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LA TEORÍA GENERAL DEL ACTO JURÍDICO

A. GENERALIDADES
Nuestro Código civil no contiene en forma ordenada o sistemática una teoría del acto jurídico, la
"teoría" a la que se alude, por tanto, no es sino la elaboración de la doctrina. Lo anterior no significa
que el conjunto de normas del Código civil no permita desarrollar el estudio de principios o normas
comunes al acto jurídico, pero de ahí a hablar de una teoría del acto jurídico más parece un mito que
una realidad. Ya vimos cómo se insertaba el acto jurídico dentro de los hechos, hasta llegar a
concluir que el acto jurídico era una manifestación de voluntad destinada a producir consecuencias
jurídicas queridas por su autor y reconocidas por el ordenamiento jurídico.
B. NEGOCIO JURÍDICO Y ACTO JURÍDICO
En la doctrina, la alemana al origen, se elaboró la teoría del negocio jurídico. En nuestro país se
introdujo la noción, sin mucho éxito, en palabras del profesor Víctor Vial, a pesar de que profesores
como Rodrigo Barcia la emplean con preferencia a la noción de acto jurídico. En términos generales,
la doctrina nacional tiende a hacer sinónimos los conceptos de acto y negocio jurídico, aunque la
idea de base en el negocio jurídico es la de restringir los efectos del acto jurídico solamente a lo
deseado por las partes, a aquello hecho con la intención de producir esos efectos jurídicos queridos
por sus autores, por lo que los efectos del negocio jurídico serían más limitados.
El concepto de negocio coincide con nuestra noción de acto jurídico propiamente tal. En nuestra
doctrina se estima que la noción de acto jurídico basta para comprender el fenómeno del negocio
jurídico. En otras palabras, en virtud del acto jurídico las partes pueden, por aplicación del principio
de la autonomía de la voluntad, limitar las consecuencias del acto sólo a 10 que ellas desean, y no
por eso ese acto de efectos limitados deja de ser acto jurídico.
Esta noción corresponde a la nuestra de acto jurídico en general, omnicomprensiva de la noción de
acto jurídico propiamente tal y de simple acto jurídico. Así se dice en nuestro país, siguiendo al
profesor Vial, que el negocio jurídico es una especie de acto jurídico, si ahora atendemos a lo que
nos dice el maestro Francesco Messineo podemos completar la real dimensión del negocio jurídico,
pues dentro de los negocios jurídicos bilaterales, es el contrato el más importante de ellos.
El profesor Barcia nos dice en su manual que: "en el Derecho alemán, a diferencia del nuestro, el
Derecho patrimonial y de los contratos no se ordena en tomo al concepto de acto jurídico, sino al de
negocio jurídico ('Rechtgeschaft'). Para Savigny el negocio jurídico es 'la capacidad natural de la
persona de producir cambios mediante actos de voluntad'. Sin perjuicio de lo anterior, en el Derecho
comparado y en nuestra doctrina existe un segundo concepto de negocio jurídico que permite
diferenciarlo del acto jurídico. El negocio jurídico, para esta segunda acepción, es una manifestación
de la voluntad tendiente a producir efectos jurídicos queridos por su autor, pero no previstos por el
ordenamiento jurídico. De esta forma, el negocio jurídico se conformaría por un complejo haz de
actos jurídicos que tiene una unidad propia.
Este segundo concepto de negocio jurídico es claramente minoritario, pero tiene una innegable
utilidad práctica, a lo menos en los términos indicados precedentemente. "Como en nuestro Derecho
el negocio jurídico no está regulado, es posible, mediante el principio de la autonomía privada, crear
un negocio jurídico. Para ello se deben vincular todas las obligaciones que emanan de los distintos
actos jurídicos que lo conforman, de tal suerte que el incumplimiento de una obligación resuelve
todos los actos jurídicos", según reflexiona Barcia.
El profesor Barcia nos entrega su propio esquema de los hechos para llegar al acto jurídico y al
negocio jurídico.
Hechos
1. No Jurídicos
2. Jurídicos
1. De la Naturaleza
2.Del Hombre
1I J. Con intención
I 11.1. Contrato
111.2. Negocio HJ. Lícitos IJ I jurídico
2. Sin intención
l. Voluntarios (cuasicontrato)
2. lícitos
2. Involuntarios
1. Con intención (delito civil)
2. Sin intención (cuasidelito civil)
Nosotros usaremos indistintamente la noción de acto o de negocio jurídico.
C. EFECTOS DEL ACTO O NEGOCIO JURÍDICO
El acto jurídico puede producir tres tipos de efectos:
l. Puede crear derechos y obligaciones. En su momento veremos que el contrato es la principal
fuente de derechos y obligaciones, mientras la convención puede, además, modificarlos y
extinguirlos. Para entender esto partamos del siguiente ejemplo: usted le compra a su compañera el
celular, obligándose a pagarlo a fin de mes. una vez recibida su mesada. Ella, como es desconfiada
le dice que le entregará el celular a fin de mes, es decir, pasando y pasando. Este acto jurídico
bilateral se llama contrato de compraventa e hizo nacer derechos y obligaciones para las partes.
Llegado fin de mes, usted paga el dinero a su compañera y ésta le entrega el celular, esta nueva
convención se llama pago y extinguió las obligaciones que habían nacido del contrato. Si llegado el
fin de mes usted le dice que se arrepintió de comprarlo y ella le dice que se arrepintió de vendérselo,
entonces, se habrá celebrado otra convención que se llama resciliación, que extinguió las
obligaciones nacidas entre ambos.
2. Puede mod[ficar derechos y obligaciones.
3. Puede extinguir derechos y obligaciones.
En efecto, cuando el acto jurídico modifica o extingue obligaciones se llama convención, que puede
definirse como un acto jurídico de efectos amplios. en virtud del cual se pueden crear, modificar o
extinguir derechos y obligaciones.
Entre convención y contrato se advierte, entonces, una relación de género a especie. Todo contrato
es siempre una convención, pero no toda convención es un contrato. Puede haber convenciones
cuyo objeto sea modificar o extinguir derechos y obligaciones, como ya vimos en el ejemplo.
Nuestro Código civil en el Art. 1438 confundiría contrato y convención. El profesor Barcia nos ayuda
a distinguir entre contrato y convención como actos jurídicos generadores de derechos y
obligaciones. Nos dice que:
"La convención es un acuerdo de voluntades tendiente a crear, modificar, transferir o extinguir una
relación jurídica. El contrato en cambio crea derechos y obligaciones".
L", TEORIA GENERAL DEL ACTO JURÍDICO
En nuestro Derecho, en virtud de un acto jurídico unilateral, como el testamento, se pueden transmitir
derechos y obligaciones, pero en virtud de un acto jurídico bilateral no se pueden transmitir
derechos. Por otra parte, en la cesión de derechos hereditarios se transfieren derechos, pero no se
transmiten derechos hereditarios de una persona viva. Ello se debe a que, en principio, en el
Derecho chileno no se pueden transmitir derechos hereditarios por acto jurídico entre vivos. La
convención es el género y el contrato la especie. Por tanto, todo contrato es una convención, pero no
toda convención es un contrato.
El Código civil confundiría los conceptos contrato y convención, haciéndolos sinónimos en varias
disposiciones, como los Arts. 1437 y 1438, Código civil, pero doctrinariamente no cabe confundir
ambos términos, ya que a través del contrato sólo se crean derechos y obligaciones; en cambio la
convención, además de crear derechos y obligaciones, transfiere, modifica y extingue derechos y
obligaciones. De esta manera, todo contrato es una convención, pero no toda convención es un
contrato.
Sin perjuicio de lo anterior, modernamente se ha dejado de lado esta distinción, debido a que las
normas que regulan los contratos, en definitiva, también son aplicables a las convenciones. Por ello,
la mayoría de los Códigos civiles modernos hacen sinónimos los términos convención y contrato,
porque ambas figuras se rigen por el mismo estatuto jurídico.
D. ESTRUCTURA DEL ACTO JURÍDICO
El acto jurídico se estructura en base a los siguientes elementos:
a. La declaración de voluntad Por regla general, el término voluntad se reserva para el acto jurídico
unilateral, éste -como lo veremos- es la manifestación de una sola voluntad (puede ser una persona
o más de una, varias, como en el caso del acto jurídico unilateral colectivo: una asamblea de socios
o de copropietarios).
Tratándose de la declaración de voluntad unilateral, se habla de autor del acto jurídico. Por ejemplo,
en la oferta, en la aceptación, en el reconocimiento de un hijo, en la renuncia de un derecho, etc.
Cuando nos referimos al acto jurídico bilateral, preferimos utilizar la expresión consentimiento, que
se refiere al encuentro de dos voluntades contradictorias, de dos voluntades distintas y opuestas que
se unen. Para clasificar un acto jurídico en unilateral o bilateral, la ley atiende al número de
voluntades que concurren a dar nacimiento al acto y no al número de personas que componen cada
parte, pues "cada parte puede ser una o varias personas", así lo señala el Art. 1438.
En los contratos se necesitan dos voluntades, éstos son, por 10 tanto, siempre bilaterales, pero ello
no obsta a que puedan clasificarse en unilaterales o bilaterales, y para ese caso la ley atiende al
número de partes que se obligan.
b. Destinado a producir consecuencias jurídicas Estas consecuencias jurídicas son variadas, puede
estar destinado a crear, modificar o extinguir derechos y obligaciones jurídicas.
c. Es necesario que las consecuencias estén reconocidas por el ordenamiento jurídico Esto significa
que las consecuencias del acto tienen que estar previstas por el ordenamiento jurídico
anticipadamente, a fin de que éste, a través de sus autoridades Jueces), sepa dónde encasillarlas, si
en actos lícitos o ilícitos.
E. CLASIFICACIÓN DEL ACTO JURÍDICO
Se enseña regularmente que la clasificación dada para los contratos a partir del Art. 1439 y ss., es
aplicable indistintamente a los actos jurídicos.
a. Clasificación positiva
1. Según el número de voluntades que concurren para darle nacimiento
Acto jurídico unilateral: en él interviene una sola voluntad para dar nacimiento al acto y para que éste
produzca todos sus efectos. Ejemplo:
oferta, aceptación, reconocimiento de un hijo, etc.
LA Teoría GENERAL DEL ACTO JURIDICO
Acto jurídico bilateral: es aquel en el que intervienen dos o más voluntades para que pueda nacer a
la vida del Derecho. Si el acto jurídico nace unilateral, por regla general, va a terminar siendo
siempre unilateral. Nos dice la doctrina clásica que éste nunca puede llegar a convertirse en bilateral,
aunque después de perfeccionado llegue a concurrir otra voluntad distinta. Estos actos jurídicos
unilaterales son la excepción. Veremos en su momento que la mayoría de estos actos son solemnes,
de manera que la única voluntad que interviene quede protegida. Hoy conocemos actos unilaterales
que se abren a la pluripersonal dad, pensemos solamente en los estatutos de una empresa
unipersonal de responsabilidad limitada o de una sociedad por acciones, que nacen de la voluntad
del autor (empresario o socio), pudiendo posteriormente abrirse a recibir otros socios, sin que por
ello haya de celebrarse un contrato de sociedad.
Los actos jurídicos bilaterales son la regla general. En ellos, normalmente, las partes negocian en un
pie de igualdad. Por esto, el legislador no se preocupa de regularlos en forma especial, de ahí que la
mayoría sean consensuales y no solemnes.
No hay contrato sin consentimiento, es decir, éste es siempre bilateral, lo que sucede es que el
contrato puede obligar a una o a ambas partes, y en ese caso, éste será unilateral o bilateral.
Hay contrato unilateral cuando de ese acto jurídico bilateral, denominado contrato, nacen
obligaciones para uno solo de los contratantes. Hay contrato bilateral cuando ambos contratantes se
obligan.
Nuestro Código no reconoce como categoría típica los actos jurídicos multilaterales o plurilaterales,
ellos son considerados como bilaterales.
Rodrigo Barcia, en relación al contrato plurilateral, nos dice que "dicho contrato es el que se origina
por la voluntad de dos o más partes que tienen un interés común. Esta figura tiene su origen en la
doctrina italiana y fue adoptada por el Art. 1420 del Codice Civile. Como recalca el profesor español
Díez-Picazo, conforme a la doctrina italiana, el contrato plurilateral exige un contenido asociativo. De
esta forma, no es un contrato plurilateral una compraventa con varios compradores o vendedores u
operaciones triangulares, en las que cada parte ostenta sus derechos y obligaciones. Lo que
caracteriza a estos contratos es que, en ellos, las partes buscan un interés común, que no se
presenta en los contratos bilaterales, que exigen intereses contrapuestos. La utilidad de esta figura
radica en que la extensión de los efectos de las indicacias se reduce, afectando a los contratantes de
forma independiente. En Chile se suele señalar como ejemplo de estos contratos a la cesión de
contrato en que concurren tres partes: cedente, cesionario y contratante cedido. Pero, conforme a lo
señalado, la cesión no es un contrato multilateral, ya que los intereses de cada una de las partes
serían diferentes.
En cambio, el contrato de sociedad sí sería un contrato multilateral.
Finalmente, cabe aclarar que estas clasificaciones rígidas de los contratos se van desperfilando en
nuestros días y se puede observar que es posible celebrar un 'contrato unilateral' por medio de un
acto jurídico unilateral, como en el contrato de sociedad unipersonal.
Una categoría doctrinaria que está en directa relación con esta clasificación es la de contrato
sinalagmático perfecto o imperfecto.
El sinalagmático perfecto, nace como bilateral y produce los efectos propios de un contrato bilateral,
mientras que el sinalagmático imperfecto, nace como contrato unilateral, pero por circunstancias
posteriores, y no contempladas por las partes, lo transforman en bilateral. Nos dice Barcia, citando a
Melich-Orsini, que "en el contrato sinalagmático imperfecto la obligación, que eventualmente nace
para la parte que no se ha obligado, no está vinculada al contrato. De esta forma, no cabe asimilar al
contrato sinalagmático imperfecto al contrato bilateral. En cierto modo no se estaría frente a una
obligación contractual, sino frente a una obligación legal que no emana del contrato. Es más, en la
mayoría de los casos de obligaciones, que no nacen con el perfeccionamiento del contrato, éstas
tendrán por fundamento un ilícito, como en el incumplimiento de una obligación de declarar".
2. Según si tiene por objeto la utilidad o beneficio de una o ambas partes (Art. 1440). Los actos
jurídicos son gratuitos cuando sólo tienen por objeto la utilidad de una de las partes sufriendo la otra
el gravamen. Ejemplo: donación, que es un contrato que requiere del consentimiento de ambos
contratantes, pero sólo una parte (donante) sufre el gravamen (el dar gratuitamente una cosa),
mientras la otra (donatario) recibe la utilidad.
La regla general en este campo es que los actos jurídicos y los contratos, en general, no sean
gratuitos, por ello son generalmente solemnes.
El acto jurídico es oneroso cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose
cada uno en beneficio del otro. Ejemplo: compraventa, arrendamiento.
La regla general es que los contratos sean onerosos, por lo mismo, admiten la distinción entre
solemnes y no solemnes. El contrato oneroso es generalmente bilateral y el gratuito es unilateral por
regla general.
3. Según en qué consista la equivalencia de las prestaciones que impone el contrato oneroso
pueden clasificarse en conmutativos o aleatorios (Art. 1441) El contrato oneroso es conmutativo
cuando cada una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo
que la otra parte debe dar o hacer a su vez. La ley dice que se mira como equivalente (no que lo sea
realmente) a lo que la otra debe dar o hacer, a su vez. En otras palabras, las partes deben creer
subjetivamente en esta equivalencia. Ejemplo: compraventa, sociedad, arrendamiento, etc.
Es aleatorio cuando la equivalencia consiste en una contingencia incierta de ganancia o pérdida.
Ejemplo: el contrato de juego o apuesta o el contrato de seguro. En ciertas situaciones encontramos
contratos generalmente conmutativos que pueden contener un área o incertidumbre, como en la
compraventa de pertenencias mineras o en la compraventa de cosas que no existen, pero se espera
que existan, 10 que se conoce como compraventa futura.
4. Según si requiere o no el acto de otro para subsistir (Art. 1442) El acto jurídico o contrato es
principal cuando subsiste por sí mismo, sin necesidad de otra convención.
Ejemplo: compraventa, arrendamiento. El acto jurídico o contrato es accesorio, en cambio, cuando
tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obligación principal, de manera que no puede
subsistir sin ella. Se les llaman cauciones o garantías.
No hay que confundir esta clasificación legal con otra doctrinaria, que se refiere a los contratos
dependientes, que son aquellos que dependen de una convención principal, sin la cual no pueden
existir.
Decíamos que los contratos accesorios se denominan cauciones o garantías, las cuales pueden ser
reales, si afectan bienes para asegurar el cumplimiento de la obligación principal (hipoteca, prenda),
o personales, cuando se afecta el patrimonio general de una persona para garantizar el cumplimiento
de una obligación (ejemplo: fianza).
Las cauciones no pueden existir por sí solas y, por lo mismo, sin el contrato principal no pueden
subsistir, siguen el aforismo romano que reza que "lo accesorio sigue la suerte de lo principal". Hay,
sin embargo, cauciones, excepcionales, por cierto, que pueden existir y subsistir sin necesidad de un
contrato principal, es el caso particularmente de las garantías autónomas o a primera demanda,
como la boleta bancaria de garantía.
5. Según la forma como la ley exige que se manifieste la voluntad para perfeccionar el acto o
contrato (Art. 1443). Contrato real es aquel que para que sea perfecto es necesaria la tradición
de la cosa a la que se refiere. En estricto rigor, el contrato real es aquel que para perfeccionarse es
necesario, además del consentimiento, la entrega de la cosa a la que se refiere.
En su momento veremos que, entre tradición, que es un modo de adquirir el dominio de las cosas, y
la entrega, que es una simple traslación material de la cosa, hay una diferencia de género a especie.
De ese modo, hay contratos reales que se perfeccionan por la tradición de la cosa. Ejemplo: contrato
de mutuo o préstamo de consumo, mientras otros,
LA TEORÍA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
como el comodato o préstamo de uso, se perfecciona por la simple entrega, pues ésta no transfiere
el dominio, en todo caso, ambos contratos son reales. Los contratos son solemnes cuando están
sujetos a la observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellos no produce
ningún efecto civil.
Ejemplo: compraventa de bienes raíces o de una sucesión hereditaria o un contrato de hipoteca.
La solemnidad aquí es la forma como la ley exige que el consentimiento se exteriorice.
Los contratos consensuales son aquellos que se perfeccionan por el solo consentimiento de las
partes. Son la regla general. El consentimiento se puede expresar de diferentes maneras: expreso,
tácito, presunto e incluso por el silencio.
b. Clasificaciones doctrinarias
1. Según la norma que los regula, pueden ser público o privado Público, es el regulado por el
derecho público, a este tipo de actos pertenecen los actos de la administración del Estado, los que
estudiamos como actos que emanan de la potestad reglamentaria. Privado, es el regulado por el
derecho privado (regla general).
2. Según si tiene o no un tratamiento o regulación legal, puede ser nominado (típico) o innominado
(atípico) Nominado (típico): es el acto que tiene una regulación legal, para que sea nominado no
basta que la ley lo mencione, es necesario que ley lo regule.
Ej.: contrato de venta.
Innominado: es el que no tiene una regulación legal, son creados en virtud de la autonomía de la
voluntad. Muchos nacen innominados y luego son regulados (ejemplo: el contrato de arrendamiento
con promesa de venta o leasing).
En las lecciones sobre el Derecho de las obligaciones ahondaremos sobre el tema, llegando a la
conclusión de que la sinonimia entre contrato nominado y típico o innominado y atípico es errónea.
3. Según el contenido, pueden ser patrimoniales o extra patrimoniales Los patrimoniales tienen un
contenido económico o pecuniario. Ejemplo: la compraventa o el mutuo.
Los extra patrimoniales no tienen contenido económico o éste, de tenerlo, es de menor importancia,
prevaleciendo en ellos el carácter moral. Ejemplo: los actos de familia, el contrato de matrimonio.
4. Según el poder de la voluntad, pueden ser actos jurídicos de libre discusión, dirigidos, forzosos o
de adhesión De libre discusión son aquellos en que las partes se encuentran en un pie de igualdad,
las partes tienen plena libertad para discutir el contenido de las cláusulas contractuales. Son la regla
general. Se les llama también actos jurídicos abiertos.
Acto jurídico dirigido es aquel cuyos elementos básicos o esenciales se encuentran regulados en la
ley, las partes no pueden modificarlos o alterarlos. Porque la ley supone que las partes no están en
una condición de igualdad, entra a regular las condiciones mínimas del acto. Ejemplo: contrato de
trabajo.
Actos jurídicos forzosos son aquellos que el legislador obliga a celebrar para desarrollar una
determinada actividad. Ejemplo: los estatutos de las cooperativas o asociaciones gremiales y en
algunos casos, el contrato de seguro (cuando debemos contratar uno para sacar el permiso de
circulación).
Acto jurídico de adhesión o estandarizados son aquellos en que una de las partes tiene la facultad de
imponer a la otra todas las condiciones del acto o contrato, restándole a la otra sólo la libertad para
aceptar o rechazar la celebración del acto.
LA TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO
De aceptarlo rigen todas las condiciones preestablecidas unilateralmente por la que ofrece el
contrato, por ello, las partes no están en pie de igualdad, una está subordinada a la otra y la
autonomía de la voluntad se ve reducida. El derecho protege en este punto a la parte más débil, ya
sea interpretando el contrato en caso de dudas en contra de los intereses de la parte que lo redactó
o imponiéndole determinadas obligaciones, como las que se señalan en la Ley de Protección al
Consumidor.
5. Según la época en la que vayan a producir sus efectos, hay actos jurídicos entre vivos o por causa
de muerte Entre vivos, son los actos que producen sus efectos en vida de las partes.
Por causa de muerte, son aquellos que producen sus efectos para después de la muerte de los
contratantes. Los derechos y obligaciones nacen en el momento en que muere una de las partes o
en el momento en que muere su autor. Se caracterizan porque son esencialmente revocables.
6. Según la forma en que se cumplan sus efectos, pueden ser instantáneos o de tracto sucesivo
Instantáneo, es el acto cuyos efectos se producen todos en un solo instante, inmediatamente
después de celebrados.
De tracto sucesivo o continllado, son aquellos cuyos efectos se van desarrollando a través del
tiempo. Ejemplo: contrato de arrendamiento, contrato de seguros, contratos de sociedad.
Esta clasificación es importante, pues permite determinar la forma cómo se pone término a estos
actos: En aquellos instantáneos, la parte cumplidora puede pedir la resolución del contrato, por lo
que opera con efecto retroactivo, mientras que en los de tracto sucesivo, la parte cumplidora debe
pedir la terminación y, por lo mismo, nunca operan con efecto retroactivo.
7. Según si están o no afectos a modalidades. puede haber actos puros y simples o sujetos a
modalidad Son puros y simples aquellos que producen sus efectos normalmente y son la regla
general.
Son actos sujetos a modalidad aquellos en que las partes han incorporado elementos accidentales
para alterar sus efectos normales (las modalidades más usuales son la condición, el plazo, el modo,
la representación, la cláusula penal, etc.).
8. Según si sirven o no para preparar un futuro contrato, pueden ser contrato preliminar o
preparatorio y definitivo El contrato preliminar o preparatorio, es el que tiene por objeto establecer las
condiciones necesarias a fin de hacer posible la celebración de un contrato en el futuro, por ejemplo,
el contrato de promesa de celebrar un contrato (Art. 1554). Estos contratos sólo producen algunas
obligaciones bajo ciertas condiciones. Los contratos preliminares, por regla general, tienen un
contenido inmaterial que da lugar a una obligación de hacer.
El contrato definitivo, en cambio, es aquel que no tiene por objeto establecer condición alguna para
la celebración de un contrato posterior.
9. Según si exige o no una razón o motivo para celebrarlo, el acto jurídico puede ser causado y
abstracto o encausado
Acto jurídico causado es aquel que exige una causa (motivo que induce al acto) y es la regla general,
mientras el abstracto o encausado se define como aquel que carece de causa o se celebra sin tener
una relación directa con una causa determinada, como la letra de cambio o la fianza.
F. Los ACTOS CORPORATIVOS
Sabemos que en cada Estado la comunidad se organiza de la manera que estime conveniente a sus
intereses particulares. Este derecho de organizarse
LA TEORIA GENERAL DEL ACTO JURÍDICO
está garantizado por la Constitución Política del Estado, que asegura "el derecho de asociarse sin
permiso previo".
La comunidad de personas, entonces, puede agruparse o asociarse en partidos políticos, juntas de
vecinos, asociación de estudiantes de derecho, sindicatos, cooperativas, sociedades civiles o
comerciales, etc.
Cada una de estas agrupaciones goza de autonomía y posee sus propias finalidades, estructura
interna, estatutos, reglamentos internos o normas que la regulen.
Estas normas, en general, son el fruto de la reglamentación privada, es decir, del poder de cada
comunidad de darse sus propias normas específicas.
Decirnos en regla general, pues hay excepciones que están constituidas por ciertas agrupaciones
que deben de adoptar una forma especial de regirse y en donde la voluntad de autodeterminarse se
ve reducida al máximo por un orden público que todo lo regula e invade.
Pero analicemos la regla general, donde cada organización puede dictar sus propias normas dentro
del marco de la legalidad vigente. Estas normas, son normas jurídicas y contienen prescripciones
normativas que, aunque tengan un alcance limitado sólo a sus miembros, no dejan de ser
vinculantes u obligatorias para ellas, estableciéndose perfectamente sanciones para el caso de
desobediencia de esas normas.
La naturaleza jurídica de esa reglamentación interna suele ser asociada a la fuerza del contrato, sin
embargo, nosotros creernos que hay allí, en los estatutos de esas agrupaciones, un conjunto de
normas jurídicas estatutarias de carácter general, diferentes a la de los contratos, de carácter
abstracto muchas veces y sobre todo permanentes, es decir, que subsisten más allá de sus
miembros e incluso, para aquellos miembros futuros que no han sido parte de la convención que dio
nacimiento a la organización.
De ese modo, por ejemplo, los integrantes de la agrupación pueden decidir someterse a la decisión
mayoritaria, lo que en un contrato no rige, pues es aplicable la regla de la unanimidad.
a. Concepto;
Actos corporativos son, siguiendo la definición del profesor Ballacey con algunas variantes menores,
"aquellas expresiones normativas que surgen de las corporaciones, fundaciones y demás
organizaciones intermedias, es decir, la de ciertos entes no estatales que tienen aptitud para generar
sus propias normas generales y obligar a sus asociados".
b. Características;
Podemos caracterizar los actos corporativos según cuatro puntos de vista:
1. Se trata de una fuente formal no estatal, pero sujeta al control del Estado.
Ello, por cuanto es el Estado el que reconoce estos grupos intermedios, otorgándoles la personalidad
jurídica en muchos casos, y pudiendo por ello mismo privarlos de ella, fiscalizar el cumplimiento de
los estatutos sociales, controlar la adecuación del fin social al marco legal vigente.
2. El poder de reglamentación de estos grupos intermedios está reconocido por cuanto pueden
producir sus propias normas vinculantes y obligatorias. Generalmente, el instrumento en que ellas se
expresan se denomina "estatutos", cuya naturaleza responde en algunos casos a una convención de
partes y en otras, a un modelo impuesto por la autoridad.
3. En tanto normas jurídicas pueden contener, y de hecho contienen, una sanción para el caso de
incumplimiento por parte de sus adherentes.
Estas sanciones, en todo caso, por el principio de legalidad, no pueden ser penas penales, o sea,
que impliquen una privación de libertad, sin embargo, pueden ser penas civiles, como la aplicación
de multas, amonestaciones, suspensiones del ejercicio de los derechos de adherente (derecho a voz
y voto) o privación de la calidad de miembro a través de expulsiones.
4. La regla general es que en sus decisiones prime el principio de la mayoría, pues la regla de la
unanimidad hace casi imposible la toma de decisiones en su interior.
LA TEORÍA GENERAL DEL ACTO Jurídico
c. ¿Estas normas corporativas estarán sujetas a control de constitucionalidad o legalidad?
No, pues no son normas de carácter general sino entre sus miembros o adherentes. Claramente,
están sujetas a un control administrativo, que velará, por ejemplo, a priori, porque sus objetivos no
sean contrarios a la moral, al orden público o a la seguridad del Estado, ya posteriori, a fin que sus
objetivos no se desvíen de los originalmente establecidos y se vuelvan ilícitos.
A pesar de que los estatutos y los reglamentos internos constituyen verdaderas leyes para los
asociados o miembros, por cuanto contienen normas jurídicas aplicables a las actividades de la
organización, así como a sus miembros, no puede estimarse que sean leyes de carácter general y
obligatorio para los que no participan de la organización.
El Código civil chileno prescribe en su Art. 553 que "los estatutos de una corporación tienen fuerza
obligatoria sobre toda ella, y sus miembros están obligados a obedecerlos bajo las penas que los
mismos estatutos impongan".

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