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CAPITALISMO FINANCIALIZADO: EXPLOTACIÓN DIRECTA Y

BURBUJAS PERIÓDICAS
Traducción de Patricia Inés Laría
COSTAS LAPAVITSAS DEPARTMENT OF ECONOMICS

SCHOOL OF ORIENTAL AND AFRICAN STUDIES UNIVERSITY OF LONDON MAY 2008

SECCIÓN I Introducción: Las muchas dimensiones de la financialización


La tormenta que gradualmente ha deglutido a la economía de USA desde 2007
es una crisis del capitalismo financializado. También es la última y la más
larga de una sucesión de crisis financieras desde México en 1982, pasando por
Japón en 1990 hasta el Sudeste Asiático en 1997. Burbujas expansivas y crisis
son un rasgo regular del capitalismo financializado.
La crisis de USA no surgió de problemas en el espacio de la producción,
aunque bien podría llevar a una disrupción del proceso de acumulación. Más
bien ha resultado de la financialización de la renta personal durante las últimas
dos décadas, es decir, de la creciente penetración de las finanzas formales en
las transacciones de la vida cotidiana: vivienda, jubilaciones, seguros,
consumo, etc. Del mismo modo la crisis ha revelado la extensión en la cual las
finanzas contemporáneas descansan en la generación de beneficios
directamente a partir de la renta personal de los trabajadores y otros actores
sociales similares. Se trata de explotación directa, un rasgo característico del
capitalismo financializado.
La actividad bancaria y financiera se ha transformado en las últimas tres
décadas. Los bancos han orientado su atención a los individuos y se han
distanciado del capital comercial e industrial. Simultáneamente, los mercados
financieros abiertos se han expandido, con la participación de una gran
variedad de intermediarios financieros no – bancarios: fondos de pensión,
fondos de dinero, hedge fondos, equity fondos, etc. Para los bancos esto ha
abierto oportunidades de mediación en el mercado financiero, es decir,
facilitando transacciones y cobrando comisiones.
Esta es también una característica de la financialización y se relaciona con la
explotación directa. La crisis y la burbuja precedente han hecho visible la
transformación social ocasionada por la financialización. Durante la burbuja,
se pagaron extravagantes sumas de dinero a gerentes y otros funcionarios de
las finanzas, como abogados, contadores, analistas técnicos, etc. Los gerentes
y accionistas de las grandes corporaciones también se han beneficiado
generosamente cobrando dividendos y ganancias de capital.
La financialización parece haber hecho renacer la figura del rentista. Pero no
se trata del propietario de dinero ocioso del pasado, que obtenía rentas
cortando cupones. En su lugar, las rentas crecen mayormente debido a la
posición relativa de los rentistas dentro del sistema financiero y toman la
forma de salarios, bonificaciones y derecho a bonos y opción de cobro en
acciones como parte de los salarios. El rentista moderno es el producto de los
cambios estructurales ocasionados por la financialización, más que la fuerza
que conduce la financialización.
La crisis ha mostrado la transformación de relaciones entre el Estado y la
economía. La visión de que los Bancos Centrales son las instituciones
preminentes en el diseño de la política en el capitalismo financializado es sólo
aparente. Protegidos del escrutinio electoral mediante independencia legal y
práctica, se han concentrado en los objetivos de inflación mientras son
benignos con el exceso especulativo de las finanzas. Una vez que la crisis
explotó, proporcionaron instrumental para movilizar recursos sociales con el
objetivo de rescatar a los financistas, apelando a su monopolio en la emisión
de moneda legal inconvertible.
Pero la crisis ha puesto en peligro la solvencia de los Bancos Centrales,
mostrando los límites de su poder. Esta institución pívot del capitalismo
contemporáneo en última instancia depende del Estado.
La financialización también ha alterado las relaciones entre los países en el
mercado mundial, poniendo sobre el tapete nuevamente la cuestión del
imperialismo. La expansión de los flujos internacionales de capital ha forzado
a los países en desarrollo a mantener vastas reservas internacionales. El
resultado ha sido un préstamo neto de los pobres a los ricos en la economía
mundial, particularmente a USA. Por un lado, los capitales privados han
ingresado a los países en desarrollo obteniendo considerables retornos; por
otro, más fondos han fluido desde los países en desarrollo a los países
desarrollados, obteniendo menos ganancias. Muchos de los beneficios fueron
obtenidos por USA como emisor de la principal forma de medio internacional
de pagos. La financialización ha incrementado la complejidad del
imperialismo.
La financialización, finalmente, ha permitido que la ética, la moralidad y el
sentido común de las finanzas penetren en los más recónditos espacios de la
vida social e individual. Los valores sociales han sido afectados por la óptica
del financista (calculador, distante de la producción, siempre buscando la
mejor opción, constantemente preocupado por la liquidez) y del rentista
(pasivo, distante de la producción, antagonista del capital como función).
El concepto de “riesgo” (a menudo nada más que una formalización banal de
las prácticas financieras) se ha convertido en prominente en el discurso
público. Olas de ambición han sido liberadas por la transformación de las
viviendas y las jubilaciones en “inversiones”, arrastrando a los individuos en
burbujas financieras. Cuando estas estallan, la crueldad inherente de las
finanzas se coloca en el primer lugar. Seguramente también ha habido
resistencia y búsqueda de alternativas sociales. Pero las finanzas han
establecido sus términos en todo el mundo. Este escrito es un pequeño paso en
la tarea de enfrentar los desafíos analíticos planteados por la financialización.
La guía se ha buscado en el trabajo de Marx y los debates clásicos del
marxismo sobre el imperialismo a inicios del siglo XX. Comienza con un
análisis de la crisis en USA, continúa con la transformación de la banca y el
surgimiento de la explotación directa, se ocupa de la proliferación de los
mercados abiertos en las finanzas y finaliza con una discusión primero acerca
de los rentistas y segundo, la relevancia del concepto de “capital financiero”
en el período actual.
SECCIÓN II ANATOMÍA SINTÉTICA DE UNA CRISIS DE
FINANCIALIZACIÓN: LA BURBUJA HIPOTECARIA EN USA Y SU
ESTALLIDO
Sección II.1. El crédito y la marea de la burbuja
Las causas más cercanas de la crisis actual se pueden encontrar en el mercado
inmobiliario de USA. Los préstamos crecieron rápidamente y continuaron
elevados de 2001 a 2006. El crecimiento más veloz estuvo en los préstamos
subprime o sea aquellos con riesgo elevado de default. Los deudores
pertenecen a los sectores más pobres de la clase trabajadora de USA.
Frecuentemente se les ofrecía Préstamos a Tasa Ajustable (ARM), típicamente
con una tasa de interés inicial baja que subsecuentemente aumentaba. Esta
aparente “democratización” de las finanzas eventualmente derivó en un
desastre para los bancos poniendo también en riesgo a millones de personas
sin hogar.
El mercado subprime, a pesar de su crecimiento, no tiene suficiente volumen
como para asustar las finanzas de USA. Pero pudo jugar ese papel a raíz de la
titulización. Este rasgo clave de la financialización se discute más adelante. Es
suficiente decir que implica fraccionar los préstamos en pequeños montos,
reagrupando en una misma cartera los de naturaleza similar y vender los lotes
como nuevos títulos (securities). Por lo tanto, partículas de la deuda subprime
fueron incorporadas en títulos que forman parte de las tenencias de las
instituciones financieras en todo el mundo. Esta es la razón por la que los
préstamos subprime titulizados de USA conmovieron las bases de las finanzas
globales.
Detrás del boom inmobiliario había un crecimiento en otras formas de crédito
dirigido a los individuos. Sobre todo, a medida que los precios de las
viviendas aumentaban, los propietarios fueron estimulados a re – hipotecarlas
y usar el préstamo obtenido para otros propósitos. Esto, que se dio en llamar
“equity extraction” fue una figura clave de la burbuja y de la financialización
más general.
El refinanciamiento de las hipotecas y el crecimiento del endeudamiento de
los individuos llevaron al colapso de los ahorros personales que llegaron a
representar casi 0 % de la renta disponible. La caída de los ahorros personales
es una característica de largo plazo de la financialización, que refleja la
inclusión creciente de los individuos en el sistema financiero y el aumento
concomitante en las deudas personales. En USA, la caída a 0,4 % es
remarcable y no tiene precedentes históricos.
En tanto los ahorros colapsaban, el consumo individual se elevaba,
sosteniendo el crecimiento del PBI. No sorprende que las importaciones
también se elevaron y el déficit comercial de USA, ya significativo, se
expandió a 726.000 millones de dólares en 2006. Estas fueron las bases del
alabado período de expansión y prosperidad de USA entre 2001 y 2006.
Sección II.2. Causas de la burbuja
Las tasas de interés fueron funcionales a las burbujas inmobiliarias y su
estallido. Después del estallido de la burbuja de nueva tecnología en 1999 –
2000 hubo temor de recesión y el ataque al del 2001 generó pánico. La
Reserva Federal redujo rápidamente la tasa de interés en 2001 y la tasa
efectiva de Federal Funds permaneció baja a pesar del crecimiento de los precios
de los inmuebles. Por otro lado, el aumento de las tasas de interés en 2005
puso fin a la burbuja. Pero esta no fue alimentada únicamente por el crédito
barato de la Fed. A mediados de los 2000, muchos países (desarrollados y en
desarrollo) se poseían grandes excedentes comerciales. Para algunos como
Japón, Alemania y China estos excedentes surgieron de exportaciones
manufactureras, para otros como Rusia y los países del Golfo Pérsico del
aumento del precio de las commodities principalmente el petróleo. Estos
excedentes comerciales corresponden a un excedente del Ahorro por sobre la
Inversión doméstica. La contrapartida eran los déficits comerciales y la caída
del Ahorro en relación a la Inversión en USA, Reino Unido (y en menor
medida en Francia, Italia y otros países).
En una economía mundial racionalmente organizada, los excedentes
comerciales de los países en desarrollo deberían haber sostenido la Inversión y
el Consumo domésticos. Pero el mercado mundial contemporáneo se
caracteriza por la libre movilidad de los flujos de capital y por la falta de un
medio de pago producido con el dólar funcionando como cuasi – moneda –
mundial. En consecuencia, desde finales de los noventa, los exportadores
fueron compelidos a defender la estabilidad de sus tipos de cambio tanto como
a protegerse de las rápidas huidas del capital extranjero. Más aún, los
organismos internacionales, sobre todo el FMI, impusieron a los países en
desarrollo la estrategia de controlar la inflación mediante elevados tipos de
cambio. El resultado fue la acumulación de reservas en divisas en todo el
mundo, aún en la empobrecida África. Como las reservas internacionales se
mantienen principalmente en dólares de USA, los Bancos Centrales de los
países exportadores compraron US state securities bonos del Tesoro de USA. De
esta forma, una gran parte de los excedentes comerciales fluyeron a USA a
pesar de sus tasas de interés relativamente bajas y la posibilidad de pérdidas
de capital hicieron caer al dólar were the dollar to fall. 1 Ver Painceira (2008). Rodrik
(2006) propone una estimación social del costo de las reservas.

Painceira J.P. 2008. ‘Developing countries in the Era of Financialisation: From Deficit Accumulation
to Reserve Accumulation’, Historical Materialism, forthcoming.

Rodrik D. 2006. ‘The social cost of foreign exchange reserves’, International Economic Journal,
20:3, pp. 253-266.
Los países en desarrollo se convirtieron en oferentes netos de capitales a USA,
manteniendo el capital prestable abundante durante 2005 y 2006 a pesar de
que las tasas de interés crecían. Esto llevó la especulación inmobiliaria y la
titulización al paroxismo.
Sección II.3. Estallido
El boom inmobiliario se extinguió en 2006 y los precios de los inmuebles
cayeron 5-10% en 2007. A fin de ese año, 2,1 millones de personas estaban
atrasados en sus pagos. 2 2 Mortgage Bankers Association; National Delinquency Survey.
La crisis del mercado inmobiliario comenzó en el sector sub-prime pero luego
se esparció. Los mecanismos del colapso son claros: tasas de interés crecientes
y precios de inmuebles en baja forzaron a los tenedores al default. Es un rasgo
irónico del capitalismo financializado que el default de los más pobres
eventualmente lleve al de los of financial behemoths. La tormenta financiera
estalló en el Mercado de dinero interbancario en Agosto de 2007. Se trata del
mercado pivote del sistema crediticio en el que los bancos se prestan fondos
de corto plazo unos a otros, lo que les permite a su vez prestarles a otros con
requisitos más flexibles. 3 3 Para un análisis del Mercado monetario desde la Economía
Política Marxista ver Lapavitsas (2003, ch. 4; 2007).

Lapavitsas C. 2003. Social Foundations of Markets, Money and Credit, pp. 1-170, Routledge:
London.

Lapavitsas C. 2007. ‘Information and Trust as Social Aspects of Credit’, Economy and Society, vol.
36, no .3, August, pp. 416-436.

Cuánto los bancos más se involucraban en el mercado monetario, más pasaban


a depender del mismo para sus necesidades de liquidez para enfrentar
obligaciones de corto plazo. En agosto 2007 los mercados monetarios
bancarios en USA (pero también globalmente) tenían extremas dificultades
para obtener liquidez unos de otros. La razón fundamental es que los bancos
eran tenedores de grandes volúmenes de títulos securities respaldados por
hipotecas o estaban obligados a sostener a entidades financieras que eran
tenedoras. En la medida en que aumentaba la incobrabilidad de las hipotecas,
estos títulos se hacían prácticamente invendibles, privando a los bancos de
liquidez. Simultáneamente, la solvencia bancaria era puesta en duda, haciendo
colapsar la confianza. Los bancos preferían atesorar fondos líquidos
disponibles antes que prestárselos a otros. La falta de liquidez era evidente en
las divergencias entre las tasas de interés en el mercado monetario. La tasa
LIBOR cuatrimestral (a la que los bancos se ofrecen fondos entre sí en el
mercado pivote de Londres) la de swap indexada (clave para las transacciones
con derivados financieros entre bancos) están normalmente una cerca de la
otra. La razón es que las deudas subyacentes son similares, excepto que la
primera es relativamente más riesgosa. A partir de 2007 comienzan a divergir.
Así la explosión de la burbuja lleva a una aparente paradoja, ejercitando a los
expertos de los medios: los mercados estaban inundados de capital pero cortos
de liquidez. Pero este fenómeno no es ni paradójico ni nuevo. Como apunta
Marx, en las crisis financieras el dinero se convierte en paradigma: la
economía capitalista puede estar repleta de valor, pero sólo sirve el valor en
forma de dinero y no está disponible por el atesoramiento. Esta situación es
precisamente la que prevalecía en el sistema financiero global en 2007 - 2008.
El capital prestable estaba en amplia oferta, pero faltaba liquidez para pagar
las obligaciones, o sea dinero, porque estaba atesorado en las instituciones
financieras.
Intervención del Banco Central
Los Bancos Centrales han estado en el centro de los intentos para resolver la
crisis. La Reserva Federal en particular ha provisto sistemáticamente liquidez
de emergencia al mercado monetario desde agosto 2007 incluso extendiendo
la provisión a otros mercados. Como la restricción de liquidez continuaba,
adoptó métodos más amplios aún. Estos incluyen Operaciones de Mercado
Abierto (compra de títulos), discount window lending préstamos directos a los
bancos con garantía variable, Term Auction Facilities un nuevo mecanismo que
consiste en subastar un monto preanunciado de crédito con garantía variable.
Los acontecimientos tomaron un giro dramático en marzo 2008, llevando al
colapso de Bear Stearns uno de los bancos de inversión más grandes de USA. La
exposición del banco en títulos respaldados por hipotecas le hizo difícil
obtener liquidez para enfrentar sus obligaciones de corto plazo. Su precio de
stock (valor de las acciones) forzando eventualmente a la búsqueda de fondos
de emergencia del Banco Central. 4 Bear Sterns, 2007, p. 55. Estaba implicado
extensamente en transacciones con instrumentos derivados en todo el mundo.
Su quiebra podría haber tenido repercusiones no – predecibles en los
mercados financieros. Las autoridades forzaron una venta extremadamente
rápida a precio reducido at a knock-down price. El comprador, JP Morgan recibió
un préstamo extraordinario de la Fed para este propósito.
Este episodio no se destaca por ser el rescate de un banco que era demasiado
grande para quebrar, como informó la prensa de manera confusa, sino por la
gestión de la quiebra de un banco por parte del Estado. El banco fue
canibalizado por sus competidores, ayudados con recursos públicos. Los
principales accionistas asumieron las pérdidas aunque recibieron significativos
montos de dinero, en tanto los miles de empleados del banco perdieron sus
ahorros y sus trabajos.
El episodio es señalado como un pico de la crisis, y forzó la intervención.
Específicamente, se autorizó a los bancos de inversión a pedir prestado
directamente a la Fed; las hipotecas garantizadas fueron canjeadas por títulos
del Gobierno; se inyectó liquidez en el mercado monetario mediante Term
Auction Facilities y redescuentos discount window . Al mismo tiempo se bajaron
rápidamente las tasas de interés para estimular la rentabilidad de los banco
mediante la reducción del costo de fondeo. Las tasas de interés más reducidas
también buscaban evitar un colapso en el mercado accionario.
Medidas similares fueron tomadas por el Banco de Inglaterra en Abril 2008,
canjeando préstamos con garantías hipotecarias por títulos del Gobierno del
Reino Unido, aunque las tasas de interés no descendieron.
Está por verse si estos pasos podrán resolver exitosamente la falta de liquidez
en el mediano plazo. El temor por la solvencia de los bancos instalada por
títulos hipotecarios ilíquidos ha permanecido. En 2008 las instituciones
financieras internacionales mandaron a pérdida written off $300-$400 billones de
deuda incobrable asociada a esos títulos. Esto forzó a los bancos a buscar
capital fresco y simultáneamente requerir liquidez del Banco Central. Desde
fines de 2007 los bancos han estado vendiendo acciones a instituciones
financieras del Estado de los países en desarrollo a la vez que emitiendo
nuevas acciones y diluyendo su propiedad por esta vía.
Las presiones sobre los bancos van a persistir en tanto el mercado inmobiliario
de USA genere default colocando de esta manera en situación de riesgo a los
títulos hipotecarios. Pero los bancos no pueden deshacerse de estos títulos
ilíquidos mediante ventas masivas porque los precios caerían en picada
plummet y esto sería un desastre. Por lo tanto, en primera instancia, los bancos
de USA administran sus activos de manera conservadora dentro del respiro
que les da la Fed. El resultado será una contracción del crédito bancario
(estrechamiento del crédito credit crunch) que se va a esparcir gradualmente en
toda la economía afectando la acumulación real.
En este contexto, la naturaleza extraordinaria de las intervenciones de la Fed
no puede sobre-enfatizarse. La Fed pone liquidez a disposición de los bancos a
tasas de interés bajas directamente subsidiándolos con crédito público.
También ha canjeado títulos del Gobierno de USA comprando títulos
hipotecarios, asumiendo de esta manera gran parte del riesgo de la deuda
inmobiliaria tóxica. Las apuestas de los financistas persiguiendo beneficios
privados ya han sido pagadas por la forma máxima (más segura) de crédito
público, lo que es una amenaza de su valor se vea minado en el futuro.
Permitiendo a los bancos de inversión pedir prestado directamente a la Fed
mediante el depósito de préstamos de dudoso valor es una medida de carácter
similar. No se trata de bancos que se mueven en el mercado monetario, ya que
su actividad principal consiste en facilitar transacciones en los mercados
financieros abiertos. Por ende no están sujetos a la misma supervisión
regulatoria que los grandes bancos comerciales. En efecto, la Fed ha otorgado
a los intermediarios de títulos acceso directo al crédito de la nación para
protegeros de sus propias frívolas especulaciones.
Nada en los estatutos de la Fed sugiere que debería haber actuado de esta
forma, y no hay duda que los gobernadores de la Fed hubiesen objetado
fuertemente la sugerencia de que el crédito del organismo debería sostener la
construcción pública, el gasto de bienestar u otros bienes públicos. La crisis ha
demostrado que es lo que hay en el centro de la independencia del Banco
Central: defender los intereses financieros a expensas del público.
No obstante, la Fed no puede resolver definitivamente el problema de los
títulos hipotecarios en los balances de los bancos. Si directamente los
comprase debilitaría seriamente su propio balance poniendo en riesgo la
política monetaria y el dinero de la Nación. Por lo tanto, es probable que la
asistencia pública directa sea eventualmente necesaria para rescatar a los
bancos de su problema. En cierta medida esto ya ha pasado en el caso de
Fannie Mae and Freddie Mac las grandes empresas del mercado inmobiliario de
USA sostenidas por el Gobierno. Participan en algo así como la mitad de las
transacciones anuales de títulos hipotecarios, y habitualmente solo compra
primera calidad. En 2008 se avanzó en su re-capitalización a la vez que se les
permitía comprar títulos de menor calidad. Aún así, es probable que al final se
pongan fondos públicos directamente a disponibilidad de los bancos. Cuando
este proyecto surge es posible que haya fricciones políticas y sociales.
De esto se trata de la crisis de financialización, cuyo origen está en la
transformación de la economía capitalista en los años recientes. Emanó de la
burbuja en el mercado inmobiliario de USA, llevó a los banco a sufrir un
shock combinado de liquidez y solvencia y resultó en un quiebre del crédito.
La intervención del Banco Central ha sido generalizada pero no decisiva ya
que los títulos hipotecarios problemáticos han permanecido en los balances de
los bancos. Por lo tanto, para tener una idea del contenido de la
financialización, es necesario considerar la transformación del sistema
financiero. Los principales parámetros de este proceso se consideran en las
secciones siguientes.
SECCIÓN III. EL SURGIMIENTO DE LA EXPLOTACIÓN DIRECTA
Sección III.1. Cambio periódico posterior a 1973 – 1974
La financialización es parte del cambio de época que siguió al primer shock
del petróleo de 1973/1974, que marcó el final del largo boom de posguerra y
acompañó ushered in una larga declinación con repetidas crisis económicas. 5 5
Hay abundante literatura sobre este punto dentro de la Economía Política. La contribución
reciente y ampliamente discutida es Brenner (1998, 2002), quien argumenta que el descenso se
debe a una intensificación de la competencia global manteniendo baja la rentabilidad. Para una
crítica ver Fine, Lapavitsas, and Milonakis (1999).

Brenner R. 1998. ‘The Economics of Global Turbulence’, New Left Review, pp. 1-264.

Brenner R. 2002. The Boom and the Bubble: The US in the World Economy, London: Verso.

Durante este período se concretó una revolución tecnológica en el


procesamiento de información y las telecomunicaciones. 6 6 La literatura de
Economía Política es extensa en estos temas, incluyendo los debates sobre la especialización
flexible y el post-Fordismo, asociados a la Escuela Francesa de la Regulación.

El impacto de los cambios tecnológicos en la esfera de la circulación ha sido


grande. Más aún, el neo-liberalismo ha reemplazado al keynesianismo de
largo boom generando profundos cambios institucionales y políticos, sobre
todo, la desregulación de los mercados de trabajo y del sistema financiero. 7 7
Dos contribuciones prominentes de la Economía Política que discuten el surgimiento del neo-
liberalismo son Dumenil and Levy (2004) and Glyn (2006).
Tres aspectos de estos procesos son particularmente relevantes para la
financialización. Primero, el crecimiento de la productividad ha sido
problemático desde mediados de los setenta hasta mediados de los noventa,
especialmente en USA. 8 8 The measurement of productivity is a conceptual minefield,
particularly in services. In this article mainstream measurements are used as reference points for
Las nuevas tecnologías no generaron las ganancias esperadas. Llevó
discussion.
dos décadas la recuperación del crecimiento de la productividad, sobre todo
debido a la industria de los microprocesadores. Después de 1995, se sentaron
gradualmente las bases para un crecimiento más rápido de la productividad en
muchas actividades económicas en USA. 9 9 Ha habido un intenso debate dentro de la
economía mainstream, pero se ha llegado a un consenso sobre estas ideas. Ver Oliner and Sichel
(2000, 2002), Jorgenson and Stiroh (2000), Gordon (1999, 2004).

El crecimiento de la productividad aumentó inclusive en el sector servicios,


incluyendo el intercambio financiero, más no en la banca. 10 10 La literature sobre
este punto es más reducida, ver Triplett - Bosworth (2001, 2003).

Sin embargo, otros países capitalistas importantes incluyendo el Reino Unido,


no registraron ganancias similares. La relación entre nueva tecnología y
crecimiento de la productividad sigue por lo tanto en debate.
Segundo, el proceso de trabajo se transformó, en parte debido al cambio
tecnológico y regulatorio y en parte por la seguidilla de desempleo en
determinadas coyunturas del período. El trabajo informal y la incorporación
de las mujeres a la fuerza de trabajo tuvieron un fuerte impato en las prácticas
laborales. 11 11 Hay una amplia literatura mainstream sobre la relación entre nueva tecnología
y trabajo. Ver Brynjolfsson y Hitt (2000, 2003); Autor, Levy and Murnane (2003).

Es probable que haya habido un reacomodamiento de trabajo pago e impago,


así como un crecimiento del trabajo por encargo (por tanto, a destajo) y de las
prácticas de despido putting out. En términos marxistas, es probable que el
trabajo se haya intensificado y el trabajo impago se haya extendido. De la
extensa literatura sobre la satisfacción en el trabajo por ejemplo, surge que la
intensificación del trabajo asociada con la nueva tecnología es una razón clave
de la insatisfacción en el trabajo en los países desarrollados, junto a la pérdida
de alternativas de trabajo. (Green 2004a, 2004b; Green and Titsianis 2005).
Tercero, la producción y el comercio global pasó a estar dominado por
empresas multinacionales creadas a través de sucesivas olas de fusiones y
adquisiciones. El mayor peso de la Inversión Extranjera Directa (IED) cayó en
los países desarrollados pero también hubo sustanciales flujos a los países en
desarrollo desde mediados de los noventa, aumentando significativamente a
partir del 2000 World Bank 2006. La competencia se ha intensificado
globalmente, pero sin cárteles formales, zonas de comercio exclusivo o
derechos de inversión. El crecimiento de las multinacionales estuvo
acompañado por un cambio en las localizaciones más dinámicas desde el oeste
y sobre todo hacia China. También se dieron flujos de inversión sur-sur . Para
asegurarse, Alemania y Japón continuaron acumulando grandes excedentes
industriales. Sin embargo, se ha verificado un cambio general en la actividad
capitalista hacia las finanzas y otros servicios y en el Oeste, especialmente en
USA y el Reino Unido.
La financialización se hace más comprensible con un trasfondo de crecimiento
dubitativo de la productividad, prácticas laborales alteradas y cambios
globales en la capacidad productiva. Desde finales de los setenta, la
acumulación real es testigo de un crecimiento precario y mediocre, pero las
finanzas han crecido extraordinariamente en términos de empleo, ganancias,
tamaño de las instituciones y los mercados. Ha habido desregulación, cambios
tecnológicos e institucionales, innovación y expansión global. Actualmente,
las finanzas penetran cada aspecto de la sociedad en los países desarrollados
en tanto su presencia ha crecido fuertemente en los países en desarrollo. Sin
embargo, lo más importante tal vez haya sido el aumento de la explotación
directa de los trabajadores y otros actores sociales. Mientras la acumulación
real ha reaccionado con indiferencia, la clase capitalista ha encontrado nuevas
fuentes de beneficios en los modernizados revamped mecanismos de las
finanzas.
Los parámetros de esta compleja transformación se examinan más adelante. El
análisis apela a la estructura de la Economía Política marxista que deriva
fundamentalmente del trabajo de Marx. Sin embargo, el producto de la
Economía Política Marxista subsecuente sobre todo Hilferding (1981) es por lo
menos igual de importante y en algunos aspectos superior. Con este espíritu la
discusión comienza con los bancos privados, que son el pivote del sistema
crediticio.
1.2. La banca como mecanismo de explotación directa
Durante el boom de posguerra, la banca comercial incorporó la intermediación
financiera directa: los bancos movilizaron depósitos gratuitos (o casi gratuitos)
a la financiación de préstamos a las corporaciones industriales y comerciales.
Los controles financieros regulaban las tasas de interés y se circunscribían a
las actividades de préstamo.
Sin embargo, desde finales de los sesenta, ha avanzado la desregulación de las
tasas de interés y las actividades de préstamo. Los depósitos cautivos no están
ya disponibles y los bancos han sido obligados a crear otras deudas
(obligaciones, compromisos) para afrontar la actividad de préstamos. Al
mismo tiempo, grandes corporaciones han tendido a obtener fondos
directamente en los mercados abiertos, apoyándose de esta manera menos en
los bancos.
El crecimiento del financiamiento externo de las grandes corporaciones en los
mercados abiertos más que en los bancos es una característica de la
financialización. Hay diferencias entre las corporaciones de USA, Alemania y
Japón en este aspecto. Por ejemplo, las corporaciones estadounidenses se
manejan en gran medida con bonos. Esto refleja el carácter de basado-en
bancos de los sistemas financieros de Alemania y Japón, opuesto al carácter
basado-en-el-mercado del sistema estadounidense.
Igual de importante es las grandes corporaciones, en el mundo desarrollado,
para financiar inversión industrial neta, se sostienen en gran medida con
utilidades retenidas más que con fondos externos. 12 12 See Corbett and Jenkinson
(1996, 1997).

La respuesta de los bancos a la caída en los canales tradicionales de préstamos


a las corporaciones fue, en primer lugar, orientarse al ingreso personal de
trabajadores y actores sociales similares y segundo, focalizarse en la
intermediación financiera. 13 13 For fuller analysis of bank activities see Dos Santos (2008).
La primera alternativa incluye préstamos hipotecarios, para consumo,
fideicomisos money trusts, seguros y otra gran variedad de servicios
relacionados con los mercados abiertos. Hay variaciones considerables entre
los países líderes en función de su propio desarrollo histórico e institucional,
pero la tendencia general no presenta dudas. Esto representa una gran
transformación de las finanzas capitalistas. La Economía trata en general a los
bancos como intermediarios financieros que obtienen beneficios del spread del
interés entre sus activos y sus pasivos. Así, las utilidades de los bancos
derivan en última instancia de las empresas industriales y comerciales, son los
principales deudores delos bancos. Pero la financialización ha transformado
los ingresos personales de los trabajadores e independientes en origen
principal de los beneficios de los bancos.
Una precondición para esto ha sido la participación creciente de los individuos
en las operaciones del sistema financiero, tanto en términos de activos como
de pasivos. Una vez más se observan diferencias entre los países líderes que
reflejan historias, instituciones y clientes promedio respecto de los hogares, las
jubilaciones, los seguros y el consumo.
Pero la tendencia es indudable. Los trabajadores individuales y otros se han
involucrado cada vez más en los mecanismos del sistema financiero: han sido
financializados.
El resultado ha sido una proporción creciente de los ingresos de los individuos
derivados a los bancos y otras instituciones financieras para el pago de
préstamos y otras obligaciones financieras. Esto se ve claramente en USA.
En términos marxistas la extracción del beneficio financiero a partir de los
ingresos individuales puede denominarse explotación directa. Directa en el
sentido de que esquiva (bypass) la producción (considerada el escenario venue
normal de la explotación y se concreta en la circulación. También es
explotación, aunque las razones son más complejas. La idea de que la
comercialización de mercancías en la esfera de la circulación no es el terreno
natural de la explotación quid pro quo prevalece.
Sólo si los comerciantes fuesen sistematicamente mal informados acerca de
los valores, o alguna fuerza extra – económica apareciese en escena podría
darse la explotación en la comercialización. Pero las finanzas se ocupan del
capital en dinero o en dinero prestable más que en mercancías producidas.
Esto incluye el intercambio de promesas y obligaciones basado en la
confianza en lugar de la aplicación directa de “una cosa por otra”. La
transferencia final de valor entre las partes depende de una estructura
institucional, legal, flujos de información e incluso poder social. Es posible en
principio exprimir al deudor y extraer retornos usurarios. Más aún, las
finanzas dirigidas al ingreso personal está armada para cubrir necesidades
básicas de los trabajadores como vivienda, jubilaciones, consumo, etc. Esta
realidad contrasta con las finanzas para financiar necesidades de inversión o
circulación de los capitalistas. Específicamente, los destinatarios del primer
grupo reciben valores de uso en tanto los del segundo aspiran a la expansión
del valor. En consecuencia, tienen muy diferentes objetivos, propósitos,
información, acceso a las alternativas y capacidad de ahorro. Los capitalistas
industriales y comerciales en última instancia son capaces de evitar o
reemplazar los mecanismos de las finanzas, probado de que son muy costosos.
Esto no está fácilmente disponibles para los trabajadores individuales, que por
ende pasan a ser objeto de explotación directa por parte de las finanzas.
1.3. Implicancias para la solvencia, la liquidez y el manejo del riesgo
bancario
El cambio hacia la explotación directa ha tenido grandes implicancias en las
operaciones de los bancos, a la vez que ha creado nuevas fuentes de
inestabilidad y crisis. Para el análisis, es importante mencionar que, para la
Economía Politica Marxista, el capital bancario emerge del capital de los
comerciantes y se especializa en el manejo de dinero así como en la creación
de préstamos. Los bancos operan en la esfera de la circulación, pero también
movilizan dinero ocioso que está fuera de la circulación. En consecuencia, los
bancos tienen una actitud ambivalente hacia el giro turnover del capital social:
son necesarios para la producción capitalista avanzado pero mantienen una
actitud indiferente detached incluso predatoria hacia ella. 14 14 For further
discussion see Lapavitsas (2007).

Para ser más específico, los bancos ofrecen servicios tanto de transacciones de
dinero como préstamos de dinero, lo que eleva la rentabilidad del capital
productivo reduciendo los costos de circulación, acelerando la rotación,
liberando reservar monetarias y haciendo disponible capital fresco para
expandir la creación de plusvalor. Pero los bancos son empresas capitalistas
particulares que no producen ni valor ni plusvalor. Esencialmente los bancos
adquieren activos (promesas de pago de otros) creando obligaciones
(promesas de pago de los bancos). De esta forma, son vulnerables a cualquier
disturbio del flujo de obligaciones. Los bancos también invierten su propio
capital pero normalmente es una pequeña proporción de sus activos. Es decir
que son empresas altamente endeudadas. Esta vulnerabilidad inherente a los
bancos es más pronunciada en tanto sus compromisos tiendan a ser muy
líquidos, o sea, que sean fácilmente convertibles en dinero por sus tenedores.
Esto se ve claramente en los depósitos, que son dinero – crédito. En contraste,
los activos de los bancos normalmente son menos líquidos. Para enfrentar este
problema, los bancos históricamente han mantenido reservas líquidas. Pero
esto resulta caro, dado que las reservas generan ganancias muy pequeñas para
los bancos. De esta forma, a instigación de los bancos, los años de
financialización han sido testigos del levantamiento de los controles sobre las
reservas y una dependencia creciente de la liquidez obtenida de los mercados
financieros.
También es claro que los bancos son también vulnerables a los deudores que
no cancelan sus créditos. Los bancos generalmente mantienen pequeños
montos de capital en relación con sus activos y el default de los deudores
podría llevar a la insolvencia bancaria y de ahí a la quiebra. Para proteger su
solvencia los bancos deben, primero, asumir el riesgo de default de sus activos
y segundo mantener suficiente capital para absorber las pérdidas. Pero cuanto
mayor es el porcentaje de capital propio que los bancos mantienen para un
determinado activo menor su rentabilidad. Por lo tanto los bancos están
obligados a caminar sobre la cuerda floja: deben juzgar la calidad de los
activos con la suficiente precisión como para mantener el mínimo de capital
propio. La necesidad de encontrar el equilibrio strike a balance entre liquidez y
solvencia es inherente a la banca. 15 15 The tightrope is as old as banking itself and has
concerned classical political economists. Steuart (see, for instance, 1995, bk. IV, pt. I, ch. I) stressed
solvency because he advocated banks making longterm, largely illiquid loans. Smith (1950, bk. II,
ch. II), on the other hand, stressed liquidity because hesaw banks as suppliers of short-term
circulation funds. The way the balance is determined in each historical period depends on the
needs of real accumulation, institutional structure, law, and customary bank practices.

Los bancos por lo tanto, están obligados a asumir el riesgo de sus activos (es
decir la confiabilidad de las promesas de pago hechas por terceros a los
bancos). Los métodos que emplean dependen de la tecnología, la información,
las relaciones de largo plazo, la estructura institucional y legal así como de las
prácticas bancarias promedio. La financialización ha acarreado dramáticos
cambios en estos aspectos, reflejando el giro de los bancos hacia los ingresos
personales y la introducción de nueva tecnología. 16 16 For fuller discussion see
Lapavitsas and Dos Santos (2008).

Más especificamente, los bancos han adoptado la “calificación crediticia”. Se


trata de técnicas al alcance de la mano que se apoyan en la recolección de
información numérica (edades, ingresos, activos, etc.) y generan un puntaje
individual (Mester 1997). Los resultados son manipulados estadísticamente
usando bases de datos y computadoras que son adquiridas por los bancos con
avidez (Triplett and Bosworth 2003). Esto le da al proceso un barniz veneer
científico, en tanto los préstamos se otorgan si alcanzan un pre-determinado
umbral. Las hipotecas subprime eran precisamente préstamos para los que el
umbral se había establecido en niveles deliberadamente bajos.
Los bancos también han comenzado a estimar el riesgo de default de sus
activos aplicando modelos matemáticos que utilizan tasas históricas de
default. Las estimaciones en gran medida son extrapolaciones de tendencias
pasadas, con las pruebas realizadas dentro de los límites de los datos pasados.
Los bancos también han aprendido a aplicar Métodos de Valuación de
Riesgos, que descansan en la correlación entre los precios de los activos
(estimados históricamente) y su volatilidad (estimada a partir de los precios de
mercado). 17 For standard analysis see Saunders and Allen (2002, pp. 84-106) and Duffie and
Singleton (2003, pp. 31-42).

Sobre estas bases, pueden estimar diariamente su DEAR (Retorno Diario


sobre el Riesgo) que es la probabilidad de que el valor de sus activos pueda
declinar por debajo de cierto nivel sobre bases diarias. En consecuencia,
pueden reajustar el mix de sus activos para mantener el DEAR dentro de
ciertos límites aceptables. Con este propósito, los activos de los bancos deben
reflejar las valuaciones actuales del mercado más que los precios históricos.
Por esta razón, la práctica contable “corregida por el Mercado” ha prevalecido
en el curso de la financialización.
El spread de estas técnicas de gestión del riesgo le debe mucho a la
regulación, sobre todo a las reglas de adecuación de capital Basilea I y II
instigadas por el Banco Internacional de Pagos (BIS). Las regulaciones de
Basilea I, formalizadas en 1988, estipulaban que los bancos activos
internacionalmente deberían mantener capital propio equivalente al menos a
un 8 % de sus activos. Basilea II, por otro lado, que comenzó a tomar forma a
finales de los noventa, esencialmente reforzó las prácticas de gestión del
riesgo descritas brevemente en los párrafos anteriores. Considera que los
bancos que operan con métodos VAR y relacionados asumen mejor el riesgo y
por ende son autorizados a mantener ratios de capital menores. Esta es una
ventaja competitiva significativa para algunos bancos, que impulsó a otros a
adoptar también métodos intensivos en computación con base estadística para
estructurar sus balances.
La crisis de 2007 – 2008 ha demostrado que las derivaciones de Basilea II son
profundamente problemáticas. En lugar de decidir el nivel de capital propio
con el criterio de cubrirse de un default de activos, los bancos han tendido a
manejar sus activos para evitar las costosas tenencias de “capital excedente”.
Esto los animó a saltearse las regulaciones dejando de incluir en los balances
las actividades que no cumplen con los requerimientos de adecuación de
capital. Un rol prominente entre estas actividades ha sido la securitización.
Más aún, las derivaciones de Basilea II continúan siendo negativas porque han
forzado a los bancos a elevar su capital precisamente cuando los activos se
vuelven riesgosos desde dos lados. Por uno por la declinación de la calidad de
sus activos y por el otro por el costo y la dificultad de obtener capital.
1.4. La securitización y el giro de la crisis
La técnica de securitización ha estado presente por muchas décadas. Pero se
volvió prominente como resultado de la financialización y el giro de los
bancos hacia la explotación directa. La razón por la cual los bancos sacaron la
securitización de los balances es clara a la luz de los argumentos señalados.
Para sostener sus préstamos (como hipotecas) los bancos deben mantener
significativos montos de capital (especialmente a partir de las regulaciones de
Basilea). Pero mantener capital propio es caro y por ende los bancos tienen un
fuerte incentivo a sacar los préstamos del balance, venderlos a otros en forma
de títulos y ganar comisiones. De esta forma la securitización se volvió una
nueva fuente de inestabilidad sistémica. Para titularizar por ejemplo hipotecas,
los bancos crean los Vehículos con Propósito Particular (SPV) que toman
posesión de las hipotecas y emiten títulos con garantía hipotecaria. Estos
títulos tienen “origen” o sea son efectivamente administrados por instituciones
financieras especializadas por lo común bancos de inversión; su solvencia
creditworthiness está asegurada por las evaluadoras; también están garantizados
(“crédito incrementado”) por aseguradoras de crédito especializadas. Entonces
están listas para operar en los mercados financieros. Los bancos siguen los
procedimientos, recuperan su ventaja original y restablecen su capital. Por lo
tanto están en condiciones de repetir el proceso, ordenando churning over
continuamente su capital. Mientras tanto los originadores o sponsor, las
evaluadoras y aseguradoras ganan jugosas comisiones que en última instancia
salen de los ingresos personales de los hipotecados.
Para los bancos, por lo tanto, el acto de adelantar capital prestable se
transforma en una mediación de endeudamiento en los mercados abiertos.
Como se apropian del ingreso individual a través de las comisiones más que
del interés los bancos tienen un fuerte incentivo para acelerar la originación de
las hipotecas. Cuando el proceso explotó a mediados de la década del dos mil
pareció que los bancos estaban ofreciendo un servicio social volviendo los
préstamos altamente disponibles, aún para los más pobres. En realidad estaban
rescindiendo cambiando churning su capital para ganar comisiones
eventualmente mandando a la ruina a gran cantidad de pobres.
La securitización podría fácilmente extenderse a otros activos de los bancos
como tarjetas de crédito a cobrar, préstamos para automotores, préstamos con
garantía hipotecaria y otros. Aprovechando esta veta los bancos crearon las
Obligaciones de Deuda con Garantía (CDOs) contra un mix de activos
subyacentes como hipotecas, créditos para consumo, bonos preferenciales
regular bonds y similares. En esencia se les otorga a los tenedores de CDOs un
derecho sobre los pagos de intereses y el principal de la deuda subyacente. El
precio depende del riesgo que es estimado por las calificadoras usando sus
métodos intensivos en computación. Agravando más las cosas Compounding
things further, las calificadoras a menudo ponen estos modelos a disposición
anticipadamente a los Bancos de Inversión quienes entonces ajustan el mis de
activos en el CDO para obtener el requisito de “excelente” en la calificación.
Tanto los Bancos de Inversión como las calificadoras obtienen sustanciosas
comisiones por sus esfuerzos. Los bancos podrían haber evitado lo peor siendo
capaces de apartarse de la poción maligna que estaban preparando para
vendérsela a otros. Pero durante la burbuja, los títulos con garantía hipotecaria
generaban elevados retornos y el crédito era barato. Por eso los bancos
comenzaron a establecer los Vehículos de Inversión Estructurada (SIV),
empresas que absorbían fondos en el mercado monetario para comprar activos
titularizados incluyendo CDOs. Los bancos también estructuraron o le
prestaron significativamente a fondos especulativos con el mismo propósito.
Son similares a los SIVs pero tienen amplia competencia para sus inversiones
y poca obligación de revelar sus operaciones. En efecto, los bancos estaban
usando el dinero de los otros para comprar los títulos elaborados y poco
fondeados que ellos mismos habían creados.
Para proporcionar cobertura para su temeridad los bancos empezaron a
comercializar activamente Swaps de Créditos en Default (CDs). Estos son
derivados en los que el vendedor se compromete a reembolsar por completo al
comprador el valor de una deuda subyacente, probado que el comprador paga
un premio. En el pico de la burbuja su crecimiento fue sorprendente.
Los Cds con similares a los contratos de seguro y también reducen los
requerimientos de adecuación de capital dado que hacen aparecer a los activos
menos riesgosos. Pero también son excelentes vehículos para la especulación.
Si, por ejemplo, un banco piensa que uno de sus deudores está en problemas,
puede comprar un CDS sobre los bonos de este deudor. Suponiendo que la
empresas realmente entre en default el banco podría comprar los bonos con un
descuento en el mercado secundario, vender subsecuentemente al emisor del
CDS al precio originalmente acordado y así conseguir una ganancia. Las
variaciones sobre este tema son innumerables.
La especulación se convierte en el propósito fundamental del comercio de
CDS involucrando a los bancos, bancos de inversión, fondos especulativos y
similares.
Por un breve período por lo tanto, los activos titularizados parecieron una vía
para que los bancos obtuvieran beneficios. Pero tenían dos debilidades
relacionadas. Primero, no son particularmente líquidos y segundo, sus precios
están determinados principalmente por fórmulas matemáticas más que por
compras y ventas regulares. Estos son los precios que aparecen en los balances
de las instituciones tenedoras, en una parodia del principio de “valuación de
mercado”. El omnisciente mercado trabaja muy mal en este aspecto. Y de esta
forma resulta eventualmente en un desastre para los bancos. Una vez que los
default de las hipotecas subprime se generalizó en 2006, los activos
titularizados se volvieron muy riesgosos. No podían venderse fácilmente y
sus precios descendieron. Para los SIVs y los fondos especulativos esto
significó que sus activos desmejoraban en precio y calidad haciendo imposible
conseguir crédito en el mercado de dinero. Enfrentados a la quiebra, tuvieron
que apelar (call on ) a los bancos que estaban obligados a sostenerlos. En
consecuencia, los bancos empezaron a tener pérdidas haciendo necesario
reponer su capital a la vez que restringir el crédito. Naturalmente, se volvieron
extremadamente reticentes a prestarse unos a otros en el mercado de dinero.
En setiembre 2007 esta combinación mortal ocasionó una corrida en Northern
Rock un banco británico relativamente pequeño, que evitó el colapso solo
después que el Tesoro garantizó sus depósitos. En marzo 2008, liquidó Bear
Sterns a uno de los más ávidos e innovadores en este campo. Pero los activos
titularizados permanecieron en los balances de los bancos.
3.5 ¿Cuál es el rol social y económico de los bancos en el capitalismo
financializado?
La titularización plantea profundas preguntas acerca del amplio papel social y
económico de los bancos en el capitalismo financializado. Los clásicos del
marxismo resaltan que los bancos juegan un rol integrador en la economía
capitalista recolectando información sobre deudores y transfiriendo recursos
disponibles. 18 18 Lenin (1964, p. 223) thought that banks had become institutions of a truly
‘universal character’ in capitalist society, while Hilferding 1981, p. 368) imagined that the German
economy could be controlled through ‘six large Berlin banks’.

Pero la financialización ha elaborado cambios significativos y los bancos se


han orientado hacia la explotación directa y la mediación en el mercado
financiero.
La economía mainstream permite obtener mucha información. De acuerdo con
la misma los bancos adquieren información mediante formas cualitativas
(soft) y cuantitativas (hard). 19 19 These are clumsy terms, but the meaning is clear. See
Berger and Udell (1995), Berger, Klapper and Udell (2001).

La primera incluye contacto habitual con los deudores, relaciones personales,


visitas al lugar de operaciones e instalar personal en la administración de las
empresas. La segunda alude al análisis de datos cuantitativos sobre las
empresas, el mercado de títulos, otros mercados y la economía en general.
La explotación directa ha cambiado el foco de los bancos desde los métodos
soft relacionales hacia las técnicas estadísticas hard. Para operar estas últimas,
los bancos necesitan infraestructura informática y enormes bases de datos
sobre individuos, empresas y la economía.
De esta forma, los bancos disponen de archivos y memorias de la economía y
la sociedad, que alcanzan a la vida personal, social y económica. En el
capitalismo financializado, el capital privado se arroga el derecho de recopilar
enormes volúmenes de información personal para usarla subsecuentemente
con el propósito de obtener ganancias.
Pero esta moneda tiene dos caras. El confiar en la información hard ha
incrementado la distancia entre los bancos y sus deudores, probablemente
perdiéndose información soft. Cuanto más formal y basada en números se
vuelve la recopilación de información, menos se apoyan los bancos en el
conocimiento personal y la experiencia acerca de sus deudores. Esto ha
incidido has a bearing on en la gestión del riesgo. Historicamente, asumir la
solvencia, la capacidad de crédito del deudor ha dependido de la
estratificación layering de los mercados y las instituciones del sistema de
crédito. 20 20 See Lapavitsas (2003: ch. 4.)
La solvencia adquiría un carácter crecientemente social y objetivo cuanto más
elevada era la ubicación de la institución financiera en los sucesivos estratos
de las relaciones de crédito. La red alrededor de los mercados monetarios
bancarios, por ejemplo, les permitía alcanzar una evaluación del riesgo con
mayor base social y por ende objetiva, que los bancos locales especializados o
incluso los bancos de inversión. Del mismo modo, el Banco Central aplicaba
el más social de los criterios comandando de esta forma el crédito público. El
spread que se obtiene de las técnicas de gestión de riesgo intensivas en
informática y basadas en inferencia ha transformado este proceso colocando la
evaluación administrativa y de gestión por debajo de la manipulación
mecánica de los datos. Algunos académicos interpretan estos cambios como
demostrativos de que el papel más profundo de los bancos en el capitalismo
contemporáneo implica manejar el riesgo por vías formales. (Allen and Santomero,
1998, 1999).

Durante la burbuja, ideólogos menos sofisticados alegaban que los bancos se


han convertido en expertos en “clasificar, empaquetar y ponerle precio” al
riesgo. Haciendo esto aparentemente los bancos consiguen que el riesgo sea
asumido por quienes realmente desean hacerlo, incrementando por esta vía la
estabilidad financiera. Ahora es evidente que el cambio hacia la gestión del
riesgo basada en inferencia ha incrementado la inestabilidad. Por una parte, se
apoya en precios del pasado para calcular correlaciones, que difícilmente
funcionen en momentos de movimientos conjuntos de precios sin precedentes,
que es lo que caracteriza a las crisis. Más aún, estas técnicas pueden haber
incrementado la homogeneidad en la toma de decisiones de los intermediarios
financieros, exacerbando así los movimientos de precios y la inestabilidad
general. (Persaud 2002).
Pero más fundamentalmente, durante la burbuja los bancos constituyeron
hipotecas únicamente para titularizarlas y ganar comisiones. Esta parece una
práctica hard basada en información cuantiativa, también barata y muy
rentable. En la práctica, los bancos estaban dando préstamos sin la debida
diligencia, delegando este proceso en las calificadoras de riesgo. Esto último
evidentemente caree del conocimiento relacional que los gerentes de banco
tenían de sus (muy pocos) deudores hipotecarios en el pasado. Peor, los
bancos pasaron a comprar activos titularizados sin asumir y sin ni siquiera
comprender el riesgo que esto implicaba.
Así, el vuelco hacia la explotación directa ha producido el fracaso sistémico
de los bancos para recopilar información y asumir el riesgo. 2121 To call this
‘mispricing of risk’ is uncharacteristically lame by Goodhart (2008). The real issue is systemic
failure to apprehend risk altogether.

Los bancos son realmente capaces de actuar como el sistema nervioso de la


economía capitalista cuando se dedican a conseguir fondos ociosos para
prestarlos a los capitalistas productivos. Pero cuando se trata de abordar las
necesidades financieras de gran cantidad de individuos, los bancos parecen
estar mal equipados y mal predispuestos a enfrentar los requerimientos de
información. Abordan la tarea desde el corto punto de vista de la rentabilidad
de sus negocios, lo que los impulsa a buscar técnicas intensivas en informática
que son pseudocientíficas Sin embargo, la vivienda, el consumo privado y
similares son necesidades sociales. Los receptores no son capitalistas
economicistas y el conocimiento que se requiere para poner fondos a su
disposición tiene aspectos fuertemente sociales y relacionales. Sería imposible
para los bancos adquirir ese conocimiento a la escala requerida aún si
estuviesen dispuestos a hacerlos. Se trata de una limitación inherente a la
explotación directa: las necesidades sociales solo pueden ser abordadas muy
parcialmente por las finanzas privadas; requieren respuestas sociales.
2. Mercados financieros abiertos y explotación directa
La contrapartida de la transformación de los bancos y un sello de la
financialización es el crecimiento de los mercados abiertos (de acciones,
bonos, derivados y similares). Movilizan dinero ocioso en forma paralela al
sistema estructurado de crédito que principalmente comprende a los bancos.
Pero estos mercados operan con principios diferentes y dan lugar a diferentes
intermediarios financieros. También ofrecen nuevas oportunidades a los
bancos para conseguir beneficios mediante la mediación en el mercado
financiero y la explotación directa.
4.1. Mercados financieros abiertos y el “valor de las acciones”
Las Bolsas Stock markets son mercados donde se comercializan acciones, es
decir derechos de propiedad sobre las corporaciones que otorgan derecho
sobre futuros beneficios. Los precios de las acciones representan el valor
descontado de los beneficios futuros y la tasa de descuento de referencia es la
tasa de interés (ajustada en función del riesgo). 22 22 Hilferding (1981, ch. 8)
advanced the original, and still most powerful, analysis of share prices within Marxist political
economy.

Este proceso fue denominado por Marx (1894, ch. 29) formación de “capital
ficticio”. Los precios de las acciones, en otras palabras, se forman a una
distancia considerable de la creación de valor en la producción; reflejan la
estimación racional de las perspectivas de la empresa pero también
expectativas, rumores y la completa manipulación de los compradores. En
consecuencia, dan lugar a la obtención de ganancias de capital y ofrecen un
espacio natural para la especulación.
Los mercados de bonos, por otra parte, son mercados donde se negocia la
deuda de largo plazo de las grandes empresas, los bancos y el Estado.
Generalmente tienen menor riesgo que las acciones emitidas por una empresa.
El aspecto ficticio de sus precios permite obtener ganancias de capital pero,
dado que son deudas, menores a las de las acciones. La financialización ha
convertido a los mercados de bonos en la fuente principal de fondos de las
corporaciones. En los años recientes también han crecido en los países en
desarrollo en la medida en que crecieron las reservas internacionales,
proporcionando de esta manera al capital extranjero la oportunidad de extraer
grandes beneficios. (Painceira, 2008).
Los mercados de derivados han crecido enormemente durante las últimas tres
décadas, pero no incluyen la transferencia de capital prestable u ocioso a
quienes intenta utilizarlo. Los derivados son más bien esencialmente apuestas
que permiten la gestión del riesgo a partir de la especulación. 2323 Very little
guidance on derivatives can be found in the corpus of Marxist political economy. Some steps in
forming an analytical framework were taken by Bryan and Rafferty (2007), though they
erroneously think of derivatives as money.

Pueden ser simples como los contratos a futuro de compra y venta de divisas o
complejos como los diversos Swaps de Tasas de Interés. Todos poseen un
activo subyacente, que puede ser real, financiero o incluso imaginario como el
clima. La complejidad y el tamaño de los mercados de derivados guardan
proporción inversa a su amplia significatividad económica. Las empresas
industriales y otras, que enfrentan riesgos asociados con la producción y el
comercio, hacen un uso limitado de los derivados. Los usuarios más
importantes son las instituciones financieras que buscan cubrirse de los riesgos
de las transacciones financieras o especular.
Hay un elemento ficticio en los precios de los derivados, pero es diferente al
de las acciones y bonos. Los precios de los derivados son remotos respecto de
la creación de valor. Se forman a través de valores asociados a una cantidad de
elementos que sustentan la apuesta; sobre todo la volatilidad del título
subyacente. La estimación de la volatilidad incorpora las expectativas de
compradores y vendedores acerca del comportamiento futuro del activo
subyacente. Este proceso puede volverse homogéneo solo a través de las
prácticas institucionales y las normas comerciales. En este sentido, la
financialización ha sido decisiva debido al surgimiento del modelo de Black y
Scholes de los precios de los derivados. Su adopción general (o de sus
variantes) por los que participan en el mercado le ha otorgado a los precios de
los derivados un aire de realidad objetiva. 24 24 Penetrating sociological analysis of
this process has been provided in a series of papers by MacKenzie (e.g. 2003, 2004) and
MacKenzie and Millo (2003).

Las bolsas de valores han sido fundamentales para la financialización pero no


por proveer capital para inversión a las empresas industriales ( Corbett and
Jenkinson 1996, 1997). Las acciones más bien han sido la palanca principal para la
centralización del capital, substancia de las fusiones y adquisiciones (M&A)..
Las acciones crean una distancia y una oposición entre los tenedores (capital
como propiedad) y los administradores/gerentes (capital como una función).
Inevitablemente, los tenedores de acciones adquieren aspecto de rentistas,
aunque mediante un proceso complejo. En consecuencia, el gobierno de las
grandes empresas joint-stock ha sido un aspecto fundamental de la
financialización. 25 25 The literature on governance is vast, and has a long pedigree. It
originates partly in Marxist political economy (Marx, 1894, pp. 512-4; Hilferding, 1981, ch. 7).

company is a business entity where different stocks can be bought and owned
by shareholders. Each shareholder owns company stock in proportion,
evidenced by his or her shares (certificates of ownership).[1] This allows for
the unequal ownership of a business with some shareholders owning a larger
proportion of a company than others. Shareholders are able to transfer their
shares to others without any effects to the continued existence of the company.
[2]
Una empresa join – stock es una entidad de negocios en la que los diferentes
stocks pueden ser comprados
In modern corporate law, the existence of a joint-stock company is often
synonymous with incorporation (i.e. possession of legal personality separate
from shareholders) and limited liability (meaning that the shareholders are
only liable for the company's debts to the value of the money they invested in
the company). And as a consequence joint-stock companies are commonly
known as corporations or limited companies.

Some jurisdictions still provide the possibility of registering joint-stock


companies without limited liability. In the United Kingdom and other
countries which have adopted their model of company law, these are known as
unlimited companies. In the United States, they are known simply as "joint-
stock companies".
En este aspecto, la financialización ha sido testigo del ascenso ideológico del
“valor del accionista” como principio apropiado de gobierno corporativo. Esta
teoría emergió claramente en los setentas y ochentas formulando la oposición
entre gerentes y acciones en términos de teoría de juegos principal – agente.
26 26 The key references are Ross (1973) and Jensen & Meckling (1976).
Esencialmente postula que las corporaciones se manejarían con más eficiencia
si los gerentes fuesen obligados a maximizar la tasa de retorno sobre las
acciones. Los mercados de valores son mecanismos para disciplinar a los
gerentes, en última instancia a través de la amenaza del derecho de preferencia
(take over) . El “valor del accionista” empuja a las corporaciones a estar
pendientes constantemente del mercado de valores, estimulando de esta
manera la búsqueda de resultados de corto plazo más que el desempeño de
largo plazo. El tema es más complejo, durante las últimas tres décadas las
corporaciones han sido impulsadas a “achicar y distribuir” ‘downsize and
distribute’ lo que implica reducir especialmente funciones y empleados para
mejorar los indicadores de rentabilidad, el valor del accionista. Se trata de
reducir costos y distribuir beneficios a los accionistas más que “retener e
invertir” las ganancias (Lazonick and O’Sullivan, 2000). Es posible que esto haya
impactado en el pobre desempeño de la acumulación real.
En el marco de la ideología el “valor del accionista” ha sido exitosa en revertir
el viejo principio de Keynes de “eutanasia del rentista” . Pero la glorificación
de los accionistas no ha restringido a los gerentes, sus “agentes” putativos. Por
el contrario, el “valor del accionista” ha sido un vehículo para el
enriquecimiento del estrato gerencial, que ha estado alerta de las muchas
formas de apropiación de plusvalor a través del mercado de valores,
incluyendo la opción de las acciones.
El “valor del accionista” ha permitido el surgimiento de rentistas de una
manera más compleja de la que aparece simple vista, como discutiremos en la
sección 5.
3. 2. Beneficios del mercado abierto, inversores institucionales y
explotación directa
Los mercados financieros abiertos han abierto a los bancos nuevos campos de
rentabilidad asociados con la mediación en el mercado financiero por la cual
los bancos cobran comisiones y con la compra y venta por cuenta propia. El
caso típico son los bancos de inversión, que incluyen la recopilación de
información sobre las contrapartes, la ubicación de títulos entre los
compradores, la reducción de los costos de transacción, la suscripción de
títulos, etc. De decisiva importancia ha sido la abolición del Acta Glass –
Steagall en 1999 en USA y de regulaciones similares en otros países (como el
artículo 65 en Japón), que impide a los bancos comerciales involucrarse en la
inversión bancaria. En el curso de estas actividades los bancos a menudo
adelantan capital prestable pero destinado a las transacciones con títulos y los
receptores frecuentemente son otras entidades financieras.
El origen de los beneficios conseguidos por las instituciones financieras en los
mercados financieros abiertos es una dificultad para la Economía Política.
Hilferding (1981) sugería que los bancos se apropiaban de una parte de los
beneficios de los “promotores” o “fundadores”, o sea el valor de las acciones
descontado a la tasa de interés menos ese mismo valor descontado a la tasa de
ganancia (mayor). Esta diferencia es el beneficio futuro de la empresa,
acumulado en un pago único al vendedor de las acciones en el momento de la
Oferta Pública. Pero este argumento no es muy persuasivo dado que las
diferentes tasas de descuento no podrían ser aplicadas sistemáticamente al
mismo flujo de rendimientos esperados sin que los mercados financieros estén
segmentados. Más aún, los beneficios futuros de la empresa podrían
adjudicarse a aquellos que la continúan gestionando, no al vendedor de las
acciones.
Es más plausible que el origen de estos beneficios esté en la subdivisión de
capital monetario prestable (y dinero corriente) que es movilizado a los
mercados financieros. La tenencia de dinero ocioso como capital social total
se moviliza para su rotación indirectamente a través de los bancos o
directamente a través de los mercados financieros. 27 27 For further analysis of this
see Lapavitsas (2000).

La movilización directa todavía es facilitada por los bancos y otras


instituciones financieras, retribuidas con una participación de las sumas
comercializadas. Como este proceso tienen lugar sobre la bases de precios
ficticios, es sensible a rumores, percepciones y manipulaciones, creando de
esta manera un espacio futuro de explotación directa como se va resumir más
adelante.
El crecimiento de los mercados financieros abiertos, contrariamente a lo que
se hubiese esperado, ha llevado a una proliferación de intermediarios
financieros. Un lugar predominante ocupan los inversores institucionales –
compañías de seguros, fideicomisos, fondos de inversión y sobre todo los
fondos de pensión. 28 28 Felicitously called by Toporowski (2000), ‘pension fund capitalism’.
Hay diferencias significativas entre ellos. Las aseguradoras, por ejemplo,
recopilan primas premia y buscan retornos sobre sus activos relativamente
seguros, los fondos de pensión recolectan ahorros de largo plazo y buscan
rendimientos crecientes sobre sus activos. Sin embargo, todos los
intermediarios concentran el dinero ocioso distribuido en la sociedad
capitalista y lo hacen disponible para la inversión en los mercados financieros
abiertos.
Aunque son intermediarios financieros, los inversores institucionales son
críticamente diferentes de los bancos. Los últimos son una parte esencial del
sistema de crédito y se han establecido para proporcionar crédito a la
acumulación real. Es más, a través del mercado monetario, un sistema
bancario se forma con capacidad de interactuar con la acumulación real como
un todo integrado. Finalmente, y muy importante, los bancos crean dinero –
crédito a través de préstamos y la extensión subsecuente de sus pasivos. En
general estos últimos están cubiertos por seguros garantizados por el Estado.
El sobresaliente crecimiento de los inversores institucionales en las últimas
tres décadas es otro sello de la financialización, e integral a la explotación
directa. Dos factores son fundamentales para eso. Primero, ha habido una
retirada parcial del Estado como garante del bienestar, particularmente en el
caso de las jubilaciones, forzando a los trabajadores a planificar su retiro a
través de la colocación privada de sus ahorros. Esto ha sido exacerbado por el
envejecimiento gradual de la población y la prolongación de largos períodos
de supervivencia después del retiro. Segundo, la desregulación de las tasas de
interés ha estimulado a los ahorros a salir de los bancos en búsqueda de
mayores retornos. La política estatal ha promovido y estimulado la colocación
de ahorro en inversores institucionales.
Un evento de importancia catalítica en este aspecto ha sido la introducción de
la regulación 401 K en USA en 1978, que puso a los fondos de pensión
disponibles para inversión en el mercado de valores. En el Reino Unido ha
sido la introducción sistemática de los Planes de Acciones Personales (PEP) y
las Cuentas de Ahorro Individuales (ISA) desde los ochentas, recibiendo un
tratamiento impositivo favorable y canalizando ahorros a los mercados
financieros abiertos. Estas medidas son una parcela de la “financialización”
del individuo: por una parte los activos financieros crecieron a través de los
fondos de pensión, las políticas de seguros y similares, por otra los préstamos
financieros crecieron a través de las hipotecas. El resultado neto ha sido que
proporciones crecientes del ingreso personal se pagan a las instituciones
financieras como comisiones por mediación en transacciones. (Dos Santos, 2008).
El crecimiento de los mercados financieros ha incrementado el campo para la
explotación directa.
En lugar de una conclusión: ¿es ésta una nueva era del rentista?
La financialización entonces, representa una transformación de la economía
capitalista con centro en el sistema financiero que incluye cambios
fundamentales en la extracción de ganancias. Las conclusiones de este artículo
más que recapitular los argumentos analizados, exploran los amplios aspectos
sociales y políticos de la financialización. Uno de estos aspectos es la
prominencia de rentistas, a menudo asociados con elevados ingresos y riqueza
provenientes del sector financiero y contribuyendo al destacable aumento de la
desigualdad de las últimas tres décadas. ¿Es la financialización una nueva era
del rentista?. Y si es así, ¿por qué vías?
Muchos de los escritos recientes sobre financialización suponen (a veces
tácitamente) que el ascenso del rentista ocioso es una enfermedad del
capitalismo contemporáneo. 29 29 See, very selectively, Stockhammer (2004), Crotty
(2005), Epstein and Jayadev (2005), Pollin(2007), Orhangazi (2008).

En su corazón, este es un abordaje keynesiano que intenta mostrar que el


rentista priva a la actividad capitalista de fondos (o los hace caros) y de esta
forma retarda el ritmo de acumulación. Sin embargo, el ascenso de los
rentistas contemporáneos es un tema demasiado complejo como para ser
enfrentado simplemente contraponiendo el rentista ocioso al capitalista
funcional.
El rentista también está en la literatura marxista, con muchas referencias
directamente de Marx (1894, ch. 22). El impacto más fuerte sobre la Economía
Política Marxista fue a través de la discusión de Lenin sobre los “rentistas
parasitarios” en su clásica teoría del imperialismo (1964, pp. 276-285). Lenin
toma la ides de Hobson, el crítico liberal del imperialismo. El peso del análisis
económico de Lenin por otro lado, cautiva a Hilferding, en cuyo trabajo no
hay mención del rentista parasitario. En cambio, y basándose en Marx,
Hilferding hace énfasis en que el sistema financiero emerge necesariamente
para sostener la acumulación real. Tampoco tienen nada que ver con la noción
de que la acumulación real tiene dificultados porque los rentistas ociosos
contraen las actividades de los activos industriales.
El análisis del rentista en la Economía Política Marxista se mueve sobre el
concepto de capital a interés o prestable, introducido por Marx en 1894. A
pesar de su importancia, hay una ambigüedad en la discusión de Marx
respecto de los orígenes de este capital. En algunas partes , Marx (1894, ch. 21, 22,
23, 24) lo trata como perteneciente a los capitalistas “monetizados”, un sector
de la clase capitalista. Los capitalistas “monetizados” evitan el problema de
manejar empresas. En cambio prestan capital a otros y están satisfechos con el
interés, que es una parte de los beneficios futuros. Aunque Marx no usa el
término en este contexto, los capitalistas “monetizados” son esencialmente
rentistas, en contraste con los capitalistas activos, que piden dinero prestado
para generar beneficios.
En otras partes de El Capital, sin embargo, Marx sugiere que el capital
prestable sale del dinero ocioso generado en el curso normal de las
operaciones del capital industrial y comercial. 30 30 For instance, Marx (1885, p. 165,
203, 248-61, 355-9, 423, 569; 1894, ch. 30, 31, 32).
De esto se deriva que el capital prestable no pertenece a un subsector
diferenciado de la clase capitalista, sino que es continuamente recreado en la
medida en que las empresas capitalistas completan sus ingresos. La principal
función del sistema de crédito es movilizar fondos ociosos generados por los
ingresos del capital transformándolos en capital monetario prestable y
canalizándolo nuevamente a la acumulación. Posteriormente, Hilferding
especifica los orígenes del dinero ocioso y las complejas vías mediante las que
se transforma en capital prestable.
Un mérito de este abordaje es que se abre camino entre la confusión en el
actual debate sobre los rentistas y la financialización. Por una parte el ingreso
de los rentistas contemporáneos no se origina simplemente (o incluso
principalmente) de poseer y prestar capital. Los managers de los fondos
especulativos, por ejemplo, generan extraordinarios ingresos que a menudo
toman la forma de salarios y derivan de usar el dinero de otros para especular
con activos financieros. Los gerentes de las corporaciones también forjan
ingresos enormes con los stocks de opciones y otros mecanismos
relacionados, a menudo escondiéndolos como salarios. Las rentas finalmente
aparecen como pago por servicios, acumuladas por contadores, abogados y
otros que proporcionan el soporte técnico necesario para la titularización y
otros intercambios.
Estas rentas financieras se deben principalmente a la posición y la función del
que la recibe dentro del sistema financiero, más que a la propiedad de capital
monetario prestable o incluso de dinero ocioso. Los rentistas modernos, en
otras palabras, no son tenedores de dinero que evitan el pesado trabajo de la
generación de beneficios. Pueden poseer capital prestable, pero su capacidad
para gestionar ingresos extraordinarios está mediada en primer lugar a través
de su relación con el sistema financiero y su interacción con el sector real. Los
managers de las grandes corporaciones industriales y comerciales se han
convertido en expertos en la extracción de estas rentas durante las últimas tres
décadas.
La relevancia limitada del rentista como propietario de capital prestable en
confrontación con el capitalista industrial es más aparente en relación con los
inversores institucionales. Los fondos de pensión, las compañías de seguros,
los fondos de inversión y otros, colectan dinero ocioso que se filtra del ingreso
personal de muchos estratos de personas, no de un pequeño grupo de rentistas
“monetizados”. Estos intermediarios se involucran en la inversión financiera a
los efectos de generar retornos para aquellos que en última instancia son
propietarios de los fondos, creando por esta vía un espacio para la explotación
directa. A partir de la observación de sus actividades se observa que la
recepción de retornos financieros no define un grupo de rentistas bien
marcado. En cambio, las ganancias por interés atraviesan las clases sociales
proviniendo de los individuos “financializados” y también se pagan a
empresas capitalistas.
Por lo tanto es erróneo tratar los beneficios de las instituciones financieras
como una medida del ingreso del rentista. Las instituciones financieras, sobre
todo los bancos, no son parásitos que subsisten de los flujos de beneficios de
los industriosos capitalistas productivos. En principio, son empresas
capitalistas sujetas a competencia que ofrecen servicios necesarios en la esfera
de la circulación, y con tendencia a obtener la tasa media de ganancia. Sus
beneficios se originan en una variedad de actividades: préstamos de dinero,
mediación en los mercados financieros, transacciones monetarias, comercio
por cuenta propia, especulación y demás. Quedó demostrado que la
financialización ha significado un giro hacia la explotación del ingreso
personal así como a la mediación en los mercados financieros. Pero para
aclarar este abordaje es necesario que evitemos tratar a las instituciones
financieras como rentistas.
Los ingresos, el papel y la influencia de los rentistas en la era de la
financialización han resultado del desarrollo del sistema financiero. La
habilidad para extraer rentas a través de técnicas financieras es un sub-
producto de la transformación de las finanzas, no es la fuerza conductora.
Dicho de otra forma, los rentistas contemporáneos son capaces de obtener
ingresos extraordinarios debido a su posición relativa en el sistema financiero
más que por su propiedad de capital prestable. El ascenso de las finanzas tiene
orígenes sistémicos, en tanto sus resultados son por lejos más complejos que
un supuesto “sacarle el jugo” a los industrialistas. Lo mismo, confrontar la
financialización no significa apoya a la industria trabajadora contra las
finanzas ociosas.
En lugar de una conclusión. ¿es ésta una nueva era del capital financiero?
Un aspecto adicional de la financialización que merece análisis es la similitud
con el capitalismo en los inicios del siglo XX. También fue un período de
ascenso de las finanzas, explorado en los debates marxistas clásicos sobre el
imperialismo, incluyendo a Hilferding (1981) Lenin (1964), Rosa Luxemburgo
(1951), Bauer (2000), y Bukharin (1972).

Hilferding hace una decisiva contribución con el concepto de capital


financiero. Éste representa un cambio de época inducido por la alterada
relación entre el capital productivo y el capital bancario. A medida que la
escala de producción crece, las empresas industriales y los bancos se vuelven
crecientemente concentrados y forman cárteles monopolísticos. Más aún, el
capital industrial necesita grandes volúmenes de inversión en capital fijo, lo
que lo hace pesadamente dependiente de los bancos, por la necesidad de
crédito. El resultado es la creación de capital financiero, o sea, una amalgama
de capital industrial y bancario, con los bancos ganando predominio. El capital
financiero domina la economía, restringiendo progresivamente la competencia
y “organizando” los asuntos económicos en función de sus intereses. Sobre
estas bases Hilferding analizó el imperialismo, proporcionando de esta manera
fundamentos para la canónica formulación subsecuente de Lenin 1964. Bauer
(2000) asevera que los cárteles demandaron tarifas agresivas para crear áreas de
comercio exclusivas para ellos. Una consecuencia parcial es que los cárteles
exportaron capital monetario a los países menos desarrollados para aprovechar
la ventaja de los menores salarios. De esta forma se terminaba el capitalismo
de “laissez – faire” representado por Gran Bretaña en el siglo XIX. Los países
modelo del capital financiero fueron Alemania y USA. Para sostener el
surgimiento del capital financiero, estos últimos desarrolladores se apoyaron
en el poder del Estado, estimulando de manera el militarismo y el
imperialismo, unido al racismo. La teoría de Lenin hacía más énfasis en el
monopolio, introduciendo también a los rentistas parasitarios y la re-división
territorial del trabajo entre los poderes imperialistas. Pero el análisis
económico subyacente provenía de Hilferding. 31 31 In contrast to Luxemburg
(1951), who ignored Hilferding’s concept in her analysis of imperialism.

El análisis de Hilferding y Lenin del capital financiero y del imperialismo es


una pieza clave de la Economía Política, que arroja luz sobre el surgimiento de
las finanzas y sus implicancias para la economía, la sociedad y la política.
Parecía desgastado durante el largo boom de posguerra porque las finanzas
estaban fuertemente reguladas, USA subdividía su imperialismo con otros
poderes bajo su lucha contra la URSS y una ola de movimientos de liberación
destruyó los viejos imperios. Pero el surgimiento de la financialización le ha
inyectado nueva vida.
¿Representa la financialización un retorno del capital financiero? La respuesta
corta es no, pero la analogía arroja luz sobre el período actual, por las
siguientes razones.
1. Los bancos y las grandes empresas industriales o comerciales no se han
integrado cercanamente en las décadas recientes y no hay evidencia de que
los bancos estén abiertos en relación a la industria. Como se señaló, las
grandes corporaciones se han distanciado de los bancos aunque participan
fuertemente en actividades financieras tanto por medio de activos como de
deuda. En realidad el sistema financiero se ha hecho más autónomo. Los
bancos buscan beneficios directos a través de la explotación directa de los
ingresos personales “financializados” así como también volcando
continuamente capital prestable en los mercados financieros abiertos.
Estos fenómenos tienen poco que ver con el capital financiero clásico.
2. La autonomía creciente de las finanzas ha transformado el carácter del
sistema financiero en formas incompatibles con la teoría del capital
financiero. Implícita en la discusión de la financialización de secciones
anteriores estaba la visión de que todos los sistemas financieros tienen
elementos comunes, principalmente un sistema de crédito que comprende
mayormente a los bancos y mercados financieros abiertos. Sin embargo, el
balance entre ellos (y de esta forma el panorama del sistema) depende del
estado de desarrollo de cada país, su historia, estructura institucional, leyes
y políticas. Una distinción útil es la que diferencia sistemas con-base-de-
mercado como el anglo-americano o con-base-en-bancos como los
sistemas alemán y japonés. 32 32 Also used in mainstream economics, for instance,
Allen & Gale (2001). En general, en los primeros el peso de las operaciones de
mercado abierto es mayor en tanto la banca y la industria no tienen
relaciones muy directas. En contraste, los sistemas con-base-en-bancos se
caracterizan por un sistema de créditos prominente así como relaciones
cercanas entre bancos e industria, que a menudo incluyen intercambio de
personal y participación accionaria mutua. La teoría del capital financiero
de Hilferding es uno de los primeros análisis de los sistemas financieros
con-base-en-bancos. De su análisis sigue que los sistemas financieros irían
tomando progresivamente este modelo en la medida en que el capital
financiero apareciese. Sin embargo, la aparición de los sistemas financieros
abiertos y el giro de los bancos hacia la explotación directa y la mediación
en el mercado financiero en las décadas reciente no son consistentes con
esta tendencia. Por el contrario, ha habido un cambio global hacia los
sistemas con-base-en-mercados aunque los sistemas bancarios de ninguna
manera hayan desaparecido.
3. Tanto Hilferding como Lenin resaltan la creación de zonas de comercio
exclusivo relacionada a la emergencia de imperios territoriales. Pero el
capitalismo financializado no ha producido fenómenos de este tipo. En
cambio, se avanzado en dirección de bajar tarifas y homogeneizar la
estructura institucional del comercio. Es cierto que el proceso ha sido
desigual y contradictorio, generalmente incluyendo la discriminación en
contra de los países en desarrollo. El Estado también ha sido usado para
crear barreras al comercio dentro del mundo desarrollado inclusive en
USA: Finalmente, se crearon los bloques comerciales (Unión Europea,
NAFTA) pero en general no son exclusivos. Esto no ha sido nada
comparado con la imposición competitiva de tarifas que caracterizó la era
del capital financiero.
4. La teoría de Hilferding dice poco respecto de la intervención del Estado en
la esfera de las finanzas. 33 33 The same holds for Bukharin (1972), despite his strong
emphasis on ‘organised’ capitalism. Pero el Estado es fundamental para las
operaciones de las finanzas contemporáneas, a pesar del triunfo ideológico
de la desregulación. El Estado es el poder detrás del Banco Central.
Garantiza las obligaciones del Banco Central con sus propios títulos y les
otorga valor legal, incrementando así su aceptabilidad como dinero. El
Estado es también el garante implícito de la solvencia del Banco Central.
Sin el apoyo del Estado hubiese sido imposible para los Bancos Centrales
intervenir efectivamente en las crisis de la financialización. Los Bancos
Centrales son esenciales a la financialización y encapsulan muchas de sus
contradicciones. Son instituciones públicas en el corazón de las finanzas
privatizadas; monopolizan la oferta de dinero de curso legar en un
escenario de una competencia sin precedentes en la oferta de crédito; deben
tener en cuenta el interés público pero actúan principalmente en defensa de
las finanzas; proclaman incumbencia exclusiva en el mantenimiento de la
estabilidad del valor del dinero pero están forzados a enfrentar la
inestabilidad del crédito. Los Bancos Centrales están constantemente
sometidos a presiones conflictivas crecientes que resultan de la
financialización.
5. Finalmente, la financialización ha venido acompañada de una
extraordinaria turbulencia en el Sistema Monetario Internacional que siguió
al colapso de los Acuerdos de Bretton Woods entre 1971 y 1973. El oro,
dinero mundial en los días de Lenin y Hilferding se ha convertido en
marginal en el sistema como reserva de última instancia. Se mostró en la
Sección que esto ha forzado a los países en desarrollo a acumular reservas
internacionales sin precedentes en los últimos años. Esto ha beneficiado
sobre todo a USA desde que los países pobres han sido abastecidos de
capital permitiendo mantener déficits comerciales sustanciales. Pero el país
líder de imperialismo también ha pagado un precio caro sufriendo la crisis
de 2007 – 2008.
La financialización en síntesis no apunta a la dominación de los bancos sobre
el capital industrial y comercial. Más bien se apoya en una autonomía
creciente del sector financiero. Los capitales comercial e industrial tienen
posibilidades de conseguir financiamiento en los mercados financieros
abiertos a la vez que se involucran crecientemente en transacciones
financieras.
Este ha sido un período de crecimiento bajo e inestable alterado por repetidas
burbujas financieras. Los booms y las crisis se da en la esfera de las finanzas a
veces con poco impacto en la acumulación real pero a menudo llevan a una
disrupción significativa de la vida económica y social. La necesidad de una
organización racional de la actividad económica en interés de la mayoría no
puede ser más evidente.
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