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CT 6 (2014) 11-36

Loas de Virgilio. Un pequeño acercamiento


al poeta augústeo y su obra

IBoR BlázqUez RoBledo1


Universidad de Salamanca
iborblazrob@usal.es

SUMARIo
el presente trabajo estará centrado en la figura de Virgilio como poeta augústeo, expo-
ner el problema de los modelos de las Geórgicas, tratar brevemente la cuestión lucreciana
en libro II y comentar dos textos, teniendo en cuenta lo que se haya expuesto en los puntos
precedentes: los laudes Italiae y el laus veris. el propósito de este artículo es dar unas pin-
celadas sobre las Geórgicas de Virgilio e invitar al lector a adentrarse en esta bella y com-
pleja obra.
Palabras clave: Geórgicas, Virgilio, Hesíodo, lucrecio, poeta augústeo, tradición lite-
raria, modelos literarios, épica, poesía didáctica, metaliteratura y aemulatio.

SUMMARY
The current projet will focus on the Vergil`s figure as Augustan poet, to show the pro-
blem of de Georgic’s models, to attend briefly the lucretian question in second book and
to commentate two texts, considering what have been exposed in the preceding paragraphs:
laudes Italiae and laus veris. The purpose of this paper is to offer an outline about Vergil’s
Georgics and invite the raeder to delve into this beautiful and complex work.
Key words: Georgics, Vergil, Hesiod, lucretius, Augustan poet, literary tradition, lite-
rary models, epic, dicactic poetry, meta-literature and aemulatio.

1 Ibor Blázquez Robledo es estudiante de 4º de Grado en Filología Clásica en la Universidad


de Salamanca.
12 IBoR BlázqUez RoBledo

1. VIRGIlIo CoMo PoeTA AUGÚSTeo

este punto, propuesto a modo de introducción, se centrará en hacer un rápido


recorrido por el contexto social y político en el que el autor gesta la obra en cues-
tión. la finalidad de este apartado es servirnos de ayuda a la hora de iluminar y
abordar los textos y los temas que los mismos sugieran. en relación a este tipo de
visiones sobre Virgilio, Augusto, Mecenas y su círculo, se suele recurrir frecuente-
mente a la datación de las obras, apoyada en las anécdotas que nos proporcionan
los biógrafos antiguos2 a la sombra de distintos hechos históricos. Aquí se emple-
arán la cronología y los datos como medios y no como fines, de manera que ante
todo quede una idea clara del cuándo y en qué circunstancias.
las Geórgicas3 salen a la luz en el año 29 a.C.4, dada la noticia transmitida por
Suetonio-donato, de que octaviano asistió a una recitación del poema en casa de
Mecenas en Campania después de la batalla de Accio5. los biógrafos, los comenta-
ristas y la crítica están de acuerdo en que ésta es la segunda obra del mantuano des-
pués de las Bucólicas y antes de la Eneida. dejando a un lado la veracidad de este
hecho, lo importante de la anécdota es que nos encontramos ante una imagen que
nos expone lo que es un poeta augústeo o del llamado círculo de Mecenas. Publio
Virgilio Marón es un profesional de la literatura, un poeta que sólo es poeta, el cual
está despreocupado económicamente por su rango ecuestre y que ha escrito una
serie de poemas de corte bucólico-teocriteo bajo el patronazgo de Asinio Polión.
este patronazgo que Virgilio tuvo con Polión, Mecenas y octaviano es el
ejemplo claro de la relación entre letras y poder que se lleva gestando en Roma

2 Principalmente Servio y Suetonio-donato.


3 el nombre de la obra en latín es Georgicon, una simple transliteración del griego Γεωρ-
γικών. el propio título de la obra, dejando a un lado el problema de los títulos, por el mero hecho de
estar en griego ya es una indicación para ver que no se trata de una simple lista de preceptos rústicos
en verso, sino algo elaborado y pasado por la siempre influyente tradición literaria de los griegos.
4 esta parece la fecha más plausible si hay que elegir entre ella y la que nos dice que la obra
fue publicada después de la muerte de Galo, cambiando el final. el tema de la cronología está tratado
con bastante extensión por José luis Vidal en su introducción a la obra en Virgilio, Bucólicas y Geór-
gicas, Madrid, 1982, X-XXII; o en C. Codoñer Merino (ed.), Historia de la Literatura Latina,
Madrid, 2007, 166-168.
5 “Georgica reverso post Actiacam victoriam Augusto atque Atellae reficiendarum faucium
causa commoranti per continuum quadriduum legit, suscipiente Maecenate legendi vicem, quotiens
interpellaretur ipse vocis offensione. Pronuntiabat autem cum suavitate et lenociniis miris”. Suetonii,
De poetis, vitae Vergilii, 27-28. http://www.thelatinlibrary.com/suetonius/suet.virgil.html (13/4/2014).
“después de volver Augusto tras su victoria en Accio y mientras estuvo detenido en Atela para recu-
perarse de la garganta, le leyó las Geórgicas de continuo en un periodo de cuatro días, tomándole el
relevo Mecenas para leer, todas las veces que se indisponía de la voz. Y recitaba con suavidad y
admirables encantos”. Cuando no se indique, la traducción es del autor de este artículo.
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desde la propia República con los escipiones y todos los escritores de su alrededor,
y que llega a su punto culminante con Augusto y Mecenas. Hablamos de esta rela-
ción en clave de la amicitia romana junto con el concepto de la auctoritas. Virgilio
goza de la amicitia de hombres cultos influyentes en la política con inclinaciones
literarias, hombres públicos que lo han animado a escribir sobre un tema. Ambos
son amici, pero hay que establecer la diferencia: Mecenas o Augusto son amici
poderosos que llevan las riendas del estado, con lo cual la relación no es de igual
a igual, pues ante todo estos egregios personajes de la esfera política romana res-
paldan al poeta y le proporcionan una auctoritas a partir de la suya. Además con-
viene añadir a esto anterior que siempre estarán presentes los famosos haud mollia
iussa6 con todas sus interpretaciones y problemas. el hecho más interesante que
podemos extraer de ese verso es que al fin y al cabo es impensable la separación
de la composición del poema de los instrumentos del poder y la propaganda de la
época. Sin embargo, a pesar de lo real del hecho y del aparente atractivo de la idea,
conviene mirar todo ello con una dosis de sano escepticismo, viendo el texto como
lo que es, parte de una obra literaria en la que siempre está presente la ficcionalidad
de lo que allí encontramos.

2. HeSÍodo Y el PRoBleMA de loS ModeloS

este poema, tradicionalmente se ha insertado dentro de la poesía didáctica.


Formalmente cumple con las características que posee el género: está escrito en
hexámetros dactílicos, como la obra de Hesíodo, e instruye sobre un tema técnico
como son las labores del campo. Conviene dejar claro que tal y como constatan
comentaristas y estudiosos, Virgilio utiliza tratados y toma material de autores de
prosa técnica tales como el De re rustica de Varrón, el De agri cultura de Catón,
las obras de Teofrasto sobre plantas, incluso al cartaginés Magón, citado por
Varrón y al cual el senado ordenó traducir al latín7. Además conservamos a través
de quintiliano la noticia de que nuestro autor sigue a Nicandro de Colofón8 e inclu-
so que ambos poemas son homónimos (Γεωργικά).

6 “tua, Maecenas, haud molia iussa». Vergilii, Opera: Gerorgica, III, 41; oxford, 1950. «tus
mandatos, Mecenas, no suaves”.
7 Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982, XXI.
8 “Audire videor undique congerentis nomina plurimorum poetarum: “Quid? Herculis acta
non bene Pisandros? Quid? Nicandrum frustra secuti Macer atque Vergilius?”“ M. F. quintiliani,
Institutionis Oratoriae, X, 56; oxford, 1970. “Por todas partes me parece que oigo decir a los que
compilan los nombres de los mejores poetas: “¿qué?, ¿los Pisandros no compusieron bien las hazañas
de Hércules? ¿qué?, ¿a Nicandro en vano lo imitaron Macro y Virgilio?”
14 IBoR BlázqUez RoBledo

Sin embargo las Geórgicas no son sólo eso, hay mucho en ellas que va más allá
de la poesía didáctica. No debemos olvidar que Virgilio se encuentra en todo
momento rodeado por la presión que le inducen sus modelos y por el peso que la
tradición ejerce sobre él, lo cual nos lleva directamente a la ya vieja teoría de la
μίμησις/imitatio y la ζήλωις/aemulatio: el autor se ve obligado a superar a su propio
modelo, tiene que ir más allá, por tanto no se puede quedar en un mero parecido o
una correspondencia lógica y evidente que cualquier persona pueda notar. Cuando
el lector se acerca a esta heterogénea obra se encuentra con un problema que radica
en gran parte en esto último: mientras las Bucólicas tienen de modelo a Teócrito y
la Eneida a Homero9, las Geórgicas no tienen un modelo concreto con el que com-
pararlas. en ellas hay toda una red trufada de pequeñas alusiones a diferentes obras
de distintos autores, con lo cual el lector se halla ante un grandísimo ejemplo de
intertextualidad en la poesía augústea. en primer lugar está frente a un poema divi-
dido en cuatro libros, de los cuales cada uno tiene su propio modelo, cosa que tam-
poco es tan sencilla. en principio y a simple vista, de acuerdo con lo que Joseph
Farell propone10, el libro I debe mucho a los Phaenomena de Arato, el segundo tiene
como modelo principal la obra de Hesíodo Trabajos y días por Ascraeum carmen11,
mientras que el tercero hace principalmente referencia a lucrecio y en el cuarto
abundan los pasajes alusivos a Homero tanto de la Ilíada como de la Odisea. No
obstante la cuestión es bastante más complicada que eso, pues la alusividad virgi-
liana nunca es tan clara, sino que teje una red de referencias muy compleja siempre
interpretable y dispuesta a ser analizada de diversas maneras.
en primer lugar, si tomamos el verso 176 del libro II: “Ascraeumque cano
romana per oppida carmen”12, ha de verse cómo se puede interpretar esta cita
explícita. Ha de tenerse en cuenta ante todo que esta es la única referencia en toda
la obra a un modelo literario. Nombrar a un predecesor mediante la antonomasia
es un recurso muy empleado tanto por poetas latinos como griegos y que suele
tener la finalidad de definir al autor y a su producto literario. Se puede optar por
una lectura superficial, en la que se identifica Ascraeum como un epónimo que

9 obviamente sólo en principio, pues tanto la obra pastoril como la épica de nuestro autor
son dos fuentes inagotables de citas a muchos otros autores y géneros de los que se suelen mencionar.
encontramos una buena definición por parte de Farell: “All three of Vergil’s uncontested Works are
imitavive, allusive, referencial in the extreme”. J. Farrell, Vergil’s Georgics and The Traditions of
Ancient Epic. The Art of Allusion in Literary History, Nueva York, 1991, 3.
10 J. Farrell, Vergil’s Georgics and The Traditions of Ancient Epic. The Art of Allusion in Li-
terary History, Nueva York, 1991, 3.
11 P. Vergili Maronis, Opera: Gerorgica, II, 176; oxford, 1950.
12 Para esta parte me he basado en Vergil, Georgics I and II edited by Richard F. Thomas,
Cambridge, 1988, 190; y en J. Farrell, Vergil’s Georgics and The Traditions of Ancient Epic. The Art
of Allusion in Literary History, Nueva York, 1991, 27-60; 131-142.
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designa a Hesíodo y que Virgilio coloca aquí para dar cuenta expresamente de a
qué autor sigue y con qué intenciones. No obstante, siempre se va más allá.
en los poetas augústeos el hecho de emplear la antonomasia tiene un sentido
concreto y profundo. Cuando Horacio o Virgilio lo emplean se están situando volun-
tariamente en una tradición inaugurada tiempo atrás y están proponiéndose como
continuadores o herederos de la misma. esto les confiere una auctoritas poética a
sus creaciones, la cual no solo dota al autor de un respaldo de la tradición donde apo-
yarse, sino que también es toda una declaración de rivalidad a la misma. este adje-
tivo deriva del griego Ἀσκραῖος, que aparece en la poesía helenística; con lo cual
está haciendo una referencia a un autor considerado muy arcaico en el momento en
el que escribe a través de una palabra extraída de un tipo de poesía no arcaica y rús-
tica, sino urbana y refinada. Nadie que lea a Virgilio en paralelo a Hesíodo puede
pensar que éste es el único modelo que él sigue para componer su obra, por tanto hay
que entender Ascraeum de otra manera. existe entonces un análisis, el de Farell, que
propone que no hay un único Hesíodo, sino dos: el primero es el auténtico de Tra-
bajos y días y el segundo es el que ha pasado por el tamiz de la poesía alejandrina,
el Hesíodo urbanizado y refinado, el de Arato y Calímaco. el empleo de un epónimo
que aparece en poetas alejandrinos es la elección del Ascraeum carmen que ha pasa-
do por la labor limae; en definitiva, es la elección de una manera de hacer poesía
como habían hecho anteriormente los neotéricos, un tipo de poesía culta, erudita y
referencial con un gusto urbano y moderno a la par de arcaico y rústico.
A esto último hay que añadirle una cuestión más, el lugar donde se sitúa la
referencia al poeta de Ascra. está en el segundo libro, pero la mayor parte de las
referencias y alusiones al beocio están en el primero, en donde comparten lugar
con las hechas a Arato. Por tanto cuando aparece Hesíodo explícitamente, el mate-
rial hesiódico se ha quedado atrás, hecho que sólo puede significar una cosa: Vir-
gilio está cerrando la parte hesiódica de su obra y está abriendo otra. Concluye los
laudes Italiae con ese verso en concreto para decir que ya se ha acabado su home-
naje o tributo a Trabajos y días y que en ese momento inicia una parte diferente.
entendamos pues que “cantar el poema de Ascra” es una expresión conclusiva a la
par de inaugural: no hay más Hesíodo arcaico, sino que a partir de ahora habrá
Hesíodo moderno.

3. UBICACIÓN Y eSTRUCTURA del lIBRo Y de lA oBRA: A lA lUz


de lUCReCIo

las Geórgicas gozan de una gran complejidad estructural y es clara la idea de


que hay una división temática de los libros: el primero trata sobre los cultivos, la
variedad de tierras, la forma de prepararla y la meteorología; el segundo está dedi-
16 IBoR BlázqUez RoBledo

cado a la vid y al olivo, con los cuidados que requieren; en el tercero se hallan los
cuidados del ganado mayor y el menor; por último el cuarto trata sobre apicultura.
otro de los puntos importantes a tener en cuenta sobre la obra en cuestión es el cál-
culo con el que está compuesta, pues los cuatro libros tienen más o menos el
mismo número de versos, en torno a unos 550. Tradicionalmente se ha dicho que
aquí encontramos dos tipos de contenido: el puramente técnico, didáctico y didas-
cálico y otro de índole poética en el que Virgilio exhibe su virtuosismo y su gran
competencia como hacedor de versos. este hecho real y constatado es una demos-
tración de cuán lejos se puede llevar el arte de la variatio y parece una acertada
elección del autor, pues el alternar el núcleo didáctico del poema con algunos
excursus de alabanza, descriptivos o mitológicos agiliza la exposición de conteni-
dos que pueden llegar a resultar áridos.
los estudiosos no han llegado a dar un esquema estructural que resulte definiti-
vo para analizar las cuatro secciones, a parte de definir los límites entre las partes
poéticas y las técnicas, lo cual es algo real, pero que mirado de otro modo, tampoco
son totalmente aislables las unas de las otras, dado el hecho de que al fin y al cabo
todas ellas forman un conjunto ordenado voluntariamente por el autor, formando un
todo a partir de unidades independientes. en el punto anterior hemos visto que había
libros en los que abundaba más la alusividad a unos autores que a otros. esta podría
ser otra manera de buscarle una estructura al poema. A saber, Arato y Hesíodo están
presentes en el primero, en el cuarto hay una clara presencia homérica y en el tercero
la plaga de Nórica es una alusión concreta a la descripción de la peste de Atenas pre-
sente en el libro VI del De Rerum Natura. Sin embargo, ¿cuál es el modelo presente
de Virgilio en el libro II? Allí encontramos a lucrecio, que, como sucede con mode-
los contemporáneos e importantes, no se le menciona explícitamente, hay que bus-
carlo con mucha atención en distintos sitios, ya que Virgilio se ha ocupado de ocul-
tarlo muy sutilmente. el poeta epicúreo está presente a lo largo de todo el poema,
también en el primero y en el último, pero, al contar este artículo con el análisis por-
menorizado de los laudes Italiae y laus veri, en este punto sobre todo se hará hincapié
en la Geórgica II, intentando siempre mantener una visión de conjunto con el resto,
de modo que se arroje luz sobre el tema de la estructura y el orden de los contenidos.
Según han determinado estudiosos como Schmidt, Richter, otis o Wilkinson
este libro tiene una estructura tripartita, planeada muy cuidadosamente mediante
las tres digresiones que se encuentran en él: los Laudes Italiae (vv. 136-176), el
Laus veri o The Praise of Spring (vv. 315-345) y el elogio a la vida campesina o
Das Lob des Landlebens (vv. 458-540)13. Como es de imaginar, no son los únicos

13 J. Farrell, Vergil’s Georgics and The Traditions of Ancient Epic. The Art of Allusion in Li-
terary History, Nueva York, 1991, 189-190.
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excursus que ahí hallamos, pero sí que son los que vertebran la unidad compositi-
va, dado que mantienen una idea común, la alabanza en los tres casos. el libro
comienza con una plegaria a Baco (vv. 1-8), algo totalmente normal, ya que al prin-
cipio de cada tema hay que pedir mediante un pequeño himno la protección de las
divinidades tutelares de cada labor, y Baco es el patrón de la viña. A continuación
introduce las primeras partes técnicas: los métodos de reproducción de los árboles,
naturales (vv. 9-21) y por la mano del hombre (vv. 22-34); seguida va una pequeña
admonición a los agricultores para que aprendan los modos de cultivo (vv. 35-38).
Aparece entonces otra de las exigencias del género y de la poesía augústea, la dedi-
catoria, dirigida a Mecenas esta vez (vv. 39-46). Continúa con la mejora de los
métodos naturales de cultivo: el injerto y el transplante (vv. 47-82), las distintas
variedades del olivo, de la vid y sus frutos correspondientes (vv. 83-108), para des-
embocar en qué tierras por sus climas y terrenos pueden albergar qué especies (vv.
108-135).
Aparecen los Laudes Italiae y tras ellos sigue Virgilio con el tema de los terre-
nos que había sido interrumpido por la alabanza a la tierra italiana. Toda esta parte
hasta el Laus veri está dedicada a los distintos trabajos que hay que realizar para
poder plantar una viña y distintos consejos de esta índole. Virgilio nos habla sobre
las características de cada terreno (vv. 177-125) y de los métodos para reconocer
la naturaleza del suelo (vv. 226-258). A continuación se centra en la plantación de
la vid (vv. 259-297), da algunos consejos para la viña (vv. 298-314), indica las épo-
cas del año en las que poner la viña: otoño y primavera (vv. 315-321) y desemboca
en el laus veri. entre la alabanza de la primavera y el elogio a la vida campesina
hay una gran parte didascálica en la que se insertan los cuidados de la joven vid
(vv. 346-370) y los peligros que pueden amenazar al viñedo (vv. 371-396), entre
los cuales el poeta se permite introducir un excursus etiológico a partir de lo per-
judicial que es el macho cabrío. Continúa con los cuidados del mantenimiento de
las vides, en especial los del invierno (vv. 397-419); el cultivo del olivo, los árboles
frutales y la utilidad de las especies forestales (vv. 420-457).
la parte del De Rerum Natura que está presente aquí es el libro V y una vez
que hemos visto qué aparece en el libro II, vamos a observar rápidamente en qué
temas del mismo influye lucrecio y de qué manera. Aquí encontramos dos: la
variedad y la creatividad. Ambos están presentes a lo largo del primer tercio del
libro hasta el elogio a Italia en diversos pasajes. en primer lugar, el verso 9 es de
corte lucreciano: “Principio arboribus varia est natura creandi”14. Se correspon-

14 P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, II, 9; oxford, 1950: “Primeramente, los medios natu-
rales para la reproducción de los árboles son diversos” Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982.
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de con: “si non ipsa dedit specimen natura creandi”15 e “in variis mundis varia
ratione creatis”16. esto es un buen ejemplo de la imitatio cum variatione de la que
suele hacer gala Virgilio. este tema continúa, varia se desarrolla a lo largo de los
hexámetros ya sea en los dos tipos del crecimiento de los árboles, en las distintas
especies que aparecen: fortibus ulmis, salici, loto, Idaeis cyparissis17, los tres tipos
de olivae, los árboles frutales, los distintos tipos de uva, los diferentes terrenos, o
incluso los nombres de todos los pueblos justo antes de los laudes Italiae: Arabum,
Gelonos, India, Sabaeis, Aethiopum, Seres y Medi. Asimismo se constata una evi-
dente alusión al verso 83: “praeterea genus haud unum nec fortibus ulmis”18 en
relación a “praeterea genus humanum mutaeque natantes”19.
Así pues tenemos ante nosotros una idea diferente a la hora de estructurar las
Geórgicas. el libro I es fundamentalmente hesiódico y arateo, hay una alusividad
patente en II y III a De Rerum Natura y el libro IV a Homero. Se constata, pues,
la importancia de lucrecio en Virgilio, dado que dos de las cuatro unidades de la
obra están influenciadas por el poema del primero. Además hemos de tener en
cuenta que son los libros centrales, cuestión que no es nada peregrina, puesto que
en la poesía augústea las partes centrales suelen gozar de una gran atención por
parte del autor. en este caso concreto estas dos (final del libro II e inicio del III)
contienen dos aspectos fundamentales para el resto: por un lado se halla el elogio
a la vida campesina en estrecha relación con el épodo II, 1 de Horacio y que mues-
tra la filosofía de fondo con la que se construye el todo de la obra. Por el otro, esa
promesa de Virgilio, esa larga écfrasis que brinda al inicio de la geórgica III de lo
que hará cuando salga vencedor de Hesíodo e introduzca en Roma la poesía didác-
tica con César Augusto en el centro de todo ello, tiene un gran significado político
y propagandístico, cosa que para un poeta augústeo es conditio sine qua non. Con
lo cual lo que hallamos en el centro del poema son una especie de proemios al
mezzo, en los cuales se encuentra tanto metaliteratura como patronazgo y alabanza
al valedor, dos columnas básicas de la poesía de la época.
Por otra parte el tono es un aspecto importante de cara a la estructura de la obra
y que varía bastante, pues hay una alternancia entre los finales de libros tristes (I y

15 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 186; oxford, 1958: “si la naturaleza por su cuenta no
suministró un modelo de creación” T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
16 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 1345; oxford, 1958: “en los diversos mundos forma-
dos según diverso fundamento” T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
17 P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, II, 83-84; oxford, 1950.
18 P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, II, 83; oxford, 1950: “Además no es única la especie,
ni para los robustos olmos” Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982.
19 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, II, 342; oxford, 1958: “Y aparte, ahí tienes la raza
humana y los mudos rebaños” T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
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III) y libros alegres (II y IV). los lucrecianos por llamarlos de alguna manera, tam-
bién coinciden con el tono de sus modelos correspondientes en De Rerum Natura.
la segunda geórgica trata el nacimiento, la generación de los árboles, el desarrollo
de la agricultura, de la misma manera que el libro V de lucrecio trata sobre la
generación vegetal y animal. el tono es positivo, al contrario que en el libro III de
Virgilio, con la imagen de la peste de Nórica que tiene su claro y seguro referente
en la peste de Atenas de lucrecio en el libro VI. Se hace patente la contaminatio
entre un pasaje y otro, convirtiendo Virgilio la finalidad científica lucreciana en
énfasis y muestra de un latente emocionalismo. Prevalece la idea del fin y de la
destrucción del culmen de la civilización que lucrecio sitúa en Atenas y que para
Virgilio era Roma. Asimismo éste último subvierte todavía más los términos adap-
tando el modelo de una ciudad a ganados y bestias de todo tipo. Negatividad y tono
positivo son dos polos que se corresponden en ambos poetas y que demuestran la
intertextualidad y la alusividad del mantuano para con el epicúreo.

4. CoMeNTARIoS

Para esta sección del trabajo se han elegido dos pasajes del libro II: los laudes
Italiae (vv. 136-176) y el laus veri (vv. 315-353). el comentario del elogio a la vida
campesina, a pesar de presentar la filosofía imperante en el poema, queda fuera del
dominio, los límites y los objetivos de este trabajo. Ésta nos llevaría demasiado
lejos, ya que nos obligaría a una extensa comparación entre el epodo de Horacio
(II, 1).
Ambos textos están situados entre dos partes técnicas que abren y cierran
ambos excursus. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que, a pesar del empeño de
los críticos y estudiosos en dividir y seccionar el poema en partes técnicas y no téc-
nicas, la propia naturaleza del mismo sólo se presta a la causa en parte, puesto que
en una obra tan sopesada y elaborada como ésta las transiciones pretenden llevar
en la medida de lo posible de unas partes a otras suavemente sin marcar fronteras
demasiado fuertes entre ellas. Podría decirse que estos intervalos poéticos tienen
una función de transición entre las partes de materia puramente agraria y de esta-
blecer una variatio del tono y del contenido con la misión de no aburrir al lector.
No obstante, sin desterrar esta última idea y tomando la división tripartita del
libro, podemos atrevernos a decir que estas partes poéticas son tanto medios como
fines en sí mismos. es decir, los tres laudes que se hallan repartidos a lo largo del
libro constituyen tres puntos de atención en los que se ve la visión programática
del autor en su obra. en esta parte del artículo se intentará exponer el sentido y la
finalidad de los dos primeros a lo largo de su análisis.
20 IBoR BlázqUez RoBledo

4.1. LAUDES ITALIAE (VV. 136-176).

Virgilio, antes de llegar a este canto a la excelencia de la tierra itálica, partien-


do del injerto, el trasplante y las distintas variedades de vid y de olivo, expone una
gran variedad de terrenos, regiones y árboles (vv. 109-135). Se observan tierras
lejanas, tierras orientales: “aspice et extremis domitum cultoribus orbem” (v. 114)
“considera también el mundo sujeto a los cultivadores de las extremas lindes” (p.
99). encontramos mundos alejados: Eoasque domos Arabum (v. 115) se refiere a
Arabia. los pictosque Gelonos (v. 115) son un pueblo de localización geográfica
incierta, pero normalmente se sitúa al norte de dacia, en la antigua escitia (actual
Ucrania). No se olvida del extremo oriental: India (vv. 116 y 122), ni del reino de
Saba, Arabia felix para los romanos, situada aproximadamente en lo que hoy es
Yemen: Sabaeis (v. 117). Nombra a los etíopes: nemora Aethiopum (v. 120) y a los
Seres (v. 121), que habitaban una región llamada Seria, situada al norte de la India
y al oeste de la actual China. los traductores optan por traducir este nombre por
chinos20. larga mención hace de Persia o Partia bajo el nombre de Media (v. 126).
También los árboles que se nombran son exóticos y raros: el ébano > nigrum hebe-
num (vv. 116-117), el incienso > turea virga (v. 117), la acacia > bacas semper fro-
dentis acanthi (v. 119), el algodón > nemora Aethiopum molli canentia lana (v.
120) y el limonero > felicis mali (v. 127).
esta larga lista de tierras y árboles le sirve a Virgilio para preparar el terreno a
la mención de Italia. Tras este cúmulo de exotismo desemboca en ella y la presenta
como la tierra por encima de las demás. la alabanza de la tierra propia es un tema
tradicional que podemos rastrear en Sófocles (oC, vv. 668-679), donde encontra-
mos unos laudes Atticae. el texto se puede dividir en 4 partes: la primera (vv. 136-
144), en la que el poeta se centra en presentar otras tierras frente a Italia; la segunda
(vv. 145-154), en la que se habla de lo que hay en la península; la tercera (155-
164), en la que se ve el paso de la mano del hombre por la tierra itálica; y una cuar-
ta parte (165-176), el climax de la alabanza.
este texto comienza (vv. 136-139) diciendo que no hay tierra que pueda supe-
rar en alabanzas a Italia ya sea la de los medos con sus bosques, ni el Ganges, ni el
Hermo en el que abunda el oro, ni Bactra, ni la de los indos, ni Pancaya. Acaba de
mencionar en los versos aneriores a Media; el Ganges hace referencia a la India,
presente antes y repetida en Indi. el Hermo es un río de lidia (Asia Menor), cono-
cido en la antigüedad por sus pepitas de oro (auro turbidus v. 137). Bactra es la
capital de la Bactriana, región oriental del mundo conocido, donde se asentó un

20 Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982, 100 y Vergil, Georgics I and II edited by
Richard F. Thomas, Cambridge, 1988, 177.
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 21

reino helenístico de importancia después la conquista de Alejandro. Pancaya se


identifica con una isla fabulosa de Arabia, la cual Virgilio describe como produc-
tora de incienso y de ricas arenas (totaque turiferis Panchaia pinguis harenis v.
139). Vemos, pues, al estar colocadas en la primera parte del texto, cómo esta com-
paración es una suave transición entre dos partes.
Sin embargo la colocación de estos nombres no sirve sólo al propósito de
pasar de una parte “técnica” a una “poética”. Todas las regiones que se nombran
son orientales y en la poesía augústea la aparición de oriente no es peregrina. Cuan-
do se nombra a los reinos orientales, normalmente suelen ir acompañados por una
característica propia: el lujo. en el texto se observa un marcado contraste entre lo
oriental y lo itálico. en la parte inmediatamente anterior a la alabanza se han nom-
brado árboles exóticos: el ébano, el incienso, la acacia y el limonero. en los laudes
Media está calificada como una ditisima terra (v. 136), el Hermo está turbio por el
oro, de Pancaya viene el incienso y se le aplica un adjetivo de un significado tan
marcado como pinguis. Se nos están nombrando productos exóticos conocidos por
los romanos, por los lectores de Virgilio y que les llevan irremediablemente a la
esfera del luxus. Sin embargo, cuando nombra los productos de Italia, se crea un
contraste enorme, ya que frente a la riqueza de oriente lo que se cría en los suelos
itálicos es algo común (vv. 143-144): mieses (fruges), vino (Bacchi Massicus
umor) y ganados (armenta). Por tanto tenemos que dar una lectura al texto “antio-
riental” y “proitálica”.
esta propaganda que pone en detrimento lo oriental a favor de lo itálico tiene
una lectura política clara y evidente. en primer lugar hemos de tener en cuenta que,
al mencionar a los partos (Medorum v. 136), se está haciendo referencia a la espina
oriental clavada en el costado de los romanos, ya que en el año 53 a.C. acaeció el
famoso desastre de Craso en Carras. la expedición comandada por Marco Antonio
en el 36 a.C. tampoco tuvo mucho éxito. Por tanto, cantar las excelencias de Italia
sirve para desbancar a un enemigo del pueblo romano en el este. Asimismo la pre-
sencia de los demás lugares sugiere la imagen de Alejandro Magno: el Ganges fue
la última frontera de las conquistas de Alejandro y Barctria el paso inmediatamente
anterior. el Hermo es el río que baña la ciudad de Sardes, que se rindió a Alejandro
en el 334 a.C. Así pues, no podemos olvidar al otro caudillo de oriente: Marco
Antonio, el hombre que el valedor de nuestro poeta había vencido en la batalla de
Accio (31 a.C.). la Italia de octavio se antepone a las conquistas del macedonio,
el joven César es presentado por Virgilio como un nuevo Alejandro y se reafirma
la victoria sobre Antonio y las tropas de oriente. en la última composición de su
poema vemos a octavio conquistando el eufrates y Virgilio le aplica el título de
Magno, con lo cual la equiparación del uno al otro no puede ser más clara:
22 IBoR BlázqUez RoBledo

“Haec super aruorum cultu pecorumque canebam


et super arboribus, Caesar dum magnus ad altum
fulminat Euphraten bello uictorque uolentis
per populos dat iura uiamque adfectat Olimpo”21.

“esto cantaba yo sobre el cultivo de los campos y de los ganados y sobre los
árboles, al mismo tiempo que el poderoso César fulmina con rayos de guerra
junto al profundo Éufrates y, vencedor, dicta sus leyes a pueblos que se le some-
ten y se abre un camino hacia el olimpo”22.

Además de la emulación histórica y de la lectura política que sugiere la opo-


sición entre oriente y occidente, también se ha de pensar en motivos metaliterarios:
la tradición literaria anterior y su propio posicionamiento literario. los poetas
augústeos conocían la épica que versaba sobre la figura de Alejandro. Por tanto
hemos de suponer que, si todos esos lugares mencionados nos hacían dirigir la
mirada a Alejandro e Italia a octavio, también hemos de interpretar a aquellos
como una referencia a esa épica y a ésta como la obra de Virgilio. entonces, no sólo
nuestro poeta afirma que esas tierras no pueden competir en alabanzas con Italia,
sino también que esos autores no pueden hacer lo mismo con él. de hecho la forma
de calificar al Hermo (auro turbidus v. 137) es un símbolo de la poesía: la imagen
de un gran río es la representación de la gran épica. esto nos dirige a la caracteri-
zación del eúfrates de Calímaco en el himno a Apolo:

«τὸν Φθόνον ὡπόλλων ποδί τ’ ἤλασεν ὧδέ τ’ ἔειπεν·


“Ἀσσυρίου ποταμοῖο μέγας ῥόος, ἀλλὰ τὰ πολλά
λύματα γῆς καὶ πολλὸν ἐφ’ ὕδατι συρφετὸν ἕλκει.
Δηοῖ δ’ οὐκ ἀπὸ παντὸς ὕδωρ φορέουσι μέλισσαι,
ἀλλ’ ἥτις καθαρή τε καὶ ἀχράαντος ἀνέρπει
πίδακος ἐξ ἱερῆς ὀλίγη λιβὰς ἄκρον ἄωτον”»23.

“Apolo dio una patada a la envidia y dijo: grande es la corriente del río asi-
rio, pero arrastra muchos deshechos de la tierra y mucha basura en su agua. Mas
no llevan las abejas a deo agua de cualquier sitio, sino el mejor hilo, el pequeño
chorro puro y límpido que corre del sacro manantial”.

Virgilio está declarando su calidad literaria y su superioridad frente a la hin-


chada tradición épica sobre Alejandro. Por tanto nos encontramos ante una triple

21 P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, IV, 559-562; oxford, 1950.


22 Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982.
23 Callimachi, In Apollinem, 107-112, http://stephanus.tlg.uci.edu/inst/browser (20/5/2014).
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 23

realidad: alabanza de Italia, aplicando una lectura lineal; alabanza de octavio


César en clave política; y declaración de supremacía literaria en términos metalite-
rarios.
en los siguientes versos (vv. 140-144) el poeta hace referencia a la parte de las
Argonáuticas de Apolonio de Rodas en la que Jasón tiene que arar un campo con
unos toros que exhalaban fuego por la nariz y plantar los dientes de un dragón, de
los que crecerán soldados que el héroe tendrá que derrotar: “[ταύροι] πυρὸς σέλας
ἀμπνείσοντες”24. Italia no está arada por ese tipo de yugada ni de esos surcos han
crecido tales mieses, sino que esa tierra rebosa en espigas y vino. las espigas son
gordas y abigarradas (gravidae fruges v. 143) y el vino está expresado mediante
una perífrasis: Bacchi Massicus umor (v. 143), líquido masico de Baco. el Masico
es un monte de Campania, en cuyas laderas se cultivan las vides del vino Falerno,
muy citado por Horacio. la mención de éste es una marca de lujo.
Virgilio pasa ahora a una tierra de leyenda, la Cólquide, no tan alejada, pero sí
mítica. Una vez más, la cita a Apolonio no es un mero adorno, ni tan siquiera está
ahí sólo para mostrar la sencilla riqueza rústica de Italia. Aquí observamos la com-
paración de las Geórgicas con una forma del epos muy concreta. estos versos han
de interpretarse de forma metapoética: haec loca (v. 140) tiene dos sentidos, bien
se puede interpretar como una localización topográfica, bien podemos inclinarnos
a pensar que son pasajes literarios. Con lo cual Virgilio nos estaría diciendo que en
su poema de corte calimaqueo no encontraremos los temas de la épica fantástica
que se ven en las Argonauticas. Incluso podría estar evocando a la poesía contem-
poránea como los Argonautae de Varrón Atacino, alejándose así deliberadamente
de la épica de corte homérico. Hemos de entender también de forma metapoética
la mención a la los recursos agropecuarios de Italia: cereal, vino, olivo y ganados,
que son las materias ordenadas sobre las que trata el poema de Virgilio: gravidae
fruges (Geo. I), Bacchi Massicus umor y oleae (Geo. II) y armentaque laeta (Geo.
III). Éste es un hecho importante, ya que de esta manera el texto es una reflexión
del autor sobre su propia obra. de igual importancia es que esta reflexión se sitúe
en la mitad del segundo libro, puesto que en la poesía augústea las partes centrales
siempre sirven para que el autor hable sobre su propio trabajo. esta enumeración
está relacionada con el pasaje final del libro cuarto citado más arriba, en el que
casualmente también está César.
después (vv. 145-149) se dirige al río Clitumno mediante un vocativo, cosa
que nos hace pensar en los ríos dioses y que confiere un tono sacral y religioso al
texto. Asimismo es, cuando menos, interesante que Virgilio dedique un verso ente-

24 Appoloni Rhodensis Arggonautica, III, 1292, http://stephanus.tlg.uci.edu/inst/browser


(20/5/2014).
24 IBoR BlázqUez RoBledo

ro (v. 145) al caballo de guerra en un poema que habla sobre las actividades que
pueden llevarse al cabo en tiempos de paz. No es tan raro si pensamos que después
está haciendo referencia al rito del triunfo romano (v. 148), en el que el general vic-
torioso desfilaba por la ciudad en una cuadriga tirada por cuatro caballos blancos
camino al Capitolio. Allí sacrificaba un toro blanco, que aparece representado en
el texto: “maxima taurus | victima” (vv. 146-147) Cuando dice “saepe tuo prefusi
flumine sacro”, hace referencia a una creencia antigua recogida por Plinio según la
cual algunos ríos volvían blancos a los ganados que abrevaban en ellos: “In Falis-
co omnis aqua pota candidos boves facit”25 Podemos encontrar en Propercio esa
afirmación: “suo Clitumnus flumina luco | integit, et niueos abluit unda boues”26.
en los versos 149 y 150 afirma que en Italia reina una eterna primavera y que
hay verano en los meses ajenos a él, que los rebaños paren dos veces y que los
árboles dan dos cosechas en el año. No hay duda de que ambas afirmaciones son
falsas: la eterna primavera, además de ser un topos encomiástico y una exageración
retórica, es un adelanto al laus veris. la segunda tiene referente en la prosa de
Varrón. Éste en su obra Res Rusticae habla sobre la creencia tradicional de que los
árboles aislados tenían doble producción anual: “propter eandem causam multa
sunt bifera, ut vitis apud mare Zmyrnae, malus [biferae ut] in agro Consentino”27.
el gramático también hace referencia a que las cerdas de la Galia, Arcadia e His-
pania parían dos veces al año: “natura divisus earum annus bifariam, quod bis
parit in anno: quaternis mensibus fert ventrem, binis nutricat”28. efectivamente
Virgilio está tomando ambas afirmaciones como licencias poéticas para exaltar la
fertilidad de la tierra italiana, ya que él dice: bis grauidae pecudes (v. 150) y pecu-
des no sólo designa a las cerdas, como Varrón, sino a los ganados en general.
en los versos siguientes (vv. 151-154) Virgilio alude a que en Italia no hay ni
leones, ni tigres, ni plantas venenosas (acónito), ni serpientes que se arrastren por
el suelo. Con eso el poeta aunque no cita literalmente ninguna región, para los
romanos Armenia era tierra de tigres; Numidia, de leones; el Ponto productor de
plantas venenosas; y egipto, criadora de serpientes. Más allá de ser una observa-

25 Pline l’Ancien, Historie naturelle, II, 230; Paris, 1977: “en el Falisco el beber agua hace a
todos los bueyes blancos”.
26 S. Properti, Carmina, II, 19, 25-26; oxford, 1964: “por donde el Clitumno cubre sus her-
mosas corrientes con su sacro bosque y sus hondas lavan níveos bueyes” S. Propercio, Elegías com-
pletas, Madrid, 2007.
27 M. T. Varronis, Res Rusticae, I, 7, 6; leipzig, 1929: “Por ello muchos árboles cargan fruto
dos veces, como la vid cerca del mar de esmirna y el manzano en la región de Cosenza” M. T. Varrón,
Res Rusticae, Sevilla, 2010.
28 M. T. Varronis, Res Rusticae, II, 4, 14; leipzig, 1929: “Su año está dividido en dos partes
por la naturaleza, porque pare dos veces al año: durante cuatro meses está preñada, en dos alimenta”.
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 25

ción zoológica, los tigres hacen referencia a los territorios orientales conquistados
por Alejandro y los leones a los símiles homéricos. Por tanto, Virgilio con esta
declaración se está absteniendo de hacer épica al modo de los poetas encomiásticos
de Alejandro y al modo de Homero. la mención de las plantas venenosas y las ser-
pientes, a parte de ser otra exageración retórica, es otra alusión metapoética de los
modelos de los que Virgilio pretende alejarse; en concreto de Nicandro29, que en el
prólogo sus Alexipharmaka dedica una parte amplia al acónito y un tercio de sus
Theriaca trata sobre las serpientes venenosas.
entonces cambia totalmente de tercio (vv. 155-157) para mostrarnos una bella
imagen de ciudades, obras públicas: operumque laborem (v. 155). Cualquier tra-
ducción se queda pobre: Segura Ramos30 se decanta por “y el esfuerzo de obras
realizadas”, por otra parte Tomás de la Ascensión Recio García31 prefiere “obras
públicas conseguidas con gran trabajo”. Crea una bella imagen, cuando dibuja ciu-
dades fortificadas sobre las rocas: tot congesta manu praeruptis oppida saxis (v.
156) y bajo cuyas murallas fluyen los ríos. Sin embargo resulta extraño que en un
texto, en el que más tarde se celebrará a Italia como la tierra de Saturno, en el que
la idea de la edad de oro está presente, se hable de ciudades fortificadas (oppida),
que son producto de la mano del hombre en época ya jupiteriana y guerrera. Res-
pecto a cómo interpretar esto último, parece sensata la propuesta de Harrison32 de
ver en operumque laborem una analogía entre el programa arquitectónico augústeo
y la lectura metaliteraria: el labor es un trabajo físico que afecta al constructor o al
agricultor, pero Virgilio emplea el término para designar su propio quehacer poéti-
co anteriormente en la invocatoria a Mecenas: “tuque ades inceptumque una decu-
rre laborem”33.
A continuación (vv. 158-164) el poeta lanza una serie de preguntas retóricas.
Con la primera “an mare quod supra memorem, quodque adtulit infra?”, nombra
los mares Adriático (Mare Superum) y Tirreno (Mare Inferum). Con las dos
siguientes cita dos lagos, personificándolos al dirigirse mediante vocativos a ellos,

29 S. Harrison, “Laudes Italiae (Georgics 2.136-175) Virgil as a Caesarian Hesiod”, en: G.


Urso (ed.), Patria diversis gentibus una? Unitá politica e identità etniche nell’ Italia antica, Tai del
convengo internazionale, Cividade del Friuli, 20-22 settembre 2007, Pisa, 2008, 236.
30 J.C. Fernández Corte – A. Moreno Fernández, Antología de la Literatura Latina, Madrid,
2009, 278-280.
31 Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid: Gredos, 1982, 102.
32 S. Harrison, “Laudes Italiae (Georgics 2.136-175) Virgil as a Caesarian Hesiod”, en: G.
Urso (ed.), Patria diversis gentibus una? Unitá politica e identità etniche nell’ Italia antica, Tai del
convengo internazionale, Cividade del Friuli, 20-22 settembre 2007, Pisa, 2008, 238.
33 P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, II, 39; oxford, 1950: “Y tú asísteme y recorre junto
conmigo el trabajo comenzado”.
26 IBoR BlázqUez RoBledo

el lario, actual Como, y el Bénaco, hoy Garda. la siguiente interrogación retórica


le sirve a Virgilio para referirse a un puerto, el Portus Iulius (v. 163 Iulia… unda)
construido por Agripa en la bahía de Bayas y que mediante un dique (v. 161 claus-
tra) para reforzar el lago lucrino de los embates del Tirreno. el lucrino se comu-
nicaba por un canal también construido por Agripa con el lago Averno, de ahí que
diga “Tyrrhenusque fretis immittitur aestus Auernis”. Tradicionalmente los críticos
han considerado esto como una glorificación de Agripa e indirectamente a octavio.
Sin embargo, también hay que señalar que uno de los temas de este libro es el uso
de la fuerza humana para alterar los estados de la naturaleza, pues en versos ante-
riores (vv. 30-34) se ha mencionado el nacimiento del olivo del tronco cortado
junto a diversos injertos y una descripción más profunda de injertos y trasplantes
(vv. 47-82).
No obstante, conviene no pasar de largo por Agripa y octavio. Si en el texto
se está mostrando una obra de ingeniería importante llevada a cabo por Agripa y el
propio texto trata, entre otras cosas, de la obra y la tarea del poeta, resulta plausible
una clara analogía entre el servicio de Agripa con la causa del futuro Augusto con
el Portus Iulius y el logro poético de las Geórgicas. los labores poéticos virgilia-
nos contienen un paisaje literario desde el punto de vista augústeo y Agripa modi-
fica el paisaje para el joven César. Ambos contribuyen al proyecto de octavio.
También hay que tener en cuenta que la elección de los lugares da para más. los
lagos Como y Garda no están lejos de Mantua, la patria chica del poeta y el Portus
Iulius está cerca de Nápoles, lugar donde el poeta se coloca a sí mismo al final de
las Geórgicas. la combinación del norte y del sur de la península itálica está en
relación con la política de Augusto de una tota Italia.
Así mismo se hace referencia (vv. 165-166) a la abundancia de metales pre-
ciosos de la tierra italiana, que podría quedar ahí, simplemente la Italia que ha
rebosado plata, bronce y oro, no obstante, parece ser que hay algunas interpretacio-
nes34: la primera es que la riqueza mineral en la tradición etnográfica está asociada
con los productos agrícolas. la segunda es que la abundancia de metales preciosos
trae con ella la insinuación de que la moral de sus habitantes está corrupta. Pero
habría una tercera35: estos metales son algunas de las edades de los hombres en el
mito de las edades de Hesíodo (argenti y aeris v. 165; auro v. 166). el orden está
cambiado deliberadamente: la plata representa el paisaje paradisiaco de Italia, que

34 Vergil, Georgics I and II edited by Richard F. Thomas, Cambridge: Cambrigde University


Press, 1994, 187-188.
35 S. Harrison, “Laudes Italiae (Georgics 2.136-175) Virgil as a Caesarian Hesiod”, en: G.
Urso (ed.), Patria diversis gentibus una? Unitá politica e identità etniche nell’ Italia antica, Tai del
convengo internazionale, Cividade del Friuli, 20-22 settembre 2007, Pisa, 2008, 239.
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 27

declina con el bronce y regresa la edad de oro. Tenemos por tanto una idea hesió-
dica rescrita para servir a un nuevo contexto ideológico y literario: Virgilio es el
Hesíodo augústeo de Roma.
entonces Virgilio introduce la enumeración de los diferentes pueblos de Italia
(vv. 166-169), los marsos, sabinos: pubemque Sabellam (v. 167), pueblos cuyo
valor guerrero lo atestiguan pasajes de Horacio, livio y Cicerón; los ligures, a
quienes Roma tardó en someter; y los volscos del lacio que tenían un arma llama-
da veru, un chuzo o dardo corto: Volscosque uerutos (v. 168), “y los volscos arma-
dos con el veru”. esto es un recurso literario muy interesante, ya que las tribus
mencionadas las encontramos en los Annales de ennio y la presencia de éste se nos
confirma por la utilización del adjetivo verutus, que antes de Virgilio sólo aparece
en ennio (Ann. 351 Skutsch) y lucrecio (IV, 404). También aprovecha para citar a
las distintas familias que han protagonizado los episodios importantes de la historia
de Roma: los decios, los Marios, los Camilos, los escipiones36. Cada uno es igual
o más importante que el anterior y todos forman una escala, cuyo último peldaño
es César. octavio es más grande (maxime Caesar v. 170) que los grandes (magnos-
que Camilos v. 179). la referencia a octavio (vv. 170-172) que ha vencido a Anto-
nio y a Cleopatra en Accio en el 31 a.C. y además octavio había recibido en Samos
una embajada de indios, lo cual en estos versos se interpreta como una victoria de
occidente sobre oriente. No obstante, que a indum lo acompañe el adjetivo inbe-
llem tiene otra interpretación. Inbellis significa inepto para la guerra, pacífico o
cobarde, por tanto, ¿dónde está la gloria si se vence a un inbellem?37 ¿Cabría pensar
entonces en una ironía? el asunto es oscuro y complicado.
es entonces cuando llegamos al clímax del Laudes Italiae, Virgilio presenta
sus respetos a la propia Italia apelándola tierra saturnia (Saturnia tellus)38, nutrido-
ra de mieses, engendradora de héroes y que canta el poema de Ascra a través de las
ciudades romanas. el tono sacro de la alabanza se reafirma con el empleo del tér-
mino tellus, poético, antiguo, religioso y poco corriente. Cuando habla de sanctos
fontis (v. 175), Virgilio recoge el simbolismo de beber de la fuente sagrada presente
en Teogonía:

«καί τε λοεσσάμεναι τέρενα χρόα Περμησσοῖο


ἠ’ Ἵππου κρήνης ἠ’ Ὀλμειοῦ ζαθέοιο

36 es interesante mencionar cómo resuelve el problema métrico que se le plantea, pues Sci-
piones no encaja en el hexámetro y opta por Scipiadas duros bello (v. 170), cosa que ya podemos
encontrar en los versos de lucrecio y lucilio y que pudo haber tenido un origen eniano.
37 Vergil, Georgics I and II edited by Richard F. Thomas, Cambridge, 1994, 189.
38 Italia es la tierra de Saturno porque allí fue arrojado por Júpiter y se refugió en el lacio,
enseñando a sus habitantes la agricultura y dando comienzo así la edad de oro.
28 IBoR BlázqUez RoBledo

ἀκροτάτῳ Ἑλικῶνι χοροὺς ἐνεποιήσαντο,


καλοὺς ἱμερόεντας, ἐπερρώσαντο δὲ ποσσίν»39.

“Y después de lavar su suave piel en las aguas del Permiso, en la Fuente del
Caballo o en el sacro olmeo, forman bellos y deliciosos coros en la cumbre del
Helicón y se cimbrean vivamente sobre sus pies”40.

Con el verso 176 (Ascraeumque cano Romana per oppida carmen) el poeta
hace referencia a Trabajos y Días de Hesíodo, cosa que ya ha sido comentada más
arriba.

4.2. LAUS VERIS (VV. 315-353)

el texto se puede dividir en tres partes bastante claras: la primera (vv. 315-
322), a modo de preparación para la entrada de la siguiente. la segunda es el pro-
pio laus veris que abarcaría desde el 323 hasta el 345. la tercera (vv. 346-353)
retoma el tono didáctico del poema con una serie de consejos para las vides recién
plantadas. Hemos decidido incluir en el comentario una serie de versos que los
estudiosos no consideran parte de la misma unidad41. Sin embargo, a nuestro juicio
el pasaje queda bastante más cerrado y completo de esta manera. el texto está
situado a continuación de la parte que habla sobre la plantación de la vid y delante
de los cuidados que hay que proporcionarle a la nueva viña.
la primera sección es una parte técnica que recomienda plantar las vides en
otoño o en primavera. Comienza con la palabra nec, lo cual la enlaza con los versos
anteriores, en los que tenemos una lista de prohibiciones introducidas por cuatro
neve (vv. 298, 299, 302) y neu (v. 301). estos versos son una transición que allana
el camino para dar finalmente la entrada a la primavera, al amarrarse a la parte
anterior mediante el nec y colocando al final el nombre de las dos estaciones.
la prohibición de los versos 315-316 dice que no se ha de mover la tierra para
plantar nada en invierno y guarda un cierto paralelo con el verso 29842. Tanto nec

39 Hesiodi, Theogonia, 5-6, oxford, 1990.


40 Hesíodo, Teogonía, Madrid, 1983.
41 Tanto Thomas, como Farrell en los trabajos anteriormente citados, al no incluir la última
parte del texto propuesto, la consideran fuera de la unidad que constituirían las dos primeras (vv. 315-
345). Sin embargo José luis Vidal, basándose en della Corte opta por dos unidades diferentes y en
una línea bastante similar al análisis de Thomas, considera que la tercera pertenece a una parte técnica
que se extiende hasta el verso 370.
42 “Neve tibi ad solem vergant vineta cadentem” P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, II,
298; oxford, 1950. “Tus viñedos no estén orientados hacia el sol poniente”.
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 29

como neve coinciden en que tienen de referencia puntos cardinales (ad solem
cadentem y Borea spirante), pero se diferencian en el contenido del consejo, pues-
to que uno se refiere al sitio donde han de crecer las vides mediante vergant, cuyo
significado es “inclinarse”, y el otro al cuándo, dado el valor temporal del ablativo
absoluto. es interesante comentar la posición el valor del tibi. Conforma el primer
dáctilo del hexámetro estableciendo una pequeña variación métrica respecto al
verso citado, ya que conserva el orden de palabras, pero no la posición dentro del
metro43. este tibi tiene como función poner en contacto al lector/oyente con el
texto, enfatiza la prohibición mediante la apelación a un “tú”, el cual es ese lector
potencial de la obra.
Así pues se trata de dos versos que destilan ironía, porque en un consejo que
protege de algo negativo como es plantar las vides en invierno se menciona a ese
supuesto auctor acompañado del adjetivo prudens intensificado con la partícula
tam. Asimismo prudens es una palabra que tiene bastante singularidad, ya que es
la única vez que aparece en la segunda geórgica, al igual que en lucrecio44: “stulta
queat fieri, nec prudens sit puer ullus”45. Según dice Thomas este hecho señala la
constatada influencia del epicúreo sobre este pasaje. Incluso es destacable la maes-
tría con la que construye el verso 316 alternando el acusativo y el ablativo y rode-
ando Borea spirante a rigidam, recurso que también proporciona la idea de la tierra
está dura porque sopla el viento del norte. esta idea se confirma en los dos versos
que siguen ya que utiliza un verbo de un significado tan concreto como claudo. Se
observa la variedad con la que se designa a la tierra del campo mediante tres pala-
bras diferentes: tellurem, palabra poética que designa la tierra de manera solemne,
incluso como una divinidad; rura, las tierras de labor, el campo en oposición a la
urbs; y terrae como el suelo.
Nos dice Virgilio entonces (vv. 318-322) cuál es la mejor época para plantar
una viña: primavera u otoño tardío. Para designar a la primavera emplea el partici-
pio del verbo rubeo, “enrojecer, ponerse rojo”, se sobrentiende que es la primavera
que se colorea con las tonalidades de las flores. Incluso da un signo, cuando vuelva
una candida avis invisa culebris. Parece evidente que se refiere a la cigüeña, que
come culebras y regresa a europa cuando el clima comienza a ser más templado.
de una manera similar concreta el momento del otoño en el que se debe efectuar
este trabajo, pues en un verso indica la estación y en el siguiente da una caracterís-
tica de la misma. dice sub prima frigora y la concreción del tiempo se determina

43 en el 315 es el dáctilo del primer pie y en el 298 está dividido entre el primer y el segundo pie.
44 Vergil, Georgics I and II edited by Richard F. Thomas, Cambridge, 1994, 214.
45 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, III, 762; oxford, 1958: “se pueden derivar en seres estú-
pidos, y no hay un niño prudente”.
30 IBoR BlázqUez RoBledo

con la correlación nondum… iam. Además dibuja al sol a la manera tradicional del
carro (equis) en marcha. Incluso se puede ver un pequeño juego, pues a lo largo de
cuatro versos están las cuatro estaciones.
Comienza el laus veri, un pasaje muy lucreciano en el que se ve la influencia
de dos temas recogidos en pasajes del De Rerum Natura: la procesión de las esta-
ciones (vv. 680-770), la boda sagrada/hierós gamos (I, 248-264; II, 991-1022) y la
novitas mundi (V, 780-820). Comienza este elogio con dos versos de gran signifi-
cado, pues la anáfora que hallamos (ver… ver… |vere), conformando un tricolon
abundans, nos presenta un inicio enfático a la manera hímnica. Así pues también
nos pone en relación con un verso anterior, el 149: “hic ver asiduum…”, refirién-
dose a Italia. Se emplea un verbo incoativo, tumesco, que designa repetición: las
tierras se hinchan una y otra vez, la elección del verbo esponjarse por parte de
Tomás de la Ascensión Recio García parece bastante acertada46. la expresión geni-
talia semina denota el ambiente lucreciano en el que nos estamos introduciendo:
“pabula primum ut sint, genitalia deinde per artus | semina qua possint membris
manare remissis”47.
en la parte que sigue (325-327) Virgilio introduce el tema de la boda sagrada
presente en lucrecio. No obstante también es de tener en cuenta que la unión
sexual entre el cielo entendido como potencia masculina y la tierra como la parte
femenina de dicha unión viene de muy antiguo. Vemos que el pater Aether va
acompañado del adjetivo omnipotens, el cual subraya la fuerza generadora de las
fértiles lluvias que son derramadas sobre su laeta coniux. Si comparamos los ver-
sos de uno: “postremo pereunt imbres, ubi eos pater Aether | in greminum matris
Terrai praecipitavit”48 con los de otro, nos daremos cuenta de cómo actúa la alu-
sión virgiliana. en lucrecio el pater Aether lanza las lluvias al seno de la mater
Terra; sin embargo el mantuano escoge otra construcción, prefiere que sea el pro-
pio éter-cielo el que baje, a diferencia del anterior no nombra explícitamente a la
tierra, sino que emplea una palabra que tenga como referencia a la misma.
Al elegir este camino puede añadirle otro adjetivo que remarque más el carác-
ter generativo de la unión: laetae, entendido en su acepción de fértil. Además Vir-
gilio lleva el motivo un punto más allá añadiendo en un tercer verso información

46 Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982, 110.


47 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 851-852; oxford, 1958: “que haya primeramente ali-
mento; que haya luego por donde las simientes engendradoras en el cuerpo puedan manar de miem-
bros relajados” T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
48 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, I, 250-253; oxford, 1958: “Se pierden, en fin, las lluvias
cuando el padre Éter las derrama en el seno de la madre Tierra” T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid,
2003.
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 31

que hace algo más explícita la unión sexual: magnus alit magno commixtus corpo-
re fetus. Aparece aquí la típica repetición virgiliana tomada de Ηomero: μέγας
μεγαλωστί. También introduce alit fetus, expresión que se puede interpretar como
que “hace crecer a los retoños/prole”. este no es el único sitio en el que hallamos
el tema del hierós gamos en el poema de lucrecio, aparece prácticamente con los
mismos elementos en el libro II y lo emplea para justificar que el ser humano y
todo lo que la tierra alberga nace a partir de una semilla celeste:

“denique caelesti sumus omnes semine oriundi;


omnibus ille idem pater est, unde alma liquentis
umoris guttas mater cum terra recepit
feta parit nitidas fruges arbustaque laeta
et genus humanum, parit omnia saecla ferarum,
pabula cum praebet, quibus omnes corpora pascunt
et dulcem ducunt vitam prolemque propagant;
qua propter merito maternum nomen adepta est”49.

“Y por último: todos hemos nacido de semilla celestial; todos tenemos el


mismo Padre, aquél del que la Tierra, madre nutricia, una vez ha recibido gotas
de humor chorreantes, preñada pare las mieses espléndidas las arboledas lozanas
y la estirpe de los hombres, pare las razas todas de las fieras al tiempo que le
suministra el alimento con el que todas ceban sus cuerpos, llevan una vida agra-
dable y reparten su descendencia. Justamente por eso se ha ganado el nombre de
madre”50.

A partir de este verso (v. 328) comienza la descripción de lo que sucede en pri-
mavera. la alusividad de las Geórgicas a De Rerum Natura continúa incluso cuan-
do el poeta augústeo quiere crear una figura etymologica en este verso concreto.
la finalidad del juego fónico es proporcionar una relación ontológica entre avius
y avis. Tiene su origen en un verso de lucrecio: “frondiferasque novis avibus cane-
re undique silvas”51. Virgilio en su obra mantiene un solo elemento de su modelo
igual y cambia lo demás: virgulta por silvas, avia en el lugar de frondosas, el verbo
resonare por el verbo cantare. Transfiere el significado de cantare a avibus
mediante el adjetivo, aplicando una cualidad como es el canto a los pájaros y
empleando un verbo mucho más propio para unas florestas. He aquí pues una alu-

49 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, II, 991-998; oxford, 1958.


50 T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
51 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, I, 256; oxford, 1958: “resonar por doquier los bosques
frondosos con pajarillos nuevos” lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
32 IBoR BlázqUez RoBledo

sión, una referencia, pero con una variación, algo muy del estilo de la poesía de
corte alejandrino.
el prurito virgiliano de seguir a lucrecio siempre prevalece a lo largo del
libro. en lo que sigue a la descripción también se observa el poso de su modelo. el
libro V del De Rerum Natura contiene una progresión de las estaciones dentro de
la parte dedicada a explicar las fases de la luna. Nuestro autor construye su descrip-
ción de la primavera a partir de la que hace el epicúreo de ésta y del verano:

“it ver et Venus et Veneris praenuntius ante


pennatus graditur, Zephyri vestigia propter
Flora quibus mater praespargens ante viai
cuncta coloribus egregiis et odoribus opplet.
inde loci sequitur Calor aridus et comes una
pulverulenta Ceres <et> etesia flabra Aquilonum”52.

“llega la primavera y Venus, y el alado Céfiro, para quienes la madre Flora


siembra delante el camino y lo llena todo de exquisitos colores y perfumes; sigue
detrás el reseco calor y con él la polvorienta Ceres y las rachas abrasadoras de los
Aquilones”53.

en el mismo número de versos, seis, aparecen nombres repetidos en los mis-


mos lugares pero en diferente posición métrica: Venerem (v. 329), Zephirique (v.
330) y Aquilonum (v. 334). este hecho le confiere un auténtico gusto lucreciano al
texto además de marcar distancia entre un y otro pasaje, es decir, imitatio cum opo-
sitione, opositio in imitando. de esta manera la oposición también se hace patente
en el ya conocido cambio de nombres, pues mientras lucrecio emplea Calor, Vir-
gilio necesita colocar en el verso correspondiente algo que haga referencia al calor,
por lo cual nombra un viento del sur: Austros (v. 333). También se introduce la idea
del orden en el pasaje geórgico: certis diebus (v. 329), la cual no se encuentra en
el correspondiente lucreciano, pero sí se halla en otros sitios del mismo poema:
“ordine cum <videas> tam certo multa creari”54 y certo tempore55.
está en el texto la idea del encuentro sexual de los ganados (329), ya que
armenta designa a los animales que se agrupan en rebaños o manadas. También se
dice que el campo brota mediante parturit que significa “estar de parto” y ager

52 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 737-742; oxford, 1958.


53 T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
54 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 736; oxford, 1958: “cuando veas que se crean
muchas cosas con un orden tan determinado”.
55 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 750; oxford, 1958: «tiempo determinado».
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 33

acompañado de almus, nutricio, por lo tanto sigue conectado con la unión sexual
entre el cielo y la tierra. Asimismo “Zephirique tementibus | auris laxant arva
sinus” se encuentra también en estrecha relación con una parte anterior, en concre-
to con los versos 316 y 317. Si el invierno (hiems) cerraba (claudit) los campos con
el hielo (gelu) por la acción del viento del norte (Borea spirante), en primavera con
el Céfiro los campos abren sus oquedades, sus regazos. Continúa con la idea del
renacer de las plantas nombrando las partes de éstas que brotan en dicha estación.
Continúa exponiendo que la savia (tener umor) lo inunda todo y que los brotes
(germina) se atreven a confiar en esos nuevos rayos de sol primaverales (novos
soles). en los versos 333-334 encontramos una personificación, pues es el pámpa-
no el que deja de tener miedo a los austros o a la lluvia que traen los aquilones. ese
mismo pampinus echa con fuerza las yemas y extiende su follaje. Vemos aquí una
progresión en escala de menor a mayor de los elementos que actúan cuando la
planta se renueva en primavera: tener umor < germina < gemmas < frondes.
A partir de aquí podemos trazar una línea que abarque los versos 336-345, aco-
tando la parte final del laus veri. los tres primeros versos constituyen un cambio
importante, puesto que es el propio Virgilio el que se introduce mediante una pri-
mera persona del singular: crediderim. Según su opinión cuando se originó el
mundo la vida en la tierra estaba caracterizada por esas condiciones primaverales.
el primer verso con prima crescentis origene mundi parece una clara alusión a los
de lucrecio:

“nunc redeo ad mundi novitatem et mollia terrae


arva, novo fetu quid primum in luminis oras
tollere et incertis crerint committere ventis”56.

“ahora vuelvo al nacimiento del mundo y qué creo que primero los campos
tiernos de la tierra levantan como fruto inicial a las orillas de la luz y lo entregan
a los vientos inseguros”57.

la alusividad continúa en el verso 341, el cual tiene una relación importante


con lucrecio: “at genus humanum multo fuit in arvis | durius, ut decuit, tellus
quod dura creasset”58. en otro pasaje designa a los hombres como silvestre genus
terrigenarum59. en esta parte Virgilio hace referencia a su propia obra cuando

56 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 780-782; oxford, 1958.


57 T. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
58 T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 925-926; oxford, 1958: “Y aquel linaje de los hom-
bres fue sobre los campos muy duro, como correspondía, al que había creado la dura tierra”.
59 “et numerum servare genus didicere, neque hilo | maiore interea capiunt dulcedine fructum
| quam silvestre genus capiebat terrigenarum” T. lucreti Cari, De Rerum Natura, V, 1409-1411;
34 IBoR BlázqUez RoBledo

designa a la raza humana como “virumque | terrea progenies” y dice que ésta sacó
la cabeza de los duros campos. Con los adjetivos terrea y duris alude al mito de
deucalión y Pirra que aparece mencionado en el libro I: “quo tempore primum |
Deucalion vacuum lapides iactavit in orbem, | unde homines nati, durum
genus”60. Termina este interludio poético Virgilio, diciendo que unas criaturas tan
delicadas (res tenerae) no habrían podido soportar tal rigor (hunc laborem), a no
ser que hubiera existido un punto medio entre el frío y el calor. Incluso, según sos-
tiene Thomas61, el verso 343 es una mezcolanza de expresiones extraídas de lucre-
cio. Termina el elogio con un sintagma que define el tiempo de la primavera: caeli
indulgentia.
en los ocho versos de la tercera parte que cierran el texto asistimos a un cam-
bio de tono. el poema recupera aquí su carácter técnico, la zona de transición ha
acabado, se vuelve con los preceptos y consejos. el verso 346 comienza con un
quod superest, una expresión típica para efectuar transiciones y que casualmente
aparece en diecinueve ocasiones en De Rerum Natura siempre en la misma posi-
ción del hexámetro. en esta sección se recupera el hilo del que se estaba hablando
antes del excursus. Si nos estaba instruyendo en la manera que había que plantar la
viña, ahora nos dice qué debemos hacer para que las vides recién puestas salgan
adelante. destaca la bella imagen que el autor crea en los versos 349 y 350 de ese
tenuis halitus que hace que las plantas cobren fuerzas. Además en los dos últimos
versos menciona los dos peores enemigos de las vides jóvenes: las lluvias torren-
ciales (effusos imbris) y la sequía (siti). Asimismo, para determinar el tiempo del
verano se nombra a la constelación del Can Mayor o Sirio con un adjetivo com-
puesto muy típico de la poesía: aestifer, el que lleva el verano. esta constelación
suele aparecer a mediados del mes de julio y con su llegada comenzaba también a
aparecer la canícula estival.

5. CoNClUSIÓN

Virgilio resulta siempre un autor sugestivo al que el lector se acerca con gran
curiosidad, cautivado por su belleza, calidad y los temas que trata. Sin embargo ese

oxford, 1958: “Y los de aquella raza aprendieron a mantener el compás, y no creas que luego el
monto de gusto que de ello se saca sea ni una migaja mayor que el que sacaba en los bosques la raza
de los terrígenas”. lucrecio, La Naturaleza, Madrid, 2003.
60 P. Vergili Maronis, Opera: Georgica, I, 61-63; oxford, 1950: “desde el momento mismo
en que deucalión arrojó sobre la desnuda tierra las piedras de donde brotaron los hombres, empeder-
nida raza”. Virgilio, Bucólicas y Geórgicas, Madrid, 1982.
61 Vergil, Georgics I and II edited by Richard F. Thomas, Cambridge, 1994, 218.
loAS de VIRGIlIo. UN PeqUeño ACeRCAMIeNTo Al PoeTA... 35

mismo lector también se encuentra imbuido de respeto y temor, cuando se encuen-


tra con un poeta tan complicado, con montañas de bibliografía sobre los más vario-
pintos temas que ha suscitado a lo largo de la historia desde que compuso su obra.
las Geórgicas cumplen a la perfección la definición que les dio Montaigne, el
padre del ensayo moderno: “Le plus accomply ouverage de la poésie”. Sin duda
esta obra es una de las más complicadas que podemos encontrarnos en la literatura
latina y, ¿por qué no decirlo?, en la literatura universal. Aquí cabe de todo, no sólo
hablamos de poesía técnica; la ideología política y el patronazgo de Augusto son
dos constantes en el poeta indispensables en la lectura, la tradición literaria rezuma
por sus versos, la emulación a sus modelos se nota a lo largo de los hexámetros, la
metaliteratura está presente de manera casi omnímoda y siempre hay una nueva
lectura. esta es la virtud de un poeta augústeo, que es perenne, que nunca se agota,
cual fontana de límpidas aguas. el mantuano aprovecha un encargo en el que tiene
que cantar a los trabajos del campo, para seguir consolidándose y creándose un
sitio dentro de la esfera literaria romana de la mano de esos grandes promotores de
la cultura, Augusto y Mecenas. Para terminar, a modo de broche, en un tono de
anécdota simpática y desenfadada, podemos hacernos una idea de cómo las Geór-
gicas, un poema que podría haberse quedado en un mero catálogo de labores rús-
ticas, llegaron a ser una obra maestra:

“Cum Georgica scriberet, traditur cotidie meditatos mane plurimos versus


dictare solitus ac per totum diem retractando ad paucissimos redigere, non
absurde carmen se more ursae parere dicens et lambendo demum effingere”62.

“Cuando escribía las Geórgicas, se cuenta que cada día solía dictar muchí-
simos versos meditados por la mañana y que revisándolos durante todo el día los
reducía a muy pocos, diciendo no de manera absurda que él los paría a la manera
de una osa y que, lamiéndolos, finalmente les daba forma”.

6. BIBlIoGRAFÍA

C. Codoñer Merino (ed.), Historia de la Literatura Latina, Madrid, 2007.


Farrell, Vergil’s Georgics and The Traditions of Ancient Epic. The Art of Allusion in Lite-
rary History, Nueva York, 1991.
Hesiodi, Theogonia, oxford, 1990.

62 Suetonii, De poetis, vitae Vergilii, 22. http://www.thelatinlibrary.com/suetonius/suet.vir-


gil.html (25/5/2014).
36 IBoR BlázqUez RoBledo

Hesíodo, Teogonía, Madrid, 1983.


J.C. Fernández Corte – A. Moreno Fernández, Antología de la Literatura Latina, Madrid,
2009, 278-280.
M. T. Varronis, Res Rusticae, leipzig, 1929.
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Pline l’Ancien, Historie naturelle, Paris, 1977.
P. Vergilii Maronis, Opera: Gerorgica, oxford, 1950.
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Urso (ed.), Patria diversis gentibus una? Unitá politica e identità etniche nell’ Italia
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