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Es un órgano sensorial.
La piel posee diversas propiedades, entre las que se pueden destacar, las melanogénicas,
detergentes, inmunológicas, metabólicas y enzimáticas, termorreguladoras y sensoriales.
Desde el punto de vista histológico, está constituida por la epidermis y la dermis, con sus
conocidas características.
Es el órgano más grande del cuerpo. La piel y sus derivados (cabello, uñas y glándulas
sebáceas y sudoríparas), conforman el sistema tegumentario. Entre las principales funciones
de la piel está la protección. Ésta protege al organismo de factores externos como bacterias,
sustancias químicas y temperatura.
La piel está compuesta por dos capas principales, la epidermis y la dermis que reposan sobre
una capa grasa denominada hipodermis (tejido subcutáneo). Tanto la epidermis como la
dermis se componen a su vez de dos subcapas. La zona que ancla la epidermis a la
dermis se denomina unión dermoepidérmica.
Los cambios en la piel están entre los signos más visibles de envejecimiento. Los signos
del aumento de la edad incluyen las arrugas y la piel flácida. El encanecimiento del
cabello es otro signo obvio de envejecimiento.
Los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más frágiles. Esto lleva a que se
presenten hematomas, sangrado debajo de la piel (a menudo llamado púrpura
senil), hemangiomas capilares y afecciones similares.
Las glándulas sebáceas producen menos aceite a medida que se envejece. Los
hombres experimentan una mínima disminución, más frecuentemente, después de los
80 años de edad. Las mujeres producen gradualmente menos aceite después de la
menopausia. Esto puede hacer que sea más difícil mantener la piel humectada, lo que
causa resequedad y picazón.
Algunos medicamentos son absorbidos por la capa grasa. El encogimiento de esta capa
cambia la manera en la que actúan dichos medicamentos.
Las glándulas sudoríparas producen menos sudor. Esto hace que sea más difícil
mantenerse fresco. Su riesgo de sobrecalentarse o de sufrir insolación aumenta.
Las úlceras de decúbito pueden ser provocadas por cambios en la piel, pérdida de la
capa de grasa, una disminución de la actividad, mala nutrición y enfermedades. Las
llagas se observan principalmente en la superficie externa de los antebrazos, pero
pueden ocurrir en cualquiera otra parte del cuerpo.
La piel envejecida se repara a sí misma más lentamente que la piel joven. La curación
de una herida puede ser hasta 4 veces más lenta. Esto contribuye a la generación de
úlceras de decúbito e infecciones. La diabetes, los cambios en los vasos sanguíneos, la
disminución de la inmunidad y otros factores también afectan la curación.
PROBLEMAS COMUNES
Los trastornos de la piel son tan comunes en todos los adultos mayores que a menudo
es difícil diferenciar los cambios normales de los que están relacionados con una
enfermedad. Más del 90% de todas las personas adultas mayores tiene algún tipo de
trastorno de la piel.
Los trastornos de la piel pueden ser causados por muchas afecciones, incluso:
Diabetes
Cardiopatía
Enfermedad hepática
Deficiencias nutricionales
Obesidad
Reacciones a medicamentos
Estrés
El clima
Prendas de vestir
Calefacción en la casa
Engrosamiento de la piel
Psoriasis
La psoriasis está causada por una aceleración del ciclo de vida de las células cutáneas,
que provoca que estas se acumulen en la superficie de la piel dando lugar a escamas
y manchas rojizas que provocan picor e incluso dolor.
Los síntomas varían en cada persona, pero los más comunes son:
Articulaciones inflamadas.
Herpes zóster
La infección de la piel por el virus del herpes zóster (el mismo que produce
la varicela en los niños) es un problema relativamente común en los ancianos que
afecta a personas por lo demás sanas, pero que puede causar mayores problemas en
los pacientes con su sistema de defensas dañado.
Los adultos mayores, las personas de piel clara y quienes han pasado mucho tiempo en
el sol son más propensos a los lentigos seniles, mejor conocidos como manchas de la
edad. Son manchas planas de color marrón claro, marrón o negro que suelen aparecer
en la cara, las manos, los hombros y los brazos. Sin embargo, es importante que tu
médico distinga las manchas de la edad de otros problemas, como el lentigo maligno,
un tipo de cáncer de piel. Las manchas de la edad no son peligrosas y no necesitan
tratamiento. En algunos casos, se pueden quitar o se puede disminuir su apariencia
con cremas con receta y procedimientos.
2- Protocolo de actuación en la prevención de UPP , paciente sin movilidad y con
sonda vesical.
Cualquier persona que debe permanecer largo tiempo encamada puede padecer las
úlceras por presión.
Se debe revisar la piel, por lo menos una vez al día. Cualquier área que permanezca
enrojecida, tras unos minutos de haber cambiado de postura, tiene que llamar su
atención.
Fíjese bien en las zonas típicas de presión: talones, glúteos, espalda, codos y parte
posterior de la cabeza.
Mantenga la piel limpia y seca. Debe limpiar la piel tan pronto como se ensucie, es
conveniente hacerlo con un trapo o esponja suave.
Debe usar jabones que no irriten la piel. Use agua tibia, no muy caliente.
Evite la sequedad de la piel: use cremas o aceites hidratantes, evite el aire frío o seco.
Use ropa de cama que sea de tejidos naturales. Mantenga la ropa seca, limpia y sin
arrugas.
Evite la humedad de la orina, heces, sudor o supuración. Cuando esto ocurra debe
limpiar muy bien la piel, secándola luego con un paño suave a golpecitos, nunca
frotando.
En el caso del paciente sondado las medidas y cuidados deben ser muy vigilados y
controlados:
MOVILIZACIÓN
A los pacientes encamados es necesario, cada 2-3 horas, moverles alguna zona,
haciéndolo siguiendo un orden.
Evite el contacto directo de las prominencias óseas entre sí, por ejemplo tobillos,
rodillas, etc.
Evite el arrastre, si tiene que moverlo pida ayuda a otra persona para no arrastrarlo
por la cama.
Las úlceras de decúbito se agrupan por la gravedad de los síntomas. La etapa I es la más leve.
La etapa IV es la peor.
Etapa I: un área enrojecida y dolorosa en la piel que no se torna blanca cuando se le
presiona. Esta es una señal de que se puede estar formando una úlcera de decúbito. La
piel puede estar caliente o fría, firme o suave.
Etapa II: se forman ampollas en la piel o una llaga abierta. El área alrededor de la llaga
puede estar roja e irritada.
Etapa III: la piel desarrolla ahora un agujero abierto y hundido llamado cráter. El tejido
por debajo de la piel está dañado. Usted puede ver grasa corporal en el cráter.
Etapa IV: la úlcera de decúbito se ha vuelto tan profunda que hay daño en el músculo
y el hueso y, a veces, en los tendones y las articulaciones.
Existen otros dos tipos de úlceras de decúbito que no encajan en las etapas.
Úlceras cubiertas de piel muerta que es amarilla, café, verde o marrón. La piel muerta
hace difícil diferenciar cuan profunda es la úlcera. Este tipo de úlcera es
"inclasificable".
Las úlceras de decúbito tienden a formarse donde la piel cubre las zonas de hueso, como por
ejemplo:
Los glúteos
El codo
Las caderas
Los talones
Los tobillos
Los hombros
La espalda
Cambie de posiciones con frecuencia. Si está en una silla de ruedas, trate de cambiar
su posición cada 15 minutos. Si está en la cama, lo deben mover más o menos cada 2
horas.
Cuide la úlcera como le indique su proveedor. Mantenga la herida limpia para prevenir
infección. Limpie la úlcera cada vez que cambie un vendaje.
En caso de una úlcera en etapa I, puede lavar la zona suavemente con un jabón suave
y agua. Si es necesario, utilice una barrera antihumedad para proteger la zona de los
fluidos corporales. Pregúntele al proveedor qué tipo de crema hidratante usar.
Las úlceras de decúbito en etapa II deben limpiarse con un enjuague de agua salada
(solución salina) para eliminar el tejido suelto y muerto. O el proveedor puede
recomendar un producto de limpieza específico.
No use agua oxigenada ni productos de limpieza con yodo. Pueden dañar la piel.
Mantenga la úlcera cubierta con un vendaje especial. Esto protege contra infección y
ayuda a mantener la úlcera húmeda para que pueda sanar.
Hable con su proveedor respecto a qué tipo de vendaje utilizar. Según el tamaño y de
la etapa de la úlcera, puede usar una película, gasas, gel, espuma u otro tipo de
vendaje.
La mayoría de las úlceras en etapa III y IV serán tratadas por su proveedor. Solicite
alguna instrucción especial para los cuidados en el hogar.
Aplique polvo ligeramente a las sábanas para que su piel no se frote sobre ellas en la
cama.
Evite resbalarse o deslizarse a medida que cambia de posiciones. Trate de evitar las
posiciones que ejercen presión sobre su úlcera.
Cuide su salud.
Duerma bien.
No realice masajes en la piel cerca de ni sobre la úlcera. Esto puede causar más daño. No use
cojines en forma de rosca o anillo: reducen la circulación sanguínea en la zona, lo cual puede
causar llagas.
Fiebre
Tratar el dolor de forma adecuada Para realizar la cura de una upp son recomendables las
siguientes pautas:
1.- Limpieza de la ulcera: Se recomienda suero fisiológico salino en cada cambio de apósito. Se
desaconsejan los antisépticos locales (povidona yodada, agua oxigenada, ácido acético etc.), ya
que son productos citotóxicos. Una ulcera limpia deberá mostrar signos de curación entre 2-4
semanas. Si no es así, revisar el tratamiento.
2.- Desbridamiento: Debe seleccionarse el método de desbridamiento más adecuado de
acuerdo a la condición del paciente y objetivos del tratamiento, al tipo, cantidad y localización
del tejido necrótico y cantidad de exudado. Utilizar instrumentos estériles. Puede hacerse:
• Quirúrgico: es el método más conveniente para retirar el tejido desvitalizado con riesgo de
celulitis o sepsis. Debe realizarse por planos y en diferentes sesiones por ser doloroso. Para
prevenir el dolor se recomienda la aplicación de anestésico tópico o analgésicos por vía oral. Si
hay hemorragia ejercer compresión directa y usar apósitos secos durante 24 horas, cambiando
después a un apósito húmedo.
Autolítico: es la forma más indolora, traumática y selectiva para eliminar el tejido necrótico sin
dañar el tejido sano, aunque es mucho más lento. La curación no tiene lugar hasta que todo el
tejido necrótico se ha retirado. Se basa en el principio de cura húmeda. Se utilizara un apósito
hidropolimérico y regularemos la cantidad de exudado, absorbiendo el exceso con un alginato
o aportando humedad con un hidrogel. Las upp de talón con escara seca no necesitan ser
desbridadas salvo que presenten edema, eritema, fluctuación o supuración. Pueden ser
eliminadas mediante apósitos que proporcionen un ambiente húmedo que facilite la autolisis,
los hidrocoloides y los hidrogeles.
3.- Aplicación de apósitos: El apósito ideal debería mantener sana la piel periulceral, el lecho
de la ulcera siempre húmedo, regular el exudado, proteger de contaminaciones externas e
infecciones, dejar la mínima cantidad de residuo en la lesión y adaptarse a localizaciones
difíciles. No existe un apósito ideal, los estudios no ofrecen evidencia científica suficiente para
determinar con certeza si los apósitos especiales son más eficaces que los tratamientos
convencionales. Solo existe un estudio que sugiere que los apósitos hidrocoloides son más
eficaces en ulceras en estadio II no complicadas. La elección del apósito idóneo nos viene
determinada por la localización, estadio de la ulcera, la cantidad de exudado, la presencia de
signos de infección, el estado del paciente y su coste-eficacia. En este último punto, aunque
algunos estudios los recomiendan basándose en que precisan menor número de cambios y
tiempo de personal de enfermería, no hay diseños que permitan definir con claridad cuál es la
mejor relación coste-eficacia de estos apósitos ya que las variables clínicas y económicas son
propias en cada ámbito asistencial. Los apósitos hay que aplicarlos sin recortar y excediendo
en al menos 3 cm del borde de la lesión. Para evitar que se formen abscesos o “se cierre en
falso” es necesario rellenar parcialmente (entre la mitad y las tres cuartas partes) las cavidades
y tunelizaciones con productos basados en el principio de la cura húmeda. La frecuencia de
cambio de cada apósito viene determinada por su deterioro, teniendo en cuenta que los
cambios frecuentes pueden lesionar el lecho de la ulcera. Hay que dar a un apósito un tiempo
de dos semanas para que actúe, por lo que no se recomienda pasar a otro distinto en ese
tiempo. Considerar el cambio de apósito en caso de que la retirada este creando problemas de
dolor, hemorragia o agresiones en la herida o piel que hay alrededor de la misma. La retirada
del apósito se debe hacer mediante su humedecimiento o según instrucciones del fabricante
del apósito. Cuando existan cuidados paliativos y upp, se deben marcar unos objetivos
evitando en lo posible técnicas agresivas y el dolor. Evitar la infección de las lesiones y el olor
con apósitos de carbón activado. Usar apósitos que permitan espaciar al máximo las curas. En
situación de agonía es necesario valorar si proceden los cambios posturales.