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Para ello, se calienta el acero a una temperatura ligeramente más elevada que la crítica superior (entre
850-900° C) y se enfría luego más o menos rápidamente (según características del acero) en un medio
como aire aceite, agua, agua más polímeros solubles, etc.
Existen diferentes métodos para realizar el calentamiento tales como horno eléctrico, horno de gas,
horno de sales, llama e inducción entre otros.
En el temple por inducción los aceros normalmente utilizados tienen un contenido de carbono entre
0,3% y 0,7% (aceros hipoeutectoide).
El recocido consiste en calentar el metal hasta una determinada temperatura para después dejar que se
enfríe lentamente, habitualmente, apagando el horno y dejando el metal en su interior para que su
temperatura disminuya de forma progresiva. El proceso finaliza cuando el metal alcanza la temperatura
ambiente.
El recocido es un proceso de tratamiento térmico utilizado para reducir la dureza, aumentar la ductilidad
y ayudar a eliminar las tensiones internas. El recocido por recristalización se aplica a los metales
trabajados en frío, para obtener la nucleación y el crecimiento de nuevos granos sin cambio de fase.
Es un tratamiento complementario del templado, que regularmente sigue a este. A la unión de los dos
tratamientos también se le llama «bonificado». El revenido ayuda al templado a aumentar
la tenacidad de la aleación a cambio de dureza y resistencia, disminuyendo su fragilidad. Este
tratamiento consiste en aplicar, a una aleación, una temperatura inferior a la del punto crítico y cuanto
más se aproxima a esta y mayor es la permanencia del tiempo a dicha temperatura, mayor es la
disminución de la dureza (más blando) y la resistencia y mejor la tenacidad. El resultado final no
depende de la velocidad de enfriamiento.
- Temperatura de revenido.
- El tiempo de revenido.
- Dimensiones de pieza.
Mejorar los efectos del temple, llevando al acero a un punto de mínima fragilidad.
Reducir las tensiones internas de transformación que se originan en el temple.
Cambiar las características mecánicas en las piezas templadas generando los siguientes efectos:
Reducir la resistencia a la rotura por tracción, el límite elástico y la dureza.
Elevar las características de ductilidad; alargamiento, estricción y las de tenacidad; resiliencia.
Los tratamientos térmicos modifican la estructura cristalina que forman a los aceros, sin variar la
composición química de los mismos. Esta propiedad debe tener diferentes estructuras de grano con la
misma composición química, se llama alotropía y es la que justifica los tratamientos térmicos.
La transformación martensítica vista, es sólo un caso particular de las posibles transformaciones que la
austenita puede sufrir cuando se baja de las temperaturas críticas inferiores Ae1, en la que la austenita
queda en forma metaestable. De manera general, cuando la austenita metaestable se mantiene a una
temperatura fija un tiempo suficiente, aparece una transformación total de la estructura primaria a otra
estructura, que es función unívoca de esta temperatura. Por otra parte, los tiempos de iniciación y
finalización de la transformación son perfectamente definidos y constantes para cada calidad de acero,
composición y tamaño del grano.
Los diagramas que describen estas transformaciones isotérmicas son los denominados T-I, o
también T.T.T. (temperatura, tiempo, transformación), pues son éstos los parámetros que quedan
reflejados en el mismo. Dada la forma característica de las curvas representadas también se les
denomina curvas de las S.
Templabilidad
La templabilidad es la propiedad que determina la profundidad y distribución de la dureza inducida
mediante el templado a partir de la condición austenitica.
Un acero aleado de alta templabilidad es aquel que endurece, o forma martensita, no sólo en la
superficie sino también en su interior. Por tanto, la templabilidad es una medida de la profundidad a la
cual una aleación específica puede endurecerse.
Hasta el momento se han discutido aspectos relativos al comportamiento del acero durante las diversas
formas de transformación posibles en los mismos. Tanto los diagramas isotérmicos como los diagramas
de enfriamiento continuo dan información valiosa al respecto de este comportamiento. Ellos indican,
por ejemplo, que un acero puede ser enfriado más lentamente para obtener martensita cuando tiene
elementos de aleación en su composición. Entretanto se debe considerar cual es realmente la
información proporcionada por estos diagramas para efecto práctico en un tratamiento térmico. Se sabe
que una pieza de acero enfriada en un medio cualquiera tendrá una velocidad de enfriamiento que
depende de varios factores y una vez que estos son determinados, se debe buscar alguna manera de
comparar y predecir lo que irá a suceder cuando se realice tal enfriamiento. Para esto es necesario que
primeramente se entienda lo que es la templabilidad.
Ensayo Jominy
Método Jominy o Ensayo Jominy es procedimiento estándar para determinar la templabilidad.
Se trata de templar una probeta estandarizada del acero estudiado. Primero se calienta a la temperatura
de austenización, enfriándola posteriormente mediante un chorro de agua con una velocidad de flujo y
a una temperatura especificada, el cual sólo enfría su cara inferior. Dicha cara actúa como superficie
templante y enfría la probeta de forma longitudinal hacia su extremo superior solo por conducción,
apareciendo un gradiente de velocidades de enfriamiento desde la máxima velocidad en el extremo
templado (inferior), a la mínima en el extremo superior.
Una vez que la probeta se ha enfriado a temperatura ambiente, se desbasta una tira de 0,4 milímetros
de espesor y se determina la dureza a lo largo de los 50 mm primeros de la probeta. En los primeros
12,5 mm las lecturas de dureza se toman a intervalos de 1,6 mm y en los 37,5 mm siguientes cada 3,2
mm. Después se traza una curva de templabilidad representando los valores de dureza en función de la
distancia al extremo templado.
Diagrama TTT
Un diagrama TTT (temperatura, tiempo, transformación de austenita) o curva S resume las posibles
transformaciones de la austenita para cada acero, imprescindibles tanto para el diseño de tratamientos
térmicos como para la interpretación de las microestructuras resultantes después de los mismos. Su
construcción experimental se realiza mediante un determinado número de muestras de acero que,
previamente austenizadas, se enfrían en baños de sales a diferentes temperaturas y tiempos
determinados. La microestructura obtenida en cada una de las muestras se analiza y representa,
obteniéndose así el diagrama TTT para ese acero.