Está en la página 1de 2

Reporte de lectura

Nombre del texto: Regulación de la educación superior en México: un largo y sinuoso camino

Autor: Roberto Rodríguez Gómez

Año: 2020

Referencia en APA: Rodríguez Gómez, R. (2021) Regulación de la educación superior en


México: un largo y sinuoso camino. Universidades, 86, pp. 13-33

En este ensayo el autor hace un recuento histórico de la regulación de la educación superior en


nuestro país. Comienza desde la época de la colonia cuando se creó la primera universidad
mexicana poco después de la creación del Virreinato que se rigió por las constituciones de la
universidad de Salamanca, siendo también la corona un actor importante en la toma de
decisiones.

Más adelante, a finales del siglo XVIII, se implantaron las reformas bobórnicas siendo rasgos
comunes el carácter público, la orientación laica, profesional y gremialista. Y a finales del siglo
XVIII, se observó la formación ideológica de la generación de criollos propietarios y clérigos
ilustrados que apoyó el Movimiento Independentista, innovaciones técnicas y en la mejora de
los procesos productivos y la reforma de la enseñanza elemental y también en la renovación de
las cátedras y programas universitarios.

En la primera parte del siglo XIX que la regulación de las instituciones dependía principalmente
de ellas mismas o alguna intervención de las autoridades estatales, pero no se desarrollaron
principios de coordinación aplicables al ámbito nacional o estatal. Mientras que en la segunda
el proyecto educativo nacional fue conducido por dos grandes líneas de acción; la
conformación de un sistema educativo nacional; y la ampliación de la enseñanza básica en
forma y contenido.

Durante el siglo XX, se reformó el artículo 3° de la constitución posibilitando la participación de


proveedores privados en la educación primaria, secundaria y normal, siempre y cuando
asumieran el ideario revolucionario y evitaran cualquier forma de representación religiosa, sin
embargo, no se integra la educación superior. A mediados de siglo, en materia de
reconocimiento de validez oficial de estudios, la Ley del 42 establecía algunos criterios
generales para su otorgamiento a cargo de la Secretaría de Educación Pública. En primer
lugar, que fuera solicitado en forma oficial a la autoridad educativa competente y que la
solicitud demostrara la satisfacción de los mismos requisitos para el trámite de revalidación de
estudios, es decir: la equivalencia de estudios a los que se impartan en el sistema público, en
términos de las materias, prácticas y horas de estudio contempladas en los correspondientes
planes de estudio. Después, en 1978, bajo la presidencia de José López Portillo, se decretó la
Ley para la Coordinación de la Educación Superior. Aunado a ello Ley Federal del Trabajo
conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerden con
la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de las instituciones a que esta
fracción se refiere.”

En el siglo XXI, se instaura la Ley General de Educación que hizo poco por generar los
principios de coordinación y regulación de un sistema que había crecido y desarrollado nuevas
tendencias de descentralización y diversificación.

Finalmente, el autor presenta algunas reflexiones sobre el anteproyecto de la Ley General de


Educación Superior 2020 que tiene 7 títulos que abre en consecuencia oportunidades
renovadas para que las entidades federativas tomen un mayor control de los conglomerados
institucionales que tienen presencia en el ámbito estatal. También destaca destacar el enfoque
de derechos humanos que está presente en la formulación de los fines y criterios que deben
regir en la organización, gestión y funcionamiento de las instituciones en este nivel de estudios.
Y enfatiza la posibilidad de lograr una norma de consenso, que deriva de un muy amplio
proceso de discusión legislativa, de consulta a las comunidades relevantes y de ensayo de
soluciones para los diversos aspectos considerados.

También podría gustarte