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Carolina Ortiz

Organizaciones Internacionales

1. Definición de las organizaciones internacionales


A través de los diferentes doctrinantes encontramos diversas posturas, aunque
convergentes, en algunos puntos respecto de la definición de organización
internacional. Diez de Velasco (2010) expresa que son “unas asociaciones
voluntarias de Estados, establecidas por acuerdo internacional, dotadas de
órganos permanentes, propios e independientes, encargadas de gestionar
unos intereses colectivos y capaces de expresar una voluntad jurídicamente
distinta de la de sus miembros” (p.43). De manera que las características
esenciales que permiten diferenciar a las organizaciones internacionales de
otras entidades afines, se resumen en: una composición interestatal, una base
jurídica generalmente convencional, una estructura orgánica permanente e
independiente y una autonomía jurídica.

De acuerdo con José A. Pastor Ridruejo (2003), las organizaciones


internacionales presentan seis rasgos diferenciales. El primero es de carácter
interestatal: una organización internacional se compone por una asociación de
Estados en los que los órganos más importantes corresponden a una
composición intergubernamental; es decir, están integrados por representantes
de los gobiernos de los Estados miembros. El segundo rasgo diferencial, es su
carácter voluntario, en cuanto se crean por un tratado entre Estados, que es
denominado tratado instituyente. En tercer lugar, deben contar con un sistema
permanente de órganos que aseguren su continuidad. Este es uno de los
elementos que permite diferenciar las organizaciones internacionales de las
conferencias internacionales. La permanencia de la organización tiene un valor
político de primera magnitud porque contribuye para afirmar su independencia
frente a los Estados miembros. El cuarto elemento se apoya en la voluntad
autónoma, que se expresa en el proceso de adopción de decisiones por parte
de sus órganos, lo cual les permite formular una voluntad jurídicamente distinta
de los Estados miembros. Es importante señalar que esta voluntad debe
constreñirse a las materias que entren en la esfera de competencia de la
organización, como viene señalada en el tratado instituyente. El quinto rasgo
diferencial, es la competencia propia en una serie de materias señaladas en el
tratado. Las organizaciones internacionales ostentan una competencia de
atribución; es decir, las asignadas de manera expresa o implícita en el tratado
instituyente.

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El sexto rasgo consiste en que las organizaciones internacionales tienen
un sentido teleológico, y en este orden de ideas, las competencias de la
organización constituyen el instrumento para alcanzar un objetivo, que no es
otro que la satisfacción de intereses comunes para los Estados, mediante la
cooperación internacional institucionalizada (Pastor Ridruejo, 2003).

2. Origen de las organizaciones internacionales


La primera organización internacional de la que se tiene conocimiento es la
Administration Generale de l’Octroi de Navigatio du Rhin, establecida por el
tratado del 15 de agosto de 1804 entre Francia y el Sacro Imperio, y luego
instituida como Comisión Central para la Navegación por el Rin, de acuerdo al
Anexo del 24 de marzo de1815 del Tratado de Viena (Barberis, 1984).

En sus comienzos, las organizaciones tuvieron un carácter rudimentario;


algunas de estas correspondieron a la Comisión del Rin y las dos comisiones
del Danubio, establecidas por el Tratado de Paz de París (30 de marzo
de1856); también se observan comisiones sanitarias como el Consejo Superior
de Sanidad de Constantinopla (1839), el Consejo Internacional de Bucarest
(1881) y el Consejo Marítimo y Cuarentenario de Alejandría (1882). Otras
tuvieron un fundamento económico, como es el caso de las comisiones de
deudas públicas egipcia (1880) y griega (1897) (Barberis, 1984).

En tiempos recientes, el desarrollo de las organizaciones se puede situar


en un momento histórico preciso, constituido por el largo periodo de paz –
relativa– de progreso científico y técnico, que conoció la humanidad desde que
finalizan las guerras napoleónicas hasta que se inicia la Primera Guerra
Mundial (Pastor Ridruejo, 2003).

No obstante, las organizaciones internacionales modernas, según lo


sostiene Diez de Velasco (2010) en su libro Las organizaciones
internacionales, surgen en la sociedad internacional con el desarrollo de dos
fenómenos: las Conferencias Internacionales y el Establecimiento de
Estructuras Internacionales Permanentes. Las primeras, según el autor,
prefiguran las organizaciones internacionales porque establecen mecanismos
de concertación dotados de cierta periodicidad, que al carecer de órganos
propios permanentes, no constituyen organizaciones; por lo tanto, se deduce
que el establecimiento de Estructuras Internacionales Permanentes,
posibilitaron el nacimiento de las Organizaciones Internacionales (Pastor
Ridruejo, 2003).

De esta manera, la primera Organización Internacional se origina con la


creación de la Sociedad de Naciones ( SDN) en 1919, auspiciada por las
potencias aliadas vencedoras de la Primera Guerra Mundial, la cual es de
carácter universal, destinada para desarrollar la cooperación entre las naciones
y garantizar la paz y seguridad internacionales. De manera paralela a la SDN,

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nace una organización de carácter social: la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), que reúne tanto a delegados del gobierno como a representantes
de los trabajadores y empresarios. Por otra parte, se crean la Organización
Económica y Financiera y el Tribunal Permanente de Justicia Internacional –
este empieza a funcionar en 1922, en la Haya–. Luego, por el fracaso de la
SDN, al no poder impedir la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas
deciden crear una organización mejor estructurada y eficaz; así, al finalizar la
guerra, se expide la Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco el
26 de junio de 1945, por la cual se establece la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) (Pastor Ridruejo, 2003).

A partir de la Segunda Guerra Mundial, las organizaciones


Internacionales de carácter universal, proliferan especialmente en torno a la
ONU, entre las cuales están: La FAO (1945), la UNESCO (1945), el FMI. (1944), la
OMS (1946); la OIT, reorganizada en 1946; la OMC (1994), que es una de las
más recientes, entre otras. Igualmente, se crean organizaciones
internacionales de carácter regional, como la OTAN (1949), la OEA (1948), la
Unión Europea –UE– (1992), el MERCOSUR (1991), la Comunidad Andina (1996),
la Comunidad Económica Africana (1991), entre otras (Pastor Ridruejo, 2003).

3. Clasificación de las organizaciones internacionales


Al tener en cuenta las opiniones más relevantes y fundadas de varios autores
respecto de las clasificaciones de las organizaciones internacionales, el autor
José A. Pastor Ridruejo (2003) propone tres grandes criterios de clasificación:

El primero se refiere al criterio de la participación, en el que cabe


establecer una distinción entre organizaciones universales de una parte, y
restringidas, de otra parte.

En segundo se relaciona con la materia sobre la cual versa la


cooperación, en el que es posible distinguir entre organizaciones con
competencia general y aquellas con competencias especiales.

En el tercer criterio corresponde a los métodos de cooperación, los


cuales se clasifican en cuatro, que son: de coordinación, control, operacionales
y de intervención.

Pastor Ridruejo señala una última, en la que se incluyen aquellas


organizaciones que podrían denominarse de integración, cuyos órganos
reciben de los miembros competencias tradicionalmente comprendidas dentro
de los poderes soberanos de los Estados, y a cuyo ejercicio estos renuncian.

Diez de Velasco (2010) aporta una clasificación diferente a la


mencionada. Esta consiste en agruparlas en organizaciones de primera y
última generación.

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4. Sujetos de derecho internacional y su responsabilidad
La responsabilidad de los organismos internacionales fue regulada por la
Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, debido a la
proliferación de organizaciones en el ámbito global, regional y hasta
subregional; además de su multiplicidad de actuación. Su fin principal es el de
impedir o minimizar el incumplimiento de las normas del derecho internacional
y proveer un medio adecuado para la indemnización y satisfacción de los
derechos vulnerados.

Pese al intento de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones


Unidas de regular dicha responsabilidad, en el proyecto de artículos aprobados
en la segunda lectura por parte del Comité de Redacción en 2011
(A/C.4/L.778), se evidenciaron tres problemas que reflejan insuficiencias en
esta regulación. El primero de ellos, es que no se reconoce suficiente
diferenciación entre la responsabilidad entre los Estados y las organizaciones
internacionales; el segundo corresponde a la falta de diferenciación entre las
distintas organizaciones internacionales, y finalmente, el tercero es la falta de
claridad en relación con la responsabilidad de los órganos o agentes puestos a
disposición de una organización internacional (Chatham House, 2011).

Nos ocuparemos solo del tercer problema, el cual está consagrado en el


Artículo 6º del proyecto del Comité de Derecho Internacional de Naciones
Unidas y es de vital importancia porque ya ha sido objeto de litigio. El Artículo
6º establece:

Comportamiento de órganos o agentes de una organización Internacional:


1. El comportamiento de un órgano o de un agente de una organización
internacional en el ejercicio de sus funciones se considerará hecho de esa
organización según el derecho internacional, cualquiera que sea la posición
del órgano o el agente dentro de la organización.
2. Las reglas de la organización se aplicarán para determinar las funciones de
sus órganos y agentes (Naciones Unidas, Asamblea General, 2011, p.3).

De lo anterior podemos extractar que las organizaciones internacionales


son responsables ante el derecho internacional cuando tienen un control
efectivo por las acciones cometidas por sus órganos y agentes en ejercicio de
sus funciones. Este planteamiento ha sido objeto de debate en el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en el caso Behrami (Behrami and
Behrami v. France and SaramatI v. France, Germany and Norway, 2007), en el
que se concluyó que debido a que el Consejo de Seguridad fue el que hasta el
último momento tuvo control sobre las decisiones de la Misión KFOR (Kosovo
Force), la responsabilidad de las acciones de esta misión recae sobre las
Naciones Unidas y citó expresamente el Artículo 6º, para concluir que la
estructura de mando fue claramente determinante por los daños causados por
las Fuerzas de Paz de la ONU (Chatham House, 2011).

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Podemos concluir que para el derecho internacional se considera un
gran avance contar con una regulación que determine la responsabilidad de las
organizaciones internacionales, ya que por su proliferación a nivel global y sus
diferentes objetos sociales era necesario establecer los límites de sus
actuaciones, una responsabilidad y un resarcimiento a los afectados. Sin
embargo, aún falta perfeccionar las regulaciones, porque pese a que se
determine la responsabilidad, no existen fondos para reparar a los afectados, y
tampoco se precisa la responsabilidad de los Estados miembros de las
organizaciones internacionales, ya que los órganos de estas se componen por
los Estados miembros y las decisiones son tomadas por ellos; por lo tanto, es
necesario profundizar en el análisis de la estructura aparente de las
organizaciones internacionales.

Referencias

Behrami and Behrami v. France and SaramatI v. France, Germany and Norway, 2007.
Recuperado el 8 de septiembre de 2013 de:
http://hudoc.echr.coe.int/sites/eng/pages/search.aspx?i=001-80830#{"itemid":["001-
80830"]}
Barberis, J. A. (1984). Sujetos de Derecho Internacional actual. En J. A. Barberis,
Sujetos de derecho internacional actual (p.77). Madrid, España: Tecnos.
Chatham House. (10 de febrero de 2011). Legal Responsibility of International
Organizations in International Law. Summary of the International Law Discussion
Group meeting held at Chatham House. Speakers: Sir Michael Wood.Barrister:
Maria Vicien-Milburn: Legal Counsel, UNESCO. Chair: Elizabeth Wilmshurst:
Associate Fellow, Chatham House. En Chatham House. Recuperado el 8 de
septiembre de 2013 de:
https://www.chathamhouse.org/sites/default/files/public/Research/International
%20Law/il100211summary.pdfjetos de derecho internacional actual (p. 77). Madrid,
España: Tecnos.
Diez de Velasco, M. (2010). Las organizaciones internacionales. 16ª ed. Madrid,
España: Tecnos (Grupo Anaya S. A).
Naciones Unidas. Asamblea General, C. D. (2011). Responsabilidad de las
Organizaciones Internacionales. A/CN.4/L.778, (p. 3). Ginebra, Suiza. Recuperado
el 8 de septiembre de 2013 de: http://ocw.um.es/cc.-juridicas/derecho-internacional-
publico-1/ejercicios-proyectos-y-casos-1/capitulo2/documento-27-proyecto-cdi-
responsabiolidad-organizaciones-internacionales.pdf
Pastor Ridruejo, J. A. (2003). Curso de derecho internacional público y organizaciones
Internacionales. Madrid, España: Tecnos.

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