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Sumilla: El recurso de casación de oficio regulado en el inciso uno del artículo cuatrocientos

treinta y dos, faculta a este Supremo Tribunal a casar ciertas resoluciones que pueden devenir
en inadmisibles. En el presente caso, la Sala de Mérito, pese a que absolvió al procesado por
delito de lavado de activos, dispuso el decomiso definitivo del dinero incautado, sin que medie
alguna fundamentación de dicha decisión; infringiéndose la garantía constitucional a. la debida
motivación, relacionado al principio de legalidad. Asimismo, el Tribunal de mérito se apartó de
la doctrina jurisprudencial establecida en este Tribunal, esto es, el Acuerdo Plenario N° 5-2010-
CJ-l 16 que estableció que el decomiso es una consecuencia directa de una sentencia
condenatoria.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA PENAL PERMANENTE

Casación N° 540-2015, Puno

Auto de calificación

Lima, trece de noviembre de dos mil quince.-

AUTOS Y VISTOS; el recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Huanca Mamani -Primera
Fiscalía Superior Penal de Puno- contra la sentencia de vista del Quince de junio de dos mil
quince- fojas setenta y uno. Interviene como ponente el señor juez Supremo PARIONA
PASTRANA; y

CONSIDERANDO:

1. Agravios postulados por el recurrrente

Primero: El recurrente fundamentó su recurso de casación -fojas noventa y ocho-, invocando;

Causal 3 del artículo 429 del Código Procesal Penal, sosteniendo que existió una errónea
interpretación del artículo 3 del decreto legislativo N° 1106, pues en la sentencia recurrida se
concluye que el transportar dinero pese a tener conocimiento de su origen ¡lícito, se torna
atípico por el hecho de no haberse especificado su finalidad que es evitar su identificación.

Causal 5 del artículo 429 del citado Código: en diversos pasajes de la sentencia recurrida se
señala “…al no haberse acreditado…”, “…no se acreditó…”, fijando como criterio de la Sala que
el origen ilegal del dinero debe estar acreditado, y probado, es decir, la sentencia requiere que
exista otra sentencia que de manera clara determine el origen ilegal del dinero. Dicho
razonamiento contradice lo establecido por la doctrina nacional mediante el fundamento 32
del Acuerdo Plenario N° 3-2010/CJ-l 16.
Causal 4 del artículo 429 del Código Adjetivo: La sentencia recurrida se limita a indicar los
elementos de pruebas actuados, sin señalar por qué estos sustentarían su decisión. Asimismo,
en la parte final del fundamento jurídico 2.5 de la resolución impugnada se precisó que el
acusado no acreditó de forma suficiente la totalidad de la procedencia del dinero incautado,
resultando contradictorio con la decisión de absolver.

Lea también: El delito de lavado de activos en la Sentencia Plenaria Casatoria N° 1-2017/CIJ-


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2. Fundamentos jurídicos

Segundo: El recurso de casación es un recurso extraordinario y limitado porque su procedencia


debe ser verificada por las causales taxativamente previstas en la ley, cuyo ámbito de
aplicación comprende la correcta aplicación del derecho material, la observancia de las normas
del debido proceso y la producción de doctrina jurisprudencial que unifique los criterios de los
Tribunales de justicia.

Tercero: En ese sentido, los supuestos de procedencia del recurso de casación están regulados
en el artículo 427 del Código Procesal Penal, teniéndose que la procedencia ordinaria del
recurso de casación está sujeta a lo señalado en el numeral 1 del citado artículo: “El recurso de
casación procede contra sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los autos que
pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal sin embargo, ello está sujeto a lo
previsto en el inciso 2 del mismo artículo, que señala: “La procedencia del recurso de casación,
en los supuestos indicados en el numeral primero, está sujeta a las siguientes limitaciones: (…)
b) Si se trata de sentencias, cuando el delito más grave a que se refiere la acusación escrita del
Fiscal tenga señalado en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor a
seis años’’.

3. Análisis del caso concreto

Cuarto: El recurso de casación planteado por el representante del ministerio Público contra la
sentencia de vista del quince de junio de dos mil quince -fojas setenta y uno- que revocó la
sentencia del veintiocho de enero de dos mil quince que condenó a José Condori Canaza, por
tanto, se trata de una resolución recurrible vía casación -artículo 427, numeral 1, del Código
Adjetivo-; conforme a ello, se tiene que el delito materia de acusación fiscal es de Lavado de
Activos, en su modalidad de transporte por territorio nacional de dinero de origen ¡lícito -
presuntamente de Tráfico ilícito de drogas-, sancionado en el artículo 3, concordado con el
artículo 4 del decreto legislativo N° 1106, advirtiéndose que el delito imputado en su extremo
mínimo supera los seis años de pena privativa de libertad; en consecuencia, el recurso
planteado cumple con el criterio summa poena establecido en la norma procesal; lo que
implicaría prima facie su admisión.
Quinto: Aunado a ello, debe verificarse que el recurso de casación cumpla con los demás
requisitos formales que exige la norma procesal para su admisión. Así, el inciso 1 del artículo
430 del Código (Procesal Penal prescribe que los agravios señalados por el recurrente se
encuentren enmarcados en las causales del artículo 429 del citado Código; asimismo, dichas
causales deberán ser motivadas con argumentos de hecho y de derecho.

Sexto: Conforme a lo señalado, se puede afirmar que en estricto el recurrente busca una
revaloración probatoria al no estar conforme con la decisión adoptada, es decir, busca con la
interposición de su recurso de casación una suerte de tercera instancia, la misma que está
proscrita en razón de la naturaleza jurídica del recurso de casación. El recurrente cuestiona la
aparente errónea interpretación la Sala Penal de Apelaciones respecto al artículo 3 del D.L. N°
106; sin embargo, se advierte que la sentencia señala claramente que en el caso concreto no
concurre la finalidad de evitar la identificación del origen ilícito; y mucho menos la justificación
de que dinero incautado tenga procedencia ¡lícita -véase a fojas setenta y siete-, por tanto se
entiende que la sentencia absolutoria se dio por no encontrarse la configuración de los
elementos objetivos del tipo penal.

Sétimo: Asimismo, se cuestiona un apartamiento de doctrina, pues se afirma que la sentencia


recurrida señala que para la acreditación de la procedencia ilícita se necesita una sentencia
condenatoria del delito precedente; sin embargo de la lectura de autos no se advierte ello,
pues solo se señala que a consideración de la Sala Penal de Apelaciones, como fruto de la
valoración probatoria realizada por éstos, no encuentran elementos de convicción que señalen
que el dinero incautado tenga procedencia ilícita, manteniéndose incólume la presunción de
inocencia.

Octavo: Por último, se señala que la sentencia recurrida incurre en una deficiente motivación
al presentar los agravios señalados anteriormente; asimismo, el recurrente afirma que ésta es
contradictoria, pues termina señalando que no se acreditó en su totalidad la procedencia del
dinero incautado. Al respecto, debemos señalar que la no acreditación (total) del dinero que se
incautó, no es medio de prueba suficiente para acreditar que éste es de procedencia ilícita,
sobre todo si quien debe acreditar suficientemente la imputación es el Ministerio Público, y no
el imputado. Por tanto, dicho argumento resulta inviable. Por lo señalado, conforme al literal
“a” del inciso I, del artículo 428 del Código Procesal Penal, el recurso de casación debe
desestimarse.

IV. Casación de oficio

Noveno: La recurrida presenta contradicciones entre sus premisas, al señalar, en la parte


considerativa, que no se acreditó que el dinero incautado sea de procedencia ¡lícita, menos
aún que el procesado Condori Canaza haya presumido la ilicitud del mismo; no obstante, en la
parte resolutiva, pese a que declaró absuelto a dicho procesado, dispuso el decomiso
definitivo del dinero incautado por la suma ascendente de $10,240 dólares americanos;
advirtiéndose que dicha decisión no solo infringe la garantía constitucional a la debida
motivación de resoluciones judiciales, sino también el principio de legalidad, pues según lo
previsto en el artículo 102° del Código Penal, el decomiso es una consecuencia accesoria de la
pena. De igual forma, el Tribunal de Mérito se apartó de la doctrina jurisprudencial establecida
en este Tribunal, esto es, el Acuerdo Plenario N° 5-2010-CJ- 116, que estableció que el
decomiso es una consecuencia directa de una sentencia condenatoria.

Décimo: Por tanto, esta Suprema Sala en el uso de las facultades dadas por la norma mediante
el inciso uno del artículo cuatrocientos treinta y dos del Código Procesal Penal, que señala: “El
recurso atribuye a la Sala Penal de la Corte Suprema el conocimiento proceso (…) sin perjuicio
de las cuestiones que sean declaradas e oficio en cualquier estado y grado del proceso”,
declara casación de oficio, por advertir la configuración de las causales 1,4 y 5 del artículo 429
del Código Procesal Penal.

Decisión: Por estos considerandos declaran:

I. INADMISIBLE el recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Huanca Mamani -Primera
Fiscalía Superior Penal de Puno- contra la sentencia de vista del quince de junio de dos mil
quince —fojas setenta y uno-.

II. BIEN CONCEDIDO DE OFICIO el recurso de casación por las causales 1, 4 y 5 establecidas en
el artículo 429° del Código Procesal Penal.

III. DISPUSIERON que la causa permanezca en Secretaría a disposición de las partes por el plazo
de diez días, y vencido el mismo se dé cuenta para fijar fecha para la audiencia de casación.

IV. MANDARON se notifique a las partes la presente Ejecutoria.

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