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Es preciso, como padres, conocer las necesidades sensoriales del niño. Debemos entender
que no es su intención molestar a los demás. Estos niños tienen mucha tensión y necesitan
canalizarla de alguna forma. Es por eso que es importante encontrar un momento del día para
añadir este tipo de actividades lúdicas de regulación sensorial con carga
vestíbulo/propioceptivas que les ayude a funcionar mejor en la rutina del día a día.
Materiales necesarios
Pelota de Pilates
Hamaca/columpio
Luces de colores
Saquitos de peso
Colchoneta/sofá/cama
Texturas: arroz, lentejas, fideos, esponjas de distinto tacto (suave, áspero… ) espuma de
afeitar
Vibración
Manta o sábana
Patinete
Rolón
ACTIVIDADES
Botes en la pelota de Pilates, tanto en sedestación como en bipedestación. Canta una canción,
eso siempre ayuda a medir el tiempo, y si quieren seguir botando solo tienen que pedirlo de
forma adecuada. Con la pelota se puede trabajar en sedestación el control del tronco y los
ajustes posturales; se puede aprovechar para añadir algún objeto como pelotas pequeñas de
colores y mientras bota, la coge y las mete en una caja (se trabaja la atención, inhibición de
estímulos y control óculo-manual)
Tirar de la sábana. El niño sentado tiene que adaptar su cuerpo a los distintos cambios
posturales. Puedes hacer un recorrido por el pasillo o el comedor hasta llevarlo al sofá o
colchoneta.
Cochoneta o colchón. Aprovecha esa superficie blanda para aplastarles con la pelota o con
almohadas cada partecita de su cuerpo, que ellos luchen por intentar salir de ahí, que hagan
fuerza (no presionar excesivamente fuerte)
Que suban y bajen objetos (silla, sofá, cama…); también que pasen por debajo de ellos
arrastrando su cuerpo. Todo eso ayudará a trabajar la propiocepción y la
la conciencia corporal.
Con el patinete colocarse de barriga y moverse con ambas manos hacia adelante para trabajar
la bilateralidad, la fuerza en miembros superiores y la coordinación de ambos miembros.
También se puede colocar una cuerda y que el niño desde el patinete tire hacia adelante.
El rolón es un objeto que también se puede añadir al circuito; el niño se puede colocar de
barriga y moverlo hacia delante y hacia atrás, impulsándose con los pies y con las manos en
posición de pronación. Asimismo, se le puede colocar distintas texturas en las partes de las
manos y que en esa posición busque distintos objetos. Esto también ayudará a tonificar la
musculatura escapular. El rolón también se puede utilizar sentado como si fuera un caballo y
moverlo con ambos pies hacia la derecha y hacia la izquierda. Esto ayudará a trabajar
bilateralidad y equilibrio.
Las luces las puedes utilizar a modo de relajación en el rincón de la calma, a modo de juego:
“yo las escondo y una vez acabes el circuito las tienes que buscar” o a modo de iniciar la
comunicación y la atención conjunta.
La vibración es un objeto más bien calmante. Puedes pasar el estímulo por todo el cuerpo y
que vaya diciendo el nombre de cada parte. También para relajar junto con la pelota dando
botes.
Los saquitos de peso se pueden utilizar también a modo de relajación. Mientras el niño está en
la hamaca o tumbado en la colchoneta se le pueden poner encima del cuerpecito para hacer
presión profunda. También para jugar a buscarlos o a lanzarlos en un cubo ejerciendo fuerza
digito-palmar.
¡Importante!
Siempre son juegos que motiven al niño; nunca forzar, puesto que es ahí donde se hace más
efectivo el trabajo neuronal.
Que el niño elija con qué quiere jugar y cómo. Ayúdale a desarrollar no solo la iniciativa al juego
funcional y a la resolución de problemas, sino también a la ideación, planificación y ejecución
autónoma de una actividad. Esto luego se traducirá en el entorno que le rodea.
Es preciso que estén adaptados a sus capacidades, ni más fácil ni más difícil, con pequeños
retos que tengan que ir alcanzando.
Siempre ayuda crear historias que motiven a los niños para hacer los juegos y alcanzar una
regulación sensorial
Y recuerda: