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siente muy nerviosa y tensa, el corazón siempre acelera, algunas veces se siente cansada sin

motivo alguno, presenta sudoración, temblores, problemas para concentrarse en el estudio,


hay algunos veces presenta problemas gastro intestinales.

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Trastornos+de+ansiedad/Introduccion/Tipos+trastornos+ansiedad/

Descarga emocional: Busca que el paciente logre externalizar y comprender mejor sus


emociones.
 Diario de emociones: Permite plasmar nuestras vivencias y tener una idea concisa de las
emociones que hemos ido sintiendo. Ayuda a reflexionar sobre nuestras conductas y
conlleva a que la persona formule mejores respuestas ante las situaciones.
 Expresión emocional: Es importante tener en cuenta que buscar ayuda es de
valientes, por ello, no siempre es bueno cargar con los problemas uno solo. Conversar
con amigos o familiares (que sepas que te van a escuchar y comprender) ayuda a poner
tus palabras en voz alta y esto siempre es terapéutico porque permite encontrar opciones
que no pensabas.

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Transferencia de la información: Fomentar los conocimientos sobre la sintomatología de


los trastornos, causas, conceptos del tratamiento etc. Ayuda a que el paciente logre
comprender la situación que atraviesa.
 Es necesario que el paciente comprenda que la ansiedad es un fenómeno complejo que se
manifiesta mediante diferentes signos y síntomas. Esto se debe a que, el desconocimiento
de la ansiedad y sus manifestaciones (taquicardia, opresión en el pecho, sudoración,
sensación de ahogo) conlleva a que la persona los interprete de manera equivocada e
incluso catastrófica, ya que suelen confundirlo y pensar que están padeciendo un ataque
cardíaco o cerebrovascular.
Apoyo durante el tratamiento (psicoterapéutico o farmacológico): Esto permite
esencial para una adecuada adherencia.
 Es indispensable que se establezca una alianza terapéutica, la cual se base en la
confianza, el respeto y la empatía. Además, cuando el profesional logra conocer
auténticamente a su paciente, es capaz de aplicar las técnicas más apropiadas en relación
con los objetivos y características de éste. Favorecerá a que el paciente se sienta
comprendido y sienta que no está atravesando su malestar solo, sino que cuenta con
apoyo incondicional. Todo ello, repercute en la motivación y compromiso, lo que conduce a
la mayor probabilidad un tratamiento exitoso.
Herramientas y técnicas para la autoayuda: Busca entrenar al paciente para que sea
capaz de reconocer y afrontar situaciones de crisis. Para ello, el profesional le enseñará
algunas técnicas como:
 Relajación progresiva de Jacobson: Permite la eliminación de tensión muscular, por
medio de una relajación progresiva; ya que actúan cada una de las partes del cuerpo.
Consiste en tensionar y relajar los músculos durante unos 10 segundos: ambos brazos y
manos, hombros y trapecio, pecho y espalada, cuello, cara, abdominales, piernas punta
arriba y apretar glúteo, piernas punta abajo y apretar glúteo.
 Entrenamiento en resolución de problemas: Consiste en identificar los factores
desencadenantes de la preocupación excesiva. Luego, conocer las conductas
desadaptativas que está realizando el paciente para enfrentarlos; así como también,
reforzar aquellas que son funcionales y exitosas.
 Mindfulness: Se emplea para conseguir la atención plena, donde el paciente logre
centrarse en lo que sucede “aquí y ahora”. Primero, se buscará que el paciente logre tomar
conciencia sobre sus experiencias y respuestas emocionales. Luego, buscar un cambio en
su actitud, es decir, enseñarle a dejar de lado una actitud juzgadora y modificarla por una
de autocompasión; de tal manera que, dichos aspectos impacten en su calidad de vida.
En conclusión, la ansiedad es un sentimiento de aprensión que produce la anticipación del
peligro y se diferencia de la ansiedad patológica por su intensidad y persistencia. Si no se
trata de forma adecuada, puede llegar a dominarnos y afectar nuestra vida diaria.

https://psicologiaautodidacta.com/psicoeducacion-para-la-ansiedad/

Psicoeducación para la ansiedad


por Psicología Autodidacta | Ansiedad, Psicología, Psicopatología, Trastornos de
ansiedad, Trastornos del ánimo | 0 Comentarios
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta emocional que todos hemos experimentado en algún
momento de nuestra vida ¡Es normal sentirla de vez en cuando! Surge ante la
anticipación de alguna situación de incertidumbre o amenaza futura, tales como una
primera cita, un examen, el primer día de trabajo, hablar en público, entre otras. Cumple
una función adaptativa y sirve como una señal de alerta que nos ayuda a tomar las
decisiones más acertadas ante un posible peligro. Sin embargo, ¿en qué momento esta
ansiedad se considera patológica?
La diferencia básica entre la ansiedad normal y la patológica es que esta última se basa en
valoraciones irreales de la amenaza o surge sin motivo aparente. De tal forma que se
convierte en una respuesta no adaptativa, intensa y desproporcionada, que interfiere
notablemente en la vida cotidiana y disminuye el rendimiento.
Estos son algunos de los criterios de la ansiedad:
 Pensamientos irracionales: La persona muestra una tendencia a pensar “lo peor”, presenta
pensamientos anticipatorios ante posibles consecuencias negativas, pensamientos
repetitivos, extremos y generalizaciones. El contenido de estas preocupaciones se suele
relacionar a la infravaloración de los propios recursos; esto quiere decir que la persona no
cree que sea capaz de afrontar a la situación. Todo ello, también genera que la persona
muestre dificultad para concentrarse, bajo rendimiento
 Sintomatología física: La situación potencialmente amenazante puede estar acompañada
de sensaciones fisiológicas como la tensión muscular, taquicardia, sensación de presión
en el pecho, sensación de falta de respiración, alteración del sueño y hambre.
 Sintomatología conductual: La presencia de las sensaciones físicas, aunadas a las
distorsiones cognitivas, conlleva a que a la persona suela evitar situaciones específicas o
relaciones interpersonales.
Para que sea considerada una ansiedad patológica deben presentarse necesariamente
estos dos criterios:
 Intensidad, frecuencia y duración: Presencia de una reacción desproporcionada ante un
estímulo, la cual, además se extiende por mucho tiempo y adquiere un carácter irracional.
Se presenta de manera continua con preocupaciones excesivas ante cualquier situación.
Por lo tanto, en vez de que sea una ayuda, impide que la persona sea productiva, e
incluso, se puede volver permanente y dominante.
 Interferencia en la vida diaria: La persona muestra incapacidad para controlar sus
pensamientos y acciones, lo que conduce a que sienta culpa e impotencia. Altera
notablemente funcionalidad y es capaz de llevar una vida con normalidad.
Etiología o causa de la patología:
La ansiedad se debe a la influencia de distintos factores; además, suele ser muy común la
comorbilidad (presencia conjunta) con otros trastornos, como los trastornos del estado de
ánimo (por ejemplo, depresión).
 Factores biológicos: Una vulnerabilidad biológica condicionada genéticamente se ha
encontrado en la mayoría de los trastornos de ansiedad. Esto se observa, sobre todo, en el
trastorno por pánico, trastorno obsesivo compulsivo y fobia social.
 Factores de personalidad: Puede formar parte de la estructura de la personalidad, por lo
que, la ansiedad como rasgo presenta un estilo de respuesta que se mantiene a lo largo
del tiempo. Se caracteriza por un temperamento temeroso, indecisión y por una tendencia
a evitar situaciones comprometidas.
 Factores Psicosociales: Los estresores psicosociales juegan un papel muy importante en
muchos de los trastornos de ansiedad, como factores precipitantes, agravantes o
causales. Por ejemplo, estímulos académicos y laborales, necesidades sociales y
económicas, cambios en el sistema de vida, etc.
 Factores Traumáticos: Enfrentar acontecimientos traumáticos fuera del rango de la
experiencia humana normal, como accidentes graves, desastres, asaltos, violaciones,
torturas, secuestros, etc., suelen provocar serios daños biológicos cerebrales que se
asocian a síntomas graves de ansiedad, como es el caso del estrés agudo y del trastorno
de estrés postraumático.

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Algunos trastornos de ansiedad:


La ansiedad patológica puede generar una serie de patologías que se denominan
Trastornos de Ansiedad. Entre los más comunes se encuentran:
1. Ataque de pánico o crisis de angustia: Se caracteriza por la aparición súbita de síntomas
de aprensión, miedo o terror, acompañados de una sensación de muerte inminente.
Asimismo, se presentan síntomas como falta de aliento, palpitaciones, opresión en el
pecho, sensación de asfixia y miedo a perder el control.
2. Trastorno obsesivo-compulsivo: Se presentan obsesiones (que generan un malestar
significativo) y compulsiones (que tienen el objetivo de neutralizar dicha ansiedad).
3. Trastorno por estrés post-traumático (TEPT): Se caracteriza por la reexperimentación de
acontecimientos traumáticos.
4. Fobia social: Respuesta de miedo o preocupación excesiva ante situaciones en las que
uno puede ser juzgado o actuaciones en público, lo que suele dar lugar a comportamientos
de evitación.
5. Agorafobia:  Se caracteriza por la aparición comportamiento de evitación en lugares donde
se dificulta poder escapar o bien donde sea imposible encontrar ayuda en el caso de que
aparezca en ese momento una crisis de angustia.
6. Fobia específica: Respuesta intensa y persistente ante la exposición a situaciones, objetos
o animales específicos lo que suele dar lugar a comportamientos de evitación. Por
ejemplo, la cinofobia (Fobia a los perros).
Tratamiento de la ansiedad:
La ansiedad patológica no pasa por si sola, requiere de atención profesional. Su
tratamiento va a depender de la intensidad y frecuencia, así como también, de la relación
terapéutica y de los objetivos que busque el paciente.
Uno de los enfoques con mayor eficacia en la ansiedad es la terapia cognitiva-
conductual. Esto, debido a que considera a los síntomas como productos de un
aprendizaje de patrones de conducta mal adaptados y busca la corrección de éstos; a su
vez, abarca el aspecto cognitivo donde identifica las expectativas, creencias y
pensamientos irracionales. Ayuda a que las personas aprendan a comprender sus
pensamientos y enseña cómo modificarlos para reducir la ocurrencia y la intensidad de la
reacción. Este enfoque utiliza técnicas diversas como:  respiración, exposición en vivo y
diferida, reestructuración cognitiva, resolución de problemas, etc.
Asimismo, también suele aplicarse un tratamiento farmacológico, el cual debe ir
acompañado de psicoterapia para su eficacia. Este tiene como objetivo aliviar los síntomas
y evitar las secuelas. Luego del diagnóstico específico del trastorno de ansiedad se debe
considerar el empleo de medicamentos ansiolíticos, antidepresivos y estabilizadores del
ánimo.
Importancia de la psicoeducación para un tratamiento integral:
Suele ser complicado, tanto para el paciente como para su familia, aceptar el diagnostico;
por ello, la psicoeducación tiene la función de contribuir a la no estigmatización de los
trastornos psicológicos y a ir eliminando las barreras para el tratamiento. Este proceso
permite que las personas puedan recibir información y fortalecer sus capacidades para
afrontar situaciones. Algunos elementos de la psicoeducación son:
Descarga emocional: Busca que el paciente logre externalizar y comprender mejor sus
emociones.
 Diario de emociones: Permite plasmar nuestras vivencias y tener una idea concisa de las
emociones que hemos ido sintiendo. Ayuda a reflexionar sobre nuestras conductas y
conlleva a que la persona formule mejores respuestas ante las situaciones.
 Expresión emocional: Es importante tener en cuenta que buscar ayuda es de
valientes, por ello, no siempre es bueno cargar con los problemas uno solo. Conversar
con amigos o familiares (que sepas que te van a escuchar y comprender) ayuda a poner
tus palabras en voz alta y esto siempre es terapéutico porque permite encontrar opciones
que no pensabas.

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Transferencia de la información: Fomentar los conocimientos sobre la sintomatología de


los trastornos, causas, conceptos del tratamiento etc. Ayuda a que el paciente logre
comprender la situación que atraviesa.
 Es necesario que el paciente comprenda que la ansiedad es un fenómeno complejo que se
manifiesta mediante diferentes signos y síntomas. Esto se debe a que, el desconocimiento
de la ansiedad y sus manifestaciones (taquicardia, opresión en el pecho, sudoración,
sensación de ahogo) conlleva a que la persona los interprete de manera equivocada e
incluso catastrófica, ya que suelen confundirlo y pensar que están padeciendo un ataque
cardíaco o cerebrovascular.
Apoyo durante el tratamiento (psicoterapéutico o farmacológico): Esto permite
esencial para una adecuada adherencia.
 Es indispensable que se establezca una alianza terapéutica, la cual se base en la
confianza, el respeto y la empatía. Además, cuando el profesional logra conocer
auténticamente a su paciente, es capaz de aplicar las técnicas más apropiadas en relación
con los objetivos y características de éste. Favorecerá a que el paciente se sienta
comprendido y sienta que no está atravesando su malestar solo, sino que cuenta con
apoyo incondicional. Todo ello, repercute en la motivación y compromiso, lo que conduce a
la mayor probabilidad un tratamiento exitoso.
Herramientas y técnicas para la autoayuda: Busca entrenar al paciente para que sea
capaz de reconocer y afrontar situaciones de crisis. Para ello, el profesional le enseñará
algunas técnicas como:
 Relajación progresiva de Jacobson: Permite la eliminación de tensión muscular, por
medio de una relajación progresiva; ya que actúan cada una de las partes del cuerpo.
Consiste en tensionar y relajar los músculos durante unos 10 segundos: ambos brazos y
manos, hombros y trapecio, pecho y espalada, cuello, cara, abdominales, piernas punta
arriba y apretar glúteo, piernas punta abajo y apretar glúteo.
 Entrenamiento en resolución de problemas: Consiste en identificar los factores
desencadenantes de la preocupación excesiva. Luego, conocer las conductas
desadaptativas que está realizando el paciente para enfrentarlos; así como también,
reforzar aquellas que son funcionales y exitosas.
 Mindfulness: Se emplea para conseguir la atención plena, donde el paciente logre
centrarse en lo que sucede “aquí y ahora”. Primero, se buscará que el paciente logre tomar
conciencia sobre sus experiencias y respuestas emocionales. Luego, buscar un cambio en
su actitud, es decir, enseñarle a dejar de lado una actitud juzgadora y modificarla por una
de autocompasión; de tal manera que, dichos aspectos impacten en su calidad de vida.
En conclusión, la ansiedad es un sentimiento de aprensión que produce la anticipación del
peligro y se diferencia de la ansiedad patológica por su intensidad y persistencia. Si no se
trata de forma adecuada, puede llegar a dominarnos y afectar nuestra vida diaria.

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