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Actividad 2

1. ¿Qué utensilios y protocolo de higiene utilizarías con un paciente encamado, consciente, pero no
válido?

Equipo:
Ropa limpia de la cama y del paciente. Toallas (una de baño y otra para la cara). 2 palanganas. 1 jarra. Cuña. Artículos de higiene
personal: peine, cepillo, colonia, desodorante, etc. Toallas. Cortaúñas. Carro ropa sucia.
Materiales:
Guantes no estériles. Esponja. Jabón de pH neutro o antiséptico. Bastoncillos de algodón. Empapadores y pañales (si es preciso.)
Crema hidratante o vaselina liquida. Gasas estériles. Suero fisiológico. Pijama o camisón limpio. Bolsas para ropa sucia y basura.
Hoja de registro.
Procedimiento:
 Preparación del material: Realizar lavado de manos. Elegir guantes adecuados. Preparar el material y trasladarlo a la habitación
del paciente. Colocarse los guantes no estériles.
Preparación del usuario:
Tranquilizar al usuario, e informarlo del procedimiento. Verificar la correcta identificación del usuario. Preservar y proteger su
intimidad. Colocarlo en la postura adecuada según su patología (generalmente decúbito supino.)

Determinar el grado de conocimiento sobre el procedimiento y la comprensión de este, por parte del usuario. Mantener la
temperatura del agua entre los 35-36 grados, y la temperatura ambiente entre los 22-24 grados. Evitar corrientes de aire en la
habitación. Proteger al usuario de caídas, bien con los métodos de sujeción de la propia cama (como barandillas,) o bien ayudado
por otros compañeros. Retirar la almohada si no está contraindicado.

Ejecución:
Retirar la ropa encimera de la cama, excepto la sabana superior, desnudar al usuario, manteniéndolo siempre tapado con la sabana
encimera excepto la parte que estemos lavando. La ropa sucia hay que ir introduciéndola en las bolsas correspondientes (no tirarla al
suelo). Comprobar la temperatura del agua.
Lavar la cara, sin jabón, por este orden: ojos, boca, nariz y orejas. Continuar por el cuello, se ha de enjabonar friccionando
suavemente con movimientos circulares, Luego las orejas las limpiaremos mediante bastoncillos (la parte externa y la posterior de
las mismas).
Continuar con los brazos, desde la muñeca hasta la axila. Enjuagar y secar. Acercar la palangana al usuario que al no ser válido
necesita que le lavemos las manos. Secar las manos, insistiendo en los espacios interdigitales.
Revisar las uñas y cortarlas si fuera preciso.
Cambiar el agua, jabón y esponja.
Lavar el tórax, insistiendo en los pliegues submamarios (sobre todo en mujeres.) Enjuagar, secar y cubrir con la sabana.
Lavar el abdomen y las ingles (limpiar depósitos de suciedad en el ombligo). Enjuagar y secar.
Lavar extremidades inferiores. Enjuagar y secar.
Lavar los pies, si se pudiera metiéndolos en la palangana.
Insistir en espacios interdigitales y revisar estado de uñas. Cambiar el agua, jabón y esponja.
Lavar genitales, incidir en las regiones inguinal y anal. Enjuagar y secar.
Si el usuario tuviera sonda vesical, realizaríamos sus cuidados según los protocolos establecidos. Secar bien la piel. Volver al
usuario de lado (extremar medidas de precaución en la movilización de sondas, catéteres, drenajes, tubos OT) y lavar la parte
posterior del cuello, hombros, espalda, muslos y nalgas. Enjuagar y secar la piel. Hidratar la piel de estas zonas con cremas
hidratantes, vaselina líquida, y aplicar un masaje suave, aprovechando para valorar el estado de la piel sobre todo en puntos de
presión.
Retirar las sabanas sucias y la funda del colchón (si fuera necesario), formando un rollo hacia la parte central de la cama.
 Colocar la ropa de la cama, previamente enrollada, que se irá estirando hacia la parte central de la cama.
Evitar el contacto entre la ropa limpia que colocamos, y la sucia que estamos retirando (ya que coinciden en la zona central de la
cama).
Poner al usuario en decúbito supino para poder girarlo hacia el lado contrario de la cama.
Retirar la ropa sucia de la cama y estirar la limpia, procurando que no queden arrugas.
Cambiar la sabana encimera sucia por la limpia.
Poner colcha y manta (si fuera preciso.)
Realizar ejercicios de fisioterapia respiratoria (clapping, vibración) y colocar dispositivos de prevención de UPP si se necesitaran.
Vestir al usuario con pijama o camisón limpios.
Peinar al usuario y ayudarle con sus objetos de aseo personal como colonia o desodorante.
Dejar al usuario en una posición cómoda adecuada, con fácil acceso al timbre y a sus objetos personales.
Recoger todo el material.
Quitarse los guantes.
Lavarse nuevamente las manos.
Registrar en la gráfica de cuidados cualquier incidencia o anomalía en la piel que se hubiera observado.

 NOTA:
Respetar en todo lo posible, la intimidad del usuario.
Cerrar las puertas de la habitación, puertas, Comprobar la temperatura del agua.
Realizar el aseo tantas veces como necesite el usuario (ya que nos podemos encontrar usuarios con heridas muy exudativas,
enfermos con diarreas, etc.).
Fatigar lo menos posible al usuario.
El secado de los pliegues cutáneos (mama, ingles) debe ser minucioso, para evitar la aparición de heridas o ulceraciones causadas
por la humedad.
La crema hidratante se colocará en las partes largas de las extremidades, y la vaselina o glicerina en zonas de presión.
En usuarios con miembro superior inmovilizado, o que parten vías venosas, se desvestirá a este comenzando par el brazo libre.
Para vestirlo comenzaremos par el contrario, el de la vía. Nunca tirar o dejar la ropa sucia en el suelo.

Higiene genital: 
Equipo:
 Cuña, jarra con agua templada, palangana con agua caliente, toallas.
Material:
 Compresas higiénicas, gasas y torunda, empapador, pañal, guantes no estériles esponja, soluci6n jabonosa y antiséptica, balsas de
plástico, hoja de registro.
Procedimiento:
Preparación del material: igual que en procedimientos anteriores.
Ejecución:
Desvestir al usuario y cubrirlo con una sábana. Retirar el pañal si hubiera, colocar cuña.

Hombre
Colocar al usuario en decúbito supino con las piernas flexionadas.
Lavar primero los genitales externos (pene y testículos). Enjuagar. Retraer el prepucio del pene y lavar el glande.
Limpiarlo con movimientos circulares desde el meato hacia el prepucio, usando una gasa limpia en cada movimiento. Enjuagar y
secar suavemente.
Subir de nuevo el prepucio a su posición para evitar edema de glande.
Mojar la esponja, impregnarla en gel y realizar el lavado de pene, escroto, ingles, periné y ano.
Aclarar con abundante agua templada.
Poner al usuario en decúbito lateral.
Lavar la zona anal con esponja.
Aclarar con agua templada, secar bien y retirar la cuña.
Girar al usuario de lado y secar desde la zona perineal hacia el ano.
Aplicar solución antiséptica si el usuario presentara heridas o sonda vesical.
Higiene de manos y pies:
 Acercar la palangana con agua tibia al usuario, ayudándolo a que meta las manos y lavárselas unos minutos con jabón neutro, secar
las manos, insistiendo en los espacios interdigitales, revisar las uñas y cortarlas si fuera preciso.

Higiene de los pies:


Lavar diariamente los pies con agua tibia, si fuera el caso sumergirlos en una palangana, utilizar  jabones suaves, enjuagar y secar
sin frotar. Revisar las uñas y alguna otra anomalía. Hidratar desde los pies hacia arriba para favorecer el retorno venoso. Las medias
y calcetines deben ser de algodón, transpirables y muy holgadas. Nunca deben presionar.
Higiene ótica:
Lavar el pabellón de la oreja con una esponja con jabón, friccionando suavemente con movimientos circulares. Enjuagar y secar.
Luego las orejas las limpiaremos mediante bastoncillos (la parte externa y la posterior de las mismas).
Higiene ocular:
Material:
Gasas estériles, guantes no estériles ,2 jeringasde1O cc estériles, solución salina a temperatura ambiente, pomada lubricante o la que
este pautada por el médico, tiras adhesivas, hoja de registro.
Procedimiento:
 Colocar al usuario en la posición adecuada (como está consciente en posición fowler). Ladear la cabeza hacia el lado del ojo a
limpiar (si es posible), poner la batea contra la cara y debajo del paciente. Esto facilitará el lavado desde el lado interno del ojo hacia
el externo. Cargar las jeringas con el suero fisiológico. Humedecer una gasa con solución salina y limpiar desde el ángulo interno al
externo de cada ojo hasta que quede limpio de secreciones.
Utilizar una gasa distinta para cada parpado y cada ojo.

Toda esto realizarlo con las parpados cerrados.


Después, abrir las parpados del usuario con los dedos índice y pulgar de una mano, sin ejercer presión en las partes blandas del ojo,
y con la otra aplicar el suero fisiológico desde el lagrimal hacia fuera, sin tocar las parpados o la córnea con la ampolla de suero o la
jeringa, y con la fuerza suficiente para eliminar restos de secreciones o pomada.
Utilizar una jeringa estéril para cada ojo.
La cabeza siempre ladeada del lado de ojo que se esté lavando.
Repetir hasta que el ojo quede limpio.
Secar con una gasa estéril cada ojo.
Cerrar suavemente los parpados.
Lubricar el ojo con pomada lubricante o aplicar pomadas que estuvieran pautadas por el médico.
Dejar al paciente en posición cómoda, cerca del timbre y sus objetos personales.
Recoger el material.
Quitarse los guantes y lavarse las manos.
Registrar el procedimiento así coma las incidencias que se hubieran producido.
2. El paciente, se encuentra en una habitación individual, con el material necesario para su cuidado
diario, pero a la hora de ubicarlo, no se ha tenido en cuenta las características que debe reunir el
entorno del usuario, en este caso la habitación, para aumentar su confort.

Explica las condiciones que debe de tener la habitación para que tanto la estancia del paciente como
el trabajo del personal sea lo más agradable posible.

En un centro sanitario residencial hay un número determinado de camas, algunas de características singulares y adaptadas a los
distintos procesos que puede presentar el usuario. Dado que este puede, según su patología, llegar a precisar un encajamiento
prolongado, es normal y frecuente que el enfermo considere su habitación y su cama como algo personal.
Una cama cómoda y adecuada facilita los movimientos, contribuye a conseguir y mantener una correcta alineación del cuerpo,
facilita la respiración, ayuda a la realización de diversas técnicas terapéuticas (colocación de vías venosas, drenajes, etc.) y favorece
el cuidado de la piel y sus lesiones Es muy importante la función del personal de enfermería, en especial de los auxiliares, para el
mantenimiento de la habitación del usuario en condiciones óptimas.

La unidad del paciente:


Llamamos así al conjunto que forma el área que ocupa el usuario, los muebles y el equipo que suministra la residencia a cada una de
las personas. Si en cada habitación encontramos dos usuarios, cada unidad puede aislarse por medio de biombos o cortinas, con el
fin de respetar la intimidad de cada persona. En una habitación encontraremos tantas unidades como pacientes haya ingresados.

Constará de: cama, silla, sillón, armario (donde el usuario guardará sus efectos personales), mesilla de noche y mesa de cama (que
se utiliza para colocar la bandeja de la comida).Estos muebles serán de color claro, lavables y de fácil desplazamiento.

En la habitación encontraremos, también un timbre para cada usuario, un interfono y señales luminosas para comunicarse con el
control de enfermería. Se completa con tomas de oxígeno, vacío y aire (no es obligatorio) en la pared.

Todo el resto de material necesario para prestar cuidados al usuario o administrar el tratamiento prescrito, es llevado por el personal
a la habitación, siendo responsables de su uso, verificación y reposición. La mayoría de este material es desechable y tras usarlo se
tira. El resto del material que se pueda reutilizar, será limpiado y esterilizado (en caso de que sea necesario).
En unidades especiales, encontraremos que tanto las estructuras como el equipamiento de la habitación estará adaptada a las
necesidades y cuidados específicos de estas áreas (maternidad, cuidados intensivos, quemados).

Control de las condiciones ambientales


La habitación es el lugar en el que la persona va a "vivir "durante su estancia en el centro, es habitual, hoy en día, que las
habitaciones tengan capacidad para dos camas (aunque las encontraremos también individuales), intentando que los usuarios que se
encamen tengan las mismas o similares patologías para conseguir así, una estancia más agradable, y facilitar los cuidados de
enfermería y la atención médica.
Es importantísimo que la habitación del usuario tenga unas condiciones higiénicas que la hagan más cómoda y segura. Deberá ser
espaciosa, tranquila, aireada, soleada, limpia y ordenada.

Luminosidad
La más indicada es la iluminación solar, ya que tiene propiedades curativas, desinfectantes, térmicas, etc. Para estar bien iluminada
la habitación debería tener una ventana amplia, que ocupara la cuarta parte de la superficie del suelo de la habitación.
La iluminación eléctrica es un complemento para la natural. Debe ser indirecta y uniforme (para no deslumbrar al paciente),
produciendo una sensación agradable.
Puede ser necesaria, en algunas ocasiones, una luz más intensa para lo que dispondremos de las lámparas auxiliares. Por la noche
deberá permanecer encendido un piloto en la pared, suficiente para que la habitación no quede a oscuras, pudiendo vigilar al usuario
mientras duerme o descansa.

Temperatura
Debemos intentar que la habitación se mantenga a una temperatura ambiental que oscile entre los 20 y 22 grados centígrados.
Conseguiremos esto bien mediante radiadores, acondicionadores de aire (que se regulan con un termostato). Con ellos
conseguiremos adecuar la temperatura a la época estacional, lograremos además una determinada humedad relativa del aire y un
ambiente libre de polvo, gases, bacterias.

Ventilación
 Es muy importante que la habitación esté bien aireada para renovar el aire viciado y los malos olores. El sistema más conveniente
es abrir las ventanas durante un breve período de tiempo, realizando esta acción varias veces al día. Si queremos evitar que el
usuario se enfrié, lo podríamos tapar o abrigar mientras estén las ventanas abiertas.
Otro sistema de ventilación es el que se realiza mediante el aire acondicionado, que proporciona un aire controlado en cuanto a
velocidad, humedad y temperatura.

Ruido
 Debe ser una habitación donde exista calma y tranquilidad. Los ruidos van a provocar en el paciente una situación de irritabilidad
(caída de objetos, conversaciones en voz alta, televisores o radios con excesivo volumen) especialmente en usuarios con fiebre,
sometidos a cirugías recientes o con alteraciones nerviosas.
Para evitar estas situaciones deberemos pedir a las visitas que hablen en voz baja para no molestar a los usuarios y tener cuidado en
el manejo o transporte de objetos, llevar zapatos silenciosos, etc.
3. Dado que el paciente es dependiente, una vez que terminemos el aseo vamos a cambiar la ropa de
cama, pero como consecuencia de la dependencia, éste no tiene capacidad para desocuparla mientras
la realizamos, por lo tanto debemos seguir el procedimiento de realización de una cama ocupada.
¿Cómo lo harías?
Este procedimiento lo realizaremos cuando el usuario, por su estado de salud, no pueda levantarse de la cama. Es decir, que el
cambio de las sabanas se realización el paciente acostado.

Material:
Dos sabanas, una bajera y otra encimera. Mantas de algodón o lana. Colcha. Almohada y funda. Funda para el colchón. Bolsa para
ropa sucia. Guantes desechables

En este caso el procedimiento será el de una cama abierta ocupada:

-Preparar el material, lavarse las manos y colocarse los guantes.


-Explicar al paciente si puede, si se puede, el procedimiento.
-Retirar la almohada, colcha y la manta.

Si las vamos a volver a utilizar, doblarlas y dejarlas en una silla cercana. Siempre mantendremos al paciente tapado con la sábana
encimera, tanto por cuestión de intimidad como de temperatura.

-Pedir al enfermo que se coloque en posición de decúbito lateral, de modo que deje libre la mitad de la cama.

En caso de que el paciente se encuentre inconsciente, debilitado, agitado, tenga colocados drenajes u otros dispositivos, o bien no
colabore, será necesaria la colaboración de otro auxiliar o celador.

-Enrollar la sábana bajera hacia el centro de la cama, extendiendo una limpia en su lugar. Meter la parte superior, la inferior y los
laterales.
-Introducir entremetidas o hules, si se necesitan.
-Pedir al paciente que si gire hacia el otro lado contrario, de manera que quede tendido sobre la sábana limpia recién colocada.
-Retirar completamente la sábana sucia, introduciéndola en una bolsa.
-Extender la sábana bajera limpia, entremetidas y hules. Procurar que no queden arrugas.
-Colocar al paciente en posición de decúbito supino.
-Extender sobre él la sábana encimera limpia, al tiempo que retiramos la sucia. Recordemos que el paciente debe permanecer
siempre tapado.
-Colocar la manta y la colcha. Meter los pies y hacer las esquinas, dejando la parte de los pies más libres para una buena movilidad
del paciente.
-Poner cómodo al paciente, en una posición confortable.
-Retirar la ropa sucia, quitarse los guantes y lavarse las manos.

Casi siempre la cama será hecha por dos personas, con movimientos coordinados. Moveremos lo menos posible al paciente. La
cama siempre se hará por la mañana, después del aseo del paciente, y también siempre que sea necesario. Respetar la intimidad del
paciente durante todo el proceso. Evitar airear la ropa sucia, y que roce nuestro uniforme o a nosotros mismos.
La cama ocupada puede hacerse de la forma tradicional, que es de lado a lado, aunque también puede ser realizada de modo
transversal (de la cabecera hacia los pies), en enfermos con tracción (de traumatología) por ejemplo.

Para ello necesitaremos la cooperación de dos personas que tratarán siempre de coordinar su labor, así se haría de forma transversal:

-Dejar al paciente en posición semisentada, retirar la manta y la colcha, como en el procedimiento anterior.
-Proporcionar un apoyo al paciente de tal modo que, bajando la parte superior de la cama, quede siempre sentado. El apoyo puede
darlo un profesional con una venda que se coloque a los pies de la cama y que el paciente sujete sus manos, o el propio paciente que
se mantiene sentado.
-Retirar las almohadas.
-Retirar la sábana bajera enrollándola desde la cabecera hacia los glúteos del paciente e ir colocando la sábana inferior limpia sin
que se toquen. Hacer la esquina y sujetarla por debajo del colchón. Dar apoyo al paciente mientras la otra enfermera hace lo mimo
en el extremo opuesto.
-Pedir al enfermo que repose la espalda, ya sobre las sábanas limpias, y que se levante mediante el triángulo de tracción o que haga
puente (levantar la pelvis apoyando los talones, si se puede) ayudándolo si es necesario. Luego de arriba abajo retirar la bajera
usada, al mismo tiempo que se estira la limpia. Remeter las esquinas y seguir los demás pasos habituales.

4. Debido a los largos periodos que el paciente pasa encamado, este tiene riesgo elevado de
desarrollar Úlceras Por Presión en algunas zonas corporales. Explica los diferentes colchones que
podemos encontrar en el medio sanitario y especifica cuál sería más conveniente para este usuario y
por qué.
Superficies especiales de manejo de la presión (SEMP)
 Son superficies especiales de apoyo, diseñadas específicamente para el manejo de la presión en personas que presentan úlceras por
presión (UPP) o bien presentan riesgo de padecerlas.
CLASIFICACIÓN DE LA SEMP:

SEMP estáticas
: Aumentan el área de contacto con la persona. Cuanto mayor sea la superficie de contacto menor será la presión que soporta cada
punto del cuerpo. Ej: cojines antiescaras, almohadas, almohadillas de silicona.

SEMP dinámicas:

 Varían de manera alternante la presión en los puntos de contacto. Ej: Colchones antiescaras, de esferas fluidificados, cama
articulada, etc.

Cojín antiescaras para butaca de relax, silla de ruedas Las personas de riesgo deben ser colocadas sobre SEMP en función de su
grado riesgo
En personas de riesgo bajo
: Se recomienda utilizar superficies estáticas
En personas de riesgo medio y alto:
 Se recomienda utilizar superficies dinámicas Considerar siempre a las
SEMP como un material complementario que no sustituyen al resto d e c u i d a d o s ( m o v i l i z a c i ó n y
cambios posturales)
 También se recomienda el uso de dispositivos que eleven y descarguen el talón completamente, de manera que distribuya el peso de
la pierna a lo largo de la pantorrilla sin ejercer presión sobre el tendón de Aquiles.
El enunciado indica que el usuario presenta un riesgo alto de desarrollar UPP por pasar mucho tiempo encamado, por lo que un
colchón de superficie dinámica que funciona con circulación de aire sería muy aconsejable para favorecer su circulación y
disminuir los puntos de presión, siempre recordando lo importante del protocolo de movilizaciones.

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