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¿Qué factores tienen influencia en la determinación del salario?

1. Introducción

Si bien desde los inicios de los seres humanos se ha visto como estos han
hecho realizado muchas acciones por sobrevivir, es decir, por subsistir, en ese
entonces fue a través de los recursos productivos que brindaba la tierra.
Claramente estos medios de subsistencia fueron posible a través de los años,
épocas, y períodos, manteniéndose así mismo los seres humanos en diferentes
condiciones, ejemplo, en el periodo de inicio de las civilizaciones estaban
dedicados a actividades como la caza o la pesca (actividades propiamente del
campo). A raíz del advenimiento de nuevas formas de vida, de nuevas culturas, de
nuevas herramientas, decidieron atravesar las fronteras que estaban impuestas y
así, buscar una nueva forma de vivir; por lo que fue inminente el desplazamiento a
las polis. Con la provocación de dicho desplazamiento se trajo consigo una
economía totalmente diferente a la que estaban arraigados.

Anteriormente eran personas autosuficientes las cuales se rebuscaban su


alimento, el cual era su principal fuente de energía y por el medio con el que
suplían sus necesidades fisiológicas. Un tiempo después, remitiéndose a la época
moderna, con la llegada del trabajo, de la tierra y del capital, las necesidades
tuvieron un nuevo enfoque, estas comunidades que inicialmente abstraían el
alimento de la tierra o de animales al ver el cambio de la economía y de los
sistemas productivos decidieron emigrar con el objetivo y la necesidad de
encontrar nuevas formas de vida en una economía productiva.

Con la llegada del salario y el empleo sobre todo al área urbana, parecía
anunciar la dirección hacia la modernidad. Sin embargo, no se contemplaba que
esta forma de crecimiento se basaba en el sacrificio del campo (Escobar, 2014),
es decir, los seres humanos descuidaron los cultivos, no hubo explotación
eficiente de los recursos, lo que conllevó a perdidas y a dejar los terrenos
improductivos, dado que las personas ya no querían o no podían concentrarse en
el campo principalmente por la imposición del mercado, así que buscaban mejores
oportunidades en el área urbana.

Las personas se concentraron en las fábricas con el fin de desarrollar una


labor y recibir como contraprestación un salario, el cual es definido como “un rédito
o ingreso: el que corresponde al trabajador subordinado por la prestación de su
trabajo; de modo semejante a como el ‘‘beneficio’’ es el rédito o ingreso peculiar
del titular de una empresa (López,1997, p. 445), entendiendo este como un medio
para sobrevivir en el mundo del consumo. De esta manera empezó a consagrar un
crecimiento económico respecto al empleo y los salarios.

El empleo y el salario desempeñan un papel fundamental en la calidad de vida de


los seres humanos y del desarrollo económico y social de los países. No solo porque
garantiza el acceso a bienes y servicios, si no por el alza que puede traer en un futuro en
indicadores de crecimiento.
Es de gran importancia comprender la magnitud e impacto que tiene el
salario a nivel organizacional, a nivel poblacional y a nivel económico. Por lo que a
continuación se abordarán aquellos factores que influyen en el comportamiento de
los ingresos de las personas.

2. Globalización y comportamiento macroeconómico y microeconómico

Como bien lo menciona González (2004) “un análisis del entorno


empresarial, por ejemplo, implica la determinación de ciertos límites o áreas de
influencia en los que ella se desenvuelve”, en efecto resulta de gran importancia
clarificar los componentes en los que se considera la realización de los análisis,
esto aborda tres entornos: entorno mundial o global, entorno nacional y entorno
local. En otras palabras, se estudia el entorno con el con propósito de comprender
su comportamiento.

En la actualidad no hay duda sobre el interés de disponer de


aproximaciones macroeconómicas a las diferentes economías, tanto lo que se
refiere a lo rural como a lo urbano. Si bien existen muchas magnitudes las que se
tendrán en cuenta son: el ingreso de los hogares y el PIB (Aguilera, Costa,
Cotrina, Fíguls, Galletto, Puig & Raymond, 2020). Estas dos variables resultan
importantes para ser estudiadas dada la repercusión de una variable sobre la otra
en el comportamiento y toma de decisiones de los consumidores.

El ingreso de los hogares se refiere a la renta percibida de una persona al


ejercer un empleo y es con este que los residentes de determinado lugar pueden
realizar consumo y saciar sus necesidades en su mayoría primarias. Mientras, el
PIB es una variable macroeconómica que tiene en cuenta la productividad y todos
sus factores. Esta variable se ve afectada por el consumo, la inversión, el gasto
público, etc., de modo que a medida que aumenta la productividad, se requiere de
más trabajadores, aumenta los ingresos de la población y finalmente, se repercute
directamente la disminución del desempleo, proporcionando crecimiento
económico.

En concreto resulta indispensable considerar esta variable a nivel micro y


macro debido a que es aquí donde se necesita estudiar el comportamiento y su
influencia en determinades variables. Por lo que Díaz (2008) determina que “en
este contexto, la eficiencia microeconómica, la estabilidad macroeconómica, la
flexibilidad de los mercados de trabajo y el papel de las instituciones son
determinantes para el establecimiento de efectos sinérgicos positivos del cambio
tecnológico sobre la ocupación y los salarios”.

Así pues, la nueva microeconomía como bien lo menciona Tabares


(Apuntes de clase “La Nueva Microeconomía”) en su ensayo contempla el análisis
de costos procedente de la caracterización de la estructura observable de la
producción, y no de comportamientos supuestos lo que conduciría al estudio de
los costos directos e indirectos y esto en principal medida puede servir como
referencia al estudio de los salarios y su afectación a nivel interno.

Según el informe sobre los salarios de la Organización Internacional del


Trabajo (OIT) (2013) “… desde el decenio de 1980, la mayoría de los países han
experimentado una tendencia a la baja participación de los ingresos del trabajo, lo
que significa que se ha destinado una proporción menor de la renta anual a la
remuneración de la mano de obra y una mayor proporción mayor a las rentas
procedentes del capital”. Cada vez se abaratan más los salarios y desmejoran las
condiciones de algunos seres humanos, en su mayoría lo estratos sociales más
bajos.

Si bien para la mayoría, casi en la totalidad de los trabajadores, el salario


tiene un objetivo, el cual es el de subsistencia: se trabaja para vivir, es decir, para
abastecerse de bienes y servicios que requiere la vida del trabajador y de su
entorno, como es el caso, la familia (López,1997, p.447). Así que entendiendo la
definición de salario y algunos de sus factores, resulta clave comprender que la
economía se mueve a través de diferentes sectores, por lo que los salarios en
todas las zonas, sectores o países fluctúan. Estas diferencias salariales se le
conocen como “argumento de las diferencias salariales (Apuntes de clase
“Modelos de Crecimiento Económico”). Cuando existen este tipo de diferencias
repercute en una deficiente asignación del mercado del trabajo.

Como lo menciona en su estudio Escobar (2014)

“También hubo un cambio de paradigmas. Hasta los años ochenta se


consideraba que un aumento de los salarios reales generaría un mayor
crecimiento económico. Ahora se considera que el impulso económico
proviene de la demanda externa. De esta manera, en la globalización
neoliberal, debido a la subcontratación, las políticas de ajuste y la velocidad
de movimiento de los flujos de capitales, se dio una competencia por
abaratar los salarios para mejorar la competitividad en el mercado mundial.
El salario ya no se consideraba, como en el pasado, un factor de
crecimiento sino una variable residual, que se mide por los índices de
productividad. Ello propició además a flexibilizar el empleo y abaratar aún
más el salario” (p. 107).

Es por estas crisis y por mejorar la distribución del salario que se debe
inducir a una política gubernamental que induzca a contratar a más trabajadores
con mejor calidad laboral, para así aumentar el bienestar nacional, la productividad
y así mismo, mejorar los niveles de empleo e ingresos de la población. (Apuntes
de clase “Modelos de Crecimiento Económico”; Toledo, 2014).
3. Factores en los que repercuten las diferencias salariales.

Desde los inicios y en la actualidad el salario se considera una parte


esencial en la vida de los seres humanos tanto de infantes, como de adolescentes
y adultos, debido a que este juega un papel muy importante a la hora de satisfacer
gran parte de sus necesidades.

Sólo que se recae en un problema en el momento en el que la gran mayoría


de economías establece el salario mínimo, esto no quiere decir que se recae en
una falla porque de algún modo se debe garantizar el costo para las empresas al
proporcionar estos salarios y sirve para establecer control en el gasto desmedido
de los hogares; se recae en un problema debido a las decisiones de compra de los
consumidores. Si bien el salario mínimo está establecido en la gran mayoría de
países, este logra una brecha al limitar el consumo de las familias, ya que se debe
considerar que no todas las familias están compuestas con el mismo número de
integrantes o no todos han tenido formación educativa que los lleve a aspirar por
un salario más alto que el mínimo.

A continuación, en el análisis del salario nace lo que se conoce como el


costo de oportunidad, el cual es definido como “el verdadero costo de inversión no
es la cantidad de dinero que gastamos en la misma sino los beneficios que
dejamos de obtener mediante la mejor alternativa a nuestro alcance” (Pinto,
Martínez, Castellanos, Gili, Marset & Navarro, 1998). Este costo hace parte de la
variable mencionada, porque las personas al tomar decisiones de sus prioridades
deben sacrificar otra alternativa y no obtienen el beneficio esperado, ejemplo, en
ocasiones muchas familias deben realizar elecciones en torno al dilema de la
alimentación y educación. La prioridad en las familias radica en la alimentación
con el fin de priorizar la satisfacción de las necesidades fisiológicas y la educación
hace parte de las necesidades de pertenencia, lo cual implica un sacrificio al no
acceder a una.

Como anteriormente se menciona en ocasiones los consumidores dejan de


comprar determinado bien o servicio porque debe encontrar un equilibrio entre sus
necesidades, entendiendo que lo prioritario del consumo está la alimentación,
servicios públicos, la vivienda, la recreación, el transporte, entre otros. Entonces
esta toma de decisiones se va empobreciendo, dado que a medida que no se
satisface aquellas necesidades esenciales, la población entra en una etapa de
carencia, desigualdad y pobreza.

Por otro lado, es importante considerar que existen factores preponderan


sobre el ingreso bajo y los cuales traen a corto y largo plazo consecuencias que
limitan el desarrollo tanto a nivel personal, como local o bien sea internacional.
Varios de los factores que dominan las condiciones del mercado en cuanto a los
salarios son la competitividad, la desigualdad, la pobreza y los conflictos sociales
que, si se analizan en conjunto, es visible que la existencia de uno tiene
repercusión en los otros.

La competitividad de un país está en su capacidad para atraer, retener y


multiplicar inversiones, que producen bienes y servicios, crean empleos y generan
ingresos, para así expandir su participación en el mercado y elevar simultáneamente
el nivel de vida de la población (Damm, 2019, President´s Commission on Industrial
Competitiveness, 1985). Como bien se menciona la competitividad se da a partir de
los salarios, a menor salario mayor competitividad, a mayor competitividad más
inversiones, a más inversiones, más producción, más empleo, más ingresos, es
decir, un mejor mercado laboral.

Además “interesa hacer notar que existe una asociación negativa entre los
niveles de pobreza e índices de competitividad” (Moncayo, 2003, p. 90). A medida
que crece la pobreza más se reducen los índices de competitividad, lo que indica
que el empleo es el mayor afectado y existe una consecuencia ante la carencia de
estabilizadores de protección al ingreso, es la aparición de brotes de tensión
social, violencia y criminalidad (Samaniego, 2018, p.12).

Es por esto que Samaniego (2018) menciona que para

“impulsar la dinámica de creación de empleos de calidad e inclusión debe


convertirse en un objetivo central de la estrategia de desarrollo. El empleo
no puede seguir siendo, como hasta ahora, un subproducto de un modelo
de crecimiento altamente dependiente de la demanda externa, atado al
eslabón más vulnerable de las cadenas globales de producción
manufacturera. Se requiere reaccionar ante los grandes cambios que están
ocurriendo en el mundo del trabajo, y los que se prevén para el futuro
inmediato, para garantizar ocupación suficiente y salarios justos

Dicho de otra manera, resulta importante que se impacten todas aquellas


variables que puedan condicionar un mejor crecimiento económico y desarrollo a
nivel social.

4. Discriminación laboral

A partir de un estudio de diferencias salariales Jiménez (2018) agrega que:

“Una de las principales razones a la que se recurre para explicar la


diferencia salarial es el enfoque de la discriminación laboral. Esta se
entiende como el trato diferencial que recibe un grupo de personas por
razones diferentes a su productividad laboral, por ejemplo, por
características observables como la condición de género o de procedencia
étnica” (P. 36).

Además, Díaz (2008) atribuye a que las diferencias salariales se han


evidenciado precisamente a la experiencia, la educación, el status social; así como
la estructura, el entorno de la empresa, la estrategia, las instituciones y cambios
tecnológicos.

En lo que respecta a la discriminación laboral se han tenido en cuenta 5


factores importantes a la hora de determinación dicha brecha en los ingresos,
estos factores son: la educación, la experiencia, el género, el tipo de contratación
y la edad juegan un papel determinante en distribución de la renta.

La ecuación de Mincer (1991) añade que la escolarización y la experiencia


están ligadas al mercado laboral, de hecho, el 30% del salario es afectado por
estas variables. De igual forma, sus capacidades y habilidades influyen claramente
en la remuneración; no se puede comparar los ingresos de una persona que ha
cursado posgrados con una persona que ha cursado la secundaria. Sin embargo,
si se puede comparar los salarios de dos personas que se encuentran en la misma
condición académica, ejemplo, un hombre y una mujer. Se acaba de entrar a un
tema particular como lo es la discriminación de género. Jiménez & Pino (2018)
sugieren que:

“las diferencias en educación o formación entre hombres y mujeres, a pesar


de que los logros educativos de estas últimas han ido en aumento, a tal
punto, que en promedio pueden tener mayores niveles educativos que los
hombres. Otra fuente es la experiencia laboral, la cual suele ser mayor en
los hombres, ya que estos no interrumpen su vida laboral por
responsabilidades en el hogar” (p.35).

Esta es la muestra de que en ocasiones las mujeres son contratadas en


minoría porque algunas cumplen con responsabilidades como la maternidad, el
cuidado de los hijos, etc. Además, hay en empleos que prefieren contratar
hombres por sus características físicas y corporales, por lo que la distribución del
ingreso se concentra más en el género masculino.

Los altos niveles de desempleo le atribuyen a la persona un ingreso muy


bajo, por lo que las personas desempleadas han tenido que buscar el rumbo de la
informalidad. El empleo “informal” es entendido como el que otorgan las empresas
que emplean trabajadores que no cumplen con la ley pues no les otorgan
seguridad social, lo que en otros términos se conoce como empleo precario, está
muy relacionado con la región, la edad, el nivel de educación y el sector
productivo: aumenta en los estados más pobres, en el sector primario y en los
niveles de educación más bajos” (Escobar, 2014). Este tipo de empleo también
tiene que ver con aquellos trabajos que poseen una esencia de inestabilidad
debido a que no existen ingresos fijos, por lo que la renta no está siendo
distribuida equitativamente.

Según el informe Igualdad salarial: Guía introductoria de la OIT (2013), la


tendencia mundial de la brecha salarial por género muestra, por un lado, que las
mujeres ganan alrededor del 77% del salario de los hombres y de otro, que hay
mayor igualdad salarial en el sector público que en el privado. Al mismo tiempo se
debe considerar que por profesión u ocupación los salarios deben variar debido al
contenido de cada labor (Jiménez & Pino, 2018)

En ocasiones la diferencia está fundamentada en juicios de valor,


precisamente por cuestiones subjetivas, como lo son el gusto por un género, la
preferencia de una raza, las condiciones físicas y/o psicológicas, dejando así de
lado la objetividad, al no contemplar la habilidad, el nivel de producción, las
capacidades y su formación académica.

Un elemento adicional complica la explicación de las diferencias salariales


se ubica principalmente en las edades, es decir, los trabajadores más jóvenes
(con poca experiencia en general) se les perjudica mucho entrar al mercado
laboral por no contar con el cumplimiento de los requisitos impuestos por las
organizaciones. Por otro lado, los trabajadores más viejos se ven limitados debido
a su edad y en ocasiones condiciones físicas. Este factor se presenta en un
mercado laboral orientado en el sector rural y de servicios, y en los niveles de
educación más pobres, pero también proporcionalmente más entre las mujeres
que los hombres (Escobar, 2014).

Conviene subrayar que en la actualidad gran parte de los salarios dependen


positivamente de la intensidad en conocimiento de la actividad que realiza la
empresa y de la intensidad de uso de las TIC por parte del trabajador.

5. Conclusiones

Para concluir se determina que los salarios están condicionados por


situaciones como lo son: el género, la formación educativa, la experiencia, la etnia,
la edad, el sector del empleo, también es de acuerdo a las capacidades que busca
el mercado y de las incorporaciones tecnológicas con las que cuente la
organización.

Las diferencias de cualificaciones entre trabajadores explican las


diferencias salariales observadas. Bajo esta percepción, Díaz (2008) afirma que
las divergencias en los salarios son consecuencia, en última instancia, de las
capacidades innatas y de las preferencias (utilidad) de los trabajadores sobre su
asignación del tiempo.

Es imprescindible diseñar estrategias políticas que marquen con claridad el


rumbo en el que deberá avanzar en materia de desarrollo económico en cuanto a
la producción, al empleo, al desarrollo social y sostenible que garanticen mejores
condiciones para alcanzar un nivel de vida decente. La distribución del salario que
debe inducir a una política social y económica que promueva la contratación de
personas, para así aumentar el bienestar nacional, la productividad y así mismo,
mejorar los niveles de empleo e ingresos de la población; persiguiendo el
cumplimiento de objetivos de desarrollo sostenible como lo son la reducción de la
pobreza y propiciar calidad de vida a las personas.
Bibliografía
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Samaniego, N. (2018). El desafío del empleo y los salarios. México próspero, equitativo e


incluyente: construyendo futuros.

Apuntes de clase

Modelos de crecimiento económico

Ensayo “La Nueva Microeconomía”. Mg Daniel Tabares Peralta.

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