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Primera guerra mundial: El nuevo orden geopolítico mundial.

La Primera Guerra Mundial puso fin al escenario del Imperialismo Europeo. De


esta manera se comienzan a gestar modificaciones territoriales en base al acuerdo
de Versalles, que van estableciendo una nueva dinámica en las relaciones
internacionales, apareciendo el liderazgo de Estados Unidos como indiscutible
frente a la Europa devastada de la guerra.

EL REDISEÑO DEL MAPA DE EUROPA


El orden europeo luego de la Primera Guerra Mundial se establece desde los
países vencedores del conflicto. Las condiciones se encuentran escritas en
el Tratado de Versalles (1919), el que fue resultado de una compleja
negociación, ya que las partes no se encontraban de acuerdo.
El Presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson es quien dirige el acuerdo
finalmente, al establecer como un nuevo principio del orden internacional el
principio de libre determinación de los pueblos y dar por finalizados los imperios
coloniales. Por otra parte, se establecen las disposiciones que obligaban a
Alemania a proceder al desarme, a acceder a las cesiones territoriales y al pago
de reparaciones en concepto de compensación.
EL DESARME DE ALEMANIA
Alemania fue culpabilizada de la gran guerra, razón por la cual, se le impuso el
desarme unilateral, comprendiendo la destrucción de fortalezas de la zona del río
Rhin (Renania), la aniquilación de la flota y la aviación. Al ejército se le limitó el
número de contingente, encargado únicamente de mantener el orden fronterizo.
En los aspectos limítrofes Alemania perdió Alsacia y Lorena por el Oeste, siendo
reintegrados a Francia. A la vez se estableció un corredor en el Dantzing,
separando  a Alemania de:  Prusia oriental del resto de país, aislándola. Polonia
aumentando su territorio con la anexión de las regiones de Posnania por el oeste y
las regiones industriales de Silesia y Galitzia al sur. Otro de los apartados
estableció la prohibición de  cualquier tratado con Austria y Dinamarca recibió el
ducado de Schleswig.
LOS NUEVOS ESTADOS
El desarme del Imperio Austro-Húngaro y del Imperio Turco ocasiono la aparición
de nuevos Estados en Europa del Este como Checoslovaquia, Yugoslavia y en el
cercano Oriente, Siria e Irak, los cuales quedaron bajo la tutela  de Francia y el
Reino Unido, lo que efectuarían vínculos económicos con la elite de los nuevos
estados. Esta readecuación del mapa dio el primer paso para que los países del
Golfo Pérsico proyectaran su economía en torno al petróleo.
LA SOCIEDAD DE NACIONES Y LA PAZ
Las nuevas fronteras territoriales deberían ser respetadas. Para esto se creó la
Sociedad de Naciones con el objetivo de solucionar los conflictos internacionales
por la vía diplomática, evitando recurrir a la guerra.  Además, la Sociedad debió
crear las garantías de seguridad colectiva para respaldar a los países pequeños
frente al posible ataque de una potencia.
Para establecer una paz duradera fue necesario promover el desarme general, el
conocer los tratados e impedir la violación de éstos. Pero el desarrollo de los
hechos fue distinto, el congreso estadounidense rechazó pertenecer a la Sociedad
de Naciones y este hecho le restó fuerza a la institución. Por su parte Alemania
por considerarla la gran responsable de guerra y la URSS por su carácter
revolucionario, no participaron de la Sociedad de Naciones.
Uno de los problemas que se presentaron en la sociedad fue que los países no
defendían el orden internacional, sino sus propios intereses. De esta forma se
permitió que Francia y el Reino Unido siguieran beneficiándose de las colonias
alemanas de África y los antiguos territorios del imperio turco en el cercano oriente
por el mandato de la Sociedad de Naciones.
La Primera Guerra Mundial fortaleció la posición económica y política de Estados
Unidos, la producción agraria, industrial y energética aumento, junto a las reservas
de oro. Lentamente Estados Unidos financiaría la reconstrucción de Europa a
través de préstamos lo cual le permitió conducir y liderar la política mundial hasta
el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Segunda Guerra Mundial y Geopolítica.


La gran guerra que estalló en 1939 fue el segundo conflicto que, iniciado en
Europa, llegó a convertirse en una “guerra total”, porque directamente incluyó a
países de otros continentes e influyó indirectamente en los aspectos políticos,
sociales y económicos en el resto del mundo, de manera similar como sucediera
con el enfrentamiento armado de 1914. Pero a diferencia de éste, la Segunda
Guerra Mundial lite un conflicto de escala mucho más grande y de mayor duración,
que se propagó a territorios más extensos y llegó a ser más cruel e implacable. En
su origen, aparte de la rivalidad internacional inherente a todo conflicto de esta
naturaleza, intervinieron otros factores relacionados con los eventos ocurridos en
el mundo durante los veinte años del periodo de entreguerras.
Causas o Factores de origen del Conflicto:
En primer lugar, la Segunda Guerra Mundial surgió en función del enfrentamiento
entre ideologías que amparaban sistemas político—económicos opuestos. A
diferencia de la guerra anterior, enmarcada en un solo sistema predominante —el
liberalismo capitalista, común a los dos bandos—, en el segundo conflicto mundial
se enfrentaron tres ideologías contrarias: el liberalismo democrático, el nazi—
fascismo y el comunismo soviético. Estos dos últimos sistemas, no obstante ser
contrarios entre sí, tenían en común la organización del Estado fuerte y totalitario y
el culto a la personalidad de un líder carismático, características opuestas al
liberalismo que postula la democracia como forma de gobierno y la libertad e
igualdad de los individuos como forma de sociedad.
En segundo lugar estaban los problemas étnicos que, presentes desde siglos
atrás, se fueron haciendo más graves al llevarse a efecto las modificaciones
fronterizas creadas por el Tratado de Versalles, que afectaron negativamente
sobre todo a Alemania y a Austria —naciones pobladas por germanos— y
redujeron de manera considerable sus territorios. Este hecho fue determinante
para difundir en esos pue bios el sentimiento de superioridad de la raza germana
—identificada por Adolfo Hitler como “raza aria” de acuerdo con una idea
desarrollada en la filosofía alemana del siglo XIX— frente a los grupos raciales,
principalmente los judíos que controlaban la economía capitalista, y quienes,
según la perspectiva de los nazis, habían dividido a los pueblos germanos e
interrumpido su desarrollo económico.
Por otra parte, la insistencia de Hitler por evitar el cumplimiento del Tratado de
Versalles provocó diferentes reacciones entre los países vencedores: Francia, que
temía una nueva agresión de Alemania, quería evitar a toda costa que resurgiera
el poderío bélico de la nación vecina. En cambio, el gobierno británico y el de
Estados Unidos subestimaban el peligro que el rearme alemán representaba para
la seguridad colectiva; consideraban que el Tratado de Versalles había sido
demasiado injusto, y veían con simpatía la tendencia anticomunista adoptada por
la Alemania nazi, porque podría significar una barrera capaz de detener el
expansionismo soviético hacia Europa, calificado entonces por las democracias
occidentales como un peligro mayor y mucho más grave que el propio nazismo. A
causa de ese temor al comunismo, el gobierno británico adoptó una política de
“apaciguamiento” respecto al expansionismo alemán, bajo la idea de que al hacer
concesiones a Hitler podría evitarse una nueva guerra y se obtendría, además, su
colaboración contra el peligro soviético.
En tercer lugar, en la década de los años treinta la situación del mundo era muy
distinta a la de 1914. Aparte de los trastornos ocasionados por la crisis económica
iniciada en Estados Unidos, aún persistían los efectos devastadores de la Primera
Guerra Mundial, que había producido una enorme transformación en todos los
ámbitos de la vida humana y originado grandes crisis en prácticamente todos los
países de la Tierra. Además, la secuela de tensiones internacionales que ese
conflicto produjo, preparaban el camino para una nueva guerra, no obstante los
intentos de la Sociedad de Naciones por evitarla. Por esta razón, puede decirse
que la Segunda Guerra Mundial se originó directamente de la Primera; de ahí que
ambos conflictos, enlazados por el periodo de entreguerras, constituyan lo que se
considera como la “Segunda Guerra de los Treinta Años” en la historia moderna
de la humanidad.
A semejanza de la Primera Guerra Mundial, la Segunda se presenta en dos fases:
a) desde 1939 a 1941 cuando se desarrolla fundamentalmente en Europa y
muestra una orientación favorable a las potencias del Eje; b) desde 1942 a 1945,
cuando la guerra adquiere dimensiones mundiales y paulatinamente pasa a ser
favorables a los países aliados encabezados por Gran Bretaña, EE.UU. y URSS.
“CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL”
Todo conflicto por pequeño que parezca trae consecuencias trágicas para
aquellos que se ven involucrados directa o indirectamente en él. Pero como
evitarlos si en ocasiones los seres humanos actuamos como animales y nos
dejamos llevar por ese ser biológico que llevamos dentro, ese ser que nos guía a
realizar acciones por instinto. Desafortunadamente el mundo tuvo que atravesar
por una guerra mundial la primera en su clase alrededor de los años 1914 a 1918;
que sin duda alguna dejo como consecuencias trágicas ya que tras más de cuatro
años de cruel guerra, los países de la Entente consiguieron imponerse a los
Imperios Centrales. La defección de la Rusia soviética fue ampliamente
compensada por la incorporación de Estados Unidos al bando aliado. La
esperanza de que el conflicto que acababa de concluir fuera "la guerra que
pusiera fin a todas las guerras" se vio pronto frustrada. Los tratados de paz
firmados en la Conferencia de París llevaban en sí el germen de un nuevo y aún
más devastador conflicto.
Parto de lo anterior para presentar en el siguiente trabajo algunas de las
consecuencias que dejaron al mundo la Segunda Guerra Mundial.
“La Guerra se había terminado, pero naciones enteras estaban en ruinas y habían
muerto unos 55 millones de personas, siendo la URSS, China, Polonia y Alemania
los países donde la cifra es mayor. A ello tendríamos que añadir los heridos
graves e inútiles de guerra que alcanzan los 35 millones de personas. Por termino
medio, murieron unas 20.000 personas cada día durante la guerra.”[1]
Desafortunadamente el legado de destrucción que dejó esta Guerra Mundial:
“murieron ocho veces más que durante la Primera Guerra Mundial…los recursos
materiales suficientes para alimentar, vestir, alojar y equipar a todos los pobres del
mundo fueron gastados con propósitos puramente destructivos. Los bosques
fueron derribados y los campos agrícolas convertidos en tierra estéril, a una escala
de la que no se había sido testigo desde la Guerra de los treinta años o la invasión
Mongólica al Imperio Islámico”[2]
Pero por si eso fue poco “las naciones invadidas o derrotadas son las que
experimentaron mayores pérdidas económicas (Alemania, URSS, Francia y
Japón); en la mayoría de ellas no se había alcanzado aún en 1950 el nivel
económico de la preguerra y especialmente en las del sudeste asiático, pues los
países europeos contaron con la ayuda americana y la URSS pudo sustraer de la
Alemania invadida gran parte de su maquinaria industrial.

· Cambios económicos.-
Han sido innumerables y tuvieron importantes aplicaciones para el posterior
desarrollo económico. Desde la fisión nuclear, empleada en la bomba atómica,
hasta los nuevos dispositivos de comunicación y localización (radar) o las mejoras
en los medios de transporte (barco, avión), pasando por la elaboración de
productos sintéticos.
Estados Unidos convirtió a países como México, Argentina y Canadá en los
grandes abastecedores de los aliados, a través de su mediación.

· Cambios políticos.-
Quedaron eliminados los regímenes totalitarios de Alemania, Italia y Japón; por el
contrario, se impusieron regímenes comunistas en Europa oriental. Europa
occidental perdía definitivamente su hegemonía mundial y buscó la alianza con
Estados Unidos para protegerse de la amenaza soviética, pues la URSS no
desmovilizó sus ejércitos situados en Europa oriental al concluir la guerra.

· Cambios territoriales.-
La URSS aumentó sus posesiones al incorporar los estados de Estonia, Letonia,
Lituania y el norte de la Prusia Oriental. Polonia, en compensación a las pérdidas
citadas, recibía los territorios alemanes existentes al este de la línea Oder-Neisse.
Bulgaria retuvo la parte sur de la Dobrudja e Italia tuvo que ceder la Venecia-Julia
a Yugoslavia y las islas del Dodecaneso y Rodas a Grecias. Por otra parte,
Alemania y Austria fueron ocupadas por los aliados, siendo sus territorios
repartidos en cuatro zonas para reunificarlas posteriormente (norteamericana,

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