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En esta unidad hablaremos de los trastornos del sistema hematopoyético que incluyen las
enfermedades de la sangre y de la médula ósea.
Introducción
La sangre está formada por las células sanguíneas constituidas por los eritrocitos,
plaquetas o trombocitos y los leucocitos o glóbulos blancos por un lado, y por el plasma
sanguíneo por el otro.
Sus funciones consisten en transporte de oxígeno desde los pulmones al resto de los
tejidos a través de los eritrocitos quienes a su vez, participan en el control del equilibrio
ácido base de la sangre y el transporte de otros gases como el CO2 de los tejidos hacia los
pulmones; otros elementos de nutrición y desecho, por las proteínas del plasma además
de la defensa del organismo mediante los leucocitos así como la reparación de heridas por
medio de las plaquetas.
La composición de la sangre se muestra en la figura siguiente:
Cuando se toma una porción de la sangre y se deja coagular o se centrifuga, ésta quedará
dividida tal como muestra la figura anterior, en una porción superior con un líquido
amarillento generalmente translúcido conocido como suero o plasma, el cual representa
el 55% del volumen total de la sangre y, cuyo componente principal es el agua en un 90%.
Un 6,5 a 8 % de proteínas y 2% de sustancias moleculares pequeñas aproximadamente.
Una segunda porción que representa el 45% la cual queda ubicada en la parte inferior
cuyo contenido principal son los eritrocitos y representan el mayor número de células que
constituyen dicha porción y se conoce como hematocrito. Entre la porción roja y la
amarilla se encuentra una pequeña placa intermedia conocida como “buffy coat” o capa
leucoplaquetaria y representa solo el 1%. El valor normal del hematocrito varía entre 42 y
47%.
Las proteínas plasmáticas son los solutos más abundantes en el plasma. La mayoría se
forman en el hígado y cumplen una variedad de funciones, ente ellas, el transporte de
sustancias o fármacos que se unen a ellas y mantener la presión osmótica del plasma y el
volumen sanguíneo. No difunden a través del endotelio vascular y sus tipos principales
son: albumina, globulina y fibrinógeno.
Recuerdo fisiológico
Las células sanguíneas o elementos formes, no son todas células verdaderas y la mayoría
sobrevive durante unos días en circulación o en los tejidos donde realizan sus funciones.
No se dividen y por tanto, deben ser renovadas en forma continua por el proceso
conocido como hematopoyesis, el cual ocurre en la médula ósea.
ERITROCITOS: son discos pequeños, bicóncavos, con una superficie grande y pueden
deformarse con facilidad en capilares de pequeño calibre con un mínimo de 3,5 micras.
Los eritrocitos maduros de la sangre periférica humana son células no nucleadas que
carecen de organelos celulares habituales
Varía entre hombres y mujeres en valores que van de 5,5 ± 1 x 10¹²/L en los hombres y de
4,8 ± 1 x 10¹²/L en las mujeres.
El contenido de hemoglobina (Hb) normal es 15,5 ± 2,5 g/dl (13-18 g/dl) en hombres y de
14 ± 2,5 g/dl (11,5-16,5 g/dl) en mujeres.
Hematocrito en L/L
___________________
Recuento de eritrocitos/L
Hemoglobina g/L
Recuento de eritrocitos /L
Hemoglobina g/l
Hematocrito en L/L
B. La membrana del eritrocito: es una estructura trilaminar que posee una capa
lipídica bimolecular interpuesta entre dos capas de proteínas.
Actúa como un factor antiapoptótico para las células progenitoras de la serie roja. En
presencia de eritropoyetina proliferan y experimentan diferenciación. Al cabo de 3-4 días
de su actuación, se observa el aumento de los reticulocitos. Su acción es estimulada por la
testosterona, la hormona de crecimiento y IGF-1, mientras que los estrógenos ejercen un
efecto parcialmente inhibidor.
Como se producen eritrocitos todos los días, la médula ósea requiere para la eritropoyesis
de algunos elementos nutricionales esenciales, cuyo déficit alteraría la misma. Entre ellos
se encuentran:
Se necesita la vitamina B6 para la síntesis del ácido aminolevulínico (ALA), que es el primer
paso en la síntesis de la protoporfirina. La eritropoyetina estimula esta reacción mientras
que el hemo la inhibe.
Cada cadena del hemo se combina con una cadena de globina sintetizada en los
polirribosomas.
F. DESTRUCCIÓN DE LOS ERITROCITOS. Tienen una vida media de 120 días y por
acción de la disminución de la sustitución de las enzimas metabólicas que
actúan en el eritrocito, éste envejece siendo destruido por la acción de los
macrófagos del sistema retículo endotelial y de los macrófagos hepáticos y del
bazo. Se libera hierro para su recirculación en la transferrina plasmática, que la
conduce a los eritroblastos de la médula ósea, y la protoporfirina se degrada a
bilirrubina la cual circula hacia el hígado, donde se conjuga con su
diglucurónido , que se excreta al intestino a través de la bilis convirtiéndose en
estercobilinógeno y estercobilina, excretados en las heces. Parte de ellos se
reabsorbe y se excreta por la orina como urobiinógeno y urobilina. Una parte
de la protoporfirina se convierte en monóxido de carbono y se expulsa por el
aire espirado. Las cadenas de globina se degradan en aminoácidos y se
reutilizan en la síntesis endógena de proteínas.
ANEMIA
Definición: se define como la concentración de hemoglobina en sangre por debajo del
límite inferior normal para la edad y el sexo del individuo. Para el adulto varón el límite
inferior sería de 13 gr/dl y para la mujer 11,5 gr/dl. Para el recién nacido sería 15 gr/dl.
Para niños entre 1 mes y 6 años el límite inferior sería 9,5-10 gr/dl y entre 6 años y 12
años el límite inferior sería 11 gr/dl.
FISIOPATOLOGÍA DE LA ANEMIA
Los órganos más afectados serían cerebro, corazón y músculo esquelético durante el
ejercicio.
SINTOMAS:
1. Cansancio rápido
2. Debilidad muscular generalizada
3. Somnolencia y cefalea
4. Síntomas de insuficiencia cardiaca
5. Angina de pecho
6. Claudicación intermitente
7. Confusión y trastornos visuales
SIGNOS:
Se observan signos generales para todas las anemias más los específicos a la causa de
cada anemia.
CLASIFICACIÓN FISIOPATOLÓGICA:
CLASIFICACIÓN MORFOLÓGICA
Se debe realizar una anamnesis completa en relación con los síntomas y signos generales y
específicos que muestra el paciente anémico, al examen físico.
Se debe hacer énfasis en la coloración de la piel, las conjuntivas, las escleróticas y las uñas,
además de los posibles cambios en las papilas de la lengua como atrofia, cambios en la
retina, examen rectal en busca de hemorragia, hepatomegalia, esplenomegalia,
adenopatías y dolor a la presión sobre eminencias o superficies óseas.