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Profesión, vocación y lealtad

en la enfermería peronista

Karina Ramacciotti y Adriana Valobra

Introducción

Los documentos que testimonian el período 1946-1955 son profusos y dan


cuenta de la notable presencia de las mujeres en la escena pública. Particu-
larmente, las fuentes audiovisuales y orales manifiestan la visibilidad de un
sector social que parecía adquirir una fisonomía· propia. en. esos años. En
efecto, hacia los años 50, entre otras, la imagen de Kouka -quien sería luego
una reconocida mannequin, en aquel momento estudiante en la escuela de
enfermeras de la Fundación Eva Perón- se convertía en el símbolo de un
nuevo modelo para quienes aspiraban a sumarse a esta rama de la asisten-
cia sanitaria. Su figura espigada, enfundada en un traje marcial, marchando
en el día del reservista, con la mirada firme mientras enarbolaba la bandera
argentina, parecía proyectar las expectativas de la institución en la que es-
tudiaba: una belleza austera y armónica enlazada con el rigor de la discipli-
na que ponía en sus manos el futuro de la patria (figura 6).
Para entonces, la formación de enfermeras en la Argentina no era algo
novedoso. Las escuelas de enfermería en el país se remontan a fines del
siglo XIX y tuvieron como base la Escuela Cecilia Grierson (1892), depen-
diente de la Asistencia Pública de la ciudad de Buenos Aires. No obstante,
en el despuntar el siglo XX, y a la luz del incremento de la red de hospitales,
fue imperiosa la necesidad de formar auxiliares de la medicina y esto moti-
vó la emergencia de otros espacios formativos (cuadro 1).
El sistema creado en 1860 por Florence Nightingale en el hospital Saint
Thomas de Londres fue un modelo a seguir en la formación de enfermeras
y se fundó sobre tres pilares. La dirección de las escuelas sería ejercida por
una enfermera y no por un médico; la selección de las candidatas tendría
que centrarse en aspectos físicos, morales, intelectuales y profesionales, y
allí debería impartirse una enseñanza metódica y constante en los aspec-
tos tanto prácticos como teóricos (Molina, 1973: 70).
Asimismo, la influencia que ejerció la Fundación Rockefeller durante

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período, los objetivos de este trabajo justifican el acotamiento dado que el


interés está centrado en las disputas institucionales entre entidades em-
banderadas en las nuevas lógicas políticas peronistas.
Dos seg1nentos estructuran la exposición. El primero, una periodización
que presenta las relaciones de colaboración y complementación; tensión y
antagonismo entre la Secretaría de Salud y la Fundación Eva Perón entre
1948 y 1954. El segundo analiza la organización, los fines y los objetivos de
ambas escuelas.
Estos dos ejes de análisis intentan abrir líneas de investigación a partir
de diversos interrogantes: ¿implicaron estos proyectos cambios en la orga-
nización del trabajo de las enfermeras?, ¿se les solicitaron a las aspirantes
requisitos excluyentes, en consonancia con las imágenes estereotipadas que
sobre las enfermeras y su labor se difundían?, el hecho de formar parte de
proyectos del gobierno peronista, ¿conllevó una politización de la enseñan-
za sanitaria?, ¿qué elementos comunes y qué diferencias existieron entre
Figura 6. Fuente: ellas?, ¿cómo incidieron los cambios políticos que acontecieron durante el
Fundación Eva Perón. período? y, finalmente, ¿qué relaciones establecieron, si es que las mantu-
Escuela de Enfermeras,
Buenos Aires, s Id. vieron, ambas escuelas entre sí?

los años 20 en la estructuración sanitaria de América Latina fue un ele- Las relaciones entre la Fundación Eva Perón
mento destacable. Este modelo retomó los parámetros del sistema Nightin- y la Secretaría de Salud Pública
gale y privilegió a las aspirantes mujeres, cuyo entrenamiento y control
sería ejercido por enfermeras (Moreira, 1998: 621-645).
Varias obras señalan que durante los años del peronismo, y por múlti- Entre 1946 y 1948, la Secretaría de Salud jugó un papel clave en. la
ples razones, la participación femenina era creciente en el mercado de tra- apuesta que el gobierno peronista había realizado en pos de construir
bajo (Girbal-Blacha, 1997; Lobato, 2007). Dentro de este espacio laboral, la la ciudadanía social. Esta meta fue motorizada por la estructuración
enfermería ocupó un notable lugar. Catalina Wainerman y Georgina Bins- de la agencia sanitaria que, desde mayo de 1946, salió de la órbita del Mi-
tock (1992) han estudiado -a partir de fuentes cuantitativas y cualitati- nisterio del Interior -del que dependía desde hacía sesenta y seis años- y
vas- cómo la enfermería en la ciudad de Buenos Aires obtuvo rasgos cada pasó a la del presidente Perón. El secretario de Salud Pública, el neurociru-
vez más femeninos, y cómo est{l situación provocó un alejamiento de los jano Ramón Carrillo, no dµdó en capitalizar la confianza presidencial y
varones de esta actividad. En esta misma línea, y avanzando cronológica- diseñó, junto con otros técnicos, un plan sanitario cuyo eje fundamental fue
mente, María Esther Folco (2000) ha analizado esta actividad a partir de habilitar y construir centros hospitalarios, así como mejorar las condicio-
una historia de vida, y de ella deduce que, a pesar de existir un discurso de nes edilic.ias de los ya existentes.
profesionalización de la enfermería, hasta la década del 60 continuó pri- La a~pliación de la infraestructura sanitaria, a partir de 1946, requirió
mando el empirismo. Marcela Gené (2005) aportó al estudio de las enfer- personal idóneo para cubrir los distintos servicios habilitados y crear un
meras de la Fundación Eva Perón a partir de un análisis de la propaganda soporte técnico y administrativo que permitiera satisfacer las demandas
política. Ana Laura Martín (2008), por su parte, trabaja sobre la construc- de la acción sanitaria y perfeccionar los equipos que ya ocupaban cargos.
ción de la profesión y la analiza bajo la pauta de la feminización. La política de profesionalización fue encarada por la Escuela Superior de
Nuestra investigación pretende visualizar el intento de profesionalizar Salud Pública (1947). En ese proyecto, a las mujeres se les abrió un espacio
la enfermería desde dos ámbitos profundamente emparentados con espa- de inserción relacionado con la asistencia social, la puericultura, la mater-
cios políticos peronistas: las escuelas de enfermas de la Secretaría de Salud nología, la enfermería, para las que eran consideradas especialmente capa-
Pública (1947) y la 7 de Mayo, de la Fundación Eva Perón (1950). Conscien- citadas en función de las nociones de género imperantes en la época (Ra-
tes de que este recorte excluye otras escuelas que funcionaron durante ese macciotti, 2008).

¡,J¡
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El ideal pautado por Ramón Carrillo era que una enfermera atendiera no obstante su origen social, había decidido ayudar a las personas enfer-
cuatro camas, por lo que un hospital de cien camas necesitaría un mínimo mas. Su mención recurrente era también una forma de estimular a las
de veinticinco enfermeras. 1 Sin lugar a duda, esto planteaba un desafío clases más favorecidas a "dar el ejemplo" y optar por esta profesión. 4 Asi-
para la planificación sanitaria eri tanto no se sabía a ciencia cierta cuál era mismo, con su prédica social, el peronismo se propuso redefinir los perfiles
el estado real de la cuestión respecto de esa relación estadística, por lo cual de algunas profesiones en las que, como en el caso de la enfermería, se
era imposible establecer si se ajustaba a los estándares estipulados. La destacaba la vocación de servicio. La apropiación de ciertas ideas del cato-
invisibilización de esta profesión en los registros censales así como tam- licismo trasladadas a ese espíritu solidario, de ayuda al prójimo, de concre-
bién la dispersión de los datos en cada unidad formativa y hospitalaria ción laica del ideal cristiano, influyeron para que muchas personas se sin-
jugaban en contra del planeamiento. Aun sin una base documental feha- tieran convocadas por esta profesión. 5
ciente, era evidente que esa relación entre camas y enfermeras estaba muy En este marco se crea la escuela de enfermeras de la Secretaría de Sa-
lejos de cumplirse. lud Pública, a mediados de 1947. Da constitución de esta entidad fue una
Las investigacionE)s actuales señalan que, en el país, "el número de en- de las numerosas obras inauguradas como parte de la llamada "Primera
fermeras pasó de 8.000 en 1946 a 18.000 en 1953, aún lejos de las 46.000 Caravana Sanitaria". Este momento representó el primer y más claro in-
que preveía el plari" (Ross, 1988: 70). Esa diferencia numérica iba acompa- tento de la agencia sanitaria de mostrar un organismo eficaz que acercaba
ñada del problema de la calificación. Ya en 1945 Osear Ivanissevich-desta- "la salud" a las masas. Se inscribe en el período de ampliación de los servi-
cado médico y futuro ministro de Educación de la gestión peronista- plan- cioG sanitarios en un momento de redistribución económica. Asimismo, la
teaba que "nuestro nivel científico y técnico es igual al de los más hábiles creación de esta escuela de enfermeras estuvo coneétada con la sanción de
cirujanos del mundo, pero nuestra organización es aún muy deficiente. [... ] leyes sanitarias y, a su vez, con las que propiciaban un lluevo estatus para
Habilísimos cirujanos entorpecidos en su labor por la falta de anestesistas, la participación de las mujeres en la vida pública y política del país luego
falta de bancos de sangre, falta de preparadores, falta de enfermeras dies- de la promulgación de la ley 13.010 de derechos políticos de las mujeres
tras y responsables, falta de coordinación en el trabajo". 2 En este sentido, (Valobra, 2008).
son claras las afirmaciones de Ivanissevich: "La medicina argentina es una La necesidad de crear una escuela de enfermeras que dependiera de la
montaña, la enfermería argentina es un preCÍpicio. Tan triste conclusión órbita estatal fue una moción emanada de la Comisión de Cultura Sanita-
nos lleva a explicarla sosteniendo que los medios para enaltecer la enfer- ria -constituida a mediados de 1946- que proponía estudiar y unificar los
mería, si bien es cierto fueron dignísimos, como todo esfuerzo, carecieron múltiples títulos y programas de estudio existentes. 6 Ala sazón, se seleccio-
de efectiva utilidad por su carácter personal y esporádico". La solución, naron cincuenta enfermeras diplomadas para dar un curso de capacitación
entendía el médico, era la "formación, disciplina y jerarquía de la enferme- a las futuras docentes de la escuela de enfermeras (Molina, 1993: 131-133). 7
ra profesional". Las necesidades de la técnica médica y las problemáticas A partir de la creación de la Fundación de Ayuda Social Doña María Eva
sanitarias obligaron, entonces, a programar un tipo de intervención de mayor Du~e de Perón (FASEP), podemos establecer una relación entre ésta y la
envergadura, encarada incluso como política de Estado, para que la profe- Secretaría de Salud Pública. Sus vínculos tienen lugar en tres etapas dife-
sión no quedara librada al voluntarismo individual ni al empirismo en la rentes, que se relacionan a la vez con los cambios de dirección de esas ins-
formación. ,//___ ~,, tituciones, los que repercutieron en el despliegue de capacidades y en la
No obstante, algun9S,:prejuicios }le la época conspiraban en contra de tal
proyecto. Una enferméraeñtrevisG.da insistió en la asociación de esta prác-
tica con la "ma.lá. vida" en la que caían las mujeres de menores recursos. 3
4. "Los enfermeros deben ser considerados como colaboradores del médico", Médico Práctico,
Frente a este imaginario inexorable, los publicistas apelaban al caso de
IX, 104, Buenos Aires, 1953.
Nightingale, una mujer que había pertenecido a la a.Ita nobleza inglesa y,
5. Entrevista a Delia Oddo, enfermera del Ministerio de Salud, realizada el 2 de noviembre de
2006 por Karina Ramacciotti.
6. La Comisión estaba integrada por Segundo Rentería Beltrán, Nicolás Díaz, Roberto Boglia-
no, Jaime del Sel y la enfermera María Elena Ramos Mejía.
l. Ramón Carrillo, "Elogio de la enfermería", Enfermería, I, 1, octubre-diciembre de 1949, p. 4.
7. El curso duró tres meses y se dictó en el Instituto Costa Buero, dependiente de la Facultad
2. Osear Ivanissevich, Junto a mis enfermos, Buenos Aires, Amorrortu, 1945, p. 11. de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Las asistentes fueron becadas. Lo
3. Entrevista a Nilda Cabrera, enfermera de la Fundación Eva Perón, realizada el 27 de no- aprobaron treinta y ocho de las cincuentas enfermeras convocadas, entre ellas, quien tendría
viembre de 2006 por Adriana Valobra y Karina Ramacciotti. -como veremos- una destacada actuación en el tema.
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· p 1 lamente el subsidio que se extraía


modificación de sus lazos. En el primero, entre 1948 y 1949, se da una presupuestarias de la pnome:a. ara e asado' a la segunda. El cambio se
relación de complementariedad y colaboración entre ambas; en el segundo, de los juegos de azar y del casmo ~ue ~raspminarse Fundación Eva Perón el
entre 1950 y 1951, aparecen las tensiones y superposiciones de áreas de hizo notorio cuando la FASEP paso ª. ednoleyes sancionadas entre septiem-
. b d 1950 9 Una sene e
intervención; finalmente, desde la muerte de Evita hasta la renuncia de 25 de sept iem re e · (l y 14.044) aumentaron el por-
3 992 13 941
Carrillo a su cargo ministerial en 1954, se registran los momentos de ma- bre de 1950 Y agosto ~e 195 1. · :b. d. or la Fundación Eva Perón.10
yor antagonismo institucional. centaje de aquellos impuestos pt:1'~e ~~ifa en julio de 1952, se abrió un
Desde entonces Y hasta la muer . . , d las intervenciones de ambas
, . d t ·a y superpos1c1on e
periodo e compe enc1 . t d' na las atribuciones y los fondos
Colaboración y complementación (1948-1949) instituciones que, especialmente, apen, ierEo tre otras la ley 13_ . 992 (31 de
. b 1 F d ción Eva eron. n '
que maneJa a a un ª F d . ón la facultad de solicitar la ab-
El 19 de junio de 1948 surgió -formalmente, pues ya había tenido actua- 1
octubre de 1950) le otorgaba.ª a .un a~1 l uando se considerara capaz de
ción previa- la FASEP a efectos de proporcionar asistencia social a aquellos sorción de instituciones de asistencia socia c
sectores que, por diversas razones, estaban fuera del aparato asistencial cumplir sus funciones.U d . . stración sanitaria y la Fundación
estatal o sindical (Navarro, 1981; Plotkin, 1993; Stawski, 2004). El cambio de los lazos entre. 1a a mm1 t eríodo la crisis econó-
Los primeros vínculos entre la agencia sanitaria y la FASEP se hicieron Eva Perón puede remit~r a vanas r~zo:esi:~i::ri~~ción d~ ingresos. En el
públicamente manifiestos en la Primera Exposición de Salud Pública, rea- mica generaba la necesidad dle reorl1en .~r pr·es1'dencial los intereses políti-
- a para a ree ecc1on ' .
lizada a mediados de 1948 y organizada por la Secretaría de Salud. Los contexto d e 1a campan · , de que e amb'ic10 · so plan sanitario formulado
1
diferentes puestos de exhibición mostraron la evolución de las múltiples cos, sumados a 1a sensac1on . . pr1'vileaiara el traslado de in-
dependencias administrativas sanitarias y, por medio de gráficos e imáge- 7 t b · mpleto hicieron que se º~ .
en 194 es a a meo , ' 1 d 1 F daCÍón. A continuación rev1sare-
nes, señalaban los logros del primer año de funcionamiento. El verdadero gresos de la Secretaria de Sa u a a un
protagonista de este evento, sin duda, fue el secretario de Salud, quien mósestos aspectos. . . ~ a simultánea, la figura de Evita
mostraba características de una m,ªgnética personalidad. Allí, la FASEP contó :Est~ proceso no. es capncho~~ti e~c~;:_ sus intervenciones en distintas
con un stand en el que se establecía cuál era la función' de la institución crecera en popularidad y ~e m t p d 1 'rea sanitaria específicamente, el
respecto de la ayuda social y las relaciones establecidas con el organismo esferas (Navarro, 1981). espec. 0 ?, ª
esta en U:archa del Tren Sani-
sanitario. Los aspectos destacados eran la entrega de bienes alimentarios, momento culminant~ es la orgamz_ac10~ y:S~o el 14 de noviembre de 1951.
tario Eva Perón reahz~da ~ntre e¡ del g h~cía a la integración de zonas
1
máquinas de coser, bicicletas y juguetes. Sin embargo, no faltaban las "so-
luciones médicas'', como habilitación de servicios médicos, donación de El"éxito" del Tren Samtano, tan o e:r: o que . l como por el rédito po-
, . b d d s por el sistema nac1ona
ambulancias, entrega de pasajes para enfermos, piernas y brazos ortopédi- practicamente a an ona a F d ., E aPero'ndieramayorimportan-
. · d · l' , que la un ac1on V .
cos, prótesis dentales, anteojos y sillas de ruedas, así como medicamentos; lítico asoc1~ o, n~? ico 'lf 1 demandas sanitarias. Otro refleJO de
todo en número considerablemente elevado. 8 cía a la satisfacc1on de las mu ip es ., d r clínicos 12
En este período, la formación de enfermeras dependía de la órbita de la este vuelco estuvo dado por la ~nstr:,cc10n se:: {a Fund~ción Eva Perón
Secretaría de Salud. Recién al final de este período, la Fundación Eva Perón . Los orígenteelso'ndedel~o~~~~~: p~j=~ ;::~~~les e institucionales entre Ca-
creará su propia institución. Analizaremos sus características más adelante. tienen como

Tensión (1950-1951) . . t Karina Ramacciotti, en este volumen.


9. Véase el artículo de Carolina B1erna y . l , d 1946-1952 Buenos Ai-
, . M · respondiente a peno o '
10. Ministerio de Salud Publica,., emoria co~ M . desde el s de julio de 1948 al 31 de
Hacia 1949, las relaciones de la Secretaría de Salud Pública y la FASEP 9 2-114· también, Fundac10n Eva Peron, emoria
cambiaron de signo. A partir de este momento se redujeron las partidas res,
. . PP·b de 1953
' Buenos Aires, Busne11"1, 1953 .
d iciem re , Ai 1952 p 7
, tación eneral interna, Buenos res, ' . .
11. Fundación Eva Peron, Reglamen g d 1951 23 También en Memoria ...
. 3 B os Aires 15 de agosto e , P· · .
12. Mundo Peronista, 1, , uen l 1· l' . Presidente Perón en Avellaneda, el Evita en
Entre 1950 y 1954 se construyeron, e plo ~c ir:1:0 Presidente Perón en Catamarca y el 22 de
8. "Acción realizada por la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón", Archivos Lanús, el Eva Perón en San Martm, e e nmos
de la Secretaría de Salud, IV, julio 1948, pp. LXXXIX y XC. Agosto en Ezeiza.
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rrillo y Armando Méndez San Martín. En septiembre de 1946 se decretó la orientó la inversión pública de manera de destrabar la dependencia en
intervención de la Sociedad de Beneficencia, y Méndez San Martín se con- materias primas, energía, transporte y bienes de capital (Andrenacci, Fa-
virtió en su interventor. Dos años más tarde se creó la Dirección Nacional lappa y Lvovich, 2004: 95). Paralelamente al Segundo Plan Quinquenal, se
de Asistencia Social (DNAS) dependiente de la Secretaría de Trabajo y Pre- acentuaron los mecanismos de propaganda y adoctrinamiento político del
visión, en cuyo interior se integraron todos los institutos conectados a la gobfornó peronista. Este plan establecía como obligatorio el acatamiento
asistencia social que anteriormente se habían vinculado con la Sociedad de de la "doctrina nacional" para funcionarios y ciudadanos. También señala-
Beneficencia. Las dependencias sanitarias pasarían a la órbita sanitaria. ba que "el principio de organización está, pues, en la coordinación de todos
Años más tarde, Méndez San Martín se convertiría en administrador de la los elementos oficiales y particulares, dirigiéndolos a un mismo fin". 14 El
Fundación Eva Perón y luego en ministro de Educación (Guy, 2000). Estado buscaba maniobrar la crítica situación económica habilitando para
La escuela de enfermeras de la Fundación Eva Perón, finalmente crea- sí un papel de organizador de la distribución de tareas y, al mismo tiempo,
da en' septiembre de 1950,1 funcionaba en la Maternidad Peralta Ramos se evitaba una sobrecarga de responsabilidades.
-hospital controlado por la Sociedad de Beneficencia-y pasó a depender de Uno de los objetivos generales para el área de salud fue "proteger a la
la DNAS. Su director le propuso a TeresaAdelina Fiora, secretaria del servi- asistencia sanatoria privada, promover la asistencia médica privada para
cio, que la reorganizara. Entonces, la escuela pasó a denominarse 7 de Mayo los «pudientes» y encauzar y fiscalizar el desarrollo de los sanatorios priva-
en homenaje a la fecha en que había nacido Eva Perón. Es probable que dos".15 Así pues, cobraba fuerza el papel subsidiario que debería tener el
esta nominación pretendiera evitar las copiosas críticas que recibía la prác- Estado respecto de la asistencia médica privada. Si en 1947 el ideal había
tica de colocar el nombre de Evita o el de Perón a las obras públicas. No sido centralizar la asistencia sanitaria en manos estatales y nacionalizar
obstante, ayudaba a destacar determinadas fechas importantes en el ca- tanto lo~-h~~pitales privados como los dependientes de }as sociedades de
lendario político peronista y a invocar a Eva de manera implícita en la beneficencia, el escenario se modificó en el cambio de década. Más precisa-
fecha de su nacimiento. 13 mente en 1949, el recientemente designado primer ministro de Salud co-
Méndez San Martín, a la sazón, mantuvo desde ese momento una estre- menzó a mostrar más cautela en torno a la expropiación/nacionalización de
cha vinculación con Evita que, lentamente, minó las cordiales relaciones los hospitales de beneficencia y los hospitales privados. Consideraba que
que ésta había establecido con Carrillo. Aunque la cuestión no se reduce su incorporación y posterior mantenimiento llevarían a paralizar las obras
sólo a relaciones individuales, el hecho de que el entramado institucional que estaban planificadas para el futuro. Su propuesta giraba en torno a la
propiciara cierto tipo de lazos personales hizo que los conflictos que se sus- función subsidiaria que tendría que desempeñar el Estado ante la iniciati-
citaban en lo personal se trasladaran a lo público y viceversa. La sesión de va privada. 16
la escuela de enfermeras de la Sociedad de Beneficencia a la Fundación Fue en esta etapa en la que el conflicto entre Carrillo y la figura ascen-
Eva Perón parece haber quedado en el terreno de esas disputas. dente en el poder, Méndez San Martín, se manifestó más claramente luego
de la muerte de Evita. La relación inversa entre la presencia acentuada de
la Fundación Eva Perón y el menor peso del Ministerio de Salud Pública
Antagonismos (1952-1954) hablan a las claras de la virulencia de esa confrontación.
En 1952, mientras el Ministerio reducía sensiblemente sus espacios de
El último período comienza después de la muerte de Eva y termina con acción,.fa Fundación Eva Perón los ampliaba y lo dejaba explícito por me-
la renuncia de Carrillo en 1954. Aquí distinguimos nuevos actores que se dio c;lé normativas administrativas. La Reglamentación general interna de
disputan recursos cada vez más escasos en un contexto político profunda- la Jiundación Eva Perón estipuló tres funciones especialmente emparenta-
mente polarizado. El escenario se modificó en 1952 con el Segundo Plan defs con, la mujer, el trabajo y la salud. En, primer lugar, "prestar asistencia
Quinquenal. Este programa intentó "corregir" las consecuencias de los ses- médica-preventiva y curativa -con o sin internación- a toda persona que
gos excesivamente redistributivos de los primeros años, por lo que se re-

14. Presidencia de la Nación, Manual práctico del Segundo Plan Quinquenal, Buenos Aires,
13. La escuela se organizaba estructuralmente con un cuerpo directivo integrado por un direc- Subsecretaría de Informaciones, 1953, pp. 97 y 100.
tor general, una regente, un secretario general y un cuerpo de treinta profesores, autoridades 15. Memoria .. ., p. 51.
complementadas por diez preceptoras y un equipo auxiliar de taquígrafas. Servicio Interna- 16. Ramón Carrillo, "Política sanitaria argentina'', Archivos de la Secretaría de Salud Públi-
cional Publicaciones Argentinas (SIPA), Escuelas de Enfermeras, s/d. ca, IV, 3, septiembre de 1948, p. 212.
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carezca de recursos, procurando la mejor y más rápida atención y el más Aeronáutica). El edificio de la calle Bolívar fue usado como hogar de estu-
pronto reintegro a su hogar o a su trabajo". En segundo lugar, "dar aloja- diantes, y allí se alojaban las alumnas que provenían del interior del país.
miento transitorio o permanente a la mujer que trabaja o que esté imposi- En julio de 1953 este hospital fue entregado al ministro de Aeronáutica y la
bilitada de hacerlo; facilitar el recreo y descanso anual de la familia traba- escuela se trasladó al Centro de Investigaciones 'fisiológicas. Este último
jadora; atender las necesidades de la ancianidad y la vejez". En tercer lu- cambio no estuvo libre de tensiones entre el director del nosocomio de Pom-
gar, "fomentar y facilitar las prácticas deportivas de la infancia y propen- peya y el director general de Sanidad de Buenos Aires-Litoral. El director
der con ello al perfeccionamiento de las condiciones físicas de la población".17 del hospital solicitó que se la removiera, ya que en ese lugar se estaban
En 1954, como parte de su estrategia de legitimación, el Ministerio de edificando diferentes dependencias para habilitar el futuro Hospital Aero-
Salud Pública invocaba a los organismos internacionales para legitimar náutico y el funcionamiento de la escuela entorpecía su construcción. El
sus acciones en pro de la formación de enfermeras, aunque por entonces su director de Sanidad apoyó el rápido traslado de la escuela pero el ministro
escuela languidecía, puesto que sólo quedaba en ella un exiguo número de de Salud instó a que ésta se quedara donde estaba funcionando. Carrillo
estudiantes. 18 No obstante, la de la Fundación Eva Perón también entró en esgrimió: "Sírvase respetar la escuela como algo sagrado, ya que meterse
un proceso de debacle. con ella sería destruir un principio fundamental de la organización de la
Estas referencias generales al proceso sanitario y político son el escena- sanidad, que vale más que los cuatro consultorios precarios y los cuatro
rio en el que se despliega la profesionalización de la enfermería. A conti- médicos que irán allí para atender a poca gente". El tono de la respuesta del
nuación, presentaremos comparativamente algunos aspectos referidos al ministro permite advertir su malestar, a la vez que apreciar las limitaciones
funcionamiento de estas escuelas. Señalaremos las semejanzas y diferen- de la planificación sanitaria después de cuatro años de iniciada la gestión.
cias, así como la incidencia de los cambios institucionales y de las relacio- Una cultura del empirismo sanitario se contraponía con 11'1 profesionaliza-
nes entre el Ministerio de Salud Pública y la Fundación Eva Perón. ción de la enfermería que Carrillo intentaba llevar adelante: "¿Cómo pien-
san tener hospitales bifn organizados con mucamas disfrazadas de enfer-
a
meras?". En última instancia, Carrillo apeló sus propias atribuciones para
Características de las escuelas de enfermería resolver la cuestión "Mientras esté yo, no molesten a las enfermeras" (Moli-
na, 1973: 134). Esta expresión de su autoridad remite también a la disputa
El espacio y el nombre, entre el conflicto y el consenso con la Fundación Eva Perón del tercer período, ya sin la presencia física de
Evita y bajo la influencia de Méndez San Martín. Las "mucamas disfraza-
La ubicación de las escuelas fue cambiando a lo largo del tiempo hasta das de enfermeras" podían ser no sólo quienes no se capacitaban en la es-
ocupar un lugar definitivo. Sin embargo, estos datos no son meramente cuela del ministerio sino que también la frase podía estar haciendo alusión
anecdóticos si se tienen en cuenta las modificaciones y los conflictos políti- a las formadas en la escuela de la Fundación Eva Perón.
cos en los que estuvieron inmersos. La escuela de la Fundación tampoco fijó prontamente su sitio. Original-
En un primer momento la escuela de la Secretaría de Salud funcionaba mente, las clases teóricas se daban en Callao 1218. Hasta 1951 las estu-
en la calle Paraguay 2201. En junio de 1948 se trasladó a Bolívar 1120, sede diantes vivieron en la sala 5ª de la Casa Cuna; en 1952 pasaron al Policlíni-
en la que funcionó hasta 1951, cuando nuevamente se mudó al hospital co Presidente Perón en Avellaneda. Luego de la muerte de Evita, fueron
Beato Roque González en el barrio de Pompeya (hoy Hospital Central de trasladadas al policlínico 22 de Agosto en Ezeiza (cuadro 3). 19 A partir de
esta mudanza tuvo lugar un marcado cambio en el estilo de vida de las
internas. Al principio, sus deberes sólo se reducían a sus labores estudian-
17. En particular, 1) asistir a personas de pocos recursos para iniciar, continuar o completar tiles, pero en Ezeiza debieron dedicarse a otras tareas que ellas sintieron
estudios; 2) construir casas para familias necesitadas, y 3) crear y construir establecimientos como "denigrantes" a las que, además, se les sumaron las agotadoras jor-
educativos, sanitarios o recreativos. nadas que debieron cumplir durante el prolongado velatorio de Evita.
18. La Organización Panamericana de Salud (OPS) avaló "la acción del gobierno por los esfuer- En la escuela de la Fundación Eva Perón también se aprecia el cambio
zos para mejorar los principios y educación de la enfermería"; declaración de Fred Soper,
director de la OPS; "La enfermera: guía de Salud", Boletín del Día, 5 de abril de 1954, p. 531.
En esta misma línea se publicó la opinión de Agnes Chagas, asesora regional de enfermería de
la OMS; para quien la enfermería ofrecía atractivos a la mujer pues le permitía prestar "servi-
cios a la humanidad", brindaba estímulos personales, ofrecía oportunidades profesionales en 19. Entrevista a Clementina Gómez, ex enfermera de la Fundación Eva Perón, realizada el 31
el propio país y en el extranjero; Boletín del Día, 5 de abril de 1954, p. 531. de octubre de 2006 por Carolina Barry y Karina Ramacciotti.
130 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 131

nominativo. Los documentos de la Fundación enuncian que la escuela "se enseñanza y preparación de enfermeras". Creía, también, "que sería un
creó", pero no se menciona en ellos ningún antecedente. Como señalamos, error toda centralización técnica de enseñanza, esto es, que el Estado ya
lo que había sucedido era que la escuela pasaba a estar bajo su órbita tras sea nacional o provincial tomara a su cargo la tarea exclusiva de crear
la intervención de la Sociedad de Beneficencia. A partir de entonces pasó a escuelas". Era perentorio que la formación de las enfermeras se adecuara
denominarse 7 de Mayo. El 4 de mayo de 1953, y en consonancia con el al medio regional en el que se desempeñarían y, en el mejor de los casos, se
nuevo proceso de adoctrinamiento que describimos para el tercer período, formaran en él. En consonancia, el Estado tendría que organizar y perfec-
una disposición del consejo de la Fundación Eva Perón estableció que "la cionar la enseñanza por medio de subsidios y controles, especialmente en lo
escuela que Eva creó para mitigar el dolor de sus semejantes, sin reparar atinente a la formación técnica específica y mínima que pretendía para la
en credos, razas ni fronteras" se llamara Eva Perón. 20 Este cambio de nom- profesión. También, tendría que acreditar los títulos obtenidos y validar
bre tuvo lugar en el tercer período que caracterizamos por los intentos des- las graduaciones. El ministro estimulaba la "actividad privada, sobre todo
embozados del peronismo de hegemonizar el campo social con la figura de cuando es realizada por organizaciones de bien público". 22 Esta delegación
la primera dama o las instituciones que había creado. Una forma de encua- de responsabilidades hacia entidades privadas se acentúa durante el se-
drar, según diría Michael Pollak (2006), la memoria del presente. En ese gundo gobierno de Perón, en el marco de una restricción en el gasto público
trabajo de encuadramiento, la disputa por la herencia de Evita obligó a y un fomento al ahorro.
reposicionamientos que los actores políticos efectuaron para mantenerse En contraste con la propuesta ministerial, Evit.a había señalado que
en el poder21 (cuadro 2). deseaba que, en un futuro, la escuela de enfermeras fuera administrada
por la Confederación General del Trabajo (CGT), pues estaba "segura que al
entrar en esta institución, cada trabajador que se proponga acrecentarla
Objetivos, programas y convocatorias con nuevas creaciones, se juramentará para consolidarla y engrandecer-
la" .23 Es decir, eludía toda relación con entidades de bien público que no se
Los propósitos de cada una de las escuelas nos permiten identificar el relacionaran estrechamente con el mundo del trabajo. Se trataba de esta-
modo en que legitimaban su intervención, y autorizan también a compren- ·blecer una diferencia de la acción social que antes había encarado la Socie-
der sus diferencias y sus especificidades, desestimadas en general por la dad de Beneficencia. En este sentido, la Fundación recurría a la retórica
historiografía. del antes y el después de Perón, y señalaba todo lo anterior bajo el sfgi;.ücié
De manera contraria a lo que sostenía en otros ámbitos del diseño sani- la'.ciefraudación a los más humildes. La Fundación criticaba la tradicional
tario, Carrillo apuntó a que, en cuanto a la enseñanza de la enfermería, no escuela de enfermeras de la Cruz Roja, así como también los cursos dicta-
era necesario apelar a la centralización educativa. Oponiéndose a lo plan- dos en el ámbito universitario, una retórica que había sido muy habitual en
teado por el modelo norteamericano -caracterizado por la uniformidad de Evita respecto del conocimiento profesional y académico. Para ella, desde
la enseñanza de enfermería elemental en todas las escuelas de niñas del el siglo XIX, la oscuridad política encontraba su paralelo en el campo sani-
país-, Carrillo entendía que "todo hospital debe convertirse en un centro de tario, donde la población era olvidada y se discriminaba según el origen
social.
Para la Fundación Eva Perón no era importante el problema de los recur-' \
sos ni las variables estadísticas, cómo sí lo era para el Ministerio de Salud '
20. Fundación Eva Perón, Actas del Honorable Consejo de la Fundación Eva Perón, 17, sesión
especial, f. 120.
:I:ública. Según un folleto de la Fundación, la reparación social que venía a
21. En el marco de la disputa entre la Fundación Eva Perón y la Secretaría de Salud, Carrillo
ofrecer eljusticialismo era clave en la contraposición: "No está regida por el
intentó, también, mostrar su fidelidad a la memoria de Eva y reconquistar su decaído lugar. A 1,
í
concepto liberal que caracteriza al sistema capitalista, no cree ofrecer la li-
modo de eje¡nplo podemos señalar que las dos giras del Tren Sanitario en 1953 se denomina- \ 1 mosna de las almas que se suponen altruistas; no entiende que va a regalar
ron "Eva Perón". Según las publicaciones oficiales, existía una "comunión espiritual entre el I ¡ una ayuda a los pobres que se sienten abandonados por incapacidad o por
pueblo y el Tren Sanitario'', metáfora apenas disimulada de la de Evita, que se había autoeri- falta de adaptación social". El eje de su acción institucional se anticipaba al
gido en "puente de amor entre el pueblo y el líder". Las lógicas políticas se combinaron con la
racionalidad técnica para lograr "un clima de disciplina sin rigor y respeto mutuo", "Más de 1
35.000 personas lleva atendidas en Santiago del Estero el Tren Sanitario Justicialista Eva
Perón", Boletín del Día, 7 de octubre de 1953, p. 1661. En esta misma línea, en 1954, el minis-
tro de Salud instituyó el campeonato de fútbol Ramón Carrillo dirigido al personal de ese 22. R. Carrillo, "Elogio de la enfermería".
.\
ministerio; Boletín del Día, 20 de abril de 1953, p. 611. 23. SIPA, Escuela de Enfermeras, s/d.
132 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 133

"llamado de los necesitados, se dedica organizadamente a buscar á quienes alcanzar la proporción mínima estipulada. 28 En ese sentido, puede enten-
necesitan su auxilio, no supone que está regalando nada, entiende que la derse que los primeros pasos de la acción de la Fundación Eva Perón en la
razón de su existencia es la contribución cristiana a la reparación de la injus- enseñanza de la enfermería fueran bien recibidos por el Ministerio de Sa-
ticia social, de la cual se sabe un poco culpable por sentirse perteneciente a la lud, pues cuajaban con la lógica ministerial de complementación que carac-
sociedad que la produce". 24 Los supuestos argumentativos de la justicia so- terizó al primer período (1948-1949). Así, se reconoció la diplomatura que
cial se sostenían sobre la base de la doctrina social de la Iglesia, de la cual el se obtenía en esa escuela. Aunque las fuentes son discordantes, coinciden
peronismo se postulaba verdadero legatario. en señalar que en la escuela de la Fundación el número de egresadas era
Sin embargo, la propuesta de la Fundación coincidía con la del Ministe- mayor. Según Teresa Molina (1973: 128), se graduaron 217 enfermeras.
rio en la idea de profesionalizar la enfermería. Según una entrevistada, Este número cobra relevancia si se·, tiene en cuenta. que,. para 1948 ' las
,· '

ella solía expresar su idea acerca de los objetivos que tendría su escuela: treinta escuelas de enferm.erá.s existentes en la provincia de Buenos Aires
terminar con las "gallegas pinchaculos", en alusión a la escasa capacitación sumaban una matrícula dé 512 indivi~uos. 29 Esto demuestra la envergadu-
que presentaban quienes oficiaban las artes de la enfermería. 25 Qué enten- ra del emprendimiento dela Fundacibn Eva Perón y su voluntad de hege-
dería cada uno por esa profesionalización es lo que hizo colisión en más de monizar el campo de la enfermería a partir de tan importante expansión.
una oportunidad. La manera en que cada institución pensó y diseñó las metas educacio-
No obstante coincidir en algunos supuestos y en el objetivo de aspirar a nales incidió significativamente en la orientación programática así como
la justicia social, las escuelas de la Secretaría de Salud y de la Fundación también en el perfil de la convocatoria al alumnado~ a los docentes y a los
Eva Perón ho se unificaron: Un documento de la Fundación avanzó sobre directivos. La intención de la escuela de enfermeras del Ministerio era "for-
esta cuestión. La sanción d~ la ley 12.912 de 1946, que había dado origen mar personal auxiliar de la medicina, técnica y moralmente capacitado".3º
a la Secretaría de Salud, permitía que "la acción sanitaria, desde enton- Esta escuela parecía presentar un perfil más claramente técnico-profesio-
ces, marcha[ra] paralela con la labor de reivindicación social en el país". nal. Las preocupaciones estaban conectadas con la necesidad de satisfacer
Sin embargo, "cien años de atraso no pueden repararse en la República las demandas en los centros hospitalarios y en las actividades de difusión
Argentina por el mero hecho -por revolucionario que sea- de organizar la sanitaria -tanto en campañas de vacunación, educativas, talleres, escue-
salud pública". 26 Resulta altamente significativa esta descripción que, en las, etc.-. Los programas del Ministerio tenían una pesada carga teórica
un punto, señala las limitaciones de la práctica legal-formal; y no destaca evidenciada en la cantidad de materias y horas de clase que debían tener
ninguna acción sustancial en esta área, a pesar de la multiplicación de las alumnas. El régimen de estudio const(lba de tres años, durante los cua-
instituciones de salud durante los primeros años de haberse creado la Se- les se incluían clases prácticas obligatorias en servicios hospitalarios y cla-
cretaría de Salud. ses teóricas. Para estimular la entrada de postulantes a la escuela, algunas
Para el Ministerio, la posibilidad de que hubiera más enfermeras le per- mujeres recibían una be..ca.
mitía acercarse a la deseada proporción estadística "enfermera-número de Durante cada año lectivo se cursaban setecientas horas de clases teóri-
camas",. planificada hacia 1947. En efecto, no es un dato menor que las cas y novecientas horas de clases prácticas hospitalarias (cuadro 4). Una
promociones de la escuela de enfermeras de la Secretaría de Salud Pública de las materias que atravesaba el programa de estudio era Arte de la En-
fueran de un número muy acotado. Entre 1949 y 1951 egresaron treinta fermería, la cual contenía un alto contenido normativo y era impartida ex-
enfermeras: en 1949, cinco; en 1950, trece; en 1951, once, y doce en 1952. 27 clusivamente por enfermeras; lo que daba respuesta a un histórico reclamo
Aun cuando la ampliación de la planta hospitalaria -y con ella el número que se les hacía a los médicos. 31 La asignatura ofrecía conocimientos éticos
de camas- no se acercara a las propuestas de Carrillo, es indiscutible que de cordialidad hacia el paciente y nociones prácticas acerca de, por ejem-
éstas habían crecido significativamente en los primeros años y que, a ese
ritmo de graduación, la escuela oficial no iba a poder contribuir en mucho a
28. SIPA, Escuela de Enfermeras, s/d.
29. "Con la presencia del Ministro de Salud Pública fue clausurado el Congreso Argentino de
Enfermería. Discurso del Dr. Bocalandro", El Día, 6 de julio de 1949, p. 6.
24. SIPA, Escuela de enfermera¡;;, s/d. 30. "Reglamentación de la Escuela de Enfermería", Boletín de Calificaciones, y resolución
25. Entrevista a Nilda Cabrera realizada el 26 de julio de 1999 por Carolina Barry. 34.636 del 11 de marzo de 1951, Ministerio de Salud Pública de la Nación, Digesto de salud
26. SIPA, Escuela de enfermeras, s/d. pública, Departamento de Talleres Gráficos, t. n, p. 679.
27. Memoria, p. 170. 31. La inclusión de esta materia fue parte de la resolución aprobada en el Primer Congreso de
134 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra
Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 135

plo, cómo armar una bandeja, tender una cama, dirigirse a los pacientes,
existencia de esta materia estaba justificada en la idea de que las mujeres
desinfectar las habitaciones, otorgar cuidados especiales a los enfermos,
trasladarían sus "naturales" condiciones morigerantes a la sociedad; el go-
higienizarlos, etc. Este aspecto no era menor, ya que_ en la cos~ov~sión _d_e
bierno, entonces, debía asegurarse de que la manera de hacerlo no fuera
la época solía relacionarse a la enfermera con una actitud autontana, m1~1-
contraria a sus propios ideales. Las mujeres comprenderían que, gracias al
tarizada y poco considerada hacia el paciente, quien debía obedecerla sm
proceso histórico vivido desde la asunción de Perón al poder, ellas habían
cuestionamientos. 32 La amabilidad, los consejos suaves y la cortesía serían
recibido la soberanía popular como parte de la reforma política que él im-
las estrategias adecuadas para resolver la cotidianidad hospitalaria.
pulsaba. ···········.
Cabe señalar que la "obediencia" era entendida en diferentes planos.
El programa de la materia Formación Política)mfrió cambios en el trans-
Hacia los superiores consistía en "ponerse de pie ante su presencia, contes-
curso del segundo gobierno de Perón, cuando pasó a denominarse Doctri-
tando con corrección a sus preguntas y acatando sus órdenes". Para con el
na Peronista. Según hemos visto, es parte de la estrategia puesta en prác-
servicio y el centro hospitalario, "cuidar el orden y el aseo". Para con sus
tica durante el tercer período de "tomar la parte por el todo". De esta ma-
compañeras, se prohibía "el tuteo entre las alumnas en presencia de supe-
nera se respondía a un proceso de verticalización y adoctrinamiento parti-
riores y enfermos". 33
dario que había comenzado hacia 1949, cuando el universo simbólico del
El plan de estudios de la escuela de la Fundación Eva Perón se extendía
peronismo había comenzado a presentar tendencias a la unificación que
durante tres años y la estudiante podía, luego, aspirar a un título de espe-
colocaban al líder de gobierno en una posición privil.egiada y que encontra-
cialización de posgrado. En contraste con la del Ministerio, las materias de
rían en la inauguración, en 1951, de la Escuela Superior Peronista su más
la escuela de la Fundación Eva Perón estuvieron centradas tanto en temas
clara representación. En ese año, la obtención de una aplastante mayoría
· médicos como políticos. 34 Es decir, así como la técnica era clave en la profe-
en las elecciones presidenciales favoreció ese proceso. La politización, ins-
sionalización de la enfermería, también contribuía a esa profesionalización
cripta en marcos partidarios, fue parte consustancial del proceso de profe-
la formación política:. En la nueva Argentina justicialista, la politización
sionalización de la enfermería en la Fundación Eva Perón, aunque ello de
-o "peronización", con el tiempo devendría lo mismo- no podía ser ajen~ a
ninguna manera significaba resentir el contenido técnico-profesional. Ade-
ningún emprendimiento educativo. Ejemplo de las materias con contemdo
más, este proceso no fue exclusivo de la Fundación Eva Perón. En efecto,
político en la formación de las enfermeras de la Fundación Eva Perón son
la politización parece haber animado al Ministerio de Salud Pública amo-
las asignaturas Formación Política, y Defensa Nacional y Calamidades
dificar su código de enfermería en 1951. En él se invitaba a las enfermeras
Públicas. La primera pretendía enmarcar las actividades de las enferme-
a "participar con otros ciudadanos -y especialmente con los empleados de
ras en la nueva teoría de derechos femeninos. En efecto, la adquisición de
sanidad- en el trabajo y esfuerzo que representa fomentar la salud públi-
la ciudadanía política a partir de la ley 13.010 en 1947, más la efectiva
ca" en distintas jurisdicciones, así como también a cumplir sus deberes de
intervención electoral en 1951 y la movilización a través de los partidos y
ciudadana como votante y representante. 35
las entidades civiles conformaban un contexto insoslayable en el que debía
Ahora bien, incluir la enfermería en el marco de la movilización política
comprenderse la instalación del dispositivo educativo de la escuela de en-
de los primeros años del gobierno peronista no debe confundirse con las
fermeras. Se consideró perentorio formar a las jóvenes ingresantes pues su
actividades intercambiables que se realizaban entre la Fundación Eva Pe-·
futura intervención tendría ribetes políticos y sociales. En cierto sentido, la
rón y el Partido Peronista Femenino. Si bien existían vínculos, elespíritu
corporativo que animaba a estas instituciones no era fluido . .Asimismo, la
Enfermería realizado en el Colegio Nacional de la Universidad de La Plata el 5 de julio existencia de alguna enfermera devenida cuadro del Partido Peronista Fe-
de 1949. "Votos del I Congreso Argentino de Enfermería", Enfermería, I, 1, octubre-diciem- menino -o viceversa- no puede habilitar la generalización respecto de
bre de 1949, pp. 19-21. que la Fundación movilizó a sus militantes más entusiastas entre las en-
32. Enfermería, V, 18, enero junio de 1954, p. 18. fermeras (Ferioli, 1988). Además, en ese marco de movilización y atendien-
33. En el "Decálogo de la ética profesional de la enfermera" también estaban presentes la do a las características naturalizadas de las mujeres como sanadoras y cui-
obediencia absoluta y la lealtad que les debían al médico y a sus superiores; Enfermería, I, 4, dadoras de la nación, las enfermeras parecen haber cumplido los requisitos
julio-septiembre de 1950.
34. Entre las materias "médicas" como Higiene y Epidemiología, Anatomía y Fisiología, Se-
miología, Patología General Terapéutica y Enfermería, Primeros Auxilios, Cirugía y Medicina
Social, Enfermedades Infecciosas, Psiquiatría y Neurología, Obstetricia y Ginecología, Dieté-
tica y Puericultura, y cursos de especialización. 35. "Código de ética profesional para las enfermeras", Enfermería, II, 9, octubre-diciembre de
1951, p. 110.
136 Karina Ramaccíotti y Adriana Valobra
Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 137

más importantes para cubrir estos roles. Así, por ejemplo, su particip~c~ón técnico auxiliar necesario para proveer la gran demanda de los servicios
en actos oficiales no fue privativa de las de la Fundación Eva Perón. Si bien hospitalarios" sino que también tuvo al menos dos objetivos sustancial-
al comienzo tenían explícitamente prohibida la asistencia a estos eventos, mente diferentes de los de la escuela del Ministerio. Primero, se propuso
el Ministerio de Salud modificó esta postura. En efecto, entre las obligacio- impartir "los conocimientos mínimos que todo/a ciudadano/a debe poseer
nes enunciadas en 1947 se explicitaba que no se "podría distraer el tiempo en salvaguardar la seguridad individual, colectiva y aun del país entero".
destinado para la enseñanza concurriendo a desfiles, concentraciones u otros Es decir, sus propósitos eran más amplios que los de la escuela del Ministe-
actos públicos". Para la reglamentación de 1951 se mantuvo este punto :rio, ya que no sólo se pretendía la formación profesional sanitaria sino que
pero se agregó que esta norma podría ser obviada si "la Superioridad" lo se aspiraba a la movilización de las enfermeras en caso de conflictos políti-
solicitara. 36 Estos cambios están relacionados con las tareas de encuadra- cos y en las oportunidades en que se organizaron viajes "solidarios" a otros
miento a las que se asiste en el tercer período. países. 38
La otra materia de tinte político, Defensa Nacional y Calamidades Pú-
blicas tenía como objetivo que las enfermeras se convirtieran en las nue-
, vas h~roínas del orden y la salud del cuerpo social. La asignatura fue dicta- Requisitos de admisión
da por Francisco Fernández Rozas, quien volcó en sus clases la experiencia
adquirida en ámbitos sanitarios castrenses. Según él, las enfermeras eran Dado que la Fundación Eva Perón pensaba que las enfermeras inter-
la "reserva civil científica de la nación'', idea vinculada al concepto de "na- vendrían en momentos de conflictividad social, se consideró necesario que
ción en armas'', entendido como la "conjunción de potenciales, económicos, su estado de salud general estuviera preparado para afrontar situaciones
morales políticos, sociales, industriales militares y científicos en aras de un de gran exigencia física. Para ello estaban pautadas -sobre todo para las
ideal común; defender el patrimonio o acervo moral, material y territorial alumnas con régimen de internado- prácticas f;$'Ímnásticas. Luego de
de un país cuando es víctima de una provocación o agresión externa". Es las duchas, iniciaban las clases y, por la tarde, asistían a prácticas deporti-
decir, ya no era sólo el personal militar el que tendría que formarse para un vas con instructores. Entre los deportes que podían realizar se encontra-
eventual conflicto bélico, sino que el "elemento civil" tendría que ser educa- ban natación, básquet, remo y tenis. Asimismo, también realizaban prácti-
do en los "momentos de paz" para ocupar "su lugar" en "los tiempos de cas con perros adiestrados que colaboraban en el auxilio de urgencias. La
guerra". 37 Lo interesante es que el objetivo de la formación de las aspiran- preocupación por la "salud física" estaba relacionada con el segundo aspec-
tes a enfermeras no sólo era que aprendieran qué hacer y cómo hacerlo en to diferencial de la escuela de enfermeras· de la Fundación respecto de la de
caso de guerra, sino que esta educación se impartía también para enseñar Secretaría de Salud: el tipo de alumnas que podían aspirar al ingreso. En el
cómo debían actuar frente a las "perturbaciones que provocan las subleva- perfil diseñado por la Fundación Eva Perón, se tendía a reclutar en un
ciones y huelgas generales". Este aspecto indica la clara alusión del térmi- corte etario y social: mujeres muy jóvenes y preferentemente de condición,
no y la posibilidad de adaptar su significado a otro tipo de "perturbacio- humilde. La edad quedaba pautada entre dieciséis y veintiún años. Según
nes". Es decir, no sólo se las movilizaría en caso de provocación externa, u~ folleto de propaganda, Eva Perón encabezaba un "movimiento de verda-
sino que éstas también podrían actuar frente a "conflictos internos" que dera vindicación de la mujer en el campo cívico-social" y con él traía "apare-·
atentaran contra el orden social. Asimismo, esta posible movilización so- jada una nueva posición de la juventud femenina ante la realidad social".
cial y política de las enfermeras ante "las perturbaciones de las huelgas" es En efecto, parecía importante ofrecer a las jóvenes modelos menos centra-
llamativa dentro de un gobierno históricamente asociado a las demandas dos en vanidades materiales que exhibían públicamente como "culto de lo
de los trabajadores. Este aspecto echa luz sobre los matices y las ambigüe- exterior" y reforzar los "valores mora1es y esp1n. •tua1es d e 1a muJer
. ".39
dades dentro del peronismo.
Así ·1a escuela de la Fundación no sólo se abocó a "preparar el personal
'

38. Ibídem. Se realizaron viajes de ayuda social y sanitaria a Ecuador, Bolivia, Uruguay,
Colombia, Chile, Honduras, Paraguay, Austria, España, Francia, Israel, Italia, Grecia, Hun-
36. Boletín de Calificaciones y Digesto, p. 680. gría, Japón, Irlanda, Portugal, Alemania, Turquía, Checoslovaquia, Estados Unidos, Inglate-
37. Francisco Fernández Rozas, "Interés e importancia de la enseñanza de la asignatura De- rra, Holanda, El Salvador, Filipinas, Perú, República Dominicana, Cuba, Siria y Noruega
fensa Nacional y Calamidades Públicas en las escuelas de enfermeras y colegios secundarios", (Ferioli, 1988: 113).
El Día Médico, Buenos Aires, 19 de diciembre de 1949, pp. 2912-2914. 39. SIPA, Escuela de Enfermeras, s/d.
138 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 139

El límite de edad de las enfermeras del Ministerio era más amplio. Las
postulantes debían tener entre diecisiete y treinta y dos años. En 1951, ese
límite se extendió hasta los treinta y cinco años y es probable que esta
medida pueda explicarse como. un intento de lograr una convocatoria más
amplia en un momento en el que la Fundación Eva Perón había abierto su
escuela y su franja etaria era más reducida. Debían ser solteras o viudas
sin hijos. Ambos requisitos, el corte por edad y la condición civil, se asocia-
ban a la creencia de que toda mujer "normal" en su etapa de fertilidad
posee el "instinto maternal". Al no canalizarlo en la gestación y crianza de
sus propios hijos, trasladaría esas dotes "naturales" a la atención de los
enfermos. Asimismo, se suponía que las que fueran madres no podrían cum-
plir con las tareas socialmente asignadas a la domesticidad y el cuidado de
los hijos, pues eran incompatibles con los horarios y turnos de la práctica
de la enfermería.
Otro requerimiento era la relación entre talla y peso corporal. En la
escuela del Ministerio.esa relación era explícita. La altura tendría que ser Figura 7. Enfermeras del Ministerio de Salud. Fuente: archivo de Delia Oddo.
de entre 1,55 y 1,80 metro. Esta exigencia puede asociarse al fuerte peso
del discurso biotipológico que establecía ciertos parámetros físicos como
indicadores de la "normalidad". Este bagaje de ideas a través de las cuales su testimonio, en los años posteriores, la educación primaria completa fue
se aspiraba, por medio del uso de promedios cuantitativos, a obtener una un requisito excluyente. Otra enfermera, Nilda Cabrera, marcó insistente-
mayor racionalidad científica, se constituyó en un discurso discriminatorio mente que la escuela de la Fundación Eva Perón aceptaba chicas de dife-
que pudo haber excluido a ciertas aspirantes. Una enfermera egresada en rente "origen social". Aseveró que ella no hubiera podido entrar a las otras
1950 nos relató que no alcanzaba los parámetros reglamentarios (1,43 me- escuelas. Una marca de clase atravesó el discurso: "Los ricos todavía creen
tro), y que estuvo a punto de no ser admitida por la directora. Al serle qüe cada hijo trae [... ] su. pan debajo del brazo; y que donde comen tres
realizado el correspondiente estudio de salud y al darle éste resultados "ex- bocas, hay también para cuatro. ¡Cómo se ve que nunca han sentido de
celentes", "no les quedó otra que aceptarme", dijo Delia Oddo (figura 7). cerca la pobreza!". En este sentido, la escuela también buscaba diferenciar-
No obstante, estas cuestiones no eran privativas de la escuela del Mi- se de sus antecesoras de la Sociedad de Beneficencia. 41
nisterio. Si bien la de la Fundación no tenía una referencia explícita a estos Estas preocupaciones físico-etarias y sociales se materializaron en dos
requisitos, había una práctica que actuaba en este sentido. Según indica- aspectos: los uniformes y el régimen de organización. Los uniformes de las
mos en la apertura de este artículo, la propaganda de la escuela de la Fun- alumnas y egresadas de la Fundación Eva Perón tenían un di_13~~ño mu:y
dación tenía como modelo á una estudiante que más tarde obtendría reco- particular.. Había tres tipos: reglamentarios internos, de labor y de ga~a.
nocimientos en certámenes de belleza y modelaje -y que, de hecho, nunca Las entrevistadas recordaron con orgullo el uso del uniforme que las drn-
se recibió de enfermera-: Kouka, cuya imagen quedó plasmada en numero- tinguía y, en cierta medida, las asimilaba a un cuerpo militarizado. Una de
sas propagandas políticas y folletos. Asimismo, Nilda Cabrera recordó que ellas, Clementina Gómez, revivió con mucha emoción lo importante que fue
Evita "elegía" a las estudiantes más bonitas para párticipar en primera fila para ella el uso de los zapatos de marca Yoyse originales, indicador de igua-
en los desfiles (figura 6). lación social para sectores más postergados.
Respecto del origen social, la Fundación Eva Perón privilegiaba "ayu- Los uniformes de la escuela del Ministerio no contaron con variantes.
dar a las aspirantes de humilde origen". 40 Una de las enfermeras entrevis- No obstante en la normativa se insistía en el uso de guardapolvo y zapa-
tadas que ingresó en 1951, Clementina Gómez, señaló que ella no tenía la tos blancos, ~encillos y de taco chato (figura 7). Todo signo de la sensuali-
escuela primaria terminada y provenía de una familia de Tucum~n. Según

40. SIPA, Escuela de Enfermeras, s/d. 41. SIPA, Escuela de Enfermeras, s/d.
140 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 141

~ad femenina tendría que ser erradicado. De ahí que se recomendara lle- cristiano como si fuera propio. No obstante, éste, trasuntado en los escri-
var el cabello recogido con una redecilla y usar medias. Se prohibía explí- tos de la Fundación Eva Perón, tuvo escasos correlatos en las imágenes
citamente el uso de cosméticos y perfumes, joyas, o llevar las uñas largas que la misma institución difundió. En efecto, sólo es posible encontrar
Y esmaltadas. Sólo se aceptaba· el uso de desodorantes para evitar la trans- dos fotografías con un contenido cuasimístico: una, en la portada de un
piración. La "voz alta" y el "cuchicheo" eran sancionados, así como tam- folleto de difusión de la escuela de enfermeras; otra, en su interior. Por el
bién cruzarse de piernas mientras se usaba el uniforme. Éste fue impor- contrario, los escritos del Ministerio de Salud no eran elocuentes en sus
tante en términos de incrementar la obediencia y de brindar la imagen de referencias religiosas. Pero en los registros fotográficos -muy escasos e
cuerpo organizado. 42 insertos en la revista Enfermería- se aprecia una especial intencionali-
Ambas escuelas contaron con dos regímenes de organización: el exter- dad de mostrar la ceremonia de "las tocas" rodeada de un halo litúrgico,
no, para las alumnas con mayores recursos económicos y que vivieran en presidido por la figura del sacerdote y con la compañía de las "madrinas".
zonas cercanas, y el interno, inspirado en las propuestas de Florence En ellas se destaca el tono ritual y el simbolismo iniciático del pasaje de
Nightingale, para aquellas que no podían trasladarse. Las internas reci- mujer a enfermera. Es decir, bajo el discurso de la racionalización y la
bían alimentación, habitación, vestido y estudio gratuito hasta su gra- profesionalización de la eséuela del Ministerio, era posible encontrar el
duación. de la misericordia y la piedad cristianas.
Algunas notas distinguían este sistema de internado. Se intentaba aten- La Fundación Eva Perón becaba a alumnas argentinas y aspirantes la-
der la formación integral de las alumnas a fin de que se adaptaran a los tinoamericanas. En la escuela del Ministerio, las ·ayudas económicas se
nuevos destinos de la "patria". El alumnado arrastraba pautas de conducta otorgaron a las egresadas para perfeccionar sus estudios, privilegiándose a
indeseables adquiridas en su sÓ,cialización previa, y el régimen de interna- las más meritorias que, además, se adaptaran a los patrones físicos reque-
do propiciaba una reeducación que borraría aquellos aprendizajes para que ridos. A principios de 1951 un grupo de trece enfermeras fueron selecciona-
en el futuro las enfermeras pudieran ser multiplicadoras de un nuevo tipo das para concurrir al Memorial Center Hospital en Nueva York para reali-
de prácticas de ciudadanía. zar cursos de perfeccionamiento sobre atención a enfermos de cáncer. En la
El día de las internas de la escuela de la Fundación Eva Perón estaba revista del Ministerio de Salud Pública se publicaban los informes de las
rigurosamente organizado en pos de "cultivar el espíritu, la mente y las becarias en sus estadías. 44 En relación con esto último, una entrevistada,
condiciones físicas". Las alumnas tenían espacios colectivos como el come- Delia Oddo, recordó que había aspirado a una beca de perfeccionamiento
dor, la biblioteca, las terrazas; no obstante, las habitaciones eran indivi- ya que sus calificaciones eran sobresalientes, pero ésta le fue denegada por
duales, seguramente con el fin de evitar conductas sexuales "inapropiadas" no manejar el idioma inglés. Sin embargo, la enfermera agregó que para
que el aglutinamiento femenino podía propiciar (Valobra y Ramacciotti, otras aspirantes ese requisito no había sido excluyente y que, en su caso, el
2008). rechazo se había debido a su presencia física, pues era "bajita". La escuela
En los escasos escritos que conforman el acervo de la Fundación Eva del Ministerio tenía un claro perfil profesional, e incluso elitista en lo que
Perón, los principios cristianos fueron organizadores de las expectativas hacía a los requisitos educativos y físicos. La de la Fundación Eva Perón,
institucionales. En una rústica expresión se sostenía que una alumna de que tampoco había estado exenta de estereotipos físicos, aspiraba a un re-
la escuela de enfermeras de la Fundación, "siguiendo una costumbre ad- corte clasista que pretendía no sólo la habilitación de enfermeras
quirida bajo el justicialismo, no concibe completa su felicidad individual con una calificación probada sino también la provisión de un medio digno
si, antes de cerrar los ojos para el sueño reparador, no ha realizado un de vida a las jóvenes de los sectores más humildes, a quienes creía poder
examen de conciencia preguntándose qué ha hecho para la felicidad de formar con las mismas competencias técnicas que las que podían adquirir
los que le rodean, de la comunidad y de la patria". 43 El peronismo articuló, las mujeres de origen más acomodado.
hasta la crisis con la jerarquía eclesiástica en 1954, el discurso religioso

42. Ministerio de Salud Pública de la Nación, Escuela de Enfermería, Boletín de calificacio-


nes, s/f. Agradecemos a Delia Oddo habernos cedido este valioso material. 44. "Enfermeras argentinas viajan a EE.UU. Asistirán a un curso de dos años", Enfermería, II,
43. SIPA, Escuela de Enfermeras, s/d. 6, enero-marzo de 1951, p. 22.
142 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 143

La feminización. de la enfermería ción Eva Perón ocurría otro tanto y una mujer, Teresa Adelina Fiora, diri-
gía el establecimiento. Esta presencia femenina en puestos de dirección
En la actualidad, la presencia femenina en el campo de la enfermería es sintonizaba con lo que ocurría en el gremio docente. Sin embargo, también
mayoritaria: el 70 por ciento son mujeres (Wainerman, 1991). Si bien exis- debe considerarse la influencia del modelo inglés y la incidencia del discur-
tía una larga tradición de feminización de la actividad a la luz de la in- so de género de la época, que suponía que las mujeres eran "buenas admi-
flu~ncia del sistema Nightingale, fue un proceso extenso y heterogéneo. En nistradoras" de recursos económicos y de grupos humanos, a los que les
la cmdad de Buenos Aires a principios del siglo XX la enfermería se mantu- imprimirían pautas de orden y moral.
vo sobre un discurso sexista bien estructurado; que asignó rasgos femeni- Según la mayoría de los estudios, el discurso del gobierno peronista con-
nos a la ocupación. Se suponía que las mujeres poseían condiciones natura- minaba a las mujeres al hogar como lugar preponderante de la realización
les de abnegación, suavidad, paciencia, minuciosidad y orden. Estos ras- maternal -la biologización de su condición femenina-, nunca superior a
gos, además, eran necesarios para el mejor desempeño de la ocupación ningún otro fin. En este sentido, la relación mujer-mundo laboral fue con-
(Wainerman y Binstock, 1992). Algunos hechos que confirman este proceso tradictoria. La visión de la enfermería como un trabajo sería tan conflictiva
de feminización tuvieron lugar también durante el período estudiado como aquélla. Por un lado, la Fundación Eva Perón a través de su escuela
Los varones ocupaban puestos en la práctica hospitalaria. Por ejemplo, se había propuesto brindar a las mujeres no sólo una formación técnica
la escuela de enfermeras de la Cruz Roja no restringía el ingreso por razo- sino también un modio de vida que las alejara de la inmoralidad; es decir,
nes de sexo, pero los programas con que se manejaba contenían claras dife- 11 la enfermería era un trabajo. Por otro lado, el Ministerio de Salud Pública,
renciaciones. Los varones debían cursar Venereología y Educación Sexual· 1 al colocar como objetivo preponderante la profesionalización, remitió direc-
las .mujeres, Maternología e Infancia. 45 Asimismo, bajo la órbita del Minis~ tamente a la inserción laboral.
terio de Salud de la provincia de Buenos Aires funcionaba una escuela de La relación enfermería-trabajo sufrió transformaciones durante el pe-
enfermeros y enfermeros paracaidistas que tampoco hacía distingos ríodo: se superpusieron significados y no siempre se ampliaron los dere-
de sexo. 46 chos de las enfermeras como trabajadoras. Por ejemplo, en las recomenda-
Distinto fue lo sucedido en el ámbito nacional, en el que la reglamenta- ciones del Primer Congreso Argentino de Enfermería (1949) se privilegió la
ción de la escuela del Ministerio especificaba que el personal debía ser "es- adjudicación de becas a jóvenes de los distritos rurales para la educación
pecialmente del sexo femenino". 47 Sin ser del todo excluyente, la preferen- en enfermería, a las que se les aseguraba a posteriori un puesto "digna-
cia significó la exclusividad de mujeres en el alumnado. Las convocatorias mente remunerado en las zonas rurales". 49 Tímidamente, y pensado sólo
por medio de afiches y radio interpelaban a las argentinas. Un folleto sos- para el espacio rural como un estímulo para que la población se arraigara a
tenía que "en nuestro país hacen falta enfermeras, pléyades de enfermeras él, aparece la idea de remunerar la tarea de las enfermeras, que matizaba
eficazmente preparadas; los hospitales y centros de sanidad del país recla- las ideas del don, del servicio, etc. No obstante, un año después, la revista
man y nuestros enfermos claman por ellas". 48 del Ministerio de Salud difundía el "Decálogo de ética profesional para las
El plantel administrativo-directivo estaba constituido exclusivamente enfermeras". Éste borró toda idea acerca de la enfermería como trabajo
por mujeres, no así el equipo docente. Así, la dirección de la escuela de remunerado. Más bien, allí predominaron las prescripciones que destaca-
enfermeras del Ministerio estuvo a cargo de María Elena Ramos Mejía hasta ban los deberes de las enfermeras en la estructura jerárquica de la medici-
septiembre de 1947. Tras su renuncia, asumió Teresa María Molina. Am- na y su carácter de auxiliares en las tareas médicas. Asimismo, abundaba
bas fueron las únicas mujeres que ocuparon cargos en la estructura admi- en recomendaciones de moralidad y se insistía en la esencialización de do-
nistrativa de salud pública CRamacciotti, 2008). En la escuela de la Funda- tes supuestamente natÍlrales acerca de la vocación de servicio, la sensibili-
dad, etcétera. 50 •
En 1951, y al calor del discurso de la profesionalización y el nuevo esta-
45. Boletín de la Cruz Roja Argentina, 3, noviembre-diciembre de 1948, pp. 14-17. tus de la mujer en el ámbito público, el "Código de ética profesional para
46. Ministerio de Salud Pública de la provincia de Buenos Aires Memorias La Plata 1947 p
53. ' ' ' ' .
4 7. "Reglamentación de la Escuela de Enfermería", Boletín de calificaciones y resolución 34.636
del 11 de marzo de 1951, en Ministerio de Salud Pública de la Nación, Digesto de Salud Públi- 49. "Votos del Primer Congreso Argentino de Enfermería", I, 1, Enfermería, octubre-diciembre
ca, Departamento de Talleres Gráficos, t. rr, p. 679. de 1949, p. 21.
48. Enfermería, 1, 2, enero-marzo de 1950, p. 57. 50. "Decálogo de ética profesional", Enfermería, 1, 4, julio-septiembre de 1950, p. 111.
144 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 145

enfermeras" combinaba sus formulaciones respecto de la superación en ca- en prácticas que no considere éticas". 54 Los límites de acción entre ambos
pacitación técnica y la retribución por la tarea, pero insistía en ver la enfer- planteaban un modelo bipolar desigual en el que la enfermera se subordi-
mería como servicio. Es decir, la apuesta a la profesionalización -técnica- naba al médico (Ramacciotti y Valobra, 2004: 51).
no tenía un claro perfil profesional en términos laborales. Respecto de la No obstante, este modelo jerárquico y bipolar presentaba fisuras en la
vocación de servicio, el Código entendía que la enfermera debía abocarse de práctica puesto que en ella las mujeres mostraron sus estrategias de empo-
lleno a su papel tanto en el ámbito hospitalario como en su hogar, ya que se deramiento. Una de las entrevistadas sugirió que la tarea del médico ter-
destacaba que "la enfermera, en su vida privada, debe obrar con un nivel minaba cuando el paciente salía de la sala de operaciones: "Operaban y no
de moral personal que acredite su profesión".51 Respecto del salario, y dado les daban más bolilla". La entrevistada recuerda que en un caso concreto la
que se consideraba que esta tarea requería de una "remuneración justa y
1
recuperación del paciente habría sido imposible sin .su intervención. Este
apropiada", se instaba a no aceptar propinas ni sobornos -que, de todas reconocimiento de ·un poder profesional y concreto· sobre el cuerpo de las
formas, parecen haber sido comunes--. personas no era agradecido por los médicos; por lo que destacó -como una
Nuevas consideraciones se montaban sobre viejos tópicos acerca de la excepción- que el cirujano a cargo del servicio le envió una carta personal
enfermería y la condición femenina. En este sentido, parece haber resulta- de agradecimiento "por haberle salvado al enfermo", dijo Delia Oddo. De
do difícil romper con ciertos posicionamientos hegemónicos que veían a la este modo, la abnegación y dedicación al paciente era un modo de jerarqui-
enfermera en términos de relación complementaria con el médico: "La ima- zar su rol de enfermeras.
gen de las enfermeras delinea un nuevo modelo de mujer que se acerca al Otro ejemplo de ese empoderamiento se observa en la sección "Usted ...
modelo del varón protector de la sociedad: el médico-soldado. [... ] La inclu- ha sido testigo" de la revista Enfermería. Una viñeta humorística muestra
sión de estas mujeres en ese universo aséptico, racional, higiénico, saluda- con sarcasmo a una enfermera voluptuosa, con gestos adustos y voz eleva-
ble, jerárquico y disciplinado se realiza de modo complementario, no igua- da que recrimina a un enfermo -delgado y transpirado por su enfermedad-
litario, y por lo tanto subordinado a esa figura masculina" del médico (Ra- avergonzándolo frente a los otros pacientes por no cumplir los requisitos
macciotti y Valobra, 2004: 50). para realizarse estudios (figura 8):
En su discurso en el Primer Congreso de Enfermería, Carrillo sostuvo:
"Junto al dolor estará el médico y la mujer". 52 Una lógica de la complemen-
tariedad traducía la jerarquía implícita en esa visión al referirse al médico
como el que reintegraba la salud y a la mujer, sin establecer su adscripción
profesional, como la que "ayudaba". En la representación más simbólica, y
aun cuando la evidencia mostraba una creciente participación femenina en
la medicina, así como la enfermería se asimilaba a una feminización, el
ei?calafón médico se identificaba con una masculinizaci6n. El médico Car-
los Pereyra insistía en definir: "Hasta dónde la enfermera y desde dónde el
médico", y reforzaba que.la "enfermera sepa siempre ubicarse en la situa-
ción expectante, atenta a las prescripciones que el médico le formule ... sólo
debe actuarse de acuerdo a concretas instrucciones del médico". 53 En el
mencionado "Código de ética profesional de las enfermeras" se señalaba su
"obligación de llevar a cabo las instrucciones del médico inteligentemente,
de evitar malos entendidos o inexactitudes y de rehusar su participación
Figura Nº 8. "Usted ... ha sido
testigo". Fuente: Eluira de Bono
e Isabel de Sarrie, "Usted ... ha
5L "Código de ética profesional...", pp. 109-110. sido testigo", Enfermería, V, 18,
..__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __. enero-junio de 1954, pp. 18-19.
52. R Carrillo, "Elogio de la enfermería", pp. 3-4. También "Los enfermeros deben ser conside-
rados como colaboradores del médico", Médico Práctico, IX, 104, Buenos Aires, 1953.
53. Carlos Pereyra, "Curso de enfermería sanitaria del Ministerio de Salud Pública de la
Nación", Archivos de Salud Públi:a, VI-VIII, Buenos Aires, 1949-1950, p. 279. 54. "Código de la ética profesional...", p. 109.
lj !

146 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra


Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 147

Durante los años peronistas la formación de las enfermeras quedó aso- institucionales que lo caracterizaron y, a la vez, la férrea voluntad de llenar
ciada al mundo. delas mujeres. Esto no supuso un quiebre con la visión de contenido el concepto de profesionalización en la voz de dos de las figu-
patriarcal, ya que se siguieron reproduciendo los esquemas jerárquicos Y ras más importantes del concierto político de aquel entonces. En efecto, así
bipolares. No obstante, muchas de estas mujeres habían, tácita o explícita- como Evita pretendía acabar con las "gallegas pinchaculos" y en esa enun-
mente violado las normas que regían las comunidades donde vivían al aban- ciación volvía al locus del peronismo acerca del pasado oprobioso y el futuro
donar los roles tradicionales de madre y esposa, aun cuando la enfermería justicialista promisorio, Carrillo aludía a las "mucamas disfrazadas de en-
pudiera pensarse como una extensión de las tareas de la maternidad. E~las fermeras" para dar cuenta de un cierto tipo de ejercicio de la enfermería
no sólo eran independientes económicamente sino que algunas hasta eJer- que lejos estaba del nivel de excelencia que se propiciaba en la escuela del
cían posiciones de cierto prestigio social en tanto que ocuparon cargos di- Ministerio que él dirigía. La periodización ofrecida señala las tensiones
rectivos importantes y tuvieron un lugar de poder en la estructura buro- entre la Secretaría de Salud Pública -luego Ministerio- y la Fundación
crática del Estado y de los centros hospitalarios. En cuanto a su formación, Eva Perón. Cada una privilegió distintos ejes para la consecución de la
se buscó una "educación integral" para la cual lo técnico se uniera con la formación de las enfermeras: la primera intentó un perfil más técnico y la
práctica hospitalaria y, en el caso de la Fundación Eva .Perón, la formac~~n otra, uno más político. Sin embargo, como hemos visto, la escuela del Mi-
política, la práctica de deportes y la enseñanza de noc10nes de conducc10n nisterio no estuvo exenta de conexiones más políticas, en particular hacia
de automóviles y motos tuvieron un importante lugar en la currícula (figu- fines del segundo período; así como la de la Fundación Eva Perón tuvo un
ra 9). perfil técnico-profesional avalado por el propio Ministerio. No obstante,
después del golpe de 1955, estos matices e imbricaciones se diluyeron y
pareciera ser que la escuela del Ministerio, así como la figura del ministro,
salieron mejor paradas después de los primeros momentos de virulencia
antiperonista del gobierno de facto. Las recibidas en la escuela de enferme-
ras del Ministerio continuaron desarrollando actividades laborales en ám-
bitos públicos. Un ejemplo paradigmático es el de la directora de esta es-
cuela, María Teresa Molina, quien continuó ejerciendo su cargo hasta 1968.
En cambio, las enfermeras de la Fundación Eva Perón vieron cerrarse
muchas puertas y tuvieron que privilegiar el ámbito privado para su des-
empeño.
Ambas escuelas, además, estuvieron condicionadas por cierta mirada
acerca de la vocación y el espíritu de servicio que tradicióp.almente signó
esta tarea a medida que sufría el proceso de feminización,! paralelamente
al de invisibilización que padecían los varones que, si bien eran cada vez
Figura Nº 9. Desfile de menos, no estaban ausentes. En efecto, desde una perspectiva de género
enfermeras de la hemos resaltado cómo la manera de pensar la enfermería, sus objetivos,
Fundación Eva Perón. espacios y reglas estaba relacionada con un cierto modelo acerca de las
Fuente: SIPA, Escuela de expectativas sociales de los roles sexuados. En este marco, las instituciones
Enfermeras, s /d.
indagadas consideraron la enfermería como trabajo y reflexionaron sobre
la relación entre la feminización de la profesión y las bajas remuneracio-
nes, la sobreocupación horaria, la informalidad y la precarización de las
Consideraciones finales enfermeras y de sus contextos laborales. Ambas instituciones fortalecieron
una ética del cuidado con la que tradicionalmente se asoció a la sensibili-
Los estudios sobre la enfermería revelan que la aspiración a la profesio- dad femenina, trasladándola en este caso no al ámbito doméstico sino a la
nalización es actualmente muy problemática. Nuestro trabajo sÓbre un esfera publiea. La mujer contribuía, así, a la salud del cuerpo social y a
momento de la historia de ese proceso muestra un recorrido sinuoso. Du- la defensa nacional. Estos son aspectos resaltados por las investigaciones
rante el período en estudio hemos relevado los atravesamientos políticos e que analizan la profesionalización de la enfermería como un proceso en
el que no se diferencian los espacios formativos.
148 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra Profesión, vocación y lealtad en la enfermería peronista 149

una publicación médica de 1953, la enfermería era una práctica Anexo


asociada a la "falta de mor.al y a la existencia de relaciones ilícitas con los
médicos". El de enfermera era considerado un "trabajo inferior" y se lo ubi-
caba en el mismo escalón que el de la "sirvienta". La retribución era poco Cuadro 1
atractiva, ya que era "muy inferior a la que sin ningún estudio se gana en Escuelas de enfermeras destacadas en la primera mitad del siglo xx
una fábrica o en un comercio, sin exponerse a peligrosos contagios". 55 Asi- ~·

Escuela de enfermeras Año de de creación


mismo, ese mismo año, Hercilia Rodríguez Brizuela -miembro de la escue-
la de enfermeras del Ministerio de Salud- destacó que las "llamadas enfer- Escuela de enfermería del Hospital Británico 1908
meras" habían sido formadas "empíricamente y por lo general carentes no Escuela de enfermeras de las Obras de la Conservación de la Fe:
Alicia Rodríguez de la Torre de Noceti 1914
sólo de los conocimientos básicos más esenciales, sino del elemental senti- Escuela de enfermeras del Hospital Parmenio Piñero 1918
do de la ética profesional". 56 Estas consideraciones revelan las dificultades Escuela de enfermeras de la Cruz Roja Argentina 1920
que podía arrastrar un emprendimiento como la profesionalización de la Helena Larroque de Roffo 1924
enfermería, incluso con las notables energías que esta tarea demandó du- Escuelas de nurses del Hospital Campamento Central en Tartagal 1937
Escuela de enfermeras de la Facultad de Ciencias Médicas
rante los gobiernos peronistas. de la Universidad de Litoral 1940
Finalmente, es interesante mencionar que en la historia que actual-
mente se construye desde algunas asociaciones de enfermeras se reivindi-
can los principios fundacionales de dos entidades, en principio no emparen-
tadas ideológicamente: la escuela de enfermeras fundada por Cecilia Grier-
son y la fundada por la Secretaría de Salud bajo la dirección de Carrillo. Cuadro 2
Cambios de residencia y nombre de las escuelas del
Aunque el aporte de esta última fue ínfimo en cuanto al número de egresa-
Ministerio de Salud Pública
das, distintas publicaciones actuales remiten a la influencia que tuvo. El
discurso de Carrillo titulado "Elogio de la enfermería" parece haberse con- Período Año Ubicación Denominación
vertido en referente de una profesión que hasta nuestros días no merece
reconocimiento. 1 1947 Paraguay 2201 Escuela Superior de
Salud Pública
Este artículo intentó reflexionar sobre cómo la enfermería fue una pro-
fesión sumergida en una aguda disputa política, que las dificultades actua- 11 Junio de 1948 Bolívar 1120
les para la llamada "profesionalización" muestra. El análisis de este fenó-
meno irrumpe de lleno en el campo sanitario pero también lo desborda, ya 111 1951 Hospital Beato Roque González
Centro de Investigaciones Tisiológicas
que nos permitió pensar la situación de la mujer en relación con diversas
categorías desde las cuales se la interpeló. En el más largo plazo, recupera-
mos una identidad histórica, contingente, a fin de restituir el papel de las
mujeres como sujetos sociales a lo largo de la historia, primer paso para
comprender el modo en que una sociedad piensa a las mujeres y cómo ellas Cuadro 3
se ven a sí mismas y se proyectan a futuro. Cambios de residencia y nombre de las escuelas de la Fundación Eva Perón

Período Año Ubicación Denominación

1 1948 Callao 1218


Sala 5ª de Casa Cuna, Capital Federal 7 de Mayo

11 1952 Policlínico Presidente Perón, Avellaneda,


provincia de Buenos Aires
55. "Los enfermeros deben ser considerados como colaboradores del médico", Médico Práctico,
IV, 104, Buenos Aires, diciembre de 1953. 111 1953 Policlínico 22 de Agosto, Ezeiza, provincia
56. Hercilia Rodríguez Brizuela, "¿Es susceptible de mejoras nuestro sistema hospitalario", de Buenos Aires Eva Perón
Enfermería, IV, 16, julio-septiembre de 1953, pp. 97-100.

i i
150 Karina Ramacciotti y Adriana Valobra

Cuadro 4 Dos estrategias de domesticación de la mujer joven


Materias de la escuela de la Secretaría de Salud Pública
trabajadora: la Casa y el Hogar de la Empleada
Año Materias teóricas Práctica hospitalaria

Primero Anatomía y Fisiología Arte de Enfermería OmarAcha


Física y Química Biológica Esterilización
Microbiología Parasitaria Asistencia
Higiene Aplicación
Esterilización Obediencia
Historia de la Enfermería Aspecto Personal
Deontología Servicio Hospitalario
Psicología
Salud Pública

Arte de Enfermería
Introducción
Segundo Arte de Enfermería
Farmacología y Toxicología Enfermería Clínica
Enfermería Clínica Enfermería Quirúrgica El catolicismo social en la Argentina reconoció tempranamente la im-
Enfermería Quirúrgica Asistencia portancia de las mujeres trabajadoras para la política y la cultura urbanas.
Dietética Aplicación
Obediencia
Dos figuras eclesiásticas sobresalieron en el período de entreguerras: Gus-
Arte Coquinario
Organización Sanitaria del país Aspecto Personal tavo Franceschi (1881-1957) y Miguel de Andrea (1877-1960). El primero
Salud Pública Servicio Hospitalario fundó en 1917 el Centro Blanca de Castilla, impulsor de la sindicalización
Arte de Enfermería católica de las mujeres. El segundo creó en 1922 la Federación de Asocia-
Puericultura
ciones Católicas de Empleadas (FACE). Ambos siguieron una extensa tra-
Tercero Infecciosas Enfermería de Enfermedades yectoria en el catolicismo social local: Franceschi como asesor del secreta-
Ginecología Infecciosas riado Económico-Social de la Acción Católica, establecido en 1934; De An-
Enfermería Obstetrica Enfermería Ginecológica drea, en la FACE y su Casa de la Emplead~.
Enfermería de Niños Enfermería Obstétrica
Enfermería de Niños
El peronismo de los años fundacionale$ del trienio 1943-1946, aunque
Enfermería Neuropsiquiátrica
Enfermería Oftalmológica Enfermería Neuropsiquiátrica incluyó a las mujeres trabajadoras en la's invocaciones destinadas a esta-
Enfermería Otorrinolaringológica Enfermería Génito-urinarias blecer una base social para el movimiento construido alrededor del coronel
Enfermería Génito-urinarias Enfermería de Piel Juan Domingo Perón, estuvo orientado a captar a las organizaciones obre-
Enfermería de Piel Enfermería Radiofisioterapia
Enfermería Salud Pública
ras mayoritarias, donde existía una clara preponderancia masculina. No
Enfermería Radiología y FisiotE'rapia
Enfermería Salud Pública Obediencia obstante, la sociedad política peronista, esto es, la red de instituciones en
Aspecto Personal que prosperó la compleja, lealtad populista, reconoció en las mujeres una
Aplicación zona de producción de hegemonía crucial. La incorporación adquirió pri-
Fuente: Elaboración propia basada en Boletín de calificaciones.
mera importancia con la sanción legislativa, en septiembre de 1947, del
sufragio femenino, que extendió enormemente la democracia representati-
va. Otro factor esencial fue la aparición pública de Eva Perón, que desagre-
gó la sociabilidad política hasta entonces universalizada en el sujeto mas-
culino e introdujo un clivaje de género que será una marca indeleble de la
cultura política argentina.
El catolicismo social y el peronismo colisionaron en el terreno de la so-
ciedad política. Las jerarquías peronistas y católico-eclesiásticas hicieron
hasta el fin del decenio grandes esfuerzos por suavizar las tensiones es-
tructurales de dos ideologías genéricamente antiliberales conviviendo en
una misma sociedad (Bianchi, 2001). El catolicismo, con su aparato institu-
[ 151)

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