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rasgos en común
¿Cómo podemos protegernos de ser manipulados por alguien?
Con seguridad, en alguna ocasión, te habrás encontrado con una persona que te ha
convencido de lo que a ti te conviene, de manera oportuna resulta que aquello que según
ellos te conviene a ellos les va como anillo al dedo y al final caes en la cuenta que lo
que estás haciendo no es tu deseo.
Muestran pocos reparos a la hora de pisar a quien sea, para ellos el fin justifica los
medios. Cuando van a actuar no les tiembla el pulso para hacer lo necesario con el
propósito de alcanzar sus objetivos, con todo ello sus conductas suelen pasar
desapercibidas ya que son buenos actores.
3. Son insaciables
La manipulación les hace sentir poderosos y, como suele ocurrir con el poder, siempre
desean más. Sus principios morales están algo dañados, al ser conscientes que por sí
mismos son incapaces de alcanzar un objetivo, pero que su capacidad manipuladora
puede proporcionarles llegar a su meta haciendo uso de los méritos ajenos, a espaldas de
los demás. Les colma la ambición, unas ansias que al igual que la droga les produce una
especie de adicción.
4. Necesitan el control
Un caso típico, en este caso opuesto a los dos anteriores citados. Hace alarde de fuerza,
y no solo, sino además de cierta agresividad. En este caso si eres una persona pasiva
cederás para ahorrar tener que enfrentarte a él. De tal manera que “ad baculum” el
manipulador consigue mediante la coacción lo que quiere, es el caso de
las personalidades de tipo antisocial.
2. El desprestigiador
3. El interpretador
Con este ardid conseguirá que desees haberte tragado tus palabras, que estas no eran
apropiadas, que te has pasado de la raya o que no has pensado lo que decías hiriendo así
a otra persona. Metamorfoseando de esta manera tus palabras, comunicándolas a la
persona que más le conviene y modificando su intención, por lo que puedes acabar
siendo el malo de la película.
4. La víctima
A este sujeto el mundo le ha hecho daño, no cesa de lamentarse que todo lo malo le pasa
a él y de preguntarse a sí mismo “¿por qué a mi?”. Se centra mucho en su propio dolor,
escudando sus actitudes y conductas reprobables bajo el victimismo, Siempre es el más
desafortunado, muy por encima de los demás.Este tipo de cuadro conductual suele
conocerse como el síndrome de Job.
Además, induce a pensar que son los otros los que abusan de él, reclama justicia y se
tiene a sí mismo como a un inocente maltratado, de esta manera crea un discurso para
que tú te sientas culpable de su infortunio y lo injusto que es el mundo con él. Entonces,
suelen aprovechar ese discurso para que bajes la defensa y te obligarte a acceder a lo
que te pida por lástima o por culpa. Más tarde te embargará la decepción, porque no es
lo tú realmente querías, pero ya ha conseguido su objetivo mediante su lloriqueo.
5. La rémora
Esta clase de manipulador se vale de tu propio ego. Es capaz de hacerte sentir superior,
a tu lado él es menos que nada, un ser débil y torpe, y está claro, incapaz de hacer nada
mientras que tú sí, de este modo acabarás haciendo lo que él no puede.
1. Ser conscientes
Si te relacionas con alguien y sientes que tus derechos están siendo menoscabados,
considera que puede que estés siendo víctima de un manipulador.
3. Tú no tienes culpa
Si contestas no a alguna pregunta de las que hemos citado con anterioridad, considera
que puede que tú seas la víctima y no al revés. Hay ciertos aspectos de la realidad que te
circunda sobre los cuales puedes ejercer un control, sin embargo, la mayoría de las
cosas no están en nuestra manos, así pues, no tienes la culpa de lo que sucede a tu
alrededor, de manera que si empiezas a sentirte de dicha manera, procura averiguar lo
que pasa.
Cuestiona:
Cuestiones como estas harán considerar al sujeto manipulador que ha sido delatado y
probablemente busque a otra persona a la que embaucar.
4. Tómate tu tiempo
5. No dudes
En conclusión, si te topas con una persona que actúe así es necesario que
logres desenmascararla. Si es posible, debes intentar ayudar a ese individuo para que
vaya siendo consciente de que su conducta afecta negativamente a los demás y, sobre
todo, a sí misma. En cualquier caso, no vaciles y utiliza todas estas herramientas que
ahora ya conoces para evitar ser víctima de su manipulación.