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El interés p o r los m odelos en el teireno científico radica en que son fecilitadores o guías
para la actuación y su conocim iento orienta el proceder diagnóstico de varias m aneras.
Existe una corriente general q u e considera los m odelos com o representaciones m en
tales de sistem as reales, de su e stru ctu ra y funcionam iento, que hacen p o sib le la consta
tación em pírica de las teorías, y ello a pesar de la carencia de un acuerdo unánim e entre
sus diferentes conceptualizaciones (Sobrado y O cam po, 1997: 35).
Los m odelos son esquem as de m ediación entre el pensam iento y la realidad de m odo
que seleccionan los datos de ésta, los estr ucturan y señalan qué aspectos es im por tante
conocer con respecto a la realidad a la que se refieren.
• Variables q u e utiliza.
• N ivel de inferencia.
• O bjetivos de la evaluación.
• Á m bito de aplicación.
Capítulo II ■ M o d e lo s d e diagnóstico en educación 19
Por tanto, cada m odelo representa una cier ta concepción teórica q u e deter m ina el
m étodo, las variables que analiza, las técnicas y los instr um entos de recogida de datos
para el diagnóstico. L a adscripción del diagnosticador a un m odelo condiciona su activi
dad con respecto al tipo de inform ación q u e recaba, los datos q u e recoge y los resultados
que obtiene y lo distingue d e otros profesionales que se inscriben en otros m odelos d ife
rentes.
U na de las m a y o res d ificu ltades q u e presentan los di versos m odelos ap licab les al
D iagnóstico en Educación, es que no se han desarrollado específicam ente por y para este
ám bito, sino que los m étodos y las técnicas d e estos m odelos son apor taciones d e otros
cam pos, tales com o el m édico, el social y, especialm ente, el psicológico.
A ún así, siendo conscientes d e esta d ific u lta d de com ienzo, proponem os una c la s ifi
cación q u e p arece disfrutar d e la aceptación de casi todos los autores que trabajan el tema.
D iferenciam os los siguientes m odelos:
a) M odelos que se basan en la varia ble persona : m édico, de atributos, dinám ico y
fenom enológico.
En este ap artad o nos centrarem os en aquellos m odelos que ponen su enfoque diag
nosticador en lo que el sujeto es; es decir , en las v ariab les im plícitas al organism o, por
considerarlas d eterm in an tes básicos del com portam iento d el individuo. Por tanto, el cen
tro d e atención diagnóstica será lo que la persona es o tiene.
D entro de esta línea personalista, y a pesar de los aspectos com unes, se pueden d is
tinguir varios m odelos con características propias, en función del valor que se le concede
a la variable organism o. Según Fernández B allesteros (1999) existen tres m odelos histó
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ricos, a saber: el m odelo m édico psiquiátrico , el m odelo de atributos y el dinám ico , pero,
en la actualidad, y pese a su cuestionam iento por par te de algunos autores, parece nece
sario incluir el m odelo fenom enológico de orientación rogeriana.
2 2 .1 .1 . M o d e lo m é d ic o
Este m odelo se basa en la perspectiva anatóm ica y fisiológica del individuo, que se con
sidera la causa y el origen del com portam iento del sujeto, p o r tanto, toda deficiencia en la
conducta d e una persona se interpreta com o fruto de una anom alía o alteración orgánica.
Los autores m ás representativos de este m odelo clínico son B ender (1938) yW echsler
(1993), entre otros. D esde esta perspecti va del m odelo clínico se inter pretaba que: «el
com portam iento hum ano puede padecer trastornos causados principalm ente por variables
o factores internos al organism o (polo endógeno), biológicos o psicológicos, q u e se p u e
den agrupar en una entidad nosológica susceptib le de ser som etida a tratam iento». Esta
orientación im plica fijar un m arco de aplicación de form a inexorablem ente clínica.
Este m odelo está relacionado con el d e atributos , pues am bos utilizan un nivel de infe
rencia am plio, adem ás, aplican el método hipotético-deductivo correlacional para el estudio
de estos aspectos, em plean técnicas em píricas y f actoriales tipificadas (tests) p ara recoger
inform ación sobre el grado (cuantificación) en q u e un sujeto está afectado p o r un trastorno
determ inado; y em plean registros psieofisiológicos com o el electroencefalogram a.
Los problem as de conducta se ex p lic a n en función de v ariab les organísm icas o p er
sonales, bien de tipo intrapsíquico, b ien de tipo biológico, q u e se han obtenido m ediante
procedim ientos em píricos o racionales, y conceptualizadas; las prim eras, com o entidades
nosológicas consideradas com o enfer m edades m entales y, las segundas, com o disfun
ciones biológicas que se supone están en la base de los citados p ro b lem as com porta-
m entales.
Al igual que en el m odelo de atributos, tam poco aquí estas variables pueden evaluar
se directam ente, si no es m ediante las m anifestaciones e xtem as de los sujetos. P a ra ello
se utilizan tests (cuestionarios, escalas) y técnicas (baterías neurológicas) constr uidas
m ediante la depuración de un conjunto de estos signos siguiendo criterios em píricos o
racionales, m ediante los que se pretende conocer el g rado en q u e un sujeto se encuentra
afectado por un trastorno determ inado.
D esde una p ersp ectiv a pedagógica, este m odelo m édico encuentra su m a yor aplica
ción en el ám bito de la educación especial, en la cual se diagnostica y se ejerce interven
ción a sujetos con déficits de varios tipos.
2 2 .1 .2 . M o d e lo d e a tr ib u to s
Este m odelo de atributos , tam bién conocido com o m odelo de rasgos y fa cto res o
m odelo psicom étrico , se basa en la cu an tif icación d e los aspectos psicoeducati vos del
individuo, co n el objeto de destacar las diferencias indi viduales, explorar las causas y
có m o se distribuyen los rasgos entre la pob lación. D esde sus inicios con G alton, Cattel,
Binet, etc., hasta la década de los años sesenta, fue el m odelo por e xcelencia en el diag
nóstico educativo.
Capítulo II ■ M o d e lo s d e diagnóstico en educación 21
H istóricam ente, este m odelo fue el prim ero que se relacionó con el diagnóstico, ya
desde la época de P arsons, aunque será con W illiam son y dem ás representantes d e la
escuela de M innesota cuando sea enunciado foim alm ente y alcance sus m ayores d esarro
llos. Se parte de una concepción d e l hombre com o se r racional dotado de capacidades y
potencialidades susceptibles de desarrollo e integradas armónicamente.
• En el segundo caso, com o fa cto r , su desarro llo ha estado ligado al del análisis fa c
torial, q u e ha deducido conceptos ( f actores) a p a rtir del análisis estadístico de la
coherencia observada en la ejecución de di versos tests, tanto en el ter reno intelec
tual, (Sperm an, B urt, T hurstone), com o el de la personalidad (Eysenck, Cattell).
E l m odelo de atributos, que representan T hurstone (1938), C attell (1940, 1972), G uil-
ford (1967) y E ysenck (1971), d efien d e q u e el objetivo prioritario de la predicción de la
conducta futura del sujeto se b asa en las características e valuadas, con una fin a lid ad de
selección o clasificación. Teóricam ente, se sitúa en una perspectiva endógena, al conside
rar que la conducta está en función de variables organísm icas intrapsíquicas, o construc-
tos hipotéticos básicos, en los que los seres hum anos difieren unos de los otros com o, por
ejem plo, inteligencia, aptitudes, rasgos d e personalidad, etc.; tales constructos no pueden
evaluarse directam ente, sino sólo a través de sus m anifestaciones externas, lo que perm i
te que este m odelo p o sea un am plio nivel d e inferencia.
Según M artínez G onzález (1993:77 y ss.), el estudio de las v ariables en este m odelo
se realiza siguiendo el método hipotético-deductivo en su vertiente conelacional; em plea
técnicas de reco gida de infor m ación tip ificad as (tests psicom étricos), constr uidas
siguiendo procedim ientos em píricos y f actoriales (cuantitativos), que p e rm iten realizar
un análisis específico (m o le c u la r') y objetivo de la persona, así com o deteim inar su posi
ción relativa a su g ru p o norm ativo de referencia. Estos aspectos hacen que sea aplicab le
tanto en el ám bito escolar com o en el laboratorio.
1 C o an (1968), en su análisis científico de las dim ensiones psicológicas, detectó 34 variables de contenido,
metodología, supuestos básicos y modo de conceptualización. Del prim er análisis áctorial halló 6 factores bipo
lares: mentalista-objetivo; molar-m olecular; nom otético-idiográfico; dinám ico-exógeno. Un análisis factorial
de segundo orden, dio lugar a dos superfactores: sintético-analítico y funcional-estructural.
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ferencias de Kuder, etc. E s decir, este m odelo busca la descripción, c la sif icación y p re
dicción en función de los rasgos hallados, cu y a estabilidad se a f irm a com o principio del
m odelo, orientándose así hacia m etas d e selección.
2 .2 . 1.3. M o d e lo d in á m ic o
Este m odelo dinám ico, o enfoque psicoanalítico,/x?rte de una concepción d e l hombre
como un se r gobernado p o r sus instintos y destinado a se r una víctima de la interacción
y e l conflicto entre los instintos y las fu erza s sociales , por lo que s u rg e la necesidad de
crear un m étodo que nos perm ita acceder al análisis del inconsciente.
Representantes de este m odelo, com oA dler (1954), M urray (1964) y Freud (1967), co n
sideran q u e su objetivo es la interpretación de la conducta partiendo de la teoría de que ésta
es expresión de unas variables o construcciones teóricas internas, com o el Yo, el Ello y el
Superyo, q u e configuran la personalidad, ju n to con unos dinam ism os internos inconscientes
(pulsiones prim arias y m ecanism os de defensa), que pueden analizarse por los signos de una
actividad m ental del sujeto (análisis m olar), perm itiendo un nivel de inferencia máximo.
ca técnicas diferentes: las técnicas prcyectivas, los autoinform es, las observaciones gene
rales y las en trev istas poco estructuradas. Por eso se le ha acusado de que carece de las
garantías científicas q u e el m étodo hipotético-deductivo confiere a los restantes m odelos.
Su aplicación es idónea para la clínica, aunque tam bién se ha lie vado al terren o escolar.
pia im agen, y para desarrollarse plenam ente necesita de la estim a positi va e incondicional
de los dem ás, q u e Rogers denom ina «condiciones de valor»; p o r tanto, el autoconcepto del
individuo depende de las experiencias del aprendizaje y de cóm o lo perciben los dem ás.
D esde esta teoría rogeriana, los aspectos dinám icos de la personalidad se centran en
tres conceptos esenciales: la autom atización, la autoconservación y la automejora.
------------------------
vt
o
Formulación Variables M é tod o Técnicas Objetivos Am bito
Teórica Qué Cóm o C on qué Para qué E n dónde
! 0 = atributo
¡ntrapsíquico
Dim ensiones Personalidad
hteligencia
Explicación Laboratorio
Tabla 2.1. Modelos de diagnóstico basados en la varia ble persona (adaptación de Fernández
Ballesteros, 1983: 55).
Capítulo II ■ M o d e lo s d e diagnóstico en educación 25
O tras técnicas de investigación que utilizan este m odelo rogeriano son las técnicas de
clasificación «Q » de Stephenson, los análisis de contenido y las escalas de estim ación. La
Tabla 2.1 resum e las principales características de estos m odelos.
2.2.2.1. M o d e lo c o n d u c tu a l
M ischel (1968) fue el p ionero en la crítica de los postulados psicom étricos de las téc
nicas y los instr um entos em pleados en el m odelo tradicional de diagnóstico y , conse
cuentem ente, d e nuevos procesos de análisis que fuesen cong m entes con los principios
del aprendizaje. E llo dio lugar a una concepción radicalm ente opuesta a la del m odelo tra
dicional: la conducta no depende de las variables intrapsíquicas, sino que se trata de una
respuesta a las v ariables am bientales, que son totalm ente responsab les d e los cam bios
conductuales del individuo. N ace así la orientación teórica que propugna la relación estre
cha y necesaria q u e tien e lugar entre el estím ulo (situación) y la respuesta del oiganismo.
E n este m odelo conductual, por tanto, se realiza el estudio del sujeto m ediante el aná
lisis concreto y o b jetivo d e los estím ulos y las respuestas m an if iestas, que se entienden
com o m uestra del co m p o rtam ien to q u e es objeto de evaluación. Para su aprehensión, se
utilizan técnicas de observación, de autoinform ey registros psicofisiológicos; y la verifi
cación de los enlaces funcionales estím ulo-respuesta se obtienen a tra vés de la com pro
bación de los cam bios q u e se producen en la conducta con la m anipulación de las v aria-
bles am bientales estim adas relevantes para con dichas conductas.
2 .2 2 .2 . C o n d u c tu a l-r a d ic a l
E l m odelo C onductual-radical o C onductual-situacionista (Skinner et al. 1954; M is
chel, 1968) presupone teóricam ente q u e las v ariaciones del com portam iento observable
son una consecuencia de las condiciones am bientales en que se m uee el sujeto (polo ecó-
geno), adm itiendo, por tanto, que la conducta varía en función de la situación en que se
emite.
D entro del m arco conductista, la pro gresiva introducción de v ariables organísm icas
com o explicativas de la conducta ha ido im pulsando una línea co gnitivo-conductual
(K anfer y Saslow, 1965; M artín 1987; B andura, 1989) cada v ez m ás alejada del conduc-
tism o radical, q u e ha llevado aparejado el desarrollo de un m odelo de diagnóstico cogni-
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tivo-conductual que adm ite los procesos cognitivos encubiertos en el análisis experim en
tal de la conducta.
Según Sobrado (2002: 159), los orígenes d el diagnóstico desde este m odelo están vin
culados a las propuestas de los conductistas de la prim era generación. Y com o núcleo de
análisis se acepta sólo el com portam iento observable directam ente.
D esde este m odelo radical, el diagnóstico d e l comportamiento está íntim am ente rela
cionado con el tratamiento, d e tal form a que am bos se im plican m utuam ente. E sto nos lle
va a p lantear un diagnóstico en dos fa s e s m uy im portantes q u e son: a) L a etapa de pre-
tratamiento , en la que pre viam ente se fija la línea b ase y las relaciones funcionales del
com portam iento con las variables que lo estim ulan o lo m antienen; y b) la etapa de pos
tratamiento , en la q u e se valora la eficacia o los beneficios que ha producido el program a
de intervención en el individuo.
El cam po educativo es uno de los que m ejor acepta este planteam iento de diagnóstico
e intervención, a los que aporta los aspectos siguientes: en prim er lu g a; se refiere al diag
nóstico de los prerrequisitos conductuales para fijar un aprendizaje concreto; en segundo
lugar, está el m étodo de la enseñanza programada a i que se v an enseñando al discente,
de form a progresiva, los contenidos, a la vez q u e se le proporciona un feed-back sobre la
calid ad de su ejecución; y , en tercer lu g a r, está el diseño de técnicas de adquisición y
modificación de habilidades de conducta, que se aplica fundam entalm ente a la educación
especial.
Capítulo II ■ M o d e lo s d e diagnóstico en educación 27
Por últim o, la visión de la conducta com o una fria b le tam bién activa, y no sólo depen
diente del am biente y del or ganism o, ha propiciado la aparición de un nue vo m odelo de
diagnóstico conductual cognitivo-social (B andura y W alters, 1974; Fernández Ballesteros,
1986a, 1990) en el que, tan to la conducta, com o el organism o (o la persona), y el am bien
te (o la situación), se condicionan recíprocam ente en una interacción constante.
2.12.3. M ediacional
E l m odelo de conductism o radical llevó a que algunos de sus representantes prestasen
m ayor atención a los elem entos de relación ecistentes entre E-R , y este tipo de orientación
investigadora se ha denom inado de im pacto m ediatizado o m ediacional. Se valoraban los
factores interm edios que explican la relación E-R.
E n este cam po es ob ligatorio m encionar los trabajos de W olpe y Eysenck, que han
estudiado la ansiedad com o variable d e interm ediación. W olpe afirm a que la ansiedad es
una respuesta aprendida por condicionam iento clásico y que produce conductas neuró
ticas.
trol, que hace m ención al tipo de percepción ccgnitiva que posee la persona de las causas
que han provocado las consecuencias de su conducta.
Si tom am os com o puntos de m ira tip o s extrem os de percepción, podem os situar a los
sujetos a lo largo de un continuo, o dim ensión de control, en un polo está la atribución de
la responsabilidad de los eventos a fuerzas externas al sujeto (lugar de control externo) y,
en el polo opuesto, está la asignación de los resultados a las acciones propias del indi vi-
duo (lugar de control in tern o ). E n el prim er caso, la persona percibe q u e los hechos son
ajenos a su control, y que dependen del azar , del poder de otros o de las circunstancias
ocasionales; en el se gundo caso, el indi viduo cree que los acontecim ientos se pueden
m anejar m ediante sus propios recursos o influencia personal.
Este m odelo utiliza com o m étodo fundam ental para el diagnóstico el modelo experi
mental, con la finalidad explícita de predecir, instaurar y controlar o m o d ificar el com por
tam iento en función del m anejo de las variables independientes. A dem ás, la am pliación de
las variables d e análisis a aspectos cognitivo-em ocionales facilita la utilización de otro s ins
trum entos de recogida de datos, tales com o el autoinforme verbal , que perm ite el acceso al
conocim iento de las expectativas y el valor del refuerzo. L as técnicas m ás utilizadas son las
de desensibilización sistemática y de relajación para reducir la an sied ad , el condiciona
m iento operante para adecuar la conducta a las n o rm a s sociales, y las de m odelam ientos e
im itación em pleadas para im plantar determ inadas conductas en los individuos.
N o obstante, todos estos subm odelos p ar ticipan de unas m ism as características que
son las que defin en el m odelo conductual com o un m odelo de diagnóstico con una iden
tidad y personalidad propias. Para Fernández B allesteros (1983), son las siguientes:
A m odo de resum en, las técnicas y los instrum entos en este m odelo consisten funda
m entalm ente en registros narrativos, escalas d e estim ación y códigos de com poitam iento.
E l diagnóstico en este m arco teórico com prende una dob le fase: el pretratam iento y el
seguim iento de la eficacia de la intervención educativa, o postratam iento. Su aplicación
pedagógica fue im portante, y a que supuso una aportación de interés en cuanto a la deter
m inación de los prerrequisitos conductuales p ara fijar un aprendizaje concreto. A sí com o
Capítulo II ■ M o d e lo s d e diagnóstico en educación 29
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1 C = conducta manifiesta observación funcional Escolar
A = estím ulo Autoinformes Control Organizaciones
Registros Laboratorio
E-R fisiológicos Ambiente
|
T
motora ambientales narrativos, escalas Laboratorio
Conducta d e apreciación, Ambiente
C f 0 4- > A motora, códigos de
cognitiva y comportamiento
fisiológica
3. Interesan las conductas directam ente observ ab les. E m plean las respuestas m o to
ras, p sicofisilógicas y cognitivas.
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Según L uria (1980), este m odelo se denom ina conductual co gnitivo social porque se
basa en los presupuestos teóricos de los m odelos conductual co gnitivo y del aprendizaje
social, a los que se añaden los de la Psicología Soviética de M oscú.
1. L a variable am biente se puede contem plar desde dos planos: espacial y temporal.
Si atendem os al prim ero, el plano espacial , entendem os que el am biente es toda
circunstancia externa al discente, que se puede ordenar a lo lar go del continuo
m olecular-m olar, y c la sificar com o estím ulo (en erg ía física externa q u e afecta a
un órg an o sensorial y provoca una m odificación en el sujeto), situación (conjunto
de estím ulos físicos o subsistem as sociales co n los que interactúa el individuo), y
contexto (entraña una realidad am biental m ás com pleja, de orden superior a las
anteriores). Si nos atenem os a la segunda, cuando nos referim os al plano tiempo ,
se consideran los am bientes espaciales con relación a la m a yor o m enor lejanía
tem poral co n respecto al m om ento actual.
Es un hecho que el individuo y la situación interactúan m utuam ente, para form ar una
unidad indivisible. E l sujeto interactúa co n el am biente dándole significado, y el am bien
te influye y determ ina el com portam iento de la persona en él. M agnusson y E ndler (1977)
crean la fórm ula para la expresión teórica: C f (P xS ), donde la conducta es función de la
interacción entre las variables de la persona (P) y de la situación (S). D entro del m odelo
interaccional propugnan los siguientes presupuestos:
c) E n esta teoría se concede g ran valor a los factores cognitivos, tales com o verbali-
zaciones, pensam ientos, lenguaje interno, etc., y a los aspectos afectivos, los cua
les se consideran fundam entales en la determ inación de la conducta del individuo.
L as investigaciones realizadas a par tir de 1970 han dem ostrado la im por ta n d a que
tiene tanto la interacción entre iguales com o los clim as de clase p ara la consecución de
los objetivos de aprendizaje planteados en el ám bito educati vo, y p ara la adquisición de
com petencias intelectuales, sociales y personales (F orm an y C a z d e n , 1984). A sí pues,
estos estudios p revios han d ad o lugar a dos líneas teóricas posteriores, q u e sur gen del
estudio de la interacción entre iguales en el cam po escolar:
• L a línea cognitiva estudia la vinculación que existe entre las m odalidades de inter
acción y de resolución de problem as (Portes, 1984).
Por tanto, los objetivos d el diagnóstico dentro de este m odelo, serán: en prim er lugar,
analizar las interacciones q u e se producen entre los alum nos cuando interactúan en la rea
lización de una tarea; en segundo lugar, observar cóm o se está llevando a cabo su ejecu
ción; y, en tercer lugar, exam inar la situación de interacción entre los aspectos m enciona
dos. Para ello, se em plea un m étodo e xperim ental y las técnicas de obser vación que
perm itan analizar la evolución que experim entan las destrezas analizadas en la resolución
del problem a d en tro de un espacio tem poral. C om o se puede deducir de lo e xpuesto, su
aplicación es em inentem ente escolar.
b) E l clim a de la clase
El objetivo del diagnóstico consiste en llegar a una m edida de tal clim a am biental y en
evaluar su influencia sobre el aprendizaje de un alum no o de un grupo entero; la m etodolo
gía que se em plea es la correlacional en la q u e se tenga en cuenta, adem ás de las v ariables
am bientales, otras de carácter educativo, aptitudinal y de personalidad; o bien, una m etodo
logía de investigación interpretativa, focalizada en analizar los procesos p o r los cuales los
alum nos que com parten un clim a am biental (en el aula o centro escolar) d e f inen y dirigen
las actividades de su vida diaria (V illa y Villar, 1992; Fons y A nguera, 1993). L a investiga
ción debe dar respuesta a dos inter rogantes: ¿por q u é se com portan los alum nos d el m odo
en que lo hacen? y, ¿qué significado social otorgan a sus propios actos y a los d e los dem ás?
Entre las técnicas para reco ger inform ación sobre estos aspectos se encuentran, espe
cialm ente, los inventarios , que, a v eces, im plican un alto ni vel de inferencia por que
requieren em itir ju ic io s subjetivos sobre el am biente percibido.
2.2.3.1. Conductual-cognitivo
Com o vim os en los apartados anteriores, el m odelo m ediacional supuso un avance en
la apertura del conductism o radical a procesos de interm ediación entre E-R , pero todavía
representaba un cierto reduccionism o en cuanto a la incidencia de los procesos d el pen
sam iento con respecto al com portam iento. A sí pues, esta teoría en su evolución dio lugar
a una nueva corriente denom inada conductual-cognitiva , cu y a característica m ás notable
es el análisis d e los procesos de carácter co gnitivo, a p a rtir d el paradigm a experim ental.
Para Piaget era im portante resaltar los efectos interactivos de índole constiuctivista entre
la perso n a y su entorno, así com o destacar la im portancia del pensam iento en la co n stru c
ción de la realidad. M ientras q u e C hom sly generaba aportaciones sobre la ocistencia de una
com petencia innata para la adquisición del lenguaje, sobre el tratam iento fo rm a l de la g ra
mática, y el determ inism o en el lenguaje. Pero am bos, Piaget y Chomsky, dentro del m ode
lo conductual, han influido en el desar rollo de un diagnóstico de los procesos cognitivos.
Para M ayor y L abrador (1984), las contribuciones m ás destacadas de este m odelo c<g-
nitivo-conductual son las siguientes:
b) E xiste un iso m o rfism o entre los procedim ientos funcionales que acti van los pro
cesos cognitivos y los establecidos por la teo ría del aprendizaje en el laboratorio.
Esto presupone la aceptación del paradigm a e xperim ental y su alejam iento de la
introspección de orientación psicodinám ica.
Entre los investigadores de esta tendencia podem os citar a E llis (1962), autor de la
terapia racional emotiva, en la cu al expone las pautas d e diagnóstico p ara detectar pen
sam ientos irracionales que m antienen la conducta desajustada, y propugna la inter ven
ción terapéutica p ara la reestructuración de este tip o de pensam ientos. B eck (1976), autor
de la terapia cognitiva , cu y o objetivo es analizar las pautas de pensam iento que pueden
originar com portam ientos poco integrados. M eichenbaum (1977), autor de la técnica de
las autoinstrucciones , que enseña a los sujetos a instr uirse a sí m ism os sobre cóm o
enfrentarse a situaciones con problem as. E sta técnica puede cam biar y adaptar com porta
m ientos del individuo m ediante una conducta v erbal, es especialm ente efectiv a en con
ductas hiperactivas y en el autocontrol conductual en las clases.
Las unidades d e análisis desde este enfoque son: a) las variables respuesta, donde se
contem plan las conductas m otoras, las fisiológicas y las cognitivas, con m ayor énfasis en
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estas últim as: expectativas, pensam ientos, m otivaciones, etc.; b) las variables am bienta
les, en las que se presta atención a los estím ulos del am biente real y el percibido; c) las
variables del organismo, que proporcionan datos im p o rtan tes sobre el sujeto, desde los
aspectos biológicos hasta la historia de los aprendizajes del indi viduo, tales com o: com
petencias cognitivas, sistem as de autorregulación, etc.
D entro de este enfoque teórico se pueden contem plar tres m odelos señeros, q u e tienen
com o denom inador com ún la im portancia de las variables cognitivas, es decir, la m em o
ria, el lenguaje, la atención, las cogniciones, etc. Estos tres m odelos son: e l piagetiano, el
neuropsicológico y el de procesamiento de la información.
Es de destacar q u e estas v ariables cognitivas siem pre estuvieron presentes desde las
aportaciones d e B inet, en los estudios de Kóhler, Piaget, Vigotsky, Chom sky, etc.; si bien
estuvieron relegadas durante algunas décadas debido a la incidencia del conductism o
radical.
Las características m ás relevantes desde esta perspectiva cognitiva son las q u e señala
m os a continuación:
a) D entro de esta escuela es m ás im portante el diagnóstico com o análisis de los p ro
cesos cognitivos q u e el interés por los resultados.
b) L a unidad esencial de este enfoque es conocer las estrategias que el individuo uti
liza para resolver problem as cognitivos.
Capítulo II ■ M o d e lo s d e diagnóstico en educación 35
c) E studia las relaciones que existen entre las variables fisiológicas y las actividades
cognitivas para estudiar las diferencias individuales.
2.2.4.1. Neuropsicológico
Este m odelo se em pezó a d esarrollar de form a sistem ática en la d écada de 1940 y se
consolidó en los años siguientes, aunque anterior m ente hubo autores que y a hicieron
aportaciones a este cam po, tales com o la frenología de G all, las contribuciones d e Broca
y d e W em icke, entre otras.
2.2.4.2. Piagetiano
En la década de 1970, Jean Piaget propugna una nue va teoría q u e se conoce com o
estructuralista, ésta asum e que en el desarro llo del com portam iento del discente existen
cam bios ordenados q u e representan una reorganización de los conocim ientos que previa
m ente ha adquirido. D e su reor ganización nacen nuevas estructuras q u e caracterizan un
nuevo estadio, éste, a su vez, im plica com portam ientos concretos en actividades de co g
nición, tales com o el lenguaje, la percepción, la m em oria, etc. Sin em bar go, el térm in o
que m ejor d efin e la teoría de Piaget es el deconstructivista, debido a q u e defiende q u e la
inteligencia se construye a p a rtir de la co n ex ió n del individuo con su realidad e xterior.
Esto supone que el sujeto es agente en la construcción de su propia realidad y d eb e reor
ganizar continuam ente sus representaciones del m undo. E sto se produce m ediante el pro
ceso de asim ilación-acom odación q u e actúa de m anera interconectada, y expresa el siste
ma de adaptación dinám ica del desarrollo cognitivo.
L as técn icas que se utilizan en este m odelo so n los análisis cronom étricos, los d ia
gram as d e flujo, los m ap as cognitivos, el an álisis de los m ovim ientos oculares, los p ro
gram as d e com putación, las m ediciones de tiem p o s de reacción, etc. E s im por tante
resaltar q u e se recu p eran las técn icas d e autoinform e con u n a característica diferen cial
con respecto a la s que utilizan otro s m odelos, es decir , se u tilizan especialm ente: los
pensam ientos en voz alta p o r p a rte del individuo, y se recupera la introspección com o
té cn ica de investigación.
La asim ilación-acom odación expresa el sistem a de adaptación dinám ica del desar rollo
cognitivo. L a persona se adapta a la realidad y la cam bia, f tr o la realidad, así transform ada,
se ofrece de distinta m anera a la persona de form a sucesiva a lo largo de su desarrollo.
L a entrevista clínica libre adaptada a cada sujeto garantiza la com prensión d e cad a
pregunta que se le realiza. La Escala de pensam iento lógico (EPL) de Longeot, que faci
lita la evaluación de los sujetos determ inando una jerarquía interestadio e intraestadio. La
escala de C asati y L ezine (1968), conocida por Las etapas de la inteligencia senso-motriz.
D esde n u estra disciplina es m uy im por tante el desarro llo evolutivo o cognitivo que
P iaget señaló com o cuatro estadios: sensorio-m otor , preoperatorio, operatorio y lógico
form al, todos ellos tien en lugar durante la enseñanza ob ligatoria. Su enfoque m etodoló
gico es cualitativo y evolutivo, rechazando el m odelo psicom étrico y factorialista porque
no tienen en cuenta el factor evolutivo.
V igotsky (1978, 1984), que propugna q u e «existe una distancia entre el nivel de desarro
llo real que un sujeto m uestra cuando resuelv e un problem a sin ayuda y el n iv e l de de
sarrollo potencial que puede lie gar a adquirir». E sto equi vale a decir que el indi viduo
posee una capacidad intelectual m ayor de lo que generalm ente m uestra, por ello, es nece
sario actuar sobre los procesos de aprendizaje. E l autor de la teo ría considera que toda
situación d e aprendizaje supone una oportunidad de avance intelectual, así es que se intro
duce en la dim ensión educativa el proceso de evaluación de este potencial, siendo el diag
nóstico el elem ento esencial para su detección, y haciendo que adquiera así toda su m ag
nitud pedagógica.
Según la presente teoría, la finalidad del diagnóstico debe ser valorar la capacidad de
aprendizaje, por ello, su c re ad o r, V igotsky (1984), indica los presupuestos conceptuales
siguientes:
• El diagnóstico d e l d esarro llo m ental del educando únicam ente es posib le si deter
m inam os la d istancia entre el ni vel de desarro llo real y el ni vel de desarro llo po
tencial.
• Se cuestionan los instru m entos de diagnóstico que sólo v alo ran el desarrollo de la
persona y el diagnóstico de la inteligencia en función del grado de desarrollo m en
tal, com o o cu rre en la teoría piagetiana.
• Este m odelo tam bién es crítico con la organización d e la educación a partir del gra
do de d esarro llo en que se encuentra el educando (se gún Piaget), y a que es poco
estim uladora (es la adaptación) d el grado de desarrollo de aquél.
Por tanto, el objetivo dentro de esta teoría es d eterm in a r el grado en que un discente
posee capacidad p ara aprender. M edir la capacidad de aprender usando una m etodología
experim ental intrasujeto de test-entrenam iento-retest, donde el retest se inter preta com o
una m edida aditiva de la capacidad inicial de aprendizaje, el efecto del entrenam iento y la
práctica adquirida. L os m ateriales em pleados son, co n frecuencia, pr uebas de los m ode
los de diagnóstico tradicional y conductual en el ám bito de la inteligencia (M atrices pro
gresivas d e Raven, Cubos de Kohs, Figura d e l R ey , Evaluación d e l potencial de aprendi
zaje, de Fernández B allesteros et al., (1987), etc.).
Por otra parte, Feuerstein (1980, 1991) plantea los siguientes objetivos específicos de
este tip o de evaluación:
• A nalizar las operaciones co gnitivas alteradas o aún n o desar rolladas por el indi
viduo.
40 D IA G N Ó S T IC O E S C O L A R : T E O R ÍA , Á M B IT O S Y T É C N IC A S
• Exam inar las habilidades del sujeto ante p r uebas que m idan diferentes aspectos
intelectuales (verbales, espaciales, etc).
Y los cam bios obtenidos a partir de la exploración siguiendo este m odelo serían:
• O ptim ización del autoconcepto del individuo y de sus propias expectativas con res
pecto a sí m ism o, y a que se descubre m ás capaz de lo q u e creía.
Fernández B allesteros (1990; 1992; 1994) considera que, en cuanto a las técnicas de
que se s irv e , son m uchas las em pleadas en el diagnóstico tradicional, p ero introduce
m odificaciones en su form a de aplicación e interpretación. L os cam pos de actuación son:
el clín ico y, m uy especialm ente, el escolar.
Para B uendía y R uíz (1985), la idea que sub yace a estos presupuestos teóricos es la
posibilidad de predecir y m odificar el funcionam iento cognitivo una vez que se conoce el
m odo particular en que la persona procesa la inform ación, es decir, su estilo cognitivo, lo
cual nos introduce en el cam po de la orientación e intervención.
El objetivo de este tipo de evaluación puede considerarse doble: por un lado, estable
cer los principios generales que rigen el funcionam iento c o gnitivo y, p o r otro, analizar
dicho funcionam iento cuando el sujeto se enfrenta a la resolución de tareas esp ecíf icas.
Com o conclusión final, en este capítulo hem os querido analizar los m odelos d e d iag
nóstico escolar, a fin de que sirvan de paradigm a a la hora de hacer el diagnóstico, en el
cotidiano quehacer de nuestros expertos diagnosticadores.
H em os analizado los m odelos que se centran en la variable persona, los que se basan
en la variable situación, los q u e conjugan am bas: v ariables de persona y situación, y los
m odelos basados en la perspectiva cognitiva. T odo ello n o s sirvió para ver sus aplicacio
nes, m ás concretam ente, desde la pedagogía operatoria, el potencial d e aprendizaje y los
estilos cognitivos en el diagnóstico escolar.