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Existen técnicas que favorecerán la adaptación de Paco a la institución a través de la relación

de ayuda, estas son:

 Confrontación: Consiste en ayudar a descubrir los recursos internos y externos para


afrontar una situación de sufrimiento o enfermedad. Se debe esclarecer la situación de
manera que se le haga ver a la persona sus incongruencias. Normalmente, cuando
alguien pasa por un mal momento crea su propio mundo donde va a percibir las cosas
desde un estado emocional alterado, la función de la persona que ayuda es mostrar o
confrontar al usuario con la realidad de la situación y enseñarle los recursos con los
que cuenta para poder superarlo.
 Reformulación: Consiste en devolver al usuario la información que ha transmitido con
nuestras propias palabras. Se haría una síntesis de lo que se ha comprendido ya sea de
manera verbal o no verbal. Es muy importante emplear habilidades de la inteligencia
emocional como la escucha activa y la empatía, ya que se trata de transmitir
comprensión a la otra persona.
 Interpretación: No solo consiste en devolver lo transmitido con nuestras propias
palabras, sino que se elabora un resumen, pero haciendo una interpretación del modo
en que la persona que ayuda ve el problema. La interpretación es útil, pero a la vez es
delicada. Requiere una relación de confianza por lo que no se aconseja utilizarla en los
primeros momentos de la relación.
 Personalizar: Consiste en que el usuario debe responsabilizarse y tomar conciencia de
que tiene un problema que debe resolver. De este modo asume la responsabilidad y el
control en su solución. Es importante evitar las generalizaciones respecto a la
situación, tanto por parte de la persona que ayuda como del usuario. La persona que
ayuda, presta su apoyo al usuario para que tome conciencia de la situación y que
observe los recursos con los que cuenta para afrontar el problema y ayudar a
movilizarlo.
 Comienzo: Cuando se acoge al usuario, se debe explorar el alcance del problema y
comprenderlo. El objetivo en este caso es descubrir los recursos internos y externos
con los que cuenta para resolver o mitigar la situación. Se debe ayudar a la persona
usuaria a encontrar alternativas, que proponga formas en las que solventaría la
situación. A continuación, se analizará con ella las ventajas e inconvenientes de cada
una de ellas y se seleccionarán las más convenientes.

Las principales funciones que el profesional de la institución debe llevar a cabo son observar,
escuchar y motivar, así como acompañar al dependiente para que elabore su propio
procedimiento de adaptación a partir de sus recursos personales.

Autenticidad Adaptación incondicional Visión positiva Ausencia de juicio

Autenticidad: En la relación de ayuda se debe evitar decir lo que la persona que ayuda ni
siquiera cree o piensa. No se deben emplear frases de consuelo vacías o basadas en tópicos
como, por ejemplo: “Tranquilo, todo pasa”. No es suficiente con ser sinceros, también se debe
ser congruente con lo que se piensa y se dice lo que se le comenta a la persona usuaria. No se
deben preparar discursos de antemano, es mejor ofrecer una respuesta sincera producto del
momento. Cuando no se sepa qué decir, se debe admitir que no somos infalibles.
Aceptación incondicional: En toda relación interpersonal es necesario sentirse aceptado de
manera incondicional, esta necesidad es aún mayor en las personas que necesitan ayuda. Al
sentirse aceptada por los demás, la persona manifestará bienestar consigo misma, aumentará
su autoestima, etc., generando un clima de confianza que hará que la persona usuaria se
sienta acogida por la persona que le ofrece ayuda. De este modo, se verá favorecida la
intervención en la relación de ayuda.

Visión positiva: Consiste en depositar confianza en el usuario. La persona que ayuda debe
creer en las capacidades que aún conserva este, así como en los recursos del usuario, también
debe tener en cuenta sus limitaciones. Se puede emplear frases como, por ejemplo: “pienso
que puedes lograrlo”.

Ausencia de juicio: En la relación de ayuda deben estar ausentes las actitudes, sentimientos,
etc., que no beneficien a la persona usuaria. Consiste en crear un ambiente de seguridad de
manera que la persona usuaria lo perciba, se debe trasmitir confianza de manera que este
empiece a aceptarse y a profundizar sobre lo que le está causando problemas. No se deben
emitir juicios, órdenes ni consejos. Se debe mostrar una actitud abierta de plena escucha.

Etapas de la relación de ayuda


Configuración del encuentro personal, acogida y orientación: Esta fase es esencial para
establecer la relación ya que condiciona el proceso.

Exposición, clarificación e identificación del problema: Si en la primera fase se ha conseguido


crear un clima de confianza suficiente para ayudar a la persona usuaria a encontrarse consigo
misma, se estaría en situación de clarificar y comprender en profundidad su problema. Se debe
tener muy presente las actitudes que se deben mantener en esta primera fase:

 Se debe escuchar su demanda, facilitar y suscitar el verdadero deseo por parte del
usuario de entablar relación con la persona que le va a ayudar y expresar sus
problemas.
 Clarificar la demanda: como señala Fischer: “Todo sucede como si la demanda fuese
algo que no se expresa directamente, sino que es necesario descifrarla a través de la
forma de hablar y de la observación de las situaciones que presentan de forma
condensada e incluso ambigua, la verdad”.
 Clarificar y comprender el problema: la persona que ayuda debe estar atenta tanto al
sentimiento como al contenido de lo que expresa el usuario.
 Concretar y definir: tener una percepción clara y completa del problema.

Durante esta fase la actitud de la persona que ayuda será de respeto, aceptación, intercambio
y colaboración, compromiso, responsabilidad, autenticidad, empatía, cordialidad, intimidad,
escucha activa y saber observar.

La presencia de transferencia y contratransferencia inhibe la eficacia de la relación de ayuda.

Transferencia: El usuario atribuye a la relación significados que corresponden a las relaciones


interpersonales ya pasadas. La persona que ayuda es vista en estos casos como un familiar,
amigo, etc. El usuario confunde el presente y el pasado, transfiere al presente actitudes y
sentimientos pasados.
Contratransferencia: La persona que ayuda adopta comportamientos de un familiar cercano,
un amigo, etc. Introduce en su relación significaciones pertenecientes a relaciones
interpersonales pasadas. Puede suponer un obstáculo en la relación de ayuda, si la persona no
es capaz de superarla.

Para evitarlo se debe:

o Separar los sentimientos, pensamientos y comportamientos actuales de los que


pertenecen a otras relaciones ajenas al contexto.
o Evitar comportarse como una figura de transferencia, es decir, como un amigo, un
familiar, etc.
o Utilizar la clarificación para hacer consciente a la persona usuaria cuando se está
expresando, de lo que realmente expresa y experimenta con ello.
o Emplear la inmediatez, concreción, empatía y autenticidad para resolver cualquier
conflicto en la relación que pueda aparecer.
o La persona que ayuda, también deberá analizar los propios sentimientos,
pensamientos y comportamientos.
o Tomar conciencia de la situación para actuar de manera positiva y sin perjudicar al
usuario.

Confrontación, reestructuración del problema:

Persona que ayuda al usuario.

En esta fase la persona que ayuda debe centrar sus esfuerzos para que el usuario logre:

 Concienciarse de que es el principal agente activo en el proceso de mejora.


 Tratar de abordar sus problemas de manera realista y evaluar nuevos modos de
comportamiento.
 Considerar alternativas posibles.
 Establecer una distinción entre los problemas que puede resolver y los que no, desde
el realismo y considerando aquellas capacidades físicas y cognitivas que aún conserva
la persona usuaria.
 Aceptar lo que no puede modificarse y buscar, si procede la ayuda técnica
correspondiente.
 Encontrar otros recursos que le permitan reestructurarse

Confrontación.

Consiste en el empleo de información coherente que se proporcionará a la persona usuaria


para desconcertarla al evidenciar sus incoherencias o ideas irracionales. Con esto se llama su
atención sobre una actitud o comportamiento inadecuado a la situación, con la finalidad de
que tome conciencia y sea capaz de hacer frente a las situaciones en las que no se atreve a
resolver sus problemas

Actitudes que debe mantener la persona que ayuda durante la relación con el usuario.

 Evitar juicios y consejos.


 Valorar todo lo positivo de la persona usuaria.
 Reconocer sus capacidades y recursos.
 Permitirle elegir entre varias alternativas.
 Reflejar fielmente lo que ha expresado.
 Permitir a la persona usuaria a que exprese con claridad lo que ha dicho de manera
indirecta.
 Dirigirse de manera clara y con todos los detalles precisos.
 Evitar la ambigüedad ya que produce equívocos.
 Ayudar al usuario a asumir sus responsabilidades.
 El miedo a decidir provoca que el usuario busque una relación de dependencia.
 Comprensión y aceptación de los problemas que se expongan, pero sin emplear
respuestas de aprobación.
 Poseer un gran sentido de la observación sobre todo de la comunicación no verbal.

Actitudes del usuario.

 Ser responsable de sí mismo.


 La persona usuaria puede que en ocasiones muestre ciertos mecanismos de defensa
que le hagan rechazar la ayuda, estos son: huir. hostilidad o agresividad, desconfianza,
dependencia o victimismo y conformidad automática.

Comienzo del plan de acción: decidir objetivos, plan de acción.

En esta fase se establecen objetivos, así como un programa de acción concreto con la persona
usuaria, que debe tomar las decisiones y asumir sus responsabilidades en su proceso de
cambio.

Elaboración

En cuanto al establecimiento de los objetivos, este proceso debe:

o Estar personalizado, a cada persona le corresponden sus propios objetivos.


o Ser realista y marcar claramente el punto de llegada.
o Suponer una modificación, con la consiguiente mejora, del estado de salud.
o Expresar de forma clara, concreta y específica lo que se desea hacer para resolver su
problema.
o Conciso: con objetivos operativos que especifiquen: conductas concretas que puedan
ser observables o medibles.

Plan de acción

Es el instrumento que lleva al usuario a confrontarse con el camino que debe tomar, entre el
punto en el que se encuentra y el punto al que quiere llegar. A la hora de concretar y
establecer el plan de acción pueden usarse algunas técnicas como la tormenta de ideas que
consiste en anotar todas las alternativas y posibilidades que vengan a la mente para
posteriormente evaluarlas y elegir las más convenientes.

Los criterios que debe reunir un plan de acción son:

o Recoger acciones específicas, nunca generales.


o Deben establecerse en términos de conducta realista y realizable.
o La persona debe comprometerse y participar en la puesta en práctica de su acción.
o Programado en un tiempo razonable.
o Proteger su intimidad.

Actitudes de la persona que ayuda


o Empatía, respeto, cordialidad y comprensión.
o Apoyar y reforzar las decisiones de la persona.
o Ayudarle a pasar a la acción.
o Respetar su ritmo de avance y estimularlo.
o Tener en cuenta las opiniones, prejuicios, etc., de la persona.
o Comprometerse y responsabilizarse en el plan de acción.
o Aceptación y compresión de sí mismo.
o Aceptar sus emociones y sentimientos.

Actitudes de atención del usuario

En esta fase, e usuario también puede mostrar una amplia gama de actitudes, que van
desde las más positivas hasta las negativas que impiden cualquier tipo de avance:

o Mostrar confianza en sí mismo y en sus capacidades


o . Miedo, ansiedad, angustia.
o Dependencia.
o Reconocer que tiene recursos para resolver los problemas.
o Comprometerse y responsabilizarse en el plan de acción.
o Aceptación y comprensión de sí mismo.
o Aceptar sus emociones y sentimientos.

Evaluación

Es esencial revisar las acciones emprendidas durante la relación con la persona usuaria para
analizar si estas han facilitado, inhibido o impedido las habilidades de crecimiento del usuario.
Se debe realizar constantemente durante la interacción, pero siempre para determinar si se
han alcanzado los objetivos y qué puede hacerse para lograrlo.

Criterios a considerar:

 Proceso sistemático: el plan de acción y los objetivos han sido establecidos


previamente.
 Proceso integral de las diferentes variables del plan de acción: usuario, persona que
ayuda, contexto.
 Evaluar el grado de participación y compromiso del usuario.
 Nivel de eficacia del plan de acción.
 Consecución de los objetivos: en caso de que no se consigan, se analizará si no se ha
definido correctamente el problema, los objetivos o el plan de acción que ha sido
establecido.
 Se deberán plantear nuevos objetivos.

Efectos de la evaluación:

 Integrar las informaciones de la evaluación en el plan de acción para mejorarlo.


 Permitir a la persona actuar según sus expectativas.
 Permite modificaciones.
 Facilita que se reconozcan las dificultades.
 Estimula el compromiso y responsabilidad.
 Se perciben los progresos.
 Ofrece a la persona que ayuda información sobre la eficacia del procedimiento.
 Estimula a la persona que ayuda aumentando su confianza en su trabajo y la capacidad
para vencer las deficiencias.

Fin de la relación o separación

Se considera la última etapa en la relación de ayuda. El final puede originar un sentimiento de


pérdida que será proporcional a la implicación que cada uno haya tenido en la relación.

La persona que ayuda plantea el fin del proceso cuando el usuario ha conseguido resolver su
problema o su actuación ya no puede ayudarle más.

La persona que ayuda en esta etapa final debe:

 Preparar al usuario para el cese de la relación.


 Prepararse a sí misma.
 Organizar la integración progresiva de la persona en otra área.

Las personas dependientes que están institucionalizadas pueden presentar dificultades para
interactuar socialmente de una forma aceptable. Es por ello que en algunos casos es
importante emplear técnicas para enseñar estas habilidades de forma adecuada. De esta
forma el usuario tendrá será capaza de adaptarse mejor al nuevo medio donde va a vivir. El
entrenamiento en habilidades sociales es un conjunto de estrategias y habilidades que se
enseñan a una persona con la intención de mejorar su competencia interpersonal en
diferentes situaciones sociales en las que puede verse involucrada.

Retroalimentación

La retroalimentación es la información recurrente o información de regreso, que permite la


comprensión y el control de las comunicaciones, para prevenir una mala interpretación de lo
que se está comunicando. Se entiende como la comunicación en dos direcciones y garantiza la
calidad de la comunicación.

Es muy importante mantener una comunicación eficaz con los usuarios para ello hay que tener
en cuenta las dificultades que puedan presentar. Por ejemplo, ante una actividad a realizar por
personas que tienen limitada la compresión, se irá explicando despacio, repitiendo y
vocalizando adecuadamente, preguntar si lo han entendido, etc. De esta manera se garantizará
que el mensaje sea interpretado de manera correcta.

Empatía

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro. Cada persona ve las cosas y las
interpreta a su manera, y esta perspectiva no es la única.

Por medio de la empatía se intenta ver los hechos desde la perspectiva del otro. La empatía
mejora las interacciones sociales ayudando a prevenir y solucionar los problemas. El poder
considerar las cosas desde un punto de vista diferente nos ofrece ventajas como las que
pasamos a describir a continuación:

 Mejor comprensión de los problemas.


 Permite planteamientos más diversos para solucionar los problemas.
 Permite modificar nuestro punto de vista para que sea más equilibrado y se ajuste a
una realidad más diversa.

Escucha activa

Uno de los principios más importantes en comunicación es “aprender a escuchar”. La escucha


activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. No
se detiene en lo que la persona dice, sino que intenta profundizar sentimientos, ideas y
pensamientos con el fin de interpretar de la mejor manera posible lo que el interlocutor
intenta transmitir.

La escucha activa se facilita:

o Preparándose interiormente para escuchar.


o Observando al otro: identificar lo que dice, los objetivos, los sentimientos, etc.
o Expresar al otro que se le está escuchando por medio de la comunicación verbal
empleando diversas expresiones que alienten a continuar hablando (ya veo, sí, umh,
uh, etc.) y la comunicación no verbal (contacto visual, gestos inclinación con el cuerpo,
etc.)

Habilidades que facilitan la escucha activa:

o Mostrar empatía
o Parafrasear
o Reformular
o Emitir palabras
o Resumir
o Acompañar

Asertividad

La asertividad es la habilidad de expresar nuestros deseos, de una manera afable, franca,


abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. No
significa tener siempre la razón, sino expresar los puntos de vista propios, sean estos correctos
o no y respetando los de los demás.

La conducta asertiva también significa mostrar una actitud abierta al diálogo y a cambiar el
comportamiento en el caso de resultar errado.

El comportamiento asertivo tiene grandes ventajas a nivel social:

 Disminuye la ansiedad.
 Fomenta la adaptación social y el aumento de relaciones positivas.
 Aumenta la confianza y seguridad en uno mismo, y por lo tanto la autoestima.
 Supone una mejor aceptación de las capacidades y de las circunstancias en las que se
encuentra la persona.
 Ayuda a expresar los propios sentimientos, derechos y deseos (positivos y negativos)
de una manera eficaz y teniendo en cuenta lo que puedan sentir o pensar los demás.

Algunas estrategias para ser asertivo serían:

 Tener autoestima.
 Expresar opiniones.
 Aceptar las críticas y valorarlas.
 No humillar ni dejarse humillar.

El Role Playing

El Role Playing consiste en simular, mediante una representación, una situación de la vida real.
Es una técnica que permite trabajar la empatía y la comprensión con los demás.

A pesar de que se utilizan situaciones ficticias es una herramienta enormemente útil para
analizar conjuntamente con la persona usuaria los posibles errores de comunicación, para
ejercitar la empatía, representar conductas asertivas y trabajar cualquier aspecto relacionado
con las habilidades sociales.

Funciona de la siguiente manera: se elige una situación y se asignan papeles a diferentes


personas que participan en la sesión, estas deben actuar de acuerdo con el papel que se les ha
asignado intentando poner en práctica las habilidades que se han trabajado anteriormente.
Las personas que no participan activamente en el ejercicio, es decir, las que no representan
ningún papel, asumirán el rol de observadoras, ellas deberán anotar los progresos y los fallos
de los representantes. A partir de aquí se elaborarán las diversas propuestas de
perfeccionamiento.

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