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1. Introducción
La sanción de la ley 24.452 –en adelante, LCh-, en el año 1995, al margen de significar
sustanciales modificaciones en la legislación nacional entonces vigente –Decreto Ley 4776/63-,
trajo la novedad de introducir en nuestro derecho la figura del cheque de pago diferido, que
constituía una innovación por partida doble, en tanto la misma no reconocía antecedentes en
nuestro derecho y casi tampoco, según mas adelante se verá, en el derecho comparado.
La figura del cheque de pago diferido –introducida, entre otros fines, a fin de dar por tierra
con el cheque postdatado, que la misma ley en su art. 23 se preocupa por prohibir-, ha presentado, a
partir de su esencia y singular reglamentación, no pocas discusiones a punto tal de discurrir si se
trata, en realidad de un cheque, en tanto de admitirse tal posibilidad, ello conllevaría como se verá,
a un replanteo total de la teoría general del cheque desafiando los principios que conforman la
misma.
Por otro lado, la misma legislación vigente1, establece en forma tajante la caducidad –como
titulo cambiario- del cheque no presentado al cobro en el termino de presentación fijado por la
misma ley, quedando perjudicado e inhábil, de esta manera, el mismo como titulo ejecutivo.
Con estos antecedente, la pregunta que surge es si, a partir de una correcta caracterización y
encuadre del cheque de pago diferido, puede aplicarse al mismo dicha caducidad de acciones
cambiarias y hasta causales2.
De tal manera, la intención en el presente trabajo es, precisamente, dilucidar la aplicabilidad
del art. 38 in fine LCh y toda la doctrina y jurisprudencia en torno a dicha norma, a los cheques de
pago diferido y el efecto que la no presentación al cobro de éstos –en los términos de los arts. 23/29
LCh-, les provoca.
1
Arts. 25/29 y, fundamentalmente art. 38 in fine LCh.
2
A partir de la inteligencia de los arts. 41 LCh y 61 Dec. Ley 5962/65.
2. Breve caracterización del cheque común
En principio, no caben dudas que el cheque, sea el cheque tradicional -que, en adelante
llamaremos, siguiendo el método del art. 1 LCh, “común”- o bien el de pago diferido, es un título
de crédito.
Ello en tanto mantiene su carácter abstracto –desvinculando de la causa o relación jurídica
que originó su libramiento es decir, ajeno a cuestiones extracambiarias, formal –atento la obligada
observancia de los requisitos formales impuestos por la ley- y completo –en cuanto debe bastarse a
sí mismo-, todo lo cual contribuye a su literalidad que lo caracteriza, además de titulo de crédito en
general, como papel de comercio en especial3.
A su vez, el cheque –común o de pago diferido-, constituye una cambiale tratta, en tanto
contiene una promesa de pago por un tercero –el banco girado- al igual que la letra de cambio, a
diferencia del pagaré donde en forma única y directa el librador asume dicha promesa de pagar,
constituyendo éste una cambiale direta.4, lo cual trae como consecuencia que, en el caso del cheque
y de la letra de cambio, el librador sea sujeto pasivo de le acción de regreso y en caso del pagare, es
sujeto pasivo de la acción directa.
El libramiento de una letra de cambio o de un pagaré, supone una operación de crédito en
tanto se entregan pro solvendo, con la consecuencia que carecen de poder cancelatorio y que su
entrega no produce, en principio y salvo estipulación en contrario, novación de la deuda por la cual
se entrego lo libró el título, por lo cual, se los considera instrumentos de crédito 5.
Ahora bien, a poco que se examine al cheque común, se advierte que –aun cuando el mismo
sea entregado pro solvendo- el mismo es un instrumento de pago 6, lo cual lo diferencia de la letra
de cambio o pagare.
Ello es consecuencia, ante todo, de la especial relación jurídica que el cheque supone,
donde conviven una relación cambiaria denominada derecho externo, entre el librador y tenedor del
cheque y una relación contractual denominada derecho interno entre el librador y el banco girado
en tanto el libramiento del cheque supone la preexistencia de una contrato de cuenta corriente
bancaria y un “pacto de cheque” entre librador y banco girado, sin perjuicio de una tercera relación,
3
GÓMEZ LEO, Osvaldo R., Tratado de los Cheques, Edit. Lexis Nexis, Bs. As., 2004, pag. 29; en tal sentido,
SCMendoza, sala 1, L.L. 123-909; CNCom, Sala C, L.L. 1981-A-327.
4
GÓMEZ LEO, Tratado...., cit., pag. 31.
5
GÓMEZ LEO, Tratado..., cit., pag. 31.
6
VIVANTE, C., Tratado de Derecho Mercantil, T. III, trad. 5ta. edic. iitaliana, Madrid, 1932-36, pag. 499, cit. por
GÓMEZ LEO, Osvaldo, Tratado...., cit., pag. 32.
pero en este caso no pactada previamente, esto es de naturaleza extracontractual entre el tenedor –
como adjectus solutione causae- y el banco girado.7
A su vez, no debe perderse de vista que, según se ha señalado8, que el cheque sustituye, en
alguna medida, al dinero en efectivo evitando el transporte del mismo –y el riesgo que ello
significa-; que constituye, a su vez un instrumento de exacción y compensación –entre particulares
y en el marco de el sistema de clearing house-; que es un instrumento de circulación de dinero o
transferencia de fondos –depositado en bancos, claro está, por lo cual contribuye a la concentración
de dinero en éstos-; que –a partir de haber sido librado para disponer de la provisión existente en
poder de un banco-, es un instrumento de cobro –sea por un tercero y aun por el propio titular de la
cuenta que desee extraer dinero de la misma; que contiene una garantía de pago para el caso que el
banco no lo haga efectivo por algún problema en el pacto de cheque o relación interna con el
librador y que pueda ser objeto de otro negocio –por ejemplo, ser negociado por el tenedor a su
propio banco-.
A las circunstancias expuestas, hay que agregar que el cheque –ahora sólo el común-, se
halla librado siempre a la vista, lo cual se condice, precisamente, con su naturaleza de instrumento
de pago9, que consiste precisamente en su función económica10.
Todas las circunstancias expuestas han llevado a que, tal como se ha referido 11, la doctrina
en forma unánime, sostuviera que el cheque es un instrumento de pago, criterio receptado, por otro
lado en el art. 2 inc. 5 LCh y sostenido reiterada y unánimemente por la jurisprudencia 12, orden de
pago que, en orden del derecho interno asume una forma unilateral y recepticia y, por lo tanto,
esencialmente revocable y, en el orden externo, es no recepticia e irrevocable. 13
El carácter dual y bifronte del cheque como orden de pago aparece justificado por las
circunstancias que cuando la orden de pago es impartida fuera del formulario de cheque se halla
ausente la relación externa o bien que, aun cuando forra el cheque rechazado por causas legales o
reglamentaras ello no lo afecta como titulo cambiario y con aptitud ejecutiva o, finalmente cuando
7
GÓMEZ LEO, Tratado..., cit., pags. 33, 78/85 y, especialmente, pags. 138/148 –respecto del cheque en general- y
167/179 –respecto del cheque común-..
8
GÓMEZ LEO, Tratado..., cit., pags.43/55.
9
GÓMEZ LEO, Osvaldo R., Cheques. Comentario a las leyes 24.452 y 24.760, Edit. Depalma, 2da. edición, 1997.
Bs. As., pag. 117; RICHARD, Efrain H. – ZUNINO, Jorge Osvaldo, Regimen de cheques, Edit. Astrea, Bs. As., 1997,
pag. 96.
10
GIRALDI, Pedro Mario, Ley de cheque, Edit. Astrea, Bs. As., 1988, pag. 152.
11
ZAVALA RODRÍGUEZ, C. J., Código de Comercio y leyes complementarias comentadas, T. v, Bs. As., 195-80,
pag. 391, cit. por GÓMEZ LEO, Tratado...., pag. 43 y numerosa doctrina allí referenciada.
12
CNCom, sala A, L.L. 155-738; CNCom, sala C, L.L. 1980-De-44; CNCom, sala B, RED, 12-288; S.C.B.A., L.L.
154-514 y L.L., 1976-82).
13
GÓMEZ LEO, Tratado..., pags. 168/170.
un cheque es librado por una persona distinta del titular de la cuenta –en formulario ajeno-, que si
bien –lógicamente-, no obliga al titular de dicha cuenta, obliga cambiariamente al librador. 14
14
GÓMEZ LEO, Tratado..., pags. 167/168.
15
ARAYA, ....
16
Ley uruguaya 14.412.
17
GÓMEZ LEO, Tratado..., cit. pag. 193.
18
GÓMEZ LEO, Osvaldo R., Cheques. Comentarios a las leyes 24.452 y 24.760, Edit. Depalma, Bs. As., 1997, pag.
253..
19
VILLEGAS, Carlos G., El cheque. Nuevo régimen legal, Edit. Abeledo Perrot, Bs. As., pag. 412.
De tal manera el cheque de pago diferido aparece como un instrumento para la obtención
del crédito por parte del librador y creado a tiempo vista, a diferencia del cheque común que es un
instrumento de pago creado a la vista.
25
GÓMEZ LEO, Tratado..., pags. 32, 121 y 192; BERGEL, Salvador D. – PAOLANTONIO, Martín E., op. cit., pag.
63; ESCUTI (h), Ignacio A, op. cit., pag. 216; PAOLANTONIO, Martín E., op. cit., pag. 140; en alguna medida,
aunque no explícitamente, ALEGRÍA, Héctor, Cheque de pago diferido (Algunos Aspectos), en Revista de Derecho
Privado y Comunitario, N° 9, Edit. Rubinzal Culzoni, Bs. As., pags. 260/261 y especialmente pag. 281; ARAYA,
Miguel C., Cheque de pago diferido, J.A., 1995-II-812.
26
ANTECEDENTES PARLAMENTARIOS, Ley 24.452, Edit. La Ley, Bs. As., 1995, pags.158, 159, 173, 174 y 251
27
ANTECEDENTES PARLAMENTARIOS, op. cit., pag. 252.
Sin embargo, ha sido dispar el tratamiento que jurisprudencialmente se le ha dado al cheque
de pago diferido. En efecto, se lo ha considerado por un lado, como orden de pago pura y simple
asimilada al cheque común28 y, por el otro, como instrumento de crédito, asimilado a la letra de
cambio o al pagaré29 o bien a partir de subrayar la diferencia con el cheque común, señalando que
éste es orden de pago y el diferido instrumento de crédito 30.
Curiosamente, han sido los jueces penales –al analizar el encuadre del cheque de pago
diferido dentro del tipo penal del art. 302 inc. 1° C.P.- quienes han advertido con mayor lucidez
que es un instrumento de crédito y, por lo tanto, no se trata de un cheque sino de un mero
incumplimiento contractual –desde el punto de vista de la ley penal, claro está-. 31
6. Caducidad del cheque de pago diferido – Habilidad para promover acción ejecutiva
Se arriba así a la cuestión que origina el presente trabajo y, en tal sentido con los elementos
hasta ahora proporcionados, se advierte la respuesta al interrogante planteado al principio.
En efecto, la caducidad del cheque común dispuesta por los arts. 23, 25 y 38 LCh. y su
consiguiente pérdida de aptitud como título ejecutivo encuentra plena justificación en su condición
de titulo de crédito –específicamente un papel de comercio, que constituye una orden de pago
librada a la vista.
En otros términos, el cheque común caduca por falta de presentación en tanto constituye un
titulo de crédito e instrumento de pago, recayendo sobre el mismo el rigor sustancial, formal y
procesal propio de todos los títulos de crédito.
Sin embargo, como hemos visto, el cheque de pago diferido no es un instrumento de pago
sino un instrumento de crédito, tanto que ni siquiera puede ser considerado como cheque, habiendo
sido incluido –con discutible metodología-, en la ley de cheques por razones en realidad ajenas a su
naturaleza y que arriba fueran apuntadas.
De tal manera, y no revistiendo el cheque de pago diferido en realidad la calidad de cheque
–tal como se lo ha entendido tradicionalmente y que ahora se lo ha denominado “común”-, mal
puede aplicársele a aquél los principios de éste. Concretamente, las disposiciones referidas a la
caducidad del cheque como instrumento y orden de pago, no son aplicables a un instrumento de
crédito como el cheque de pago diferido.
Ello lleva a la consecuencia que siendo el cheque de pago diferido un instrumento de
crédito, el incumplimiento del rigor cambiario sustancias no traería como consecuencia la pérdida
de toda habilidad o aptitud ejecutiva en tanto mantiene su carácter de documento quirografario y,
36
GÓMEZ LEO, Tratado..., pags. 189/190; ST Tucumán, “Chrestia c/ Torres”, DJ, 1993-I-822.
37
CNCom, sala B, 16/9/82, “Las Lilas Agropecuaria c/ Química Aromática S.A.”, L.L., 1983-A-72; CNCom, sala A,
E.D., 98-209; CNCom, sala C, E.D. 97-317; CNCom, sala E, L.L., 1981-D-467; S.C.B.A., “Antinori c/ Puricelli”,
L.L., 73-338; íd., “Altamore c/ De Fazio”, L.L., 103-36; en contra y admitiendo la posibilidad de reabrir la vía
ejecutiva previo reconocimiento del ejecutado: BUSTOS BERRONDO, Horacio, Juicio Ejecutivo, 8VA. edición,
Edit. Platense, La Plata, 1998, pag. 101; Cam. Civ. 1ra. sala I, La Plata, “Trombetta c/ Trombetta”, J.A., 1947-IV-
833 y “Tamborín c/ Pelletieri”, J.A., 1953-IV-315; Cam Civ. 2da., sala III, La Plata, “Portnoy c/ Bennasser”, L.L.,
103-102; Cam.Civl. 2da., sala I, La Plata, “Marcilese c/ Mital”, J.A., 1951-II-477; Cam. Civ. San Isidro, “Caputo c/
Falco”, L.S., 1966-57, pag. 52.
del tal manera, queda asimilado a los instrumentos privados del art. 523 inc. 2° del CPCCN, lo cual
permitiría que, no trayendo aparejada ejecución por si mismo, se prepare la vía ejecutiva mediante
el reconocimiento de firma del deudor.
De acuerdo a las dos opiniones vertidas sobre el particular, el Gómez Leo se ha pronunciado
en este sentido –conforme los fundamentos reseñados- 38.
Por el contrario, Alegría, pese a reconocer que el cheque de pago diferido perjudicado tiene
el valor de un quirógrafo común, y admitiendo que es un instrumento de crédito y que su valor
“será común al del cheque común perjudicado”, curiosamente sostiene la tesis contraria,
pronunciándose en el sentido que, carecería de toda fuerza ejecutiva, no admitiéndose, en el caso la
preparación de la vía ejecutiva39.
Finalmente, jurisprudencialmente se ha sostenido esta ultima tesitura, con criterio aun mas
discutible que el de Alegría: en efecto, pese a entender que el cheque de pago diferido tiene una
naturaleza y características diferentes a la le cheque común y que su normativa carece de una
disposición referida a la caducidad, se consideró que atento haber sido definido con los
lineamientos generales del cheque común, con la variante que la orden de pago no es en este caso
pura y simple, sino a días vista, y el paralelismo entre ambas figuras y la remisión del art. 58 ley
24.452, se aplica la previsión del art. 38 LCh. 40
6. Conclusión
De los antecedentes reseñados puede concluirse válidamente que el cheque de pago diferido
no es un instrumento de crédito.
Ello lo diferencia del cheque común, que es por naturaleza un instrumento de pago emitido
en forma pura y simple, lo cual conlleva que, si el cheque común se halla sometido a todas las
exigencias propias del rigor cambiario sustancial, formal y procesal, no puede decirse lo mismo del
cheque de pago diferido que participa de un carácter diferente.
Ello permite afirmar que las normas referidas a la caducidad del cheque común no son
aplicables al cheque de pago diferido, no siendo aplicable la remisión del art. 58 LCh, pues la
misma se halla referida unívocamente a aquellas disposiciones que sean aplicables a ambas especies
conforme su naturaleza y, siendo ambos títulos distintos –uno de pago y otro de crédito-, el reenvío
resulta en este caso improcedente, sumado ello a la aplicación supletoria de las normas de la Ley
Cambiaria Argentina Dec. Ley 5965/63 (art. 65 LCh.).
38
GÓMEZ LEO, Tratado..., pag. 198.
39
ALEGRÍA, Cheque..., en Revista de Derecho Privado y Comunitario, N° 9, cit., pag. 281.
40
CNCom, sala A, 29/12/99, EG3 S.A. c/ Bonomi”, en www.lexisnexis.com.; CNCom, sala A, D.J., 2000-3-428).
Por otro lado, el cheque de pago diferido perjudicado queda reducido a un mero quirografo
o instrumento privado lo cual posibilita que, previo reconocimiento de firma mediante preparación
de vía ejecutiva pertinente, traiga aparejada ejecución.
Todo ello permite afirmar que el cheque de pago diferido perjudicado queda reducido a un
quirografo y por lo tanto puede ser objeto de preparación de vía ejecutiva a los fines de recuperar su
habilidad o aptitud ejecutiva.