíciles
con especial frecuencia e intensidad, y sobre todo sin resolución, donde ese niño
de la infancia no contó con el apoyo suficiente para poder protegerse y afrontarlas.
Son estos padres que comienzan su crianza con una historia de emociones
negativas intensas a sus espaldas y que no se pudieron resolver bien.
LOS HIJOS, UN RECORDATORIO POSTRAUMÁTICO PODEROSO
Cuando uno ha tenido un trauma infantil porque los niños tienen una forma de
sentir y de expresar las emociones "que es muy en bruto", es decir, que cuando
estallan con llanto, o tienen angustia, ésta es total.
   "Con una potencia elevada muestran sus emociones, porque en realidad no
saben gestionarlas todavía. Son recordatorios de lo que ha hecho daño, pero
también de la ternura con la que se nos trató, y de los cuidados que se nos dieron.
Los niños también despiertan emociones positivas muy potentes relacionadas con
la protección, el cuidado, la ternura, la sensibilidad, y todo esto nos viene de
nuestra infancia"

24. ¿Se puede aprender de una niñez tormentosa para una mejor
crianza/expectativa de vida?
Sinceramente se pueden aprender muchas cosas, ya que al crecer en ese entorno
tienes una clara idea de lo que alguien no debería tener y en todo caso que planear
tener hijos puedes superarte a ti mismo y dar lo mejor de ti para que tu hijo no
crezca en el mismo ambiente que lo hiciste tu, también todo depende de que tipo
de mala niñez estamos hablando porque eso influye bastante. Pero eso ayudar
también a los padres a entender mas a sus hijos porque pasaron por cosas que un
niño no debió haber pasado y ayuda con la comunicación y la confianza en la
relación padre/madre e hijo.
25. ¿Es posible combatir el pasado de una infancia tormentosa, para
crecer como un mejor adulto?
Los problemas que vivimos en la infancia pueden influir en nuestra calidad de vida
cuando seamos adultos. Cuando nuestros aprendizajes en la infancia son
experiencias dolorosas, se va conformando una parte de nuestra personalidad con
creencias negativas hacia nosotros mismos que van a influenciar en nuestro día a
día cuando seamos adultos y en muchas ocasiones van a ser la causa de no poder
avanzar en la vida de una forma sana y adecuada.
Debes tener en cuenta que cada caso es único, y por ello, si realmente sufres por
tu pasado, lo mejor es buscar el trato personalizado que los psicólogos te pueden
dar en su consulta. Sin embargo, a corto plazo puedes utilizar estas herramientas
que te ofrecemos a continuación.
1. Infórmate sobre los efectos del trauma psicológico
Esto es importante, ya que en la mayoría de los casos se da una concepción del
trauma excesivamente determinista y escorada hacia el pesimismo. Es cierto que
los traumas pueden contribuir a que de adultos tengamos varios problemas de
gestión emocional y de regulación de la atención, pero eso no significa que las
personas que han tenido una infancia difícil desarrollen sistemáticamente TEPT, ni
que este tipo de experiencias tenga que dejarnos marcados necesariamente. 
De hecho, incluso en casos de grave violencia y de abusos en la infancia, hay
muchas personas que maduran hasta llegar a la etapa de la adultez sin problemas
mentales significativos y sin una inteligencia más baja de lo esperable.
¿Qué significa esto? Que en muchos casos, las personas con un pasado
complicado se enfrentan a estados de malestar generados por unas expectativas
de vida pesimistas y basadas en un problema que no está ahí. Es por eso que a la
hora de superar una infancia difícil es necesario tener claro que la totalidad o
buena parte de ese sentimiento de malestar puede surgir de una ficción.
2. Cambia de círculos sociales
En la medida de lo posible, hay que procurar alejarse de las personas que en el
pasado nos hicieron sentir mal y que en el presente no tienen ninguna intención de
ayudarnos. De este modo, las situaciones que nos recuerden a los eventos
traumáticos aparecerán con menor frecuencia.
3. Lleva una vida social activa
Romper el aislamiento es una buena manera de romper con la rumiación, es decir,
la propensión a ceder ante los pensamientos recurrentes que se terminan
convirtiendo en obsesiones.
Lo bueno de tener una vida social activa es que contribuye a vivir el presente y
alejarse de esos recuerdos que vuelven una y otra vez. Construir vida en el aquí y
el ahora es una buena solución para evitar que la mente rellene ese hueco con
elementos pertenecientes a los tiempos pasados.
Por otro lado, después de pasar una temporada en compañía de amistades y de
seres queridos, no es necesario autoimponerse esta estrategia. Y es que los
recuerdos generadores de malestar, por muy intensos que sean en un principio,
pueden perder vigor a gran velocidad si nos acostumbramos a no invocarlos con
frecuencia durante varios meses seguidos.
4. Cuídate
Muchas veces, el paso por situaciones ultrajantes hace que de manera automática
fijemos nuestra idea del Yo a todo el malestar y la vulnerabilidad sufrida en el
pasado. Esto puede hacer que actuemos como si no importásemos en absoluto, es
decir, nos tratamos del mismo modo en el que nos trató la vida. Si esas situaciones
complicadas aparecieron durante la infancia, además, hay posibilidades de que no
hayamos conocido otra versión de nosotros mismos que no sea la del rol de
víctima.
Para romper este círculo vicioso es necesario obligarnos a tomar en serio nuestro
propio bienestar. Esto implica comer bien, hacer ejercicio, llevar una buena higiene
personal y dormir bien, entre otras cosas. Dicho de otra forma, hay que dedicar
esfuerzos a demostrarnos a nosotros mismos el potencial que hay en uno mismo,
aunque en un principio no apetezca. De este modo, esas creencias ligadas a la
propia autoimagen irán cambiando hasta conseguir que la autoestima mejore
significativamente y, con ello, nuestras expectativas también lo hagan.
5.Busca ayuda profesional
Hay casos en los que, por mucho esfuerzo y empeño que se ponga en ello, se
avanza muy poco en la superación de los traumas y los problemas vividos en la
infancia.
Esto no se debe a que falte fuerza de voluntad, sino a algo mucho más simple: del
mismo modo en el que esas alteraciones mentales emergen de la influencia de
nuestro entorno, para salir de esa clase de atolladeros emocionales hace falta que
alguien nos ayude desde fuera. Y ese alguien debe ser un profesional de la salud
mental.

Bases legales

La investigación realizada toma como bases legales para llevarse a cabo los
consecuentes artículos parte de diferentes leyes para sustentarse y ubicarse en un
marco legal. Las leyes mencionadas son las siguientes:

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


Artículo 75 El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la
sociedad y como el espacio fundamental para el desarrollo integral de las
personas. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y
deberes, la solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto
recíproco entre sus integrantes. El Estado garantizará protección a la madre, al
padre o a quienes ejerzan la jefatura de la familia. Los niños, niñas y adolescentes
tienen derecho a vivir, ser criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su
familia de origen. Cuando ello sea imposible o contrario a su interés superior,
tendrán derecho a una familia sustituta, de conformidad con la ley. La adopción
tiene efectos similares a la filiación y se establece siempre en beneficio del
adoptado o la adoptada, de conformidad con la ley La adopción internacional es
subsidiaria de la nacional.

Artículo 78 Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y


estarán protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los
cuales respetarán, garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta
Constitución, la Convención sobre los Derechos del Niño y demás tratados
internacionales que en esta materia haya suscrito y ratificado la República. El
Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con prioridad absoluta, protección
integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés superior en las decisiones y
acciones que les conciernan. El Estado promoverá su incorporación progresiva a la
ciudadanía activa y creará un sistema rector nacional para la protección integral de
los niños, niñas y adolescentes.

Artículo 79 Los jóvenes y las jóvenes tienen el derecho y el deber de ser sujetos
activos del proceso de desarrollo. El Estado, con la participación solidaria de las
familias y la sociedad, creará oportunidades para estimular su tránsito productivo
hacia la vida adulta y, en particular, para la capacitación y el acceso al primer
empleo, de conformidad con la ley.

Artículo 82 Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura,


cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que
humanice las relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción
progresiva de este derecho es obligación compartida entre los ciudadanos y
ciudadanas y el Estado en todos sus ámbitos. El Estado dará prioridad a las
familias y garantizará los medios para que éstas, y especialmente las de escasos
recursos, puedan acceder a las políticas sociales y al crédito para la construcción,
adquisición o ampliación de viviendas
LOPNA (Ley Orgánica del Niño, Niña y Adolescente)

Artículo 4-A.
Principio de Corresponsabilidad
El Estado, las familias y la sociedad son corresponsables en la defensa y garantía
de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, por lo que asegurarán con
prioridad absoluta, su protección integral, para lo cual tomarán en cuenta su interés
superior, en las decisiones y acciones que les conciernan.

Artículo 6
Participación de la sociedad
La sociedad debe y tiene derecho de participar activamente para lograr la vigencia
plena y efectiva de los derechos y garantías de todos los niños, niñas y
adolescentes. El Estado debe crear formas para la participación directa y activa de
la sociedad en la definición, ejecución y control de las políticas de protección
dirigidas a los niños, niñas y adolescentes.
Artículo 8
Interés Superior del Niños, Niñas y Adolescentes
El Interés Superior del Niños, Niñas y Adolescentes es un principio de
interpretación y aplicación de esta Ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la
toma de todas las decisiones concernientes a los niños, niñas y adolescentes. Este
principio está dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Parágrafo Primero. Para determinar el interés superior de niños, niñas y
adolescentes en una
situación concreta se debe apreciar:
a) La opinión de los niños, niñas y adolescentes
b) La necesidad de equilibrio entre los derechos y garantías de los niños, niñas y
adolescentes y sus deberes.
c) La necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y los derechos y
garantías del niño, niña o adolescente.
d) La necesidad de equilibrio entre los derechos de las personas y los derechos y
garantías del niño, niña o adolescente.
e) La condición específica de los niños, niñas y adolescentes como personas en
desarrollo.
Parágrafo Segundo. En aplicación del Interés Superior de Niños, Niñas y
Adolescentes, cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de los niños,
niñas y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos,
prevalecerán los primeros.
Artículo 10
Niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho
Todos los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho; en consecuencia,
gozan de todos los derechos y garantías consagrados en favor de las personas en
el ordenamiento jurídico, especialmente aquellos consagrados en la Convención
sobre los Derechos del Niño.

Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre de violencia

Artículo 4-3 y 4
3. Las mujeres víctimas de violencia de género tienen derecho a servicios
sociales de atención, de emergencia, de protección, de apoyo y acogida y de
recuperación integral. En cada estado y municipio se crearán dichos
servicios, con cargo al presupuesto anual. La atención que presten dichos
servicios deberá ser: permanente, urgente, especializad y multidisciplinaria
profesionalmente y los mismos serán financiados por el Estado.

4. Los servicios enunciados en el numeral anterior actuarán coordinadamente y


en colaboración con los órganos de seguridad ciudadana, los jueces y las
juezas, los y las fiscales, los servicios sanitarios y la Defensoría Nacional de
los Derechos de la Mujer. También tendrán derecho a la asistencia social
integral a través de estos servicios sociales los niños, niñas y adolescentes
que se encuentren bajo la potestad parental o responsabilidad de crianza de
las mujeres víctimas de violencia.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de
la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que
infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido,
la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo
derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez
u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a
igual protección social.

Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción
elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser
generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función
de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y
el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas
las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de
las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá
de darse a sus hijos.
Hipótesis

Si se aplican una serie de charlas a los alumnos de Media general del Instituto
Latino, entonces sus conocimientos acerca de los patrones de crianza mejorarán
efectivamente.

Variable independiente: charla


Variable dependiente: Patrones de crianza
Población:

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