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DERECHO MERCANTIL II

UNIDAD II (parte II)


TÍTULOS DE CRÉDITO EN PARTICULAR

Aprendiente: Ruth Karina Izabal Castro


Asesor solidario: Lic. José Luis Ramírez Monroy
Fecha: febrero 2023

2.3.- EL PAGARE
La letra de cambio surgió, en la historia del comercio, como un documento probatorio del contrato
de cambio trayecticio, como una forma impropia de dicho contrato se desarrollo el pagare, que
también ha recibido el nombre de vale o billete de orden.

2.3.1.- DEFINICIÓN
El código de comercio lo definía como un documento que no contiene el contrato de cambio, y que
“contiene la obligación procedente de un contrato mercantil, de pagar una persona a la orden de otra,
cierta cantidad”, además agrega que “ los pagarés que no estuvieran expedidos a la orden, no serian
documentos mercantiles y que al pagare se aplicarían las normas aplicables a la letra de cambio, en
materia de vencimiento, endoso, pago, protesto y demás conducentes en el art.549 del código
mercantil.

2.3.2.- ELEMENTOS PERSONALES

Son aquellas personas físicas o jurídicas colectivas que intervienen para el funcionamiento del
pagare.

Suscriptor
Dentro del funcionamiento del pagaré los suscriptores son las personas físicas o jurídico colectivas
que tengan la capacidad para suscribir títulos de crédito conforme al código de comercio y el código
civil, por si o por medio de representación legal, las cuales adquieren voluntariamente la obligación
de pagar incondicionalmente una determinada suma de dinero.
Obligaciones del suscriptor: La obligación principal es el pago, además de aceptar las condiciones
establecidas en el pagaré y sujetarse a su contenido.

Beneficiario

Derechos del suscriptor: El cumplimiento literal del pagaré respecto del tiempo del pago, lugar de
cobro, las personas que podrán hacerlo, exigir la devolución o cancelación contra el pago.
El beneficiario es la persona física o jurídico colectiva necesaria que complementa la obligación de
pago del suscriptor, al ser la persona que deberá de recibir el pago.

Obligaciones del beneficiario: Permitir que el pagaré se desarrolle como lo concibió el suscriptor,
como el lugar de pago, la fecha y la cantidad a pagar, así como la obligación de emitir un recibo de
pago, ya sea total o parcial, o anotarlo al reverso del pagaré y restituir o cancelar el pagaré al pago.
Derechos del beneficiario: El principal derecho es al mismo tiempo la obligación principal del
suscritos, que es el pago.

Endosatario
Salvo caso en contrario los títulos de crédito están diseñados para que en su caso cambien de dueño
sin alterar sus elementos existenciales. Por lo tanto, el pagaré como título de crédito puede circular.
El endosatario por tanto es la persona accidental en un pagaré, a la cual se le trasmitió el pagaré para
continuar con lo establecido en el propio documento y en su caso recibir el pago; ya sea a título
personal o como mandatario (endoso en propiedad o endoso en procuración). El endoso cualquiera
sea su tipo deberá de constar dentro del cuerpo del título o en una hoja adherido a él, además de
contar con los siguientes requisitos:

1. Nombre del endosatario.


2. Firma del endosante.
3. Incorporación en el título de crédito.
4. Tipo de endoso, aunque se puede presumir su tipo.
5. Debe ser incondicional.
6. Se debe trasmitir íntegramente.
7. Debe contener fecha, aunque se puede presumir.

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8. Debe contener lugar, aunque este requisito también se puede presumir.
9. El endoso en propiedad en el pagaré trasmite el endosante al endosatario con plenitud jurídica
la propiedad del título junto con los accesorios.
10. El endoso en procuración en el pagaré transfiere la posesión mas no la propiedad al
endosatario, por lo que se convierte en un tipo de mandatario judicial.

Aval
Dentro de los pagaré los avales son aquellas personas accidentales que contraen la obligación en un
título de crédito de manera voluntaria y que garantiza de forma personal la obligación de aquél a
quien él avala.

Podemos entonces señalar que el aval es una persona que se obliga de forma personal, accesoria, de
naturaleza cambiaria, dentro de la suscripción de un pagaré. Por tanto, el avalista queda obligado
solidariamente con avalado de garantizar el pago al beneficiario. Los requisitos para ser aval son los
siguientes:
• La inserción de ser aval en el documento.
• La firma del avalista.
• En su caso la cantidad por la cual se obliga el aval, ya que puede ser total o parcial
del valor del pagaré.
• Establecer la persona en favor de la cual el aval fue concedido.

2.3.3.- REQUISITOS LEGALES


Conforme al art. 170 el pagare debe de contener:

1. La mención de ser pagaré, inserta en el texto del documento, este requisito equivale a la
mención o cláusula cambiaría, ya estudiada a propósito de la letra de cambio.
2. La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero, en este requisito
estriba la diferencia más notable entre la letra de cambio y el pagaré. En tanto que la letra
contiene una orden incondicional de pago, que implica una responsabilidad para el girador,
el pagaré contiene una promesa incondicional de pago, que implica una obligación directa
del suscriptor.
3. El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago, la ley vigente no requiere que el
pagaré sea a la orden, y basta con que contenga la indicación del beneficiario.
4. El lugar y la época del pago, el pagaré puede tener las mismas formas de vencimiento que la
letra de cambio.

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5. La fecha y el lugar en que se suscriba el documento
6. La firma del suscriptor o de la persona que firme a su ruego o en su nombre.

2.3.4.- NORMAS DE LA LETRA DE CAMBIO APLICABLES


Al pagaré se aplican todas las disposiciones aplicables a la letra en cuanto a pago, formas de
vencimiento, suscripción, beneficiario, endoso, aval, protesto y acciones cambiarias, causales y de
enriquecimiento. Debe entenderse que en el pagaré no es válida la cláusula que dispense del protesto,
porque la ley excluye de aplicación al pagaré, el artículo 141, que autoriza tal cláusula para la letra
de cambio.

2.4.- EL CHEQUE
EI cheque como orden de pago, están antiguo como la letra de cambio. Seguramente que en los
bancos de la antigüedad fue conocida la orden de pago. Pero el cheque moderno tiene su nacimiento
en el desenvolvimiento de los bancos de depósito de la cuenca del Mediterráneo, a fines de la edad
media y a principios del renacimiento.

2.4.1.- DEFINICIÓN

Un cheque es un documento utilizado como medio de pago por el cual el titular de una cuenta
corriente (el librador) ordena a su entidad bancaria (el librado) que pague una determinada cantidad
de dinero a otra persona o empresa (el beneficiario o tenedor

2.4.2.- ANTECEDENTES

El manejo de cuentas y el pago por giros (esto es, por traslado de una cuenta a otra, en virtud de una
orden de pago) fue realizado por los banqueros venecianos y el famoso banco de San Ambrosio de
Milán, lo mismo que los de Génova y de Bolonia, usaron órdenes de pago que eran verdaderos
cheques. Las mismas funciones de depósito y pagos por giros fueron realizados por los bancos
españoles, desde el siglo XVI los bancos holandeses usaron verdaderos cheques, a los que llamaban
"letras de cajero". El autor inglés Thomas Mun reconoce, en 1630, que "los italianos y otros países
tienen bancos públicos y privados", que manejan en sus cuentas grandes sumas, con sólo el uso de

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notas escritas, y que tales instituciones eran desconocidas en Inglaterra. El genio práctico de los
ingleses recoge desde el siglo dieciséis la institución, la reglamenta y le da el nombre de cheque.
Los reyes giraban "exchequeter bill" o "exchequeter debentures" sobre la tesorería real, y de tales
órdenes parece derivar el nombre de "cheque". Francia promulga en 1882 su ley sobre el cheque,
que fue la primera ley escrita sobre la materia; pero que tuvo como antecedente la ley consuetudinaria
inglesa. Inglaterra publica en 1883 su "Bíll of exchange", y el cheque se universaliza con rapidez. El
movimiento internacional de unificación del derecho sobre el cheque tropezó con menos obstáculos
que el movimiento de unificación del derecho sobre las letras de cambio, y culminó con la Ley
Uniforme de Ginebra sobre el cheque, de 19 de marzo de 1931, cuyas disposiciones, en el fondo,
han sido seguidas por nuestra ley.

2.4.3.- ELEMENTOS PERSONALES

Son el librador, el librado y el beneficiario.


1. -El librador. Es la persona titular de la cuenta de cheques en el banco
2. El librado. Es la persona obligada a pagar el cheque y siempre deberá ser una institución
de crédito.
3. El beneficiario. Es la persona a cuyo favor u orden se expide el cheque. El nombre del
beneficiario

2.4.4.- REQUISITOS LEGALES


Según el texto del artículo 177, el cheque deberá contener los siguientes requisitos:

1. La mención de ser cheque, inserta en el texto del documento. Este requisito equivale a la
cláusula cambiaria, ya estudiada en la letra de cambio y en el pagaré.
2. El lugar y la fecha en que se expide
3. La orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero
4. El nombre del librado, que, como ya indicamos, debe ser siempre una institución de crédito
autorizada para operar con cuentas de cheques, este requisito debe considerarse, desde el.
punto de vista histórico, como contingente, ya que el Código de Comercio, en el texto

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anteriormente vigente, permitía que se librasen cheques contra casas comerciales; pero en la
actualidad, el cheque mexicano es un título exclusivamente bancario.
5. El lugar del pago.
6. La firma del librador

2.4.5.- FORMAS ESPECIALES


Cheque cruzado: El cheque cruzado, originado en la práctica inglesa, es aquel que el librador o el
tenedor cruzan en el anverso con dos líneas paralelas. El cruzamiento tiene por objeto dificultar el
cobro del documento a tenedores ilegítimos, pues como consecuencia del cruzamiento, el cheque
sólo podrá ser cobrado por una institución de crédito, a quien deberá endosarse para los efectos del
cobro.

Cheque para abono en cuenta: El librador o el tenedor, dice el artículo 198, pueden prohibir que
el cheque se pague en efectivo, insertando en él la cláusula "para abono en cuenta". En tal caso, el
librado no podrá pagar el cheque, sino que tendrá que abonarlo en cuenta al tenedor, si éste lleva
cuenta con el librado, y si no la lleva, en la cuenta que al efecto le abra. Como el interés de quien
convierte el documento en cheque para abono en cuenta, es que se abone precisamente a la cuenta
de determinada persona, desde la inserción de la cláusula relativa el cheque no es negociable.

Cheque certificado: Antes de la emisión del cheque, dice el artículo 199, puede el librador exigir
que el librado lo certifique, haciendo constar que tiene en su poder fondos suficientes para cubrir el
cheque. El librado tiene la obligación de certificar el cheque, cuando el librador lo solicite. Esto se
hace, generalmente, para que el beneficiario tenga confianza y tome el giro con la seguridad de que
será pagado. La certificación, dice la ley, no puede ser parcial, y sólo puede extenderse en cheques
nominativos. La inserción de las palabras "acepto", "visto", "bueno", o cualquiera otra equivalente,
y aun la sola firma del girado, previene la ley, valen como certificación.

Cheques no negociables: Son aquellos que no pueden ser endosados por el tenedor. La no
negociabilidad proviene de la ley, como en los cheques para abono en cuenta o certificados, o de la
inserción, en el documento, de la cláusula respectiva. La no negociabilidad es relativa, pues tales
documentos, según dispone el artículo 201, sólo pueden endosarse a una institución de crédito, para
su cobro.

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Cheque de viajero: En Italia surgió lo que los tratadistas italianos han llamado cheque circular, que
es según Mossa, "un cheque a la orden, creado por una institución de crédito, a cargo de todas sus
sucursales y corresponsales, sobre cantidades ya disponibles en la institución en el momento de la
creación, y pagadero a la vista en cualquiera de dichas dependencias"

Cheques de Caja: Las instituciones de crédito pueden, según establece el artículo 200, expedir
cheques de caja, a cargo de sus propias dependencias. Estos cheques serán nominativos y no
negociables.

Cheques "vademecum" o Con provisión garantizada: En Inglaterra, un banco estableció un


ingenioso sistema para dar confianza a sus cheques: el banco hacía la declaración de que sólo
entregaba talonarios contra depósitos; en cada uno de los esqueletos del talonario, el banco anotaba
la suma máxima por la que el cheque podía ser librado, y por tanto, dentro de estos límites, el tomador
podía tener la seguridad de que el título sería atendido por el banco.

2.4.6.- EL PROTESTO Y EL PAGO


En relación con el protesto, también se aplican las disposiciones de la letra, con la salvedad de que
la presentación del cheque en Cámara de Como compensación , y la anotación por dicha Cámara de
que fue presentado en tiempo y no pagado. surtirá efectos de protesto. También surtirá tales efectos
la anotación de rehusar el pago que ponga el librado. Esto, por la seriedad y solvencia, tanto
económicas como morales, que la ley supone a la Institución de crédito librada.

2.5.- ACCIONES JUDICIALES A QUE DA LUGAR LA FALTA DE


CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES DE PAGO CONSIGNADAS EN
LOS TÍTULOS DE CRÉDITO

Artículo 151.- La acción cambiaria es directa o de regreso; directa, cuando se deduce contra el
aceptante o sus avalistas; de regreso, cuando se ejercita contra cualquier otro obligado.

Artículo 152.- Mediante la acción cambiaria, el último tenedor de la letra puede reclamar el pago:

I.- Del importe de la letra;

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II.- De intereses moratorios al tipo legal, desde el día del vencimiento;

III.- De los gastos de protesto y de los demás gastos legítimos;

IV.- Del premio de cambio entre la plaza en que debería haberse pagado la letra y la plaza en que se
la haga efectiva, más los gastos de situación. Si la letra no estuviere vencida, de su importe se
deducirá el descuento, calculado al tipo de interés legal.

Artículo 153.- El obligado en vía de regreso que paga la letra tiene derecho a exigir, por medio de
la acción cambiaria:

I.- El reembolso de lo que hubiere pagado, menos las costas a que haya sido condenado;

II.- Intereses moratorios al tipo legal sobre esa suma desde la fecha de su pago;

III.- Los gastos de cobranza y los demás gastos legítimos; y

IV.- El premio del cambio entre la plaza de su domicilio y la del reembolso, más los gastos de
situación.

Artículo 154.- El aceptante, el girador, los endosantes y los avalistas responden solidariamente por
las prestaciones a que se refieren los dos artículos anteriores.

2.6.- EXCEPCIONES Y DEFENSAS OPONIBLES CONTRA LAS ACCIONES


JUDICIALES DERIVADAS DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITO

Artículo 8o. (ley general de títulos y operaciones de crédito)

Contra las acciones derivadas de un título de crédito, sólo pueden oponerse las siguientes
excepciones y defensas:

I.- Las de incompetencia y de falta de personalidad en el actor;

II.- Las que se funden en el hecho de no haber sido el demandado quien firmó el documento;

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III.- Las de falta de representación, de poder bastante o de facultades legales en quien subscribió el
título a nombre del demandado, salvo lo dispuesto en al artículo 11;

IV.- La de haber sido incapaz el demandado al suscribir el título;

V.- Las fundadas en la omisión de los requisitos y menciones que el título o el acto en él consignado
deben llenar o contener y la ley no presuma expresamente, o que no se hayan satisfecho dentro del
término que señala el artículo 15;

VI.- La de alteración del texto del documento o de los demás actos que en él consten, sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 13;

VII.- Las que se funden en que el título no es negociable;

VIII.- Las que se basen en la quita o pago parcial que consten en el texto mismo del documento, o
en el depósito del importe de la letra en el caso del artículo 132;

IX.- Las que se funden en la cancelación del título, o en la suspensión de su pago ordenada
judicialmente, en el caso de la fracción II del artículo 45;

X.- Las de prescripción y caducidad y las que se basen en la falta de las demás condiciones necesarias
para el ejercicio de la acción;

XI.- Las personales que tenga el demandado contra el actor. XII.- La Declaración Especial de
Ausencia de quién firmó, en los términos que la legislación especial en la materia establezca

2.7.- CANCELACIÓN DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITO


Artículo 44.- La cancelación del título nominativo extraviado o robado, debe pedirse ante el Juez del
lugar en que el principal obligado habrá de cumplir las prestaciones a que el título da derecho. El
reclamante acompañará con su solicitud una copia del documento, y si eso no le fuere posible,
insertará en la demanda las menciones esenciales de éste. Indicará los nombres y direcciones de las
personas a las que debe hacerse la notificación prevista por la fracción III del artículo 45, y los de
los obligados en vía de regreso a quienes pretenda exigir el pago del documento, en caso de no
obtenerlo del deudor principal. Si solicita la suspensión del pago, conforme al artículo 42, ofrecerá
garantía real o personal bastante para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que aquélla
pueda ocasionar a quien justifique tener mejor derecho sobre el título. Deberá, además, al presentar

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la demanda de cancelación, o dentro de un término que no excederá de diez días, comprobar la
posesión del título y que de ella lo privó su robo o extravío.

Artículo 45.- Si de las pruebas aportadas resultare cuando menos una presunción grave en favor de
la solicitud, el Juez:

I.- Decretará la cancelación del título, y autorizará al deudor principal, y subsidiariamente a los
obligados en vía de regreso designados en la demanda, a pagar el documento al reclamante, para el
caso de que nadie se presente a oponerse a la cancelación dentro de un plazo de sesenta días, contados
a partir de la publicación del decreto en los términos de la fracción III, o dentro de los treinta días
posteriores al vencimiento del título, según que éste sea o no exigible en los treinta días que sigan al
decreto;

II.- Ordenará, si así lo pidiere el reclamante, y fuere suficiente la garantía ofrecida por él en los
términos del artículo anterior, que se suspenda el cumplimiento de las prestaciones o que el título dé
derecho, mientras pasa a ser definitiva la cancelación, o se decide sobre las oposiciones a ésta;

III.- Mandará que se publique una vez en el Diario Oficial un extracto del decreto de cancelación y
que dicho decreto y la orden de suspensión se notifiquen:

a).- Al aceptante y a los domiciliatarios, si los hubiere;

b).- Al girador, al girado y a los recomendatarios, si se trata de letras no aceptadas;

c). - Al librador y al librado, en el caso del cheque;

d).- Al subscriptor o emisor del documento, en los demás casos; y

e).- A los obligados en vía de regreso designados en la demanda;

IV.- Prevendrá a los suscriptores del documento indicados por el reclamante, que deben otorgar a
éste un duplicado de aquél, si el título es de vencimiento posterior a la fecha en que su cancelación
quede firme;

V.- Dispondrá, siempre que el reclamante lo pidiere, que el decreto y la orden de suspensión de que
hablan las fracciones I y II se notifiquen a las Bolsas de Valores señaladas por aquél, con el fin de
evitar la transferencia del documento.

Artículo 46.- El pago hecho al tenedor del título por cualquiera de los obligados, después de serle
notificada la orden de suspensión, no libera al que lo hace, si queda firme el decreto de cancelación.
Artículo 47.- Puede oponerse a la cancelación, y al pago o reposición del título, en su caso, todo el

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que justifique tener sobre éste mejor derecho que el que alega el reclamante. Se reputan con mejor
derecho que el reclamante, los que adquirieron el documento sin incurrir en culpa grave y de buena
fe, siempre que puedan acreditar su carácter de propietarios en los términos del artículo 38. Es
aplicable al oponente lo dispuesto por los párrafos segundo, tercero, cuarto y quinto del artículo 43.
Artículo 48.- La oposición del tenedor del título debe substanciarse con citación del que pidió la
cancelación, y de las personas mencionadas en la fracción III del artículo 45.

La cancelación es jurídica, no material; ya que el título cancelado no se destruye materialmente, sino


que, inclusive, tiene la posibilidad de seguir de hecho circulando. El tenedor que tiene derecho a la
cancelación puede pedir que se suspenda el cumplimiento de las obligaciones consignadas en el
título. Se notificará entonces al deudor la suspensión decretada por el juez, y si el deudor paga a
pesar de la notificación, aunque recoja el título habrá pagado mal, porque ha entrado en acción, por
medio de la notificación, el principio límite de la buena fe, que ya hemos estudiado, y quien paga a
pesar de la notificación paga de mala fe. Cuando se pida la suspensión, deberán garantizarse a
satisfacción del juez los daños y perjuicios que puedan ocasionarse al tenedor del título, para el caso
de que se declare improcedente la cancelación.

2.7.1.- PROCEDIMIENTO

Si cuando un título de crédito es robado, se destruye o se extravía, se llevasen u al extremo lógico


las consecuencias de la incorporación, debería concluirse que con la destrucción o pérdida del título,
el titular habría perdido los derechos en él incorporados. Esto podría dar 1ugar a situaciones injustas,
y por eso la ley ha establecido procedimientos para proteger los derechos de los tenedores que sufren
el extravío, el robo o la destrucción de su título.

2.7.2.- OPOSICIÓN AL PROCEDIMIENTO


Una vez que la cancelación se decrete, el documento cancelado ya no surte efectos jurídicos,
desaparece teóricamente del mundo jurídico, pero los que Se consideren con mejor derecho que
quien pidió la cancelación, pueden oponerse a ésta dentro de los sesenta días, siguiendo un nuevo
procedimiento donde también se rendirán pruebas, y en el que tendrá el carácter de demandado quien
obtuvo la cancelación. La cancelación no se considerará firme, sino hasta que se haya resuelto
definitivamente sobre la oposición, o hayan transcurrido sesenta días después de la publicación, sin
que se presente oposición alguna. Si el título cancelado no ha vencido aún, el que obtuvo la
cancelación deberá pedir, dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que la cancelación quede

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firme, la expedición de un duplicado, que deberán suscribir todos los obligados en el título cancelado,
y si algunos se negaren, firmará el juez en su rebeldía. La ley requiere, innecesariamente, que sea
legalizada la firma judicial. Si no se pide la reposición o expedición del duplicado dentro de los
treinta días, caducará todo derecho de quien obtuvo la cancelación. Si el título está ya vencido, quien
obtuvo su cancelación deberá demandar al obligado, ejercitando su acción en juicio ejecutivo, y
documentándose con las constancias del procedimiento de cancelación y la orden respectiva, cuyos
documentos sustituirán al título cancelado, con la misma eficacia que éste hubiera tenido. En este
caso la ley permite que la 'acción derivada de un título de crédito se ejercite sin la exhibición del
título, estableciéndose una excepción a los principios de la incorporación y la legitimación. Mejor
dicho: los derechos que estaban incorporados en el título se desincorporan de él, para incorporarse a
las constancias judiciales que servirán de base a la acción cambiaría respectiva

2.7.3.- EFECTOS
El título cancelado, muere para el mundo del Derecho; no tiene ya eficacia como título de crédito;
pero sólo en lo que respecta a las obligaciones en él incorporadas hasta la fecha en que el tenedor
que obtuvo la cancelación sufrió el desapoderamiento del título. Mas puede darse el caso de que, de
hecho, siga éste circulando, y surge entonces la cuestión de cuál es la situación jurídica de los
signatarios posteriores a la cancelación. los signatarios posteriores a la cancelación no tendrán
ninguna acción contra los signatarios anteriores, cuya obligación se ha desincorporado del título
cancelado, para incorporarse en el duplicado; pero dichos signatarios posteriores estarán obligados
entre sí, cambiariamente, y respecto de ellos el título funcionará con plena eficacia. Esto es, porque
las firmas canceladas son las anteriores a la cancelación, o sea, las de los obligados con quien obtuvo
la cancelación, y el endoso, tiene semejanza a un nuevo giro, por el carácter autónomo de los
derechos que origina. Además, porque las obligaciones de los diversos suscriptores son autónomas.

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