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ALFREDO MARIO

FERREIRO
LITERATURA URUGUAYA II

Barale, Kimberly
Profesorado de Literatura
Abril de 2021
Prof. Leonardo Lesci
Preguntas/temas de la semana 1:  
 
1) Sobre la introducción de Aldo Mazzucchelli en el editorial de "Poéticas de los años
20 uruguayos" en el dossier de Insomnia: Seleccione y comente una frase que defina lo
que caracteriza al conjunto de estas poéticas. 
2) Sobre "El entrecasa en el arte" de Alfredo Mario Ferreiro: ¿Con qué escuela de la
Vanguardia histórica europea advierte conexiones?
3) A partir de la lectura que ha iniciado de El hombre que se comió un
autobús establezca algunos ejemplos de textos donde se hacen explícitas estas estéticas
vanguardísticas.  

1) Los ‘poetas del 20’ se muestran en su práctica y en su teoría como un grupo


profundamente inorgánico, tanto por su producción como por sus intenciones1

Señal Alberto Zum Felde (1967) que, en Uruguay, la época literaria que comprende la
primera década del novecientos hasta la mitad del siglo, es una de las más difíciles de
definir en caracteres y denominaciones comunes debido a la multiplicidad y confusión
de caracteres y modalidades, así como de individualidades o de grupos, que presenta.
Sobre esto profundiza diciendo que, en ese tiempo “los últimos rezagados residuos del
modernismo (…) aún persistentes en esta América, se confunden un poco, se entreveran
– y dan manotones de ahogado- con las tendencias renovadoras revolucionarias, de las
formas opuestas del Futurismo, el Surrealismo, el Dadaísmo y otras modalidades.” 2 En
la literatura de este período, los contenidos psicológicos del subconsciente comienzan a
imponer su supremacía sobre el mundo racional de la conciencia; se suprime
radicalmente las normas retóricas anteriores a partir de la implementación del verso
libre, de la libertad de la palabra, de la escritura automática, etc.

No es extraño que esto se haya dado de tal forma si tomamos en consideración los
cambios bruscos que experimentaba por aquel entonces el mundo en general a raíz de
los avances tecnológicos productos de la modernización. El mismo Alfredo Mario
Ferreiro (1927) de quien profundizaremos más adelante, expresaba que la urbe
montevideana se había convertido en “una mezcla terrible de todas las nacionalidades”.

1
Mazzucchelli, Aldo (s.f), Poéticas de los años 20 uruguayos. Insomnia. Pág.3
2
Zum Felde, Alberto (1967), Proceso intelectual del Uruguay: III La promoción del Centenario.
Uruguay. Ediciones del Nuevo Mundo. Pág.9.
2) Si bien Zum Felde señala que Ferreiro protestó respecto de la clasificación de su arte
diciendo: “Yo no pertenezco a ninguna escuela, no sigo ninguna norma”, es innegable
que, a pesar de su estilo libre y personal, el autor gravitó quizá sin saberlo, dentro de
una estética. Las ideas futuristas saltan a la vista en su artículo: El entrecasa en el arte.
Ya Ferreiro (1927) años antes a la publicación de este artículo señalaba respecto a la
sociedad montevideana (o a las sociedades a nivel general) lo siguiente: “Nos
yanquizamos a escape. Padecemos la angustia a hora fija. Vivimos auscultando el cable.
Volamos en ondas de 25 metros. Cambiamos a cada momento el automóvil usado por el
nuevo.” Es por todo lo anterior mencionado que, no resultará difícil observar en la
producción literaria de Ferreiro, un culto a la máquina que se apodera del mundo. En su
estética literaria se observa un trasfondo que se aúna en ciertos aspectos a determinadas
reglas o cuestiones que acompañaron los cambios de paradigmas que las diversas
vanguardias históricas fijaron en el continente europeo, entre ellas evidentemente la
vanguardia futurista.

Ferreiro señala en su artículo la eventualidad de un arte nuevo “…arte de entrecasa.


Arte de mostrar el arte que, de golpe, sin que se le espere, surge en las esperas
familiares de poetas, pintores y músicos”. El autor plantea que, en las nuevas estéticas
que surgen, se evidencia una necesidad de poder mostrar aquello que hasta el momento
se “guardaba celosamente”. Existe en este artículo y resulta ser también una
característica central de la vanguardia futurista, una clara crítica al establishment
literario y a la apariencia “perfecta” del arte que se mostraba hasta el momento, arte que
según el autor, no era correlativo con la verdadera manera de ser del hombre.

Por otro lado, el autor contrapone en su artículo de manera sintética y antitética el Arte
nuevo y el Arte viejo, determinando que las premisas del primero se basarán en la
rapidez y en dar y dejar ver “vidrio de despreocupación”. Esta idea del nuevo arte sí
condeciría con la vida moderna. Se plantea además una ruptura con los preceptos
instaurados por el modernismo en la lírica “¡Afuera consonantes, medidas, palabras
convencionales!”. El autor plantea que se debe entregar a los lectores un poema más
confortable.

Evidentemente la presencia del automóvil también señala aspectos de la vanguardia


futurista. Ferreiro relaciona la poesía con el automóvil en cuanto a la idea de la rapidez
“Lo mismo un automóvil que un poema. Lo estupendo es que tan poema el automóvil,
como es automóvil – movible por sí mismo- el poema.
Por otro lado, una cuestión que capta la atención en ensayo de Ferreiro es su humor.
Para Zum Felde el humorismo de por sí resultaba ser un elemento inherente a la
mayoría de las nuevas vanguardias “toda poesía futurista o cubista contiene – quizás
involuntariamente- una gran dosis de ese humorismo; y los dadaístas los grandes
terroristas de todo ese movimiento, se agitaron en una escandalosa y sarcástica
carcajada3”. Ferreiro utiliza esa cuota de humor para ridiculizar y criticar el arte viejo, y
a los académicos “Y que ahora salga un zaparrastroso de los de la academia, y nos diga
que hay que volver a lo de antes… Cuando ni siquiera había cuartos de baño en las
casas…” Pero como puede observarse no es un humor peyorativo sino un humor que
nace de la inteligencia, que alterna entre la seriedad y la risa. Además, la coloquialidad
de sus palabras permiten que su discurso sea accesible para todos los lectores sin
distinción. Esto también ocurrirá en su poesía tal y como señala Pablo Roca (2009) el
léxico del poeta convoca una variante que podría denominarse “criolla” la cual se utiliza
para dignificar el lenguaje coloquial.

3) Se conocen dos libros de poemas publicados por Mario Ferreiro: El hombre que se
comió un autobús (poemas con olor a nafta) publicado en 1927 y Se ruega no dar la
mano (poemas profilácticos a base de imágenes esmeriladas) publicado en 1930.
Ambas obras son ejemplos claros de una estética diferente a la que se venía observando
en otros autores uruguayos hasta el momento. La estética de Ferreiro está marcada por
una clara ruptura con los preceptos clásicos, el desarrollo de un humor particular y
evidentemente por la exaltación del maquinismo y la novedad. A su vez teniendo
presente la propia negativa del autor a la hora de considerarse parte de determinada
escuela, algunos críticos han considerado su primer libro como una parodia burlesca de
la propia poesía futurista.

El primer libro de Ferreiro mostró a primera impresión una vocación orientada a


destruir o cuestionar el orden establecido hasta el momento, esa provocación es en parte
uno de los motivos principales de que se vincule al autor con la vanguardia futurista.
Ahora bien, es innegable también que su libro El hombre que se comió un autobús es
futurista debido a que en él, el autor “opera esencialmente con los elementos mecánicos

3
Zum Felde, Alberto (1967), Proceso intelectual del Uruguay: III La promoción del Centenario.
Uruguay. Ediciones del Nuevo Mundo. Pág.141
de la civilización y con el dinamismo de la vida urbana”4 Lo que encontramos en los
poemas de Ferreiro son una multitud de elementos creados por el hombre: automóviles,
autobuses, ascensores, plataformas, edificios, etc. Este libro tiene la particularidad de
estar estructurado en cinco apartados que refieren a diferentes partes de un automóvil:
Radiador, Diferencial, Carburador, Rueda de auxilio, Caja de herramientas. Junto con
esto la obra también posee un prólogo denominado Paragolpes delantero y faro
piloto. Pero además, haciendo hincapié en esa idea de libertad a la hora de escribir y la
desestimación de las estructuras modélicas, el autor agrega al “índice” de su obra
compuesto por esas cinco partes, otra anotación que dice lo siguiente: “más algunos
poemas colgados de la plataforma y un poema inocente que se quedó a pie” mostrando
así otros aspectos relacionados a la máquina.

Podemos observar ya desde el título de la obra El hombre que se comió un autobús la


presencia de temas abordados por la vanguardia futurista: por un lado, una palabra
asociada al lenguaje técnico de la máquina como lo es el autobús, y, por otra parte, la
figura del hombre moderno, alienado y despersonalizado. A grandes rasgos, los poemas
de esta obra se caracterizarán en su mayoría por la supremacía de términos o elementos
que constituyen componentes recurrentes de la poesía futurista y que están relacionados
por obvias razones a un lenguaje técnico que tiene que ver con las máquinas y los
inventos producidos en la modernidad. Por otra parte, también será un factor común en
estos poemas la presencia de imágenes que refieren a la velocidad, la prisa, la fuerza, los
movimientos acelerados, recurriendo muchas veces a la comparación entre la máquina y
el ser humano para evidenciarlos. Sumado a esto, podríamos decir que los recursos que
Ferreiro utilizará con más asiduidad en sus poemas serán: la elipsis, la metonimia, la
sinécdoque y la metáfora. Sobre esta última se debe aclarar que tal y como señala Zum
Felde, las metáforas del poeta se verán nutridas por el maquinismo pero se
diferenciaran de las del escritor futurista modélico debido a que, Ferreiro, se mostrara
como un hombre que aparece triste en medio de la maquinaria “No inspira su libro
aquel aliento optimista y avanzador del futurismo marinettiano, aquella alegría
atropelladora y espectacular del chauffeur italiano, robusto y violento, lanzado a toda
velocidad por las carreteras del progreso5” Esto se da según sugiere el autor debido a
que en la estética de Ferreiro aún prevalece “un escape azulado de lirismo”. Un claro

4
Zum Felde, Alberto (1967), Proceso intelectual del Uruguay: III La promoción del Centenario.
Uruguay. Ediciones del Nuevo Mundo. Pág.142
5
Ídem.
ejemplo de estas ideas podremos observarlo más adelante en el poema titulado El dolor
de ser un Ford.

Una buena síntesis de la poética de Ferreiro podemos encontrarla en las palabras de


Gervasio Guillot Muñoz, quien en el prólogo de la obra El hombre que se comió un
autobús, señala lo siguiente:

Alfredo anda por la calle y todo lo repara, lo desintegra y lo ordena según el sistema que
él prefiere, como si el mundo que lo rodea fuera una maquinaria antigualla y dormida
que precisara tornillos, bielas y movimiento (…) Pocas veces se puede encontrar una
correspondencia tan aguda entre el dinamismo interno y vital de una conciencia y la
movilidad mecánica y resonante lo que lo rodea (1930:121)

En la estética futurista, claro reflejo del mundo moderno, la maquina adquiere un


protagonismo notorio, hay una transición de un paradigma antropocéntrico a uno
“tecnocéntrico” según señala Torrente (2009). Por este cambio de paradigma se
observará el culto a la máquina y la belleza que emana de esta, incluso los pioneros del
futurismo en su manifiesto futurista de 1909 llegarán a señalar que “Un coche de
carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento
explosivo... un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la
Victoria de Samotracia”. Esta afirmación define la idea de arte que persigue la
vanguardia futurista.

Si tuviéramos que mencionar ejemplos que evidencien la influencia de la vanguardia en


la poética de Ferreiro podríamos fácilmente comenzar con el Poema sin obstáculos de
tránsito ligero. En cuanto a su estructura formal, podemos observar que se incluyen
muchas de las tendencias de la vanguardia futurista: uso de letras mayúsculas, ausencia
de puntuación, disposición no lineal del discurso. Además, evidentemente la temática
que subyace en este poema es la vorágine del tránsito de las urbanizaciones acompañada
por los ruidos característicos y por la presencia de una multitud de elementos modernos,
entre ellos vehículos que traen aparejados las ideas antes mencionadas sobre la
velocidad y los movimientos acelerados.

Otro poema en el que se observan aspectos de la vanguardia futurista es en Negocios.


En este poema Ferreiro personifica elementos inanimados de la vida cotidiana que
conviven en el día a día con los seres humanos “Los timbres del teléfono/ se resacan con
la campanilla/y tienen cosquillas de risa.” Durante todo el poema (y esto sucede en la
mayoría de los poemas de esta obra) el yo lírico aparece distanciado, como un mero
testigo de todo lo que acontece. Entra aquí en juego otro de los temas centrales de la
vanguardia: la alienación. Se enfatiza la idea de la alienación del hombre a partir de las
personificaciones de los elementos inanimados. El hombre sí esta presente dentro de la
urbe, es la figura que se va despersonalizando a partir de la rutina diaria de la vida, es un
ser que no tiene identidad y solo se lo identifica como hombre “Un taxímetro descarga
un hombre”. En este poema Ferreiro presenta de manera implícita al hombre a partir de
metonimias, por ejemplo, cuando señala que “Las alfombras de las oficinas / digieren el
ruido de los pasos febricitantes” o cuando dice que “El edificio entero se conmueve con
el pago”. El poeta nos presenta una ciudad moderna acosada por el movimiento y los
elementos mecánicos en donde la figura del hombre aparece de forma esporádica,
caracterizado como un ser que no siente estímulos positivos a la luz de la
modernización, que a pesar de estar rodeado por todas las innovaciones tecnológicas no
puede evitar sentirse excluido y solo.

Por otra parte, Ferreiro también involucra el tema del amor, pero nuevamente lo hace a
partir de la personificación de objetos inanimados. En el caso de Los amores
monstruosos, el poeta claramente proyecta en sus palabras el predominio total de la
máquina en el mundo moderno. Como podemos observar no observamos presencias
explícitas de figuras humanas en el poema, pero suponemos que las mismas están
implícitamente presentes porque son las encargadas de conducir las máquinas que a
pesar de haber invadido la sociedad humana aún se encuentran a su disposición. Hay
una correspondencia sutil y efectiva entre esta poesía de Ferreiro y la imagen del
Montevideo de los años veinte. El autor es capaz de retratar una época a partir de
elementos como el automóvil. En el caso de la “linda voiturette de armoniosas líneas”
se refiere quizás a uno de los autos más anhelados por el joven montevideano de la
época puesto que era un automóvil deportivo pequeño y elegante al que todos deseaban
tener acceso. En contrapartida a esta muestra de elegancia se presenta la figura del
autobús, el cual de acuerdo a sus características (gran tamaño, antigüedad) se
corresponde con la idea de algo monstruoso.

Continuando con los ejemplos podemos observar que, cuando el poeta presenta figuras
humanas, generalmente también lo hace a través de una relación directa con la máquina,
como es el caso de El ballet del agente de tránsito. En este poema se ubica a un ser
humano despersonificado en función de su trabajo “baila el agente de tránsito su danza
de pito y guantes blancos”. Se retrata además un nuevo oficio que surge a partir de la
invención y la producción en masa de automóviles: el inspector de tránsito. Por otra
parte, en este poema también se dispone la figura del hombre moderno como mero
observador de la realidad “ojo poliédrico del peatón receloso”. En estos versos podemos
observar también otra característica de la poética de Ferreiro, su humor. Es interesante
ver como el poeta en un par de estrofas puede recrear mediante impresiones acústicas, la
vorágine de la vida en la urbanización, y el predominio nuevamente de la máquina y los
elementos inanimados que rodean al hombre y que lo hacer verse pequeño e
insignificante:

Danza con música de campanas,


de mugidos,
de cornetas,
de cornetas,
de alaridos,
de sirenas,
de gruñidos,
de klasones.

Danza con escenario de rascacielos,


con sabor de asfalto,
con olor a cemento recién cuajado,
pebeteros de nafta,
irradiadores de electricidad.

Y no solo es la máquina, Ferreiro apunta también a las grandes construcciones


arquitectónicas de la modernidad “El rascacielos es una jirafa de cemento armado /con
la piel manchada de ventanas”. Así se refiere Ferreiro a una construcción histórica en su
Poema del rascacielos de Salvo. Puede estar implícito en este poema la idea de las
aspiraciones del ser humano por demostrar tener más a partir de construcciones
enormes, sin embargo, el autor pretendería señalar aquí la rigidez de los edificios a
partir de la personificación de la jirafa. La urbe para Ferreiro es un zoológico y los
edificios son los animales que lo componen: “El rascacielos de Salvo, es la jirafa de
cemento/ que completa el zoológico edificio/de Montevideo. Tantos edificios de
diferentes formas que al igual que los animales del zoológico son puestos de manera
contigua para la “admiración” del ser humano.

En la segunda sección de la obra El hombre comió un autobús, titulada Diferencial,


aparece uno de los poemas que ejemplifica a nuestro parecer de forma más concisa la
imagen del hombre moderno según Ferreiro. En El dolor de ser un Ford, identificamos
mediante una personificación los sentimientos del ser humano. También se observa en
ese poema temas como: lo efímero de las cosas materiales en un mundo consumista,
puesto que todo se va renovando constantemente y lo que queda relegado se vuelve
inmediatamente viejo y antiguo. Ferreiro utiliza la imagen del Ford, una clase de auto
que por la época en que se escribe el poema era considerado un auto de costo
relativamente bajo, producido en series y de no muy buena calidad. El Ford podría
representar alegóricamente la figura del hombre promedio y por eso el poema abre con
la exclamación “¡Que dolor debe dar/ ser siempre Ford!”. También se propone en este
poema el tema de la apariencia “¡Qué dolor da ser hombre como los otros hombres y
ser, además, bueno, y que todos nos crean un cualquiera juzgando por la apariencia
externa!”.

Por otra parte, sería bueno mencionar que Ferreiro según Roca (2009) presenta en
varios poemas ciertas intertextualidades con la obra de Marinetti, estandarte de la
vanguardia Futurista. Sin querer profundizar mucho en ello, podríamos señalar como
claro ejemplo el poema Tren en marcha, escrito a partir de figuras onomatopéyicas que
recrean el sonido que produce un tren: cuando marcha, el silbido que anuncia
información a sus pasajeros, el chirrido de los rieles, el sonido que produce el vapor que
sale del humo de la caldera, etc. Sobre este poema Zum Felde señalaba su relevancia
puesto que mediante una humorada el escritor pretendía “asustar a los burgueses”,
estableciendo una lucha contra las normas estéticas establecidas hasta el momento.

Ahora bien, es necesario señalar además de todo lo anterior el hecho de que Ferreiro
nunca perdió a diferencia de otros escritores su conexión con los elementos de la
naturaleza (concentrados en nuestro país ampliamente en el medio rural). Muchos de los
poemas de Ferreiro presentan una temática nativista: Diálogos camperos, La cuchilla,
Campo abierto, Poema ultra rápido de la liebre arista, etc. Sobre esto es interesante
citar textuales palabras de Borges quien en 1927 señala que Ferreiro es el único futurista
que ha conocido debido a que no es “un declamador de las máquinas ni un dominado
por su envión o su rapidez; es un hombre que se alegra de que haya máquinas. También
de que haya viento y potros y vidas”. Esta particularidad de la poética de Ferreiro es
quizás más evidente en dos de los apartados de su obra El hombre que se comió un
autobús. En primer lugar, los poemas que componen Rueda de auxilio abordan
temáticas de la vida rural, sin obviar el hecho de que para ese tiempo la máquina
también se había introducido en el sector del campo. Por otra parte, en Caja de
herramientas, podemos observar que los poemas también hacen referencia a aspectos de
la naturaleza y a primera impresión, compartirían una temática en común: la idea del
viento como elemento de la naturaleza. Cayota (1991) señala que la impresión fresca y
aguda que Ferreiro trasmite de nuestro campo y de Montevideo lo convierte en uno de
los poetas nativistas más importantes del período6. Por esta razón resultaría erróneo a
nuestro entender encasillar la poética de Ferreiro únicamente dentro de la vanguardia
futurista.

Bibliografía:

- Bon, María José (s.f), Un arte sin borrador: Alfredo Mario Ferreiro.
- Cayota, Víctor (1991), La década uruguaya del 20 en su poesía, Montevideo.
- Mazzucchelli, Aldo (s.f), Poéticas de los años 20 uruguayos, Insomnia.
- Rocca, P, (2009), La máquina y el tiempo (Alfredo María Ferreiro entre la novedad
y la historia), Montevideo, Comisión sectorial de investigación
científica/SADIL/FHCE, UdelaR.
- Torrente Rosalía (2009) Cien años de Futurismo. Univesitat Jaume I. Castelló.
- Zum Felde, Alberto (1967), Proceso intelectual del Uruguay: III La promoción del
Centenario, Uruguay, Ediciones del Nuevo Mundo

Webgrafía:

- Alfarache (2013). Reedición de un poemario casi olvidado: Se ruega no dar la mano.


Extraído de: http://entornatesesamo.blogspot.com/2013/08/normal-0-21-false-false-
false-es-mx-x.html

6
Cayota, Víctor (1991), La década uruguaya del 20 en su poesía, Montevideo. (pág.74)

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