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FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

VARIABLES MACROECONÓMICAS

ESTUDIANTES:

 Díaz Flores Angely Belazir.

 Gonzales Amasifen Brania Alexandra.

 Pezo Caballero Madrid de Jesús.

 Reátegui Fernández Alonso

 Villacorta Hidalgo Marjorie Fabiola.

 Vargas López Christopher Alexander.

TARAPOTO – PERÚ

2022
¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE INFLACIÓN Y DESEMPLEO?

Según el economista William Philips:

En 1958, un economista denominado William Phillips acuñó una teoría

centrada en esta variable. Una teoría que hoy todavía es un instrumento

esencial para la ciencia económica: la curva de Phillips.

Basándonos en que hablamos de una ciencia con un importante elemento

matemático, como dijimos en varias situaciones, los modelos que se usan, y

que intentan simplificar el análisis, se hallan repletos de cambiantes. En otros

términos, hablamos de símbolos que representan un definido criterio que

puede tomar diversos valores numéricos, logrando representar este la

inflación, el desempleo, el incremento económico, entre otros conceptos.

De esta forma puesto que, Arthur Okun, como muchos otros economistas,

establecía en 1962 una correlación entre el incremento económico y el

desempleo que hoy se sigue estudiando.

La curva de Phillips, es una representación gráfica que muestra la relación

existente entre desempleo e inflación, explica que un aumento del desempleo

reduce la inflación, de igual manera una disminución de este nivel de

desempleo incrementa la inflación. Para philips la masa monetaria tiene

efectos reales sobre la economía en corto plazo, así la cantidad de dinero


circulante tendría efecto beneficioso sobre la demanda agregada. De acuerdo

a la curva los ciudadanos gastaran más al ver incrementos en sus salarios

nominales. Así esto crea un marco más favorable de la inversión.

Philips afirma que en cuanto se vaya incrementando la demanda agregada, la

tensión de los precios será mayor, provocando una subida de estos, y en un

escenario en el que, a la vez, comienza a disminuir el desempleo. La mejora

de la demanda agregada pasaría a ser un mayor crecimiento económico, y

éste, a su vez, en la creación de nuevos puestos de trabajo. Es así como

queda establecida una relación inversa entre inflación y desempleo,

expresada gráficamente por una curva descendente.

A la larga, la curva de Phillips tradicional no muestra las correlaciones que dan

vida a las teorías a priori. Según la investigación posterior al desarrollo de la

teoría, esta relación en la economía se vuelve bastante inestable a largo

plazo. Al analizar la pendiente de esta caída y el desplazamiento con base en

las expectativas de inflación, la curva de Phillips muestra esto en el corto

plazo y se puede ver que en el largo plazo se vuelve completamente vertical

sin relación entre inflación y desempleo.

Cuando la curva de Phillips se introduce en la teoría de la tasa natural de

desempleo, se divide en dos tipos, a saber, la curva de largo plazo y la curva


de corto plazo. Así, los tipos de interés a largo plazo reflejan neutralidad

cambiaria durante más de un año, lo que significa que, independientemente

del nivel de inflación, la tasa de desempleo tenderá a mantenerse en su tasa

natural.

Hasta la década de 1970, las crisis en ciernes, incluida la crisis del petróleo de

1973, impidieron que la relación funcionara correctamente, ya que la inflación

global aumentó a un ritmo muy rápido en ese momento. Este fenómeno, que

llamamos inflación estancada, es provocado por decisiones políticas y

promueve la idea de que la curva de Phillips también puede perder sentido

como consecuencia de las políticas adoptadas.

Hay algunas suposiciones de que puede haber políticas destinadas a reducir la

inflación, lo que conduciría a un mayor desempleo a largo plazo. De esta forma,

como sucedió en la década de 1970, veremos cambios en las correlaciones en


el mediano y largo plazo. Por otro lado, muy similar a lo que muestran otras

teorías como la de las expectativas racionales. Esta teoría afirma la existencia

de expectativas racionales y realiza supuestos basados en ella, lo que nos

muestra que en ocasiones, por otros factores, las políticas de estímulo que

intentan aumentar la producción (PIB) no acaban estimulando la producción,

pero elevan los precios de los productos, es decir, la inflación. Lo que hemos

podido observar en los últimos años es que es posible alcanzar la meta de

inflación fijada por el banco central incluso sin un estímulo permanente.

Establece que un aumento del desempleo reduce la inflación y viceversa, la

disminución del desempleo se asocia con una mayor inflación. Porque cuanto

mayor sea la demanda agregada, mayor será la tensión de los precios, por lo

que estos subirán, mientras disminuye el desempleo.

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