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Exponiendo a la matrona de los Amadises

(sí abuela...)
GUARDIANES DE LAS LETRAS1
Yeimy Katerine Cerquera Garzón
Elkin Mauricio Forero Rojas
Oscar Steven Corredor Vega
Pedro José Gelves Gaitán
Daniel Urrutia Soto

Es bien sabido que el aspecto social siempre está presente en la obra de García
Márquez, se puede observar que es recurrente la marginación social, la pobreza, la
estratificación, la relación del poder militar con las clases menos favorecidas, el temor hacia
las instituciones, la manipulación por las personas adineradas, las costumbres regidas por las
ceremonias de tipo fúnebre, la crianza de los nietos, la explotación sexual, etc. Para el caso
analizaremos con ojos sociocríticos el cuento llamado “La Increíble y Triste Historia de la
Cándida Eréndira y su Abuela Desalmada”. Este cuento hace parte de una recopilación de 7
cuentos publicada en 1972.

Según Cros, Edmond (2006) debemos identificar las relaciones entre la estructura de
la obra literaria y la sociedad en la cual se escribe, a nivel de contenido y no de forma. El
propio Edmond Cros hace notar la estrecha relación entre sociocrítica y psicología, al estudiar
el proceso de identificación entre el “Yo y el Otro”, al indagar en la dimensión individual y
colectiva del sujeto, eso se puede notar en el tipo de psicología y lenguaje narcisistas y/o
autoritario que usaba la abuela con la niña. Teniendo en cuenta que según Pierrette la
sociedad y el texto interactúan discursivamente, podemos notar que estos tratos de la abuela
para con la niña son normalizados en una sociedad acostumbrada a ellos, es decir la crítica
que intentamos proyectar lo que en la actualidad es sinónimo de locura y hasta ilegalidad. En
su tiempo era una de las prácticas más comunes entre las masas.

1 Estudiantes de Lic.en Literatura y Lengua Castellana, semestre IV, Estudio del Texto Literario III Grupo 1.
Para comenzar, el cuento nos narra la relación que existe entre una abuela desobligada
que se hace cargo de la hija bastarda de su único y querido hijo Amadís. En esta parte se
evidencia el dominio de un matriarcado representado por la abuela a raíz de la muerte de los
hombres de la familia, quien debe asumir el liderazgo y subyuga a su nieta a sus propios
caprichos e intereses egoístas.

Seguidamente encontramos en la obra de García Márquez (1972), la interpretación de


los sueños en los pueblos tradicionales colombianos, de acuerdo con esta frase: “- ¿Qué día
era en el sueño? -jueves. -Entonces era una carta con malas noticias -dijo Eréndira- pero no
llegará nunca.” (p. 1). Aquí se ponen de manifiesto las supersticiones como legado cultural
entre generaciones y la confianza en su interpretación por parte de los menores de edad.
Eréndira calma a su abuela cuando esta le pregunta por sus pesadillas y en muchos casos
miente con el fin de tranquilizarla.

También encontramos otra práctica social arraigada en la época, la venta de la virtud a


cambio de dinero o bienes materiales. La primera opción de la matrona después del incendio
de su casa fue vender como mercancía la virginidad de la niña de 14 años. Para la época esta
era una práctica común que satisface intereses propios y de terceros. Aún en la actualidad esta
práctica es llevada a cabo por algunas tribus indígenas y grupos sociales en la clandestinidad.
Este flagelo conduce a la prostitución y la trata de personas tanto en el cuento de García
Márquez como en nuestra realidad actual. “[...]-No vale más de cien pesos -dijo el viudo. La
abuela se escandalizó. - ¡Cien pesos por una criatura completamente nueva! -casi gritó-. No,
hombre, eso es mucho faltarle el respeto a la virtud.” (García Márquez,1972, p. 5). “El
holandés preguntó en su lengua: - ¿Qué diablos venderán ahí? -Una mujer -le contestó su hijo
con toda naturalidad-. Se llama Eréndira.” (García Márquez,1972, p. 10).

La prostitución entre las décadas de los 40 y los 70 está plasmada de forma diferente
en el imaginario colectivo a través del tiempo, pasando de ser una práctica esclavizante a una
de aparente libertad regulada y controlada por las autoridades competentes, que humanizan la
labor de quienes la desempeñan. En la época mencionada la prostitución era ejercida sólo por
las mujeres a diferencia de hoy en día en donde encontramos a los hombres ejerciendo esta
labor. De acuerdo con Jung (2007): “En suma, en toda sociedad cambia, a lo largo de su
historia, la aprehensión de los contenidos de los productos culturales.” (Jung (2007) citado
por Gómez Gray Alana, 2017, pág. 83).

La trata de persona y la prostitución, así como el maltrato infantil son los temas más
sobresalientes en este cuento de García Márquez, pero no podemos dejar a un lado otros
como el contrabando y la migración extranjera (producto del contrabando), expresados de
esta manera en la obra: “-A mí no me interesa la caridad sino el contrabando -dijo la abuela.”
(García Márquez,1972, p. 7) “-Andamos con muchos pájaros para despistar -agregó-, pero lo
que llevamos a la frontera es un contrabando de naranjas.” (García Márquez,1972, p. 16). El
contrabando hace parte del comportamiento social de la actualidad, en la obra es notoria la
presencia de mafias dedicadas a traficar con ciertos productos, en los que se especializan para
perfeccionar su traslado pasando por alto y despistando a las autoridades regulatorias. En esa
época el contrabando tenía una buena posición en la escala de poder, esto significaba una
especie de protección de parte de las autoridades y se evidencia que, aunque muertos el par
de Amadises, la madre y esposa de los famosos traficantes contaba con protección y
preferencias sociales.

En conclusión, el cuento de García Márquez visto desde la perspectiva sociocrítica,


aborda temáticas sensibles presentes en la sociedad hasta la actualidad. El trato inhumano de
una abuela hacia su nieta es una denuncia sobre las problemáticas en las que están inmersos
los grupos sociales ante la mirada indiferente de sus autoridades, adoptadas con cierto grado
de normalidad. El espacio geográfico del relato enmarca las poblaciones más recónditas y
vulnerables que cargan con el peso de la degradación de sus habitantes con fin de sobrevivir
en un ambiente hostil de escasez y precariedad. También se puede interpretar el cuento como
una lucha interna del autor, en la que representa su experiencia personal asociada con su
exilio de Colombia (encarnada en la abuela) a España y México (encarnadas en la libertad
conseguida por Eréndira al final del cuento). “Cualquier expresión del ser humano estará
siempre dentro de los límites de su cultura, pues el sujeto no se identifica con el modelo
cultural, al contrario; es ese modelo cultural lo que lo hace surgir como sujeto” (Cros 2002
citado por Alana Gómez Gray p. 85).

Referencias Bibliográficas
Arán, P. (2005). Migraciones del pensamiento de Bajtín. La sociocrítica en la
perspectiva de M. Pierrette Malcuzynski. ESTUDiOS N• 17 , ( (Primavera 2005) ), 69-80

Escobar, H., Juliana, B. (julio-diciembre de 2017). Hacia una teoría sociocrítica del
texto. Edmond Cros (traducción de Hernando Escobar y Juliana Borrero). La Palabra, (31),
29–38. doi: https://doi.org/10.19053/01218530.n31.2017.7272.
García Márquez, G. (1972). La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de
su abuela desalmada. México: Editorial Hermes S.A.

Gómez Gray, A. (julio-diciembre de 2017). Carl G. Jung y Edmond Cros: el espíritu


de la época y el sujeto cultural. La Palabra, (31), 77–88. doi: https://doi.
org/10.19053/01218530.n31.2017.7281.

Pouliquen, H. (julio-diciembre de 2017). De la sociología de la literatura a la


sociocrítica y a la estética sociológica. La Palabra, (31), 39–49. doi: https://doi.
org/10.19053/01218530.n31.2017.727.

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