Está en la página 1de 3

LITERATURA EXPERIENCIA LITERARIA

A partir de la lectura se puede afirmar que los estudiantes no leen, ya que los docentes
hacemos que la lectura se perciba como una pereza invencible en los jóvenes, además
hace reflexionar acerca del rol del docente, si en verdad es capaz de inducirlos por el
camino de la lectura; es evidente que el maestro solo se limita a enseñar su disciplina,
tanto que algunos se han preocupado por crear una imagen y un nivel de importancia
falso acerca de la enseñanza de la literatura, olvidando que esta es uno de los
instrumentos pedagógicos tanto lúdico como funcional con el que se pueden desarrollar
todas las habilidades fundamental del estudiante en su permanente quehacer
cognoscitivo y lo va empleando en su relación con el mundo.

La literatura, es “Verdad Sospechosa” como la dominó Alfonso Reyes 1, es una actividad


espiritual que exige igual que otras disciplinas (imaginación- disciplina- conocimiento-
experiencia y fervor. Para lograr todo esto se necesita plantear estrategias que busquen
explorar todas las posibilidades lúdicas para el aprendizaje, se aprende literatura
haciendo literatura, se trata de aprender jugando y sobre todo, que el trabajo que se
realice genere gozo en el estudiante.

Los maestros hemos caído en enseñar historia literaria, corrientes, autores, géneros; no
significa que no sea importante, sin embargo no es suficiente recurso para motivar a
nuestros estudiantes hacia el camino de la literatura, ahí es donde se encuentra el
verdadero obstáculo que nos aleja como orientadores del proceso académico, además
porque la literatura trabajada como medio pedagógico nos ayuda a interpretar la realidad
y los sueños, trabajar por ello al ideal impuesto por Gianni Rodari “El uso total de la
palabra para todos me parece un buen lema de bello sonido democrático no para que
todos sean artistas sino para que nadie sea esclavo”. Esto conlleva a plantear objetivos
claros de la educación literaria en los salones de clase, más que un conocimiento
memorístico y superficial, se debe desarrollar la adquisición de hábitos lectores y la
capacidad de analizar los textos y compararlos con la realidad actual.

1. Alfonso Reyes “El maestro como sujeto permanente de la práctica pedagógica” Enero
2000, pp. 5-8
Mediante el fortalecimiento de esta competencia se sensibiliza estéticamente a los
estudiantes a través de la lectura, análisis y recreación de las obras adecuadas a su edad
y a sus intereses. Fundalectura así lo ha ratificado “ ¿No será que el descuido en la
selección de lecturas de calidad es una de las razones por la que los niños que tuvieron
en los primeros años de su escolaridad afición por la lectura, la pierdan al entrar a la
adolescencia”2 es decir al darse cuenta de que los materiales de lectura que se ponen en
sus manos no tienen para ellos ninguna significación, no movilizan sus capacidades, no
emocionan o en una palabra, no tienen la calidad suficiente para crear interés duradero
por la lectura.
Leer debe ser un placer, en consecuencia, luego de leer forzosamente no es necesario
realizar una comprensión de lectura. Estos controles de lectura desaniman porque
implica un acto de escritura pasiva (copiar, resumir, memorizar) Es mejor acudir a otras
formas de evaluación, preferiblemente orales: discusión, conversatorio, debate, etc.

Se puede realizar dinámicas creadoras de comprensión de lectura, algunas de ellas


exigen la aplicación de estratégicas lúdicas: jugar con el título, plantear hipótesis, detener
la lectura súbitamente para saber lo que piensan los estudiantes, escribirle una carta al
personaje, dramatizar el cuento, escribir un diario.

Hoy en nuestras aulas aún se cree que es suficiente reconocer el alfabeto y la capacidad
de decodificar textos sencillos, alejándose con el contacto con la cultura escrita, quien no
pueda dialogar críticamente con los diversos textos que circulan socialmente, asumir
posturas frente a ellos e integrarlos a su pensamiento y forma de actuar es un
“analfabeta”

Leer ya no es solamente una habilidad de lenguaje, quien lee termina por confrontar lo
leído con sus ideas, para manifestar opiniones, sentimientos, reacciones. Se sirve de lo
que ha leído para enriquecer y comprender mejor la realidad que lo rodea, se construye y
actúa sobre sí mismo y sobre los demás. La lectura confiere poder sobre el mundo.
Quienes al terminar la escolaridad estén en plena capacidad de ejercer sus derechos
como ciudadanos; entre ellos, el derecho a la información, a la participación y al ingreso al
mundo del trabajo. Los egresados del sistema escolar deben haber desarrollado
habilidades de comunicación que les permitan continuar su aprendizaje una vez
culminada la formación básica, para insertarse de manera integral en la sociedad.

2. Fundalectura En Alegría de enseñar, no. 40/90, p.73


Se debe hacer énfasis en la literatura porque las buenas obras literarias son textos
integrales, que retan todas las principales destrezas de un buen lector: comprensión
global, obtención de información, interpretación, al igual que reflexión sobre la forma y
sobre el contenido. Asimismo, porque la literatura es el material ideal para promover el
hábito de la lectura, ya que es atractiva y sus contenidos apelan a las áreas sensibles del
conocimiento, enriqueciendo la oportunidad para desarrollar la imaginación, la creatividad,
el mundo interior sensible y subjetivo.

Se requiere una opción de cambio que permita un reto con miras a promover una
educación nueva y es que es imperioso aceptar que, en la docencia, primordialmente
cuando se ha logrado cierta experiencia, resulta difícil establecer rupturas con prácticas
viejas y obsoletas que erróneamente nos hacían sentir que el sendero escogido era el
adecuado y correcto generando un ambiente reticente a opciones distintas y es que el
arribo de estrategias nuevas o diferentes siempre nos suscitan inseguridad, pero la
realidad nos demuestra como a través de la literatura aparece en el horizonte un abanico
lleno de posibilidades que se debe volcar en una práctica docente de mayor calidad.

Pensar en jalonar un proceso de enseñanza – aprendizaje que ratifique la importancia de


fomentar espacios adecuados para la lectura, comprensión e interpretación de textos
literarios, y porque no, hacer que el estudiante mediante estos espacios encuentre lo
significativo en su vida ya que permitirá enriquecer el análisis, conocimiento y aprenderá
que todo lo que es él está allí en un libro para que se quiera a sí mismo y aprenda a
querer a los demás, entonces adelante profesores démosle al niño y al joven píldoras de
conocimiento para que él decida si disfruta su adolescencia mediante la lectura.

También podría gustarte