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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL P.P.P RELACIONES INTERIORES, JUSTICIA Y PAZ


MINISTERIO DEL P.P.P LA EDUC. UNIV., CIENCIA Y TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
ACADEMIA NACIONAL DEL CICPC
CENTRO DE FORMACION GUARICO
PNF INV. PENAL COHORTE 1RA AMBIENTE 1
U.C. USO PROGRESIVO Y DIFERENCIADO DE LA FUERZA
FACILITADOR CARLOS ZARRAMERA

IRANIA ARCIA
CEDULA DE ID. V-23.731.185

MARCO LEGAL DEL USO PROGRESIVO Y


DIFERENCIADO DE LA FUERZA

La policía es una institución, que el Estado le da el mandato para que en el


momento que se requiera utilice la fuerza física, para neutralizar cualquier tipo de
resistencia o en el peor de los casos, detener a la persona.

Por uso diferenciado de fuerza policial se entiende el esfuerzo intelectual o


físico que hace el funcionario policial a los fines de controlar la violencia, que
tiene que estar por supuesto enmarcado dentro de los parámetros legales, tanto
internacionales como nacionales que rigen la materia.

A continuación, los basamentos legales que rigen el uso progresivo y


diferenciado de la fuerza.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS
CRUELES, INHUMANAS O DEGRADANTES. 10 DICIEMBRE 1948 EN
PARÍS FRANCIA (RESOLUCIÓN 217)

Es importante resaltar ciertas articulaciones de esta declaración universal


de los derechos humanos como marco legal que sustenta el uso progresivo y
diferenciado de la fuerza, y entre ellos tenemos que:

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona


(art 3), es decir, significa que todos tenemos derecho a vivir y que, por tanto,
nadie puede atentar contra nuestra vida o nuestra integridad. Es el derecho que se
le reconoce a cualquier persona por el simple hecho de estar viva, y que le protege
de la privación u otras formas graves de atentado contra su vida por parte de otras
personas o instituciones, sean estas gubernamentales o no.

Como también nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,


inhumanos o degradantes (art 5), es decir, todo acto por el cual se inflija
intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o
mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una
confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha
cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier
razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o
sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el
ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o
aquiescencia.

Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado (art 9), esto
significa que ningún ciudadano ciudadana puede ser detenido a menos de que
exista una orden judicial o detenido en flagrancia.

CODIGO DE CONDUCTA PARA FUNCIONARIOS ENCARGADOS DE


HACER CUMPLIR LA LEY, ADOPTADO POR LA SAMBLEA GENERAL
DE LAS NACIONES UNIDAS EL 17 DE DICIEMBRE DE 1979
Este código en su artículo 3 cita que los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley podrán usar la fuerza solo cuando sea estrictamente necesario y en
la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas, es decir, en esta disposición
se subraya que el uso de la fuerza por los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley debe ser excepcional; si bien implica que los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley pueden ser autorizados a usar la fuerza en la
medida en que razonablemente sea necesario, según las circunstancias para la
prevención de un delito, para efectuar la detención legal de delincuentes o de
presuntos delincuentes o para ayudar a efectuarla, no podrá usarse la fuerza en la
medida en que exceda estos límites.

El derecho nacional restringe ordinariamente el uso de la fuerza por los


funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, de conformidad con un principio
de proporcionalidad. Debe entenderse que esos principios nacionales de
proporcionalidad han de ser respetados en la interpretación de esta disposición. En
ningún caso debe interpretarse que esta disposición autoriza el uso de un grado de
fuerza desproporcionado al objeto legítimo que se ha de lograr. El uso de armas de
fuego se considera una medida extrema. Deberá hacerse todo lo posible por
excluir el uso de armas de fuego, especialmente contra niños. En general, no
deberán emplearse armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente
ofrezca resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo, la vida de
otras personas y no pueda reducirse o detenerse al presunto delincuente aplicando
medidas menos extremas. En todo caso en que se dispare un arma de fuego,
deberá informarse inmediatamente a las autoridades competentes.

CONSTITUCION DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Las políticas de Estado deben orientarse a garantizar a la población el


disfrute de sus derechos y proporcionarle condiciones de vida adecuadas para su
desarrollo físico y espiritual. El Estado debe empezar por garantizar el derecho a
la vida. Ello implica adoptar medidas de distinta índole para garantizar que las
personas no corran el riesgo de perder la vida por cualquier circunstancia. Debe
implementar políticas preventivas e impedir que terceros atenten contra el derecho
a la vida. De esa obligación se desprende la necesidad de desarrollar políticas de
seguridad ciudadana que den protección a las personas y las resguarden de
cualquier situación que pudiera dar como resultado la pérdida de la vida.

Nuestra Constitución garantiza en su artículo 43 el derecho a la vida.


Expresamente indica que: a) Es un derecho inviolable; b) Ninguna ley puede
establecer la pena de muerte; c) Ninguna autoridad puede aplicarla; d) El Estado
protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad,
prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra
forma. Ni por ley ni por vías de hecho se puede privar de la vida a una persona.
Nadie en Venezuela puede ser asesinado de manera arbitraria. Existen
determinadas circunstancias donde causar la muerte de una persona es legítimo, y
son excepcionales como, por ejemplo, por estado de necesidad o en legítima
defensa. Pero, resaltamos, son excepciones. No obstante, ¿qué ocurre cuando
quienes tienen la obligación de preservar el derecho a la vida son quienes,
actuando de manera arbitraria, les quitan la vida a las personas? La sociedad corre
un alto riesgo, la incertidumbre y el miedo se convierten en un factor que perturba
a individuos y colectivos. Tal situación se agudiza cuando el Estado no sanciona a
quienes se consideran con el derecho de quitarle la vida a cualquiera.

LEY ORGÁNICA DEL SERVICIO DE LA POLICÍA DE INVESTIGACIÓN,


EL CUERPO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS, PENALES Y
CRIMINALÍSTICAS Y EL INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA Y
CIENCIAS FORENSES

El artículo 79 de la ley up supra cita las normas básicas de actuación de la


siguiente manera; son normas básicas de actuación de los funcionarios o
funcionarias policiales de investigación, así como de cualesquiera otros
funcionarios y funcionarias que ejerzan estas atribuciones y competencias como
integrantes del Sistema Integrado de Policía de Investigación, como marco legal
en el uso progresivo y diferenciado de la fuerza, estableciendo el derecho a la
vida, a la libertad y la seguridad de la persona los siguientes:
- Ord 2. espetar y proteger la dignidad humana, así como defender y
promover los derechos humanos de todas las personas sin discriminación
por motivos de origen étnico, sexo, religión, nacionalidad, idioma, opinión
política, posición económica o de cualquier otra índole.
- Ord 6. Observar en toda actuación un trato correcto y esmerado en sus
relaciones con las personas durante el desempeño de sus funciones.
- Ord 7. Respetar la integridad física, psíquica y moral de todas las personas
y bajo ninguna circunstancia infligir, instigar o tolerar ningún acto
arbitrario, ilegal, discriminatorio o de tortura u otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes, que entrañen violencia física, psicológica y
moral, en cumplimiento del carácter absoluto del derecho a la integridad
física, psíquica y moral garantizado constitucionalmente.
- Ord 9. Extremar las precauciones cuando su actuación esté dirigida hacia
niños, niñas o adolescentes, los y las adultos mayores y las personas con
discapacidad, para garantizar su integridad física, psíquica y moral.
- Ord 10. Abstenerse de ejecutar órdenes que comporten la práctica de
acciones u omisiones ilícitas o que sean lesivas o menoscaben los derechos
humanos garantizados en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela o en los tratados Internacionales sobre la materia, y oponerse a
toda violación de derechos humanos que conozcan.
- Ord 13. Garantizar la inviolabilidad de la libertad personal, la cual solo
será restringida por orden judicial o ante la comisión de delitos flagrantes.
- Ord 14. Garantizar a las personas capturadas o aprehendidas, entre otros,
sus derechos a notificar el hecho de su detención a una persona de su
elección, a conocer el lugar de su detención, a un abogado o abogada y a
que se le practique un examen médico que deje constancia de sus
condiciones generales de salud e integridad personal.
- Ord 15. Garantizar a las personas que sean interrogadas, entre otros, sus
derechos a conocer la identificación de las personas que practican el
interrogatorio, la presencia de su abogado o abogada y al registro
audiovisual o auditivo del mismo
Los principios generales del uso de la fuerza en la mencionada ley nos
establecen en su artículo 84 que el uso de la fuerza por parte de los órganos y
entes con competencia en materia de investigación penal estará orientado por el
principio de afirmación de la vida como valor supremo constitucional y legal, es
decir, la cual ha sido considerada como el derecho de mayor significación en las
sociedades civilizadas. El respeto a la vida humana es una condición sine qua non
para que las sociedades puedan funcionar dignamente; el derecho a la vida es una
de las garantías constitucionales absolutas, el primer derecho, el más natural; la
adopción de escalas progresivas para el uso de la fuerza en función del nivel de
resistencia y oposición del ciudadano o ciudadana, lo que nos da a entender que
para cada situación que se presente hay una manera de actuar; los procedimientos
de seguimiento y supervisión de su uso, entrenamiento policial permanente y
difusión de instructivos entre la comunidad, a fin de facilitar la contraloría social
en esta materia. El traspaso en el uso de la fuerza mortal sólo estará justificado
para la defensa de la vida del funcionario o funcionaria policial o de un tercero.

Ahora, para aplicar el uso progresivo y diferenciado de la fuerza es necesario


que los funcionarios estén capacitados para ejércela, así lo establece el artículo 85
cuando cita que: Los órganos y entes con competencia en materia de
investigación penal dispondrán de medios que permitan a los funcionarios y
funcionarias policiales un uso diferenciado de la fuerza, debiendo ser capacitados
permanentemente en esta materia.

Existen criterios para graduar el uso de la fuerza y estos están contenidos en el


artículo 86 de la pre citada ley, por cuanto los funcionarios aplicaran la fuerza
física con apego a los siguientes criterios: 1) El nivel del uso de la fuerza a aplicar
está determinado por la conducta de la persona y no por la predisposición del
funcionario o funcionaria. 2) El uso diferenciado de la fuerza implica que, entre la
intimidación psíquica y la fuerza potencialmente mortal, el funcionario o
funcionaria graduará su utilización considerando la progresión desde la resistencia
pasiva hasta la agresión que amenace la vida, por parte de la persona. 3) El
funcionario o funcionaria policial debe mantener el menor nivel del uso de la
fuerza posible para el logro del objetivo propuesto. 4) n ningún momento debe
haber daño físico innecesario, ni maltratos morales a las personas objeto de la
acción policial, ni emplearse la fuerza como forma de castigo directo.

GACETA OFICIAL 39.390 QUE SUSTENTA EL USO DE LA FUERZA

En la gaceta oficial nº 39.390 se publicaron las normas y principios para el


uso progresivo y diferenciado de la fuerza policial por parte de los funcionarios de
los cuerpos de la policía en sus diversos ámbitos político territoriales. Uno de los
principios establece que todos los cuerpos policiales adoptaran normas y
principios comunes y uniformes para aplicar la fuerza policial que fuere necesaria
de forma progresiva y diferenciada, sin olvidar que la vida es un valor supremo
constitucional y legal, y en función exclusivamente del nivel de resistencia y
oposición que manifieste la persona para impedir, obstaculizar o enervar una
intervención policial.

De esta forma se busca disminuir la utilización de la fuerza física hasta el


mínimo requerido para la contención efectiva, para reducir la probabilidad de
causar lesiones o daños físicos o morales, con base a los principios de legalidad,
necesidad y proporcionalidad. La fuerza policial se aplica para prevenir, contener,
neutralizar y luego hacer descender el nivel de confrontación y resistencia del
ciudadano sujeto al procedimiento policial.

Todos los cuerpos de policía deberán ajustarse a sus prescripciones y


adoptar el manual sobre el uso progresivo y diferenciado de la fuerza policial, que
será dictado por el órgano rector mediante resolución.

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