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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD

SAN JUAN DE LOS MORROS ESTADO GUARICO

PNF SERVICIO POLICIAL

Evolución de los cuerpos policiales

ESTUDIANTES:
Profesora:
HERRERA EUCLIDES C.I V-22.883.343
Carmen celeste MENDOZA CARMEN C.I V-31.608.081

(Sociocritico) MOLEIRO RAFAEL C.I V-15.404.115

SAN JUAN DE LOS MORROS ESTADO GUARICO ABRIL 2022


Introducción

En este trabajo se hace una reconstrucción histórico-política del surgimiento y


desarrollo del aparato policial venezolano, tomando como base eventos que han
marcado la historia venezolana. Un inventario de los elementos más importantes
del sistema político venezolano que marcaron el proceso de centralización del
poder a principios del siglo XX, definieron las transformaciones del aparato policial
y caracterizaron el desarrollo del régimen democrático a partir de la segunda mitad
del siglo XX, servirá de asiento para develar la dimensión política de la policía,
comprender su evolución y redefinir su rol en el actual Estado democrático y social
de derecho y de justicia.
1. Evolución de los cuerpos policiales en el periodo
1945-1958.
En 1947 el Congreso aprobó una Constitución que reconocía a los ciudadanos
amplios derechos sociales y políticos, además de importantes reivindicaciones
para los trabajadores. Mientras en Venezuela se declara la garantía de los
derechos sociales y políticos y la lucha contra la dependencia económica, el
presidente de Estados Unidos, Harry Truman (1945-1953) inicia su política
internacional

basada en la necesidad de combatir el comunismo en todos los lugares que éste


amenazara la existencia y la paz de “los pueblos libres”, por cuanto estaría
afectando también la seguridad nacional (Brockway, 1958:74-78).

El 14 de febrero de 1948 la Junta de Gobierno entrega el poder al primer


presidente electo por votación directa y popular en Venezuela, el escritor y
maestro Rómulo Gallegos, pero fuertes movilizaciones sociales y los inicios de un
nuevo proceso político en Venezuela parecían alterar las bases del poder
tradicional y la verticalidad de las relaciones sociales. El 24 de noviembre de ese
mismo año un golpe militar pone fin al brevísimo ensayo democrático, dando inicio
a un gobierno militar provisional que manifiesta abiertamente la intención de
devolver el poder a los civiles, tomar medidas en pro del “interés nacional” y el
mantenimiento del “orden social”. Paralelamente, declara toque de queda en el
territorio nacional, suspende las garantías constitucionales, aumenta el control
punitivo y censura la prensa. Habiendo eliminado a la mayoría de los partidos
políticos y sindicatos de trabajadores, el poder militar ahora más sofisticado y
organizado dirige la transición hacia la democracia, y en 1952 convoca a
elecciones populares.

En 1952 el nuevo gobierno militar convoca a elecciones populares. El general


Marcos Pérez Jiménez, miembro de la Junta Militar de Gobierno y encargado del
Ejército, desconoce los resultados electorales (para él desfavorables) y asume la
presidencia provisional del Estado venezolano, autoproclamándose presidente
para el siguiente período 1953-1958.

Durante este período, caracterizado por fuertes restricciones de las libertades y las
garantías civiles y políticas, se dan los procesos de expansión y consolidación de
las relaciones entre poder político y poder económico. El Estado se presentaba
como el mayor y mejor empresario en importantes sectores de la economía, a la
vez que se favorecen las inversiones extranjeras. Por su política económica y la
“constante preocupación ante el problema de la infiltración comunista”, el general
Pérez Jiménez sería condecorado con la Legión de Honor, por el Gobierno de
Estados Unidos.

El nuevo gobierno se enfrentaba a las fuerzas políticas y sociales internas que se


habían fortalecido durante los brevísimos períodos de libertad y democracia. No lo
hacía a través del Ejército, pues Pérez Jiménez no quería un ejército de
ocupación, sino un “garante de la soberanía nacional” (Blanco Muñoz, 1983b:111).
Para las labores de seguridad interna, se requería un aparato policial capaz de
realizar tareas de inteligencia y detectar eficazmente a los disidentes políticos

En momentos de profunda crisis política, el renovado aparato policial asumió un


rol protagónico en el mantenimiento del orden público, funcionando abiertamente
como el arma principal del poder político del Estado y soporte en el cual
descansaba el régimen dictatorial. El antiguo Cuerpo de Investigación del Servicio
Nacional de Seguridad, convertido en Seguridad Nacional, contaba
fundamentalmente con una División Política y una División Criminológica. En
función de la necesidad de detectar y eliminar la disidencia, la Seguridad Nacional,
concebida como apolítica, fue cediendo a un creciente proceso de ideologización y
politización.

Tradicionalmente, se considera a la policía como la guardiana de ciertas


concepciones sociales y políticas, en esa doble dimensión a la cual se hizo
referencia anteriormente y que no siempre logra combinar con éxito, inclinándose
por una u otra dependiendo de las circunstancias.

Tradicionalmente, se considera a la policía como la guardiana de ciertas


concepciones sociales y políticas, en esa doble dimensión a la cual se hizo
referencia anteriormente y que no siempre logra combinar con éxito, inclinándose
por una u otra dependiendo de las circunstancias.
2. Creación de la seguridad nacional:

La Dirección de Seguridad Nacional (DSN) fue un antiguo organismo de


inteligencia policial venezolano establecido durante el Gobierno de Eleazar López
Contreras y disuelto el 24 de enero de 1958, un día después de que el
general Marcos Pérez Jiménez es objeto de un golpe de estado. Durante la
dictadura de Pérez Jiménez su director fue Pedro Estrada.

El origen de este organismo se remonta al 4 de agosto de 1938 cuando fue


sancionada la Ley de Servicio Nacional de Seguridad decretada por el Congreso
de los Estados Unidos de Venezuela.5 A partir de esta fecha empezó a funcionar
en Venezuela, el Cuerpo de Investigación Nacional.

Este servicio fue reorganizado en 1945, y a raíz del golpe militar del 18 de
octubre de ese año, la Junta Revolucionaria de Gobierno empezó a utilizarlo para
ejercer una fuerte represión contra la oposición política del país. Al ser derrocado
el Presidente Rómulo Gallegos en 1948, cambia la denominación para tecnificar al
cuerpo y pasa a ser la Dirección de Seguridad Nacional dependiente del Ministerio
de Relaciones Interiores. La Sección Político-Social responsable de las
persecuciones políticas fue creada mediante Decreto Ejecutivo n. º 162, de
fecha 22 de junio de 1949.

La SN tuvo cuatro Directores:

 Sr. Jorge Maldonado Parilli, desde el 24 de noviembre de 1948 (la fundación)


hasta el 31 de agosto de 1951.

 Sr. Pedro Estrada Albornoz, desde el 31 de agosto de 1951 hasta el 10 de
enero de 1958.

 Coronel (Ej.) Luis Teófilo Velasco, desde el 11 de enero hasta el 21 de
enero de 1958.

 Sr. Régulo Fermín Bermúdez, desde el 22 de enero hasta el 24 de
enero de 1958, momento de su disolución.

Durante su funcionamiento, su director Pedro Estrada junto a Miguel Silvio Sanz


(el negro) en la SN se encargaron de enviar a 822 venezolanos acusados de ser
militantes de Acción Democrática y a comunistas al campo de concentración
de Guasina, en el Delta del Orinoco, el cual funcionó hasta diciembre de 1952.
Posteriormente deportó a estas personas a las diferentes cárceles venezolanas.
Según testimonios, incluyendo la novela Se Llamaba SN de José Vicente Abreu, la
organización realizó tortura y desaparición como método sistemático de
interrogatorio así como la detención y allanamientos a domicilios sin necesidad de
orden judicial, gran parte de estas acusaciones nunca fueron probadas

Las principales muertes que se le acusan a la Seguridad Nacional son las


de Cástor Nieves Ríos, Leonardo Ruiz Pineda, Alberto Carnevali, Antonio Pinto
Salinas y Luis Hurtado Higuera, el resto que suman unas 20 personas no pudieron
ser probadas en los juicios posteriores, pues algunos como el Teniente León Droz
Blanco murió en Colombia. La Dirección de Seguridad Nacional es considerada
uno de los mejores Cuerpo de Inteligencia Policial en Venezuela y se destacó
durante años por los métodos de interrogatorios a los presos.

Disolución:
Después del 10 de enero, fecha en que fue destituido Pedro Estrada del cargo de
Director, el nuevo encargado fue el Coronel Teófilo Velasco, quien ordenó la salida
de la mayoría de los presos "privilegiados", entre ellos los sacerdotes, militares y
algunos escritores. El día 22 de enero, el General Luis Llovera Páez ordenó el
nombramiento del Sr. Régulo Fermín Bermúdez quien no pudo asumir el cargo por
cuestiones de tiempo, en vista de que en menos de 24 horas derrocaron el
Régimen.

La madrugada del 23 de enero, la multitud asaltó el edificio de la SN, quemó parte


de los archivos, lincharon a algunas personas a quienes señalaron como
funcionarios y liberaron a los presos políticos.

El 24 de enero por la tarde, la Junta Militar de Gobierno presidida por el


Contralmirante Wolfgang Larrazábal ordena, mediante el Decreto número tres, la
disolución de la Dirección de Seguridad Nacional del organigrama del Ministerio de
Relaciones Interiores.
Después de la liberación:
De inmediato se inició la captura de los principales responsables de torturas y
crímenes, quienes fueron llevados a juicio al año siguiente y condenados a
diversas penas de prisión. Los tribunales venezolanos abrieron un juicio a 23 ex
funcionarios de ese cuerpo policial. Este juicio duró desde mediados de 1958 y
dictó sentencia el 1 de abril de 1963.

3. Creación de una policía uniformada en el distrito


federal.

La Policía Metropolitana de Caracas (PM) fue un órgano policial venezolano con


competencia para cumplir sus funciones dentro del Área Metropolitana de
Caracas. Creado formalmente el 21 de diciembre de 1969 estuvo vigente hasta
el 5 de abril de 2011 cuando culminó el proceso de migración a la nueva Policía
Nacional Bolivariana (PNB) adscrita al Ministerio del Poder Popular para las
Relaciones Interiores, Justicia y Paz. El último Director y Comandante General de
la Policía Metropolitana fue el Comisario Jefe Carlos Meza.

El Cuerpo Policial Metropolitano contaba con aproximadamente 8500 efectivos


distribuidos en Agentes de Patrullas, de Vialidad, Seguridad Integral entre otras
funciones. El uniforme de la PM era de color azul oscuro.

La sede principal de la PM se ubicaba en el Sector de Cotiza (Noroeste de la


Capital). El Cuerpo Armado era dirigido desde la Comandancia General o
Dirección General. Dentro de las Instalaciones de la PM se encontraba su Parque
de Armas, la Unidad Canina, la Dirección de Orden Público, entre otros
Departamentos Administrativos, la Dirección de Inteligencia y la Dirección
Motorizada la unidad de la precisión se encontraba ubicada en Maripérez. En el
Instituto Universitario de la PM en El Junquito recibieron formación y
entrenamiento policías de Venezuela, Panamá, República Dominicana y Haití, con
una formación de cuatro años para ser graduados como Licenciados en Ciencias
Policiales.

El mando de la PM tradicionalmente estuvo ligado al extinto Gobierno del Distrito


Federal y luego a la Alcaldía Metropolitana de Caracas. Por los homicidios
ocurridos en y alrededor de Puente Llaguno durante el golpe de estado del 11 de
abril de 2002 fueron detenidos ocho funcionarios de la Policía Metropolitana, los
comisarios Henry Vivas y Lázaro Forero y el entonces secretario de Seguridad de
la Alcaldía Metropolitana de Caracas Iván Simonovis. Posteriormente el mando fue
transferido en 2008 al ejecutivo nacional acatando órdenes del Ministerio del
Poder Popular para las Relaciones del Interior y Justicia, Ministerio del Poder
Popular para la Defensa (Fuerza Armada), Ministerio Público (Fiscalía
General), Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).

La PM tenía comisarías o destacamentos ubicados en los distintos sectores de las


Barriadas y Urbanizaciones de la Ciudad Capital.

La jurisdicción de la PM englobaba los cinco municipios que conforman el área


metropolitana de Caracas que son Libertador, Chacao, Baruta, Hatillo y Sucre (los
últimos cuatro municipios pertenecen al Estado Miranda) y patrullaban otros
sectores del mismo estado centro occidental.

En 41 años de historia la PM ejecutó 367 920 procedimientos, lo que considera un


récord que aún no ha podido ser igualado por ninguna otra policía de orden
público de grandes ciudades como Ciudad de México, Bogotá, Brasilia o Buenos
Aires.

En la década de 1990 y ante un incremento de la delincuencia en Caracas, la


Policía Metropolitana creó los grupos «Pantanero» y «Fénix». Estas fueron
unidades de reacción rápida motorizada que acudían a los delitos en desarrollo
4. ASPECTOS ECONOMICOS, SOCIALES Y POLITICOS
QUE INFLUYERON EN EL PROCESO DE EVOLUCION DE
LOS CUERPOS POLICIALES DURANTE LAS JUNTAS
REVOLUCIONARIAS DE GOBIERNO (1945 – 1948)

ASPECTOS ECONOMICOS:

La Junta toma una serie de medidas, entre las que se encuentran los decretos
emitidos para tal fin, como la creación de un Tribunal de Responsabilidad Civil y
Administrativa cuyo objetivo era luchar contra la corrupción. Todos los esfuerzos
del gobierno del también llamado trienio (1945-1948) fueron constantes, creó
mecanismos para abaratar el costo de la vida a través de importación de
productos de primera necesidad, para que llegaran al pueblo a precios más bajos,
desarrolló un plan de viviendas populares, repartió tierras entre los campesinos, se
fijaron salarios mínimos, en educación se prestó mayor atención, se promovió la
industrialización del país y se abrieron nuevas fuentes de trabajo. Al desarrollar
estos planes se refuerza la participación de los cuerpos policiales para hacer
cumplir la función de estos planes emitidos por el gobierno.

ASPECTOS SOCIALES:

El objetivo fundamental era dotar al país de una Constitución que sirviera no sólo
de inspiración a la acción del gobierno, sino que también fuera la expresión de la
situación social, económica y política por la que atravesaba en ese momento la
sociedad venezolana. La asamblea Nacional inició sus sesiones con la finalidad de
elaborar una nueva Constitución.

En marzo de 1947 se inician las discusiones, entre los tópicos más importantes se
encontraban la educación y el tema de la propiedad privada. En cuanto al tema de
la educación, se enfrentaban AD y COPEI, mientras el primero abogaba por una
educación libre, masiva y conducida por el Estado; el segundo clamaba por el
reconocimiento de la función.
ASPECTOS POLITICOS:

Una vez instaurado el gobierno de facto, lo asumieron con carácter provisional y los
primeros lineamientos de acción se dirigieron a convocar una Asamblea Nacional
Constituyente por Sufragio Universal; realizar una reforma agraria; practicar una
política de “integración nacional”; conceder libertades políticas y sindicales; y
aumentar la participación del Estado en los beneficios de la explotación petrolera,
decretando el llamado “ Fifty Fifty” ( mitad y mitad), según el cual el estado pasaba
a obtener la mitad de la ganancia de los beneficios petroleros

Otro decreto fue el de crear una comisión para redactar el estatuto electoral, el cual
regiría las elecciones en el país a través del consejo supremo electoral.

5. Consolidación de la militarización de la policía

Los órganos de seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la


dignidad y los Derechos Humanos, sin discriminación alguna». Pese a que
esto establece el artículo 332 de la Constitución, la realidad es muy distinta,
pues lógicas militares en las policías y en el diseño de las políticas
gubernamentales contra el crimen han recobrado impulso en los últimos
años.

Así lo constató Acceso a la Justicia en su informe Visión panorámica del


sistema policial en Venezuela (2000-2018), elaborado a lo largo de 2019 y
en el que evaluó el impacto de los cambios aplicados a los cuerpos y fuerzas de
seguridad en las últimas dos décadas.
En el reporte se resalta cómo el aparente éxito conseguido por la Comisión
para la Reforma Policial (Conarepol) para aplicar el mandato constitucional
y poner fin a la histórica participación de los uniformados en las labores de
seguridad ciudadana se ha ido esfumando, porque con el paso de los años
se ha dado un «progresivo» proceso de militarización de los cuerpos
policiales.

Prueba de ello han sido políticos tales como el Dispositivo Bicentenario de


Seguridad (DIBISE) iniciado en el año 2010, el Plan Patria Segura en 2013 o las
Operaciones de Liberación del Pueblo, mejor conocidas por sus siglas OLP, de
2015.
Sin embargo, un caso emblemático es el vivido en la Policía Nacional Bolivariana
(PNB), que según la Carta Magna y su ley es un organismo «de carácter civil». Sin
embargo, desde 2014 este cuerpo está dirigido por generales de la Guardia
Nacional Bolivariana (GNB) y desde su creación en 2009 cinco de sus siete
directores han sido militares. Incluso en 2016, la PNB vio cómo su uniforme era
sustituido por el actual camuflado, el cual se asemeja al que utilizan las
instituciones castrenses.

6. Aspectos económicos, sociales y políticos que influyeron


con el proceso de los cuerpos policiales durante el gobierno
de Marcos Pérez Jiménez 1948-1952

La dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1948-1958) utilizó la Policía de Seguridad


Nacional para reprimir la oposición, y en 1949 expandió el Cuerpo de
Investigaciones para dirigir las investigaciones judiciales. Estos cambios
agravaban las operaciones policiales ejercidas sin control, detenciones más largas
que el límite legal y fomentaban conflictos entre tribunales militares y civiles.

La época democrática: aumento de fuerzas sin los cambios correspondientes

El poder legal y político de la policía no disminuyó con la transición a la


democracia en 1958. Durante la época democrática, de hecho, el número de
fuerzas policiales aumentó, sobre todo en los años 90. De 20 fuerzas en 1990
hasta un total de 327 cuerpos en 2003. Esta proliferación ha causado niveles altos
de conflictos y superposición entre agencias. Generalmente, hay tres niveles de
fuerzas policiales. A escala nacional opera el Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que viene siendo la Policía Técnica
Judicial (PTJ) establecida en 1958 dentro del Ministerio de Justicia para
reemplazar a la Policía de Seguridad Nacional. Esta Cicpc es responsable de las
investigaciones criminales, servicios forenses y otras áreas como tráfico de
drogas. La Dirección Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención
(Disip), al igual que la Cicpc, es un cuerpo que depende del Ministerio del Interior y
Justicia (MIJ). Ésta es la otra policía nacional investigativa, con una
especialización en seguridad pública. Fue creada para reemplazar la anterior
Digepol (Dirección General de Policía) creada por decreto presidencial en 1969.

A escala nacional hay también fuerzas policiales de las FFAA, como la Guardia
Nacional. Creada por decreto presidencial en 1937, la GN es responsable de la
seguridad en áreas sensibles como aeropuertos, carreteras, fronteras nacionales y
zonas de producción de petróleo y minería. También está involucrada en el control
de las cárceles, la vigilancia del contrabando, y apoya a las fuerzas estatales. La
Dirección de Inteligencia Militar (DIM), establecida en 1971, es parte del Ministerio
de Defensa y conduce operaciones de seguridad nacional. La Dirección de
Inteligencia del Ejército (DIE) está encargada de las operaciones de inteligencia de
las FFAA.

En el ámbito regional encontramos las fuerzas policiales de los 23 estados,


gobernados por sus propios códigos y gobiernos. La Policía Metropolitana (PM),
establecida en 1969, es responsable por el DF, y actualmente es la fuerza urbana
más antigua del país. Con la descentralización, que comenzó en 1989, muchos
gobiernos municipales han establecido sus propias fuerzas policiales. Sólo en
Caracas, operan 10 fuerzas diferentes: además de la PM, tienen sus propias
fuerzas los municipios caraqueños de Libertador, Chacao, Baruta, El Hatillo y
Sucre, entre otros.

Después de la caída de Pérez Jiménez en 1958, diversos decretos presidenciales


reorganizaron la policía bajo nuevos jefes, y el CEC de 1963 autorizó a la policía a
hacer la investigación criminal hasta el momento de la detención. Con la “Doctrina
Betancourt”, del presidente Rómulo Betancourt (1959- 1964), se utilizó la policía
para controlar el crimen y la insurgencia izquierdista en una sociedad politizada.
La policía utilizó para ello muchas leyes de la época autoritaria, inclusive la Ley de
Vagos y Maleantes (ver abajo). El apoyo a esta doctrina por parte de las agencias
estatales y los partidos principales siguió después del gobierno de Betancourt.
Con un aumento de crimen sin precedentes en los años 60, la Ley de Policía
Judicial de 1975 dio además estatus de agencia judicial a muchos cuerpos de
seguridad, inclusive algunas en las FFAA. A pesar del fin de la guerra interna, las
fuerzas policiales siguieron actuando con mucho poder e impunidad –aun cuando
también aumentó la preocupación pública en cuanto a los abusos policiales
Conclusión
A lo largo de la historia venezolana el aparato policial se ha inventado y
reinventado en distintas oportunidades, inclusive bajo el discurso manifiesto de la
protección de la seguridad ciudadana y de dar respuesta a las demandas sociales,
pero en el fondo pervive el riesgo latente de privilegiar la lógica política y
convertirse en instrumento idóneo para el mantenimiento del poder.

El aparato represivo en Venezuela especialmente el Ejército surge para garantizar


principalmente la seguridad y protección de las instituciones y la autoridad
establecida, asegurando por un lado el predominio del poder político y, por el otro,
la continuidad de las actividades petroleras y conservación de la confianza de los
capitales extranjeros.

La creación de un aparato policial centralizado fue el resultado de una situación


social y política caracterizada por fuertes conflictos que amenazaron la estabilidad
del poder político, propiciando el desarrollo de un aparato que se adaptaba
fácilmente a las políticas contingentes del gobierno nacional y que, convertida en
fuerza en sí misma, su prioridad era garantizar el orden público interno y la
seguridad de las instituciones del Estado.

Una policía fuertemente centralizada, subordinada al poder político y a la vez


convertida en poder mismo, con pocos mecanismos de rendición de cuentas, es
susceptible de servir como herramienta del Estado para lograr un absoluto control
interno y, específicamente, mantener un control muy estricto sobre las actividades
políticas. Se convierte en un aparato que se presenta como una importante fuerza
represiva, incluso por encima de los límites establecidos para el ejercicio de tal
actividad.

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