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Causas
Nadie elije conscientemente ser una víctima. Más bien caemos ahí porque
nos funciona de una forma otra. Se convierte una estrategia, posiblemente la
única que conocemos, para desenvolvernos en la vida, bien sea quedarnos en
nuestra zona de confort, encontrar compañía y atención, evitar
responsabilizarnos de algo.
Hay personas que no pueden soportar lo que ellos perciben como un fracaso
en su vida, que esta no es como ellos quieren. Les resulta demasiado doloroso.
Por ello, para soportarlo, mantienen esta actitud victimista, externalizando la
responsabilidad, no afrontando el poder que tienen para cambiar la situación.
La atención, la simpatía y el tiempo que una persona consigue del
victimismo actúa como refuerzo. Se nos valida como buenas personas, y si las
circunstancias fuera diferentes nuestra vida sería próspera. Es una forma de
guardar las apariencias ante cualquier tipo de fallo.
Esta forma de actuar es probable que haya sido modelada por los padres o
cuidadores, y que haya sido la única forma de lidiar con las cosas que no salen
como uno quiere.
Esta mentalidad, también es posible que se haya creado debido a
preocupaciones legítimas que no han sido afrontadas, como la indefensión
aprendida. Hay situaciones extremas, como el maltrato, abuso o situaciones
realmente difíciles en las que la persona no ha tenido ningún poder para
cambiar nada. La persona aprende que por mucho que haga nada cambiará.
Muchas personas adopta el victimismo porque temen mostrar sus
emociones negativas como el enfado. Niegan su existencia en ellos mismos y
la proyectan en otros, anticipando una agresión o daño de ellos. Puede que
distorsionen comentarios y expresiones faciales de otros imaginando que
tienen intenciones maliciosas. Ese enfado que habrían expresado en respuesta
al estrés o la frustración se transforma en miedo y desconfianza de los otros y
en miedo de ser dañado.
Características de las Personas que se Victimiza
Consecuencia
El victimismo tiene consecuencias “positivas” para el individuo, sobre todo a
corto plazo. Es por ello por lo que la conducta se mantiene. Pero también tiene
consecuencias poco deseables.
- No asumes la responsabilidad de nada, por tanto tu autoestima se
mantiene por la evitación del malestar que conlleva ser responsable del
propio fracaso.
- Atención de la gente
- Compasión de los demás
- Es menos probable que otros te critiquen o te hagan sentir triste, para
evitar tu actitud victimista.
- Te reafirmas en tu derecho a quejarte.
- Es más probable que obtengas lo que quieres, ya que los demás no
quieren verte triste o quejarte.
- Te sientes interesantes porque le puedes contar a los demás muchas
historias.
- No te aburres si hay mucho drama a tu alrededor.
Tratamiento