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LA POLITICA DE LA MEMORIA:

EL MOVIMIENTO
DE DERECHOS HUMANOS
Y LA CONSTRUCCION
DEMOCRATICA
EN LAARGENTINA

Elizabeth Jelin *

* Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) 1


Universidad de Buenos Aires.
Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?
Jorge Luis Borges,
"Límites", El otro, el mismo

Introducción1

En el contexto de la violencia política reinante en la Argentina a


mediados de los años setenta, que culminó con el el golpe de Estado
de 1976 y la violación masiva y sistemática de derechos humanos
durante el gobierno militar, se fue conformando un nuevo actor
colectivo: de manera casi invisible y escondida al comienzo, ganando
paulatinamente mayor visibilidad y centralidad política, la movili-
zación por la cuestión de las violaciones a los derechos humanos fue
ocupando un lugar significativo en el espacio público en la Argenti-
na. Durante la dictadura militar (1976-1983), el movimiento desa-
rrolló una variedad de tareas: la denuncia y protesta abiertas, la
contención a víctimas y familiares, la difusión de la información
sobre la magnitud de las violaciones, la organización de la solidari-
dad y la promoción del tema a nivel internacional. A partir de 1983,
las tareas del movimiento cambiaron, aunque su objetivo central de
defender los derechos humanos y protestar frente a violaciones,
permaneció. Su acción tuvo un papel fundamental en la conforma-
ción de la agenda de demandas sociales de defensa de los derechos
humanos, siendo el actor fundamental en la definición misma del
sentido de la expresión "derechos humanos". Sin embargo, dadas las

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Pablo Azcárate y Marcelo Leiras participaron activamente en la preparación
de este trabajo.

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nuevas demandas institucionales y políticas de la democracia, Denuncia y contención:
combinadas con las urgencias económicas y la puja por la interpre- el movimiento de derechos humanos
tación del pasado reciente, poco a poco fue perdiendo su posición en la dictadura2
política central. Se profundizó entonces el debate interno acerca de
su rol en la democracia, poniéndose de manifiesto la heterogeneidad
y diversidad de orientaciones que lo componen. A comienzos de los Las violaciones a los derechos humanos y las organizaciones solida-
noventa, el movimiento de derechos humanos sigue en el proceso de rias dedicadas a defender y proteger a las víctimas no son un
redefinición permanente de su perfil. fenómeno nuevo en la Argentina. La defensa y protección de
Hasta mediados de los ochenta, el eje del accionar del movimiento militantes políticos perseguidos y maltratados (especialmente de
de derechos humanos estuvo dado por la urgencia del esclarecimien- izquierda) ha sido el objetivo de largo plazo de algunas organizacio-
to y la difusión de la naturaleza de las violaciones masivas y nes, tales como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre,
sistemáticas durante la dictadura militar -la demanda de "ver- creada en 1937 por iniciativa del Partido Comunista (Villalba
dad"-, y el reclamo por el castigo a los culpables -la demanda de W alsh, 1984). Desde su creación en el país, las organizaciones de la
"justicia". Desde entonces, reivindicar la memoria -no ya indivi- comunidad judía han denunciado las demostraciones de antisemi-
dual sino colectiva e histórica- y evitar el olvido se han ido tismo y han intentado proteger a víctimas potenciales. Existían
convirtiendo en sus banderas centrales. No las únicas: la apelación también (aunque de creación más reciente y con menos fuerza que
a la justicia y el castigo siguen presentes, la proyección futura de la en otros lugares de América Latina) organizaciones dedicadas a
defensa de los derechos humanos en la educación y en nuevos proteger los derechos de grupos subordinados, especialmente mino-
instrumentos legales, la lucha contra la discriminación de diversos rías étnicas y grupos indígenas, como el Servicio de Paz y Justicia. 3
sectores de la población, la ampliación de la noción de derechos para A partir de la violencia política de mediados de los setenta y la
incluir derechos sociales o comunitarios, completan la agenda de instauración del régimen dictatorial en 1976, la denuncia y deman-
demandas que, desde la sociedad, presionan sobre el sistema da por violaciones de derechos humanos se expanden y universali-
político y al mismo tiempo apuntan a transformar la naturaleza de zan, centrándose en la demanda por la vida misma. Abarca a todo
las relaciones sociales en la sociedad civil. tipo de víctimas, sin hacer diferencias en el tipo o grado de militan-
Durante todo este período, el movimiento de derechos humanos cia política o en su identidad étnica. Los organismos preexistentes
se debatió entre su rol institucional y político puesto de manifiesto cambian su blanco de acción; nuevas organizaciones son creadas. A
en las demandas de justicia, y su rol en la empresa de la memoria,
al exigir y activamente promover el "no olvido", desarrollando de 2 Existe una literatura amplia y creciente sobre la historia del movimiento de
distintas maneras y en distintos ámbitos los símbolos y aconteci-
derechos humanos, que incluye la narrativa de las violaciones a los derechos
mientos que mantuvieran viva la memoria de la experiencia trau- humanos, el análisis de la política del Estado dictatorial, de las protestas y de las
mática. La consigna "Ni olvido ni perdón" fue tomada literalmente. manifestaciones de la solidaridad internacional. Algunos textos básicos que
Si la lucha contra el perdón implica una confrontación profunda con describen el accionar del movimiento de derechos humanos son: Leis, 1989; Veiga,
el aparato del Estado, que culminó en la derrota de los indultos a los 1985; Brysk, 1990; Mignone, 1991; García Delgado y Palermo, 1983: Sondereguer,
condenados y en la detención de los procesos, la primera parte de la 1985; González Bombal y Sondereguer, 1986.
3 Adolfo Pérez Esquive! relata los inicios del SERPAJ:''El Servicio de Paz y
consigna, la prohibición de olvidar conlleva un operativo de lucha Justicia, cuya central está en Buenos Aires, nació como un servicio, no como una
social y simbólica de considerable magnitud. En la visión de los superestructura, y viene trabajando en el continente desde hace unos treinta años.
protagonistas del movimiento, la idea guía de esta lucha es que sólo No se llamaba así. Antes eran grupos, movimientos de obreros, de campesinos, de
a través del recuerdo permanente de lo ocurrido se puede construir indígenas que trabajaban en América Latina, en una misma dirección de luchas
una barrera contra la repetición de atrocidades similares. Como si populares no violentas, buscando respuesta a los conflictos. Pero se veía que estos
trabajos, muy importantes, estaban aislados; y se trató de crear un pequeño
un futuro de "NUNCA MAS" se pudiera derivar del recuerdo secretariado de intercomunicación e información. Así, poco a poco, comenzó a crecer
constante del terror experimentado durante la dictadura. de acuerdo con las necesidades. A partir del año '74 se reorganizó todo el trabajo
y se formó lo que es el Servicio de Paz y Justicia con su estructura actual". (Adolfo
Pérez Esquive!, en Revista Humor, julio de 1982. Reproducido en Moncalvillo,
1983, p. 440).

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fines de 1975, año en el cual la violencia y la inestabilidad política, presencia de nuestro Movimiento Ecuménico por los Derechos Huma-
los secuestros y los asesinatos, se habían intensificado, se crea la nos ... (Federico Pagura en Revista Humor, no 121, enero de 1984).
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). 4
La Asamblea nucleaba fundamentalmente a políticos e intelectua- Luego, ante la intensidad de la represión y desde el interior del
les que participaron en la denuncia y defensa de derechos, algunos horror, emergen los organismos de "afectados". Estas organizacio-
de ellos víctimas directas o familiares. Su composición era planifi- nes fueron surgiendo a partir del encuentro cotidiano de los direc-
cadamente heterogénea: tamente afectados y sus familias: las Madres de Plaza de Mayo,
luego las Abuelas, los Familiares de desaparecidos y presos por
... en ella se combinaron hombres consustanciados en una misma idea, razones políticas. 5
aunque con diferencias ideológicas, políticas y religiosas. Podemos En sus primeras actividades, algunos dirigentes circularon indis-
decir con gran orgullo que en la misma mesa se sentaban católicos, tintamente por los diversos organismos, perteneciendo y colaboran-
protestantes y judíos; en el campo político participaba el socialismo a do con varios al mismo tiempo. La solidaridad entre organismos era
través de Alicia Moreau de Justo, el radicalismo con Raúl Alfonsín y alta, ayudándose y conteniéndose mutuamente. Sin embargo, a lo
el Partido Intransigente con Osear Alende. Tuvimos gente muy largo de todo el período de la dictadura (hasta la transición en 1983),
valiosa que quizás, en ese entonces, no soñaba con el Premio Nobel de
la Paz, como Adolfo Pérez Esquivel, o Raúl Aragón, Eugenio Manza-
coexistieron dentro del movimiento varias lógicas y estrategias, a
nelli, Eduardo Pimentel, el pastor Pablo Etchegoyen y podría nom- veces pacíficamente, a menudo en conflicto y desacuerdo. El movi-
brar un montón más. Pero ojo que no alcanzábamos a un centenar de miento nació y fue siempre heterogéneo, conformado por dos tipos
personas. (Alfredo Bravo en Nueva Presencia, no 378, 28 de setiembre de organismos: a) los de "afectados" directamente por la represión
de 1984). (Madres, Abuelas, Familiares y más recientemente Ex Detenidos-
Desaparecidos) y b) los de "no afectados", aunque algunos de sus
Salvo el CELS, fundado en 1980, la totalidad de los organismos dirigentes más prominentes fueron también víctimas directas o
defensores de los derechos humanos de "no afectados" habían sido familiares víctimas de violaciones a los derechos humanos (CELS,
creados antes del golpe de Estado de 1976, con demandas que se APDH, Liga, SERPAJ, MEDH y MJDH). Otra fuente de heteroge-
configuraban y articulaban alrededor de la violencia política y las neidad era política: dada la vinculación de la Liga con la política del
primeras violaciones de derechos humanos, antes de que la desapa- Partido Comunista (que, a diferencia de Chile, había apoyado al
rición masiva de personas se convirtiera en la modalidad dominante régimen militar), hubo una tensión y un conflicto casi permanente
de la represión en el período inicial de la dictadura. En ese mismo entre los organismos qt.ie proponían una oposición frontal al régi-
período, la preocupación por las violaciones también comenzó a men y los que pedían moderación y cautela. 6
hacerse sentir en grupos vinculados con las iglesias: Dentro de esta heterogeneidad de participantes y de organismos,
los ejes fundamentales de la acción del movimiento durante la
... en un momento determinado, los representantes de nuestras igle- dictadura fueron dos: por un lado, la difusión y denuncia pública de
sias relacionadas con el Consejo Mundial de Iglesias -en un diálogo las violaciones, incluyendo la acción en el plano internacional para
que tuvimos con las máximas autoridades de la Iglesia Cátolica- les conseguir solidaridad y apoyo en la lucha contra el régimen dicta-
propusimos la creación de una Vicaría de la Solidaridad al estilo de la
Iglesia chilena y estuvimos dispuestos a borrarnos como iglesias 5
Hay varias historias de las Madres de Plaza de Mayo: Bousquet, 1983;
evangélicas y a prestarles todo nuestro apoyo si así ellos lo decidieran, Bonafini, 1985. Sobre los inicios de las Abuelas, Herrera y Tenembaum, 1990.
pero se nos informó que la Iglesia argentina no estaba dispuesta a esa 6
Esta tensión acompaña toda la historia del movimiento de derechos humanos.
misma experiencia y que todo el trabajo con derechos humanos estaría Se hizo más evidente en coyunturas críticas: la posición del movimiento frente a la
encomendado a Caritas ... Lo cual para nosotros significaba dejar ese visita de la Comisión de la OEA (a la cual la Liga se oponía por el alineamiento de
trabajo en punto muerto. Y eso fue lo que originó precisamente la la OEA con los Estados Unidos) o la demanda de justicia en 1981. Si bien hubo
diversas líneas de conflicto político-partidario entre y dentro de los organismos, el
compromiso político de la Liga como fuente de conflicto es reiterado en todas las
entrevistas CEDES con líderes del movimiento de derechos humanos (Cortiñas,
4
Según Graham Yoll (1989), en 1975 hubo entre 850 y 1.000 muertes por Fernández Meijide, Liwski, Mignone, Pérez Esquive!), así como en todos los textos
violencia política. testimoniales.

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torial; por otro, la solidaridad y el apoyo a las víctimas y sus tipo de alianzas y solidaridades internacionales buscar? Algunos
familiares. Esta diferenciación de las organizaciones y de las moti- o;g_anismos decidieron seguir una estrategia "legalista", con una
vaciones para la actuación de los primeros militantes será impor- log1ca anclada en la formalidad de la ley (APDH, CELS después). En
tante para comprender los debates, las rupturas y los conflictos en el décimo aniversario de la fundación de la APDH es ilustrativo el
el momento de la transición, en 1983, así como sus alineamientos y testimonio de uno de sus líderes: '
estrategias en la democracia.
A primera vista, el grupo de organismos de "afectados" parece :'od~ nu.estro acci?nar se desarrolló en la más rigurosa legalidad, sin
más homogéneo: sus integrantes son todos familiares de víctimas, Jamas pisar el pahto de las acciones clandestinas ... Y esto fue posible
el motivo central por el cual se movilizaron inicialmente fue la gracias a un preciso marco de coincidencias mínimas: los treinta
recuperación de un familiar desaparecido o detenido. El sentido de artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sin
sus reivindicaciones iniciales se orientaba por estos rasgos. Sin otras exigencias religiosas, políticas, ideológicas o de otra índole~ .. Si
a todo lo dicho añadimos la constante búsqueda del consenso (no la
embargo, también había razones y raíces para la divergencia y la derrota o expulsión del otro) está completo el estilo que hizo de la
heterogeneidad, que explican la existencia de diferentes organiza- APDH un referente ético en la Argentina de hoy. (Enzo Giustozzi,
ciones, así como la dinámica de la relación entre ellas. En primer "Qué es la Asamblea", Derechos Humanos, revista de la APDH,
lugar, había diferencias de orientaciones políticas (desde aquellos febrero de 1987.)
que se autodefinían como "apolíticos", hasta los ligados al Partido
Comunista y a otras agrupaciones de izquierda); segundo, diferen- El estilo de la APDH se manifiesta con claridad en el tono de
cias en las tareas específicas asumidas y en las demandas que se sus presentaciones y demandas. Por ejemplo, en agosto de 1977, su
planteaban (especialmente notorias en el caso de Abuelas, organis- carta al Presidente de la Nación, General Videla, se inicia así:
mo que se dedicó a ubicar y recuperar hijos de desaparecidos);
tercero, diferencias de personalidad y estilo de liderazgo (dentro de La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y los ciudada-
Madres, por ejemplo). nos que en forma in divid u al e independiente de aquélla suscriben esta
Desde sus orígenes, el otro grupo, el de organismos de solidaridad presentación, se dirigen a V.E. en ejercicio del derecho de petición que
de "no afectados", combinó en su interior la presencia de miembros la Constitución y las leyes establecen, y con motivo de la situación de
motivados por su cercanía a víctimas (sea directamente afectados o personas desaparecidas respecto de las cuales no han dado resultado
familiares), algunos políticos con clara identificación partidaria los recursos de hábeas corpus interpuestos en su favor ante los
(generalmente no de las cúpulas de los partidos sino de líneas Tribunales de distinto fuero y jurisdicción ... (documento reproducido
en Leis, 1989, p. 80 y ss.).
internas opositoras o participando a titulo personal), religiosos de
diferentes iglesias (por lo general marginales a las jerarquías
Otras organizaciones y líderes siguieron las estrategias desarro-
eclesiásticas), profesionales e intelectuales independientes. Su ac-
lladas en los partidos políticos a los cuales estaban vinculados. Este
tividad pública fue relativamente menor al comienzo, víctima del
es especialmente el caso de las organizaciones ligadas al Partido
impacto de la represión a través de la "política del silencio" del
Comunista, que estaban constreñidas por la posición oficial de la
régimen militar. 7 Unión Soviética en relación con el gobierno argentino. Al respecto,
Las diferencias entre organismos se manifestaban en la elección
hubo debates significativos dentro de la APDH, y entre la Liga y
de la estrategia a seguir: ¿cuánta prudencia en la denuncia y la
otras organizaciones por la actitud a tomar frente a la visita de la
difusión?, ¿qué demandar o reclamar?, ¿con quiénes hablar?, ¿qué
Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en 1979
(Mignone, 1991, p. 111). Como señala Fernández Meijide, "esa fue
7 Fue sólo a partir de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos una pulseada ... El hecho de que hubiera padres de desaparecidos
Humanos de la OEA, en setiembre de 1979, que comenzó a abrirse el debate público producía en un determinado sector un empuje hacia adelante"
sobre el accionar del régimen militar. Después de esa visita, los partidos políticos (Fernández Meijide, entrevista CEDES). Estas posiciones estaban
y sus líderes comenzaron a expresarse más abiertamente: las declaraciones más acord~s con la orientación de los organismos de afectados,
partidarias oficiales variaron desde el documento del PJ condenando la Doctrina donde el miedo y las consideraciones estratégicas jugaban un papel
de la Seguridad Nacional, hasta las declaraciones de Balbín, líder del Partido
Radical, en mayo de 1980, de que "No hay desaparecidos sino muertos". mucho menor, volcados más a un rol expresivo, a la denuncia

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insistente frente a todo tipo de actores, a publicitar y hacer visibles nómina de desapariciones (que iba a resultar una documentación
las violaciones, a "maximizar el grito", a menudo corriendo riesgos clave para la labor de la Comisión Intera.mericana de Derechos
personales considerables. · Humanos de la OEA en setiembre de 1979), la opción de utilizar la
denominación "detenido-desaparecido" o "aprehendido" fue objeto
Yo personalmente distingo lo que es grupo de derechos humanos y lo de arduo debate, ya que para algunos la primera expresión parecía
que son organizaciones de derechos humanos. Lo distingo en el demasiado comprometedora. Al sentir que la estrategia de la APDH
sentido de que hubo las madres, los familiares, después las abuelas. limitaba su rango de acción (inclusive en cuanto a la posibilidad de
Las juntó una desgracia, no había ideología en común ... mientras que patrocinar denuncias individuales y no solamente colectivas), algu-
en los otros organismos, la mayoría eran solidarios, haciéndose cargo nos militantes optaron por crear el CELS que, al estar dirigido por
de los riesgos... La tarea más agitativa la hacían los grupos de personas "con alguna experiencia política y que a la vez fueron
directamente afectados, la tarea de acompañamiento y sobre todo de afectados por la represión, [le permitió tener] un rol unitario y
presentaciones jurídicas, signó mucho el accionar de los organismos.
Se hacían no tanto porque se creyera que !ajusticia iba a dar respuesta
coordinador dentro del movimiento de derechos humanos" (Cante,
sino porque era una forma de mantenerse unidos y de lograr cierta en Humor, n° 109, julio 1983).
publicidad, cierto conocimiento. (Fernández Meijide, entrevista CE-
DES, 12/12/89.)

A lo largo de los años de la dictadura, estas diferencias dan cuenta La contención:


de los alineamientos y de las disputas dentro y entre organismos, víctimas y afectados
aun dentro de la causa común que los convocaba. La esperanza de
recobrar al desaparecido se mantuvo como prioridad de la acción
hasta la transición. Con la confusión creada sobre la naturaleza de Uno de los espacios de actuación de los organismos durante los años
la represión~ al principio esta esperanza expresaba la urgencia de de mayor represión fue un espacio íntimo y cotidiano. Poco se ha
verdad, de saber qué había ocurrido, y el deseo de reaparición de la escrito sobre el papel del movimiento en la contención y apoyo a
víctima (o de su cuerpo). "Vivos o muertos" es una de las consignas afectados directos de la represión, las víctimas, sus familiares, sus
que agitan en los primeros años las Madres de Plaza de Mayo. Es ·entornos. Como es bien sabido, la dictadura argentina basó su
decir, sencillamente "Aparición", y no todavía "Aparición con Vida", acción en el terrorismo de Estado:
consigna que surge por primera vez en 1980, cuando el grupo llevaba
ya más de tres años de actividad. Todas las acciones se llevaban El uso indiscriminado de la tortura, el ocultamiento de la información,
adelante procurando favorecer, o al menos no obstaculizar, el la creación de un clima de miedo, la marginación del poder judicial, la
alcance de esta meta. En este marco, los organismos se diferencian incertidumbre de las familias y la confusión deliberada de la opinión
en terminas de sus estrategias: algunos están más dispuestos a la pública (CELS, s/D.
confrontación; otros tienen más cuidado y se autolimitan en sus
expresiones. Estas diferencias _dan sentido y significado a los En estas condiciones, ser testigo, víctima o afectado de un
conflictos por la utilización de determinadas palabras en la publica- operativo crea confusión y parálisis: ¿qué hacer?, ¿adónde ir a
ción de documentos y por la elección de consignas que unificarían o denunciar o a pedir ayuda? Muchos familiares callaron, algunos por
dividirían al Movimiento. muchos años, quizá para siempre. Otros tomaron la determinación
En particular, qubo divergencias y debates en la caracterización inmediata de actuar abiertamente. 8 Por canales informales, era
del "detenido-desaparecido", en la generalización de la consigna
"Aparición con Vida" y "Castigo a todos los culpables" (que analiza- 8 Mignone relata que, frente a la desaparición de su hija, "además de iniciar

remos m?.s abajo). En relación con la expresión "detenido-desapare- frenéticas --e inútiles- gestiones tocando todos los resortes a mano, ... mi esposa
cido", segú.n relata Mignone, la creación del CELS estuvo ligada en y yo adoptamos tres decisiones que hemos mantenido hasta ahora. Primero, no
ocultar el hecho ... Segundo, sostener ... que el operativo había sido oficial... Tercero,
parte a una disputa acerca de la adopción pública de la tesis de la participar activamente en la organización de actividades de solidaridad ... "(Mignone,
detención-desaparición como política oficial de la dictadura (Migno- 1991, pp. 93-94).
ne, 1991). En efecto, cuando la APDH estaba confeccionando la

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posible averiguar cómo presentar un hábeas corpus, o saber en qué nido en uno que en otro dependía obviamente de las experiencias
lugares se recibían denuncias: la Embajada de los Estados Unidos, anteriores de los afectados:
los organismos de derechos humanos (para acercarse, había que
vencer la barrera del terror y el miedo), alguna que otra iglesia. 9 Creo que yo no milité en Madres más estructuralmente y sí en la
La problemática afectiva, la contención del dolor y la desespera- Asamblea por las características de mi trabajo anterior, donde siem-
ción, estaban íntimamente ligadas a las tareas de orientación y pre había trabajado con grupos, orgánicamente, tanto en la enseñan-
asesoramiento a los familiares. Cuando las violaciones afectaban a za como en el Instituto, y seguramente también por mi estructura de
personas con una práctica anterior en el espacio público y con personalidad, que permitió que me insertara más rápidamente donde
conexiones políticas (esto ocurría más a menudo en sectores me- había una organización, mínima, pero había. Además existía un
dios), se podían activar esos contactos. Cuando las gestiones con "el intercambio que no era como el de Madres, que era agitativo exclusi-
vamente. (Graciela Fernández Meijide, entrevista CEDES, diciembre
conocido" no resolvían nada, se volvía a caer en la desorientación y
de 1989).
la desesperación. 10 Y ahí estaban los organismos de derechos huma-
nos: para acercarse, había que vencer el miedo. Posiblemente la
En contra de lo que el sentido común podría hacer pensar, en
misma formación de algunos organismos (especialmente los de
momentos de incertidumbre, imprevisibilidad y caos, alguna gente
afectados) respondió a la necesidad de encontrar ámbitos de conten-
se siente más contenida en lugares donde la cotidianeidad está
ción mutua de familiares y víctimas, desorientados y confundidos
marcada por algún grado de orden (inclusive burocrático, llenando
frente a los acontecimientos, sin saber cómo actuar. Esto aparece,
formularios con datos) que los ámbitos donde se comparte principal-
por ejemplo, en la formación de las Abuelas de Plaza de Mayo
mente la emoción y el llanto. Un estudio en profundidad posible-
(Herrera y Tenembaum, 1990). Lo que parece claro es que la actitud
mente muestre una diferencia entre clases sociales en esta "necesi-
tomada por los familiares en el momento de la violación es determi-
dad de orden", para usar una expresión de Lechner en otro contexto
nante de la conducta posterior. "El afectado que no se quedó
(Lechner, 1986).
militando en la época de la dictadura, nunca más" (Fernández
Las formas de acción de denuncia y la contención tiene otras
Meijide, entrevista CEDES).
facetas, además de lo dicho hasta ahora en relación con los parientes
Las diferencias entre los organismos eran notorias, no sólo en los
de víctimas y los organismos de derechos humanos. Hubo otros
servicios que podían ofrecer sino también en la manera de tratar a
afectados, hubo otros lugares de denuncia. Los organismos de
los afectados que se acercaban. Que alguien se sintiera más conte-
derechos humanos basaban su acción en la acumulación de informa-
ción sobre casos individuales, con una fuerte presencia y participa-
9
La APDH centralizó la labor de registro de denuncias, aunque éstas también ción de los familiares de las víctimas (no solamente en los organis-
eran recibidas en otros organismos. La Asamblea no patrocinaba la presentación mos de afectados). Su espacio de acción era público -la Plaza de
judicial de casos individuales (en esto se especializó el CELS desde su creación en Mayo, los centros de poder nacionales e internacionales. Otras
1980), sino colectivos. En 1977 hizo una presentación a la Corte Suprema por
privación de la libertad a 425 personas. Frente a la admisión de la Corte que era reacciones a las violaciones ocurrían en las organizaciones locales,
impotente para poner remedio a la situación, la APDH envió una carta-petición al en los espacios barriales y en la vida comunitaria donde habían
presidente. Más adelante, sus archivos fueron la base para confeccionar los listados ocurrido las violaciones. Las comunidades barriales y las redes
preparatorios para la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sociales (sindicales, políticas, religiosas) también funcionaron como
de la OEA en 1979, y editó una nómina de 5.566 casos de detención-desaparición ámbitos de contención, con modalidades diferentes en la expresión
(Mignone, 1991).
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Existen numerosos testimonios publicados sobre la actuación de los familiares de la solidaridad y la denuncia: manifestaciones y protestas barria-
frente a una desaparición (Bonafini, 1985; Melibovsky, 1991; Mignone, 1991; Ulla les o de fábricas, petitorios con centenares de firmas, misas, mar-
y Echave, 1986; Herrera y Tenembaum, 1990; Giorgi, 1990, entre otros). También chas y demostraciones callejeras, que se dieron generalmente en
en el archivo de entrevistas de CEDES (Fernández Meijide, Pérez Esquive!, Liwski, ámbitos donde existía una actividad grupal u organización anterior,
Mignone, Cortiñas). No hay estudios realizados sobre cómo explicar las variaciones cualquiera haya sido su objetivo. En relación con las movilizaciones
en la modalidad de actuación inicial, ni cómo el tipo de reacción inicial condiciona
y explica la trayectoria posterior, ni en términos individuales (relativos a la en un barrio de La Matanza, Liwski relata:
superación de la situación traumática) ni sociales (en términos del tipo de inserción
en el espacio público-político). Era muy difícil transmitir en el ámbito de los organismos formales la

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dimensión de lo que estaba ocurriendo en la propia zona, en el propio Ricardo Balbín, líder del Partido Radical, realiza en abril declara-
escenario. Había otra dinámica en los organismos de derechos huma- ciones que tendrán importantes consecuencias políticas:
nos, ... que fue la percepción más individual de la violación del derecho
a la vida, secuestro, desaparición, y entonces, esto generaba cierta Creo que no hay desaparecidos, creo que están todos muert.os ...
dificultad en entender que estábamos frente a una cosa gigantesca. De Aunque no he visto el certificado de defunción de ninguno ... No tiene
todos modos se hicieron cantidad de cosas, salieron telegramas para remedio. Fue así. Alguna vez se escribirá el capítulo de las responsa-
todas partes (Liwski, entrevista CEDES, 25/9/90). bilidades ... No hay desaparecidos sino muertos ... (Clarín, ;24/4/80).
Es claro que en épocas de terror y represión había limitaciones Estas declaraciones, realizadas a los medios de prensa'en Espa-
a las formas de expresión de la protesta y la denuncia. Que los ña coincidieron con la publicación internacional del informe de la
organismos de derechos humanos tuvieran poca penetración barrial CIDH. Las violaciones a los derechos humanos en la Argentina se
se debía, por un lado, a consideraciones de seguridad y cálculos de convertían en un tema cuya repercusión en el exterior era cada vez
peligro; por el otro, a los ritmos y tiempos de la acción. La denuncia más grande. En octubre de ese año, Adolfo Pérez Esquive! recibe el
en el plano nacional se manifestaba en acontecimientos, en escán- Premio Nobel de la Paz, acontecimiento cuyas repercusiones fueron
dalos; el ritmo de organización de una masa crítica de activistas en difíciles de controlar por parte del régimen militar. El líder del
un barrio es mucho más lento. Este tipo de protestas más informales SERPAJ, en declaraciones públicas, hizo extensivo el Premio N obel
y a menudo locali.zadas en barrios populares ha quedado en el a otros organismos de derechos humanos:
silencio y sólo en el recuerdo de aquellos que las vivieron, sin haber
entrado a ser parte de la "historia oficial" de la resistencia a la Será un estímulo para otros movimientos. No es un premio a una
dictadura, centrada en la labor de los organismos de derechos persona. Lo es a una organización, como también lo es la Asamblea
humanos. La tarea de incorporar estas formas de acción en el Permanente por los Derechos Humanos, el Movimiento Ecuménico,
registro de la resistencia, así como la labor más académica de las Madres de Plaza de Mayo, y los campesinos que luchan por sus
indagar los encuentros y desencuentros en la relación entre estas tierras (Clarín, 14/10/80).
m"'nifestaciones y los organismos de derechos humanos, que obvia-
mente seguían lógicas diferentes, quedan todavía por hacer. Pérez Esquive! ponía en el escenario público a los organismos de
derechos humanos y destacaba como legítima la lucha de las Madres
de Plaza de Mayo:

La denuncia: El problema de las madres es un problema humano. Son madres que


aparición con vida buscan a sus hijos y esperan una respuesta que no les llega. Nuestro
mensaje es de fe y está dirigido a todo el mundo. No puede silenciarse
La denuncia pública y pertinaz de las violaciónes era la otra cara de esta cuestión (Clarín, 14/10/80).
la labor del movimiento de derechos humanos. Era aquí donde se
construía el sentido de la lucha, en medio de ~valga el juego de El contraste entre el "no tiene remedio ... fue así" con que Balbín
palabras- una lucha por el sentido. ¿Qué pedir? ¿Qué reclamar? · pretendía cerrar la cuestión y el llamado a no sil~nciar la cue~tión
¿Cómo presentar lo que se sabía? Ninguna consigna iguala a la de de Pérez Esquive! no podía ser mayor. En ese chma, que osc1laba
"Aparición con vida" en su carga emotiva, en su significado político, entre dar por cerrado el tema o reclamar respuesta, se produce el
en su valor estratégico. nacimiento público de la consigna "Aparición con vida", en un
1980 fue un año lleno de acontecimientos en la historia del comunicado que elaboraron en Suecia las madres que habían
movimiento de derechos humanos. A principio de año, el régimen acompañado a Pérez Esquive! a recibir el Premio Nobel: .
militar inicia el "diálogo político" con las dirigencias partidarias, Los líderes del movimiento de derechos humanos que h1c1eron ese
con la finalidad de lograr el aval civil a lo actuado por las fuerzas viaje· no habían elaborado previamente una estrategia colectiva
armadas en la represión (Acuña y Smulovitz, 1991; González unificada en cuanto a1 tipo de declaraciones que irían a hacer a la
Bombal, 1990). Comenzados los contactos con los partidos políticos, prensa internacional sobre los desaparecidos y los muertos. Muchos

114 111)
dirigentes habían acumulado datos ciertos sobre el destino final de Yo me acuerdo de una reunión que tuvimos en 1979 en la Asamblea,
muchos desaparecidos (inclusive de sus propios hijos o familiares), donde también estuvieron presentes el Movimiento Ecuménico Y
y les resultaba imposible ocultar la información que tenían acerca Familiares ... En aquella época las Madres no teníamos dema~iado
de esas muertes. De ahí que, como señala Mignone, « .•• cuando venía claro cómo se fabricaban esas reuniones y cómo a veces las consignas
el señor de Le Monde, o los periodistas de Suecia, y me preguntaban eran boicoteadas. Ibamos una o dos Madres, y yo me daba cuenta que
no teníamos la habilidad política que tenían la Asamblea o el MEDH ...
qué era lo que yo creía, si los desaparecidos estaban vivos o muertos, Fue muy terrible esa reunión, porque ninguno sabía qué explica~ión
yo no puedo ser deshonesto, yo sé que algunos estaban muertos" dar ... Porque aunque decían que querían que lo~ desap~re~Idos
(Mignone, entrevista CEDES, 22/5/91). Este reconocimiento, sin aparecieran con vida, no estaban de acuerdo en pedirlo ... (Dwrw de
embargo, lejos estaba de coincidir con las afirmaciones de Balbín. las Madres, no 37, diciembre de 1987).
Por otra parte, también se sabía que había desaparecidos con
vida: durante todo el período de represión, recuperaban su libertad Después del Premio N obel, que se constituyó en el respaldo
personas que habían estado desaparecidas -inclusive chicos-, internacional más explícito de la lucha por la defensa de los
indicación fuerte de que no todos estaban muertos. Además, si bien derechos humanos, en la sociedad argentina comienza a dars~ una
había quienes al ser liberados guardaban silencio, otros se ocupa- apertura al tema. El Movimiento ~e D~rechos ~umanos ~~mienza
ban de hacer saber, de informar, sobre las condiciones de los campos a tener más espacio público; orgamzacwnes sociales y pohbcas que
de detención clandestinos. Es en este clima de certidumbres dentro de habían permanecido en silencio comienzan a inc~rporar ~as dema~­
un clima de incertidumbre-certidumbre de que hay vivos; también das. En abril de 1981, en ocasión del cuarto amversano del naci-
de que muchos están muertos- que las Madres plantean la deman- miento de las Madres, hay 2.000 personas en la Plaza, a pesar de la
da de "Aparición con vida", consigna que en términos literales niega prohibición policial del acto. La consigna ((Apar~ción c?~ vida" está
la muerte, y que se irá a convertir en una de las banderas en la calle y en los diarios. A partir de la ma~Ifestacwn del 15 ?e
de la transición. Al plantear esta consigna sin concesiones, las octubre -primera que es convocada por el conJunto de los orgam~­
Madres se ubican en un extremo del espectro de reivindicaciones, y mos de derechos humanos- la movilización se extiende al espaciO
desde entonces los demás organismos se irán moviendo a su alrede- nacional e incorpora a sectores muy amplios del espectro político. Y
dor, acercándose o alejándose de la consigna. 11 en diciembre de ese año se realiza la primera Marcha de la
Ya antes, en 1979, hubo debates sobre la conveniencia de asumir Resistencia de las Madres, con la adhesión de todos los organi~mos.
esa consigna. 12 Hebe de Bonafini relata: Si hasta el año 1981, la disputa estratégica entre los orgamsmos
ponía de un lado a los más "moderados" (la Liga, MEDH, A_P_DH a
veces) y del otro a los más "vocales" (Madres, Abuelas,_ Fa~mh.ares,
SERPAJ) hacia fines de 1981, la relación de fuerzas se Iba mclman-
11
Años después, en 1985, Nora Cm-tiñas reinterpreta el sentido de la consigna:"La do en fav~r de la oposición más frontal y abierta. Esto se hará más
consigna 'Aparición con vida' no es sólo una consigna, sino un deseo y al mismo
tiempo una acusación. No es una locura. Las madres sabemos perfectamente,
claro después de la derrota de Malvinas.
aunque sea doloroso decirlo, que la mayoría de los desaparecidos fueron asesina- Frente a las dificultades políticas y económicas del régime~
dos. Pero creemos que para todo el pueblo argentino ... pedir 'Aparición con vida' es militar, incluyendo la movilización sindic~l, la guerra de l~s.~alvi­
lo más justo que podemos hacer todos, porque si no están con vida, hay muchos nas y su posterior retirada, se abre el ~a~uno para la trans1c10n a la
responsables, y entonces ahí es donde la justicia tiene que actuar". democracia. El protagonismo del movimiento de derechos humanos
12
La consigna Con vida los llevaron, con vida los queremos, es anterior a esas en esta etapa está bien establecido (Sondereguer, 1985, entre otros).
fechas. Surge en 1978, en una de las manifestaciones habituales en la Plaza (esta
vez, en la esquina de la Municipalidad, porque la Plaza estaba ocupada por Durante el período post-Malvinas y preelectoral de fines de 1982 Y
policías), coincidente con el Mundial de Fútbol. Varios médicos extranjeros asisten- 1983 la "Vida" fue una consigna aglutinadora masiva. La "Marcha
tes al Congreso Internacional de Cáncer acompañaban a las Madres. "Los médicos por 1~ Vida" del 5 de octubre de 1.982 tuvo carácter na~ional. En
van adelante, desafian a los vigilantes, una voz femenina se alza y les grita, Buenos Aires fue encabezada por Importantes personalidades del
protegida por las espaldas de los médicos: 'Con vida los llevaron, con vida los movimiento de derechos humanos, de la política, de las iglesias, del
queremos'; lo vuelve a repetir, se convierte en un grito, las demás repetimos ... No
era nada y, a la vez, era todo: lograba sintetizar nuestras emociones, denunciaba." mundo gremial e intelectual. Según Hebe de Bonafini,
(Bonafini, 1985, p. 160).

116 117
La Marcha por la Vida fue algo muy importante porque sentirnos que da de justicia no fue inmediata ni automática. En un sentido muy
para todo el pueblo el pedido de las Madres tuvo una gran repercusión general, toda demanda de justicia consiste en la exigencia de la
... Tiene una gran importancia, sobre todo en este momento en que el restitución de un equilibrio dañado. En este sentido general, el
pueblo que fue a la Plaza sabía que iba a pedir "Aparición con Vida". ejercicio de justicia requiere que se tenga conciencia de la dimensión
N o fue engañado, fue sabiendo a qué iba, y eso es muy importante. (El de un daño para saber cuál es la medida del esfuerzo a realizar para
Porteño, abril de 1983). repararlo. La desaparición es efectivamente un daño. Un daño de
una clase muy peculiar. Es conocido que uno de los mecanismos
Si para afuera la consigna tuvo un efecto movilizador, presentan- fundamentales de este dispositivo represivo ha sido ocultar siste-
do la imagen de un movimiento de derechos humanos sólido y máticamente toda información cierta. La desaparición, concebida
unificado, internamente provocó una creciente fragmentación, has- como daño, implica tanto el secuestro de un cuerpo como la sustrac-
ta el punto de que algunos organismos quedaron en posiciones de ción de un saber. Hallamos aquí una de las particularidades del
difícil reconciliación. l:l Estas divergencias se manifestaron con más fenómeno del movimiento de derechos humanos: respondiendo a un
fuerza con la transición a la democracia. Como señala Fernández daño incierto desarrolla entonces una demanda de justicia indeter-
Meijide: minada. Todo lo que en principio puede decirse es que algo ha
ocurrido. Una de las primeras tareas del movimiento fue establecer,
Las consignas que más dificultades trajeron fueron "Juicio y castigo" con algún grado de certeza, qué.
y "Aparición con vida", porque en algunos casos se las sentía como
consignas sin salida posible ... Esa fue la argumentación para afuera;
Por otro lado, en la primera etapa de la dictadura resultaba difícil
la realidad era que no se quería meter [al gobierno] contra la pared tan identificar, presuntamente o en forma general, a los responsables
crudamente. (Fernández Meijide, entrevista CEDES, diciembre de de las desapariciones. La sospecha de que los miembros del gobierno
1989). tenían directa vinculación con lo que estaba ocurriendo se despertó
más o menos rápidamente. Sin embargo, hallar una explicación
Ya en democracia, las divergencias ideológicas y estratégicas para una represión de esa magnitud resultó una tarea mucho más
dentro del movimiento, que existían desde el inicio, se irán agudi- ardua de lo imaginado. Sus resultados fueron frutos más bien
zando. Estas divergencias confluirán entonces con diferencias per- tardíos y objeto de polémica. En un primer período, las señales sobre
sonales y de estilo de liderazgo y llevarán a la división de Madres cómo y quiénes estaban ejerciendo esa violencia represora no eran
(Brocato, 1990) y a varias renuncias dentro de APDH. claras. Había indicios que permitían pensar que los secuestros eran
obra de bandas irregulares -proposición que resulta absolutamen-
te correcta. Al mismo tiempo, muchos otros elementos hacían
evidente que los operativos contaban con por lo menos la complici-
La demanda de justicia: dad del Estado y de las fuerzas de seguridad, generando así una
juicio y castigo en la transición 14 versión distinta. Como es bien sabido, un elemento central del terror
es crear confusión, miedo, incertidumbre, amb"igüedad (Corradi,
1985).
La conjunción entre la lucha por los derechos humanos y la deman- Además de la confusión reinante, de la dificultad de dimensionar
el daño y de los obstáculos para atribuir a un grupo, institución,
13
Fernández Meijide reflexiona sobre el terna:"Quisiera marcar que las diferen- sector o persona la responsabilidad respecto de las desapariciones,
cias de las organizaciones no fueron determinadas por anticipado sino que fue un la prioridad de las demandas formuladas durante el primer período
hecho que ocurrió por sus distintas funciones y que, en todo caso, durante la estaba en salvar vidas y en lograr un cese de la represión. El reclamo
dictadura se articularon muy bien. La consigna de "Aparición con vida" empieza a
marcar una diferencia, pero muy posteriormente, marca una diferencia de lenguaje de justicia aparece primero en el informe de la CIDH en 1979, que
sobre todo en la APDH que algunas veces la levantó y otras no, pero nunca la vio recomienda "enjuiciar a los responsables". A partir de 1980 y 1981,
mal en otros organismos". Fernández Meijide, Diario de las Madres, n" 8, julio de la demanda de justicia comienza a incorporarse al discurso del
1985. movimiento, en consignas y solicitadas, convirtiéndose en tema de
14
Esta sección y la siguiente fueron elaboradas en colaboración con Marcelo controversia dentro del movimiento. Así, en ocasión de la primera
Leiras.

118 119
Semana del Detenido-desaparecido (setiembre de 1981), el debate elecciones tuviera la voluntad de juzgarlos. Se elaboró entonces una
entre organismos sobre el tenor de la convocatoria es de una estrategia múltiple. Por un lado, apareció el reclamo de una conde-
intensidad enorme. Para la Liga, había que dar prioridad al reclamo na "política" para las violaciones a los derechos h_u~an~s, que se
por la paz, la apertura democrática y la verdad -identificada con debía impulsar a través de la creación de una C?J?ISIOn bi_c,ameral.
información sobre lo que había sucedido. Pedir más era visto como Además de su valor intrínseco, esta condena pohtica tambien podía
demasiado duro para las Fuerzas Armadas, quizás irresponsable en resultar una alternativa ante la duda respecto de la eficiencia de la
términos de lo que realmente se podía obtener. Para el SERPAJ, las justicia ordinaria y d_e la capacidad_ d~ ~cumular una prueba
Madres y los Familiares, el reclamo debía vincular la paz con la suficiente para producir una condena JUdicial_. P~r. otro lado, no, se
justicia y la verdad. Dentro de APDH, el tema provocó considerable abandonaba la idea de recurrir a los estrados Judiciales, y de ah1la
debate y puso de manifiesto las divergentes líneas internas. En esa urgencia de apoyar y reforzar la labor que debían desarrollar l_os
ocasión, como en otras, la falta de acuerdo entre organismos llevó a juzgados federales en el período de implantación de la democracia.
que la convocatoria fuera hecha en dos solicitadas diferentes. La inquietud crece a medida que se acerca el momento de la
Es a partir de la derrota en la guerra de las Malvinas que el entrega del mando por parte de las autoridade~ del gob~erno
((Juicio y Castigo a Todos los Culpables" se va convirtiendo en una dictatorial. El13 de agosto de 1983, el entonces candidato preside~­
demanda hegemónica dentro del movimiento. Por un lado, la cial Raúl Alfonsín ' duran te una conferencia de pr.ensa, se
justicia aparece como respuesta institucional con cierta plausibili- . pronuncia
en contra de la posibilidad de una ley de Autoammstia_ que se
,

dad. Por otro, la lucha política dentro del movimiento se fue esperaba que los militares promulgaran. En esa conferencia man-
resolviendo en favor de las propuestas más opositoras y más duras tiene un altercado con Nora de Cortiñas quien le pregunta "¿Cómo
con el gobierno militar. Como señala Fernández Meijide (entrevista van a hacer con la justicia ordinaria si no hay pruebas, si los
CEDES), en las marchas del 83 hasta los comunistas estaban militares ocultaron los cuerpos del delito? ¿Cuál va a ser la primera
embanderados en la consigna que pedía justicia. medida que va a adoptar el gobierno para ha~er aparecer ~ los
Durante 1983, las acciones del movimiento se encaminan a desaparecidos?" (Clarín, 13/8/83). El 23 de noviembre del mismo
conseguir alguna forma de juicio y castigo para un conjunto de año, a pocos días de asumir la primera magistratura, Alfonsín
culpables que necesariamente debía incluir a los miembros de las recibe a las Madres, quienes le reclaman asegurar que no salga del
fuerzas armadas encargados de la represión, fundamentalmente a país la documentación probatoria de la ~x~s~enci~ ~e centros de
quienes habían tomado parte de las juntas militares y a quienes los detención clandestinos, "que se someta a JUICIO pohtico a todos los
testimonios recogidos sindicaban como responsables de las deten- responsables de las desapariciones de mil_e~ d; pe~sonas" y "qu~ se
ciones ilegales y las torturas en los centros de detención. Se abre juzgue este problema como un drama pohtico (Tlempo Argentmo,
entonces un período de convergencia con otras organizaciones, 24/11/83).
incluyendo la CGT y los partidos políticos (Palermo, 1987), y se U na de las estrategias que se desarrolló para conseguir est~
intenta evitar, por todos los medios posibles, que en la salida el condena política fue tratar de llevar un representante del movi-
régimen negocie, a cambio de la entrega del poder, la impunidad miento a la Cámara de Diputados, a través de la candidatura de
para los represores. Con el mismo objetivo el movimiento multiplica Augusto Cante, activo líder del movimiento de derec~os hum_anos.
su presencia en las calles, organizando actos y movilizaciones que Desde el punto de vista de sus impulsores, esta candidatura mtr?-
tienen por objeto reclamar la aparición con vida de los desapareci- ducía las reivindicaciones de los organismos en la competencia
dos y repudiar la sanción de la ley de autoamnistía y la emisión del electoral y permitía que un miembro del movimiento respaldara
informe final realizado por la última junta militar. desde el parlamento las demandas en favor de la justicia.
En 1983 no resultaba claro para nadie dentro del movimiento no Una vez asumido el gobierno constitucional los reclamos en favor
sólo en qué iba a consistir finalmente el castigo de las violaciones de una condena política se reforzaron. Tras la promulgación del
sino en qué debía consistir ese castigo. Junto con el temor a que los decreto presidencial que ordenaba el juzgamiento de lo~ miembros
partidos o los sindicatos negociaran la impunidad para los milita- de las tres primeras juntas militares, He be de Bonafim declaraba
res, existía la duda respecto de la posibilidad de probar los delitos que "se torna indispensable el juicio político" , y au~que evaluaba
cometidos, aun cuando el gobierno que asumiera después de las como positivo el anuncio presidencial, objetaba que Ciertos aspectos

120 121
de su contenido "no han quedado muy claros, como el que se refiere de sus antiguos aliados, ahora en silenciosa retirada. Dentro del
a la necesidad de pruebas para el juzgamíento de los delitos" frente democrático resultaba muy dificultoso establecer distincio-
(Clarín, 15/12/83). nes entre las consignas de oposición a la dictadura y derivar de ellas
La búsqueda de una condena política se tradujo también en estrategias de acción precisas. Los reclamos derivaban su valor
exigencias sostenidas en una supuesta representación de la "volun- político de su relación con el gobierno militar, por lo cual todos las
tad popular", representada típicamente por algunas declaraciones manifestaciones opositoras -y no sólo las del movimiento de dere-
de las Madres de Plaza de Mayo. En el sentido común constituido chos humanos- resultaban, en tanto que opositoras, equivalentes.
alrededor de la idea de "derechos humanos", la posición de víctima Más allá de sus objetivos mediatos, y argumentando de acuerdo
otorgaba un paradójico privilegio: el derecho individual de reclamar con diversos valores, todos los organismos coincidían en combinar
frente al Estado por un daño particular y, simultáneamente repre- en sus intervenciones públicas las demostraciones de la necesidad
sentar la vol untad de justicia del pueblo. 15 Desde su perspectiva, ética y moral de castigar los crímenes y la inconveniencia política de
esto las habilitaba para arbitrar sobre el tipo de justicia que debía permitir la impunidad. Lo importante era obtener "juicio y castigo".
implementarse. Las respuestas de los organismos a las primeras medidas del
Finalmente, la condena política también se manifestó en el gobierno radical permitirían finalmente especificar de qué tipo de
intento de traducción de las demandas del movimiento de derechos juicio y castigo se estaba hablando.
humanos a la lógica de la confrontación ideológico-política. De
acuerdo con esta posición, sostenida típicamente por Familiares
(FDDRP), la represión desatada a partir de 1976 debía entenderse
como otro episodio en la historia de las lucha populares, de modo tal Memoria, verdad y justicia:
que tras la condena política a los crímenes de la represión se los derechos humanos en democracia
perseguía también revertir el sentido de las políticas económicas
que los habrían motivado. 16
Ninguna de las posiciones descriptas era sostenida con exclusivi- La tra~si~ión a la democracia significó un desafío importante para
dad por ninguno de los organismos de derechos humanos. Por lo el movimiento de derechos humanos. El "Somos la vida" de la
campa~a electoral del Partido Radical no fue una consigna ajena al
demás, si bien en el interior del movimiento provocaban profundas
disidencias de estrategia política, desde afuera no se las percibía movimiento. La elección de Alfonsín, vicepresidente de la Asamblea
como contradictorias sino más bien como complementarias. Hacia Permanente de Derechos Humanos, implicaba que el nuevo régi-
fines de 1983, la escena política argentina estaba atravesada por men se inauguraba aceptando y haciendo suyos las demandas y
una gran zanja que separaba a los adversarios del régimen militar valores expresados por el movimiento, comprometiéndolos como
fundamentos éticos del Estado. Mucho más que en otras transicio-
. nes en América Latina, los derechos humanos fueron un ingrediente
t 5 Una editorial del periódico Madres de Plaza de Mayo, destinado a explicar los fundante de la nueva democracia.
motivos de la campaña "Déle una mano a los desaparecidos" (abril de 1985), ilustra La labor a encarar en el momento de la transición era multifacé-
la posición asumida por la agrupación: casi podriamos decir que las Madres lo tica, abarcando distintos planos, sentidos y alcances temporales.
entendemos todo, pero sólo tenemos la posibilidad de dar ejemplo a muchos miles
de hijos que nos nacieron de un inmenso dolor y a los que habremos de cuidar y Estaban las demandas vinculadas con el pasado y las que se dirigían
defender con todas nuestras fuerzas.( ... ) Nosotras, las Madres, no podemos decir al futuro; las demandas judiciales, políticas, culturales y sociales.
gracias. N o cabe agradecer lo que es un deber de dignidad, pero sí decimos que este Un primer plano se vincula con la justicia y el derecho. Las
pueblo tiene integridad moral, que nos sentimos honradas de ser sus Madres, reacciones frente a las desapariciones sistemáticas tardaron no
porque defiende la vida, la libertad y la justicia, para lograr un mundo donde tener poco tiempo en ser reconocidas como lucha en defensa de los
trabajo, techo y pan no sea un privilegio.
ts El sentido que damos a la idea de "Juicio político" es diferente al que presenta
derechos humanos. Sin embargo, hay consenso en las organizacio-
González Bombal en su capítulo. Aquí hacemos referencia a alguna forma institu- nes que conformaron el movimiento, en sus interlocutores directos
cional y estatal de elaborar unjuicio, fuera de los mecanismos judiciales. Igualmen- y en su auditorio, respecto de esta denominación. Con la justicia
te, la noción de "víctima" que usamos no es tan radical como la de González Bombal, ocurre algo distinto. La coincidencia entre los integrantes del
ya que admitimos la posibilidad de que la víctima pueda reclamar sus derechos.

122 123
movimiento (que no es ni fue absoluta) puede resumirse en una aparato estatal. En este campo, la transición a la democracia marcó
consigna que no ha conseguido diluir su ambigüedad a pesar de su un momento en que la acción del movimiento de derechos humanos
resonancia categórica e imperativa: "Juicio y Castigo a (Todos) los comenzó a tener efectos multiplicadores significativos, tanto en el
Culpables". ¿Qué ''juicio"? ¿Qué tipo de "castigo"? ¿Para qué "culpa- campo de la producción cultural como en el de la opinión pública. 17
bles"? (González Bombal, 1987). Al asumir Alfonsín, el gobierno hizo suya una parte del conjunto
Si bien las demandas de justicia en relación con las responsabi- de principios y demandas del movimiento, pero no todas ni de
lidades por las violaciones pasadas era uno de los ejes de actuación manera cabal. El hecho de que el ejercicio de la presidencia estuvie-
del movimiento, las connotaciones de pedir justicia y vigencia de ra refrendado por el sufragio de la ciudadanía hacía que las
derechos eran mucho más amplias. Por un lado, se planteaba cómo exigencias debieran formularse de otra manera, a pesar de las
actuar frente a las víctimas de violaciones, cuyos derechos debían repetidas advertencias de las Madres de Plaza a los partidos
ser restituidos y los daños reparados. Esto incluía a los directamen- políticos en el sentido de que si no se resolvía el tema antes de la
te afectados y a sus familiares, prioritaria pero no exclusivamente asunción del gobierno democrático, éste iba a tener que responsabi-
a los niños. Por otro lado, la transición a la democracia implica la lizarse por todo lo ocurrido. El gobierno democrático responde a las
construcción de una nueva institucionalidad que debe proteger más demandas formuladas anteriormente por el movimiento en una
cabalmente los derechos humanos. ¿Cómo asegurarlos en el futuro? dirección: las desapariciones no eran responsabilidad de las fuerzas
¿Qué transformaciones institucionales se requieren? A lo cual se armadas como institución sino de los individuos que las comanda-
agrega otra línea de preguntas: ¿cuál es el contenido de los derechos ban; la responsabilidad del Estado (y no de las fuerzas armadas) es
que deben ser garantizados? En este punto, las propuestas y reconocida implícitamente en el hecho de que el gobierno está
demandas del movimiento de derechos humanos se conjugan con la dispuesto a pagar indemnizaciones.
lucha histórica por la ampliación de la ciudadanía, con toda la El candidato electo el 30 de octubre llega a la Presidencia con el
conflictualidad social que ésta implica. propósito de proveer una respuesta más o menos categórica al
Un segundo plano es más estrictamente político. En la transición, problema de la justicia. Si bien llevar a miembros de las fuerzas
las diversas corrientes dentro de las fuerzas democráticas y los armadas frente a un tribunal civil resultaba políticamente muy
grupos afines al gobierno militar se enfrentan para dirimir la costoso y, de acuerdo con muchas opiniones, de sumo riesgo para el
cuestión de las relaciones entre civiles y militares, en el contexto de sistema, la total ausencia de juicios parecía literalmente imposible.
un campo más amplio de lucha política que incluye otros temas La política de derechos humanos de Alfonsín se inspiró en su
urgentes (económicos, institucionales, políticos). La agenda política compromiso de llevar adelante los juicios, pero también en la
es muy nutrida y, para algunos de los actores relevantes, los temas necesidad de limitar su alcance, como parte de su estrategia hacia
planteados por las diversas corrientes de los derechos humanos son
sólo una parte de un listado mucho más amplio y heterogéneo. Para
muchos, además, estos temas no son prioritarios o urgentes: están 17
La incorporación de la preocupación por los derechos humanos en distintos
los que postergan o no se preocupan por el tema, los que impulsan ámbitos sociales se manifiesta, por ejemplo, en la creación de Comisiones de
el olvido, los que reivindican "la guerra sucia" justificando las Derechos Humanos en innumerables organizaciones gremiales, profesionales,
estudiantiles, etc. (González BombalySondereguer, 1987; Leis, 1989). También en
violaciones. En este escenario, los que quieren castigar a los culpa- la estabilidad de las respuestas en los sondeos de opinión pública: a pesar de la
bles son una voz entre muchas otras. acción estatal (leyes de Obediencia Debida y Punto Final, más recientemente los
En el plano de la ética, los valores y la cultura, los derechos indultos), alrededor de dos tercios de los entrevistados en las encuestas de opinión
humanos se convierten en un elemento clave de la propuesta de sistemáticamente han mantenido su idea de que los comandantes deberían
construcción de una cultura democrática, humanista, tolerante y permanecer en la cárcel (Mignone, 1991). A partir de los indultos a los comandantes
en diciembre de 1990, se constata una notoria disminución de la popularidad del
pluralista. Las tareas son de largo plazo, múltiples y variadas, presidente Menem en los sondeos de opinión pública. Sin embargo, más allá de esa
aunque sin agenda fija. Si la acción en los planos anteriores pasa coyuntura, con el pasaje del tiempo el tema de los derechos humanos pierde
necesaria y casi exclusivamente por el Estado, la tarea cultural centralidad en la opinión pública: mientras que la popularidad de Alfonsín variaba
implica más directamente a la sociedad, aún cuando resulta difícil según su posición frente al tema de los derechos humanos, la popularidad de
imaginar su concreción sin el apoyo y la acción conjunta con el Menem está más ligada al estado de la economía -y fundamentalmente con la
variación de los índices de inflación.

124 125
los militares (Acuña y Smulovitz, 1992). Si bien en el momento en el proceso de esclarecimiento de las desapariciones y en la
inicial de la transición el problema se formulaba en términos de libertad de los presos políticos. Otros organismos, compartiendo los
esclarecer "las violaciones a los derechos humanos", paulatinamen- mismos objetivos y demandas, privilegiaron el acercamiento con la
te se fue transformando en "la cuestión militar". Esto no es obvia- nueva institucionalidad y aceptaron las reglas del juego político (la
mente sólo un cambio de palabras, sino que expresa una inYersión APDH, el MEDH). Con la transición a la democracia, las consignas
de las prioridades iniciales del gobierno: de la necesidad de resolver y demandas debían cambiar:
un problema ético con la sociedad civil a la necesidad de mantener
una relación armónica con el actor militar. En buena medida, esta Para mí cualquier consigna política que en la época de la dictadura era
inversión se produce debido a la presión ejercida por los mismos válida no se debía seguir usando en democracia, porque ya era otro el
militares, aunque actores y analistas coinciden en señalar que en el sujeto al cual se le dirigía la demanda. (Fernández Meijide, entrevista
momento de la transición (fines de 1983 y durante 1984) había CEDES, 12 de diciembre de 1989).
espacio político para proceder con mayor audacia, dada la debilidad
de los militares. 18 Mientras que para otros, las demandas debían continuar en el
Hay otro elemento importante a tomar en cuenta. En realidad, un mismo sentido:
análisis de las propuestas de Alfonsín durante su campaña electoral
pone de manifiesto que éstas eran claramente limitadas: la pro- Esto [mantener la consigna "Aparición con vida"] es una cuestión
puesta de justicia se mantenía en el campo de la justicia_ militar; política. Algunos organismos de derechos humanos la han bajado
además, la distinción de responsabilidades (entre los que dieron las justamente porque están integrados por políticos. Esa -es una consig-
na que nosotros nunca vamos a bajar. La "Aparición con Vida"
órdenes, los que las ejecutaron y los que cometieron excesos) iba a significa todo. Ninguna madre va a matar a su hijo bajando esa
ser la base de la política de juzgamiento (Mignone, 1991, pp. 150- consigna. (Bonafini, Diario de las Madres, no 1, diciembre de 1984).
151; Acuña y Smulovitz, 1992). En gran parte del espectro de los
partidos políticos, incluyendo al candidato a presidente del partido En estas condiciones, el12 de diciembre de 1983 son promulgados
peronista, la propuesta de tratamiento del tema mi~itar e_r~ aun los decretos que disponen el enjuiciamiento de las tres primeras
mucho más cauta o inclusive favorable a los propws militares juntas militares y se envía un proyecto de reforma del Código de
(Palermo, 1987). Justicia Militar para su urgente tratamiento en el Parlamento. Las
Desde muy temprano, algunos organismos de derechos humanos reacciones de los organismos son ambiguas. Los diarios del día 15
(las Madres, los Familiares, el SERPAJ) consideran que la actitud recogen expresiones de cauta satisfacción entre los integrantes más
general con que el gobierno trataba el tema era más cauta y tí~ida destacados del movimiento, seguramente motivadas por el discurso
de lo deseado, señalando que sólo se proponían transformaciOnes televisivo, breve y de profunda resonancia simbólica, del presiden-
graduales impulsadas por el temor a la "desestabilización" desde los te. Al día siguiente, el repudio manifestado en una reunión del "Foro
cuadros militares. Una buena parte del movimiento de derechos del Pueblo Argentino contra las desapariciones" (que convocó a
humanos se fue distanciando entonces de las posiciones sostenidas representantes de todos los organismos) a la elección de los tribuna-
por el gobierno, cuestionando y reclamando por la tibieza de las les militares como iniciadores del proceso, es unánime. Los organis-
decisiones. Exigía más, tanto en lo que hace a la administración de mos se oponen terminantemente a la reforma: desconocen la cuali-
justicia para con los militares responsables de las violaciones, como dad moral de los militares para oficiar de jueces, desconfían de que
vayan a sacrificar a algún camarada para "salvar" el nombre de la
institución y creen que, aun cuando el Consejo Supremo produjera
1
s En esta dirección, Femández Meijide relata el accionar de la CONADEP y la alguna sentencia más o menos resonante, ésta sería menos severa
respuesta en los cuarteles:" ... entrábamos a los cuarteles, los tipos se fruncían y nos
dejaban ver hasta el último calabozo y hasta el último foso ... y les revisábamos todos
que la que podría disponer un tribunal civil. Además, se expresa el
los centros y sacábamos fotos y venían los testigos y decían, 'éste, aquél'. Hoy me temor de que la sustanciación del proceso procuraría obstaculizar la
parece como una ensoñación. Militares que mandaban preguntar si estaban en la continuación de los juicios.
lista, si estaban acusados por algo. Con amigos, todos perseguidos, todos asustados. Todos los organismos del movimiento convergen en la demanda
Y haber desaprovechado ese momento era como ... " (entrevista CEDES, 12/12/89). de formación de una Comisión Bicameral que investigue los aconte-

126 127
cimientos asociados con la represión. A este reclamo se suman Alfonsín convocó a un grupo de personalidades para integrar una
diversos legisladores, aun del oficialismo, que prometen su acuerdo comisión oficial que sería la encargada de realizar la investigación
para una iniciativa de este tipo. El ar~umento con. el cu~l se d~fie~~e de los crímenes cometidos durante la dictadura. Destacados miem-
la conveniencia de dicha estrategia es que SI la mvestigaciOn bros de los organismos de derechos humanos fueron invitados a
estuviera a cargo de legisladores, su condición de representantes del participar de esta comisión, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel, a
pueblo les facilitaría el acceso a información en poder. de los quien se le ofreció la presidencia. Dentro del movimiento la inicia-
militares que se verían obligados a ceder los documentos existentes ti:va presidencial produjo primero desconcierto, y luego, ;eacciones
a person~s provistas de esta autorida~. 19 .Este argumento, ~n un dispares. Los miembros invitados de la APDH y del MEDH decidie-
contexto de euforia democrática, se mviste de una formidable ron colaborar en la iniciativa gubernamental. En la APDH esto
capacidad persuasiva porque combina la posibilidad de represen- generó un conflicto interno: ¿cómo preservar el frágil conse~so a
tar (que en este conte~to muchas veces era e~tendido por."ser") la partir del cual había conseguido funcionar durante todo el gobierno
voluntad del pueblo y, a la vez, realizar el Ideal rep"?~hcano de militar?, ¿privilegiar las posiciones de los integrantes que veían en
división de poderes al que la opinión pública, que exhibia u.n celo la formación de lo que luego sería la CONADEP una maniobra
constitucional sin antecedentes, resultaba sumame:r:te sens~ble. dilatoria? Este conflicto se resolvió en favor del cons~nso. Confiando
La formación de esta Comisión Bicameral estaba siendo cUidado- en la autoridad moral de los miembros invitados a participar en la
samente diseñada en conversaciones de todos los organismos con comisión, los demás decidieron prestar su colaboración y obtener de
miembros del poder ejecutivo y diputados de dis~intas orientaci?- la participación en la comisión investigadora el mayor provecho
nes. Se trataba de que, puesto que la vía del ConseJo Suprem~ hacia posible.
dudar de la posibilidad de alguna co?-dena! la .c,ontundencia q~e
pudieran tener los resultados de una mv~stigaciOn parlamentana La cuestión es que en un momento dado hacemos una reunión en la
Asamblea y empezamos la discusión [con los miembros de la APDH
podía imponer la necesidad de un castigo. Este es otro de los que habían sido invitados a participar de la CONADEP]. Pero la
sentidos asociados a la expresión "condena política" y que refiere a respuesta que nosotros teníamos de gente a quien nosotros respetá-
un castigo extrajudicial pero no irregular. S~ iba en bus~a d~ una b~mos y queríamos (. .. ) es que, en síntesis, si acá lo que quieren es
condena legal -en el sentido de que aludm a !as atnb_uciOnes pmtar la cara, han conseguido malos pintores. En un momento dado
parlamentarias vigentes- y legítima, esto es, refenda a algun valor le pregunté a Marshall Meyer, a Jaime de Nevares y a Gattinoni, si
que, como la Justicia, la Soberanía Popular, o los derec~os huma- se les había pasado por la cabeza renunciar y dijeron que no. Ahí
nos, tuviera preeminencia ética en el momento fundaciOnal de la nosotros dijimos: 'Bueno señores, se acabó. Eso ya está. Ahora tene-
mos que decidir. Esta comisión tiene que dar de sí lo más que pueda'.
democracia.
Contra todas las previsiones y sorpresivamente, el Presidente (Fernández Meijide. Entrevista CEDES- 12/89.)

En otros organismos las reacciones serían distintas. Al serie


19 Algunós testimonios que avalan este punto:" ... yo recuerdo que Alfons~~ nos ofrecida la presidencia de la Comisión, Adolfo Pérez Esquivel,
recibió cuando salió electo en el Hotel Panamericano, allí en una conversacwn se representante del SERPAJ, estableció un mecanismo de consulta
planteó primero lo de una comisió~ parlamentaria. Alfonsín dijo que era un error, con los otros organismos. Su condición para aceptar el ofrecimiento
que las comisiones parlamen~anas nunca ll_eg~n a nada. Yo sostuve <:J.~e su e~a que no fueran los militares los encargados del juzgamiento.
afirmación histórica no era cierta ... Le senale algunos casos de comisiOnes
parlamentarias que a mi juicio habían obtenido buenos_r~sultados y ~obre t?d~ que Fmalmente, su nombre no fue incluido en la lista de integrantes de
ello dependía, en última instancia, de la voluntad pohbca que pudi~ra existir de la Comisión. 20 Miembros de este organismo tomarán parte luego en
parte de ellos, que tenían mayoría en la Cámar~" (E. Mi~one, entrevista CEDES). las tareas de compilación de información y testimonios que realice
Inclusive un tiempo después, como corolano del accwnar de la CONADEP, el
tema reaparece:"Creo que este es el momento oportu~? de que s~ convo~ue Y se
realice una bicameral. Hay que tener en cuenta tambien que nadie podna h.a?~r
realizado la investigación que hizo la CONADEP. Ahora debe ser la comiswn
20
El relato detallado de la manera en que transcurrieron las negociaciones y
bicameralla que tiene que producir la condena política de todo esto". (Alfredo debates en esos pocos días de conformación de la Comisión está registrado en la
entrevista a Adolfo Pérez Esquive} realizada en el CEDES.
Bravo, Nueva Presencia N° 378, septiembre de 1984).

129
128
la CONADEP. La posición del SERPAJ era clara: se opor:~a a que la marcha que acompañó la entrega del informe puesto que desco-
juzguen a los militares, no a la entrega de la docume~tacwn en su nocían su contenido y reclamaban -seguirían reclamando- una
poder a la CONADEP. En ocasión d~ la entreg~ _del ~~forme de la comisión bicameral.
CONADEP, el SERPAJ decide adhenr a la movihzacwn que acom- En esa ocasión, la convocatoria contó con el apoyo de partidos
paña la entrega pero no conv?car a la ~~rcha, puesto que no políticos y una amplia gama de organizaciones sociales. Como
aprobaba la existencia de los tnbunales ~Ihtares. . señala Leis (1989, p. 42), estaban presentes los demás organismos,
En el interior de la CONADEP, el conflicto entre los mtegrantes "pero la mayoría de la gente se sentía ahora convocada por el
que representaban la posición del Ejecutivo (en ~1 sentido ~e enviar problema de los derechos humanos y no por una u otra entidad. Los
el resultado de las actuaciones para su tratamiento en tnbunales diarios calcularon 50.000 personas."
castrenses) y los representantes del movimi~nto d~ de~~chos h_uma- Conviene subrayar que si bien el modo en que se realizaron las
nos, que se oponían a esto y querían <;!~e la mv(2sbga~I_on co:~wra a investigaciones sobre las violaciones a los derechos humanos perpe-
cargo de tribunales civiles, se resolvio (en una vota~wn ~em~a) en tradas por el gobierno militar condicionaba en gran medida la
favor de hacer entrega de los materiales al Poder EJecutivo. Este posibilidad posterior de juzgar y castigar, la posición que cada
incidente, aparentemente anecdótico, ilumina algunos ~e los ras~os organismo tomara respecto de la modaliáad de investigación no
que adquirió el proceso de revisión del pasado en los ~nme~o~ ~nos correspondía inmediatamente con la posición respecto de los cami-
de la Argentina democrática. Habla, por un lado, de la I~I_JOSibihdad nos elegidos para hacer justicia. Más claramente: a pesar de que
primigenia del gobierno radical de elaborar una pohtica que no miembros de APDH y el MEDH tomaban parte de la CONADEP, a
contara con el aval o desconociera la posición de por lo menos pesar de que en forma personal casi todos los individuos que
algunos de los organismos de derechos humanos. Indic<:: además, conformaban los organismos de derechos humanos colaboraron de
que la influencia del movimiento er~ tal <;!u e la r~solucwn de. una uno u otro modo con las actividades de esta comisión, el movimiento
comisión convocada por el Poder EJecutivo podia contradecir la seguirá manifestándose durante todo 1984 contra la reforma del
Código de Justicia Militar. Es decir, la posición respecto del proble-
estrategia presidencial. . . _
La oposición más radical que encuentra la estrategia ~hsenada ma de la "Verdad" es una cosa distinta que la que se sostenía
por el gobierno para resolver el problema de los desaparecidos tuvo respecto del problema de la "Justicia".
lugar en la asociación Madres de Plaza de Mayo. Defraudada~ las Todo movimiento social se caracteriza por una enorme heteroge-
exigencias iniciales, este grupo se colocará en un~ cerrada actitud neidad interna y por la diversidad de estrategias, tácticas, modali-
opositora, a pesar de lo_ cual_ la mayoría d~ las mtegrante~ -~e la dades de acción y estilos organizativos de sus componentes. Un
agrupación prestó testimomo en las oficmas de la_ comiswn Y movimiento social nunca es sinónimo de una única institución o una
colaboró en las investigaciones con fotos u ot~os ma_tenales n_ecesa- organización. Por el contrario, es un conglomerado de demandas
ríos para probar las desapariciones. Las mamfestacwnes r~ahzadas expresadas de maneras diversas, que va constituyéndose en movi~
por las Madres en esa época coinciden er: ~ubr.':yar la lentitud de la miento en la medida en que interpela a un opositor común en la
justicia y en reprochar la falt_a de ~arti~Ipacwn del P':-e?l.? e~2 los medida en que va constituyendo un objetivo común, en una p~stura
procedimientos relativos a las mvestigacwnes y futuros JUICIOS. En crítica (a menudo implícita) del sistema sociopolítico dominante.
setiembre de 1984, las Madres de Plaza de Mayo no participaron de Desde esta perspectiva, una lectura estructural del movimiento de
derechos humanos indica que en la medida en que se enfrentaba a
un oponente unificado y visible, su accionar resultaba coherente y
unitario. La diversidad de metas y estrategias de sus componentes
21 En la entrevista CEDES y en el libro de Ulla y E_c~ave (1986, pp. ~~-88) le permitía avanzar en varios frentes simultáneamente. Sin supo-
Fernández Meijide relata el funcionamiento interno y cotidiano de la recepcwn de ner que respondieran a una decisión estratégica y racional las
denuncias en la CONADEP, tarea en la cual colaboraban miembros del MEDH, de diferencias resultaban ser eficientes en términos de acción col~cti­
la Liga, del CELS, de Familiares, de APDH y algunas madres. .
22 En una declaraci,W'l pública del 16 de diciembre de 198~, ~ebe de Bonafir;¡
va. El disenso y el conflicto interno no deben ser vistos como
criticó la creación de hi CONADEP: "En vez de hacerlo más rapldo, hace171:o.s. mas negativos. Organismos como Madres de Plaza de Mayo se manten-
largo el camino", agregando que _le extrañaba_que los miembros de la comiswn no drán en una cerrada crítica al gobierno, en especial al Poder
fueran elegidos por el pueblo. Twmpo Argentmo, 17/12/1983.

1:11
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Ejecutivo, y optarán por dirimir el conflicto en el terreno de }a
manifestación pública. Otros (APDH, MEDH, CELS) aprove~~aran nación. Al no cristalizar un objetivo común ni un opositor unificado
la oportunidad de participar del "mecanismo" de t?ma de decisiones Y claro, la estrategia común se va perdiendo paulatinamente.
y desde allí apelando a la movilización púbhca como recurso Los distintos organismos integrantes del movimiento vuelven a
subsidiario ~nfrentarán la estrategia del Ejecutivo en procura de coincidir en el apoyo al juicio iniciado contra los comandantes por la
objetivos q~e no difieren sustancialmente de los que se plant~a~ l~s Cámara Federal, en abril de 1985. Este consenso general descansa
otros organismos. De este modo conseguirán que lo que en prmc~pio en la potencia simbólica de la imagen que ofrecen los nueve reos
se pensaba como una reunión d~ notable~ encargados de garantizar sentados frente a los miembros del tribunal. Sin embargo, represen-
la veracidad de un conjunto de mformacwnes, se t~ans_forl?e ~~un tantes de todos los organismos coinciden en expresar rápidamente
tribunal de instrucción sui generis donde, con _cnt~;ws JUri~I~?s aunque con di~tinto énfasis, que la realización de este juicio deb~
diseñados en largos años de experiencia de recopilacw~, exposic10n considerarse solo como la primera etapa de un proceso que debe
de testimonios y presentaciones judiciales, se_ s~stancie la prueba al~~nzar "hasta el último de los torturadores", según la expresión
sobre la que luego irían a decidir tribunales civiles. ubhzada en varias oportunidades por las Madres de Plaza de Mayo.
Las investigaciones entran en una nueva etapa luego ~e. }a A pesar de que todos los organismos coinciden en enmarcar el
entrega del informe de la CONADEP. La a~tivi~_ad de la comision problema de los derechos humanos en el contexto de un conflicto
deja, en el haber del movimiento, la sistemabzacw_n ~e un_a ~~rga de social de vastos alcances, ni aun en las demandas más exigentes (las
prueba que tendrá un peso decisivo para la etapa CIVIl ~e_l}mci_o a_ las de _las Madr~s de Plaza de Mayo) se solicita castigo más que para
juntas. Tiene también el enorme impacto s~b~e la opmwn_p?;bhca, qmenes hubieran planeado, dirigido o participado directamente en
difícil de medir pero presumiblemente deciSivo, ~e. ~a ediCI?~ del los actos mismos de la represión: esto es, militares, miembros de
libro Nunca Más y la emisión del programa de televiswn homommo. fuerzas?~ seguridad, para policiales y otro personal, como capella-
La inquietud entre los oficiales de las fuerzas. ar~adas ~r~c~ nes Y ~ediCos. El ~e~l~mo de castigos penales es para los responsa-
exactamente por los mismos motivos. El P?der EJec~tiVo d~cidira bles directos; el JUICIO a los responsables indirectos deberá ser
entonces arriesgar el choque con los orgamsmos: retira la hsta ~e dirimido en el plano político y en el inevitable 'juicio de la historia".
responsables implicados en la represión del informe final de a En organismos como la APDH o el CELS hay una fuerte asociación
CONADEP y crea la Subsecretaría de Derechos Hu~anos depen- de la idea de Justicia con la aplicación de la ley positiva vigente. Las
diente de la Presidencia, organismo encar!?ado de contmuar con l~s connot~_ciones polític~~ del reclamo corren "por cuerda separada",
investigaciones, girar sus resultado~ a los Juzgados don_de se tra~u­ traduc1endose en actividades partidarias de los más renombrados
tarán causas y canalizar las relacwnes e~tre el_ p~esidente Y os de sus miembros. No existe tal distinción en agrupaciones como
organismos. La actividad de la Subsecret~na es rapid~me:üe cues- Madres de Plaza de Mayo. En este caso, la connotación ideológica y
tionada por la casi totalidad de ~os org~m~mos, Y en ter~I~os muy el reclamo de justicia tienden muchas veces a confundirse. Sin
duros.23 Este es el primer episodiO conflictivo de una re~acwn que se e~b.argo, ni siquiera ellas solicitan castigo para, por ejemplo, el
irá complicando luego con las Instruccione_s a ~os FI~cales Y las mimstro de economía del gobierno de Videla, Martínez de Hoz, o
sanciones de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. En es~e algunos de los responsables del plan económico por él aplicado. El
punto se hace evidente la distancia insalvable entre la estrategia Plan económico y los "Chicago Boys" irían al ''juicio de la historia".
del g~bierno radical y los organismo_s ~~ derechos h~manos, qu_e ¿Por qué ocurriría algo así? En el reclamo de justicia de las
parecen así quedar "fuera del juego", IniCiando un penodo de dech- Madres de Plaza de Mayo, la profundidad de la exigencia tiene la
medida de la pérdida que la motiva. La justicia y el castigo que se
reclaman están profundamente arraigados en la materialidad del
acto _d~ 1~ desaparición. Culpable, en general, es el que hizo, el que
za Días después de una entrevista en la que la APDH había solicit~do al
subsecretario de Derechos Humanos información detalla~a sobre l~s setec1e~~as participo, el que pudo evitar y no evitó, el que pudo ayudar y no
causas que 1a CONADEP había elevado a laJ·usticia
, '.Grac1ela Fernandez
1· ·d dMeiJide
ayudó. En este sentido hay, desde el punto de vista de las Madres
declaraba que el organismo recién creado' se asemeja a un ente ~qu~-~ -~r, re una c~lp~bil_idad o responsabilidad "histórica" que alcanza a políti~
perdió la dinámica que tuvo la CONADEP y por lo tanto resulta muy ~~ LCL sa er cos, smdicahstas, sacerdotes y periodistas, entre otros integrantes
cómo está trabajando." (La Voz, 17/1185). de grupos con presunta capacidad de orientar las decisiones del
132
133
cualqui~r otro castigo como gratuito. Sin embargo el discutido fallo
poder. A esta responsabilidad indirecta le cabe el "juicio de la de la c;amara Fede_ral había dispuesto, manejándose con sorpren-
historia", juicio para cuya realización no hay poder a quien recla- dente md~pendencm respecto de la estrategia del ejecutivo, nuevos
mar, ni haría falta, porque de todos modos ocurrirá. Pero la justicia procesamie~to~. Se abría de este modo un espacio de acción doble
de los tribunales, la terrenal, corresponde a los que hicieron algo para el movimiento de derechos humanos. Por un lado iba a tener
concreto. El círculo de los culpables alcanza así a todos los que que enfrentar las iniciativas del Poder Ejecutivo. Las enfrentó con
estuvieron en contacto con el cuerpo del desaparecido. A los que t~dos los recur:_sos dispon_i~les, que llegaron a la repetida convoca to-
secuestraron, torturaron y asesinaron y a quienes mandaron hacer- na _d~ campan~s y ~ovihzaciones callejeras. A pesar de ello, las
lo, como responsables y culpables directos. decisw_r:es ~el ~Jecutlvo de limitar los procesamientos en tiempo y en
extenswn sigmeron su camino.
En ese punto, la acción se vuelca sobre el Poder Judicial procu-
r~ndo sr~e, dentro de _los márgenes cada vez más estrechos'que las
Más allá del juicio disp~~Icwnes van deJando, actúe con toda la firmeza posible La
sancwn de la ~ey de_Pu~~o Final produce el resultado paradójic~ de
las p:es~r:tacwnes JUdiciales masivas resueltas en la febril activi-
El juicio desplazó el foco de atención y el escenario de conflicto del · 1 de los primeros meses de 1987 · Las d e 1egacwnes
dad ·JUdicial ·
Poder Ejecutivo al Judicial. Este desplazamiento dura el tiempo que provmcm es de los organismos de derechos humanos y la presión
dura el juicio. Cuando son promulgadas las sentencias, el descon- po~ular fueron factores importantes en esto. También la image d
tento de todos los miembros del movimiento se manifiesta en s~nedad Y eficiencia_presentada por la Cámara Fede;al de Bue~o:
declaraciones de oposición al Poder Ejecutivo. El día mismo en que Aires sentaba un ~Jemplo difícil de ignorar. El Poder Judicial
las sentencias son pronunciadas, algunas Madres participan de una ~ucho~ de c~~os mie~bros habían sido señalados por sus orienta~
marcha improvisada que reclama por la injusticia de las condenas cwnes Ide~logicas antldemocráticas por los organismos -y en no
y advierte sobre la necesidad de evitar futuras amnistías o garan- poca~ o~~swnes co~ ~obrados motivos- manifestaría ahora, sea por
tías legales de impunidad. Cuando imaginaban el castigo para los conviccwn democratlca: J?Or un ~ntialfonsinismo militante, 0 por no
militares argentinos, estaba más presente el recuerdo todavía quedar expuesto a la cntlca social, una imprevisible velocidad en el
fresco de la explosión democrática que auguraba mejores resulta- esfuerzo por alcanzar con la citación a todos los miembros de las
dos, y menos la ausencia de antecedentes de juicios de este tipo en Fuerzas Armadas y de segu~idad_sobre los que se tuviera sospechas.
la historia latinoamericana.~
4
Los resultad~s de es_ta histona son conocidos. La sensación de
Las sentencias deterioran la relación del gobierno con los orga- derr_ota o desazon a~ociada _e~~ la sanción de la ley de Obediencia
nismos integrantes del movimiento. Una vez producida la sentencia D~bi_da Y _la postenor deciswn presidencial de los indultos no
del juicio, los caminos de los organismos de derechos humanos y del ehmma e~ I~pacto social del NUNCA MAS y de los juicios, dos hitos
Ejecutivo comienzan a diverger aún más. Para muchos de los q_ue permitler_on qu~ ~ra,n parte de la sociedad vinculara la democra-
protagonistas políticos de esta historia, se había dado un paso Cia c?n _esta dm;enswn etlca. Las reflexiones de algunos líderes del
doloroso pero inevitable. Era además, el último soportable. Pensa- movimiento as1 lo destacan:
ban que, a partir de este momento, el ánimo militar consideraría
La difusión de este in!o.rme ~el NUNCA MAS], que sirvió también de
b~se_ par~, un dramatlco v1deo televisivo, ha tenido una enorme
s1g~uficacwn para crear conciencia sobre el tema... A nadie nos
24 Fernández Meijidc relata:''Yo estaba en un encuentro en Chile, era de satisfizo, dentro de las organizaciones, las condenas en el juicio a los
organismos del Cono Sur. Y llamé por teléfono a El Mercurio para que nos dieran
comand~n~e~, pero la mayoría comprendimos que se trataba de un
el monto de la condena. N os enchinchamos espantosamente esa noche, y nos
pusimos muy mal. Al día siguiente, cuando entramos al congreso ya había varios
hecho histonco de trascendencia (Mignone, 1991, pp. 159-161).
compañeros que nos recibieron con aplausos. Entonces nosotros empezamos a
decir: ¿cómo que nos aplauden? ¿ustedes están mamados? Ellos nos decían: ustedes El ~compañamient_o que tuvo la CONADEP y el Juicio por parte de la
no saben aprovechar lo que tienen. Ustedes no se conforman con nada, así son los socwdad en su conJunto fue mucho mayor que el de los políticos. En
argentinos". (Fernández Meijide- Entrevista CEDES- 12/89.)
131)
1:14
el Juicio nunca tenías un político mirando. Era la gente común, la que a su vez, lo que viene a ser lo mismo ... Un pueblo jamás puede "olvidar"
hacia cola para conseguir entradas (Fernández Meijide, entrevista lo que antes no recibió (Yerushalmi, 1989, 17-18). 25
CEDES, 12/12/89).
¿Cómo recuerda un pueblo? ¿Cuáles son "los canales y receptácu-
Desde los distintos lugares donde yo puedo vivir el Juicio, como los de la memoria"? Lo que la memoria retiene es aquella historia
testigo como militante, como actor, ... creo que el juicio fue una 9ue pued~ integrarse e~ el sist~ma de val~res; el resto es ignorado,
instan~ia decisiva en la vida del país. Creo que tanto o más que la olvidado , aunque en ciertas circunstancias lo olvidado puede ser
recuperación del proceso electoral, desde el pu1_1to de ':ist~ de 1~ recuperado. El sistema de valores actúa como selector de lo que se
consagración de valores éticos, fue absolutamente Imprescmdible. MI incorpora a la "tradición". 26 Del pasado sólo se transmiten los
experiencia fue que permitió, mucho más que la CONADE:f~, que la
mayor parte de la sociedad se metiera como en un túnel del tiempo ... episodios "ejemplares" o edificantes para esa tradición tal como se
(Norberto Liwski, entrevista CEDES, 1/10/90).
la vive en el presente. '
Este_ presente histórico es construido por sujetos en lucha, y esta
lucha mcluye la disputa por el sentido de la historia y por los
contenidos de la tradición y de los valores. Así, en la Argentina de
la transición a la democracia de los ochenta, el movimiento de
Sobre el olvido derechos humanos actúa como "empresario" de la memoria frente
y la memoria a dos corrientes políticas con proyectos ideológicos alternati~os: los
que pretenden glorificar la actuación de las fuerzas armadas como
Más allá de sus demandas y objetivos específicos en el plano político, héroes en una guerra que tuvo algunos "excesos", y los que preten-
uno de los aspectos de mayor importancia en la causa del movimien- den cerrar las heridas y conflictos de la sociedad a través de la
to de derechos humanos es su lucha "contra el olvido" Y por la "reconciliación" y el olvido, señalando las urgencias (económicas
recuperación de la memoria. Esta lucha está anclada en una políticas) del presente y pretendiendo mirar hacia el futuro (o hace;
convicción indiscutida dentro del movimiento: que sólo a través del borrón y cuenta nueva). 27
recuerdo permanente de lo ocurrido en la represión se puede Frente a estas interpretaciones contrapuestas, el movimiento de
construir una barrera contra la repetición de atrocidades similares. derechos humanos se dedica militantemente a activar la memoria
Una certidumbre de que el "Nunca más" en el futuro se deriva del a_pro~over el recue:do, a señalar qué acontecimientos (afrentas;
recuerdo (¿reiterativo?) del pasado traumático. ¿Es la memoria la vwlacwnes) es preciso retener y transmitir. Una parte (relativa-
clave para esto? ¿Quiénes son los depos~tarios y custodios ~e. ~sa mente menor) de la empresa activa de la memoria está centrada en
memoria? ¿Cuáles los mecanismos socmles de su transmiSIOJ.?-? elaborar archivos históricos, datos, documentos. 28 La labor central
¿Cómo se transforma la experiencia traumática vivida en memona ideológica y política, se desarrolla a partir de identificar el recuerd~
histórica y social?
¿De qué olvido y de qué memoria esta~os ha~lando? No se t:a.t~
del plano individual, en el cual sólo es posible olvidar 1~ que se vr~rw, •
25
En la tradiciónj?d~a, señala el autor, hay un terror al olvido. Sin embargo, lo
sino de una memoria colectiva y del temor a un olvido colectwo. Importante es el movimiento dual de recepción y transmisión: "Los judíos no eran
Tema complejo, con apelaciones éticas y afectivas, además de las virtuosos de la memoria; eran receptores atentos y soberbios transmisores"
(Yerushalmi, 1989, p. 19).
ideológicas e instrumentales. 26
"Cada grupo, cada pueblo tiene su halakhah ... , el camino por el que se marcha
el Camino, la Vía, el Tao, ese conjunto de ritos y creencias que da a un pueblo ei
Cuando decimos que un pueblo "recuerda", en realidad decimos sentido de su identidad y de su destino" (Yerushalmi, 1989, p.22).
primero que un pasado fue activamente transmitido a las generacio- 27
Los indultos de 1989 y 1990 a los miembros de las Fuerzas Armadas
nes contemporáneas a través de ... "los canales y receptáculos de la (incluyendo a los comandantes de las Juntas militares) y a los pocos líderes de la
memoria" ... y que después ese pasado transmitido se recibió como guerrilla condenados fueron justificados por el objetivo de la "reconciliación
cargado de un sentido propio. En consecuencia, un pueblo '_'olvida" nacional". Es dificil, sin embargo, concebir una reconciliacion sin arrepentimiento.
28
cuando la generación poseedora del pasado no lo transmite a la Cuando la tarea que se autoasigna un grupo en lucha es de esta naturaleza
el compromiso de la historia como disciplina y de la investigación de ciencia~

.
siguiente, o cuando ésta rechaza lo que recibió o cesa de transmitirlo

137
136 ' ',
, 'Ir
y la memoria con la construcción de una cultura y una identidad. Los ?es com~tidas durante el regimen militar: nadie puede aducir
intentos en esta dirección han tenido repercusión, aunque limitada: Igno~anc1a desde ~ntonce~. Se vend_ieron cientos de miles de copias
las Madres continúan sus rondas semanales, sus Marchas de la d:l hbroNunca mas, que sigue reedltándoseyvendiéndose casi una
Resistencia, su presencia-denuncia con los pañuelos blancos en decada después de su publicación. A su vez, el juicio a los ex
actos y acontecimientos públicos. También hubo un intento de comandantes fue l~ confirmación institucional de esa "verdad"
establecer una Fundación de la Memoria, con un proyecto de museo, (apeland~,~ la ~~t~ndad del Poder Judicial) y el momento fundacio-
que no ha tenido impacto público significativo hasta ahora. El nal_ ~e la Justicia . Con el correr de la transición las dificultades
desafío está en que este proceso activo del recuerdo logre superar el poh~1cas de la fase de la justicia se pusieron de manifiesto de manera
ritual de la repetición de una historia, siniestra y traumática. crec1en~e, ~rovocar:d_o revisiones y retrocesos en la política oficial. :Jo
Si el recuerdo y el no olvido son siempre parte de la recreación de . _En termmos pohtlcos, todas las frágiles democracias en forma-
tradiciones, en períodos de transición y reconstrucción democrática ~wn_ s_e enfrentan con la dificultad de implementar la verdad y la
la tarea tiene consecuencias políticas más inmediatas: el re-conoci- Jusbcm_, pr~sas del te~or a la reacción por parte de los culpables
miento público y oficial de la información sobre violaciones y (mayontanamente militares y otros grupos que siempre quedan
violadores (la construcción de una "verdad" histórica) 29 constituye con poder Y con ?ase social), del peligro de un nuevo golpe u otras
un momento crucial de la asignación de responsabilidades. En este formas de reacc1ón, y de la imposibilidad de enjuiciar a todos los
sentido, conviene recordar aquí la distinción que hace Méndez en su culpables y de resarcir a todas las víctimas. En esas situaciones tan
informe sobre Argentina (Americas Watch, 1987) entre la fase de la ~omunes .~n el mu?do actual (~eier, 1990), el reconocimiento' y la
"verdad" y la fase de la "justicia": la fase de la verdad implica el mformacwn ampha son un pnmer paso en la tarea a realizar
reconocimiento gubernamental de la responsabilidad que tuvieron aunque no alcanzan. '
agentes estatales por los abusos cometidos. Esto se logra a través de
la difusión oficial de la "verdad" de lo ocurrido. La fase de la justicia Sabiendo lo ocurrido, una nación podrá ser capaz de plantearse un
implica la acusación formal y el castigo de los culpables reconocidos debate hone~to sobre cómo y por qué los horrendos crímenes llegaron
como tales, un paso que no siempre resulta políticamente viable en a. s_er co~eti?os. I~entifi_car a los responsables y mostrar · 1 que
su totalidad. h1c1er_on 1mphca estlgmaüzarlos, lo cual ya es un castigo en sí mismo
Esta distinción se ve muy claramente en el caso argentino. Desde Iden_hficar a las víctimas, y recordar cómo fueron torturadas ;
la perspectiva de la sociedad en su conjunto, la fase de la "verdad" asesmadas, es una manera de reconocer su valor y su dignidad (N eier
1990, p. 34).31 ,
correspondió a las investigaciones llevadas a cabo por la CONA-
DEP. En su informe se dieron a conocer públicamente las atrocida-
. En ~~nto no hay ':lna única demanda y una única memoria, la
~Ituacw~ es compl~Ja. ~n la Argentina, el reconocimiento de la
verdad , la humamzacwn de las víctimas y la estigmatización de
sociales está en ofrecer el cúmulo de datos e información como para que "quienes
lo necesiten encuentren que tal o cual personaje ha existido de veras, que tales o
~omar:do al Juicio com~ punto de partida, un recorrido de los reveses
30
cuales acontecimientos sucedieron realmente, que tal o cual interpretación no era
la única" (Yerushalmi, 1989, p. 26). posteno:es l~cluye_las Instruccwnes al Fiscal Militar, la Ley de Punto Final, la Ley
"Contra los militantes del olvido, los traficantes de documentos, los asesinos de de Ob~d1en_cm Deb1da, el Indulto I y el Indulto II, sucesivos recortes a los que fue
sometida d1cha fase.
la memoria, contra los revisores de enciclopedias y los conspiradores del silencio,
~1. e;:al_ua~ 1~ importar:cia del juicio a los ex comandantes, Liwski señala que
31
contra aquellos que, para retomar la magnífica imagen de Kundera, pueden borrar
a un hombre de una fotografía para que nada quede de él con excepción de su el Jmc10 ehmmo esos testimonios fantasmas en la sociedad puso a las víctimas
sombrero, el historiador, el historiador solo, animado por la austera pasión de los como seres huma~~s, ~as ig~aló al resto de los seres huma~os. Y quitó la base
hechos, de las pruebas, de los testimonios, que son los alimentos de su oficio, puede argumen_tal de leglt1m1d~d o JUstificación del accionar del terrorismo de Estado ...
velar y montar guardia" (Yerushalmi, 1989, p.25). Par~ la mmensa may_on.': de lo_s _q~e testimoniaron, fue un punto reparatorio
29
Neier (1990) utiliza en este tema la diferenciación planteada por Nagel entre pa~c1al... en todo caso s1rv10 para llllcmr procesos repara torios mayores dinámicos
re-cono¡;imiento (acknowledgment) y conocimiento (knowledge ). En el contexto de ab1ert~s, ~ue re.conocen ya otras instancias no jurídicas, más so~iales má~
la responsabilidad política, el primero implica la admisión por parte del Estado de comumtanas, mas culturales, de participación y de integración" (Liwski entrevis-
las malas acciones cometidas. ta CEDES, 1110/1990). '

138 139
los responsables son, sin duda, procesos significativos para los
directamente implicados y para la sociedad corno un todo. 32 La Vari?s . símbolos de las Madres han sido apropiados por otros
condena moral y social, sin embargo, no pueden reemplazar la movimientos: las rondas semanales (inclusive los jueves corno en
centralidad de la justicia, especialmente cuando se dirige la mirada las Marchas de Silencio en Catarnarca, a raíz del ca~o María
hacia la construcción de una institucionalidad democrática. Soledad); las fotos de los familiares víctimas (en el caso de la
Comisión de víctimas i~ocentes de la violencia estatal, que se reúne
... En la medida en que una sociedad o un gobierno desechan como frente al Congreso Nacwnal). También la reacción comunitaria de
innecesario el principio de la responsabilidad (accountability), soca- protesta frente a los intentos policiales de recabar información
van sus posibilidades de convertirse en una verdadera democracia, en Ideológica y po_lítica en escuelas, en un impulso que parecía surgir
la cual los ciudadanos puedan confiar en que sus derechos están del_ Nunca mas. Todas estas son reacciones aisladas, desde la
firmemente protegidos (Neier, 1990, p. 35). s?ciedad. Por otro lado, el sistema educativo no ha asumido (inclu-
SIVe se podría decir que oficialmente se resiste a asumir) su rol de
Los líderes políticos pueden considerar que juzgar puede no ser transmisor. Y formador de valores, al no incorporar la historia del
parte necesaria de la transición; pueden sentir que los juicios son pasado_reciente en .lo~ programas educativos y al no vincular esta
muy riesgosos; pueden haberlos eliminado del ámbito de las alter- rnernona con la (limitada y deficiente) formación en ternas de
nativas políticas viables por pactos y negociaciones. Desde una derechos humanos.
perspectiva histórica, la justicia incompleta implica dejar política-
mente sin resolver un conflicto, abriendo así la posibilidad de que el
espacio sea ocupado por el dolor y el sufrimiento de las víctimas y
afectados directos, con su pérdida irreparable e inolvidable. En A modo de conclusión
tales casos, saldar las cuentas del pasado quedará corno una tarea
eternamente inconclusa, y las heridas del pasado reaparecerán una
y otra vez, de manera repetitiva, sin elaboración ni transformación Las tensiones y presiones cruzadas que atraviesan al movimiento
histórica o simbólica. de derechos humanos, entre las urgencias de la pragmática política
Si para las víctimas, el daño es irreparable, frente al deterioro del Y la~ de~andas del no-olvido y el recuerdo permanente, son en
lugar de la justicia, a la sociedad en su conjunto sólo le queda el realidad Irresolubles. ¿Es que la tarea del "no-olvido" resulta en el
espacio de construcción de la memoria colectiva para elaborar social fondo incompatible con la racionalidad de la política donde siempre
y culturalrnente las cuentas con el pasado. En el plano cultural, algún olvido se impone? '
justicia y recuerdo quedan identificados. 33 El recuerdo y la construc- La contradicción entre la lógica de la política y la lógica del duelo
ción de la memoria colectiva implican tareas en varios frentes. e~ planteada por Loraux (1989), en un texto que analiza la utiliza-
Ción del~ amnistía en la política de la Grecia antigua y los llamados
32
El reconocimiento social de los torturadores ha llevado, en la Argentina, a al no-?lvido en la reaparición repetitiva del dolor en la tragedia y en
incidentes de aislamiento social y de repudio en la calle y entre vecinos. También los rn~tos. Pre~entar este contraste aquí, estilizado y magnificado,
a algunas protestas cuando alguien reconocidamente ligado a la represión aparece permite reflexiOnar sobre las contradicciones inherentes al movi-
ocupando algún cargo o posición pública. Con el paso del tiempo, sin embargo, las
manifestaciones de este repudio social se acallan, y a menos que haya una sanción miento de derechos humanos en la Argentina actual.
e inhabilitación institucionalizadas, el repudio social por la actuación en la
dictadura va perdiendo fuerza impugnatoria. Con el paso del tiempo y el envejeci- La ~olítica es hacer como si nada hubiera pasado. Como si nada se
miento o muerte de los testigos, también el reconocimiento de los "violadores" se hub1era producido. Ni el conflicto, ni el asesinato, ni el resentimiento
hace más difícil.
33
En un encuesta realizada en Francia en relación con el caso Barbie, una de las
preguntas era: "De las dos palabras siguientes, olvido ajusticia, cuál es la que mejor
caracteriza su actitud frente a los acontecimientos de este período de la guerra y (estrenada en Buenos Aires con el título Mucho más que un crimen) de Costa-
de la Ocupación". Frente a esto, Yerushalmi se pregunta, ¿es posible que el Gavras, centra~a en crímenes del nazismo. En un momento, la abogada pregunta
antónimo de "el olvido" no sea "la memoria" sino la justicia? (Yerushalmi, 1989, p. al fiscal por que pone tanto empeño en ese caso, qué tiene contra ella y su padre.
26). El recuerdo y la justicia también se identifican en la película Music Box La respuesta del fiscal es que no hay nada personal, pero que si no se puede rehacer
el pasado, lo que sí se puede es recordar.
140
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(o rencor). La política comenzaría donde cesa la venganza (Loraux, En tanto el no-olvido está inspirado en la ira, se opone y contra-
1989, p. 35). dice los principios políticos que fundan la memoria de las institucio-
nes: "Tenemos aquí una figura femenina de la memoria, 34 que las
Los llamados de la política (¿en Grecia y en todas partes?) ciudades se esfuerzan por acantonar en la esfera de la anti- (o de la
implican la prohibición de recordar las desgracias y la promesa (o el ante-) política" (Loraux, 1989, p. 41) contrapuesta a la instancia
juramento) de no hacerlo. Es un llamado a "olvidar no sólo las política que funciona como censor de la memoria, como juramento
maldades de los otros sino la propia cólera, para que se restablezca de no rememoración, proscribiendo "toda recordación de un pasado
el lazo de vida en la ciudad". El mandato del olvido, sin embargo, no litigoso, inoportuno por conflictivo". '
es fácilmente implementable. ~1 no-olvido, por otro lado, se funda El tema tiene implicaciones que van más allá que la cercanía de
en la ira y en el duelo (que no puede hacerse?) que se han apoderado la experiencia vivida y el dolor de las heridas todavía sangrantes. En
de la víctima y claman venganza. Ira y dolor emergen en la tragedia. tanto el proceso de reconstrucción ética de la sociedad está anclado
en el trauma del terrc:ilsmo de Estado y la política estatal oficial no
Queda para los ciudadanos-espectadores reunidos en el teatro adivi- re-conoce institucionalmente esta experiencia, el respeto por los
nar, en esta ira que no olvida, aquello que, para la ciudad, es lo afectados y por su memoria se pueden convertir, paradójicamente,
absoluto del peligro, pues el peor adversario de la política, la ira como en un mecanismo aterrador y paralizador de las generaciones
duelo, hace "crecer" los males que ella cultiva asiduamente: es un lazo jóvenes, de aquellos que no han vivido la experiencia traumática en
que se cierra a sí mismo hasta resistir a todo intento por desatarlo carne propia. Ser portador del dolor y de la memoria por haber sido
(Loraux, 1989, p. 41). víctima o testigo direc;to otorga un poder y una autoridad simbólica
basados en el "monopolio" de los significados y contenidos de la
La introducción de mediaciones simbólicas en los mecanismos del verdad y la memoria. Este poder puede, a su vez, ahogar los
recuerdo -a través del arte, de imágenes evocadoras (pañuelos, mecanismos de transmisión intergeneracional de la memoria, al no
siluetas, manos, máscaras, carteles,) o de la ficción- responde a la otorgar a las nuevas generaciones el permiso de reinterpretar, en
necesidad de que la experiencia traumática encuentre algún "cie- sus propios términos y circunstancias históricas, el sentido de las
rre". La tragedia-ficción respondió en Grecia a que "el pueblo experiencias transmitidas. Y esto es, a la larga, peligroso: sólo como
ateniense hizo saber que no soportaba que se le presentara en escena parte de un proceso activo y dinámico de reinterpretación perma-
lo que lo afectaba dolorosamente" (Loraux, 1989, p. 29). Podría nente puede la incorporación del recuerdo y la memoria de eventos
aventurarse la hipótesis de que la sociedad argentina todavía está históricos resultar significativa en la construcción de una nueva
inmersa en la "experiencia traumática" de la desaparición, sin una cultura y una nueva identidad colectiva.
elaboración significativa, con un proceso de simbolización aún muy En este sentido, hay un doble peligro histórico: el olvido y el vacío
primario, muy directamente pegado al dolor. Todavía no se ha propuestos desde la política, y su complemento, la repetición ritua-
podido desterrar el terror ni lo siniestro, para superar el realismo lizada, sin transformación simbólica, de la historia siniestra y
de las experiencias vividas. traumática, de la tragedia, reapareciendo permanentemente, sin
El proceso de recuperación de las víctimas (individuales y colec- posibilitar la creación de nuevos sujetos y de nuevos significados.
tivas) de situaciones de "catástrofe social" requiere del apoyo de un
proceso social que reconozca y nombre sus vacíos y "agujeros":

El traumatismo sufrido en las catástrofes sociales destruye la confian- 34


Se plantea aquí un tema significativo para el análisis de las diferencias de
za y, peor aun, transforma a sus víctimas en extranjeras de una género en el movimiento de derechos humanos. Los símbolos del dolor-las Madres
historia de la cual no pueden apropiarse ... La memoria externa, el de Plaza de Mayo y las Abuelas- son principalmente mujeres; los organismos más
memorial colectivo, la historia que sin cesar debe buscar un sentido, políticos son más masculinos. Más allá de la constatación descriptiva, la interpre-
podrán proteger contra el resurgimiento del horror contra la repeti- tación de lo femenino y lo masculino en el movimiento de derechos humanos, sin
ción y ... ofrecer algunos apoyos para decir con palabras prestadas algo embargo, no coincide con los clivajes entre organismos. Más bien, usando la
de su verdad ... (Kaes, 1991, pp. 162-163). distinción de Gilligan (1982), lo que se manifiesta es una compleja dinámica de
diferencias de género entre concepciones morales ancladas en nociones de derechos
y en nociones de responsabilidad y cuidado del otro.

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LOS DERECHOS
EN LA CULTURA POLITICA

Osear Landi
Inés González Bombal

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