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CHARLA N° 02

I. DATOS GENERALES
a. Denominación : “LA COMUNICACIÓN ASERTIVA”
b. Dirigido a : Alumnos I.E. “Juan Jiménez Pimentel”
c. Lugar : I.E. “Juan Jiménez Pimentel”- Tarapoto
d. Responsable : Albitres Ochoa, Kent Rudy
e. Asesor : Mg. Carmen Elena Sánchez del Águila

II. OBJETIVO

Generar habilidades de Comunicación Asertiva, que permitan prevenir,


mediar y resolver conflictos en relaciones interpersonales.

III. METODOLOGÍA
 Técnicas participativas: lluvia de ideas.
 Role Playing
 Retroalimentación

IV. MATERIALES
 Tríptico
 Hoja de Asistencia

V. DESARROLLO DEL TEMA

LA COMUNICACIÓN ASERTIVA

La comunicación asertiva implica responder sin agresividad, respetando a la otra


persona, al mismo tiempo que te niegas a hacer algo que no deseas hacer o que
consideras injusto. No levantas la voz, no muestras ira, y tratas de resolver el conflicto
teniendo en cuenta los deseos de ambas partes, buscando compromisos y soluciones,
en vez de pretender simplemente salirte con la tuya.

Ser asertivo significa que te respetas a ti mismo y que estás dispuesto a expresarte, a no
dejarte avasallar, pedir lo que te corresponde y hacer valer tus derechos. También
significa que eres consciente de los derechos de los demás y los respetas. La
comunicación asertiva no es ni demasiado agresiva ni demasiado pasiva.

Cuando la otra persona no entra en razones, solo quiere salirse con la suya y no acepta
una negativa, la persona asertiva simplemente interrumpe la conversación y se marcha,
dejando claro que no está enfadada y que sigue disponible para el otro, pero no va a
seguir esa conversación ni se va a dejar convencer para hacer algo que no desea hacer.

La persona asertiva no recurre a la agresividad ni a comportamientos agresivo-pasivos,


suele tener confianza en sí misma y una buena autoestima. Mediante la asertividad,
podemos comunicarnos de una forma clara y concisa, haciendo valer lo nuestro ante
los demás. Contar con un criterio en la sociedad de hoy es indispensable para lograr lo
que queremos.

No existe un líder que no sea asertivo. Generalmente las personas asertivas tienden a
tomar decisiones y guiar a otros de manera mucho más sencilla que quienes no cuentan
con este rasgo. Por lo regular, las personas que siguen a líderes, son menos asertivas
que ellos. Esto no significa que quienes no son asertivos se equivoquen con sus vidas,
ni que quienes lo son tengan el cielo ganado.

Un ejemplo claro de asertividad es el siguiente: Estás en un restaurante, y pides una


comida sin cebolla. El mesero sin embargo, te trae justo la comida que pediste, pero
haciendo caso omiso a tu advertencia, y solicitándola al chef con abundante cebolla.
Una persona pasiva, aceptaría la comida con gusto, y la consumiría incluso si no es de
su agrado. Una persona agresiva (el otro extremo de la asertividad) se enojaría y
trataría mal al mesero, al chef y a todo el que esté cerca. Sin embargo, una persona
asertiva, no se dejaría llevar, ni por la ira, ni por el criterio de otros. De forma muy
educada, le haría saber al mesero que su pedido no fue entregado a satisfacción, y
solicitaría lo cambiasen.
Otro ejemplo puede ser el adolescente cuyos amigos lo invitan a una fiesta que no
quiere ir y acepta. Lo que ocurre es que carece de asertividad, pues no debería aceptar
ir donde no quiere. Ni tampoco, claro, llegar al otro extremo.

Como estos pueden haber montones de ejemplos, lo importante es que captes la idea
de que la asertividad, es simplemente una manera de forjar un carácter y personalidad
sólidos como roca.

Ser asertivo no es ser maleducado. Hay que tener esto muy en cuenta cada vez que
empieces a cuestionar tu asertividad. Si la asertividad que practiques no incluye
respeto y tolerancia hacia los demás, no es asertividad. Posiblemente es atrevimiento.
Comunicarse Asertivamente La comunicación asertiva viene desde nuestra mente
subconsciente. En realidad, cuando nos comunicamos asertivamente, estamos dando a
entender clara y concretamente nuestro punto de vista y lo que queremos lograr.

Nuestro mensaje transmitido debe poder ser interpretado tal y como queremos que sea
interpretado. Generalmente estamos acostumbrados a dar rodeos cuando tememos a la
reacción de los demás, a lo que vayan a pensar de nosotros y a si estarán a favor o en
nuestra contra.

Las personas asertivas son recordadas, no pasan desapercibidas, porque simplemente


le comunican al mundo sus deseos y se los comunican con claridad. Exigen lo que se
debe exigir y respetan a los demás. En todo caso que para exigir, se debe merecer, y si
vas a comunicar asertivamente exigiendo algo que es tuyo, primero debes interiorizar
la idea de que lo mereces plenamente.
Cuando no eres asertivo, tiendes a responder de dos maneras distintas, que a veces se
dan en la misma persona, en diferentes momentos:

1. Sumisión. Pueden ceder, someterse y no hacer valer sus derechos. En este caso,
es posible que luego se sientan dolidas, humilladas, resentidas o débiles. No es
raro que recurran a comportamientos agresivos-pasivos. Es decir,
comportamientos con los que tratan de vengarse de un modo indirecto. Por
ejemplo, aceptan hacer un favor a alguien pero luego lo "olvidan" o hacen "sin
querer" algo que perjudica o molesta a la otra persona afirmando después no
haberse dado cuenta. Esta es una forma inmadura de afrontar este problema y
tiende a crear conflictos en las relaciones o destruirlas.

2. Agresividad. En otros casos, reaccionan de manera agresiva, haciendo valer sus


derechos con amenazas, insultos, gritos, desprecio hacia la otra persona, etc., no
respetan los derechos de los demás ni tienen en cuenta sus opiniones o
sentimientos. Algunas personas recurren generalmente a este modo de
comportarse, mientras que en otros casos se trata de personas que tienden a
ceder y someterse a los deseos o caprichos de los demás, hasta que no pueden
más y entonces estallan con agresividad.

En cualquiera de estos casos, estas personas no han aprendido a comunicarse de


manera asertiva y necesitan aprender cómo hacerlo y practicar.

TÉCNICAS Y CONSEJOS PARA SER MÁS ASERTIVO

Utiliza frases en primera persona. Es decir, en vez de decir "estás equivocado", di algo
como "No estoy de acuerdo en esto". De este modo, estás expresando tu opinión, más
que rechazando o despreciando la opinión de la otra persona.

Practica el decir no. Tal vez piensas que para negarte a hacer algo tienes que tener una
excusa, de manera que cuando no la tienes, no eres capaz de negarte. Pero esta es una
idea falsa que va a hacerte más mal que bien. No necesitas ninguna excusa para
negarte. Simplemente puedes negarte a hacer algo porque no deseas hacerlo o no te
apetece. Practica cuando surja la ocasión y simplemente di algo como: "no me apetece",
"prefiero no hacerlo", "eso no va conmigo", etc.

Cuidado con tu lenguaje corporal. Tu cuerpo dice mucho más que tus palabras. Si tus
palabras dicen no pero tu cuerpo muestra una actitud débil y poco convincente, la otra
persona seguirá insistiendo hasta que cedas. Por tanto, mantén una postura erguida,
mira a los ojos directamente, muestra confianza y serenidad, habla con claridad, sin
gritar pero con un tono de voz algo elevado. Practica ante el espejo unas cuantas veces
hasta que lo hagas con naturalidad.
N°: 02

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