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ORIGINAL
a
Centro de Salud de Cartuja, Distrito Sanitario Granada- Metropolitano, España
b
Centro de Salud de Almanjáyar, Distrito Sanitario Granada- Metropolitano, España
c
Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Oriental (FIBAO), Granada, España
https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2020.07.006
1695-4033/© 2020 Publicado por Elsevier España, S.L.U. en nombre de Asociación Española de Pediatrı́a. Este es un artı́culo Open Access
bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
Anales de Pediatría 94 (2021) 230---237
Conclusiones: Los resultados revelan una discreta mejoría en la preferencia de la lectura como
actividad a la que se dedican los niños del programa.
© 2020 Publicado por Elsevier España, S.L.U. en nombre de Asociación Española de Pediatrı́a.
Este es un artı́culo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/
licenses/by-nc-nd/4.0/).
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A. Garach-Gómez et al.
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modelo con el método de máxima verosimilitud. Los datos lugar, sí se observaron diferencias estadísticamente signifi-
se analizaron con el software IBM PSSS® Statistics v.19. cativas en el posicionamiento de la lectura en último lugar,
ya que en el GC este porcentaje ascendía al 33,9%, siendo
del 18,8% en el GI (p = 0,003) (tabla 2) (fig. 1).
Aspectos éticos
Se realizó el mismo análisis considerando solamente a
los niños pertenecientes a ZNTS. No hubo prácticamente
Todos los padres/madres firmaron el consentimiento infor-
diferencias en cuanto a las características sociodemográfi-
mado para participar en el estudio. El proyecto ha sido
cas entre los GI y GC, excepto en la etnia, encontrando un
aprobado por el Comité de Ética de la Investigación Biomé-
mayor porcentaje de etnia gitana en el GC (46,1 vs. 32,3%;
dica de Andalucía.
p = 0,036) (tabla 3).
Considerando solo este subgrupo de gente que vive en
Resultados ZNTS, también se observa una mejora del posicionamiento
de la lectura en el GI con respecto al GC (un 40% en último
Participaron un total de 346 niños en el estudio. Hubo 4 pér- lugar en el GC vs. 23,5% en el GI (p = 0,014) con una OR
didas, todas ellas pertenecientes al GI. Uno de ellos se negó de 2,17 (1,16-4,05), mostrando mayor riesgo de posicionar
a participar y 3 abandonaron el estudio por cambio de centro la lectura en último lugar para el grupo que no recibió la
de salud. Finalizaron la intervención 342 niños, que fueron intervención (tabla 4) (fig. 2).
los que se incluyeron en el análisis. Del total de 342 niños, En la población perteneciente a ZNTS, el porcentaje de
188 pertenecieron al GC y 154 al GI. En general no se encon- niños que supera la hora de dedicación a pantallas es de un
traron diferencias estadísticamente significativas entre las 54,7% en el GC y de un 56,5% en el GI, no habiendo dife-
variables sociodemográficas de ambos grupos, excepto en el rencias estadísticamente significativas entre ambos (tabla
nivel de estudios de los padres, al poseer los padres del GC 4).
un nivel de estudios superior al GI (58,1% de los padres sin Con respecto a la posesión de libros infantiles, sin con-
estudios o con estudios primarios en GC frente a un 69,5% siderar los entregados en el proyecto, en el GC un 87,5%
del GI; p = 0,03) (tabla 1). de las familias los tenían en sus hogares vs. 77,6% del GI.
Nuestro estudio demostró algunas diferencias en el posi- Este porcentaje se reduce al 38,4% (GC) y al 25,8% (GI) si se
cionamiento de la lectura con respecto a otras preferencias consideran más de 10 libros, no encontrándose diferencias
de juego de los niños a favor del GI. Si bien ambos grupos, estadísticamente significativas entre ambos grupos.
tanto control como intervención, eran homogéneos con res- Solo un 11% del GC y un 6% del GI acudían a la biblioteca
pecto al posicionamiento de la lectura en primer o segundo pública.
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Control Intervencion
33,9%
30,4%
23,2% 22,6%
18,8%
14,5%
14,3% 14,3% 14,9%
13,0%
1º/2º 3º 4º 5º 6º
Control Intervencion
76,50%
60%
40%
23,50%
El análisis multivariante realizado a la población la lectura como último lugar las variables no haber recibido
global mostró que las variables que influyeron en el la intervención (OR: 2,00 [1,06-3,77]) y etnia gitana, con
posicionamiento de la lectura como último lugar fueron el OR: 1,86 (1,01-3,41).
no haber recibido la intervención, con una OR: 2,06 (1,19-
3,58) y la etnia gitana, OR: 2,37 (1,38-4,09). Al realizar el
análisis multivariante a la población perteneciente a ZNTS,
también se comprobó que influyen en el posicionamiento de
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El análisis del tiempo dedicado a pantallas no revela atención primaria, ya sobrecargadas por la atención clí-
menor uso en el GI, incluso es mayor que en el GC. El nica a demanda, que nos aboca a la disminución del
contacto de la infancia con la tecnología se ha acrecen- tiempo disponible para las actividades de promoción de la
tado y se ha adelantado la edad a la que se inicia esta salud.
práctica. Hoy día, los niños se encuentran inmersos en la
era digital4 . Las cifras de tiempo de exposición a pantallas
reveladas en el estudio se encuentran por encima de las Financiación
recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría
(AAP) y de la Asociación Española de Pediatría de Atención Este trabajo ha sido financiado gracias a la dotación eco-
Primaria (AEPap)26 , quienes restringen el uso de pantallas nómica de la Beca Amparo Prósper otorgada en las 19.a
a menos de una hora diaria en niños de 2 a 5 años y bajo Jornadas de Pediatras de Atención Primaria de Andalucía.
supervisión de sus progenitores o cuidadores. El uso abu-
sivo de medios audiovisuales evita que el niño pase tiempo
suficiente dedicado al juego libre, de tanta relevancia para Bibliografía
su correcto desarrollo. Además, la exposición temprana, en
menores de 3 años, a medios digitales se ha relacionado
1. Dehaene S, Pegado F, Braga LW, Ventura P, Nunes Filho G, Jobert
con un incremento del riesgo de presentar un déficit de A, et al. How learning to read changes the cortical networks for
atención en la infancia27 . Deberíamos, por lo tanto, esta- vision and language. Science. 2010;330:1359---64.
blecer nuevas estrategias para reducir la exposición a las 2. Mata Anaya J. Lectura, emociones, salud. En: Curso de Actua-
mismas y mitigar los efectos adversos a los que esta práctica lización Pediatría 2014 Madrid. Exlibris; p. 17-23.
conlleva. 3. Hutton JS, Horowitz-Kraus T, Mendelsohn AL, DeWitt T, Holland
El método de evaluación del resultado en este estudio ha SK, C-MIND Authorship Consortium. Home Reading Environment
sido diferente al empleado en otras investigaciones, al con- and Brain Activation in Preschool Children Listening to Stories.
siderar la preferencia de la lectura frente a otras variables Pediatrics. 2015;136:466---78.
4. Chassiakos YR, Radesky J, Christakis D, Moreno MA, Cross C,
medidas en otros estudios, como son el número de días a la
Council on communications and Media. Children and Adoles-
semana que los padres les leen a los niños, la instauración
cents and Digital Media. Pediatrics. 2016;138:e20162593.
de la rutina de lectura en voz alta antes de acostarse28 , o la 5. Cole PM, Martin SE, Dennis TA. Emotion regulation as a scientific
preferencia de los padres para dedicar el tiempo de aten- construct: methodological challenges and directions for child
ción a sus hijos (tiempo compartido de lectura en voz alta development research. Child Dev. 2004;75:317---33.
frente a otras actividades). 6. Boyce WT. The lifelong effects of early childhood adversity and
Una de las limitaciones del estudio es que el diseño toxic stress. Pediatr Dent. 2014;36:102---8.
no ha sido aleatorizado, al decidir el equipo investigador 7. PIRLS-TIMSS 2011. Estudio Internacional de progreso en com-
no dejar fuera de la intervención a ningún niño nacido prensión lectora, matemáticas y ciencias. En: Madrid: IEA; 2012.
en el año 2015. Al pertenecer todos los participantes al 8. Zuckerman B, Augustyn M. Books and reading: Evidence-
based standard of care whose time has come. Acad Pediatr.
mismo centro de salud, dejar a niños simultáneamente
2011;11:11---7.
sin la intervención podría haber dado lugar a un sesgo de
9. Duursma E, Augustyn M, Zuckerman B. Reading aloud to chil-
contaminación, al haber podido incitar al GC a la com- dren: The evidence. Arch Dis Child. 2008;93:554---7.
pra de libros. Otra limitación encontrada es que, al ser 10. Needlman R, Toker KH, Dreyer BP, Klass P, Mendelsohn AL. Effec-
los padres y madres los que realizaron la intervención tras tiveness of a primary care intervention to support reading aloud:
las indicaciones dadas por los pediatras y ayudados por A multicenter evaluation. Ambul Pediatr. 2005;5:209---15.
los libros entregados en consulta, no siempre esta prác- 11. Thakur K, Sudhanthar S, Sigal Y, Mattarella N. Improving early
tica fue llevada a cabo en igual medida. Ambas limitaciones childhood literacy and school readiness through Reach Out and
se podrían solucionar con futuros estudios aleatorizados Read (ROR) program. BMJ Qual Improv Rep. 2016;5.
donde la intervención se realizara en el propio centro de 12. Council on early childhood, council on school health. The
Pediatrician’s Role in Optimizing School Readiness. Pediatrics.
salud, creando, por ejemplo, talleres de lectura con los
2016;138, http://dx.doi.org/10.1542/peds.2016-2293.
niños.
13. Council on Early Childhood, High PC, Klass P. Literacy promo-
Al llevarse a cabo este programa en una ZNTS, se ha tion: an essential component of primary care pediatric practice.
logrado que haya libros infantiles apropiados a la edad de Pediatrics. 2014;134:404---9.
los participantes (de 6 meses a 2 años) en todos los hogares 14. Rikin S, Glatt K, Simpson P, Cao Y, Anene-Maidoh O, Willis E. Fac-
de los niños incluidos en el GI. Además, se ha instaurado el tors Associated With Increased Reading Frequency in Children
consejo de la lectura en voz alta a la primera infancia, expli- Exposed to Reach Out and Read. Acad Pediatr. 2015;15:651---7.
cando a los padres, dentro del programa de salud infantil, 15. Mendelsohn AL, Cates CB, Weisleder A, Berkule Johnson S, Seery
los beneficios que otorga a los niños. AM, Canfield CF, et al. Reading Aloud Play, and Social-Emotional
Nuestro trabajo abre una nueva línea de investigación Development. Pediatrics. 2018;141, e20173393-e20173393.
16. Weisleder A, Mazzuchelli DSR, Lopez AS, Neto WD, Cates CB,
en nuestro país, donde no hay aún instauradas asociacio-
Gonçalves HA, et al. Reading Aloud and Child Development:
nes nacionales como ROR. En el área donde se desempeña
A Cluster-Randomized Trial in Brazil. Pediatrics. 2018;141,
nuestro estudio, en la que hay un porcentaje alto de adul- e20170723-e20170723.
tos que no alcanzan los estudios secundarios, herramientas 17. Sinclair EM, McCleery EJ, Koepsell L, Zuckerman KE, Steven-
como esta, que intentan impulsar el éxito académico son EB. Home Literacy Environment and Shared Reading in the
de la infancia, deben ser consideradas como una prác- Newborn Period. J Dev Behav Pediatr JDBP. 2018;39:66---71.
tica habitual y extendida. Pero resulta indispensable que 18. Sloat EA, Letourneau NL, Joschko JR, Schryer EA, Colpitts JE.
esta práctica cuente con recursos y estructura necesa- Parent-mediated reading interventions with children up to four
rios para poderse llevar a cabo desde las consultas de
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years old: A systematic review. Issues Compr Pediatr Nurs. 25. Whaley SE, Jiang L, Gomez J, Jenks E. Literacy promotion for
2015;38:39---56. families participating in the women, infants and children pro-
19. Cates CB, Weisleder A, Mendelsohn AL. Mitigating the Effects of gram. Pediatrics. 2011;127:454---61.
Family Poverty on Early Child Development through Parenting 26. Sedentarismo, falta de sueño y alteración en el desarro-
Interventions in Primary Care. Acad Pediatr. 2016;16:S112---20. llo cognitivo, social y emocional, consecuencias del uso
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