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El problema del conocimiento humano

“He Advertido hace ya algún tiempo que, desde mi más temprana edad, había admitido
como verdaderas muchas opiniones falsas, y que lo edificado después sobre cimientos
tan poco sólidos tenía que ser por fuerza muy dudoso e incierto; de suerte que me era
preciso emprender seriamente, una vez en la vida, la tarea de deshacerme de todas las
opiniones a las que hasta entonces había dado crédito, y empezar todo de nuevo desde
los fundamentos, si quería establecer algo firme y constante en las ciencias […] Todo lo
que he admitido hasta el presente como más seguro y verdadero, lo he aprendido de los
sentidos o por los sentidos; ahora bien, he experimentado a veces que tales sentidos me
engañaban, y es prudente no fiarse nunca por entero de quienes me han engañado una
vez.” Descartes, Meditaciones Metafísicas

La certeza sobre muchas cosas que conoces no es absoluta, la historia de la humanidad


está marcada por grandes cambios de “verdades” que creíamos que eran fijas y
absolutas: el paso de la teoría geocéntrica por la heliocéntrica, la tierra que fue pensada
durante siglos como un plano se transformó en una esfera, la física nos demostró que la
unidad mínima de la materia no es el átomo, las transformaciones sociales son
agigantadas; aunque estamos en una época de situaciones en las que pareciera que lo
que conocemos es cada vez más certero gracias a los adelantos de la ciencia y de la
tecnología no podemos decir que estamos parados en un terreno seguro.

Cómo saber que los conocimientos que creemos tener son “verdaderos”, el hombre
siempre se ha hecho la pregunta si realmente el conocimiento que tenemos lo creamos
nosotros o es una impresión que dejan nuestros sentidos; cómo saber si nosotros
realmente conocemos la naturaleza tal y como ella es o sencillamente lo que realizamos
son construcciones que nos sirven a nosotros para entender las cosas, pero ellas no son
tal y como creemos que son.
La reflexión filosófica le ha apuntado a pensar este fenómeno, siempre se ha
cuestionado sobre lo que creemos que es conocer, alimentándose constantemente de los
procesos adelantados por la ciencia, ya que sabemos que el discurso filosófico no es
ajeno a los otros quehaceres del pensamiento humano.

Actividad
1. ¿Cómo sé que la realidad que concibo si existe realmente como la concibo?
2. Observa las siguientes imágenes y describe qué ves en cada una de ellas.

3. Compara las respuestas del punto con tus compañeros. En el caso de que tengan
respuestas diferentes, ¿cómo se puede determinar cuál es la descripción correcta
de la imagen?

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