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Como principio general debe advertirse que "No deben ser permitidas más
allá de lo estrictamente necesario, porque de otra manera podrían quedar
comprometidos los principios de igualdad y lealtad al procurarse una de las partes
información por vía judicial sin la plenitud del contradictorio" 1), pues "no proceden
si sólo responde al propósito de crearse indebida y unilateralmente una situación
favorable en cuanto a la que ha de ser materia de decisión sobre el fondo de las
cuestiones materia de la controversia que se ventila en juicio" 2
PRUEBA ANTICIPADA:
El anticipo preventivo de prueba importa la admisión excepcional de
medidas en una etapa no propia, con fundamento en la eventualidad de su
desaparición. Por ello, el criterio de aplicación del art 326 debe ser restrictivo
evitando la posibilidad de anticipar la solución de fondo y fundamentalmente
procurando no vulnerar la igualdad de las partes en el proceso.-
Basándonos en estas características diremos que solo se puede disponer
de prueba “ante Tempus” cuando se encuentra entre los medios expresamente
autorizados, y siempre que la misma pudiera perderse o resultase imposible o
muy dificultosa su producción en el periodo correspondiente
Por ello, su finalidad es cautelar, aunque no se trata de la sentencia que en
futuro se dicte, sino de posibilitar la solución de fondo, conservando pruebas que
de otro modo serían de imposible o muy dificultosa producción.-
Medios de prueba anticipada contemplados en el art. 326:
1.- Prueba Testimonial: El testigo que puede declarar en forma anticipada, es
aquel que reúne alguna de estas características:
- Es de avanzada edad.- Situación que ha de estar referida a la ausencia o
disminución de aptitudes, y no a la edad en particular (CNac. Civ., Sala B, fallo del
17-02-83, ver también en LL 1983-B, 481).
- Se encuentra gravemente enfermo, debiendo acreditarse sumariamente
esta condición
- O se haya próximo a ausentarse del país, de manera permanente, de
forma tal de no encontrarse en el mismo para el momento procesal en que se
calcula se recibiría su declaración en una tramitación normal del pleito.-
2.- Reconocimiento Judicial: Tiene por objeto verificar la existencia de
documentos o el estado, calidad o condición de cosas y lugares.
La medida exige la concurrencia de las partes, de modo tal de no soslayar el
principio de bilateralidad.
Sin embargo deberá acreditarse también en forma sumaria, que de no practicarse
la diligencia en lo inmediato podría perderse o tornar muy dificultosa la actividad
en el futuro.-
3.- Dictamen Pericial: Este medio de prueba lleva el mismo objeto que el
reconocimiento judicial, esto es, la verificación de documentos o la constatación
sobre el estado y/o calidad de cosas y lugares. Es decir, el fundamento que
autoriza su dictado versa sobre la posibilidad de que los documentos, cosas o
lugares sufran transformaciones por el paso del tiempo que impidan observar con
claridad el estado o calidad en que se encuentran.-
4.- Prueba de informes: Es dificultosa la producción de prueba de informes en
forma anticipada desde que requiere para su procedencia de hechos concretos,
claramente individualizados y controvertidos en el proceso que deba producir una
oficina pública o privada o persona que tenga registros documentados, archivos o
libros contables.
Por ello, la prueba de informes aparece limitada, ante la inexistencia de hechos
controvertidos en esta instancia.-
Eventualmente se ha autorizado para los casos en que se conoce de antemano
que una oficina pública o privada procederá a la destrucción de archivos o
documentos, por haberse vencido el plazo por el cual la ley obliga su
conservación.-
En estos casos los jueces han autorizado pruebas anticipadas tendientes a que el
Correo argentino por ejemplo, entregue copias autenticadas de la carta
documento en que se produjera la constitución en mora, por encontrarse a vencer
el término de cinco años por los cuales deben conservarse esos instrumentos, y
ante la eventual negativa que podría formular la parte contraria al momento de la
traba de la Litis
5.- Absolución de posiciones: Dado que las posiciones deben versar sobre
hechos afirmados la norma dispone que este medio de prueba solo puede
solicitarse una vez iniciado el proceso.
En lo que respecta al Código de Procedimiento Nacional, agrega un
inciso luego de la prueba de informes referido a
"La exhibición, resguardo o secuestro de documentos concernientes
al objeto de la pretensión, conforme lo dispuesto por el artículo 325".
En el marco de este inciso se permite el secuestro anticipado de
documento o cosas que quedan en depósito o en custodia del juzgado,
habiéndose ordenado el secuestro sorpresivo de la historia clínica,
documentación complementaria y eventuales anexos de decisiva importancia para
afrontar un proceso contra establecimientos médicos por negligencia e impericia
profesional.-
Por último cabe remarcar que la enumeración que establece el código a
continuación no es taxativa, sino meramente enunciativa.-
Recursos.-
Dentro de las variantes de los remedios impugnaticios, es de destacar que
en principio solo la resolución que deniegue la diligencia será apelable (art. 327) y
el recurso se concederá en relación (art. 246).
En la producción de prueba anticipada en procesos sumarios, 3 no resultan
de aplicación los arts. 494 y 377 del ritual en lo atinente a la irrecurribilidad de
decisiones relativas a la producción, denegación y sustitución de pruebas en el
proceso sumario, sino que es de estricta observancia el art. 327 párrafo tercero
del CPCC que autoriza la apelación de las resoluciones denegatorias de medidas
preliminares.4 Este constituye una diferencia de trámite con la prueba común.
Procedimiento.-Resguardo de la bilateralidad.-
Enseña Juan Manuel Hitters5:
"El art. 327 del CPC, que regula el diligenciamiento de las medidas
anticipatorias, no prevé una sustanciación previa, pues será el magistrado quien
luego de oír las razones del peticionante, debe decidir sobre su procedencia. La
notificación que prevé la misma norma es al solo efecto de que la contraria tenga
conocimiento y pueda controlar el acto, a fin no transgredir el principio de
bilateralidad.
Existen supuestos en que puede omitirse la citación a la contraparte,[ 6] si el
anoticiamiento previo a ésta o a la destinataria de la medida, puede frustrar el
éxito de la misma,[7] o cuando existan razones de urgencia impostergable.[ 8] De
ser así, deberá darse intervención al Defensor Oficial, lo cual es suficiente para
resguardar adecuadamente el principio de bilateralidad, ya referido.
La omisión de notificar a las futuras partes del proceso, acarrea la nulidad
de las diligencias que se hayan practicado, pues la incorporación de las mismas
puede ser definitiva e imposible de rever en el futuro.
Cualquier desviación que impida la asistencia de la contraria ha de
impugnarse a través del remedio de la nulidad, garantizando de este modo el
derecho constitucional de defensa en juicio, [ 9] pero debe tenerse presente a la
par, el principio de trascendencia (art. 172 CPC), que -como es sabido- significa
que no hay nulidad por el mero interés de la ley y requiere que quien invoca el
3
La ley 25.488, con vigencia desde el 22-05-02, dejó sin efecto al proceso sumario del CPCCN,
quedando solo en pie el ordinario, el sumarísimo y las acciones declarativas
4
Cám. Civ. y Com., San Martín, Sala 2ª, Causa 42801, RSI-288-97, Interloc. del 20-11-1997
(‘Jofman de Schimkiewicz c/ Jofman’).
5
ANÁLISIS DE LA PRUEBA ANTICIPADA EN UN MARCO GLOBAL Publicado en: LA LEY 2003-
C , 896 Cita Online: AR/DOC/4698/2001
6
Pueden darse hipótesis en que resulte conveniente realizar la diligencia sin su intervención
(ARAZI. Roland Derecho Procesal... Op. cit., pág. 452.
7
Cámara del Trabajo y Minas, 4º Nominación, Santiago del Estero, causa Nro. 10908, fallo del
29-06-00, en autos ‘Zurita c/ Guardería Nivel Inicial Shishilo’.
8
Conforme lo sostuvo la Cámara Civil y Comercial de Lomas de Zamora, Sala 2ª, en la causa
173, RSI-117-1, Interloc. del 18-12-2001 (‘G. J. P. c/ V. N. M.’.
vicio formal, alegue y demuestre que tal defecto le produjo un perjuicio cierto e
irreparable, que solo puede subsanarse con esa sanción procesal. [ 10]
Tampoco cabe suspender el plazo concedido a uno de los codemandados
para contestar la demanda hasta la producción de un medio de prueba anticipada.
Ello no constituye circunstancia imprevisible o irresistible que impida la ejecución
del acto procesal en cuestión o dificulte seriamente la actividad procesal impuesta
(art. 157 CPC).
Las supuestas falencias que pudieron obstaculizar la bilateralización de la
prueba anticipada no deben afectar la sustanciación del proceso principal, pues el
trámite de tal prueba (art. 326 CPC) puede realizarse durante el curso del pleito,
antes del período probatorio, pero sin que obste a la traba de la litis".[ 11].-
Angelina Ferreyra De De La Rúa[12] sostiene: “La facultad de control en el
desarrollo de la prueba anticipada le asiste contra quién se haga valer dicha
diligencia y también estimamos que es extensiva a quién participe en el proceso
futuro en calidad de tercero”.
Por su parte y en lo referente al valor probatorio en el supuesto de
prueba anticipada, es pleno en el proceso principal, obviamente sujeto a su
influencia en relación a la acción que se deduce, y a las reglas de la sana crítica
en cuanto a su apreciación; es decir, que NO son medidas provisionales, sino que
cuando han sido llevadas a cabo, se incorporan definitivamente al expediente.
No existe diferencia ‘de valor’ entre la prueba producida de manera
anticipada y la despachada en la etapa normal. Además no debería reiterarse la
misma medida en el proceso principal por la propia parte que la ha ofrecido,
salvo que existan nuevas circunstancias que así lo justifiquen.
Un Ejemplo mas:
Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, Sala II
Autos: “GARCIA s/. DILIGENCIAS PRELIMINARES”.
CUESTIONES
1) ¿Es justa la sentencia apelada?
2) ¿Que pronunciamiento corresponde dictar?
A la primera cuestión el Sr. Juez Dr. Roberto Loustaunau dijo:
I: El Sr. Juez de Primera Instancia dictó sentencia a fs.76 rechazando in línime el
pedido del Dr. ….., por entender que no correspondía acceder a las medidas solicitadas,
en tanto la información que pretende obtener de manera preliminar no resulta necesaria
para la constitución regular de la litis, como así tampoco se ha justificado la
imposibilidad de adquirir los informes sin la intervención del órgano judicial.
9
MORELLO – PASSI LANZA – SOSA – BERIZONCE. Códigos Procesales... 1ª edición, T. IV,
pág. 208.
10
CONDORELLI, Epifanio. Estudio de Nulidades Procesales (obra publicada por varios autores),
Ed. Hammurabi, año 1980, pág. 99. Hay que considerar la clase de prueba que se vio privada de
controlar la contraparte, habida cuenta que si se trata de un reconocimiento judicial, la intervención
de las partes carece de mayor relevancia toda vez que aquélla consiste en una percepción
sensorial realizada por el órgano jurisdiccional (Cám. Civ. y Com. 2ª, La Plata, Causa B 39.009,
año 1975).
11
Cám. Civ. y Com. San Nicolás, Sala 1ª, Causa 970672, RSI-522-97, Interloc. del 21-10-1997,
‘Zannato c/ Girotti S.A.’.
12
Ferrerya de la Rua, Angelina y otro, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Córdoba Comentado y Concordado, Tomo II, Editorial La Ley, 2011, pág. 1549.-
II. La injerencia de este Tribunal en el asunto está dada por la apelación deducida
por el peticionante a fs. 77, cuyos fundamentos lucen en el escrito agregado a fs.79/81.
El recurrente sostiene que el juez se ha equivocado en el encuadre, toda vez que lo
solicitado es la producción de prueba anticipada de informes a las empresas Claro y
Telefónica, a fin de que agreguen un detalle de las llamadas recibidas por él durante el
mes de marzo de 2015, relativas a los hechos que ha denunciado y que integrarán su
pretensión de daños y perjuicios contra MAPFRE Argentina Seguros SA y Santander
Río, como así también para que acompañen la grabación de las conversaciones
pertinentes o desgrabación y trascripción en soporte papel.
Explica que la prueba podría resultar de producción imposible o muy dificultosa en
la etapa oportuna, en tanto desconoce el sistema informático utilizado por las empresas
y no existe normativa alguna que las obliguen a conservar las conversaciones realizadas
por los usuarios del servicio. A ello agrega la jerarquía constitucional de su derecho
como consumidor.
III. A mi entender, el recurso debe prosperar.
1. Aunque el escrito inicial no fue lo suficientemente claro en cuanto al encuadre y
los fundamentos de la petición, lo que pudo llevar al juez al resolver como lo hizo, lo
cierto es que considero que igualmente corresponde abrir la instancia judicial para
proveer la prueba anticipada que solicita el apelante, pues encuentro cumplidos los
recaudos previstos en los arts 326 y 327 del CPC.
El propósito perseguido es el aseguramiento de una prueba con potencialidad de
ser perdida en caso de tener que esperar al momento procesal oportuno. El
desconocimiento del peticionante (y del suscripto) sobre los sistemas informáticos de las
empresas de telefonía en cuanto a la preservación de la información vital para la
pretensión, es a mi criterio motivo suficiente para encuadrar el pedido como de
aseguramiento, conservatorio o preventivo, en la medida que tiende a evitar la pérdida
de un elemento probatorio que sería decisivo para resolver el futuro litigio de acuerdo a
los hechos invocados por García Herrada.
Explica Quadri – siguiendo doctrina y jurisprudencia que cita- que las pruebas
anticipadas no constituyen una categoría jurídico-procesal de naturaleza autónoma, sino
un modo excepcional de producir prueba, cuya función es la de procurar que las partes
puedan obtener la conservación en casos en que si espera al momento de su producción
se corre el riesgo de pérdida por el transcurso o alteración artificiosa de la situación de
hecho o de las cosas (“La prueba en el proceso civil y comercial” – Teoría General tºI
337 y sgtes, Abeledo Perrot, BsAs 2011). Ello conduce, incluso, a que es restrictivo el
criterio con que cabe analizar su procedencia.
En este marco se inserta la solicitud del apelante, fundada en la inteligencia de que
existen motivos que permiten temer que la prueba sea de cumplimiento imposible o muy
dificultoso. Por estos motivos, considero que corresponde acceder al planteo y revocar la
resolución que rechazó in límine su producción.
2. No obstante, en la medida que la línea de teléfono móvil de la empresa Claro
sobre la que se pide la medida es de titularidad de la mujer del Dr. García Herrada – tal
como lo ha explicado a fs. 60-, considero que deberá acreditarse previamente en autos
su conformidad al respecto.
De este modo, y con la debida citación de la contraria, el juez a quo deberá ordenar
el libramiento de los oficios pedidos (arts 242, 266, 326 inc3º,327 y cdtes del CPC)
ASI LO VOTO
El Sr. Juez Dr. Ramiro Rosales Cuello votó en igual sentido y por los mismos
fundamentos.
A la segunda cuestión el Sr. Juez Dr. Roberto Loustaunau dijo:
En atención al modo en que quedó resuelta la cuestión anterior, corresponde
revocar la sentencia apelada, con costas en el orden causado, dada la ausencia de
controversia (art 68 del CPC)
El Sr. Juez Dr. Ramiro Rosales Cuello votó en igual sentido y por los mismos
fundamentos.
SENTENCIA
Con fundamento en el acuerdo precedente se dicta la siguiente sentencia que
dispone: I) Hacer lugar al recurso interpuesto y revocar, en consecuencia, la resolución
apelada; II) Imponer las costas en el orden causado, dada la ausencia de controversia
(art 68 del CPC); III) Diferir la regulación de honorarios para el momento procesal
oportuno (art. 31 de la ley 8904). Notifíquese personalmente o por cédula (art.135 CPC).
Devuélvase.
Roberto J. Loustaunau Ramiro Rosales Cuello,
Alexis A. Ferrairone Secretario
18
Borda Guillermo A Tratado de derecho Civil Obligaciones 9 edición actualizada por Alejandro
Borda La Ley Buenos Aires 2008 T II p 481 y ss”
puede discutirse libremente ese mismo hecho generador de
responsabilidad civil”
Como vemos, el contenido de esta norma y de la anterior (1776) fijan como
principio general que los hechos que conformen la base de la acusación y su
correspondiente declaración de existencia o inexistencia de los mismos en la
sentencia penal, tiene efecto de cosa juzgada en sede civil
En este último supuesto, si la sentencia penal decide que el hecho no
existió o que el sindicado como responsable no participó conforme los incisos 2 y
4 del art 336 del Cod Procesal Penal de la Nación (y normas provinciales
análogas) y se dicta el sobreseimiento, ello no podrá discutirse nuevamente en el
proceso civil
En cambio si la sentencia penal de sobreseimiento dictada lo es en el
marco de los inc 3 y 5 del mismo art 336 del CPP se debe examinar si en los
considerandos de la resolución se examinó y determinó como acontecieron los
hechos en cuyo caso por imperio del art. en examen ello no produciría
prejudicialidad sino que puede discutirse libremente el mismo hecho en cuanto
generador de responsabilidad civil.-
Se debe distinguir el sobreseimiento definitivo de la sentencia absolutoria.-
"...el sobreseimiento definitivo no hace cosa juzgada en los mismos
términos que la absolución, básicamente argumentando que la ausencia de
referencia normativa impide recurrir a la analogía como mecanismo interpretativo
en una norma restrictiva de derechos, y que su dictado no implica un proceso
"completo" en el cual haya tenido adecuada intervención la víctima". (19)
19
Saux en BUERES, Alberto J. y HIGHTON, Elena I. "Código Civil y normas complementarias.
Análisis doctrinario y jurisprudencial", Tomo 3 A, Hammurabi, Buenos Aires, 1999, p. 334.
derecho de las personas a la jurisdicción y el deber estatal de administrar
justicia.
Desde ese punto de vista, el “beneficio de litigar sin gastos”
constituye un instrumento que sirve para garantizar el acceso a la
Jurisdicción a las personas carentes de recursos, quienes se encontrarían
privados de poder hacerlo si debieran afrontar las erogaciones propias de
un proceso judicial. De esta manera se intenta equiparar las condiciones de
quienes tienen posibilidades económicas de acceder al órgano jurisdiccional en
relación a aquellos que no las tienen.-
El fundamento constitucional está dado por dos derechos:
- defensa en juicio
- igualdad ante la ley,
Su implementación permitirá el acceso a la jurisdicción sin
condicionamientos a aquellas personas que deban reclamar por un derecho
propio o de otra persona respecto de quien ejerzan una representación legal, sin
cortapisas ni limitaciones, vinculadas a la capacidad económica o al costo del
proceso.-
“El instituto de beneficio de litigar sin gastos tiende a asegurar la
posibilidad de que la parte que se encuentra en una posición económica
difícil como para afrontar los gastos derivados de un proceso judicial, no se
vea impedida de hacer valer sus derechos; procurando así hacer realidad la
garantía de defensa en juicio y el principio de igualdad ante la ley" 20
Su finalidad no puede ser alterada por el peticionante.- Por ello se ha
resuelto que "El beneficio de litigar sin gastos no puede constituirse en un
instrumento tendiente a eludir las obligaciones que deriven de una eventual
sentencia en su contra, vulnerando de ese modo su naturaleza y su finalidad
tuitiva"21.
1.- Procedencia:
Dice el art ARTÍCULO 78° del CPCC:
“Los que carecieren de recursos podrán solicitar antes de presentar la
demanda o en cualquier estado del proceso, la concesión del beneficio de
litigar sin gastos, con arreglo a las disposiciones contenidas en este
capítulo.”
Como vemos, la primer circunstancia a considerar es que el beneficio
puede ser solicitado por cualquiera de las partes del proceso, tanto actor como
demandado y en cualquier estado del mismo, incluso con anterioridad al inicio de
la demanda, para evitar el pago de los gastos de inicio representados
principalmente por la tasa y sobre tasa de justicia o incluso con posterioridad a la
sentencia, en la etapa de interposición de recursos.-
Una particularidad del beneficio de litigar sin gastos puede darse en el
proceso laboral.- El art. 20 de la LCT. dice que "El trabajador o sus derechohabientes
20
CSJN, 28-5-1998, “Patagonia Rainbow S.A. vs. Provincia del Neuquén”, Rep. E.D. 33-124, nº
12; Id., 14-8-2007, Fallos: G.317.XXXIX
21
CC0102 MP 125231 RSI-1135-3 I 2-10-2003 CARATULA: Municipalidad de Gral.Alvarado c/
Miranda, Gladys s/ Incidente de Beneficio de litigar sin gastos, MAG. VOTANTES: Oteriño-
Dalmasso-Zampini
gozarán del beneficio de la gratuidad en los procedimientos judiciales o administrativos
derivados de la aplicación de esta ley, estatutos profesionales o convenciones colectivas de
trabajo.Su vivienda no podrá ser afectada al pago de costas en caso alguno...".- Ahora el
demandado que no goza de ese beneficio legal, puede pedir el beneficio.-
El trámite que corresponde imprimir al mismo es el de los incidentes, y el
juez competente, aquél que deberá intervenir en el proceso principal.-
2.- Requisitos de la solicitud.
Por su parte el art 79 dispone:
La solicitud contendrá: 1°) La mención de los hechos en que se
fundare, de la necesidad de reclamar o defender judicialmente derechos
propios o del cónyuge o de hijos menores, así como la indicación del
proceso que se ha de iniciar o en el que se deba intervenir.
2°) (Texto según Ley 13911) El ofrecimiento de la prueba tendiente a
demostrar la imposibilidad de obtener recursos. Deberán acompañarse los
interrogatorios para los testigos, que no podrán ser menos de tres. El juez
podrá conceder el beneficio, con el testimonio de dos testigos, cuando ésta
no sea la única prueba producida en el expediente y el monto o la
complejidad de la causa así lo aconseje.
Dijimos en el encabezado que constituye presupuesto para la procedencia
del beneficio la carencia de recursos por parte del solicitante o la imposibilidad de
procurárselos, es decir, la acreditación de la “pobreza”.
Por lo tanto, quien afirma que no puede afrontar los gastos del juicio debe
explicar claramente cuál es su situación económica, indicando fehacientemente
sus ingresos o medios de subsistencia y la integración de su patrimonio, la fuente
y cuantía de sus ingresos, ya que tales explicaciones resultan necesarias para
valorar la veracidad de lo afirmado en orden a obtener la dispensa en el pago de
la tasa judicial y, eventualmente de las costas del pleito.
Pesa sobre el solicitante del beneficio la carga de la prueba de los hechos
fundantes de su reclamo, es decir, deberá demostrar encontrarse en la
imposibilidad de obtener los recursos para afrontar los gastos necesarios para la
tramitación del litigio. De allí que la concesión del beneficio de litigar sin gastos va
a depender principalmente de la actividad probatoria de quien lo requiere y el
objeto de la misma consistirá en arrimar elementos que permitan al juzgador
formar una convicción acerca de la posibilidad del peticionario de obtener o no
recursos para afrontar las erogaciones que demanda el litigio para el que se
solicita.-
Como vemos de la redacción del artículo, la prueba podrá ser la testimonial
o cualquier otra que se considere oportuna, disponiendo que le bastará al
magistrado con la declaración de dos testigos, si además el solicitante ha
acompañado otros elementos probatorios que corroboren sus dichos en cuanto a
la imposibilidad de hacer frente al pago de los gastos y costas judiciales.-
Es importante destacar la insuficiencia como medio probatorio de la prueba
testimonial.- Hoy se exige un esfuerzo importante del peticionante, y la prueba
informativa adquiere relevancia.-
Ha expresado la Suprema Corte de Buenos Aires que:
"La concesión del beneficio de litigar sin gastos requiere en la
actualidad de una mayor complejidad, en el sentido que no alcanzaría con la
declaración testimonial (art. 79 del C.P.C.C.), haciéndose necesario aportar
otra prueba para demostrar la carencia económica, y en el supuesto de
mediar informativa como en el caso, se insume de hecho más tiempo"22.
En ese sentido, no se requiere la carencia absoluta de bienes o recursos,
sino la demostración de la imposibilidad de hacer frente a las erogaciones de las
que se trate, razón por la cual, la evaluación por parte del magistrado será en
cada caso concreto, pues dependerá en gran medida del tipo de demanda a
iniciarse, y de los costos que la misma represente.-
Cuando quien demanda es una persona de existencia ideal el beneficio
de litigar sin gastos es apreciado con cierta prudencia, pero no existen
restricciones legales para concederlo en tanto los medios probatorios
incorporados reúnan los requisitos suficientes para llevar al ánimo del juzgador la
verosimilitud de las condiciones de solvencia alegada.
Tratándose de SOCIEDADES COMERCIALES, la Corte Suprema de
Justicia de la Nación ha dicho que, “atendiendo a que su desenvolvimiento se
inspira en obvios fines de lucro, el examen de los recaudos que hacen
procedente el beneficio de litigar sin gastos debe efectuarse con mayor
estrictez o rigurosidad que cuando se trata de una persona física, máxime
ponderando que la carta de pobreza es un remedio de excepción y no un
recurso habitual y corriente aplicable a situaciones de insolvencia
temporaria o de mera falta de liquidez CSJN, 11-7-2006, “Coihue S.R.L. vs.
Provincia de Santa Cruz”, Fallos 329:2719. 23
3.- Concesión provisoria
Relacionado con los derechos constitucionales que hemos citado, y
teniendo en consideración que no podría demorarse el inicio de acciones
judiciales o sus contestaciones a la obtención efectiva del beneficio, y mientras
dure el procedimiento establecido para su otorgamiento, el art 83 del CPCC
permite la concesión provisoria del mismo, el cual se extenderá hasta la
resolución del incidente quedando exenta la parte solicitante del pago de
impuestos tasas y sellados de actuación.
Es decir, se concede en forma provisoria desde la solicitud y hasta tanto se
dicte resolución en el incidente, resultando entonces definitivo en caso de hacerse
lugar y debiendo abonarse las tasas, y sellados omitidos, para el caso de resultar
denegado.-
4.- Prueba
Ya dijimos que podrán utilizarse todos los medios de prueba. Pero en caso
de tratarse de la prueba testimonial el requerimiento de la norma es que se trate
de al menos dos testigos y se aporte algún otro elemento de probatorio, pudiendo
22
SCBA LP Ac 87139 I 06/09/2006 Juez DOMINGUEZ (OP) Carátula: Calzone, Alberto S. c/Su
Supermercado s/Diferencias salarias. Recurso de queja Magistrados Votantes: Soria-Negri-Hitters-
Genoud-Kogan-Pettigiani-de Lázzari-Dominguez
23
En el mismo sentido: “Si la solicitante es una sociedad comercial para tener por acreditada su
pretendida pobreza es menester contar con elementos de juicio obrantes en su contabilidad o al
menos opinión fundada vertida por un profesional competente en la materia (CNCom., Sala A, in re
"El Buen Inversor", DJ, Nro. 89, abril 1995). Pues cuando la solicitante es una persona jurídica que
persigue fines de lucro la interpretación debe ser aún mas restrictiva (CSJN, in re: "Estructuras Taif
SA c. Provincia de Tucumán", del 29-10-96 en JA 1997-1-74, entre otros).” (Del voto de la Dra.
Piaggi)
utilizarse ello cualquiera de los medios previstos (documental, informativa,
pericial)
Particularmente el arte el art 80 del CPCC establece en cuanto a su
trámite:
“El juez ordenará sin más trámite las diligencias necesarias para que
la prueba ofrecida se produzca a la mayor brevedad y citará al litigante
contrario o que haya de serlo, quien podrá fiscalizarla”.
En este sentido, la parte contraria podrá:
- fiscalizar la prueba que se produzca del beneficio de litigar sin gastos
- oponerse a su concesión, total o parcialmente,
- aportar pruebas tendientes a su rechazo.-
Ello así, en la medida en que de concederse el beneficio de litigar sin
gastos y por aplicación del art 84 el beneficiario del mismo quedará exento de
abonar las costas del proceso que le resulten impuestas hasta tanto mejore de
fortuna.-
Es decir, la concesión del beneficio de litigar sin gastos impedirá que
puedan ejecutársele a la parte beneficiada con el mismo, las eventuales costas
del proceso a las que resulte condenado, (incluyendo en el concepto costas,
gastos, tasas y honorarios regulados a los profesionales actuantes).-
De allí el interés que puede revertir para la parte contraria la fiscalización
de las pruebas que se produzcan en el trámite del beneficio y la eventual solicitud
o planteamiento de pruebas que contrarresten los dichos del solicitante en cuanto
a su situación económica.-
En la actuación de la parte Incidentada es importante destacar que ésta
puede:
a) ofrecer pruebas sin oponerse a la concesión del beneficio
b) ofrecer pruebas y oponerse al beneficio.-
Dilucidar ello es muy importante en materia de imposición de costas.-
Porque de concederse el beneficio, en el primer caso las costas se impondrán por
su orden.- En el segundo, se le impondrán las costas del Incidente 24.- La base
regulatoria está constituida por la suma que debió tributar el Incidentista, de la
cual fue exceptuado.-
5.- Vista y Resolución
Dispone el art 81
“Producida la prueba, se dará vista por cinco días comunes al
peticionario y a la otra parte. Acto seguido el Juez pronunciará resolución
acordando el beneficio total o parcialmente o denegándolo.
En el primer caso, la resolución será apelable en efecto devolutivo.
No obstará a la concesión del beneficio la circunstancia de tener el
24
"Aunque la particular estructura normativa del beneficio de litigar sin gastos escape a la forma
normal de tramitación de los incidentes, es claro que si alguna parte se opuso a su concesión y la
franquicia es otorgada, ese sujeto procesal debe cargar con las costas causadas, conforme al
principio objetivo del vencimiento". CAMARA CIVIL - SALA J 22275/2011 SILVERO ANTONIO c/
GALLARDO MARIELA CARINA Y OTROS s/ BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS.Buenos
Aires, 29 de septiembre de 2015.-
peticionario lo indispensable para procurarse su subsistencia cualquiera
fuere el origen de sus recursos.”
El juez resolverá la incidencia acordando el beneficio total o parcialmente,
o denegándolo, teniendo en consideración las particularidades de cada causa. La
concesión del beneficio puede ser parcial, es decir limitada a ciertas cargas.- Por
ejemplo que no se deba pagar tasa ni sobretasa de justicia o limitarla
genéricamente a un porcentual de las costas (un 50%) 25.-
8.- Alcance:
“El que obtuviere el beneficio estará exento, total o parcialmente, del
pago de las costas o gastos judiciales hasta que mejore de fortuna; si
venciere en el pleito, deberá pagar las causadas en su defensa hasta la
concurrencia máxima de la tercera parte de los valores que reciba.
Como dijimos quien obtuviese el beneficio quedará exento de los gastos
que demande su presentación y actuación a lo largo del proceso. Esta exención
permanecerá vigente hasta que quien lo hubiese obtenido mejorare de fortuna.-
Lo dicho, no significa que quien obtuvo el beneficio fuese eximido de la
imposición de costas, sino que no estará obligado a pagarlas hasta tanto se
cumpla “la mejora de fortuna”.-
Les copio a continuación parte de la resolución dictada en los autos "Villar
Mariana Gabriela C/ Ulvedal Basilio Alberto S/Ejecución Honorarios" Registro N°
262-S Folio N° 1399/1408 Expediente N° 161.790. Juzgado N° 4. que resulta
clarificadora en relación a varios aspectos relativos al beneficio de litigar sin
gastos, en particular a si el mejoramiento de fortuna se trata de una condición
resolutoria o por el contrario de una obligación a plazo incierto.
17-X-2001)".
35
ARTÍCULO 86°: Extensión a otro juicio. A pedido del interesado el beneficio podrá hacerse
extensivo para litigar con otra persona, con citación de ésta y por el mismo procedimiento.-
El debate es muy interesante, porque nos obliga a replantear la cuestión.
Los Hechos:
Un letrado intenta trabar una medida cautelar de embargo y deducir una
ejecución de honorarios que le fueran regulados en los autos principales “
Ulvedal, Basilio c/ Guarner, Germán y Ot. s/ Daños y Perjuicios”, los cuales se vio
impedido de percibir por haber obtenido el Sr Ulvedal el beneficio de litigar sin
gastos.-
La jueza de primera instancia rechaza ambos planteos, y elevados los autos al
superior, los jueces deciden plantear las cuestiones siguientes:
El Dr Moterisi dijo:
“…. no encuentro controvertido por la recurrente la firmeza y vigencia de la resolución por
la que se le concediera al aquí ejecutado el beneficio de litigar sin gastos en los autos principales
. Y si bien la solicitud del beneficio de litigar sin gastos no tiene efecto retroactivo (conf.
SCBA en causa “Gómez, Victor y otra c/ Recreo Tamet y otra s/ Daños y perjuicios”, Ac. 70.428 del
7/09/2016). respecto de etapas precluidas, por lo que su operatividad no puede retrotraerse más
allá de la fecha en que se lo solicitó, surgiendo de la mesa de entradas virtual, proporcionada a
través de la página de la S.C.J.B.A., que al momento de concederse dicha franquicia se consignó
expresamente que fue solicitada por Basilio A. Ulvedal al entablar la demanda (ver resolución de
fecha 16-8-2005 en la causa nro. 76.642 de primera instancia), quedan comprendidos la totalidad
de los emolumentos allí regulados, entre ellos los de la aquí ejecutante (arts. 78, 84 y ss. del
C.P.C.C.).
“Pese a ello – la solicitante- insiste en ejecutar los honorarios y obtener un embargo sobre
el único inmueble que se ha acreditado de propiedad del accionado.
Pues bien, la razón de ser del beneficio de litigar sin gastos se apoya, precisamente, en la
idea de que las personas carentes de recursos tengan la posibilidad de acceder al servicio de
justicia sin tener que hacer frente a los gastos que genera el proceso judicial. Ello es así en respeto
de dos garantías de raigambre constitucional: el derecho a la igualdad y el de defensa en juicio,
con base de sustentación en el postulado preambular de “afianzar la justicia” (arts. 8 y 24 CADH,
16 y 18 de la CN; 11 y 15 CPBA; Colángelo, “Beneficio de litigar sin gastos y tasa de justicia: un
necesario replanteo a la luz del acceso a la justicia”, JA 2005-II, Fascículo 2, págs. 16 y 17).
Ahora bien, esa loable finalidad se vería por demás corroída si luego de abrir las puertas
de la jurisdicción y otorgar la debida tutela judicial -concediendo la dispensa de litigar sin gastos-
se permitiera a cada acreedor peticionar la traba de medidas cautelares contra los bienes y la
persona del declarado pobre.
De allí que las acciones que puedan llegar a intentarse contra el beneficiario devienen
estériles hasta tanto mejore de fortuna (conf. argto. y doct. art. 84 del C.P.C.C.). En este sentido se
ha dicho que el beneficio de litigar sin gastos no impide la regulación de honorarios, los que
quedan supeditados a la ocurrencia de dicha circunstancia (Cám. 2° Apel. Civ. y Com. de La Plata,
Sala I, causa B-51.733, RS 125/82, cit. por Morello y otros, “Manual de Códigos Procesales en lo
Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación”, 2° ed. ampliada, LEP, La Plata,
1997, pág. 178).
En consonancia con ello esta Sala ha resuelto, ante casos análogos, que hasta tanto no se
dicte una nueva resolución que haga cesar el beneficio queda descartada la posibilidad de trabar
medidas cautelares contra el beneficiario (causas nro. 145.295, RSI 39 del 18-2-2010; nro.
145.632, RSI 189 del 15-4-2010; nro. 157.326, RSI 520 del 1-10-2015; entre otras).
Por esta misma senda se ha expedido la jurisprudencia capitalina destacando, por un lado,
que “(…) la promoción del beneficio torna per se operativa la exención, al menos hasta que se
adopte una decisión a ese respecto (art. 83, Código Procesal), no parece lógico que quien se
encuentra en mejor posición (por haberlo obtenido) sea pasible de una medida precautoria
durante la tramitación encaminada a intentar lograr su supresión…”; y por el otro que “(…)
encontrándose vigente el beneficio de litigar sin gastos concedido a la parte actora, debe
levantarse el embargo preventivo trabado sobre sus bienes en los términos del artículo 212, inc.
3°, del Cód. Proc. Civil y Comercial, pues la actual imposibilidad de iure para ejecutar las costas
contra ella deja huérfana de sustento en derecho la pretensión cautelar…” (CNCom., Sala D, in
re “Rico, Oscar N. c/ Micropack S.A.” del 16-6-2010, La Ley cita en línea AR/JUR/39241/2010;
CNCiv., Sala C, in re “Zalazar, Silvina c/ Arzalluz, Silvia” del 1-11-2012, La Ley cita en línea
AR/JUR/64072/2012).
Por su parte la Corte Federal no ha permanecido distante a esta cuestión y ha enfatizado -
sin ambages- que resulta improcedente peticionar embargos sobre los bienes de aquellas partes
procesales que gocen del beneficio provisional establecido en el artículo 83 del Código Procesal ( in
re “Iturbe, Nora y ot. c/ Provincia de Córdoba”, del 8-6-2004, La Ley cita en línea
AR/JUR/8426/2004). Lógicamente que si es improcedente cuando aún no ha sido concedida
definitivamente la franquicia, a fortiori cuando ello ya ha ocurrido.
A su vez, en los autos "Machado, Gladys c/ Aito S.R.L. s/ Daños y perjuicios" (causa nro.
144.535, RSD 122 del 30-5-2013), tuve oportunidad de efectuar algunas consideraciones atinentes
a dos cuestiones íntimamente relacionadas con lo que vengo exponiendo, las que recordaré a
continuación y que, adelanto, no se ven modificadas por la reciente entrada en vigencia del Código
Civil y Comercial (arts. 889 y ss.).
Mejora de fortuna:
De acuerdo al artículo 84 de la ley de enjuiciamiento civil bonaerense, la exención en
cuanto a las costas del juicio regirá hasta tanto el declarado pobre “mejore de fortuna”.
Es conteste la procesalística vernácula en cuanto a que ello importa una condición
resolutoria, vale decir hasta que no se demuestre que la mejora económica ha ocurrido no renace
la obligación por el pago de las costas y gastos del juicio (Palacio, Lino E., “Derecho Procesal Civil”,
2° ed. actualizada por Camps, Carlos E., Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2011, T. III, pág. 409; Díaz
Solimine, Omar, en “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación...”, López Mesa, Marcelo
director y Rosales Cuello, Ramiro coordinador, La Ley, Buenos Aires, 2012, pág. 648; Palacio, Lino
E. y Alvarado Velloso Adolfo, "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación", tomo tercero,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe 1989, p. 240; Loutayf Ranea, Roberto G., “Condena en costas en el
proceso civil”, 1ª reimpresión, Astrea, Buenos Aires, 2000, pág. 273; Arazi, Roland “Derecho
Procesal Civil y Comercial”, tomo I, pág. 242, Rubinzal-Culzoni,Santa Fe, 1999; Chiappini, Julio, “El
beneficio de litigar sin gastos”, DJ 1996-1, 801; entre otros).
De modo que hasta que la condición no se demuestre, no se puede intentar exigir
compulsivamente el cobro de las costas ni, por consiguiente, agredir patrimonialmente al
condenado.
Relacionado a ello se encuentra la cuestión referida a quién debe demostrar esa
circunstancia, de la que me ocupo seguidamente.
Onus probandi de la mejora de fortuna:
Para dilucidar tal cuestión no debemos olvidar el postulado general que emerge del
artículo 375 del Código Procesal.
En efecto, quien alegue que ha existido un cambio en la situación patrimonial del
franquiciado será quien deba acreditarlo.
Entonces si el letrado considera que el beneficiario ha mejorado de fortuna y por ello
carece ahora del derecho a mantener la exención, deberá, en primer lugar, iniciar un incidente de
modificación o levantamiento del beneficio y recién una vez que se encuentre firme la respectiva
resolución interlocutoria, podrá retomar la ejecución careciendo ahora -total o parcialmente-
quien hasta ese momento gozaba de la franquicia de derecho a seguir oponiéndola (Camps, Carlos
E., “El Beneficio de Litigar sin Gastos”, LexisNexis, Buenos Aires, 2006, pág. 425).
Colombo y Kiper enseñan que si el beneficio fue otorgado a pedido de la otra parte podrá
dejarse sin efecto cuando se demuestre que quien lo obtuvo ha mejorado de fortuna y está en
condiciones de sufragar las expensas del juicio (“Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
anotado y comentado”, 2ª edición, La Ley, Buenos Aires, 2006, T. I, pág. 540).
Finalmente, Palacio, con la claridad de siempre, enfatiza que el carácter provisional de la
resolución permite que, en el supuesto de haber sido ella favorable, la otra parte pida que se la
deje sin efecto, para lo cual debe producir prueba tendiente a demostrar la desaparición o la
modificación de las circunstancias de hecho sobre cuya base se concedió el beneficio (Derecho
Procesal Civil, tomo cit., pág. 409).
En suma, pese al carácter provisorio de la resolución, el que ha obtenido la carta de
pobreza descansa en la seguridad que le da la autoridad de la cosa juzgada formal que emana de
aquella sentencia determinativa –al decir de Liebman- consolidando una situación jurídica con
blindaje constitucional y supranacional (arts. 17 y 18 CN, y 8.1 CADH) –bajo la regla rebus sic
stantibus- que impide la agresión a su patrimonio mientras permanezcan inalteradas las
circunstancias allí verificadas (Liebman, Enrico T., “Eficacia y autoridad de la sentencia”, trad. de
Sentis Melendo, pág. 42, Ediar, Bs.As., 1945).
Será entonces el acreedor, dentro de la línea de flotación del principio dispositivo que
preside el proceso civil, el que deba iniciar un incidente alegando y -luego- probando los hechos
que signifiquen un mejoramiento patrimonial suficiente, que permita afrontar los gastos y costas
que el proceso haya generado (arts. 175 y 375 del C.P.C.C.).
Código Civil y Comercial (arts. 889 y ss.):
Si bien el instituto del pago a mejor fortuna ya se encontraba legislado en forma dispersa
en los antiguos arts. 620 y 752 del código velezano, en el nuevo cuerpo normativo aparece
regulado en forma independiente y homogénea en el libro tercero, título primero, capítulo cuarto,
sección tercera, arts. 889 a 891 (Lorenzetti, "Código Civil y Comercial de la Nación", p. 396, t. V,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2015).
Sin embargo, la solución propuesta no varía frente a la nueva normativa: la referencia que
realiza el art. 84 del ritual, en cuanto a que la franquicia del beneficio se extiende hasta que el que
la obtuviere mejore de fortuna, no regula una obligación de "pago a mejor fortuna" propiamente
dicha que se encuentra sujeta -como ha interpretado por la doctrina predominante- a un plazo
indeterminado. Contempla, en cambio, una obligación condicionada, de aquellas que el
codificador trató en los artículos 343 y siguientes del nuevo digesto civil y comercial.
Considerar que la exención del pago de las costas funciona como un plazo importaría
tanto como concebir que aquella circunstancia (la mejoría económica del condenado en costas) es
un hecho que fatal y necesariamente habrá de producirse en un futuro, cuando -ninguna duda me
cabe- ello no necesariamente ha de ser así.
Por el contrario, una interpretación armónica de la ley sustancial y la procesal —
reparando especialmente en los principios y valores que subyacen al instituto del beneficio de
litigar sin gastos— permite concluir que éste fue regulado de un modo tal que la mejora de
fortuna por parte del beneficiario se presenta como un suceso contingente, eventual, que puede o
no ocurrir en un futuro. En su caso, y como dije, es tarea del acreedor (cuyo crédito se encuentra
condicionado) quien debe acreditar en una nueva incidencia que han variado las circunstancias
que el juez verificó al concederlo.
Es por ello que la doctrina y jurisprudencia mayoritarias interpretan que, más allá del
giro “hasta que mejore de fortuna” utilizado por el legislador procesal en el precitado artículo 84
del CPC, la obligación del condenado en costas se encuentra condicionada (a un hecho futuro y
eventual) y no sujeta a un plazo (definido por un suceso que inexorablemente se verificará, más
tarde o más temprano).
Repárese, por otra parte, que las opiniones que han entendido que los arts. 620 y 752 del
código velezano regulaban un plazo y no una condición no sólo han sido completamente ajenas al
estudio de los institutos de derecho procesal (como lo son el beneficio de litigar sin gastos y la
obligación de pagar las costas causídicas), sino que han tenido como fundamento el hecho de que
este tipo de estipulaciones son acordadas "por las partes", refiriéndose -mayormente- a
obligaciones con causa fuente negocial o convencional, y no a las derivadas de una resolución
judicial en el marco de un proceso incidental (arts. 78 a 86, 175 a 187 del C.P.C.C.; en este sentido,
véase Alterini, Jorge Horacio. "Código Civil y Comercial Comentado Tratado Exegético". Buenos
Aires: La Ley, 2015 , Tomo IV, versión on-line (Proview), comentario al art. 889, ap. 1).
Parrellada explica que «en su esencia, el pago a mejor fortuna es una condición, pues el
caso de que el deudor "pueda" o "tenga medios" es un hecho futuro e incierto. Sin embargo, el
Código le da tratamiento de plazo; se basa en la interpretación de la voluntad de las partes
presumiendo que no han querido dejar en suspenso la eficacia de la obligación a la aleatoriedad
de la mejora de la posición económica del deudor, sino simplemente diferir su exigibilidad para un
futuro que no precisan" (aut. cit., en Bueres, Alberto J., Hightonm Elena I. “Código Civil y normas
complementarias. Análisis doctirnario y jurisprudencial”. Buenos Aires: Hammurabi, 1998, t. 2-B,
pág. 110).
Cazeaux y Trigo Represas señalan en idéntico sentido que: "en esas situaciones la
intención de las partes no ha sido crear incertidumbre acerca del derecho del acreedor, sino la de
facilitar al deudor el cumplimiento de la prestación, dejando sin determinar nada más que el
tiempo en que debe pagarse” (Cazeaux, P. Trigo Represas, Félix A., Derecho de las obligaciones,
Librería Editora Platense, 1989, t. II, pág. 632).
El artículo 889, que es con el que principia el "pago a mejor fortuna" en el nuevo del
Código Civil y Comercial, ratifica las razones expuestas al aludir que "las partes pueden
acordar que el deudor pague cuando pueda, o mejore de fortuna...".
Es en el ámbito negocial donde este tipo de estipulaciones tiene su mayor aplicación, lo
que explica -en paralelo- las sólidas y fundadas razones dadas por la doctrina civilista para
considerar que un hecho manifiestamente contingente (como la mejoría de fortuna de una
persona) debe ser tratado como si fuese un evento que fatalmente habrá de ocurrir en un futuro.
En otras palabras, el debate plazo/condición de las obligaciones que la ley sustancial califica como
de "pago a mejor fortuna" se lo ha resuelto en el ámbito del derecho de las obligaciones y
haciendo foco en aquellas que poseen fuente contractual, donde media un acuerdo de voluntades
entre “partes” que libremente acuerdan los alcances y la modalidad de una relación jurídica.
Ninguna aplicación tiene este tipo de obligación en el ámbito del proceso judicial, y del
beneficio de litigar sin gastos: aquí no hay acuerdo de partes, no hay razón para considerar
inexorable aquello que es eventual y contingente, y -por último- no hay motivo para asignarle al
beneficiario condenado en costas la carga de demostrar nuevamente (frente a una pretensión de
cobro) una circunstancia que ya fue verificada en una sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada formal.
Para dirimir con mayor precisión el entuerto, bien pudo el legislador incluir una aposición
a continuación de las expresión "las partes pueden acordar", que refiriera "o el juez al resolver la
concesión del beneficio de litigar sin gastos", sin embargo ello no aconteció
Por ello, reitero, no encuentro razón para considerar que este instituto tenga alguna
aplicación en el ámbito del proceso judicial en materia de costas. Me inclino por considerar que el
artículo 84 del C.P.C.C. no regula una obligación "de pago a mejor fortuna" de las que la ley
sustancial regulaba en los arts. 620 y 752 del Cód. Civ., y ahora en los arts. 899 a 891 del Cód. Civ.
y Com., sino que refiere a una obligación condicionada (arts. 527 y ss. del Cód. Civ. y arts. 343 y ss.
del Cód. Civ. y Com.).
Por las razones expuestas VOTO POR LA AFIRMATIVA.
A la misma cuestión planteada el Sr. Juez Dr. Roberto J. Loustaunau dijo:
No coincido con el voto de mi distinguido colega.
La disidencia sobre el tema registra antecedentes, entre ellos el expediente de esta Sala II nº
144.535 del que extraeré algunos párrafos, aun cuando varíe el orden en que planteo las razones
que fundan mi criterio:
1.La exención del beneficiario de pagar las costas del proceso “hasta que mejore de fortuna”
(art.84 del CPC), es una obligación a plazo indeterminado, tanto conforme al Código Civil ya
derogado (arts.620 y 752) como de acuerdo al Código Civil y Comercial vigente (arts.889,890, y
891). Se trata de una obligación a plazo no solamente porque las normas digan expresamente que
se aplican las reglas del plazo indeterminado, sino también porque al hacerse exigible la
obligación ante la muerte del beneficiario (hecho futuro necesario), no puede constatarse o
imaginar que tal hecho sea “incierto que pueda o no suceder, pues ha de suceder para toda
persona física como lo es el deudor de autos.
Además, el beneficio de pagar a mejor fortuna no puede ser cedido, en tanto ha sido regulado
como beneficio personal, no se transmite a los sucesores (Pizarro-Vallespinos ob.cit. p.162;
art.1458 del Cód.Civil.), y en el régimen anterior caducaba con el concurso o la quiebra (753 del CC
ley 340), lo que – si fuera poco un solo argumento – afianza númericamente las razones para
juzgarlo como plazo. Así está tratado en la ley común.
2.Para despejar las dudas cabe preguntarse si la obligación de pago a mejor fortuna derivada del
art.84 del CPC, se rige por el derecho común, o si acaso puede el ordenamiento adjetivo darle un
régimen especial al pago de las costas a cargo de quien goza del beneficio de litigar sin gastos.
En mi opinión el Código Procesal puede establecer un régimen de costas que respete el principio
objetivo de la derrota, o puede apartarse de él y establecer otro criterio rector. Pueden las leyes
provinciales fijar la gratuidad de las actuaciones, pero una vez que la propia ley procesal
determina que las costas a cargo del beneficiario no deberán pagarse hasta que este “mejore de
fortuna”, no puede retomar poderes delegados y regular aspectos que hacen a la modalidad de los
actos, y que constituyen cuestiones propias de derecho común que han sido delegadas al Poder
Legislativo Nacional de conformidad a lo dispuesto por el art.75 inc.12 de la Constitución de la
Nación.
Así lo explican en general los autores de Derecho Constitucional, y en particular cito por todos a
María Angélica Gelli (Constitución de la Nación Argentina” comentada y concordada, edit. La Ley,
Bs.As.2005, p.672 y siguientes), quien recurre a reiteradas decisiones de la CSJN en el sentido
apuntado en el párrafo anterior.
La aclaración es solo para despejar posibles dudas, en modo alguno creo que el CPC de nuestra
Provincia haya creado o pretenda regular una obligación de pago a mejor fortuna sujeta al hecho
condicionante (y como tal futuro e incierto) de que el deudor mejore efectivamente de fortuna,
cuando la ley común “literalmente” le asigna la modalidad del plazo indeterminado propiamente
dicho.
3.El legislador ha decidido caracterizarlo como plazo, aunque en la realidad la mejora de fortuna
pueda ser una condición. El derecho puede apartarse de la realidad creando ficciones y
presunciones que no respondan más que a la dirección que el legislador desea imprimirle. “Una
ficción – dice Enrique Marí – es un arbitrario desvío de la realidad…” donde está ausente
“cualquier reclamo de realidad” (“La Teoría de las ficciones” Eudeba, Bs.As.2002, p.305). Las
ficciones no admiten prueba contrario, mientras que algunas de las presunciones – las llamadas
iuris tantum – si las admiten porque resguaradn la hipótesis de la duda, pero ambas están
emparentadas por la elaboración de la regla, dice Martí,”…la construcción del derecho que exige
ciertas simplificaciones lógicas”. “La verdad está, entonces, necesariamente deformada en la
ficción. En la presunción, basta decir que podría ser verdadero” (ob.cit.p.369 con cita de Lecoq).
4.Es que las soluciones jurídicas no responden siempre a la naturaleza, al mundo del ser, sino que
en el ámbito jurídico responden al deber ser, se ha establecido legalmente que la mejora de
fortuna es plazo y no condición, juzgando que esa mejora es un hecho que sucederá
necesariamente en el plazo que el juez fije. “La diferencia es que en los juicios de ser son
enunciados descriptivos susceptibles de verdad o falsedad, mientras que los juicios de deber ser
son directivos, respecto de los cuales no tiene sentido predicar verdad o falsedad” ( Nino Carlos
Santiago, “Introducción al análisis del derecho”, Ed. Astrea, Bs. As. 2005, segunda edición, pág,
79 , con cita de Kelsen).
5.De modo que no siendo posible que el legislador provincial hubiera creado una obligación de
pago a mejor fortuna condicional, y distinta a la que regula la ley común, y resultando factible que
el derecho se aparte de la realidad y establezca como hecho necesario aquel que puede no serlo,
no cabe – a mi modesto entender – desentenderse de las normas de fondo que establecen “una
presunción, una simplificación lógica”, y que ante un hecho vulgarmente juzgado como futuro e
incierto optan por calificarlo como “necesario” al decir que es una obligación sujeta a plazo
indeterminado (art.889 CCyC y 620 y 752 del CC ley 340), presumiendo que el deudor puede pagar
al prescribir que el acreedor puede reclamar el cumplimiento de la prestación, y es al deudor a
quien corresponde demostrar que su estado patrimonial le impide cumplir (art.890 del CC yC)
Es innecesario recordar que el único modo de no aplicar estas normas al caso es declarando
expresamente su incompatibilidad con derechos de raigambre constitucional.
6.No desconozco que la interpretación que propugna el Dr. Monterisi ha sido casi pacífica en la
jurisprudencia que interpretó el anterior Código Civil, pero no obstante la mayoría actual de la
doctrina (Ver por todos Pizarro- Vallespinos “Obligaciones” tº 2 p. 161 E Hammurabi Bs.As. 1999)
que tratan el tema, la juzgan como una obligación a plazo y señalan la vigencia de los arts.620 y
752 del Código Civil , pese a lo cual, la teoría se ve a tal punto divorciada de la práctica, que la
jurisprudencia se inclinó por una solución manifiestamente contra legem, y que obligó a los
autores de los proyectos de 1998 y de 2011 a detallar que ante el reclamo del acreedor, es el
deudor quien tiene la carga de probar que no ha mejorado como para poder pagar, y que el
acreedor tiene derecho a pedir que se fije la fecha de cumplimiento para pagos parciales (art.827
del proyecto; arts. 889 a 891 del Proyecto de Código Civil Decreto 191/2011; “El pago a mejor
fortuna (con especial referencia al beneficio de litigar sin gastos)” trabajo publicado en “Aequitas”,
Revista de la Facultad de Derecho de la UNMdP Septiembre de 2001”.).
7.El beneficio de litigar sin gastos garantiza el acceso a justicia, y el carácter de obligación a plazo
– no de condición suspensiva que en la práctica tiene - ha de garantizar que no se promuevan
pedidos por montos excesivos, o que quienes accionen no descuiden los adecuados requisitos para
la acción, pues si bien el acceso a la justicia puede ser gratuito, no es posible desprenderse de las
consecuencias de un pleito perdido como si “nunca” debieran pagarse las costas, aunque los
reclamos puedan carecer manifiestamente del más elemental sustento.
8.Con independencia de este criterio y en el caso particular de autos, quien es acreedor, titular de
un crédito a plazo o aún – como sostiene mi distinguido colega – sujeto a condición resolutoria,
puede realizar los actos conservatorios y permitidos por la ley para la garantía de sus intereses y
sus derechos (art.347-2 del CCyCart.546 del Código Civil), entre los cuales se cuentan las medidas
cautelares como la pedida por el apelante ( Belluscio –Zannoni Código Civil Comentado edit,.
Astrea p.792 , y p.794 punto “i”, tº 2 Bs.As. 1979).
9.Por las razones expuestas propongo que se revoque la decisión apelada y se haga lugar al
recurso con costas a la vencida (art.68 del CPC)
Así lo voto.
La Dra. Nélida I. Zampini votó en igual sentido y por los mismos fundamentos que el Dr. Ricardo D.
Monterisi.
RICARDO D. MONTERISI ROBERTO J. LOUSTAUNAU
36
"conforme la normativa vigente el beneficio se podrá iniciar antes de entablarse la demanda que
lo origina o bien, hasta la audiencia preliminar o la declaración de puro derecho. Con
posterioridad a dichas ocasiones habrá que determinar si existen circunstancias
sobrevinientes que autoricen su iniciación. Y si bien no hay un concepto que identifique las
mentadas “circunstancias”, va de suyo que la excepción indicada por la norma no persigue
amparar el actuar negligente del solicitante, sino que atiende principalmente a considerar el
revés económico que pudo haber sufrido luego de las indicadas oportunidades (cf. Goytía
Alejandro “El beneficio de litigar sin gastos ante la reforma del Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación (ley 25.488)”, ED 200-841).
- En todos los casos la concesión del beneficio tendrá efectos retroactivos a
la fecha de promoción de la demanda, respecto de las costas o gastos judiciales
no satisfechos.- Si se lo interpone después de la audiencia preliminar o la
declaración de puro derecho, sus efectos ya no serán los mismos, es decir no se
retrotrae al inicio del proceso.- Así lo ha entendido la Jurisprudencia:
"Ahora bien, si se lo interpone luego de celebrada la audiencia
preliminar o declarada la causa de puro derecho y no median circunstancias
sobrevinientes que justifiquen tal proceder -entre las que no está la
caducidad de instancia de un beneficio anterior-, la conclusión no es
impedir su deducción sino limitar el alcance de sus efectos, que ya no serán
retroactivos, sino que regirán para cubrir gastos y costas futuros.(Sumario
N°20336 de la Base de Datos de la Secretaría de Jurisprudencia de la Cámara Civil). BELLUCCI,
AREÁN, CARRANZA CASARES. G564805 PONTORNO, Jesús Pablo c/ ROBERTS, Edgardo y
otro s/ BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS. 7/10/10"37.-
El efecto retroactivo alcanza a los honorarios y gastos del mediador 38.-
Destaco entre los ítems expuesto el agregado al art 81, el cual prevé la
imposición de una sanción pecuniaria para el caso de que exista la “alegación de
hechos falsos”
Textualmente dice la norma: “Si se comprobare la falsedad de los
hechos alegados como fundamento de la petición del beneficio de litigar sin
gastos, se impondrá al peticionario una multa que se fijará en el doble del
importe de la tasa de justicia que correspondiera abonar, no pudiendo ser
esta suma inferior a la cantidad de pesos un mil ($1.000)…” .
Debe tenerse en cuenta que la norma alude a la “falsedad de los hechos
alegados”, que no es lo mismo que insuficiencia de prueba. La ilicitud se concreta
en el obrar en violación de la ley a fin de obtener una injusta posición de ventaja
frente a la contraparte y frente al Estado: una cosa es la persona que necesita de
la institución para acceder a la justicia, y otra la que se aprovecha de un engaño
para realizar acciones temerarias que sabe sin razón.-